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lunes, 15 de abril de 2019

¿Tocando a una famosa Dominicana al estilo de Joe Biden?

El Quijote del GED
Cualquier madre, padre, hermano o hermana se indigna al escuchar las ofensivas palabras que su amada hija o hermana fue tocada en una manera inapropiada en la escuela o en otro lugar. La Biblia nos dice en contradicción del momento de división política que nos enfrenta que no debe darse un falso testimonio. La señora latina que comenzó esta avalancha de denuncias contra Joe Biden no es culpable. El culpable, en mi opinión, es la revista The New Yorker por publicar el artículo sin evidencia concreta. La opinión de Lucy Flores fue solamente una opinión sobre sus sentimientos (factuales o no factuales). Y el ataque contra Joe Biden es nada más que otro show político.

Espera un momento. Este profesor en la foto es “El Quijote del GED” o un profesor bastante trascendente en el mundo, conocido en la República Dominicana, Puerto Rico, El Salvador y otros países. Y la marca de El Quijote es mucho más grande que la de Donald Trump porque el hombre es un luchador por la comunidad como el famoso Don Quixote de la Mancha. No se puede difamar este hombre sin la excepción de promover ideas falsas o mentiras. Amelia Vega es la mujer y la foto fue tomado durante un viaje que el profesor hizo con su novia (ahora su esposa) en Punta Cana y el ex-novio de Amelia Vega, Pablo Montero, está a su lado izquierdo, todos posando para la foto. El encuentro con Amelia Vega fue inocente y ocurrió unos meses después de solicitarle ayuda en este mismo asunto de educación para los dominicanos en Nueva York. Que suerte!

La foto completa está abajo y la reina de belleza dominicana parecía muy contenta por las palabras de un señor solamente interesado en la educación del mundo hispano. En vez de condenas por su trabajo en el sector de educación que se llama el GED o equivalencia del bachillerato, él ha recibido reconocimiento internacional. En el mismo momento en su vida, Martin Danenberg era el profesor del Consulado de El Salvador en Brentwood, Nueva York. Esta comunidad hoy en días es conocida por la violencia de la pandilla MS-13. El mismo profesor luchó por Mexicanos en 2002, desarrollando una reunión entre su amigo, el ex-cónsul general de El Salvador Luis Montes-Brito y el Cónsul General de México Salvador Beltrán del Río Madrid (cuando dos tercios de los inmigrantes mexicanos abandonaron sus estudios en la escuela superior en los Estados Unidos). 
El profesor Martin entiende la política en general y la política de Trump, la administración más anti-Hispana en la memoria, Martin lucha contra este hombre que tiene algunos apoyos hispanos. Afortunadamente que no es de la mayoría los hispanos. Muchos de los hispanos que respaldan a Trump claramente son negociantes y algunos están en las iglesias, la Iglesia Pentecostal y la Iglesia Católica. El Quijote del GED lucha por el pueblo y su derecho a obtener una vida mejor. Y por su educación porque: si importa!

La foto más increíble de todas es la foto abajo. El mejor encuentro de todos sus encuentros pasó en Filadelfia en el gimnasio de Joe Frazier, con el ex campeón mundial del boxeo y su hijo Marvis, también un boxeador reconocido. Pero la foto más linda en la posesión del profesor Martin es la de abajo con Juan Luis Guerra, el tío de Amelia Vega. Usted el lector tiene que decidir si el profesor ha hecho algo malo a Amelia Vega y si Joe Biden ha hecho algo malo a estas mujeres. Conozco una mujer quién tomó una foto con la Secretaria de Educación Betsy DeVos donde la primera se pareció por su lenguaje de cuerpo la incomodidad por el toque (por razones religiosas) de la secretaria de educación. Y la secretaria no es culpable. Hay que defender con razón todas las personas atacadas en esta misma manera. Donald Trump es otra cosa, pero repito que The New Yorker es culpable. Lo que yo quiero es que usted comparta esta información con los demás y Ojalá Que Llueva Educación en el campo. Gracias! Amelia Vega se casó con el jugador de baloncesto Al Horford, quien juega con los Boston Celtics. 
El encuentro de Joe Biden con Lucy Flores fue inocente, también según toda la evidencia. Es evidente que Joe Biden tiene más pasión que yo, pasión humana y política para los representantes de su partido. Una solución ahora es escuchar y aprender su plataforma presidencial porque los Republicanos desean debilitar el progreso de un hombre que merece el respeto de todos. Y como Juan Luis Guerra dice en la canción El Costo de la Vida “la democracia no puede crecer.” Hay que construir puentes en vez de muros.
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sábado, 18 de febrero de 2017

