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jueves, 16 de octubre de 2014

Precios del petróleo caen, gobierno venezolano se tambalea

 Agencias Noticiosas

Caen los precios del petróleo


Los precios internacionales del petróleo tuvieron hoy una brusca caída, del 4.5 por ciento para el de Texas y del 4.3 por ciento para el Brent, agudizando la tendencia a la baja que se arrastra desde hace varias semanas.

El barril de crudo Brent para entrega en noviembre terminó con un precio de 85.04 dólares, un descenso de 3.85 dólares respecto a la última negociación de precios en el International Exchange Futures (ICE).

Por su parte, al cierre de la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York, los contratos futuros del petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en noviembre, los de más próximo vencimiento, bajaron 3.9 dólares, hasta los 81.84 dólares el barril.

El WTI es el petróleo de referencia para Estados Unidos, mientras que el Brent sirve como referencia en Europa y en el resto del mercado global.

En el caso del WTI, el descenso de hoy en un sólo día es el mayor desde noviembre de 2012, mientras que el nivel alcanzado es el más bajo desde fines de junio de hace dos años.

Según los analistas, el precio del petróleo viene bajando desde fines de septiembre por el exceso de oferta de los productores, la reducción en la demanda y divergencias en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (
OPEP).

La caída de hoy se conoció después de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) anunciara una baja en su previsión sobre la demanda global de petróleo para este año, ante las señales de débil crecimiento económico global.

La organización rebajó en 200 mil barriles diarios su previsión de demanda global para 2014, hasta los 92.4 millones, y apuntó que el crecimiento anual se sitúa en los 700 mil barriles diarios, 250 mil barriles menos que en su previsión anterior.

Pero antes de que se conociera este dato los precios del petróleo venían bajando desde fines de septiembre, en medio de señales sobre el exceso de oferta tanto de parte de los productores de la OPEP como de Estados Unidos.

Además, se produce en medio de divergencias en el seno de la OPEP. Arabia Saudí, el mayor productor dentro de esa organización, decidió hace dos semanas bajar los precios de su crudo, sin consultar a otros miembros de ese cártel petrolero.

Venezuela, por su parte, anunció el viernes pasado que pedirá la convocatoria de una reunión urgente de la OPEP para hacer frente a la caída de los precios del crudo, que anteceda a la regular programada para el 27 de noviembre.

Analistas del mercado calculan que un precio del barril entre los 75 y 80 dólares puede hacer peligrar la rentabilidad de explotación de crudo en yacimientos como los de formaciones de lutitas o los de aguas profundas.

"Esto va a afectar decisiones de inversión a corto plazo", afirmó el presidente de la consultora petrolera Lypow, Andrew Lypow, en declaraciones al canal financiero CNBC, tras conocerse la brusca caída de los precios del crudo.

Según Lypow, Arabia Saudí puede optar por dejar caer los precios internacionales de crudo para seguir manteniendo la actual cuota del mercado, lo que puede perjudicar la explotación en aguas profundas de yacimientos de Brasil, Canadá y el 
Golfo de México.

Precisamente México está en un momento clave de su sector energético porque quiere ofrecer a la iniciativa privada la explotación de parte de sus yacimientos, asegurándose el Estado los más rentables y ofreciendo a privados yacimientos de petróleo y gas "shale", de aguas profundas y otros campos maduros.


martes, 30 de septiembre de 2014

Economía venezolana al borde del precipicio total

Tomado de The Wall Street Journal

El billete de mayor denominación, el de 100 bolívares, vale apenas US$1 en el mercado negro

