martes, 17 de noviembre de 2015

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 17 de noviembre

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 17 de Noviembre de 1831 Ecuador y Venezuela se separan de la Gran Colombia. Un día como hoy 17 de noviembre de 1831, Venezuela, junto con Ecuador, determinó separarse de la Gran Colombia, ante las diferencias y disputas políticas existentes entre partidarios del federalismo y el centralismo, que hicieron insostenible el proyecto político del Libertador, Simón Bolívar, todo ello aunado a las tensiones regionales entre los pueblos que habían integrado la República. La Gran Colombia fue un Estado suramericano creado en 1821 por el Congreso reunido en la ciudad de Cúcuta, y existió jurídicamente entre 1821 y 1831, formada mediante la unión de las anteriores entidades coloniales del Virreinato de la Nueva Granada, la Capitanía General de Venezuela y la Presidencia de Quito, al igual que la Provincia Libre de Guayaquil. Su superficie correspondía a los territorios de las actuales repúblicas de Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela (incluyendo la Guayana Esequiba), así como otros territorios que posteriormente pasaron a Brasil, Perú y Nicaragua por acuerdos internacionales celebrados entre estos países y las repúblicas surgidas de la disolución grancolombiana. Si bien la Gran Colombia fue creada mediante la Ley Fundamental de la República de Colombia expedida durante el Congreso de Angostura (1819), el Estado como fruto de la unión de dichos pueblos no vio la luz hasta el Congreso de Cúcuta (1821), donde se redactó la Constitución con la cual se implementó y reglamentó su creación. Después de perderse la Segunda República de Venezuela, Simón Bolívar reflexionó sobre la causa de los fracasos previos, la situación internacional y la forma de lograr la independencia suramericana. Convencido de que para alcanzar la independencia definitiva los españoles debían ser derrotados totalmente, concibió la necesidad de unificar los esfuerzos hasta entonces descoordinados y dispersos de los caudillos regionales bajo un mando único, y la creación de una república grande y fuerte que pudiera desafiar las pretensiones de cualquier potencia imperial. Ya en 1815, en la isla de Jamaica, Bolívar había expuesto la idea de Colombia como un país que debía hacerse realidad, con un gobierno centralizado capaz de coordinar las acciones necesarias para resguardar las fronteras y aglutinar a los distintos pueblos de la América hispana como garantía de la independencia. Tal proyecto había sido previamente ideado por Francisco de Miranda, y Bolívar lo reanimó en sus primeros contactos con El Precursor en Londres, empeñándose en llevarlo a cabo contra viento y marea. Bolívar debió lidiar durante su gesta libertadora con personajes que habían ganado su generalato a través de la acción, pero que acabaron aceptando la Jefatura Suprema de Bolívar como un mal necesario para poder derrotar a los españoles hasta que a la larga su liderazgo fue indiscutido. La resistencia de España en el continente terminó en Perú con la Batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824. Todo el poderío español en el Virreinato de Nueva Granada y en Perú, quedó hundido bajo los golpes de tres hombres: Bolívar, Miranda y Sucre. Sin embargo, la unión política de los territorios del antiguo Virreinato no pudo sostenerse en el tiempo, pues la oposición al gobierno de Bolívar fue, en general, secesionista. En 1830 Venezuela y Ecuador declararon su independencia de la República de Colombia, quedando finalmente disuelta la Gran Colombia en 1831, dando nacimiento de tres entidades estatales distintas: Nueva Granada, Ecuador y Venezuela. La secesión venezolana fue dirigida por el General José Antonio Páez (1790-1875), quien ya había combatido bajo las órdenes de Bolívar y poseía desde entonces el virtual control de la parte venezolana de la república, que mantendría gobernando intermitentemente hasta 1863.
