jueves, 7 de abril de 2011

Perú y México firmaron TLC

Tomado de Diario La Primera

El ministro peruano de Comercio Exterior y Turismo, Eduardo Ferreyros, y el secretario de Economía de México, Bruno Ferrari, suscribieron ayer el Acuerdo de Integración Comercial de ambos países, llamado TLC, en Palacio de Gobierno.

Tras conocerse la firma del acuerdo comercial diversos gremios empresariales opinaron a favor. Dicho acuerdo permitirá la reducción arancelaría inmediata del 80% de partidas peruanas y fomentará las exportaciones no tradicionales, indicaron Adex y la Cámara de Comercio de Lima.

El Ministerio de Economía espera dicho TLC contribuya a que la Bolsa de Valores de México se integre pronto al Mercado Integrado Latinoamericano (formado por las bolsas de Perú, Colombia y Chile).

Así lo informó el Dow Jones Newswires:

Por Sophie Kevany

LIMA (Dow Jones)—Perú firmó el miércoles un tratado de libre comercio con México, su décimo pacto internacional. En una ceremonia televisada, el presidente de Perú, Alan García, garantizó un flujo comercial que impulsaría el desarrollo social y el crecimiento económico.

García agregó que el intercambio comercial entre Perú y México ascendió a US$413 millones en 2010.

Las últimas cifras del gobierno peruano muestran que sus exportaciones a México totalizaron US$242 millones en 2009.

El ministro de Comercio Exterior y Turismo de Perú, Eduardo Ferreyros, dijo que el tratado tomó cinco años de trabajo y entraría en vigor en julio. Añadió que incrementaría el comercio entre ambos países en cerca de un 40%.

También señaló que el acuerdo traerá importantes beneficios para las pequeñas y medianas empresas.


Televisa devuelve golpe a Slim en guerra mexicana por control de telecomunicaciones

Tomado de The Wall Street Journal

Por José de Córdoba y Anthony Harrup

CIUDAD DE MÉXICO—Grupo Televisa SA comprará una participación de 50% del operador mexicano de telefonía móvil Grupo Iusacell por US$ 1.600 millones, dijo una fuente cercana. Se trata de la última refriega en una áspera batalla entre las dos mayores cadenas de televisión de México y el magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim.

La lucha, sobre los mercados de la televisión y de las telecomunicaciones del país que llegan a US$35.000 millones anuales, enfrenta a Televisa, la cadena de televisión dominante en México y su otrora rival TV Azteca SAB, contra Slim. Las compañías de Slim, América Móvil SAB y Teléfonos de México SAB, controlan alrededor de 70% del mercado de telefonía celular y 80% del de telefonía fija del país.

Iusacell, que es propiedad de Ricardo Salinas Pliego, también controla TV Azteca, la segunda cadena de México y tiene alrededor de 5% del mercado de telefonía móvil con alrededor de 4 millones de suscriptores. Televisa es controlada por Emilio Azcárraga.

Las compañías de Carlos Slim controlan alrededor de 70% del mercado de telefonía celular y 80% del de telefonía fija de México.

Las empresas de televisión y operadoras de telefonía están pidiendo tasas de interconexión más bajas de parte de Telcel, la empresa de telefonía móvil de Slim. Señalan que las altas tarifas de interconexión de Telcel vuelven prácticamente imposible que otras compañías compitan con Slim.

Las compañías de Slim, a su vez, acusan a Televisa, TV Azteca y otras compañías de cable de manipular el mercado televisivo y las tarifas de publicidad.

Ambas partes niegan las acusaciones de su contrincante.

El miércoles, un portavoz de las empresas de Salinas confirmó que Grupo Iusacell y Televisa están en conversaciones sin brindar mayores detalles. Un ejecutivo de Televisa declinó hacer comentarios.

Una persona cercana a Televisa dijo que la compañía veía la adquisición como una "movida defensiva" en la batalla existente con Slim. "Es muy importante para Televisa entrar al mercado móvil, especialmente al de datos", dijo una fuente al tanto de la estrategia del grupo de medios. "Pero dividieron la torta, y lo único que queda es Iusacell".

"(Slim) nos está tratando de ahogar en una guerra de precios", dijo la persona cercana a la transacción, quien resaltó que un proveedor de televisión satelital mexicano para el cual Slim provee servicios de comercialización y facturación, DishMexico, está ofreciendo precios mucho más bajos que Televisa por paquetes similares, mientras que Telcel incrementó a 20 el número de teléfonos de la compañía a los que los clientes pueden llamar gratis. Un portavoz de Slim no comentó al respecto.

Se trata del segundo intento de Televisa por entrar al mercado de telefonía móvil. En octubre, Televisa dio marcha atrás en una inversión de US$1.440 millones para comprar 30% de Nextel México, la filial local de NII Holdings Inc., luego que Iusacell presentara una serie de demandas en las que cuestionaba la validez de una subasta en la que Nextel y Televisa ganaron un bloque de espectro inalámbrico de 30 megahertz.

El mercado reaccionó negativamente. Las acciones de Televisa cayeron 2,9% en la Bolsa Mexicana de Valores a 56,70 pesos mientras que sus ADR declinaron 2,6% en la Bolsa de Valores de Nueva York a US$24,06. En alusión a los reportes de prensa sobre las negociaciones para que Televisa adquiriera una parte de Iusacell, el analista de UBS Tomás Lajous escribió que un paso así sería negativo.

El banco mexicano Banamex, por su parte, expresó en un informe que no había considerado a Iusacell como un competidor viable, pero que una inversión de Televisa "nos podría hacer reconsiderar esa opción". En su nota, Lajous dijo que Iusacell está saliendo de la bancarrota y está "esencialmente quebrada". Calculó que la deuda de Iusacell bordea los US$1.200 millones.