El nuevo mínimo del bolívar marca un hito en la caída económica de Venezuela

Por Kejal Vyas

CARACAS—Venezuela alcanzó un nuevo y dudoso hito en la caída en cámara lenta de su economía: su billete de mayor denominación, el de 100 bolívares, vale apenas US$1, al menos en el mercado negro.
El lunes, la moneda venezolana cerró a 100,68 por dólar, igual que el viernes, cuando superó la barrera de los 100 por primera vez, según DolarToday.com, un declive dramático frente a los 17 bolívares por dólar a comienzos de 2013.
DolarToday.com es un sitio web que hace seguimiento del vibrante mercado informal de divisas de este país, al que muchos venezolanos acuden para comprar dólares y que las empresas usan como referencia de precios.
El billete de menor denominación del país, el de dos bolívares, vale apenas dos centavos de dólar en el mercado negro.
La situación ha dejado a los venezolanos con grandes fajos de efectivo que llevan a todas partes, algo riesgoso en un país con una de las tasas de delincuencia más altas del mundo.
David Varela, dueño de un puesto de diarios, registra unos 20.000 bolívares al día en ingresos, principalmente en billetes pequeños. Así que al menos una vez al día, este hombre de 43 años llena discretamente un bolso con efectivo y luego guarda el dinero en el baúl de su auto. Al final del día laboral, hace un ritual: llenar sus medias de billetes. "Si me roban, al menos no podrán llevarse todo", dijo Varela hace poco mientras le pasaba un fajo de billetes de 50 y 20 bolívares a un proveedor que le entregaba una caja de chocolates.

El desplome del bolívar en el mercado negro es apenas una señal de la acumulación de problemas económicos en el país que se jacta de tener las mayores reservas de crudo del mundo. Hay escasez de todo, desde aceite de cocina hasta medicamentos para tratar el cáncer debido a que el gobierno, falto de efectivo, libera cada vez menos dólares para importaciones. Se prevé que la economía se contraiga entre 2% y 3% este año, a pesar de los altos precios del petróleo.
Venezuela también sufre de una de las mayores tasas de inflación del mundo, aunque determinar exactamente cuán rápido están subiendo los precios es motivo de debate. El banco central, que ha publicado datos de forma esporádica este año, indicó el mes pasado que la inflación se ubicaba en una tasa anual de 63%.
No obstante, economistas independientes como Steve H. Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins que estudia divisas en problemas, calcula la tasa de inflación de Venezuela en más del doble de ese porcentaje. La semana pasada, el fabricante de productos de limpieza Clorox Co.  citó una inflación de tres dígitos y controles de precios que lo obligaban a vender productos a pérdidas como factores para el cierre de sus operaciones en Venezuela.
Parte del problema es el complicado sistema de controles de divisas. Existen tres tasas de cambio oficiales, desde 6,3 bolívares por dólar hasta 50 bolívares por dólar, pero el gobierno limita estrictamente el acceso a dólares a las tasas oficiales. Así que muchos ciudadanos comunes acuden al mercado negro para tratar de convertir sus bolívares en algo que pueda retener su valor.
La diferencia entre las tasas de cambio es tan amplia que Venezuela puede ser uno de los países más baratos o más caros del mundo, dependiendo de cuál parámetro se use. Una Big Mac de McDonald's  cuesta US$2,16 a la tasa del mercado negro, pero US$32,53 al tipo de cambio más fuerte. Esto significa que los consumidores que tienen acceso a dólares tienen una gran ventaja sobre los que ganan en bolívares.
La combinación tóxica de inflación y escasez empeora la situación para la divisa. Por ejemplo, la producción de autos ha colapsado durante el presente año debido a que las empresas no pueden conseguir dólares para comprar los suministros que necesitan para su fabricación.
"Los venezolanos solían invertir en autos y apartamentos para proteger sus ganancias", dice Luis Oliveros, un economista y profesor universitario de Caracas. "Pero esos no son activos que se pueden comprar y vender con facilidad, así que la gente está frenéticamente concentrada en conseguir dólares".
Durante la última década, el gobierno socialista de Venezuela se ha embarcado en una ola de gastos, con subsidios a la gasolina y los alimentos, entre otros. En 2008, el entonces presidente Hugo Chávez le quitó tres ceros al bolívar en lugar de reducir el ritmo del gasto. La moneda fue rebautizada temporalmente el "bolívar fuerte".
La denominación más alta desde entonces ha sido el billete de 100. En 2008, esa nota valía casi US$50 al tipo de cambio oficial, y cerca de US$20 en el mercado negro.
Hoy en día, se puede ver a los vendedores de lotería sosteniendo fajos de billetes mientras venden boletos a los autos que pasan. Los operadores de carritos de hamburguesas y hot dogs barajan fajos de bolívares con una mano mientras ponen los condimentos con la otra.
Zimbabue imprimió billetes de 100 billones (millones de millones) antes de permitir en 2009 transacciones en divisas y eliminar la vieja moneda.
La depresión alemana de los años 20 produjo imágenes de residentes cargando pilas de marcos en carretillas o incluso usando efectivo para encender hornos.
Un billete de 500 o de 1.000 bolívares podría ser de ayuda en Venezuela, afirma Orlando Ochoa, profesor de economía de la Universidad Católica Andrés Bello. "Pero el gobierno nunca haría eso porque tendrían que reconocer que el problema de la inflación se está saliendo de las manos".
Un vocero del banco central no respondió a llamadas en busca de comentarios. Las cifras de la entidad muestran que el número de billetes de 50 y 100 bolívares en circulación casi se ha duplicado desde comienzos de 2013, con una tasa de crecimiento más veloz que la de billetes de menor denominación.
De todas formas, los venezolanos se quejan de que los billetes de más valor son difíciles de encontrar.
"Es una locura", dice Yliana Osorio, una residente de Caracas. "Vas al banco a cambiar un cheque de 10.000 bolívares y el banco no te da sólo billetes de 100 sino una pila de 20 también. Dicen que tienen que racionar los billetes de 100 entre todos los clientes", señala Osorio.

