Mostrando entradas con la etiqueta Centro America. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Centro America. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de diciembre de 2012

Parlamento Europeo respalda acuerdo TLC firmado con Centroamérica, Perú y Colombia


Agencias Noticiosas
Vista general de la sesión plenaria del Parlamento Europeo
Europa permitirá el libre comercio con ocho países de Latinoamérica
Los acuerdos, firmados con seis países de América Central, entrarán en vigor en 2013

Los pactos se suman a los cerrados el pasado verano con Perú y Colombia

El pleno del Parlamento Europeo (PE) ha dado hoy su respaldo al acuerdo de libre comercio negociado entre la Unión Europea (UE) y seis países de Centroamérica, lo que permitirá aplicar una liberalización del comercio entre las dos regiones a partir de 2013. El visto bueno también afecta a los pactos firmados con Perú y Colombia.
Los acuerdos han sido aprobados por el pleno reunido en Estrasburgo (Francia) por 537 votos a favor, 100 en contra y 20 abstenciones, y afectará a Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Guatemala, El Salvador y Honduras. Además, la UE destacó que se han cerrado "región a región", y están compuestos, además de su capítulo comercial, por los de cooperación y diálogo político.
Las negociaciones se celebraron de mayo de 2007 a mayo de 2010, en tanto que la firma por parte de las autoridades de estos países y de la UE tuvo lugar en Tegucigalpa el pasado junio. Tras más de dos años de verificación jurídica y traducción a las 23 lenguas oficiales de la UE, el texto ha sido finalmente ratificado por el PE, lo que permite que la parte comercial de los acuerdos entre en vigor una vez que al menos dos países de la región centroamericana lo hayan rubricado en sus respectivos parlamentos nacionales. El Parlamento de Nicaragua ya dio su aprobación al acuerdo el pasado 17 de octubre. 
Para que los capítulos sobre cooperación y diálogo político del acuerdo puedan aplicarse, sin embargo, será necesario que los parlamentos nacionales de los Veintisiete respalden igualmente el texto, explicaron fuentes comunitarias.
Los tratados permitirán la apertura de los mercados de ambas regiones, contribuirán a crear un entorno estable para las empresas y la inversión y potenciará el desarrollo sostenible, según reza la UE. Incluye, además, cláusulas que permiten su suspensión en caso de agravios a los derechos humanos, laborales o medioambientales, así como un mecanismo para proteger la producción europea de banano en el caso de que las importaciones de esa fruta desde Centroamérica la pongan en peligro.
Con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa el 1 de diciembre de 2009, la Eurocámara puede aceptar o rechazar los tratados comerciales que negocie la Comisión Europea (CE) en nombre de los Veintisiete. En esta ocasión, dio su "dictamen conforme" al texto para que entre en vigor, pero sin la posibilidad de introducir ninguna enmienda que modifique su contenido, según las normas de la Unión.
Los eurodiputados dieron mayoritariamente su visto bueno a un informe elaborado por el conservador español José Ignacio Salafranca, que recomendaba la aprobación del acuerdo.
El comercio bilateral entre la UE y Centroamérica en 2010 ascendió a 12.000 millones de euros, mientras que el monto de la exportación de los Veintisiete a la región centroamericana se cifró en 4.500 millones de euros y la importación en 7.600 millones de euros.
Además de con los países de Latinoamérica, la UE ha aumentado sus esfuerzos por alcanzar acuerdos de libre comercio con los grandes países emergentes y las principales potencias como Japón la ante el parón que atraviesan las negociaciones en el seno de la OMC.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Feliz día de Independencia de El Salvador


A mis compatriotas en el día de Independencia de El Salvador.  
Poema de Amor, 
Por Roque Dalton
Viva El Salvador!!!!

