sábado, 28 de junio de 2014

Mujeres palestinas e israelíes una mayoría ignorada en medio de un conflicto entre machistas

Tomado de esglobal 
 Una mujer palestina mira a las tropas israelíes en el pueblo cisjordanao de Beit Ola, cerca de Hebrón, junio 2014.

 LA DOBLE LUCHA DE LA MUJER PALESTINA
 Bajo ocupación israelí y sin espacio político en un sociedad dominada por hombres.
Por Cristina Casabón
Acuerdos que se diluyen en un horizonte difuso que acalla millones de voces, que piden poder vivir en paz y acabar con el conflicto palestino-israelí. Y entre los que luchan día a día por formar parte de las negociaciones se encuentran las mujeres de ambos bandos. Se reúnen a escondidas, puesto que corren el riesgo de ser acusadas de infieles por sus iguales, se movilizan y son disueltas, piden ayuda y son escuchadas únicamente por organismos internacionales. Las mujeres palestinas e israelíes conforman más de la mitad de la población de los territorios y son, además, las más castigadas por la situación beligerante.
La ausencia de mujeres en las negociaciones políticas refleja el abismo que las separa del hombre en la vida pública. A la hora de buscar soluciones, tienen que conquistar su espacio, para que las dejen actuar, sentarse con el resto en las mesas de negociaciones. Ellas también quieren ser partícipes, porque el conflicto palestino-israelí tiene un impacto desmesurado en sus vidas, por ejemplo, el efecto de las demoliciones de viviendas ha sido enorme para la mujer palestina, que representa la figura central del hogar en lo que se refiere al cuidado de los hijos y a la gestión de los asuntos domésticos.
Después de postergar sus reivindicaciones de género durante años por dar prioridad a la creación del Estado palestino, las mujeres exigen que se compatibilicen ambas luchas. Creen que debe asociarse la batalla nacional contra la ocupación con la de mejorar los derechos de la mujer. De este modo, se las integraría en el proceso de desarrollo, propiciando su independencia financiera, y se haría efectiva su participación en las esferas económica, social y política. La nueva creación de un gobierno de unidad palestino configura un contexto más propicio para su actuación.   
Algunas organizaciones son constituidas solo por mujeres árabes, si bien corren el riesgo de ser absorbidas por la lucha general de la minoría árabe en la defensa de sus derechos civiles en Israel. Destaca Al Fanar, creada en 1991 en Haifa, y el Foro de Mujeres Árabes Aisha, nacido en 1992, que reúne organizaciones de mujeres de 12 países árabes y presta especial atención a las reformas legislativas que afectan a las mismas. En Israel tiene lugar una faceta de la lucha de género menos conocida, se ha venido creando diversas organizaciones de mujeres judeo-árabes desde la década de los 40 y los 50, como el caso de Na’amat o TANDI. Esta última se trata de una alianza de dos organizaciones, una árabe denominada Women’s Awakening y Progressive Democratic Organization of Jewish Women.
Sin embargo, en general, existe una falta de consenso entre las organizaciones de mujeres (progresistas, feministas, conservadoras  y religiosas), que las separa en vez de unirlas contra aquello para lo que han sido creadas. De esta manera, dan argumentos a la Autoridad Nacional Palestina para postergar estos asuntos, sobre todo, en los momentos de confrontación entre la ANP y otros grupos islamistas. Además, en el seno de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) un importante sector conservador no contempla cuestiones de género. Es más, en la práctica, la ANP está subordinada a estos grupos conservadores e islamistas de la OLP. En este contexto, no ha sido posible la creación de un marco legal propio para proteger a la mujer ante ciertas prácticas tradicionales como los crímenes de honor, la asistencia a divorciadas, el repudio, etcétera.
Es importante comprender la necesidad de una reforma que reconozca la plena igualdad de hombres y mujeres ante la ley y que aborde estas cuestiones. Gracias a la presión de estas organizaciones, existe una mayor conciencia entre las mujeres, pero todavía no ha calado en las instituciones, en los partidos, ni en amplias capas de la población. Por otro lado,  los pequeños logros han ido acompañados de un empeoramiento de las condiciones de vida del pueblo palestino, algo que ha repercutido con mayor fuerza sobre el colectivo femenino.