La queja también se escucha de residentes de la frontera con Colombia. Muchos de los billetes de bolívares terminan en casas de cambio en ciudades colombianas como Cúcuta debido a la alta demanda entre los colombianos que quieren convertir sus pesos a la moneda venezolana en el mercado negro y luego cruzar la frontera para comprar bienes baratos subsidiados por el gobierno.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Maduro busca desesperadamente evitar el abismo económico ante un cada vez más cerca Default

Tomado de esglobal


Maduro busca ganar tiempo para lograr un milagro petrolero

He aquí la estrategia del Presidente venezolano para retrasar un colapso total de la economía.

Por Andrés Cala

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, defraudó con creces a quienes anticipaban un remezón en la consciencia chavista que enderezara la economía. El baldazo de agua fría llegó en forma de un simple baile de ministros de una cartera a otra, favoreciendo al chavismo más dogmático por encima del reformista.

Los mercados se espantaron con la ausencia de medidas a pesar de la penuria económica del país y de sus habitantes. Los editoriales y la mayoría de opiniones auguran ahora un inevitable colapso económico, incluyendo un posible default, impago de deuda.

Pero es prematuro escribir un obituario al chavismo. El fatalismo obvia que las decisiones de Maduro tienen que atender ante todo la urgencia política, aún a expensas del sentido común económico. Es un rasgo del chavismo, y esperar lo contrario es desconocer el modus operandi del populismo radical que encarna. Y, sin embargo, ahí sigue, aunque se le haya dado tantas veces por muerto.

Dicho eso, el gobierno de Maduro sí está maquinando con el fin de ganar tiempo y oxígeno económico a corto plazo que le permita aliviar la situación económica, sin perder más apoyo popular. Y en el caso de Venezuela, el petróleo siempre ha sido el único catalizador capaz de reflotar o aniquilar políticos.
Específicamente, Maduro está apostando por un milagro, porque no hay mucho tiempo para darle vuelta al panorama. Sería un suicidio político devaluar el bolívar o subir el precio de la gasolina, aunque en cualquier otro país es sin discusión lo que habría que hacer. Pero el chavismo no se olvida de que su ascenso vino precisamente después de que sus antecesores se atrevieran a imponer medidas similares. O sea, el remezón que muchos querían era desde un principio imposible.

Y como no hay otra, Maduro pronto quemará uno de sus últimos y más poderosos cartuchos, Citgo, la filial estadounidense del titán Petróleos de Venezuela SA (PDVSA). Está a la venta y esperan captarse no menos de 10.000 millones de dólares a corto plazo. Y venderla, aunque controvertido, es en esta coyuntura una de las mejores alternativas estratégicas que sea políticamente aceptable y económicamente rentable.
El grueso de ese influjo de capital no estaría destinado ni a las reservas internacionales ni a comprar insumos urgentes. Tampoco terminaría en la Faja de Orinoco, donde se acumula la mayoría de las reservas venezolanas, las más grandes del planeta. La producción de la Faja requiere más capital y tiempo para ver los resultados.
Gran parte de ese dinero iría donde se encuentra el grueso de la producción venezolana, el Lago de Maracaibo, que este año conmemoró el centenario de la primera explotación en el país. Los resultados son más inmediatos, pero no se ha hecho hasta ahora porque la inversión inicial es alta y toda en líquido para pagar a empresas de servicios privadas, que a diferencia de las grandes compañías no pueden financiar por adelantado el trabajo, mucho menos con el historial crediticio de PDVSA.
Baile de sillas

Maduro remplazó a Rafael Ramírez, el todopoderoso ministro de petróleo y presidente de PDVSA durante más de una década. Es el arquitecto de mucho de lo bueno y lo malo de PDVSA en la actualidad. Pero también se tornó algo corrosivo al convertirse en la voz más pragmática del chavismo, entre otras cosas, rescatando la idea original de Chávez de vender  Citgo y promoviendo un aumento del precio de la gasolina y más medidas monetarias que hubieran aumentado la inflación aún por encima del casi 70% actual.