La fuente cercana a la transacción dijo que US$300 millones del dinero de Televisa será usado para pagar deudas, mientras que el resto financiará la expansión de Iusacell.

La convergencia de tecnologías ha borrado las fronteras entre los mercados de telecomunicaciones y de televisión. Aunque los reguladores han prohibido el ingreso de Slim al mercado televisivo, los operadores de cable están ofreciendo paquetes que incluyen televisión, servicio telefónico y acceso a Internet de banda ancha.

Estados Unidos confirma condiciones y plazos para un TLC con Colombia

Tomado de BBC Mundo

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Por Ricardo Benassi

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibirá este jueves en Washington a su par de Colombia, Juan Manuel Santos.

EXIGENCIAS AL GOBIERNO COLOMBIANO

  • Expandir la protección de los líderes y activistas sindicales.
  • Cumplir con la evaluación de las solicitudes de protección presentadas por sindicalistas en no más de 30 días.
  • Penalizar las amenazas a sindicalistas con más de cinco años de prisión.

Los dirigentes hablarán del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países que aún debe ser ratificado en el Capitolio estadounidense.

El tema vuelve a instalarse en la agenda tres semanas después de que la oposición republicana amenazara con bloquear la designación del nuevo secretario de Comercio, si Obama no enviaba al Congreso para su ratificación a este acuerdo y los que se suscribieron con Panamá y Corea del Sur.

Con el encuentro de este jueves, el TLC con Colombia parece cobrar un nuevo impulso. Sin embargo, como requisito previo a la aprobación definitiva, el gobierno de Santos tiene que adoptar una serie de medidas que Estados Unidos considera necesarias para garantizar los derechos laborales en su país.

Según se informó oficialmente desde la Casa Blanca, los compromisos que debe cumplir Bogotá están contenidos en un "Plan de Acción" acordado entre ambos gobiernos.

Garantías de reformas legales

El documento en cuestión establece pasos y plazos para su concreción.

El 22 de abril, el gobierno colombiano deberá expandir el ámbito de protección de los líderes sindicales, tanto de delegados como de los miembros de las comisiones de negociación colectiva, de quienes tratan de organizarse o afiliarse a un gremio, así como ex activistas que fueron amenazados.

Para el 30 de julio tendrá que estar solucionado el atraso existente en la evaluación de las solicitudes de protección presentadas por sindicalistas y asegurar que, en el futuro, la policía realizará esa tarea en no más de 30 días.

El 15 de junio, el gobierno de Colombia deberá promulgar una reforma del Código Penal que criminalice y condene acciones intimidatorias que puedan afectar derechos fundamentales de los trabajadores, incluidas las amenazas contra los sindicatos y otras acciones que afecten los derechos de organizarse y de encarar negociaciones colectivas.

En este caso la pena debe ser de más de cinco años de prisión.

Colombia deberá cumplir además con otras exigencias en ese ámbito, como reformas legislativas que impidan que su utilicen formas de asociación cooperativa o agencias de empleo temporal para violar los derechos de los trabajadores, así como duplicar el número de inspectores laborales en cuatro años.

El gobierno colombiano ha insistido repetidamente que, con o sin TLC, está trabajando con efectividad para proteger los derechos de los trabajadores en ese país.

Rechazo de los sindicatos

El TLC fue firmado en 2006 por los entonces presidentes George W. Bush y Álvaro Uribe, pero se frustró la ratificación en el Congreso estadounidense en 2007, entre otras cosas a raíz de las objeciones interpuestas por el sindicato de la Federación Americana del Trabajo y el Congreso de Organizaciones Industriales (AFL- CIO, por sus siglas en inglés).

Esa organización, con llegada directa a la mayoría demócrata que entonces controlaba ambas cámaras, cuestionó con dureza los asesinatos de sindicalistas perpetrados en el país latinoamericano.

Sobre ese punto desde la Casa Blanca se informó que esa es una de las "preocupaciones" de Obama, pero admiten que hubo avances en ese terreno.

En ese sentido citan cifras de Naciones Unidas que muestran que la cantidad de homicidios de gremialistas cayó de 194 en 2001 a 51 en 2010.

El contenido del nuevo acuerdo alcanzado entre las administraciones de Santos y Obama en materia de derechos laborales, fue igualmente criticado desde la AFL-CIO.

A través de un comunicado, el presidente de esa organización, Richard Trumka, expresó que el Plan de Acción "no va lo suficientemente lejos para establecer hitos concretos para el progreso en las áreas de violencia e impunidad, ni tampoco enfrenta muchas de las formas en que la ley laboral colombiana incumple los estándares internacionales".

"Va en camino"

Peter Hakim, analista del centro de estudios Diálogo Interamericano, con base en Washington, cree que hay posibilidades de que el tratado prospere.

"Va en camino de ser aprobado este año. Iba a ser muy difícil, con los republicanos presionando y con un tratado firmado con Corea del Sur, ignorar un tratado con América Latina", dice en diálogo con BBC Mundo.

Haikim cree que la presión de los sindicatos estadounidenses no será relevante esta vez y en ese sentido asegura que "tienen otros problemas, ya que están concentrados en el conflicto de Wisconsin y en la avanzada contra los sindicatos públicos en Ohio".

Además de ser un aliado clave en Sudamérica, Colombia representa el tercer destino de las exportaciones estadounidenses en Latinoamérica y ocupa el vigésimo puesto a nivel global. Las autoridades de Washington estiman que el TLC incrementará las ventas hacia ese país en US$1.100 millones anuales.