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: CANSANCIO DE VIVIR



Dedicaba un espacio anterior a introducir la propuesta de Holanda de legalizar la eutanasia para personas que estén cansadas de vivir, aun cuando no estén físicamente enfermas. Parece que ya hemos ido aceptando un poco la idea de la eutanasia en el caso de enfermos terminales, pero suena escandaloso tener que aceptarlo también en el caso de personas que ni siquiera están enfermas, pero nos olvidamos de que el sufrimiento no es solo físico; el hecho de desear la muerte porque ya se está cansado de vivir, y ya no hay perspectivas de recuperación es suficiente argumento para diagnosticar una enfermedad psíquica irreversible y terminal. Nadie que no sufre desea morir.

¿Y cómo puede alguien estar tan cansado de vivir como para desear ya morir? Esa es una pregunta que no deberíamos hacerles a ellos, sino a nosotros mismos. ¿Qué estamos haciendo como sociedad para que haya cada vez más personas mayores agotadas y sin deseo de vivir? La respuesta es muy simple: hemos construido un mundo para los jóvenes (y no para todos), en el que los mayores no tienen cabida. En el mercado laboral solo tienen cabida los jóvenes; hemos aprendido a sobrevalorar el dinero, el sexo, el poder, la energía, la belleza, la brillantez, la rapidez, la habilidad, particularmente con las nuevas tecnologías… precisamente todo aquello que las personas mayores no pueden ofrecer. Y nos hemos acostumbrado a la cultura de “usar y tirar”; usamos lo que nos es útil, y lo marginamos o descartamos cuando ya no lo necesitamos o nos estorba.

La propia desestructuración y disfuncionalidad de las familias contribuye también a esa marginación. Construimos relaciones familiares y humanas en las que prima el placer, el consumismo y el status; y trabajamos y hacemos lo que sea para cumplir con ello, de modo que difícilmente podemos dedicar la atención adecuada ni siquiera a nuestros hijos. ¿Y nuestros mayores? Bueno, para ellos ya no queda nada de tiempo. ¿Es tan difícil entender por qué cada vez más personas mayores tienen la sensación de no tener cabida en la sociedad, y quieran escaparse de ella?

Todos dirán que entonces habría que cambiar todo eso… Pues sí, claro; de hecho, no había que haber construido un mundo así, pero eso es lo que hemos hecho; eso es lo que hay. Y no debemos mirar hacia afuera buscando a los culpables de haber hecho un mundo así. El mundo así lo hemos hecho cada uno de nosotros desde dentro de nuestras propias familias. La persona mayor cansada de vivir generalmente no se siente así porque ahora el mundo es así, sino porque su propia familia es así. La persona mayor que se siente aceptada e integrada en su familia o en su círculo íntimo no tiene deseo de morir.

Y de todos los que sienten algún remordimiento, o dicen que habría que cambiar todo eso, solo alguno hará algún intento, pero la gran mayoría solo lo dice y luego mirará para otro lado, y, llegado el momento hará un viaje a Holanda, para un familiar, o para uno mismo, como solemos hacer con los abortos. Creamos y permitimos el problema y luego nosotros mismos nos escandalizamos y prohibimos las soluciones que cada quien busca espontáneamente para solucionarlo. Pura hipocresía. Los holandeses son más francos, y por eso se les critica.

¿Y cómo puede alguien querer ayudar a morir a otra persona? Es una cuestión de conciencia. Habrá muchos que nunca lo harían porque no están de acuerdo, lo cual es muy respetable, o bien porque, aun estando de acuerdo, no tengan el valor de hacerlo, lo cual es muy comprensible. Quien lo hace debe tener una increíble empatía y valor, pero no creo que esté atentando contra nada ni contra nadie. Está simplemente ayudando a otra persona a cumplir su deseo, su último deseo, lo cual también es muy respetable. Los holandeses ya tienen la suerte de poder elegir entre las diferentes opciones respetables y comprensibles.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Consultas on line