Si la condición de vivir supeditado a una fuerza superior en régimen de refugiado es dura y difícil, esta situación se agrava al ser mujer. Condenadas algunas a la privación de libertad por delitos que de haber sido cometidos en Occidente serían de chiste o por acusaciones que ni siquiera han podido probarse,  se enfrentan a vivir en cárceles israelíes donde sus derechos humanos desaparecen por completo. No sólo sufren malos tratos corporales y psicológicos, sino que se les impide el acceso a cualquier tipo de atención sanitaria. Muchas salen de la prisión, pero ninguna lo hace mentalmente.
En la cultura árabe son las mujeres las encargadas de pasar de generación en generación las costumbres y tradiciones que, de ser alteradas, dejan humillado y herido a todo el grupo social. El honor familiar y las leyes morales son muy importantes, esto es lo que explica toda una serie de abusos hacia la mujer, como por ejemplo la imposibilidad de casarse o divorciarse. Otros factores como la vergüenza y la estigmatización en relación con la deshonra de las víctimas contribuyen al incremento del daño por motivos de género que sufren las mujeres y las niñas palestinas.
La supeditación de las palestinas no tiene como raíz el estallido del conflicto, aunque éste haya agravado sustancialmente el problema, sino que mucho antes, habían tenido que vivir tras la sombra de un hombre de su misma cultura. Ahora, con una fuerza ocupante, los hombres palestinos viven bajo el poder de los israelíes y la mujer palestina bajo el mandato de ambos.
La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer -el Estado de Israel la firmó el 17 de julio de 1980 y ratificó el 3 de octubre de 1991- establece que "por discriminación contra la mujer se entiende toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera".
Pese a la dificultad de ser mujer en un contexto de incumplimiento total de esta convención de la ONU, la paz y el consenso del conflicto palestino-israelí ha recibido aportes inconmensurables de las mujeres. En la ocupación de Palestina, los movimientos de mujeres, palestinas e israelíes, no han cesado de manifestarse contra la exclusión compartida que las ha alejado de los espacios de toma de decisiones.
Así, organizaciones de israelíes como Mujeres de Negro y Bat Shalom, entre otras muchas, continúan trabajando para visibilizar que no todos están a favor de la ocupación y que la retórica de la paz deja de ser vinculante cuando se ignora a aquellos que piensan de forma diferente a quienes detentan el poder.
Mujeres de Negro se manifiestan todos los viernes desde hace 20 años en una céntrica plaza de Jerusalén. El color negro de su indumentaria simboliza el luto y la situación de guerra que viven israelíes y palestinos. Las mujeres de ambos bandos han perdido hijos, maridos y seres queridos en este conflicto.
En este sentido se pronunció el Consejo de Seguridad de la ONU al reconocer "el importante papel que desempeñan las mujeres en la prevención y solución de los conflictos y en la consolidación de la paz y subrayando la importancia de que participen en pie de igualdad e intervengan plenamente en todas las iniciativas encaminadas al mantenimiento y el fomento de la paz y la seguridad, y la necesidad de aumentar su participación en los procesos de adopción de decisiones en materia de prevención y solución de conflictos". Y con este reconocimiento, configuró un panorama de concienciación de la necesidad de hacer de los procesos de paz conjuntos éticos prácticos, que sean representativos e incluyentes.
Las organizaciones de mujeres, palestinas e israelíes, continúan luchando porque se dé una salida no violenta al conflicto, y porque los Estados asuman la responsabilidad que tienen sobre las vidas humanas. Esta batalla reivindica que las mujeres deben ser escuchadas e incluidas en todos los procesos de toma de decisiones, porque el poder también incumbe a esa otra mitad de la población que permanece en la sombra.
La inclusión de las mujeres en las mesas de negociación es útil, porque el camino hacia la igualdad, sin la cual la paz es impensable, debe incorporar  nuevas críticas y nuevas lógicas racionales. Sin las mujeres no se puede llegar a la solución de unos conflictos que las atañen tanto como a los hombres.
La desigualdad de género que se observa en las mesas de negociación política, las mismas que muestran ineptitud a la hora de encontrar una solución pacífica, no debe ser aceptada sin más, sino criticada para que su actuación se encuentre a la altura de las circunstancias y del momento histórico que les ha tocado vivir. 

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL EXILIO



       Es sorprendente la ambivalencia con que se maneja en El Salvador la actividad de los llamados “coyotes”. Por un lado, condenándolos como si hubieran cometido el mayor de los delitos jamás visto. Y por otro aceptando que ese es el medio mediante el cual se han ido muchísimos de los más de dos millones de hermanos lejanos, de los cuales estamos tan orgullosos y agradecidos, porque son los que sostienen nuestra economía desde USA.

No nos engañemos, los coyotes son una realidad inevitable en nuestro país; y lo son simplemente porque la emigración ilegal es eso mismo, una realidad inevitable; una de las grandes y tristes realidades nacionales. La actividad de los coyotes, independientemente de la honestidad con que la practiquen, que ese es otro tema, forma parte de los mecanismos de subsistencia del país, que para sobrevivir necesita exiliar una gran parte de su población, la inmensa mayoría de la cual de la cual no es aceptada por las vías legales.

       Lo sorprendente es que los esfuerzos parecen encaminarse más a que el hermano lejano pueda permanecer fuera, que a que pueda regresar, o a que pueda permanecer en su propia tierra sin verse obligado a exiliarse, como entendiendo que el emigrante es un problema aquí, y una solución fuera. Lo triste es que dos millones de personas que tienen una patria, tengan que marcharse a otra, rompiendo familia y raíces, para poder sobrevivir, tanto ellos, como los que aquí se quedan; o para poder sentirse útiles; para sentir que existe un espacio para su recurso. Y lo conmovedor es la nobleza de estas personas, que siguen conservando todo el amor y ningún rencor por la tierra que no les dio oportunidad; que sueñan con ella en la distancia, después de haber soñado con marcharse cuando en ella estaban.

    
   No deja de ser contradictorio que esa presunción de que el país marcha bien, sea en base a renunciar al que dicen que es su mayor valor: el capital humano; que se fundamente en la utilidad económica que la emigración reporta, y que a la vez se olvide del daño humano que ello representa, y que en algún modo ya estamos pagando. No deja de ser contradictorio que mientras se pretende fomentar el valor de la unión familiar, las familias tengan que romperse para sobrevivir; ni que una feroz presión comercial ofrezca las mil y una maravillas a una población que, mayoritariamente, nunca tendrá acceso a ellas, al menos en forma honesta; ni deja de ser contradictorio que sintamos orgullo de los compatriotas que destacan en el primer mundo, sin que a la vez sintamos cierta vergüenza porque no pudieron destacar aquí, en el tercero.

       No deja de ser significativo que el campesino, que únicamente aspira a poder comer sus tortillas cada día, tenga que exiliarse porque ni siquiera para eso le alcanza la cosecha que le permite la imprevisible madre naturaleza, y que no le ha robado cualquier mañoso; ni que el sueño americano de miles de profesionales capaces de mejorar su país, que tanto lo necesita, consista en ser obreros, cuidar niños, o limpiar calles en alguna otra parte. Ni deja de ser significativo que este sea el resumen de un lamento bastante general de un sector muy minoritario, el de las personas que acuden a un consultorio privado de salud mental, que son las que tienen recursos para ello; a saber cuál será la queja de quienes no los tienen. ¿Es que no puede existir un “sueño salvadoreño”? Los coyotes nos están diciendo que no.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

lunes, 23 de junio de 2014

Menores que ingresen indocumentadamente a EEUU serán deportados

Tomado de La Voz de América
Jeh Johnson aclaró que al igual que los adultos los niños indocumentados de cualquier edad están sujetos a deportación.
EE.UU. reitera que menores serán deportados
El secretario de Seguridad Nacional de EE.UU. suscribe una carta abierta a los padres que envían a sus hijos menores de edad a cruzar solos la frontera desde Centroamérica.

El secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Jeh Johnson, suscribió una carta abierta a los padres que en Latinoamérica envían a sus hijos menores de edad solos para que entren como indocumentados a EE.UU.

En el mensaje, difundido por la agencia EFE, el alto funcionario dijo que solo en mayo, la cantidad de niños no acompañados por su madre o su padre que cruzaron la frontera sur alcanzó una cifra superior a los 9 mil.
 
Tras indicar que 2014 habrá una cantidad récord de esos casos puesto que en lo que va de año se acercan ya a los 47 mil, precisó que la mayoría “provienen de Honduras, El Salvador y Guatemala, donde la violencia generada por las drogas y las pandillas aterroriza a la sociedad”.

Johnson advirtió que “mandar a un niño a realizar el largo viaje desde América Central hasta EE.UU. es peligroso” porque lo menores quedan en manos de contrabandistas sin escrúpulos.

“Muchos niños experimentan situaciones traumáticas y sufren abusos psicológicos—dijo—a  causa del viaje; o, lo que es peor, son golpeados, mal alimentados, violados o vendidos en el  mercado del sexo y se encuentran expuestos a todo tipo de abusos psicológicos por parte de criminales”.

Johnson aclaró que cuando concluyen el viaje a los menores no les espera un salvoconducto, y al igual que sucede a los adultos que cruzan ilegalmente la frontera, están sujetos a “deportación prioritaria”, independientemente de su edad.

Estos niños, aclaró, no tienen derecho a acogerse al programa del gobierno estadounidense Acción Diferida para los Llegados en la Infancia también conocido con el nombre de DACA.

“Para cumplir con los requisitos de DACA—precisó—el niño debe haber entrado a Estados Unidos antes del 15 de junio de 2007, hace siete años”.


domingo, 22 de junio de 2014

Las mujeres entre más lindas y atractivas se consideran se vuelven más egoístas

Agencias Noticiosas


Las mujeres atractivas son más egoístas
Según un estudio, las mujeres más lindas se comportan de una forma menos cooperativa que el resto a la hora de realizar una tarea o tomar una decisión. Como a los atractivos se los trata mejor (y suelen tener mejores oportunidades) no necesitan de otras personas para lograr sus cometidos en la vida. 

Un  equipo de científicos de la Universidad Autónoma de Madrid, España, realizó un estudio para analizar el comportamiento de las personas según el atractivo físico, tanto el propio como el de los demás. 

La belleza es una ventaja a la hora de relacionarse con los demás. Lo demuestra la gran cantidad de estudios que se publican acerca del tema, y que concluyen que las personas consideradas más atractivas gozan de más facilidades y se las trata mejor. La investigación en cuestión demostró que este trato favorable hace que las mujeres consideradas más lindas y atractivas sean más egoístas que las demás.

Los investigadores contaron con la colaboración de 176 mujeres universitarias a las que invitaron a participar en “El dilema del prisionero”, juego que consiste en plantear una situación en la que dos personas que supuestamente cometieron un crimen se pueden culpar mutuamente o no decir nada. 

Si ambas guardan silencio, el castigo son dos años de condena; si se inculpan mutuamente, el castigo son cinco años y, si una de ellas acusa a la otra, pero la otra guarda silencio, las condenas son de uno y diez años, respectivamente. Para el experimento decidieron modificar los “años de condena” por puntos canjeables por dinero real al finalizar el juego.
 
Tras comparar los parámetros escogidos como la simetría de la cara, el índice de masa corporal, el grado de feminidad/masculinidad del rostro, la percepción del propio atractivo y el índice de cintura/cadera, el resultado del juego reveló que la simetría de la cara y el atractivo propio llevaban a las mujeres a ser menos cooperadoras en el juego, esto es, a comportarse de una manera más egoísta.

 
“La gente que se considera y es considerada atractiva es menos prosocial (altruista) en el laboratorio. Y en la vida diaria se ve que, en general, a la gente linda se la considera con mejores capacidades que al resto y se les trata mejor. Los más simétricos tienen menos necesidad de ser prosociales, porque, en cierto modo, necesitan menos a los demás para satisfacer sus necesidades materiales”, afirma Enrique Turiégano, líder del estudio que se publicó en la revista “Evolution and Human Behavior”.

 El único resultado del estudio que no corroboró esta afirmación fue el índice de cadera ya que, las caderas 1,4 veces más anchas que la cintura (medida considerada como “sexy”), aumentaban la tendencia de las mujeres a cooperar con otras, al contrario que con los demás parámetros del experimento.


Por cumplirse 100 años de la Primera Guerra Mundial

Tomado de Revista  Semana 

Centenario de la primera guerra mundial


El sábado 28 de Junio se cumplen 100 años del asesinato del archiduque Francisco Fernando, la chispa que encendió la Primera Guerra Mundial.


El 28 de junio de 1914, una mañana luminosa de verano recibía en Sarajevo, la capital de Bosnia, al archiduque Francisco Fernando, heredero del trono del Imperio austro-húngaro y su esposa la condesa Sofía Chotek. El ilustre visitante era sobrino del emperador Francisco José, y por virtud de la muerte prematura de los dos hijos de este, se había convertido en heredero del trono. Visitaba la ciudad a pesar de las advertencias de sus allegados, pues Bosnia, recién anexada al imperio del Águila Bicéfala, era un foco de activistas que aspiraban a integrar ese territorio con el proyecto nacionalista de la gran Serbia. Lo que sucedió en el curso de menos de dos horas cambió el rumbo de la historia, pues encendió la mecha de la mayor conflagración que la humanidad hubiera conocido hasta entonces. Al final de esos cuatro años de horror, el mapa político había cambiado radicalmente, un orden social centenario había desaparecido y al menos cuatro grandes imperios se habían esfumado. Nada sería igual después de lo que llegó a conocerse como la Primera Guerra Mundial. Cuando terminó habían quedado sentadas las bases del orden mundial que rige hasta la época actual. 


Los amigos de Francisco Fernando tenían razón. Al archiduque lo esperaban varios terroristas dispuestos a entregar su vida por matarlo. Uno de ellos, de 23 años, era Gavrilo Princip, miembro de la organización clandestina Joven Bosnia. Esta era la rama local de la Mano Negra, grupo extremista que buscaba unificar, bajo la hegemonía serbia, a todos los eslavos del sur. Esa mañana todo salió mal. Uno de los cómplices de Princip lanzó una bomba al paso de la caravana de automóviles, pero apenas logró herir a algunos transeúntes. Tras varios malentendidos fácilmente evitables, el descapotable del archiduque se detuvo en una calle secundaria donde Princip se encontraba por casualidad, convencido de que el atentado había fracasado. Sin pensarlo dos veces, el asesino saltó al estribo y disparó sobre la pareja. 


El emperador Francisco José exigió a las autoridades serbias permitir que agentes austro-húngaros se encargaran de investigar y resolver el asesinato. Ante la obvia negativa de aquellas, pues aceptarlo habría sido entregar la soberanía de su país, el viejo monarca declaró la guerra a Serbia un mes después de los hechos,  con el apoyo tácito del káiser alemán Guillermo II. De ahí en adelante todo fue vertiginoso. La telaraña de tratados de defensa mutua existente desde décadas atrás entre las potencias europeas precipitó el resultado. Rusia, el Reino Unido y Francia estaban cobijadas por la Triple Entente, mientras el Imperio Alemán, el Imperio Austro-húngaro, Italia y posteriormente el Imperio otomano estaban unidos por la Triple Alianza.  

Ante esos antecedentes, Rusia salió en defensa de su aliada, la también eslava Serbia y movilizó sus tropas. Guillermo II consideró esa decisión un casus belli y le declaró la guerra a Rusia. Acto seguido declaró la guerra a Francia e invadió a la neutral Bélgica, para evitar las fortificaciones francesas y atacar a ese país por el flanco occidental. En ese punto Gran Bretaña no tuvo más remedio que intervenir pues no solamente pertenecía a la Triple Entente, sino que tenía un tratado bilateral de defensa con Bélgica. Con el paso de los meses, el enfrentamiento militar a escala europea se convirtió en una guerra mundial que involucró a 40 países. La coalición de las Potencias Centrales, integrada por Austria-Hungría, Alemania y el Imperio Otomano, junto con Bulgaria, se enfrentaron a los llamados aliados, los imperios británico y ruso, Estados Unidos (desde 1917), Francia, Canadá e Italia, que había cambiado de bando. 

Un mundo cambiante


Al terminar el siglo XIX el Imperio británico ejercía una fuerte hegemonía mundial. Su armada dominaba los mares y su amplia presencia colonial le aseguraba materias primas y mercados alrededor del planeta. Aparte de ello, las islas británicas tenían una amplia delantera en el desarrollo industrial y tecnológico. 