 Los que ampliaron el Canal de Panamá
 y fueron clasificados como "silver roll" y no como "gold roll"),

 los que repararon la flota del Pacífico en las bases de California,

los que se pudrieron en la cárceles de
Guatemala, México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores, por hambrientos,


los siempre sospechosos de todo
 
("me permito remitirle al interfecto por esquinero sospechoso 
y con el agravante de ser salvadoreño"),
 

las que llenaron los bares y los burdeles de todos los puertos y las capitales de la zona ”La gruta azul", "El Calzoncito", "Happyland"),


los sembradores de maíz en plena selva extranjera,
 

los reyes de la página roja,


los que nunca sabe nadie de dónde son,


los mejores artesanos del mundo,


los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,


los que murieron de paludismo
o de las picadas del escorpión o de la barba amarilla 
en el infierno de las bananeras,


los que lloraran borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del Pacífico o la nieve del norte,


los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,

los guanacos hijos de la gran puta,


los que apenitas pudieron regresar,


los que tuvieron un poco más de suerte,

los eternos indocumentados,


los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,


los primeros en sacar el cuchillo,

los tristes más tristes del mundo,


mis compatriotas, mis hermanos.


viernes, 9 de marzo de 2012

Centroamérica demanda a comunidad internacional mayor responsabilidad en la lucha al narcotráfico

Tomado de El País

Por Luis Prados

Vicepresidente Biden promete en Centroamérica “ganar la batalla al narcotráfico”

“Estados Unidos está absolutamente comprometido en ganar la batalla al narcotráfico”. Así de rotundo se mostró el número dos de la Casa Blanca, el vicepresidente Joe Biden, al término de su entrevista el martes con el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, en Tegucigalpa. Posteriormente Biden se reunió durante dos horas con los líderes de todos los países centroamericanos y propuso la celebración de “una reunión anual de alto nivel para evaluar el progreso que logremos en seguridad ciudadana”.

“Trabajamos para reducir la demanda de drogas en EE UU y el flujo de armas a la región, y nuestra responsabilidad es derrotar a la actividad criminal transnacional en su conjunto”, añadió el vicepresidente norteamericano. Estudios recientes señalan que el consumo de cocaína en EE UU ha caído un 37% en EE UU entre 2006 y 2010. Sin embargo, ha subido el de drogas sintéticas (56%), heroína (18%) y marihuana (40%).

Centroamérica se ha convertido desde hace unos años en un corredor para el trasiego de drogas de los carteles mexicanos hacia EE UU, lo que ha generado una ola de violencia en la región sin precedentes. Fruto de la falta de resultados de la actual estrategia de combate frontal contra el narcotráfico, el presidente de Guatemala, el ex general Otto Pérez Molina, ha lanzado la iniciativa de abrir de un debate internacional sobre la despenalización de las drogas, al que se han sumado algunos ex mandatarios latinoamericanos como el colombiano César Gaviria, el brasileño Henrique Cardoso y el mexicano Ernesto Zedillo.

Pérez Molina defendió en la reunión de Tegucigalpa su propuesta. “El tema va más allá de la despenalización, lo que queremos es una apertura de diálogo, un debate para encontrar otras formas de combatir el narcotráfico más eficientemente”, afirmó el presidente guatemalteco según recoge la versión digital del diario hondureño La Prensa.

Los líderes de El Salvador, Panamá y Honduras expresaron su rechazo a la despenalización si bien se mostraron al igual que Costa Rica y Nicaragua abiertos al debate.

El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, opinó que “la despenalización de la producción, el tráfico y el consumo de drogas en nada beneficia a la región”. “A la larga significaría convertir Centroamérica en un paraíso para el consumo de drogas. Hay medidas más eficaces para hacer frente al narcotráfico como la coordinación de policías, fuerzas armadas y organizaciones de inteligencia”, agregó.

Pese a estas discrepancias, en una declaración leída por Porfirio Lobo, en la que no estuvo presente Biden, los líderes centroamericanos señalaron que "escucharon con atención e interés la propuesta del presidente de Guatemala sobre la búsqueda de mecanismos alternos para la lucha contra el narcotráfico". Además acordaron continuar debatiendo la iniciativa de Pérez Molina en una próxima reunión que se celebrará en Guatemala el próximo día 24.

Por su parte, la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, dijo que “Centroamérica está procurando ganar una batalla que es de muchas otras naciones, está poniendo los muertos, su enorme sacrificio y sigue demandando de la comunidad internacional una mayor corresponsabilidad en esta lucha que no es exclusivamente” de esta región.

El líder nicaragüense, Daniel Ortega, recordó que “en julio de 2010 la comunidad internacional prometió 1.800 millones de dólares a Centroamérica para combatir la plaga del narcotráfico y el crimen organizado”, pero que solo llegaron 80 millones.