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 3 de diciembre de 2016

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA AMENAZA LATINA


Hablaba en el blog anterior de la amenaza que la sociedad norteamericana siente sobre la inmigración latina; amenaza a la seguridad y tranquilidad de la convivencia. Pero la sensación de inseguridad sobre los latinos va más allá aún; es más profunda. Me explico, el crecimiento de la comunidad latina es exponencial. Todavía es una minoría, pero en escaso tiempo claramente se ha convertido en la mayor de las minorías en Estados Unidos, y, a este paso, en varias décadas amenaza con convertirse en mayoría. Además, al contrario que otras comunidades, como las asiáticas, que tienden a enclaustrarse bastante y a establecer sus relaciones y dirimir sus conflictos a nivel interno, sin que el resto de la sociedad lo perciba; la comunidad latina es claramente abierta, participativa y notoria, por lo que tanto las bondades como los vicios de nuestra cultura tienden a quedar mucho más expuestos en la sociedad norteamericana.

Ello hace que, independientemente de bondades y vicios, los norteamericanos sientan la cultura latina como extremadamente invasiva, y, por tanto, amenazante a su propia cultura. No me cabe duda de que si no fuera por esos “vicios culturales” latinos, algunos de los cuales, a los ojos norteamericanos, no son vicios, sino serios delitos, la sociedad norteamericana estaría encantada con la cultura latina, siempre y cuando sea eso, minoría. Pero con un mínimo de empatía es fácil entender que no vean con buenos ojos que lo que sea una minoría en el futuro sea su propia cultura, porque la cultura latina se haya convertido en mayoría.

Probablemente, antes de una mínima reflexión, muchos latinos estarían felices de que la cultura latina fuera la mayoritaria en Estados Unidos. A eso es a lo que nos lleva el orgullo infundado y la precipitación irreflexiva característica de nuestra cultura. Pero si reflexionamos un poco comprenderemos que si lo que queremos es una cultura latina dominante, no necesitamos salir de nuestros países; y que si abandonamos nuestros países latinos es porque lo que necesitamos es algo que nuestros países latinos, con su cultura latina, no nos dan; no nos han dado casi nunca, ni tenemos esperanza de que nos den en el futuro.

Ahora díganme, ¿Qué pasaría si convertimos a Estados Unidos en otro país latino? ¿A qué país nos vamos entonces a buscar las oportunidades? Algo así debió pensar el más de 30% de latinos que votó por un personaje impresentable como presidente. Me pregunto cuántos latinos hubieran votado a un candidato más presentable, con parecidas propuestas, pero expuestas de forma más amigable, razonable y conciliadora, y menos populista, aversiva y polarizante. No simpatizo en absoluto con el señor Trump ni con sus maneras. Simplemente trato de entender y transmitir el mensaje que la sociedad norteamericana nos está mandando con esta elección. 

Estados Unidos es un país que se ha construido a si mismo en base a minorías que han ido llegando poco a poco de diferentes partes del mundo en diferentes épocas de la historia, y que se iban integrando en la base ya existente, que a su vez había ido creciendo de la misma manera desde los primeros inmigrantes, motivados siempre por asuntos relativos a la economía y la libertad. Así ha sido siempre, formándose una sociedad con una homogeneidad cultural en perfecto y sorprendente equilibrio con la heterogeneidad de cada uno de sus componentes. Y el componente latino ha sido claramente también uno de ellos. Pero es que ese componente latino ha sido siempre una clara minoría, como todas las demás. Sin embargo, cuando la minoría latina se convierte en una minoría demasiado grande, y notoria además, amenazando incluso con ser mayoría, ese equilibrio del que hablo está en peligro.

Pero no puede ser que se ponga un alto absoluto a la inmigración; no tiene sentido, porque Estados Unidos dejaría de ser lo que es. Estoy convencida de que se trata solo de un alto a la inmigración abusiva e incontrolada, una forma de decir, aunque muy mal dicho, “frenen que se han pasado el límite de velocidad”, y, la verdad, tiene sentido. Traten de recordar el escándalo que se armó en El Salvador por el caso de una mujer norteamericana, insisto, una sola, que viajó a El Salvador ilegalmente en busca de su hija. Se trató poco menos que como una cuestión de ofensa y amenaza a la seguridad nacional, mientras, al mismo tiempo, pretendemos que en el Norte reciban con los brazos abiertos a nuestro millón de salvadoreños ilegales.
Bueno, y entonces… ¿Qué hacemos con nuestro exceso de población que no tiene cabida en Estados Unidos? Buena pregunta, pero es que hay que hacérsela antes, no después de que el señor Trump les cierre la puerta. Ahora resulta que hay bastantes millones de personas que no tienen cabida ni en Estados Unidos, ni tampoco en sus propios países de origen, pero responsabilizamos a Estados Unidos de no darles la oportunidad, sin entender que tuvieron que marcharse allá porque fueron sus propios países quienes no les dieron la oportunidad; y sin entender que fueron a buscar el sueño americano porque no existe un sueño salvadoreño, ni mexicano, ni de ningún país latino. Tenemos hijos y más hijos para que se haga cargo de ellos el vecino rico, y les dé trabajo con el cual nos mantengan a nosotros, e, indirectamente, a nuestros sistemas corruptos. Es fuerte decirlo así, pero es la cruda realidad.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.    