Un día como hoy 17 de Noviembre de 1869 en Egipto se inaugura el Canal de Suez, que une el mar Mediterráneo con el Mar Rojo. El famoso Canal de Suez, una vía artificial de navegación con una longitud de 163 Kilómetros por 300 mteros de ancho, que une el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo a través de la península del Sinaí en territorio egipcio, fue inaugurado oficialmente un día como hoy 17 de noviembre de 1869. Esto hizo posible permitir un tránsito marítimo directo entre Europa y Asia, eliminando la necesidad de rodear toda África como venía siendo habitual hasta entonces, lo que impulsó un gran crecimiento en el comercio entre los dos continentes. Siempre existió un gran interés a lo largo de la historia en conectar tanto el río Nilo en Egipto como el Mediterráneo con el Mar Rojo. De hecho, los historiadores han confirmado que el primer Canal construido en esa área se localizó entre el delta del río Nilo y el Mar Rojo sobre el siglo XIII a.C. Los faraones fueron los primeros en diseñar obras de ingeniería tales como el canal de los Faraones. Estos primeros pasos estuvieron encaminados en unir el río Nilo con el mar Rojo. Durante los 1.000 años siguientes a su construcción, el Canal original fue abandonado y su utilización se detuvo finalmente en el siglo VIII. Los primeros intentos modernos para construir un Canal llegó a finales del 1700, cuando Napoleón Bonaparte llevó a cabo una expedición a Egipto. El militar y gobernante francés pensó que la construcción de un canal controlado por Francia en el Istmo de Suez podría causar daños importantes en el comercio a los británicos, ya que tendrían que pagar cuotas a Francia por la utilización del Canal, o bien rodear toda África para poder dirigirse hacia Asia, lo que suponía un gasto económico y de tiempo para el Imperio Británico muy cuantioso. Las obras de excavación del canal se iniciaron oficialmente el 10 de abril de 1859 promovidas por el francés Ferdinand de Lesseps, autorizado por las autoridades egipcias de la época. Fue inaugurado en 1869. En el momento fue realizada una de las más grandes obras de la ingeniería del mundo por decenas de miles de campesinos humildes (fellahs) llevados por la fuerza desde todas las regiones de Egipto. Al principio no se disponía de maquinaria y todo tenía que hacerse a mano en un clima malsano. Según cifras oficiales, murieron 20.000 trabajadores. Estimaciones más realistas fijan la cifra en 125.000 trabajadores muertos. El trabajo se aceleró después de la introducción de las dragas de cangilones. La construcción del canal de Suez marcó un hito en la historia de la tecnología ya que, por primera vez, se emplearon máquinas de excavación especialmente diseñadas para estas obras, con rendimientos desconocidos hasta esa época. En algo más de dos años se excavaron más de 50 millones de metros cúbicos, de los 75 millones del total de la obra. El 17 de febrero de 1867 un primer barco atravesó el canal, aunque la inauguración oficial se realizó un día como hoy 17 de noviembre de 1869 con la presencia de la emperatriz Eugenia de Montijo. En 1875 el Pachá de Egipto, a causa de la deuda externa del país, puso a la venta su parte de las acciones del canal. En una rápida maniobra, el Primer ministro del Reino Unido, a la sazón Benjamin Disraeli, convenció a la Reina Victoria de la necesidad de comprarlas para tomar el control sobre la ruta hacia la India Británica, la colonia más rica del Reino Unido. Un enviado de Disraeli consiguió un cuantioso préstamo de parte de la Casa banquera Rothschild, y de esta manera el Reino Unido se aseguró el dominio del canal. El Tratado de Constantinopla de 1888 declaró el canal zona neutral bajo protección británica. Al ratificar este tratado, el Imperio otomano accedió a permitir la navegación internacional de forma libre a través del canal, tanto en tiempos de paz como de guerra. Un gran beneficiado por la construcción de este canal fue España, para llegar más rápidamente por barco a Filipina. El 26 de julio de 1956 el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser decidió nacionalizar el canal con el objetivo de facilitar la financiación de la construcción de la presa de Asuán y como respuesta a la negativa de Estados Unidos y Reino Unido a financiar dicha obra. La medida fue recibida con indignación por Francia y el Reino Unido, principales accionistas del canal de Suez y máximos beneficiarios del petróleo que circulaba por él. El 29 de octubre de ese mismo año, realizaron una desastrosa invasión de la zona junto a tropas de Israel. Egipto, como represalia, hundió cuarenta barcos en el canal, provocando el bloqueo total del mismo. A principios de 1957, tras la intervención de la ONU, se completó la retirada de las potencias europeas e Israel. El canal se reabrió en el mismo año. Desde entonces el canal fue administrado por Nasser hasta un nuevo bloqueo en 1967, dentro de las hostilidades entre Egipto e Israel en la guerra de los Seis Días. El cierre se produjo, como en 1956, por el bloqueo provocado por el hundimiento de varios barcos dentro del canal. Se reabrió en junio de 1975, permaneciendo desde entonces abierto al tráfico internacional.
