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viernes, 18 de junio de 2010

La crisis financiera de Europa ocasionará mayores inversiones en latinoamérica

Tomado del Wall Street Journal

El capital extranjero seguirá entrando en América Latina pese a la crisis europea, que en lugar de deprimir el flujo podría estimularlo aún más, pues los inversores ven a la región como un buen lugar para invertir, según dijo el miércoles un grupo de expertos.

Los analistas, reunidos en el llamado Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros, constataron que la entrada de capital ha recuperado niveles cercanos a los registrados antes de la crisis financiera y su tendencia es subir todavía más.

La región "es vista como uno de los lugares bastante promisorios para invertir recursos", dijo en una rueda de prensa el ex presidente del Banco Central de Chile, Roberto Zahler.

La crisis de deuda en Europa ha elevado la aversión al riesgo en los mercados, lo que en el pasado se ha traducido con una salida de capital de América Latina hacia sitios considerados más seguros.

Sin embargo, en esta ocasión el riesgo país de algunas naciones de la región es menor que el de ciertos países europeos, apuntó el Comité.

España, uno de los grandes inversores en América Latina, es uno de los países con más problemas, pero Pablo Guidotti ex viceministro de Finanzas de Argentina minimizó el impacto de esas dificultades en la región.

Guidotti, que es actualmente profesor de la Universidad Torcuato di Tella, dijo que los grandes bancos españoles están ganando más en América Latina que en otros mercados, por lo que lo lógico es que amplíen sus operaciones allí y las reduzcan en otras regiones.

El banco Santander, el mayor banco español por capitalización bursátil, prevé ganar más en Brasil que en España este año, por ejemplo.

martes, 8 de diciembre de 2009

El secuestro de una Isla (cuento)

Por Elmer Palma*

Erase una vez, y siguen siendo todavía, dos hermanos que decidieron secuestrar a toda la isla en la que habían nacido por considerar que unos habitantes tenían más que otros. Y lo que más detestaban era que ellos no tenían más que los “unos” y que los “otros”.

En el primer intento sus habitantes los repelieron y los echaron fuera de la isla. Sin embargo, no se dieron por vencidos y juraron volver armados para conseguir su cometido. Finalmente volvieron en lanchas y lograron la hazaña. (Hasta aquí debería terminar el cuento con: Y todos fueron felices para siempre)
Pero creo que está muy corto, mejor continúo.

Esta es la escalofriante historia que se ha venido dando en una isla chiquita pero jugosa. Para lograr este nefasto hecho, necesitaban legalizar su fechoría con los habitantes. Fue así que fundaron una empresa familiar a la que llamaron “Estado”. Luego con mucha audacia, encadenaron a todos los habitantes mentalmente desde que nacían hasta que morían.

Para que el secuestro surtiera efecto, hambre y miedo fueron los componentes primarios; les limitaron la alimentación y fusilaron a los desobedientes en público. También les disfrazaron palabras del diario vivir; a la opresión se le llamaría “libertad”, la obediencia se le llamaría “revolución” y al secuestro se le llamaría gobierno. Con el tiempo, la mayoría de habitantes fueron fingiendo haber asimilado aquellos nuevos significados en público para evitar que les limitaran aun más la comida. Pero en sus interiores y por las noches, allá donde la cama es el centro del universo, todos sabían el verdadero significado (y callaban por que la mayoría no tenía camas).

La empresa familiar, en la que los dos hermanos eran los únicos administradores, decretó que sus operaciones se extendían a todo la isla, (excepto un pedacito que otro país no les quiso soltar y lo odiaron eternamente). También decretaron que nadie podía abrir ninguna empresa de cualquier índole; solo la de ellos podía operar libremente y sin restricción alguna.

La empresa también emitió la orden oficial que todo lo que naciera en la isla era propiedad de los dos hermanos; y si ese producto era pensante, todo lo que su cerebro absorbiera; desde el nacimiento hasta la muerte, seria propiedad intelectual de la empresa.