Ramírez pasó a ser canciller, donde le encargaron entre otras cosas dirigir los asuntos petroleros de Venezuela en el exterior, lo cual incluirá la venta de Citgo. En el Ministerio de Petróleo, Ramírez fue sustituido por Asdrubal Chávez, primo del caudillo, pero también un reconocido ingeniero químico y veterano de puestos ejecutivos en PDVSA y del Ministerio. A la jefatura de PDVSA pasa Eulogio del Pino, quien fue promovido desde la vicepresidencia de exploración.
Hubo otros cambios cosméticos en el Gobierno y ningún anunció sobre transformaciones sustanciales en la política monetaria, ni medidas concretas que sugieran que la política macroeconómica va a mejorar a corto plazo. Al contrario, se enroca políticamente el chavismo más acérrimo y en el sector petrolero se prioriza un liderazgo con perfil técnico cuya única tarea es aumentar bestialmente la producción.

Además, se augura de modo inevitable cambios en la costosa diplomacia venezolana a través de Petrocaribe, el programa que ha aliviado a los países más pobres de Centro América y el Caribe al venderles crudo en condiciones preferenciales. Ramírez sería el encargado de renegociar acuerdos que dejaron de ser viables en la actual coyuntura económica.
La estrategia 

Citgo es uno de los activos más importantes de PDVSA, y algunos dirían que la joya de la corona. La intención de venderla data de 2010, cuando el presidente Hugo Chávez la descartó como activo estratégico de PDVSA por ser un mal negocio. Desde entonces, el precio nominal de venta es en torno a los 10.000 millones de dólares por sus 750.000 barriles diario de capacidad de refino, además de más de 6.000 estaciones de servicio propias o franquiciadas. PDVSA es dueña de otras participaciones en refinerías de Estados Unidos. Aunque es verdad que sus activos en EE UU no han dejado mucha ganancia desde hace años y, además, su venta sería coherente con la decisión política de Venezuela de gradualmente disminuir sus ventas petroleras en territorio estadounidense.

En prensa se asegura que PDVSA quiere cerrar un acuerdo en septiembre y que el precio de venta oscilaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares, quizás más si se incluye todos los activos en Estados Unidos. La venta es controvertida tanto para chavistas como por la oposición.

Con la venta de Citgo y los nombramientos a puestos clave de la industria petrolera y cancillería, Maduro está recurriendo a estrategias de máximo impacto para aumentar la producción de crudo, el colchón de todo gobierno venezolano.
Gran parte del problema de liquidez de Venezuela es la enorme deuda acumulada con China que se paga con oro negro, hiriendo por tanto su flujo de capital. Mientras, la economía podría contraerse 3,5%  este año, según la agencia de calificación Standard and Poor’s. El Estado acumula deudas por proveedores internacionales de al menos 10.0000 millones de dólares. Y tiene que pagar las obligaciones de su deuda soberana a una tasa de interés más de diez puntos superior a la de EE UU, diez veces más que México y el doble que Argentina. Es decir, deudores le sobran  y, por tanto, es urgente aumentar el ingreso de capital, lo que para Venezuela quiere decir petróleo.

La única manera de aumentar rápidamente la deprimida producción en Venezuela es invertir enormes recursos en tecnología de recuperación mejorada de petróleo, conocida como EOR (por sus siglas en inglés). Básicamente, los pozos venezolanos más antiguos han sido drenados tanto que con la infraestructura actual cada año producen menos, a medida que baja la presión.
Con la costosa tecnología EOR se pueden aumentar significativamente la producción en muy corto plazo. Y con esa inyección adicional de ingreso petrolero Maduro podría sortear mejor la insostenibilidad económica actual, durante un tiempo limitado claro: 10.000 millones de dólares no alcanzan para sacar a Venezuela del hueco en el que está. De hecho, los proyectos más prometedores se concentran en la división occidental de PDVSA, la cual en julio estimó que con el capital necesario podría recuperar 45% la producción, o unos 300.000 barriles diarios, para 2019. O sea, 30 millones de dólares diarios más, si es que se logran esos objetivos.
Los riesgos 

El chavismo no tiene ni tiempo ni espacio para más. Maduro no puede apostar por un aumento de producción en la Faja del Orinoco porque no llegará a tiempo, sobre todo ante la falta de recursos de PDVSA. La mejor oferta de retorno a la inversión está en el EOR.

