lunes, 16 de noviembre de 2015

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 16 de noviembre

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 16 de Noviembre de  1532 en Cajamarca, Perú, Francisco Pizarro y sus colaboradores raptan al gobernante inca Atahualpa. Seis meses después, tras cobrar el rescate, lo asesinarán. La Captura de Atahualpa o Batalla de Cajamarca fue un ataque sorpresa al monarca del Imperio Incaico realizada por Francisco Pizarro y sus tropas. Ocurrió en la tarde de un día como hoy 16 de noviembre de 1532, en la plaza mayor de Cajamarca, logrando su objetivo de capturar al inca Atahualpa.  El conquistador español Francisco Pizarro, junto con sus cuatro hermanos, encabezaba una pequeña expedición de 168 hombres y 62 caballos, la misma que había partido de Panamá en diciembre de 1531. Atahualpa acababa de resultar victorioso en una larga guerra civil por la sucesión al trono contra su medio hermano Huáscar. Durante el viaje de la expedición española, Atahualpa envió varios mensajeros con regalos para los españoles, algunos de ellos de oro, lo que aumentó las esperanzas de Pizarro de hallar grandes tesoros. Cuando Pizarro llegó a Cajamarca, esta se encontraba desierta y el ejército inca de alrededor de 30,000 guerreros se encontraba acampado en las afueras, en Pultumarca (hoy llamado Baños del Inca), a una legua de la ciudad. Francisco Pizarro encomendó a Hernando de Soto la misión de ir donde el Inca para invitarle a que viniera a cenar con él en Cajamarca. Pizarro fue muy insistente en el sentido de que la invitación debía ser transmitida de manera cortés y pacífica, para evitar malentendidos. Soto partió acompañado de veinte jinetes entre los que se encontraba Diego Garcia de Paredes. Cuando la avanzadilla se hallaba ya a medio camino, Pizarro viendo desde lo alto de una de las “torres” de Cajamarca las numerosas tiendas de campaña que conformaban el campamento del Inca, temió que sus hombres pudieran sufrir una emboscada y envió a su hermano Hernando Pizarro con otros veinte encabalgados más.  Soto y sus hombres llegaron a Pultumarca, a través de una calzada de piedra que corría entre dos canales de agua y terminaba en un río, a partir del cual comenzaba el campamento del Inca. Mientras que Hernando Pizarro y su grupo iban ya casi al alcance de Soto. Éste llevaba al intérprete Felipillo de Tumbes, mientras que Hernando Pizarro llevaba al intérprete Martinillo, el sobrino del curaca Maizavilca de Poechos. El Inca descansaba en un palacete situado en medio de un pradillo cultivado, situado un poco más atrás del campamento inca. Unos cuatrocientos guerreros incas, desplegado en el pradillo, custodiaban la residencia del Inca. Soto y sus hombres, después de cruzar el campamento, llegaron ante la puerta del palacete y, sin bajar de sus caballos, enviaron a Felipillo para que solicitase la presencia del Inca. Un orejón o noble inca fue donde su señor con el mensaje y los españoles quedaron a la espera de alguna respuesta. Sin embargo, transcurría el tiempo, sin que nadie saliera dando una respuesta y en eso llegó Hernando Pizarro, junto con cuatro españoles, todos a caballo (el resto de los jinetes se había quedado a las puertas del campamento, a la expectativa de lo que sucediera). Sin bajarse del animal, Pizarro se dirigió a Soto preguntándole por el motivo de su demora, a lo que éste respondió «aquí me tienen diciendo ya sale Atabalipa... y no sale». Hernando Pizarro, muy molesto, le ordenó a Martinillo que llamara al Inca, pero como nadie salía, se encolerizó aún más y dijo «¡Decidle al perro que salga...!» Tras el agravio de Hernando Pizarro, el orejón Ciquinchara salió del palacete a observar la situación y luego volvió al interior, informando a Atahualpa que se hallaba afuera el mismo español que lo había descalabrado en Poechos (sede del curacazgo