Un día como hoy 17 de Noviembre de 1903 en la URSS, el Partido Comunista se divide en mencheviques (‘minoría’) y bolcheviques (‘mayoría’). Los bolcheviques (del ruso Большевик, Bolshevik o Bolševik, "miembro de la mayoría" eran un grupo político radicalizado dentro del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, dirigido por Vladímir Ilich Uliánov, también conocido como Lenin, contrapuesto a los mencheviques, dirigidos por Julius Martov. Polémica en 1903. La división se produjo en el Segundo Congreso del partido, celebrado en Bruselas y Londres en 1903. Las tesis propuestas por Lenin fueron: 1. La lucha por la dictadura del proletariado como instrumento necesario de la revolución para avanzar hacia el socialismo. 2. La alianza de la clase obrera con el campesinado para derribar la autocracia rusa, llevar a término los objetivos democráticos de la revolución y enfrentar las vacilaciones y traiciones de la burguesía. 3. La liquidación de los latifundios terratenientes y la entrega de la tierra a los campesinos. 4. El reconocimiento del derecho a la autodeterminación de las naciones oprimidas por Rusia. 5. La condición de pertenecer a una organización del partido para ser considerado miembro de él. 6. La necesidad de construir un partido cuya organización interna se basara en el "centralismo democrático", con militantes profesionales, que garantizasen la homogeneidad ideológica y la capacidad de organización, quienes debían portar como programa revolucionario que el proletariado conquistara el poder político (dictadura del proletariado), para llevar a cabo la revolución. Debido a la diversidad de los temas debatidos, las votaciones fluctuaron en favor o en contra de las propuestas de Lenin. Fue aprobado un programa mínimo contra la autocracia y un programa máximo hacia el socialismo con los puntos de vista leninistas, excepto en lo que se refiere al tema de tierras, pues se exigía únicamente la devolución de las tierras arrebatadas por los terratenientes a los campesinos. En los temas organizativos fueron aprobadas las propuestas de Martov; sin embargo, en la fase final del congreso, cuando iban a elegirse la dirección del partido, la correlación de fuerzas se invirtió de nuevo debido al retiro de algunos delegados, a quienes el congreso negó propuestas de su interés. Los motes de bolchevique "la mayoría" y menchevique, "la minoría", proviene del resultado de la elección del Comité Central y del Comité de Redacción del periódico Iskra, que sin embargo poco después del congreso quedó en manos de los mencheviques. Menchevique. Los mencheviques (en ruso Меньшевики, mensheviki, "miembro de la minoría" eran la facción moderada del movimiento revolucionario ruso que emergió un día como hoy 17 de noviembre de 1903 tras la disputa entre Vladimir Lenin y Julius Martov, ambos miembros del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. Los mencheviques, encabezados por Julius Martov, sostenían que no había que exigir pertenecer a una de las organizaciones de base del partido como condición para ser reconocido como miembro de él; pensaban que era preferible contar con una base partidaria amplia, a diferencia del modelo de partido único de "vanguardia del proletariado" que proponía Lenin. Consideraban que en Rusia debía cumplirse en primer lugar una revolución burguesa durante la cual al partido obrero le correspondería ser el ala izquierda. En una línea socialdemócrata, planteaban la instauración de una democracia representativa manteniendo la estructura de producción capitalista. Si bien la posición organizativa de Martov sobre el partido contó con el apoyo mayoritario de los delegados presentes en el congreso, inmediatamente se halló en minoría a la hora de elegir el comité directivo, debido a que algunos delegados se retiraron del congreso porque éste no aceptó ciertas propuestas de su interés; el mote de mencheviques, "la minoría", proviene de ello. Pese al descenso, los mencheviques se mantuvieron formalmente dentro del partido y fueron muy activos en la organización de los soviets durante la Revolución de 1905; sin embargo, tras el fracaso de ésta abandonaron la idea de la lucha armada, se centraron en tratar de formar un partido legal y abogaron por una liquidación progresiva del zarismo hacia una revolución burguesa, en la que el tercer estado compartiera el poder. Su separación del partido se hizo definitiva en 1912. 