Biden, que llegó a Honduras con varias horas de retraso por el mal tiempo procedente de México donde se entrevistó la víspera con el presidente Felipe Calderón y los tres candidatos a sucederle en las elecciones del próximo 1 de julio, había descartado antes de su partida que el Gobierno de EE UU vaya a cambiar su oposición a la legalización de las drogas. No obstante, consideró “totalmente legítimo” que se abriese ese debate y expresó la voluntad de la Casa Blanca de pedirle más dinero al Congreso para la lucha contra el narcotráfico.

El presidente de Guatemala, que durante su campaña electoral en noviembre prometió mano dura contra el crimen organizado, tiene intención también de lanzar su iniciativa durante la Cumbre de las Américas que se celebrará en Cartagena de Indias (Colombia) en abril.

miércoles, 29 de febrero de 2012

El narcotráfico, las maras y el populismo devoran a estados centroamericanos

Tomado de Foreign Policy

La región sufre una metástasis generada por la violencia y la desigualdad. El narcotráfico, las maras y el populismo punitivo, entre otros males, devoran unos Estados frágiles y erosionados por la globalización.

Hace poco más de veinte años entraban en vigor los Acuerdos de Paz de Chapultepec con los que el gobierno de El Salvador y el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) ponían fin a doce años de guerra civil. Estos acuerdos, que fueron un referente en el imaginario de la pacificación, de la reinserción de los combatientes, de la transparencia institucional, del control civil de las Fuerzas Armadas y del restablecimiento de la dignidad de los ciudadanos, están muy lejos de haberse materializado. No cabe duda que su espíritu aún continúa siendo un hito para toda la región centroamericana, aunque hoy la realidad que viven estos cinco países está más cerca de los peores años de la guerra que de los propósitos estos acuerdos.

Hoy los cinco Estados que conforman Centroamérica sufren una severa metástasis provocada por la violencia ligada al tráfico de narcóticos, personas y recursos estratégicos hacia Estados Unidos. No por casualidad la violencia que hoy impera en Guatemala, El Salvador y Honduras (el llamado “triángulo norte”) es más intensa de la que sufrieron en plena crisis de los 80. Es más, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), El Salvador destaca, con un índice de 65 homicidios por cada 100.000 habitantes, como el Estado más violento del mundo. Un dudoso mérito al que parecen también aspirar Guatemala y Honduras que con 47 y 46 homicidios por 100.000 habitantes, respectivamente, se sitúanentre los diez países más peligrosos del planeta.

Lo cierto es que de los cinco Estados del área cuatro comparten múltiples dolencias, aunque cada uno tiene su drama particular. El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua tienen una situación socioeconómica trágica (más de las dos terceras partes de su población está en el umbral de la pobreza y más de un tercio en el de la extrema pobreza) fruto de la desarticulación familiar, migración y desarraigo, y productiva que supuso el largo conflicto armado que se prolongó hasta los 90. En este contexto debe añadirse también la débil institucionalidad del Estado, cuya administración pública no está profesionalizada y cambia con la llegada de cada nuevo Presidente de la República, así como la existencia de un sistema judicial ineficaz y absolutamente subordinado al poder político.

En el marco de este contexto, desde hace algo más de una década la criminalidad está tan extendida como la pobreza, y ésta actúa con unos márgenes muy amplios de impunidad por la incapacidad del Estado de mantener el monopolio de la violencia y de administrar justicia. Además, en estas circunstancias muchos sectores de la población piden mano dura a unas autoridades que, desbordadas ante la situación descrita, sólo proponen la militarización de la sociedad y la reducción de las garantías legales de los ciudadanos. El resultado de esta fatal combinación (criminalidad y pérdida de libertades) es la erosión del Estado de Derecho y la aparición de un nuevo populismo que ante la impotencia del gobierno para satisfacer necesidades básicas a la población promete castigos ejemplares a los malhechores: se trata del populismo punitivo.