Por otro lado, desde la segunda mitad del siglo XIX hacía carrera el nacionalismo como nueva forma de doctrina político-social. Movimientos en ese sentido lograban grandes avances y surgían países nuevos en territorios dominados por antiguos principados y ducados. De ese modo, por ejemplo, después de la guerra franco-prusiana de 1870, se consolidaba la unidad de Alemania, mientras en la península itálica comenzaba a forjarse la idea de un país unitario. Dentro de esa tendencia, los territorios de los balcanes, que habían quedado libres de la presencia del viejo y débil Imperio otomano, (“el enfermo de Europa”) eran mirados con codicia por las grandes potencias. A su vez estas, Grecia, Bulgaria, Rumania, Serbia, Montenegro y Albania aspiraban a consolidar territorios que consideraban históricos, muchas veces a costa de sus vecinos. En particular el Imperio ruso, vinculado por lazos culturales y de sangre con los eslavos del sur, aspiraba a expandir su influencia hasta el Mediterráneo. En ese camino chocaba con un proyecto semejante del Imperio austro-húngaro, que ya había hecho avances en la región. 



Todo ello se daba en momentos en que imperaban entre los gobernantes europeos varios criterios que resultarían particularmente perniciosos. Uno era el llamado ‘darwinismo social’, que implicaba aplicar a los pueblos los principios recién descritos por el naturalista Charles Darwin, resumidos en la supervivencia del más fuerte. 

Con esa idea, las relaciones internacionales adquirían una dimensión militarista agravada por otro concepto funesto en su aplicación extrema, el honor nacional, en manos de dirigentes que claramente no estaban a la altura del momento histórico que atravesaban. El káiser Guillermo II, por ejemplo, era conocido por su frivolidad  y sus ataques temperamentales, mientras su contraparte rusa, el zar Nicolás II era famoso por su mediocridad.  Dirigentes como esos estaban rodeados además, en todos los bandos, por funcionarios poco capaces y un estamento castrense que aprovechaba la preeminencia de los ejércitos en esas sociedades para impulsar la opción bélica.


Por último, la supremacía científica y económica de los europeos, sumada al creciente descubrimiento de territorios hasta entonces desconocidos alrededor del mundo, era el terreno abonado para el surgimiento de un criterio según el cual el viejo mundo tenía la misión universal de ‘civilizar’ a los pueblos de la periferia, con lo cual nació el colonialismo. Este, combinado con todo lo anterior, llevó a que las potencias europeas compitieran por su presencia en Asia y África como un punto de prestigio nacional. 

En esas condiciones, Alemania aspiraba superar al Imperio británico a medida que su capacidad industrial y su fuerza económica iban tomando importancia. Francia, por su parte, tenía clavada la espina de su derrota en la guerra de 1870 cuando el canciller alemán Otto von Bismarck había proclamado la unidad alemana en el propio Palacio de Versalles, una afrenta particularmente dolorosa. Todas esas tensiones habían dado lugar, a partir de la década de 1880 a la existencia de múltiples tratados de defensa mutua que resultaron cruciales a la hora de establecer las líneas del conflicto. Y además a una carrera armamentística que hizo que la época fuera conocida como la paz armada. En particular Alemania hizo grandes inversiones en sus fuerzas navales con el objeto de hacerles contrapeso a las británicas. Y no eran extraños los planes militares de grandes dimensiones, en previsión de un conflicto que flotaba en el ambiente. 

Una guerra sorprendente


En medio de todo, a comienzos del siglo XX se vivía la belle epoque, con un especial florecimiento de las artes, de la ciencia y la tecnología. Esta ofrecía una panacea de avances tal, que alguien sugirió cerrar la oficina de patentes de Londres porque ya todo estaba inventado. El mundo disfrutaba de un auge comercial sin precedentes y por cuenta del éxito de la diplomacia, salvo algunos conflictos puntuales, Europa había vivido casi un siglo en paz. Como puede observarse en la famosa foto familiar de la reina Victoria, virtualmente todos los monarcas de Europa eran sus descendientes y primos entre sí. Todo ello hacía que en la naciente opinión pública (surgía la era de oro de los diarios de circulación masiva), considerara casi imposible un conflicto de estas características. 

Por eso, cuando estalló la guerra se dijo que se trataría de un conflicto corto y decisivo que además saldaría las cosas de tal manera que ese fenómeno quedara abolido definitivamente. En todos los países involucrados miles de jóvenes marchaban a los cuarteles cantando canciones patrióticas, convencidos de que regresarían pocas semanas después cubiertos de gloria. 