de Maizavilca, en Piura), cuando se hallaba espiando el campamento español. Fue entonces cuando, Atahualpa se animó a salir, caminando hacia la puerta del palacete y procediendo a sentarse sobre un banco colorado, siempre tras una cortina que únicamente dejaba ver su silueta. De éste modo, podía observar al enemigo sin ser visto. De inmediato, Soto se acercó a la cortina, aún encabalgado, y le presentó la invitación a Atahualpa, aunque éste ni siquiera lo miró. Más bien, se dirigió a uno de sus orejones y le susurró algunas cosas. Hernando Pizarro se molestó nuevamente y comenzó a vociferar una serie de cosas que acabaron por llamar la atención del Inca, quien ordenó que le retirasen la cortina. Su mirada se dirigió muy particularmente al osado que lo había llamado «perro». Sin embargo, optó por responder a Soto, diciéndole que avisara a su jefe que al día siguiente iría a verlo donde ellos estaban y que ahí deberían pagarle todo lo que habían tomado durante su estancia en sus tierras. Hernando Pizarro, sintiéndose desplazado, le dijo a Martinillo que le comunicara al Inca que entre él y el capitán Soto no había diferencia, porque ambos eran capitanes de Su Majestad. Pero Atahualpa no se inmutó, mientras cogía dos vasos de oro, llenos de licor de maíz, que le alcanzaron dos mujeres. Sin embargo, Soto le comentó al Inca que su compañero era hermano del Gobernador. El Inca siguió mostrándose indiferente ante Hernando Pizarro, pero finalmente se dirigió a él, entablándose un diálogo durante el cual el español se jactó de la superioridad bélica de sus hombres. Luego, el Inca ofreció a los españoles los vasos de licor, pero aquellos, temerosos de que la bebida estuviera envenenada, se excusaron de tomarla, diciendo que estaban en ayuno. A lo que el Inca replicó diciendo que él también estaba ayunando y que el licor de ningún modo hacía romper el ayuno. Para que se disipara cualquier temor, el Inca probó un sorbo de cada uno de los vasos, lo que tranquilizó a los españoles, que bebieron entonces el licor. Soto, montado en su caballo, quiso enseguida lucirse y comenzó a galopar, haciendo cabriolas ante el Inca; de repente avanzó sobre el monarca como queriendo atropellarle, pero paró en seco. Soto quedó asombrado al ver que el Inca había permanecido inmutable, sin hacer el menor gesto de miedo. Atahualpa ordenó luego traer más bebida y todos bebieron. Finalizó la entrevista con la promesa de Atahualpa de ir al día siguiente a encontrarse con Francisco Pizarro. Los españoles convencieron al Inca de solo llevar sirvientes y no soldados al encuentro como gesto de buena voluntad, aunque de igual modo Atahualpa llevó a su lado a algunos cientos de soldados de su guardia imperial. Le seguían 30.000 a 40.000 sirvientes y guerreros desarmados por orden suya (porque pensaba capturar a los españoles como a animales: solo con las manos, y de ser necesario, usando boleadoras). Pizarro los esperaba con 180 españoles y 37 caballos más indios auxiliares. Atahualpa aceptó la invitación y encabezó una lenta y ceremoniosa procesión de miles de hombres, mayormente bailarines, músicos y cargadores de servicio. La marcha le tomó buena parte del día, causando la desesperación en Francisco Pizarro y sus hombres, porque no querían pelear de noche. Esto es notable porque a estas alturas de la campaña de conquista del Tahuantinsuyo, los españoles ignoraban que los incas no combatían de noche por motivos rituales. Dentro de Cajamarca, los españoles habían hecho ya los preparativos para tender la celada al Inca. Pizarro dividió a sus jinetes en dos grupos, uno al mando de Hernando Pizarro y otro al mando de Hernando de Soto. A los caballos se les colocó cascabeles para que hicieran más ruido al momento de galopar. Los infantes fueron también divididos en dos grupos, uno al mando del mismo Francisco Pizarro y