¿Pero por qué América Centra es una región tan convulsa y vulnerable? Una respuesta sensata pasa por señalar, además de la presencia de una sociedad empobrecida y desarticulada, dos elementos que conllevan una intensa y sangrante competencia entre actores delictivos, muchas veces vinculados a la narcoactividad, pero no sólo a ésta. El primero es que la región ofrece al mundo un recurso de gran trascendencia estratégica: la movilidad a través del corredor mesoamericano. Y el segundo es que los cinco países tienen mucha menor capacidad logística que sus vecinos (México y Colombia) para enfrentar y combatir las mafias internacionales y, por lo tanto, cuándo el Gobierno mexicano o colombiano ha hecho más difícil la vida a la delincuencia organizada, éstas han migrado hacia Centroamérica. Este último fenómeno se denomina “efecto globo”.

De todas formas no todos los países de la región tienen la misma situación. De las cinco Repúblicas la de Guatemala es el caso más crítico, debido a que no existen formaciones políticas que puedan organizar la competencia entre elites ni ofrecer programas de gobierno consistentes. Los partidos son simples plataformas personales que desaparecen después de que un candidato accede al poder. De hecho, ninguna formación cuyo líder haya alcanzado la presidencia ha podido permanecer en la arena política. En este marco de extrema debilidad institucional, asociativa y partidaria a la penetración del mundo del crimen, ha sido enorme, permeando los cuerpos de seguridad, los negocios privados, la justicia y la política. Es más, incluso se podría señalar que en Guatemala ocurre, y con mayor intensidad, todo lo que la prensa denuncia a diario en México: narcopolítica, impunidad, asesinato de activistas y feminicidio. A la vez, y como siempre ocurre, los más vulnerables son los más débiles, y en este país es la población indígena, que es mayoritaria.

El Salvador comparte con Guatemala la violencia y el crimen, pero se le añade un factor autóctono: las maras. Se tratan de pandillas juveniles que viven (y sobreviven) de la economía del crimen y que están formadas por hijos de la diáspora y huérfanos de la guerra. Éstas funcionan como una estructura de acogida y socialización de jóvenes sin oportunidades y representan una de las máximas expresiones de la delincuencia transnacional. Sin embargo, El Salvador tiene una arquitectura política más consistente y coherente que Guatemala, con una sólida competencia entre formaciones de derecha e izquierda.

El caso de Honduras, si bien comparte todos los males con sus dos vecinos del triángulo norte, es prácticamente desconocido. Este país, que está controlado por una elite endogámica y muy conservadora, también ha ido narcotizando su economía a pesar (o precisamente por ello) de la cercanía de sus gobernantes con la Administración estadounidense y con los intereses de Florida.

Los casos de Nicaragua y Costa Rica son algo diferentes. En Nicaragua, a pesar de compartir los índices de pobreza y exclusión de sus vecinos del norte, la violencia es notablemente menor. ¿Cuál es la razón? Muchos analistas coinciden en señalar que este fenómeno es uno de los mejores legados de la experiencia revolucionaria de los 80, que creó una policía de proximidad sensible a los derechos humanos, un Ejército reducido al que no ha penetrado el narco, y una extensa red de asociaciones cívicas presente en los barrios y que contienen la delincuencia juvenil.

Costa Rica también es un caso aparte. Lo es y lo ha sido a lo largo de la historia reciente. Sin embargo, durante los últimos quince años también han surgido muchas incógnitas: la desaparición de uno de los partidos tradicionales y la conversión de los socialdemócratas (el PLN de Oscar Arias) al neoliberalismo, así como el impacto de la globalización han erosionado el proyecto de cohesión social que caracterizó el país. Además, en ese pequeño oasis se han ido instalando algunos capos del narcotráfico que huían de Colombia o México y que, desde sus mansiones, coordinan sus negocios.

También es necesario preguntarse cuáles son las razones de esta explosión de violencia y por qué ha estallado en Centroamérica. No es fácil dar una respuesta sencilla, pero está claro que hay diversos factores. Unos son de naturaleza doméstica y otros externa, que están relacionados con el impacto de la globalización en sociedades empobrecidas gobernadas por Estados pequeños y frágiles.

La globalización ha supuesto una progresiva transferencia del poder desde los gobiernos nacionales hacia otros actores privados (mayoritariamente transnacionales) que tienen como objetivo último el lucro. Estos actores –algunos vinculados a negocios legales, pero muchos otros ilegales– se han beneficiado de la poca capacidad regulación de estos Estados, de la vulnerabilidad (y a veces corruptibilidad) de sus élites y de la desprotección del mercado de trabajo. En el fondo esta región ha sido víctima de su posición geográfica y de los intereses de algunos actores que han visto en la desigualdad, la exclusión, la impunidad y la vulnerabilidad una oportunidad para lucrarse.

Pero no todo lo que ocurre en América Central es fatal. Hoy en la región hay más gente formada y consciente que hace veinte años, como consecuencia de las luchas revolucionarias, la democratización, la educación y el acceso a la información. Estos nuevos sectores de la sociedad, aunque minoritarios, son la consciencia crítica y movilizadora del presente, y la semilla de un futuro mejor. Sin embargo, es difícil pensar que estos países puedan sobrevivir a las amenazas que les acechan sin la presencia de un proyecto más amplio que el nacional. El combate contra los artífices de la violencia y sus raíces sólo puede ser efectivo si tiene una dimensión regional y una visión global, a la par de que en esta compleja lucha el objetivo fundamental no puede ser otro que el de la seguridad y la dignidad de los ciudadanos.

jueves, 23 de febrero de 2012

Desnutrición afecta a 1 de cada 7 centroamericanos

Agencias Noticiosas

La desnutrición afecta a casi seis millones de personas en Centroamérica, lo que representa el 14,2 % de la población de la región, según un informe divulgado ayer por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Ese porcentaje supera con holgura el promedio de la población desnutrida en América Latina y el Caribe, que se sitúa en el 9%, agrega el documento “Centroamérica en cifras”, presentado por la oficina regional de la FAO, con sede en Santiago de Chile.

En varios de los seis países de América Central el porcentaje de personas desnutridas supera el 10%, y solo en Costa Rica es inferior al 5%. En El Salvador es de 9%, según el dato a 2011.

La situación más preocupante se vive en Guatemala, donde la desnutrición afecta al 22% de la población, mientras que en Nicaragua la tasa se sitúa en el 19%, en Honduras es del 7,9%.

Además, la FAO destaca que en cinco de los seis países centroamericanos más del 19% de los menores de cinco años sufre desnutrición crónica moderada o grave.

La FAO considera que estas cifras no son extrañas a la vista de los altos niveles de pobreza en la región, donde el 50% de la población vive en situación de pobreza, por encima del 33% global de América Latina y el Caribe.

Los países centroamericanos se encuentran entre los cuarenta más desiguales en términos de distribución de ingresos, un factor que también incide en la desnutrición, señala el informe.

Según la FAO, uno de los principales retos en la lucha contra el hambre en Centroamérica es el alza de los precios de los alimentos.

La canasta básica de alimentos ha subido de precio en los últimos años. Si en 2007 no superaba los 250 dólares, en 2011 se sitúa entre los 250 y 270 dólares en la mayoría de países centroamericanos, según la agencia de la ONU.

Peligro de muerte

Como parte de los efectos de las hambrunas, en Africa, la organización internacional Action contre la Faim (ACF) ha advertido sobre el peligro que corren más de 10 millones de personas y, especialmente, un millón de niños, que se están quedando sin reservas de los alimentos necesarios para sobrevivir en la zona del Sahel (zona de transición entre el Sahara, al norte y al sur con las sabanas y selvas del golfo de Guinea).

Según la ACF, los países Níger, Malí, Mauritania, Burkina Faso y Chad, a partir del próximo mes de marzo van a sufrir un período de hambre que durará al menos 6 meses.

Se trata de una crisis anunciada: los sistemas de alerta que siguen las precipitaciones, la situación de los cultivos, los precios de los alimentos en los mercados locales, no se equivocan. Este año la “hunger gap”, el período de tiempo desde que terminan las reservas hasta la próxima cosecha se ha retrasado, y entre 5 y 7 millones de familias en octubre terminarán sus reservas de alimentos antes de la próxima cosecha.

martes, 7 de febrero de 2012

Mafias internacionales se apoderan de Centroamérica

Tomado de El País



Por José Meléndez

La falta de profesionalidad de las fuerzas policiales y la fragilidad de las instituciones dificultan una lucha eficaz contra la inseguridad y el crimen organizado

Mafiosos asiáticos y latinoamericanos controlan en Centroamérica una operación ilegal de tráfico de chinos en avión desde Hong Kong a Colombia, vía Francia, y luego por tierra a Panamá rumbo a México y Estados Unidos. Traficantes colombianos caen presos en Costa Rica al introducir dos toneladas de cocaína para carteles mexicanos.

