Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 10 de Diciembre de 1817 en Estados Unidos, el estado de Misisipi se integra a la
Unión. El nombre Misisipi proviene de una palabra del idioma ojibwa, que
significa "grandes aguas" o "padre de las aguas". Algunos
obrenombres de Misisipi son Estado de la Magnolia y Estado de la hospitalidad.
Misisipi fue inicialmente colonizado por los españoles, pero anexionado por el
Reino Unido bajo los términos del Tratado de París. Con la independencia de las
Trece Colonias, la región del Misisipi pasó a formar parte de los recién
creados Estados Unidos de América. El Territorio de Misisipi fue creado en
1798, con las tierras que habían sido disputadas por los Estados Unidos y
España, hasta que España las cediera por el tratado de San Lorenzo de
1795, y, ya como el actual Misisipi, fue elevado a la categoría de Estado
un día como hoy de 1817. Misisipi prosperó económicamente, y fue durante
décadas uno de los estados más ricos del país. Misisipi se separó de los
Estados Unidos en 1861, uniéndose a los Estados Confederados de América, siendo
uno de los estados más afectados por la Guerra Civil Estadounidense. La guerra
civil, aun así, no terminó con la economía latifundista ni con el sujetamiento
tanto de la población afroamericana como de la gran mayoría de blancos carentes
de tierra. Esto, pese a un sostenido programa de obras y subsidios por parte de
la nación, previno el desarrollo adecuado de condiciones socioeconómicas hasta
después de 1960 y sus efectos socioeconómicos todavía pueden apreciarse en el
estado hasta los días actuales.
Un día como hoy 10 de Diciembre de 1844 en Hartford, Connecticut, el dentista Horace
Wells descubre los efectos anestésicos del protóxido de nitrógeno (óxido de
nitrógeno). Nacido en Hartford, Vermont, Horace Wells asistió a la escuela
Walpole, en New Hampshire antes de estudiar odontología en Boston. Una vez que
se graduó, estableció un consultorio en Hartford, Connecticut, con un socio
llamado William T. G. Morton, quien llegaría a la fama por su utilización del
éter como anestésico el 16 de octubre de 1846. Wells experimentó por primera
vez los efectos del óxido de nitrógeno en 1844, cuando se ofreció como
voluntario para que Gardner Quincy Colton, un miembro de un circo ambulante, lo
probase en él. Wells no sintió nada, y fue el primer paciente intervenido bajo
anestesia cuando más tarde, en ese mismo año, su socio John Riggs le extrajo un
diente. Desde ese entonces comenzó a utilizarla con sus propios pacientes. No
intentó patentar el descubrimiento porque declaró que verse libre de dolor
debía ser "tan gratuito como el aire". En 1845, en Boston, realizó
una demostración ante un grupo de estudiantes de medicina en el Hospital
General de Massachusetts. Sin embargo, el gas no fue administrado de forma
correcta y el paciente llegó a gritar de dolor. La audiencia abucheó a Wells y
se fue del lugar criticándolo. