lunes, 9 de noviembre de 2015

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 9 de noviembre

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 9 de Noviembre de 1620 frente a las costas de Cape Cod, Massachusetts, los peregrinos a bordo del barco Mayflower ven tierra. Para referirse a la historia del Mayflower, habría que hablar de las diferencias entre los puritanos y la Iglesia anglicana recién fundada por Enrique VIII en Inglaterra. Los puritanos, que fueron los que partieron de Plymouth, aplicaban una filosofía aún más radical respecto a las leyes de la Iglesia anglicana, incluso con más fervor que los calvinistas. Primero hubo un intento de retirarse hacia Ámsterdam en los Países Bajos, pero no resultó del todo bien la decisión, y decidieron regresar a Southampton. Allí se les prometió tierra (no se sabe quién ni por qué) en Nueva Inglaterra y el 16 de septiembre de 1620 partirían hacia allí. Los peregrinos buscaban crear una nueva Jerusalén y purificar así la religión anglicana de los males que la aquejaban. La ruta inicial contemplaba realizarlo en dos barcos: el Mayflower junto con el Speedwell. El primer viaje partió desde Southampton, Inglaterra, en el Reino Unido, el 5 de agosto de 1620, pero el Speedwell sufrió una vía de agua y hubo de ser reparado en Darthmouth. En un segundo intento, el barco alcanzó mar abierto en el Océano Atlántico, pero una vez más se vio forzado a retornar. Tras una cierta reorganización, el viaje definitivo se hizo sólo en el Mayflower. Con 102 pasajeros a bordo, más el equipaje, cada familia se ubicó con sus pertenencias en un espacio bastante pequeño. En un determinado momento, la viga de soporte principal de la nave se rompió y fue reparada usando una barra de acero. El viaje duró 66 días, saliendo a principios de septiembre de 1620 de Plymouth, Inglaterra y llegando a América en noviembre de ese mismo año a lo que Peregrinos llamaron Plymouth, Nueva Inglaterra. Se encontraron con una tormenta en la mitad del océano y los mareos y los golpes ocasionados por el vaivén del barco fueron los principales problemas con los que se encontraron. Durante la travesía de poco más de dos meses, en la que sólo tocaron tierra una vez en Corwall para aprovisionarse de más agua, comieron básicamente avena, garbanzos, arroz, fríjoles, puerco y pescado. Todos eran alimentos que podían aguantar sin estropearse. Para beber tenían agua y también vino. Durante el viaje en el Mayflower fallecieron dos de los pasajeros, mientras que nació uno nuevo: Oceanus. Otras dos mujeres estaban embarazadas cuando realizaron la travesía, pero las dos dieron a luz ya en América, una a un niño muerto y la otra a Peregrine White, el que se cree fue el primer descendiente de ingleses nacido en esa parte de las Américas. Aunque el grupo fuerte de pasajeros a bordo eran los llamados Peregrinos, que huían de Inglaterra por cuestiones religiosas, lo cierto es que el viaje también lo hicieron sirvientes y campesinos que simplemente viajaban a América al ser sido contratados en Inglaterra para ir a desempeñar su trabajo a lo que se llamaba la colonia de Virginia. En teoría el destino final del Mayflower era dicha colonia de Virginia, que no necesariamente coincide con el estado que lleva hoy ese nombre. Más bien se dirigían hacia la zona de la desembocadura del río Hudson. Pero la navegación no era en aquella época una ciencia precisa, y el barco vio tierra a la altura de lo que hoy es Cabo Cod, Massachusetts, un día como hoy 9 de Noviembre de 1620. Los fuertes vientos que se encontraron impidieron que el barco pudiera continuar su viaje hacia el sur y allí tuvieron a bien echar ancla y bajar a tierra. Los retrasos en salir de Inglaterra resultarían fatales ya que la llegada ocurrió en pleno noviembre, con temperaturas muy frías y sin posibilidad de plantar cosechas. Ahí se inició un durísimo invierno, donde todos permanecieron a bordo del Mayflower, que navegaba cortas distancias a lo largo de la costa buscando alimentos que generalmente obtenían mediante el saqueo de las poblaciones indias, causando gran malestar. Pero no fue suficiente para proteger a los europeos del crudo invierno. En marzo de ese año, cuando por fin desembarcaron, la mitad había fallecido de una mezcla de enfermedades entre las que destacaron la neumonía, la tuberculosis y el escorbuto, este último por falta de alimentos frescos. Dejando una población diezmada por las enfermedades, el Mayflower puso rumbo de regreso a Inglaterra en la primavera, el 5 de abril de 1621 el Mayflower partiendo desde la colonia de Plymouth, en Massachusetts, retornando al Reino Unido el 6 de mayo de 1621. Tres años más tarde el barco Mayflower fue vendido y desarmado en pedazos.