Un día como hoy 17 de Noviembre de 1962 en Washington, D. C. (capital de Estados Unidos), el presidente John F. Kennedy inaugura el Aeropuerto Internacional Dulles. El Aeropuerto Internacional de Washington Dulles Código IATA: IAD; Código OACI: KIAD, se localiza a una distancia de aproximadamente 32 kms. al oeste del centro de la ciudad, en el Estado de Virginia, y es uno de los más importantes del país. Debe su nombre en honor a John Foster Dulles, Secretario de Estado de Estados Unidos bajo el mandato de Dwight D. Eisenhower. Es la base de operaciones de la compañía United Airlines, es uno de los aeropuertos más modernos y cada año circulan por el mismo más de 30 millones de pasajeros. Diariamente operan en este aeropuerto más de 2000 vuelos. Al final de la Segunda Guerra Mundial la aviación y la población del área metropolitana de Washington crecieron, lo que llevó al Congreso de los Estados Unidos a aprobar el Acta del Aeropuerto de Washington de 1950, que daba apoyo federal a un segundo aeropuerto. Después de algunas propuestas iniciales que fracasaron, incluyendo la de crear un aeropuerto internacional en lo que es hoy el parque de Burke Lake, el lugar actual fue elegido por el presidente Dwight Eisenhower en 1958. Como consecuencia de ello, la población de Willard fue expulsada de sus granjas, sus tiendas, sus iglesias y sus hogares. El aeropuerto originalmente se pretendió que se llamara "Aeropuerto Internacional de Chantilly", pero debido a una letra algo sugerente de J.P. Richardson (The Big Bopper) de 1958 Chantilly Lace, el aeropuerto fue bautizado como Dulles. La firma de ingeniería civil Ammann and Whitney fue elegida como contratistas generales. El aeropuerto fue inaugurado por el presidente John F. Kennedy un día como hoy l 17 de noviembre de 1962. La terminal principal fue diseñada por el gran arquitecto finés Eero Saarinen y está muy bien considerada por su bello y sugerente vuelo. De hecho, la terminal del Aeropuerto Internacional de Taiwán Taoyuan en Taipéi se inspiró en la terminal de Saarinen en Dulles. Dulles fue el primer aeropuerto del mundo diseñado específicamente para aviones de reacción, y muchos de sus elementos arquitectónicos fueron pioneros en su tiempo. Las salas de embarque móviles que llevaban a los pasajeros desde el avión a la terminal se consideraron para el futuro, aunque esta innovación no se exportó a demasiados aeropuertos del mundo. Las autoridades han planeado retirar las salas de espera móviles en favor de una cinta transportadora subterránea y pasillos (lo que actualmente funciona en la explanada B) como parte de un gran sistema de ingeniería que también añadirá una explanada a la terminal principal y construirá una nueva pista. Otras innovaciones, como terminales en medio de las pistas y pistas extra largas, se diseñaron para su futuro uso como base espacial. Aunque se diseñó para aviones de reacción, el primer vuelo que llegó fue un avión Super Electra de turbopropulsión de la compañía Eastern Air Lines procedente del aeropuerto del Aeropuerto Internacional Libertad de Newark en Nueva Jersey. La era de los jumbos en la aviación internacional empezó el 15 de enero de 1970 cuando la Primera Dama estadounidense Pat Nixon bautizó un Boeing 747 de Pan Am en presencia del presidente de Pan Am Najeeb Halaby. En vez de la típica rotura de una botella de cava se lanzó agua de color rojo, blanco y azul al avión. Este primer vuelo de un Boeing 747 de Pan Am fue desde Dulles al Aeropuerto Internacional de Heathrow de Londres. Otro hito en la historia de la aviación tuvo lugar el 24 de mayo de 1976 cuando el primer vuelo supersónico unió Dulles con Europa. Un Concorde de British Airways voló desde Londres y un Concorde de Air France llegó desde París. La lustrosa aeronave se alineó en Dulles para hacerse una fotografía de lado a lado. El 13 de junio de 1983, el Space Shuttle Enterprise 'aterrizó' en Dulles encima de un Boeing 747 modificado después de completar una gira europea y antes de volver a Edwards AFB. En 1985, el Enterprise fue colocado en un hangar cerca de la Pista 12/30 pendiente de la construcción del Steven F. Udvar-Hazy Center. Durante los años 1980 una resolución del Senado de