otro al mando de Juan Pizarro. Todas estas tropas fueron desplegadas de manera estratégica. En la cima de una torre situada en la plaza, se instaló el artillero Pedro de Candía, acompañado por tres soldados y dos trompetas, junto con la artillería, compuesta por dos falconetes o cañones pequeños, dispuestos para disparar cuando se diese la señal convenida. Escondidos dentro de la ciudad, las tropas españolas presenciaron el ingreso del Inca a la plaza mayor, ya cerca de la hora del crepúsculo. Atahualpa cometió el error de subestimar el peligro que el pequeño grupo de españoles representaba y acudió escoltado únicamente por un grupo de entre 3,000 y 6,000 servidores, mientras que el resto de su ejército quedó fuera de la muralla de la ciudad, delante de la portada de levante. El Inca, cargado en andas, se condujo hasta el centro de la plaza, donde ordenó a sus portadores que se detuvieran. Se sorprendió al no ver a ningún español y preguntó a su espía Ciquinchara dónde estaban todos ellos. Algunos de sus capitanes le respondieron que los españoles estaban escondidos de miedo. De pronto, avanzó hacia Atahualpa un hombre barbado y vestido con un hábito blanquinegro: era el fraile Vicente de Valverde, acompañado del intérprete Martinillo y de un español. Valverde, portando una cruz y un breviario, inició el llamado Requerimiento, ordenando a Atahualpa que renunciara a su religión pagana y que aceptara en cambio al catolicismo como su fe y a Carlos I de España, como soberano. Atahualpa se sintió insultado y confundido por estas demandas de los españoles. Si bien seguramente Atahualpa no tenía intenciones de acceder a las demandas de los españoles, según las crónicas de Garcilaso de la Vega, el Inca intentó algún tipo de discusión sobre la fe de los españoles y su rey, pero los hombres de Pizarro se comenzaron a poner impacientes. El Inca notó que Valverde miraba su breviario antes de pronunciar las frases del Requerimiento y con curiosidad se la pidió. El cura le explicó que allí se encontraba el designio divino de su religión y que de allí salía la palabra de Dios. Atahualpa cogió el libro, lo revisó y se lo acercó al oído, indignándose porque no oía nada ni sentía que ese objeto fuera así de poderoso, por lo que lo lanzó muy lejos con furia, gritando que él no se sometería ante nadie por ser el hijo del sol, y que no conocía la religión de la que el cura le hablaba; asimismo exigió que los españoles pagaran por los desmanes que habían cometido desde su llegada a suelo de su reino. Martinillo recogió el libro y lo alcanzó a Valverde, quien corrió hacia donde Pizarro, gritándole: «¡Qué hace Vuestra Merced, que Atabalipa está hecho un Lucifer!», para luego dirigirse hacia los soldados españoles, contándoles que el Inca había arrojado los Evangelios por tierra y rechazado el Requerimiento, por lo que les incitó a que salieran a combatir al “idólatra”, que tendrían la absolución. Fue así que Pizarro ordenó a sus hombres a que entraran en acción; sonaron las trompetas y simultáneamente, el artillero Pedro de Candía disparó uno de los falconetes que estaban en la cima de la torre (el otro se averió), impactando el disparo en medio de la masa humana, matando y mutilando a los que en su línea de fuego encontró. Y antes de que los sorprendidos indios se recuperasen, los españoles de a caballo, al grito de «¡Santiago, Santiago!», salieron estrepitosamente barriendo todo lo que tenían delante, seguidos de una tropilla de negros e indios con corazas, estoques y lanzas. Simultáneamente, el otro escuadrón de españoles abría fuego con sus mosquetes desde larga distancia. Se produjo un gran caos pues los pocos guerreros armados no tuvieron tiempo de sacar sus porras, las cuales tampoco eran de mucha ayuda contra los tiros lejanos españoles y los caballos, la mayoría de la masa india trató de salir del