Un día como hoy 9 de Noviembre de 1872 en Estados Unidos sucede el Gran Incendio de Boston. Mueren al menos 30 personas. Eran las 7:20 P.M., hora local de un día como hoy 9 de noviembre de 1872 en la ciudad de Boston, Estados Unidos, cuando el sótano de un almacén en la calle 83-87 comenzó a arder repentinamente, expandiéndose las llamas a una velocidad endemoniada en los edificios adyacentes. Después de 12 horas, los cuerpos de auxilio finalmente pudieron controlar el incendio; sin embargo, éste ya había consumido alrededor de 26 hectáreas de la ciudad. Se reportó la muerte de al menos 30 personas; además, el fuego consumió cerca de 776 edificios, gran parte de ellos pertenecientes al centro financiero de la ciudad de Massachussets, ocasionando un daño valuado en 73.5 millones de dólares. Las principales causas de la catástrofe se debieron a que los edificios eran de mala calidad, además de que el material de los techos de la época era terriblemente inflamable, lo que avivó las llamas y propició su expansión. Además, las pipas para combatir los incendios eran de baja presión, lo que limitó su capacidad para sofocar el fuego. Por si fuera poco, las líneas de gas no estaban debidamente conectadas, ocasionando que algunas explotaran y esparcieran el caos en otros puntos de la ciudad norteamericana.
Un día como hoy 9 de Noviembre de 1940 en Barcelona, España se estrena el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo. El Concierto de Aranjuez es una composición musical para guitarra y orquesta del compositor español Joaquín Rodrigo. Escrito en 1939, es seguramente el trabajo más conocido de Rodrigo y su éxito establece la reputación de dicho compositor como uno de los principales de la posguerra. Se considera la obra musical española más interpretada en el mundo, y su adagio es singularmente popular, habiendo sido cantado por múltiples figuras de la ópera y la canción melódica. Escrito a principios de noviembre de 1939 en París, lejos del ambiente tenso de España por las últimas etapas de la Guerra Civil y cerca de la agitación europea antes de la Segunda Guerra Mundial. Se trata de la primera obra escrita por Rodrigo para guitarra y orquesta. La orquestación es única: rara vez el sonido de la guitarra se confronta a toda una orquesta. Sin embargo, la guitarra nunca queda diluida, sino que el solo del instrumento destaca en todo momento. Su estreno mundial se produjo un día como hoy 9 de noviembre de 1940, en el Palacio de la Música Catalana de Barcelona, con un programa incluyendo obras de Dvorak, J. Rodrigo, J. S. Bach, Sors, J. Tárrega y A. Cassella. El solista fue el guitarrista Regino Sáinz de la Maza, acompañado por la Orquesta Filarmónica de Barcelona dirigida por César Mendoza Lasalle, siendo el primer concierto para guitarra y orquesta de la historia de la música española del siglo XX. La obra no se estrenaría en Madrid hasta el 12 de febrero de 1941 en el Teatro Español de Madrid bajo la dirección de Jesús Arámbarri, con guitarra solista de Regino Sainz de la Maza. Posteriormente se editaría por la Literaria Sociedad General de Autores de España en 1949. Una obra estrenada en España en 1940, sobre un tema español, tuvo que celebrar, o fingir celebrar o permitir la interpretación de que celebrara, la situación política vigente (la dictadura del general Francisco Franco). La celebración de un palacio y jardines de un rey habsburgo, del siglo XVI, no ofrecían ninguna posible afrenta ideológica al régimen, al fondo monárquico, y armonizó con la política, entonces todavía formándose, de celebrar el pasado español, sobre todo el anterior a la Institución Libre de Enseñanza. Este concierto está dividido en tres movimientos, Allegro con spirito, Adagio y Allegro gentile. El Concierto de Aranjuez, escrito en París, fue escrito para reflejar a los jardines del Palacio Real de Aranjuez, la residencia primaveral del rey Felipe II en la segunda mitad del siglo XVI, y posteriormente reconstruido a mediados del siglo XVIII por Fernando VI. La obra intenta transportar al oyente a los sonidos de la naturaleza de otro lugar y otro tiempo. Este concierto revela la notable influencia que tuvo el Al-Ándalus en la cultura y arte españolas, las notas melancólicas del primer y segundo movimientos hacen parecer, según algunos escritores y poetas, la última vez en la que Boabdil vio a su amada Alhambra antes de irse a Marruecos. Otros autores hacen referencia a las tristes y hermosas notas como recordatorio a los trágicos sucesos de la Guerra Civil Española. Según el compositor, el primer movimiento está «animado por un espíritu rítmico y un vigor sin ninguno de los dos temas... interrumpiendo su implacable ritmo». El 2º movimiento «representa un diálogo entre la guitarra y los instrumentos de solo» (corno inglés, fagot, oboe, trompa), mientras que el último movimiento «recuerda un baile formal en el que la combinación de un ritmo doble y triple mantiene un tempo tenso próximo a la barra próxima». Él describe el concierto como la captura de «la fragancia de magnolias, el canto de los pájaros y el chorro de las fuentes» de los jardines de Aranjuez. Por lo que contó su autor el origen de la obra fue el siguiente: Él y su esposa desde 1933, la pianista turca Victoria Kamhi, pasaron su luna de miel en Aranjuez, y de ahí el nombre del concierto. Un tiempo después se fueron a Alemania. Allí esperaban tener a su primer hijo. El niño nació muerto y su mujer estuvo a punto de morir. En el segundo movimiento Joaquín cuestiona a Dios por la muerte de su hijo y pide que su mujer se mantenga viva. Esto se expresa mediante el pulso de la guitarra (al comienzo del segundo movimiento), que representa un corazón latiendo. El movimiento tiene pena, rabia y desesperanza. Al final en el clímax de la guitarra y orquesta el autor "oye a Dios" y por fin se produce la aceptación del hecho y la paz del autor.