No es una estrategia exitosa a largo plazo, sin duda, pero sí una que puede permitirle a Maduro traer en rienda al chavismo y retrasar un colapso total de la economía. Maduro, a diferencia de Chávez y los gobierno neoliberales, tampoco puede recurrir al despilfarro para comprar la lealtad.

Sin embargo, la tentación de usar los recursos de Citgo o inclusive de cualquier aumento de producción resultante del EOR con fines políticos es enorme, sobre todo con elecciones y un posible referendo revocatorio a la vuelta de la esquina. Maduro, por tanto, al vender Citgo y reorganizar la industria petrolera se la juega todo: o salva la revolución a corto plazo o se hunde con ella si esos recursos terminan despilfarrados.

sábado, 5 de julio de 2014

Crisis económica se profundiza en Venezuela, “modelo bolivariano” al garete

Tomado de La Voz de América

 Los principales rubros comerciales en Venezuela son impactados por las restricciones del gobierno
Venezuela: Caen las ventas y aumenta el desempleo

El sector comercial de Venezuela reclama medidas de flexibilización de la economía que permitan el acceso a las divisas para realizar importaciones desde el sector privado.

Por Aymara Lorenzo Ferrigni

El Consejo Nacional de Comercio y Servicios reveló los resultados de una encuesta que deja evidencias de la crisis económica que atraviesa venezuela.
Según la encuesta realizada entre 14 sectores de Venezuela, en el primer trimestre del año, las ventas cayeron 48%. Pero, la cifra que más preocupa dijo a la Voz de América, el presidente del Consejo, Mauricio Tancredi son los niveles de empleo que descendieron cerca de 28%.
Discriminadas en rojo y azul las cifras del comercio en Venezuela por el presidente de Consecomercio,  "vienen cayendo por debajo de los niveles normales a rojo en los últimos cuatro trimestres".
Pero la caída más abrupta se registra en los inventarios de esos sectores comerciales a causa de la imposibilidad de acceder a las divisas para reponerlos.
“Cayeron cerca de un 62%” apuntó Tancredi.  Además el empresario alerta que algunas compañías están migrando de Venezuela para otros países y desde ahí poder asumir los costos de mantenimiento de las que operan desde este país para evitar su cierre.
Según las cifras oficiales del estado venezolano, el gobierno ha desarrollado una política de incentivo a las importaciones que ha llevado a que Venezuela pase de importar $15 mil millones de dólares en 2005 a más de $50 mil millones de dólares en 2013. 
En Venezuela se importa el 70% de lo que se consume. De ese porcentaje el 50% de dichas importaciones las realiza el estado. Se ha convertido en el principal importador en desmedro de los importadores privados. 
“Entre 2010 y 2012 se incrementaron las importaciones cerca de un 80% y en la imposibilidad de acceder a divisas estamos ante una dificultad en sectores del comercio como papel y tintas en las artes gráficas, equipos médicos, repuestos para vehículos, materiales de construcción” explica Tancredi.
El Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad 2) obliga a los comerciantes a comprar un dólar a un costo fluctuante de 50 bolívares y no pueden reponer los costos de importación con la ganancia de las ventas.
Lo impide la Ley de Costos y Precios Justos con la que el gobierno fija, a discreción,  los precios de los bienes y servicios.
Factores normativos como la Ley de Costos y precios Justos y la inamovilidad laboral limitan la posibilidad de mover la economía a través del comercio, explica Tancredi.
“Esto se refleja en que se cierran negocios y los comerciantes se informalizan porque trabajan con negocios desde sus casas. Más del 80% de los comerciantes declararon en nuestra encuesta que no han hecho nuevas inversiones. Estas variables tienen a los nuevos emprendimientos en jaque”.
El presidente del gremio de los comerciantes en Venezuela estima que con “políticas coherentes y toques de sensatez, el sector se recuperaría rápidamente con medidas como la flexibilización de la economía, en términos de control cambiario,  revisión y liberación de precios regulados de productos que han desaparecido del mercado”.  

sábado, 28 de junio de 2014

Nicolás Maduro le pone rostro a “la izquierda trasnochada venezolana”

Tomado de Revista Semana


La “izquierda trasnochada” de la que habla Maduro

Así respondió el presidente venezolano a las críticas que le han hecho varios exministros chavistas.