complejo para alejarse de la masacre, y como la única puerta principal estaba abarrotada cargaron contra uno de los muros haciendo un forado en este y salieron del complejo. El principal blanco del ataque español era Atahualpa y sus comandantes. Pizarro se dirigió a caballo hacia donde estaba Atahualpa, pero el Inca no se movió. Los españoles cortaron las manos o brazos de los asistentes que portaban la litera de Atahualpa para obligarlos a dejarla caer y poder alcanzarlo. Los españoles estaban sorprendidos porque los asistentes ignorando sus heridas, y con sus miembros todavía sanos, sostuvieron la litera hasta que varios de ellos fueron matados y la litera volcó. Atahualpa permaneció sentado en la litera mientras que un gran número de asistentes se apresuraron a colocarse entre la litera y los españoles, dejando que los españoles los mataran. Mientras sus hombres mataban a los indios, Pizarro cabalgó entre ellos hasta donde un soldado español de a pie había extraído a Atahualpa de la litera. Mientras que sucedía esto, otros soldados también alcanzaron la litera y uno de ellos intentó matar a Atahualpa. Reconociendo el valor de Atahualpa como prisionero, Pizarro lo defendió y fue herido en una mano con una espada. Grabado del siglo XVIII, que representa al inca Atahualpa tomado preso por los españoles. Como resultado del encuentro entre 4,000 a 5,000 personas murieron (entre sirvientes y guardias atahualpistas junto a terceros que allí se encontraban, como los pobladores de Cajamarca y varios orejones huascaristas enviados con ofrecimientos de parte del Inca cautivo), otros 7,000 fueron heridos o capturados, según los cronistas los españoles tuvieron solo un muerto (un esclavo negro) y varios heridos.
Un día como hoy 16 de Noviembre de  1780 en Cuzco,  Perú, el líder revolucionario inca Túpac Amaru II proclama la abolición de la esclavitud por vez primera en América. El 18 de mayo del año siguiente será ejecutado mediante desmembramiento y decapitación. José Gabriel Condorcanqui reclamaba ser descendiente de Túpac Amaru I, el último Inca de Vilcabamba, quien fuera ejecutado en la plaza del Cusco en 1572 por orden del Virrey Toledo. El curaca José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, nació el 19 de marzo de 1738, en el pueblo de Surimana, distrito de Tungasuca, Provincia de Canas, en el Departamento de Cusco. Era el segundo hijo de Miguel Condorcanqui y de Rosa Noguera, descendiente por línea materna de Túpac Amaru I, el último soberano inca, de quien adoptó el nombre. Al fallecer su hermano mayor, quedó como único y legítimo heredero del curacazgo de Surimana, Tungasuca y Pampamarca. Fue educado por los jesuitas en el colegio de curacas de San Francisco de Borja ubicado en el Cusco. Tenía alrededor de 20 años cuando contrajo matrimonio con doña Micaela Bastidas Puyucahua. Era propietario de cocales en Carabaya, chacras en Tinta, vetas de minas y, sobre todo, dueño de 350 mulas, utilizadas para transportar mercaderías a Potosí, por lo cual era conocido peyorativamente como "el curaca arriero". En 1776 presentó una petición formal para que se le concediera un título de nobleza hispano y para que los indios fueran liberados del trabajo obligatorio en las minas. Ante la negativa de la Audiencia de Lima decidió tomar medidas más radicales. Un día como hoy 16 de Noviembre de  1780, Túpac Amaru II lideró una insurrección popular en el valle de Tinta, la que, en seguida, se propagó por toda la sierra y cuyas principales exigencias fueron poner fin a los tributos excesivos, la mita y los abusos de los corregidores. Si bien al comienzo el movimiento reconoció la autoridad española de la Corona, más adelante se convirtió en un movimiento independentista y en la revolución más grande en la historia del Virreinato español. Al iniciarse la insurrección, el corregidor Arriaga fue apresado y ejecutado por orden de Túpac Amaru. Aunque el objetivo inicial fue luchar contra los excesos y el mal gobierno de los españoles, no pudo evitar que la guerra se convirtiera en racial. Al frente de una nutrida tropa y después de vencer a un ejército de 1,200 españoles en Sangarará, Túpac Amaru II prefirió no marchar sobre Cusco y regresar a su residencia de Tungasuca sin entrar en la antigua capital Inca; con ello intentó facilitar una negociación de paz, ya que su objetivo no era la guerra contra los españoles sino acabar con los excesos de los corregidores. Esto permitió que los españoles organizaran la resistencia y los rebeldes fueron vencidos el 8 de enero de 1781 por el ejército enviado por el virrey Jáuregui y Aldecoa y, entre el 5 y el 6 de abril, en Tinta, por las tropas del mariscal del Valle. Perseguido por el general Ventura Landa en Tananico, fue hecho prisionero y juzgado severamente, el 18 de mayo de 1781, siendo obligado a presenciar el asesinato de toda su familia.El visitador Areche lo condenó a morir descuartizado por cuatro caballos que tirasen de cada una de sus extremidades. Como Túpac Amaru II era un hombre excepcionalmente fuerte, fue imposible matarlo de esa manera por lo que ordenaron su decapitación. Su cuerpo fue descuartizado, su cabeza fue colocada en una lanza exhibida en Cusco y Tinta, sus brazos en Tungasuca y Carabaya, y sus piernas en Livitaca y Santa Rosa. A pesar de la ejecución de Túpac Amaru II y de su familia, los españoles no lograron sofocar la rebelión, que continuó acaudillada por su medio hermano Diego Cristóbal Túpac Amaru, al tiempo que se extendía por el altiplano boliviano, la región de Jujuy y en el Noroeste argentino. La fama de Túpac Amaru II se extendió de tal forma que incluso los indios sublevados en el llano de Casanare, Virreinato de Nueva Granada (actual Colombia), le proclamaron rey de América. Siguiendo los pasos de Túpac Amaru II, que había intentado una solución pactada al conflicto, su hermano Diego Cristóbal llegó a un acuerdo para deponer las armas con la promesa española de indultar a los rebeldes y corregir la mala situación de los indios. Esto se logró tras difíciles negociaciones, en enero de 1782. Las posteriores rebeliones criollas invocaron el nombre de Túpac Amaru II para obtener el apoyo de los indios.
Un día como hoy 16 de Noviembre de  1923 se crea la Interpol. La Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) es la mayor organización de policía internacional, con 188 países miembros, por lo cual es la segunda organización internacional más grande del mundo, tan sólo por detrás de las Naciones Unidas. Creada un día como hoy 16 de Noviembre de 1923, apoya y ayuda a todas las organizaciones, autoridades y servicios cuya misión es prevenir o combatir la delincuencia internacional. El cuartel general de la organización está en Lyon, Francia. El 13 de febrero de 2008 se confirmó en el cargo de presidente interino a Arturo Herrera Verdugo, director general de la Policía de Investigaciones de Chile. Por ser anteriormente el vicepresidente de mayor antigüedad debió asumir debido a la renuncia el 13 de enero de 2008 de Jack Selebi, quien fue cesado de su cargo de jefe de la policía sudafricana debido a las acusaciones de corrupción que enfrenta tras hacerse pública su relación de amistad con Glenn Agliotti, conocido mafioso de su país. Arturo Herrera ocupó el cargo hasta la reunión de la Asamblea General de la organización en octubre de 2008, donde se eligió a Khoo Boon Hui. El secretario general es Ronald K. Noble, quien anteriormente estuvo en el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, siendo el primer no europeo en ocupar el cargo. Debido al papel políticamente neutro que debe jugar, la constitución de la Interpol prohíbe cualquier tipo de relación con crímenes que no afecten a