EE. UU. para cambiar el nombre de Washington-Dulles a Washington-Eisenhower fue desestimada, en gran parte debido a los esfuerzos de la familia Dulles y la creciente preocupación del gran gasto que se necesitaría para cambiar las señales de tráfico para los vehículos del aeropuerto. Cuando se retiró el SR-71 por parte del ejército en 1990, se realizó un vuelo desde su lugar de nacimiento en la Planta 42 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en Palmdale (California) hasta Dulles donde fue apartado a un hangar especial pendiente de la construcción del Steven F. Udvar-Hazy Center, estableciendo un récord de velocidad costa a costa de 3418 km/h. El viaje completo duró 64 minutos. El vuelo inaugural del Boeing 777 en servicio comercial, un vuelo de United Airlines desde el aeropuerto de Londres-Heathrow, aterrizó en Dulles en 1995. En diciembre de 2003, el Museo Nacional del Aire y el Espacio de EE. UU. abrió el Steven F. Udvar-Hazy Center en Dulles. Los anexos al museo albergan un Concorde de Air France, el Enola Gay B-29, el Space Shuttle Enterprise, el Boeing 367-80, que fue el prototipo del Boeing 707 y otros vehículos aeroespaciales famosos, particularmente los que son demasiado grandes para el edificio del National Mall.
Un día como hoy 17 de Noviembre de 1970 en Estados Unidos, Douglas Engelbart patenta el primer ratón de computadora. Douglas Carl Engelbart nació en Portland, Oregón, el 30 de enero de 1925 falleciendo en Atherton, California, el 2 de julio de 2013, fue un inventor estadounidense, descendiente de noruegos. Es conocido por inventar el ratón, y fue un pionero de la interacción humana con las computadoras, incluyendo el hipertexto y las computadoras en red. Su visión sirvió para que los ingenieros de Xerox PARC llegaran finalmente a un mejor diseño del mouse, empleado por la Xerox Alto, la primera computadora personal con interfaz gráfica. Engelbart recibió un título de grado en ingeniería eléctrica de la Oregon State University en 1948, un título de grado en ingeniería de la Universidad de Berkeley en 1952 y un doctorado de UC Berkeley en 1955. En otoño de 1968, en una conferencia de expertos en informática, Doug Engelbart hizo una presentación que duró 90 minutos. Además de hacer la primera demostración pública del ratón, incluyó una conexión en pantalla con su centro de investigación, es decir, fue la primera vídeo-conferencia de la historia y es recordada con el título de «la madre de todas las demos». Doctorado por Berkley, entró en el Instituto de Desarrollo en Stanford, donde trabajó en el desarrollo de dispositivos informáticos y obtuvo numerosas patentes como la 3.541.541, obtenida un día como hoy 17 de noviembre de 1970 que describía un dispositivo capaz de proporcionar la posición X e Y de un cursor que señalaría elementos en una pantalla, lo que hoy conocemos y usamos como ratón. El primer ratón, construido por el propio Engelbart a partir de un bloque de madera, tenía el botón (un pulsador hecho con una moneda de cinco centavos). La primera demostración del aparato fue en diciembre de 1968, en la Fall Joint Computer Conference de San Francisco. Hasta que apareciera la primera aplicación comercial pasaron 13 años. En 1981, las experiencias iniciadas en el Alto dieron como resultado el Star 8010, y tres años después aparecieron ordenadores como el Amiga de Commodore y el Atari ST, que convirtieron el uso del ratón en algo cotidiano. Además fue el primero en dividir la pantalla en ventanas, en proponer un sistema de hipertexto, en la edición bidimensional, en programación orientada a objetos, en mensajería hipermedia integrada, en teleconferencias asistidas por ordenador y en muchas otras cosas más.
Un día como hoy 17 de Noviembre de 1970 en Estados Unidos —en el marco de la Guerra de Vietnam— el teniente William Calley va a juicio por haber ordenado la masacre de Mi Lai (16 de marzo de 1968). Según el informe del ejército, tras haber encontrado sólo 3 armas habían fusilado a 90 vietcong civiles y 30 vietcong no civiles, pero según otro informe habían violado y asesinado a 504 mujeres, niños y ancianos. Calley recibirá 3 años de arresto domiciliario y será amnistiado por el presidente Nixon.