En Honduras, pistoleros locales asesinan a un zar antidroga que denunció que “faltan huevos” para combatir a las narcomafias. Fugitivos colombianos atracan en un muelle de una comunidad caribeña de Nicaragua que ofrece servicios logísticos para transportar estupefacientes de Colombia a México y Estados Unidos.

Delincuentes mexicanos y guatemaltecos son apresados al entrar en Guatemala con cargamentos de combustible desde México y El Salvador. Contrabandistas locales son arrestados al penetrar ilícitamente en Costa Rica con un alijo de licor comprado en tiendas libres de impuestos en Panamá. Un grupo de ladrones roba 200 armas en una bodega de la policía de Costa Rica. Narcotraficantes mexicanos destrozan zonas selváticas en Guatemala.

Y la lista de hechos criminales crece a diario: Centroamérica es un enorme bazar clandestino en el que cualquier mafioso puede traficar con seres humanos, drogas, armas, municiones, combustibles, licores, vehículos, maderas preciosas, especies en peligro de extinción o bienes arqueológicos, y participar en actividades del crimen organizado como el robo de cables telefónicos, tapas del alcantarillado, energía eléctrica y agua potable.

Centroamérica “enfrenta una crisis por delincuencia e inseguridad que le cuesta un promedio de 1.300 millones de dólares anuales”, advirtió recientemente el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, al citar un informe del Banco Mundial. “Estos delitos se han visto reforzados por la presencia de grupos delictivos que año tras año han aumentado sus filas, hasta convertirse en verdaderas estructuras del crimen organizado, como es el caso de las pandillas”, aseguró Funes.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estableció que en Centroamérica existen 23 modalidades de crimen organizado que operan con un impacto bajo, medio y alto. El menú de programas centroamericanos para combatirlo contempla desde convenios de patrullaje marítimo conjunto en el Pacífico y el Atlántico con Estados Unidos y Francia, hasta la cooperación policial de España y planes por 2.000 millones de dólares financiados con préstamos externos, aunque el balance es negativo.

Con un gasto conjunto superior a los 6.500 millones de dólares al año para combatir la violencia, la inseguridad prevalece con una tasa regional de más de 33 homicidios por cada 100.000 habitantes: si se excluye a las regiones en guerra, Centroamérica es la más violenta del mundo, según el PNUD.

El cóctel centroamericano es explosivo, ya que a la crisis de inseguridad se añade una situación de miseria y exclusión social que azota a más de la mitad de los 40 millones de habitantes del área, con un creciente deterioro ambiental —en particular de los bosques y las fuentes acuíferas— y, con la excepción de Costa Rica, un historial de instituciones frágiles e impunidad, además de la corrupción política.

La muerte sigue tiñendo a la zona, que apenas consolida su proceso de paz tras décadas de conflictos bélicos, como los de Nicaragua (1975-1990), Guatemala (1960-1996) y El Salvador (1980-1992), y de dictaduras y regímenes militares, como los de Panamá (1968-1989) o Guatemala (1954-1986).

Un estudio del PNUD identificó un primer listado de nueve mafias de ámbito local y nacional y cuyo “servicio traficado” es una actividad criminal de complejidad y gravedad bajas. En ese grupo están las organizaciones de robo de cables telefónicos; tapas de alcantarilla, luminarias y cables eléctricos; energía eléctrica, agua potable y otros servicios domiciliarios “de contrabando”; teléfonos celulares; accesorios de vehículos; repuestos y partes automotrices; combustibles y lubricantes, y robo de ganado. En un segundo rango hay seis mafias de jurisdicciones nacionales y transnacionales y de complejidad y gravedad medias. Son las bandas dedicadas a violar leyes de derechos de autor (piratería de música, películas, libros y demás); al contrabando de ropa y otros artículos; al robo, exportación y comercialización ilegal de bienes culturales; al tráfico de animales protegidos; a la comercialización ilícita de maderas preciosas y a los fraudes y estafas con tarjetas de crédito.