varios países miembros, y ningún tipo de crímenes políticos, militares, religiosos o raciales. Su trabajo se centra en la seguridad pública, el terrorismo, el crimen organizado, tráfico de drogas, tráfico de armas, tráfico de personas, blanqueo de dinero, pornografía infantil, crímenes económicos y la corrupción. Su historia comienza en 1914 en el marco del Primer Congreso Internacional de Policía Criminal, celebrada en Mónaco. Los agentes de policía, abogados y magistrados de 14 países se reunieron para discutir los procedimientos de detención, técnicas de identificación y los procedimientos de extradición. En 1923 se crea la Comisión Internacional de Policía Criminal (ICPC), con sede en Viena (Austria), por iniciativa del Dr Johannes Schober, presidente de la Policía de Viena. Ese mismo año 1923 por primera vez se publican en el diario de seguridad pública internacional de INTERPOL notificaciones sobre personas buscadas. En 1925, la Asamblea General, reunida en Alemania (Berlín), propone que cada país establezca un punto de contacto central en el marco de su estructura policial, lo que sería el precursor de la Oficina Central Nacional (OCN). En 1932 muere el doctor Schober, por lo que se pone en marcha la creación del puesto de Secretario General. El primero en ocupar tal cargo será el austriaco Michael Skubl, Comisionado de la Policía de su país. En 1938, los nazis deponen al Secretario General y toman el control de la organización. La mayoría de los países dejan de participar de manera efectiva y el ICPC deja de existir como organización internacional. En 1946, Bélgica lidera la reconstrucción de la organización después del final de la Segunda Guerra Mundial. Un nuevo cuartel general fue establecido en París, donde se llevó a cabo un proceso democrático para elegir al Presidente y al Comité Ejecutivo. Tras la aprobación de un Estatuto modernizado, la CIPC pasa a ser la Organización Internacional de Policía Criminal-INTERPOL, más brevemente OIPC-INTERPOL o INTERPOL. La Organización adquiere autonomía mediante el cobro de contribuciones a los países miembros y las inversiones como principales medios de financiación. En 1963, se lleva a cabo la primera conferencia regional celebrada en Monrovia, Liberia. En 1971, las Naciones Unidas reconoce a la Interpol como una organización intergubernamental. 1982 Se crea un órgano independiente encargado de velar por el respeto de las normas internas de INTERPOL en materia de protección de datos. 1989 INTERPOL traslada su Secretaría General a Lyon (Francia). En 2003 el órgano independiente encargado de velar por el respeto de las normas internas de INTERPOL en materia de protección de datos se convierte en la Comisión de Control de los Ficheros de INTERPOL. En 1998 Se crea la base de datos del Sistema de Información Criminal de INTERPOL (SICI). 2002 Se pone en funcionamiento el sistema de comunicación I-24/7, basado en Internet, que mejora considerablemente el acceso de las OCN a las bases de datos y los servicios de INTERPOL. Canadá será el primer país en conectarse al sistema. También se pone en marcha la base de datos sobre documentos de viaje robados y perdidos. 2003 Inauguración oficial en la Secretaría General del Centro de Mando y Coordinación, que permite a la Organización estar en funcionamiento 24 horas al día y siete días a la semana. 2004 Interpol inaugura la oficina de enlace con las Naciones Unidas en Nueva York y el primer Representante Especial fue nombrado en el año. 2009 Apertura oficial, en Bruselas, de la Oficina del Representante Especial ante la Unión Europea. 2015 Inauguración oficial en Singapur del Complejo Mundial de INTERPOL para la Innovación.  El cual trabaja para combatir la ciberdelincuencia y ayudar a la policía en todo el mundo a través de la innovación y la formación a hacer frente a las amenazas emergentes.