Ni ellos ni los dirigentes que los enviaban y que decidían sobre sus destinos imaginaban hasta qué punto la revolución tecnológica había influido en el armamento militar. Todos estaban convencidos de que una nueva guerra se desarrollaría como las del siglo anterior, e incluso las primeras acciones vieron ataques de lanceros a caballería que se enfrentaban a ametralladoras de enorme potencia. No se trataría de un conflicto benévolo, sino de una carnicería sin precedentes. 


La ofensiva alemana, desarrollada en función del Plan Schlieffen, formulado desde 1905, pretendía atravesar rápidamente Bélgica, tomar Francia y obligar a los aliados a buscar un armisticio. Pero una serie de circunstancias tácticas, las fuerzas francesas junto con algunas inglesas detuvieron ‘milagrosamente’ el avance a pocos kilómetros de París, en lo que se conoció como la Batalla del Marne. Los contendientes, probablemente sorprendidos en igual medida, se descubrieron enfrentados a lo largo de kilómetros y kilómetros de trincheras que terminaron por ser el escenario principal de la guerra.  Un invento que parece elemental como el alambre de púas, el uso de lanza llamas y de gases venenosos y el lanzamiento permanente de ofensivas a pie que solo resultaban en masacres multitudinarias a manos del fuego enemigo, convirtieron al frente occidental en un infierno. 

Esa acción, a pesar de haberse presentado muy pronto, resultó decisiva para el resultado de la guerra. Los alemanes tuvieron algunos éxitos en el frente oriental contra Rusia, cuyo enorme ejército de campesinos sin entrenamiento no fue suficiente para detener a los experimentados soldados germanos. La guerra también tuvo acciones en el lejano oriente, cuando Japón entró a favor de los aliados y exigió a los alemanes evacuar sus posesiones en la costa china. También en África las colonias alemanas de Togolandia y Camerún cayeron pronto en manos aliadas, y en Oriente Medio las tropas turcas enfrentaron no solo a la inglesas sino a una rebelión árabe. Pero fue en el frente occidental donde realmente se decidió la guerra. Durante varios años miles de soldados vivieron virtualmente enterrados en las trincheras, en condiciones infrahumanas, en medio del barro, el frío, las enfermedades y las plagas. 

Estados Unidos, dominado hasta entonces por la corriente política del aislacionismo, salió de su neutralidad por dos factores. Primero, los submarinos alemanes, una de las novedades de la guerra, hundieron en 1915 el trasatlántico norteamericano Lusitania, en donde mataron a centenares de personas de esa nacionalidad. Y a principios de 1917, los norteamericanos interceptaron el famoso telegrama Zimmermann, por el cual el gobierno alemán incitaba al mexicano a entrar a la guerra a cambio de devolverle las enormes porciones de territorio que Estados Unidos le había arrebatado a lo largo del siglo XIX.

Esos dos factores sumados convencieron al presidente Woodrow Wilson de salir del aislacionismo y enviar sus tropas a Europa. La llegada de estas a la guerra cambió la ecuación en un conflicto de desgaste en el que ninguna de las partes parecía capaz de derrotar a la otra.  Tras un último esfuerzo en la segunda Batalla del Marne, el nuevo gobierno republicano alemán (el káiser había tenido que abdicar tras una revolución obrera en Berlín) llegó a la conclusión de que no tenía ninguna posibilidad de ganar la guerra y buscó un armisticio. Ya Rusia, afectada por las revoluciones de 1917, se había retirado del conflicto y el Imperio otomano, decadente como era, había entendido que solo podía buscar la paz. Las hostilidades terminaron a las once de la mañana del 11 de noviembre de 1918. 


En abril del año siguiente las partes en conflicto firmaron el Tratado de Versalles por el cual se dio oficialmente fin a la que se llamó entonces Gran Guerra Europea y luego se conoció como Primera Guerra Mundial. Habían muerto más de 10 millones de soldados. En Versalles Alemania aceptó su culpabilidad en la guerra y las enormes sanciones económicas que le impusieron los vencedores dieron lugar primero a un empobrecimiento catastrófico de su población, luego a la gran crisis mundial de 1929 y por último, a partir de los años treinta, al surgimiento del ultranacionalismo alemán de la mano del Partido Nazi, liderado por un oscuro cabo austriaco llamado Adolf Hitler. 