Un día como hoy 9 de Noviembre de 1985 en Moscú, el soviético Gari Kaspárov de 22 años se erige campeón mundial de ajedrez al derrotar a su compatriota Anatoly Karpov. Con información de El País, por Leontxo García. El soviético Gari Kasparov, de 22 años, es el campeón mundial de ajedrez más joven de la historia, tras derrotar un día como hoy 9 de Noviembre de 1985 a su compatriota Anatoli Karpov, de 34, en la última partida del encuentro que ambos han disputado en Moscú. El juego estuvo rodeado de una enorme tensión, que provocó el histerismo en algunos espectadores. Con su victoria, por 13-11, Kasparov se embolsó casi 450,000 dólares, 125,000 más que Karpov. El nuevo campeón está obligado a conceder la revancha a Karpov en el plazo de seis meses. Los gladiadores del ajedrez continuarán peleando el año que viene. Los minutos que precedieron al abandono de Karpov fueron de una emoción indescriptible. Algunos espectadores tuvieron que salir al vestíbulo porque, según dijeron, temían por su corazón. Cuando se llegó a la jugada 40ª, el público se dio cuenta de que Karpov estaba perdido y comenzó a aplaudir. Los árbitros salieron al centro del escenario para pedir silencio, mientras los encargados de la seguridad expulsaban a algunos aficionados. Todo el mundo temía que la partida quedase aplazada, con el consiguiente abandono telefónico. Pero Kasparov vio claro el camino hacia la victoria definitiva y realizó sus jugadas en el tablero. En un gesto de caballerosidad, Karpov renunció al derecho de aplazar, paró el reloj y estrechó la mano del nuevo campeón. Fue el delirio. Los espectadores pudieron desahogar, por fin, la tensión contenida durante cinco horas y dedicaron una atronadora ovación a Kasparov. Su madre, Clara Kasparova, era incapaz de levantarse, presa de la emoción y de los brazos de muchos aficionados que querían felicitarla: Karpov planteó la partida de manera agresiva. Sólo la victoria le servía. Sus analistas habían preparado una receta especial, basada en la partida de hace dos semanas entre el soviético Sokolov y el húngaro Ribli en el torneo de candidatos de Montpellier. Kasparov conservó la sangre fría y se defendió con precisión. Karpov comenzó a apurarse de tiempo, sin poder romper la muralla enemiga. Todos esperaban que Kasparov mantuviera la posición con jugadas de tanteo, dado que el empate le era suficiente. Pero el aspirante sorprendió a los especialistas con una decisión muy arriesgada. Kasparov fue por la victoria. Sacrificó dos peones para otorgar la máxima actividad a sus piezas y provocó un suplicio para Karpov.