En el tercer escalafón hay ocho mafias de entorno nacional y transnacional y de complejidad y gravedad altas: robo de vehículos; tráfico de armas de fuego; tráfico de inmigrantes; trata de personas; tráfico de órganos; tráfico interno de drogas; tráfico internacional de drogas y lavado de dinero y otras actividades.

Frente a la arremetida intensa del crimen organizado, la respuesta en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua ha sido militarizar la seguridad y sacar a los soldados a las calles para cumplir labores policiales, mientras que Costa Rica y Panamá —ambos sin Ejército— han fortalecido sus cuerpos policiales con ayuda de Estados Unidos, España y otros países europeos.

“Las mafias se han venido a Centroamérica, porque son Estados de quinto mundo que nunca las van a poder capturar y los van a poder corromper, permear y hacer todos los negocios”, afirmó el guatemalteco Sandino Asturias, coordinador del Centro de Estudios de Guatemala (no estatal).

Asturias dijo a EL PAÍS que “lo que estamos cosechando hoy es el resultado del modelo de Estado que se implementó en los últimos 20 años: un Estado débil, fragmentado, sin respuesta a las necesidades sociales. Ahora somos países más desiguales”.

La militarización de la seguridad, añadió, fracasó porque “son Estados pequeños, con fuerzas de seguridad poco profesionales y no al servicio de la mayoría, aunque con servicios de seguridad privados muy fuertes y grandes pero corrompidos por los intereses del crimen organizado”.

Investigaciones estatales, de foros internacionales y de organizaciones no gubernamentales han confirmado la mezcla de las 23 modalidades de mafias, como sucede con los narcotraficantes que utilizan a los inmigrantes ilegales para transportar drogas de Centroamérica a México y Estados Unidos.

viernes, 20 de enero de 2012

Honduras aprueba extradición de terroristas y narcotraficantes

Tomado de La Tribuna

El caso más reciente fue la extradición del supuesto narcotraficante guatemalteco Mario Ponce Rodríguez el pasado 15 de diciembre

TEGUCIGALPA.- La reforma constitucional que permitirá la extradición de personas involucradas en delitos de crimen organizado, narcotráfico y terrorismo fue aprobada anoche en el Congreso Nacional, en una sesión realizada a puertas cerradas.

Se excluyen de la extradición los delitos políticos, comunes y conexos, según trascendió.

El caso más reciente fue la extradición del supuesto narcotraficante guatemalteco Mario Ponce Rodríguez el pasado 15 de diciembre.

En la reforma por adición se le agregó al artículo 102 un párrafo que indica que se podrá expatriar en los casos de tráfico de estupefacientes y delitos conexos, crimen organizado y terrorismo. No se aplicará a delitos políticos ni comunes conexos.

Para hacer efectiva la figura de la extradición, habrá que establecer convenios con cada país que lo requiera.
El hermetismo privó en esta reunión donde se hizo la reforma constitucional, ya que los diputados temen represalias en su contra.

Esta reforma afecta el artículo 102 de la Constitución de la República, que indica que ningún hondureño puede ser expatriado ni entregado por autoridades a un Estado extranjero, este texto quedó igual, pero al artículo le agregaron dos párrafos adicionales.

Para que entre en vigencia, la reforma debe ser ratificada en la siguiente legislatura, que se inicia el próximo 25 de enero.

Entre las medidas de seguridad, en el Congreso se decidió no grabar la sesión ni dejar registro electrónico de la aprobación de esta reforma constitucional, que forma parte de los compromisos entre Honduras y Estados Unidos.

El gobierno espera que haya un flujo de apoyo para el país una vez que se apruebe esta reforma constitucional y otras, que serán conocidas más adelante.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Prestigiosa Organización No Gubernamental señala aumento en la percepción de corrupción en El Salvador

Tomado de América Economía

La percepción de la corrupción en El Salvador subió ligeramente entre 2010 y 2011 y mantiene una tendencia que comenzó a acentuarse desde 2007.