Así paso a ser propiedad de los dos hermanos cualquier conocimiento en los habitantes; Desde el aprendizaje de un bebé a decir “mami”, pasando por el abecedario hasta cualquier especialidad científica o académica. También se prohibió utilizar cualquier conocimiento a favor personal del poseedor del cerebro. Para evitar protestas, a cambio los hermanos serian “buenas personas” y les prestarían la isla a todos los habitantes; con su medio ambiente para vivir de gratis, con aire gratis para respirar, comida gratis pero limitada (para evitar la obesidad), medicina gratis (solo hecha por la empresa), escuelas gratis, transporte gratis pero muy limitado (para evitar la contaminación de la isla).

El acuerdo no incluía vestimenta; y para obtenerla se tendría que trabajar haciendo uso de las habilidades de cada persona, también propiedad de la empresa, a cambio de una pequeña paga, solo para comprar una o dos mudadas con un par de zapatos. Cualquier trapo extra, se tendría que compartir con el vecino y por regla general nadie podría tener más que los demás, excepto los dueños de la empresa.

Las playas de la isla podían ser usadas pero en lugares asignados a horarios asignados. Y por ende, no podían entrar a las que están frente a hoteles porque eran de uso exclusivo para los visitantes de mundos lejanos y feos a los que nadie querría ir por que hay que trabajar demasiado duro (comparado con lo que se trabajaba en la isla). A estos se les llamaría “turistas” y esta palabra significaba: Habitantes de mundos lejanos y feos a los que nadie querría ir por que hay que trabajar demasiado duro. (También se les consideraban torpes por que venían a dejar dinero a la isla, según los dos hermanos)

Se le enseñaba a los habitantes desde niños, que cualquier habilidad que poseían físicamente también era propiedad de la empresa (ejemplo la habilidad de payaso); para poderla usar en público tendrían que solicitar un permiso especial; y no podrían cobrar, si alguien les daba propina; se la podían quedar siempre y cuando ésta no excediera el monto ganado por otro vecino, cualquier excedente era propiedad de la empresa.

Salir de la isla no era permitido al menos que la empresa lo autorizara; pero el permiso era estrictamente asignado solo a los que garantizaran volver; si no lo hacían, sus familiares tendrían la comida aun mas limitada. Este decreto seria vigente solo hasta que se descubriera una manera de irse sin llevarse los conocimientos propiedad de la empresa. Si alguien se escapaba y o no volvía; seguramente le mandaría dinero a sus familiares para cubrir la falta de comida. Entonces los hermanos ingeniosamente, decidieron que la empresa se quedara con el 20% de ese dinero para compensar el robo de conocimientos.

El medio ambiente era propiedad exclusiva de la empresa; cualquier vehículo, aparato electrónico y el papel higiénico era estrictamente prohibido y no se podían comprar aunque se tuviese el dinero. Esos lujos estaban reservados solo para los dos hermanos y personal autorizado (y los turistas porque eran torpes).

La gente comenzó a nacer, crecer, reproducirse y morir con la idea que; afuera de la isla, todo era horrible y se trabajaba bien duro. Y con esta conformidad le llegaba la resignación a la mayoría, (no a todos). Y nadie se atrevía a llevarle la contraria aquellos hermanos por que seria traicionar lo bueno que eran; y que tenían todo el derecho de mandar a los traidores a calabozos.

Poco a poco aquellos dos hermanos mataron toda esperanza que la vida pueda generarle a un ser pensante, también mataron la ilusión, la creatividad, el autoestima. La dignidad ya no tuvo espacio en un pueblo que se acostumbró a vivir el día a día sin luchar, aquello de la superación había sido aniquilado por completo y, según los dos hermanos, estaba fuera de todo contexto. Por decreto todos los habitantes se convertían en esclavos de aquellos dos hermanos. Las instituciones pasaron a ser sucursales de aquella gran empresa familiar. Abrieron sucursales en ciertos países, con el nombre de embajadas, para emitir los pasaportes más caros del planeta a los que habían escapado.

Hasta hoy el pertrecho de los dos hermanos sigue en pie y la isla sigue bajo su mando; como esperando a que alguien pague por el rescate para devolverla. Ahora ellos tienen mucho, pero mucho más que unos y que los otros.

P.D. No sé porque no me sale el final feliz de este cuento; a lo mejor aun no ha terminado, ¿o será que estos dos hermanos también secuestraron el “colorín colorado” del pueblo?

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

palmaelmer@hotmail.com
Miembro del Consejo Empresarial con Responsabilidad de Salvadoreños en el Mundo