Soldados alemanes del Este y del Oeste de Alemania abren el paso en una de las primeras secciones que fueron retiradas del muro de Berlín; en este caso, cerca de la plaza de Postdamer. Foto de JOHN TLURNACKI
Un día como hoy 9 de Noviembre de 1989 la República Democrática Alemana (comunista) decide la apertura de sus fronteras a Occidente. Cae el Muro de Berlín. El Muro de Berlín (en alemán: Berliner Mauer), denominado oficialmente por la socialista República Democrática Alemana (RDA) como Muro de Protección Antifascista (Antifaschistischer Schutzwall) y también apodado por parte de los medios de comunicación y parte de la opinión pública occidental como Muro de la vergüenza (Schandmauer), fue parte de la frontera interalemana desde el 13 de agosto de 1961 hasta un día como hoy 9 de noviembre de 1989 y separó la zona de la ciudad berlinesa bajo control de la República Federal de Alemania (RFA), Berlín Oeste, de la capital de la RDA entre esos años. Berlín Oeste o Berlín Occidental era un enclave perteneciente al espacio económico de la RFA en medio del territorio de la RDA y, legalmente, no formaba parte de la RFA. El Bloque del Este dominado por los soviéticos sostenía que el muro fue levantado para proteger a su población de elementos fascistas que conspiraban para evitar la voluntad popular de construir un Estado socialista en Alemania del Este. En la práctica, el muro sirvió para impedir la emigración masiva que marcó a Alemania del Este y al bloque comunista luego de la Segunda Guerra Mundial. Un muro de 45 kilómetros dividía la ciudad de Berlín en dos, mientras que otros 115 kilómetros rodeaban su parte oeste separándola de la RDA. Es decir, el Muro constituía la frontera estatal entre la RDA y el enclave Berlín Oeste. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania. Datos y anécdotas de la histórica caída del muro de Berlín. Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. El número exacto no se conoce. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo fue de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro. Un error burocrático precipitó el fin de la Guerra Fría. En una conferencia de prensa emitida en directo, el portavoz del Politburó de la RDA, Günter Schabowski, leía un comunicado de sus superiores sin conocer el contenido, ante los atentos ojos del mundo entero. "Se podrá viajar fuera de la RDA sin condiciones previas...", declaró. Entonces, Peter Brinkmann, periodista del Bild Zeitung, gritó: "¿Cuándo?". "Según entiendo yo... inmediatamente", improvisó el dirigente. 
Un día como hoy 9 de noviembre de 1989, Günter Schabowski, portavoz del Politburó de la RDA, anunció que entraría en vigor una nueva regulación de los pasos fronterizos entre las dos Alemanias. Aunque no estaba previsto que la medida se aplicara inmediatamente, tras este anuncio, los berlineses comenzaron a acercarse en grupo a los diferentes pasos fronterizos reclamando el fin de la separación. Después de la descoordinación entre el Politburó de la República Democrática Alemana y su portavoz, los berlineses se agolpaban alrededor de distintas zonas del Muro ante la incredulidad de los guardias fronterizos. La presión de los berlineses durante esos días jugó un papel importante para que las autoridades de la República Democrática Alemana no dieran marcha en su decisión. Los berlineses del Este cruzaron hacia el Oeste momentos después de la apertura del muro de Berlín en la medianoche de un día como hoy 9 de noviembre de 1989. Los soldados eran los encargados de vigilar los pasos fronterizos para evitar que la gente huyese de la República Democrática Alemana. En la denominada Franja de la Muerte, una zona del Muro cubierta de arena (para que las huellas quedasen registradas) y muy iluminada (para evitar los escapes por la noche), los soldados estaban permanentemente controlando armados con rifles y perros adiestrados. Alrededor de las 23.00 de un día como hoy 9 de noviembre la aglomeración de gente era tal que los guardias empezaron a dejar pasar a los ciudadanos al otro lado del Muro. En torno a 20.000 personas cruzaron en las horas posteriores. Durante los días siguientes a la caída del Muro, la ciudad entera vivía momentos de gran alegría y reinaba un ambiente festivo. Algunos restaurantes y bares repartían consumiciones gratis. La gente utilizaba picos y martillos para destruir las paredes que durante 28 años dividieron Berlín en dos, mientras excavadoras y grúas destruían el Muro sección por sección. Más de dos millones de personas del Este de Berlín visitaron el Oeste de la ciudad el fin de semana del 10 al 12 de noviembre de 1989 para participar en la gran fiesta que se celebró en aquellos días. En el transcurso de la noche del 9 de noviembre, todos los pasos fronterizos fueron abiertos y miles de berlineses salieron a las calles a celebrar la caída del muro de Berlín. El bloqueo fronterizo del muro de Berlín acabó un día como hoy 9 de noviembre de 1989. Aunque físicamente la piedra, el ladrillo y el cemento tardaron algo más en romperse, ese día terminó la separación entre el Berlín del Este y del Oeste. En esta imagen una pareja se besa a los pies de la pared. Alrededor, jóvenes se acercan al Muro para contemplar el fin de la división el 15 de noviembre de ese año. La conmoción de los berlineses después de la caída del muro de Berlín fue tal que durante días y semanas después aún acudían a secciones de la pared de cemento para subirse a ella y de alguna manera celebrar el fin de una época.

No hay comentarios:

Publicar un comentario