sábado, 7 de marzo de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DERECHO A LA VIDA Y A LA MUERTE



            Me pasa con el tema de la eutanasia lo mismo que con otros igualmente polémicos y con posiciones radicalmente enfrentadas, y es que no me siento identificada en absoluto con quienes proclaman argumentos subjetivos desde posiciones radicales, tanto a favor como en contra, pero tengo la sensación de identificarme con una mayoría silenciosa en el medio, cuya conciencia no acepta manejar con frivolidad ciertos temas, pero al mismo tiempo reacciona internamente, aunque no se atreva a manifestarlo, a las sutiles manipulaciones que tradicionalmente han utilizado sectores ultraconservadores en la defensa de la vida, y que rayan en lo contradictorio.

       El tema es enormemente complejo como para ser analizado en corto espacio, pero haré alguna reflexión. En mi opinión todo el problema gira en torno a dos cuestiones fundamentales: Cuáles son las condiciones de vida que se cuestionan; y quién es el dueño de la vida, es decir, quién tiene derecho a decidir. Empecemos por la segunda. En sociedades con marcada fe religiosa parece bastante atrevido pensar algo diferente a que Dios sea el dueño de la vida, y que, por tanto, nadie puede decidir sobre la misma. Contradictoriamente, algunos de los que defienden esto abogan por la pena de muerte, y hasta la aplican por su mano a escondidas.

       En cualquier caso, la creencia de que Dios es el dueño de la vida es defendible solo desde un punto de vista religioso, y, como he dicho tantas veces, la fe religiosa es algo opcional, personal e individual que puede ser compartido o no, pero no puede servir de base al derecho civil. Entonces, civilmente, ¿Quién es el dueño de la vida? Será difícil, si no imposible, encontrar alguna alusión explícita a este tema en cualquier constitución de cualquier país. Lo que sí hacen todas las constituciones es reconocer el derecho a la vida, lo que viene a significar que nadie tiene derecho a quitar la vida a otra persona, o, lo que es lo mismo implícitamente, que la vida le pertenece a cada quien.

       Por tanto, civilmente cada persona es dueña de su vida, y es su opción personal transferir esa propiedad a Dios en función de sus creencias, y en tal caso ello aplica para uno mismo; no para los demás. Pero si la vida pertenece a uno mismo, ¿por qué no se acepta el suicidio? La constitución defiende el derecho a la vida, pero no la obligación de vivir. Sin embargo, lo natural es el deseo de vivir; cuando uno no es capaz de decidir por sí mismo, tiene sentido que otros lo hagan asumiendo que el deseo de uno es vivir. Incluso en un intento de suicidio de una persona sana, cabe asumir que el deseo de quitarse la vida es anómalo, temporal y circunstancial, y que es posible recuperar el deseo de vivir.

Sin embargo, cuando conscientemente una persona desea morir porque su sufrimiento es más fuerte que su deseo de vivir, y la situación es objetivamente irreversible, solo puede ser comprensible oponerse a su voluntad en forma personal por objeción de conciencia, pero negarle su voluntad desde el punto de vista civil parece contradecirse con el reconocimiento implícito de cada persona es dueña de su vida. Más parece que somos los demás los dueños de su vida al decidir sobre ella en contra de su voluntad.