Un día como hoy 17 de Noviembre de 1973 en Orlando, Florida —en el marco del escándalo Watergate— el presidente Richard Nixon declara ante 400 periodistas de Associated Press: "I´m not a crook" (No soy un sinvergüenza). Finalmente será descubierto, lo que lo obliga a renunciar a la presidencia del país. El 8 de agosto de 1974 el presidente Richard Nixon declaró por televisión que dimitiría a media mañana del día siguiente. Su discurso de retirada lo siguieron por TV 130 millones de americanos, cinco millones más de los que vieron a Armstrong pisar la luna el 20 de julio de 1969. Se cumplen ahora 40 años. El mismo 9 de agosto, el Post publicaba un cuadernillo especial de 22 páginas sobre los años de Nixon. Como dijo Katharine Graham, presidenta de la empresa The Washington Post Company: ”Todo parecía bastante irreal. Después de largos meses, que se habían convertido en años, era extraño presenciar algo que ninguno había imaginado. Había ocurrido una especie de milagro: este país iba a cambiar de presidente de forma totalmente democrática, con arreglo a un mecanismo creado dos siglos antes para una situación sin precedentes”. Sigue siendo un misterio si los protagonistas del Watergate fueron autorizados por Nixon para colocar micrófonos ocultos en la sede demócrata. Era claro que Nixon iba lanzado hacia una victoria aplastante sobre su rival demócrata. De hecho, el 7 de noviembre de 1972 ganó a McGovern en 49 de los 50 estados de EE.UU, obteniendo 47.168.710 votos populares, que equivalían al 60,67 % de los sufragios emitidos; McGovern logró tan solo el 37,52 % de los sufragios. Carecía de sentido que un presidente virtualmente reelegido autorizara una operación con pocas ganancias y llena de riesgos. Tampoco están claras las razones por las que iba a mezclarse Nixon en el encubrimiento. Las conversaciones con sus colaboradores en las cintas hechas públicas no eran definitivas, aunque fueran de hecho el detonante final de su dimisión. La certeza llegaría años después, en un comentario hecho el 13 de abril de 1977, cuando David Frost, en su explosiva entrevista televisiva, le sacó lo siguiente: “Defraudé al pueblo americano y tengo que llevar esa carga el resto de mi vida“. Aunque probablemente el error viene de más lejos. En concreto de la rueda de prensa de un día como hoy 17 de noviembre de 1973 sobre el Watergate cuando declaró “I am not a crook” (No soy un delincuente). Esas palabras, dichas por un presidente, convertían en posible lo que antes de pronunciarlas resultaba inconcebible para el pueblo. Por lo demás, es curioso que la idea de grabar sus conversaciones en el Despacho Oval –que, a la postre, lo llevarían al desastre- la tomara de John Kennedy. Aunque con una diferencia catastrófica. Nixon instaló un mecanismo que se activaba con la voz, lo que eliminaba el carácter selectivo: se grababa todo. Kennedy, y también Johnson, instalaron un sistema que exigía el consciente procedimiento de accionar una palanca. Cuarenta años después, sorprende la diferencia entre el voto popular que lo rechaza frontalmente y los juicios- más ponderados- de algunos analistas y políticos. Cuando dimitió de la presidencia, su popularidad estaba por los suelos : un 24%, según Gallup. En 2010 –no hay encuestas fiables después – su popularidad (29%) seguía bajo mínimos. Sin embargo Larry Speakes, que trabajó en la Oficina de Prensa con Nixon, Ford y Reagan, que estaba en Washington durante las presidencias de Johnson y Carter, y que había analizado con atención la presidencia Kennedy, coloca a Richard Nixon después de Reagan, y antes que Kennedy, Johnson o Ford en su escala de mejores presidentes. Helmut Schmidt, el ex primer ministro alemán, desliza esta observación en sus memorias: “Cuando se habla en Europa de Richard M. Nixon, todo el mundo piensa, automáticamente, en el escándalo Watergate; el nombre de Nixon causa incomodidad. Yo he percibido eso con frecuencia al calificarle, por pura convicción, de gran estratega“. Y Stanley Kutler, emérito de la Universidad Wisconsin Madison, -parte demandante contra Nixon para obtener la liberación de las grabaciones letales y autor de varios libros sobre el Watergate-, acaba de calificarlo como la "figura más influyente de Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial". Para él, nada sospechoso de partidismo, el impacto de