Hace una semana uno de los hombres claves del gobierno venezolano renunció y atacó al presidente Nicolás Maduro, y ahora el primer mandatario responde las ofensas hablando de una “izquierda trasnochada”. 

¿A quién dirige las palabras? Son dos los emisarios. El primero  es Jorge Giordani, quien fue vicepresidente de Planificación de Venezuela pero ahora es el más crítico opositor de Maduro dentro de las filas del chavismo. El marxista Giordani afirma que aunque el mandatario venezolano merece todo el reconocimiento, “es clara sensación de vacío de poder en la Presidencia de la República”.

Otro de los chavistas que arremetió contra el actual presidente es Héctor Navarro, el exministro de Educación y Electricidad que exigió en una carta que se investiguen las irregularidades en la entrega de divisas administradas por el gobierno y le solicitó a Maduro comportarse "como un estadista" frente a las críticas a su gestión.

Pero la reacción de Maduro no se hizo esperar. El presidente les reclamó a sus detractores por atacar su gestión en tiempos de combate, cuando "el enemigo" quiere destruirlo.

"Bien desconsiderados son algunos de estos trasnochados de izquierda, atacando en el momento que el enemigo busca cortarnos la cabeza y destruirnos, la historia los juzgará y se secaran, igual que se han secado todos los que han atacado nuestra patria, así lo decreto y así será", dijo este miércoles el mandatario.

Por su parte, la exministra de Ambiente Ana Elisa Osorio no solo difundió la carta de Navarro, sino que también dijo en su cuenta de Twitter: "Exhortamos a la Asamblea Nacional que desempolve la Ley contra la corrupción y se castigue a los corruptos: Esos son los grandes traidores a la Revolución".

"Pequeños burgueses vacilantes que quieren confundir al pueblo, bueno, se verán conmigo de frente donde tenga que verme con ellos, con los vacilantes, con los desleales o los que quieren con ropaje de izquierda tratar de confundir, lo que no hicieron jamás cuando fueron ministros y fracasaron toditos", agregó este miércoles el presidente.

En este sentido, el mandatario subrayó que "es tiempo de definiciones" y pidió a los chavistas "que cada quien se defina, si está con el gobierno revolucionario de Nicolás Maduro" o está "con otros proyectos personalistas".

También aseguró que hay quienes lo han acusado de ser "un nuevo Stalin", lo que rechazó asegurando que él es "hijo" del expresidente fallecido Hugo Chávez (1999-2013), que propugnó la revolución bolivariana al tiempo que reiteró que su misión es seguir con su legado.

"El que se cansó de luchar y se confundió, que se ponga de lado, el que sienta que no puede seguir porque Maduro es poca cosa para él, para su conocimiento, para su brillo, Maduro es apenas un obrero, que se ponga de lado (...) porque yo contra viento y marea voy a cumplir la misión que me toca cumplir", reiteró.

Maduro, presidente electo en abril de 2013, poco más de un mes después de la muerte de Chávez, insistió este miércoles en que su plan de Gobierno es el mismo que dejó el líder fallecido, por lo que, dijo, no caben las críticas a sus gestión desde el interior del chavismo.

Sin embargo, el jefe de Estado aseguró que cree en las "críticas y en la sabiduría del pueblo".

En el bando opositor, las críticas a la gestión de Maduro desde el chavismo son vistas como "resquebrajamiento", síntoma de la "descomposición interna" del PSUV y evidencia de la deshonestidad del Gobierno.

El presidente del partido Copei, Roberto Enríquez, dijo a EFE que la situación del PSUV no tenía precedente en Venezuela y que se está viendo apenas "la punta del iceberg".

"Un partido intentando sustituir al Estado venezolano obviamente esa es una bomba que va a terminar explotándoles en su propia cara", señaló Enríquez.

El excandidato presidencial Henrique Capriles también escribió sobre el tema en su cuenta de Twitter.