El mapa de Europa cambió radicalmente. El Imperio ruso se convirtió en la Unión Soviética, el Imperio otomano quedó reducido al territorio turco convertido en república, mientras sus territorios daban lugar a la creación de países hasta entonces inexistentes como Jordania, Siria, Irak, Líbano y al surgimiento de la opción sionista en Palestina, que daría lugar algunas décadas después a la creación del Estado de Israel. Las colonias de ultramar adquirieron conciencia de su importancia nacional, con lo que los imperialismos europeos comenzaron a declinar en un proceso que terminaría en los años sesenta. Y Estados Unidos, el único verdadero vencedor, se proyectó por primera vez como una potencia destinada a ejercer una hegemonía que persiste hasta el día de hoy. 

La mujer, abocada a asumir los roles masculinos de sus compañeros masacrados, comenzó el camino de su emancipación total. Y el orden social imperante, basado en la aristocracia y los privilegios, se hizo inviable. La tecnología dio un salto cualitativo impresionante, el transporte motorizado se generalizó, la aviación avanzó a tal punto que pasó de curiosidad de circo a opción viable de transporte colectivo a largas distancias. La cirugía de campaña permitió grandes perfeccionamientos, aunque no había llegado la penicilina. 

De hecho, el mundo moderno tomó forma después de la Primera Guerra Mundial. Su secuela, la segunda, en sí misma una conflagración aún más sangrienta dio lugar al sistema bipolar que imperó hasta hace menos de 25 años. Y los paralelos que es posible hacer con el momento presente a veces resultan impresionantes. Hoy, 100 años más tarde, la única enseñanza posible de ese episodio dramático de la historia mundial es la importancia de defender las instancias pacíficas de negociación entre los países, para que algo como eso nunca se repita. 

Cronología del horror  

1914 28 de junio: 


El archiduque Francisco Fernando y su esposa Sofía Chotek son asesinados en Sarajevo, Bosnia, por el estudiante nacionalista Gavrilo Princip. 


1914 28 de julio:

Austria- Hungría declara la guerra a Serbia y esto desata una cadena de declaraciones entre varios países de Europa. 

1914  3 de agosto: 

Alemania pone en ejecución el Plan Schlieffen: Declara la guerra a Francia e invade Bélgica. 

1914  21 - 23 agosto: 

Ofensiva alemana por Bélgica. Masacre de Tamines que deja un saldo de 384 civiles muertos.

1914  5 – 12 de septiembre: 


Primera Batalla de Marne en el suroriente de Francia. Aproximadamente medio millón de personas murieron. Comienza la guerra de trincheras. 

1915  Febrero:

 Un submarino alemán hunde el vapor Lusitania con más de 1.200 pasajeros. Estados Unidos se escandaliza pues había ciudadanos de ese país.

1915  23 de junio - 7 de julio: 

Batalla de Isonzo. Gran ofensiva alemana en Polonia.

1916 19 de julio – 23 de noviembre: 


Británicos y franceses atacan Somme. Los combates dejan un saldo de centenares de muertos y por primera vez los británicos utilizan tanques de guerra. 

1916  21 de noviembre: 


Muere el emperador Francisco José. Le sucede Carlos I y Austria-Hungría comienza a dar fuertes señales de crisis.

1917 12 de marzo: 

Comienza la revolución rusa. Abdica Nicolás II. Asume el gobierno provisional de Kerensky. 

1917  6 de abril: 

Estados Unidos declara la guerra a Alemania.

1917 7 de noviembre: 

Los bolcheviques toman el poder en Rusia. El gobierno queda en manos de Vladimir Lenin. 

1918  3 de marzo: 

Tratado de Paz de Brest-Litovsk entre Alemania y Rusia.

1918  31 de octubre - 19 de noviembre: 

Los británicos imponen la derrota en Turquía en Siria, Palestina y Mesopotamia. Turquía pide el armisticio.

1919  5 de enero: 
  
Una oleada de protestas estalla en Berlín y otras ciudades. Europa pide a gritos el fin de la guerra. 

1919 28 de junio: 


Alemania firma la Paz de Versalles. El Imperio Austro-Húngaro queda dividido en estados independientes.