Nixon es evidente en gran parte de la vida pública de Estados Unidos. El presidente del Watergate, concluye, “todavía importa”. ¿Por qué? La principal razón -contra lo que pueda creerse- es que Nixon se alinea entre los llamados presidentes de Tercera Vía. Es decir, presidentes que tienden a apoderarse de la agenda política de sus adversarios. Eso les lleva a ser detestados por la oposición (pasó también con Bill Clinton y Woodrow Wilson) y a no ser demasiado amados por sus propios partidarios, pero suelen tener éxito y son reelegidos. Repárese en que Nixon prácticamente acabó con la pesadilla de Vietnam, que había destruido la presidencia de Johnson. Contra toda lógica, con una política brillante, inició la apertura a China –de la que todavía Occidente sigue cosechando frutos- y mantuvo el equilibrio en las relaciones soviético-estadounidenses. Desde luego, su frialdad, su carácter intrigante y su tendencia a la soledad le ganaron enemigos políticos y mediáticos que acabaron con su vida política. Probablemente porque “nunca aprendió la diferencia entre ser un buen congresista y ser un buen presidente”. El caso es que con él se acrecentó como nunca la guerra partidista, con su pirotecnia de culebrones políticos. Una especie de enfermedad letal que ha estado a punto de acabar con varias presidencias. Baste decir que su Watergate es el modelo del que han ido tomando nombre los posteriores escándalos políticos: el “Irangate” de Reagan, el “Sexgate” de Clinton o el “Irakgate” de Bush Jr. El final será patético, aunque no exento de grandeza. Un Nixon destruido, libera al país de la amenaza de una división traumática y al partido republicano de la carga de su defensa. El discurso de dimisión será el de un luchador que lamenta abandonar el combate “antes de su fin”. Luego, al pedir perdón por sus posibles errores, los justificará –con cierta doblez- diciendo que hizo lo que creía “eran los intereses profundos de la nación”. Su legado: un mundo “más seguro, no solo para el pueblo americano sino también para los pueblos de todos los países”. Al acabar el discurso, Kissinger le felicitará: “Señor Presidente, este discurso ocupará un lugar destacado entre los más grandes de la historia“. Nixon respondió dubitativo: “Henry, eso dependerá de quien escriba la historia”.
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Un día como hoy 17 de Noviembre de 1989 en Praga, Checoslovaquia comienza la Revolución de Terciopelo, donde se reúne cerca de medio millón de personas pidiendo la democracia. La revolución de terciopelo, fue el movimiento pacífico por el cual el partido comunista de Checoslovaquia perdió el monopolio del poder político en 1989. Como consecuencia se desarrolló un régimen parlamentario en el contexto de un Estado de Derecho y un sistema económico que había iniciado ya su transición al capitalismo. En 1989, un movimiento pacífico logró hacer perder el monopolio del poder político al Partido comunista en la entonces Checoslovaquia. Por eso se le llama la Revolución de Terciopelo. Miles de universitarios se manifestaron pacíficamente en Praga para conmemorar el día de los estudiantes. La brutal represión del régimen de Gustav Husák contra los jóvenes, desencadenó importantes protestas. Como su propio nombre indica, la Revolución de Terciopelo transcurrió de forma tan suave y elegante como este material, sin víctimas humanas que lamentar y sin más violencia que la del primer día. Aunque quizá un nombre más apropiado podría ser Revolución Relámpago. Desde la manifestación un día como hoy 17 de noviembre, que desencadenó los acontecimientos, hasta el 29 de diciembre, cuando el hasta entonces disidente Václav Havel fue nombrado presidente, transcurrieron tan solo siete semanas. Esta rápida caída del régimen se explica por la debilidad súbita e incluso sorprendente del Partido Comunista Checoslovaco, que tras más de 40 años de poder ininterrumpido se veía ahora completamente aislado internacionalmente, y en la extraña vicisitud de tener que entregar el poder a una oposición inofensiva y políticamente inexperta. El lunes 20 de Noviembre la mayor parte de las universidades checas se declararon en huelga y esa misma noche se llegó a grandes concentraciones ciudadanas en todo el país, la mayor en la plaza de Venceslao de Praga, donde se dieron cita unas cien mil personas. El