       Y en este punto entra en juego la otra cuestión fundamental que motiva el debate, es decir, las condiciones de vida que provocan el deseo de no seguir luchando por vivir. Siempre he defendido la vida entendiéndola con un mínimo de dignidad. Cuando por la situación de sufrimiento la vida ya no es vida y la posibilidad de recuperación es nula, me parece perfectamente entendible el deseo de no seguir viviendo. Incluso, viéndolo desde el punto de vista religioso, tratar de prolongar artificialmente la vida de alguien a quien Dios ya está llamando a su lado, parece contradictorio y una falta de respeto a Dios, y a la persona por prolongarle inútilmente el sufrimiento.
Yo no veo la vida como un valor absoluto. Si la vida pertenece a cada quien, el valor de la vida es relativo al valor que cada quien dé a su vida. Con la misma naturalidad con que se reconoce el derecho a la vida debería reconocerse también el derecho a la muerte digna. Sin embargo, hacemos mucho más esfuerzo para ofrecer una muerte indigna que para ofrecer una vida digna a la sociedad. Se reconoce el derecho a vivir por el simple hecho de nacer, pese a que no es uno mismo quien ha decidido nacer, y sin embargo, no se reconoce el derecho a morir aun cuando sea uno mismo, dueño de su vida, quien decida que ya no desea vivir.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.


Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 24 de enero de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: BISEXUALIDAD




      La apertura cada vez mayor en el tema de la sexualidad saca a la luz situaciones y conductas que, habiendo existido siempre, encuentran ahora una ventana a la que asomarse dentro de la oscura habitación en la que siempre han vivido. Más aún, dicha ventana permite conductas que, de otro modo, hubieran quedado reprimidas en el encierro. Y más todavía, dicha ventana provoca conductas incluso actuadas, forzadas solo por el interés en experimentar sensaciones diferentes en esa búsqueda de satisfacciones que muchas personas no son capaces de encontrar en su vida cotidiana. Entre ellas, cada vez está más de actualidad el tema de la bisexualidad.

Aunque el debate sobre la existencia o no de la bisexualidad no es tan viejo, tampoco es nuevo. Hace ya algunos años que ha empezado a investigarse, aunque todavía no de forma profusa. Las primeras investigaciones tendían a dar la razón a los que pensaban que la bisexualidad no existe, sino que es una forma de enmascarar la homosexualidad, o un paso intermedio para reconocer la homosexualidad cuando ésta era más tabú que actualmente. En la actualidad las investigaciones tienden más a dar la razón a quienes defienden que la bisexualidad sí existe, que hay personas que sienten atracción sexual hacia ambos sexos.

Llama la atención que las conclusiones de las investigaciones tienden a seguir la corriente de cada momento. Cuando la bisexualidad era tabú, la conclusión era que la bisexualidad no existía; cuando va dejando de ser tabú, la conclusión es que sí existe. Esta contradicción se da incluso en investigaciones realizadas por una misma institución, como la Northwestern University de Chicago, para la que lo que ayer (2005) era una cosa, hoy es otra. Ello pone en duda la objetividad y la validez de las investigaciones sobre el tema.

Y es lógico; la propia metodología empleada es, a mi modo de ver, de muy dudosa validez, porque se basa en el análisis de la respuesta sexual de personas que han experimentado la bisexualidad ante estímulos de videos tanto de hombres como de mujeres en actitudes sexuales. El resultado fue que en ambos casos existía una respuesta sexual, captada por unos sensores en los genitales; por tanto, existía la bisexualidad. ¿Y qué esperaban? Parece que conocen muy poco sobre la biología de la sexualidad, y menos aún sobre la psicología de la sexualidad.

La capacidad para excitarse ante un estímulo sexual explícito, independientemente de que sea del mismo o de diferente sexo, existe de forma natural, en mayor o menor medida, en casi todo ser humano, y eso no implica homosexualidad ni bisexualidad. Así que tranquilos todos los que se sienten identificados y han sentido alguna (reprimida) confusión al respecto. Incluso aquellos o aquellas que han experimentado la relación con ambos sexos por las razones que sean. La orientación sexual se determina no tanto por respuestas biológicas o conductas sexuales, sino por mecanismos psicológicos, aun cuando éstos tengan vínculos biológicos. La identificación psicológica que se siente con uno u otro género, la atracción que se siente, en general, por uno otro género, que es mucho más completa y va mucho más allá de una simple atracción física por un cuerpo masculino o femenino, sin necesidad de tener actitudes sexuales como estímulo; la capacidad de enamorarse de una persona de uno u otro género, es lo que determina la orientación sexual de la persona.