Un día como hoy 16 de Noviembre de 1945 en Londres se crea la Unesco. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) es un organismo especializado del Sistema de las Naciones Unidas (ONU). La UNESCO obra por crear condiciones propicias para un diálogo entre las civilizaciones, las culturas y los pueblos, fundado en el respeto de los valores comunes. Asimismo, contribuye a la conservación de la paz y a la seguridad mundial, mediante la promoción de la cooperación entre las naciones a través de la educación, la ciencia, la cultura, la comunicación y la información. La Organización cuenta con 195 Estados Miembros y 9 Miembros Asociados. Estos últimos son territorios o grupos de territorios que no asumen por sí mismos la conducción de sus relaciones exteriores. La UNESCO tiene sede en París. La Organización cuenta también con más de 50 oficinas fuera de la Sede. La UNESCO nació de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial cuando, un día como hoy 16 de Noviembre de 1945, se celebró en Londres, justo al concluir la guerra, una conferencia de las Naciones Unidas para establecer una organización educativa y cultural. El evento reunió a representantes de 37 Estados, con el impulso de Francia y del Reino Unido (dos naciones muy afectadas por el conflicto), los delegados decidieron crear una organización destinada a instituir una verdadera cultura de paz con la finalidad de fortalecer la solidaridad intelectual y moral de la humanidad e impedir una nueva guerra mundial. Al final de la conferencia, los 37 Estados firmaron la Constitución que marcó el origen de la UNESCO. El documento entró en vigor en noviembre de 1946, tras ser ratificado por 20 países signatarios. En 1958 se inaugura en París el edificio de la Sede permanente de la UNESCO, proyectado por los arquitectos Marcel breuer (EE.UU.), Pier-Luigi Nervi (Italia) y Bernard Zehrfuss (Francia).

Un día como hoy 16 de Noviembre de 1989  tropas de las Fuerzas Armadas de El Salvador asesinan a seis jesuitas y dos empleadas domésticas. Ocho personas fueron asesinadas por tropas de gobierno un día como hoy 16 de noviembre de 1989, en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), dentro del contexto de la ofensiva Hasta el Tope”, lanzada por el FMLN durante la presidencia de Alfredo Felix Cristiani Burkard. Los autores simularon que los crímenes habían sido cometidos por la guerrilla. Las víctimas fueron: Ignacio Ellacuría S. J., español, rector de la universidad; Ignacio Martín-Baró S. J., español, vicerrector académico; Segundo Montes S. J., español, director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA; Juan Ramón Moreno S. J., español, director de la Biblioteca de teología; Amando López S. J., español, profesor de filosofía; Joaquín López y López S. J., salvadoreño, fundador de la universidad y estrecho colaborador; Elba Ramos, salvadoreña, empleada doméstica; Celina Ramos, salvadoreña, empleada doméstica. Algunos curas jesuitas eran líderes en El Salvador de la Teología de la Liberación, por lo que eran percibidos como aliados de la guerrilla izquierdista del FMLN. El asesinato de los jesuitas causó una ola de indignación en todo el mundo, y aumentó las presiones de la comunidad internacional para que el gobierno y la guerrilla aceleraran el diálogo para poner fin al conflicto bélico de El Salvador. Un ex miembro del Ejército salvadoreño incriminó al expresidente de El Salvador, Alfredo Cristiani, en la matanza de los sacerdotes jesuitas y sus dos empleadas, ocurrida en 1989. La Audiencia Nacional de España anunció en el año 2009 que investigaría el asesinato de los jesuitas, cinco de ellos españoles. La Audiencia dio trámite a una querella presentada en noviembre de 2008 por la Asociación Pro Derechos Humanos de España, que acusaba a 14 militares salvadoreños de ser los autores de la masacre. La acusación, además, incluía a Alfredo Cristiani, quien era presidente de la República y Comandante General de las Fuerzas Armadas al momento del hecho.

2 comentarios:

  1. ¡Muy interesante! Sobre la situación crítica de Atahualpa, realmente me transporte a ese momento histórico. Marco Gudiño Mejía.

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  2. muy bueno sobre atahualpa....pero los indigenas eran tan inocentes.......

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