clima social era explosivo. Al día siguiente las manifestaciones se repitieron y el número de congregados en la plaza de Venceslao se dobló. Representantes del Foro Cívico, entre ellos su figura más prominente, Václav Havel, se dirigieron en persona a los doscientos mil presentes desde el balcón de la editorial Melantrich. Los presentes agitaban llaves en señal de protesta contra el régimen, símbolo que se repetiría en los días posteriores. La Revolución de Terciopelo había comenzado. Era tarde para el Gobierno organizar contramanifestaciones que igualaran lo que había conseguido la oposición. Si bien es cierto que los sucesos de un día como hoy 17 de noviembre de 1989 fueron la gota que colmó el vaso para esa parte de la población que permanecía descontenta pero calmada, el proceso de caída del Comunismo ya se había iniciado antes, y el cambio de sistema habría pasado tarde o temprano, señala Jiří Suk. “Ese 17 de noviembre nadie esperaba que pasara nada, ya que se trataba de una manifestación autorizada. Pero se estaba preparando la manifestación del 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos, y se consideraba otra para el aniversario de la muerte de Jan Palach. Así que las manifestaciones habrían continuado, y creo que, en el contexto de Europa Oriental y de todo el bloque soviético en general, se habría llegado a un enfrentamiento con el régimen. Pero por supuesto se puede pensar que ninguna de estas manifestaciones habría provocado la caída del Comunismo. En ese caso el régimen se habría transformado solo, como sucedió en Bulgaria”. De esta forma, Václav Havel, que de otra manera podría haber sido tan solo un dramaturgo desconocido para el gran público, era ya en 1989 un rostro familiar, no solo para la sociedad checoslovaca sino para el mundo en general. Un logro que hay que agradecer sobre todo a los intentos del régimen para desacreditarlo. “Václav Havel era el disidente checoslovaco más conocido y se había situado ya como el centro de la oposición antes del 17 de noviembre. El régimen lo consideraba el abanderado de los que querían imponer el capitalismo en el país. Havel fue encarcelado junto con otros disidentes tras las manifestaciones en recuerdo de Palach que tuvieron lugar en enero de ese año. Esto provocó una inmensa ola de solidaridad en todo el mundo. Enviaban telegramas al Gobierno checoslovaco escritores, personalidades, gobiernos y representantes políticos incluso del Bloque del Este”. El liderazgo de Havel surgió así de forma natural, hecho que marcaría todo el proceso de transición. La oposición contaba con un rostro carismático que le daba unidad y le otorgaba mayor firmeza en las negociaciones. “Václav Havel se convirtió en una especie de político sin partido, un líder de la oposición sin oposición política como tal. Y esto sucedió antes del surgimiento del Foro Cívico. Podría decirse que Havel aprovechó la oportunidad en el momento en el que el régimen comenzaba a derrumbarse, y se puso al frente de la oposición. En parte porque era eso lo que se esperaba de él”. Václav Havel, que además era una persona astuta y de grandes capacidades organizativas, se convirtió así en un as en la mano de la disidencia. En el juego de naipes que siguió, el Partido Comunista se vio además con pocas cartas que aprovechar. Su única posibilidad de ganar fuerza era dividir al Foro Cívico y rebajar así su poder negociador, pero la política totalitaria que había empleado durante décadas jugaba ahora en su contra, subraya Jiří Suk. “El régimen intentó dividirlos, pero ya era entonces tan débil, y el Foro Cívico había cobrado tanta fuerza, que no pudo hacer nada. Trataron de hacerlo en sus negociaciones con Václav Havel, intentando hacer que su parte socialista se escindiera. Estamos hablando del club Renacimiento (Obroda), formado por antiguos comunistas reformistas de cuando la Primavera de Praga. El régimen ya no era suficientemente fuerte para negociar solo con ellos, pero sí para darles preferencia en la formación del nuevo Gobierno. Pero no fueron capaces, en parte porque hasta ese momento los consideraban su mayor enemigo”. Los comunistas tenían que capitular, y tenían que hacerlo ante el Foro Cívico, con el enemigo público número uno, Václav Havel, a la cabeza. No había otro remedio.

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