Nicaragua y Venezuela los más corruptos de Latinoamérica


En los últimos cuatro años, la nota de percepción cayó de 4,7 puntos (en 2007) a un mínimo de 3,4 puntos (en 2011), en una escala del 0 al 10 en donde las notas más bajas representan a un país menos transparente.


El país centroamericano, es percibido como el segundo menos corrupto del istmo y se sitúa en el puesto 80 de 183 naciones analizadas en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), un estudio elaborado por la organización no gubernamental Transparencia Internacional.

El país centroamericano, es percibido como el segundo menos corrupto del istmo y se sitúa en el puesto 80 de 183 naciones analizadas en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), un estudio elaborado por la organización no gubernamental Transparencia Internacional.


Roberto Rubio, director ejecutivo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (capítulo de Transparencia Internacional en El Salvador), explicó que de 2010 a 2011 la percepción tuvo un cambio de -0,2 puntos y que básicamente sigue en los niveles del año previo.

Rubio destacó que para el caso salvadoreño la lucha contra la corrupción es cada vez más una variable fundamental para el desarrollo y un tema sensible, en especial por los problemas de ingresos fiscales y las altas demandas sociales.


Asimismo, destacó que la condición de corrupción no es exclusiva del sector gubernamental, ya que la práctica se extiende a los privados que, en algunos casos, maquillan cuentas o son partícipes de sobornos.


“Si se quiere incrementar los ingresos el Gobierno este debe dar mayores signos de transparencia”, dijo el ejecutivo que reclamó por transparentar casos como el uso de los fondos de los gastos imprevistos de Casa Presidencial.


Jaime López, coordinador del departamento de Transparencia de la Funde, explicó que la rebaja de la calificación para El Salvador ocurre pese a los esfuerzos por hacer más transparente el manejo de la cosa pública, a través de iniciativas como la creación de la Subsecretaría de Transparencia y Anticorrupción, además de la aprobación de la Ley de Acceso a la Información Pública.

Al respecto, López y Rubio detallaron que la evaluación toma como base el promedio de dos años, en siete encuestas especializadas a cargo de entidades como el Foro Económico Global y The Economist Intelligence Unit's, que toma como base entrevistas con analistas e inversionistas.


“La evaluación es de dos años y todavía no se había aprobado la Ley de Acceso a la Información Pública”, valora Rubio quien cree que ha habido casos que han impactado a la opinión pública que seguramente se tomarán en cuenta en las percepciones posteriores.


Entre ellas destaca la nueva Ley de Ética Gubernamental que no está registrada, además de esfuerzos como la Subsecretaría de Transparencia o de los esfuerzos del Ministerio de Obras Públicas con el Observatorio Ciudadano. Sin embargo, consideró que es claro que hay muchos casos negativos que inclinan más la balanza hacia lo negativo.


“Estamos viendo con frecuencia cómo en el sistema de justicia se libera con facilidad a corruptos o narcotraficantes”, opina el ejecutivo de la Funde que resalta el ofrecimiento de transparencia para el uso de fondos en la Asamblea Legislativa, algo que tampoco ha ocurrido.


“La Asamblea dijo se iban a dar cuentas de los presupuestos en detalle, planillas y no se tuvo. Existe un manejo discrecional de los gastos de algunos funcionarios; todavía tenemos el caso de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa, que poco a poco se va conociendo y no hay avances”, concluyó.


Panorama mundial


El estudio de Transparencia Internacional destaca que los países más transparentes del mundo son Nueva Zelanda, Dinamarca y Finlandia, con notas de 9,5 y 9,4 respectivamente. En contraste, los más corruptos son Myanmar, Corea del Norte y Somalia con notas de 1,5 y 1.


En América los mejor evaluados son Canadá (8,7), Barbados (7,8) y Bahamas (7,3) y los más corruptos son Paraguay (2,2), Nicaragua (2,5) y Venezuela (1,9).


Centroamérica


En Centroamérica, el país más transparente es Costa Rica con una nota de 4,8 que lo mantiene en el puesto 50 de 183 países estudiados, le sigue El Salvador (3,4) en el puesto 80, Panamá (3,3) en el puesto 86, Guatemala (2,7) en el puesto 120, Honduras (2,6) en el puesto 129 y Nicaragua (2,5) en el puesto 134.