Y no, no veo compatible que todo ello pueda suceder indistintamente con uno u otro género. La persona que se siente identificada con el género opuesto a su género biológico y siente atracción y capacidad de enamorarse de alguien de su mismo sexo, es simplemente homosexual. Y el hecho de que pueda tener relaciones sexuales con personas del otro sexo no lo hace bisexual. De la misma manera, una persona psicológicamente heterosexual no se convierte en homosexual o en bisexual por el hecho de tener alguna relación homosexual. La bisexualidad puede existir en la conducta, pero no en la mente.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

lunes, 12 de enero de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: REFLEXIONES SOBRE LA BARBARIDAD


Tributo ilustrado sobre el atentado terrorista cometido en Francia, en contra de la revista Charlie Hebdo  

Una nueva muestra de barbaridad humana se hizo patente en París recientemente con el ataque terrorista a un semanario satírico. En realidad, lo de humana sobra, pues solo los humanos son capaces de esto. Tiende a pensarse que es sobre religión; tiende a pensarse que es sobre los musulmanes; pero en el fondo es un error. A lo largo de la historia tanto argumentos religiosos como políticos, o de otro tipo han servido de pretexto a creyentes de diferentes grandes religiones y de pequeñas sectas, a partidarios de ideologías políticas de cualquier color, o a organizaciones de cualquier otro carácter, para cometer semejantes atrocidades o aún peores. Es, pues, sobre el ser humano. La política, la religión, la ideología, en general, son solo pretextos.

El pensamiento que me viene a la cabeza es sobre las causas que originan esta barbarie. O mejor dicho, la causa; porque cualquier motivo se puede resumir en uno solo: intolerancia. Pero es un error pensar solamente en la intolerancia de un lado hacia la crítica que viene del otro lado, sino, en algún modo, también a la inversa, porque aunque la crítica en sí misma es completamente legítima, sana, y hasta necesaria, cuando no se sabe manejar adecuadamente, puede llegar a ser muy dañina para todas las partes; no hace falta mencionar ejemplos. Cuando la crítica no tiene más fundamento que la diferencia ideológica, o la diferencia cultural, no es crítica, sino intolerancia. Y aún cuando tenga fundamento racional, si no tiene un mínimo de respeto, si incluye la mofa, la burla despiadada, además, se convierte en provocación.

Para nuestra cultura, ni la provocación, ni nada justifica semejante barbaridad; nada justifica la violencia; y muchas veces, amparándonos en eso, y en una quizás errónea interpretación de la libertad de expresión, llevamos la provocación más allá de ciertos límites, y, como se ve, la barbaridad viene como consecuencia. No todas las culturas interpretan las cosas de la misma manera; no todas las culturas reaccionan de la misma manera. Lo que para unas es sagrado, para otras no lo es tanto.  Para la cultura occidental, en general, la libertad de expresión es más importante que la religión. Para alguna otra cultura es al revés.

Hay una línea muy fina entre la sátira y la burla, que no todos saben reconocer. Sátira ha habido siempre, y es sana y positiva porque nos hace ver nuestros defectos con sutileza y en clave de humor. La serie “los Simpson” es un ejemplo de sátira que sabe estar en su lugar. En El Salvador tenemos a nuestro querido Ruz como ejemplo de cómo debe ser la sátira. Pero a veces, lo que pretende ser sátira se torna demasiado agresiva y se convierte en burla. Y a veces esa burla es sobre temas especialmente susceptibles y se dirige a sectores especialmente susceptibles, queriendo disfrazarse de humor, con la clara intención de provocar. La libertad de expresión no puede servir de parapeto a la mofa y la provocación. Son dos cosas muy diferentes que nada tienen que ver. Una acción agresiva de intolerancia no puede esconderse detrás de un derecho fundamental.

Sé que habrá muchos que, además de respuesta a una provocación, vean en este atentado una batalla planteada por una organización político-religiosa-terrorista, llamada ISIS, o Estado Islámico, y puede que tengan razón. Y habrá muchos que piensen que no hay proporción entre la provocación y la respuesta, y tienen razón también, pero esa desproporción no necesariamente da validez a la burla extrema y la provocación. ¿Qué clase de sociedad es esta, que necesita mofarse y provocar para divertirse? ¿Qué clase de sociedad es ésta, que, en base al respeto a los derechos humanos, a nivel personal tiende a evitar cualquier expresión que suene discriminatoria, a la vez que a nivel social justifica cualquier expresión provocadora y discriminatoria?

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.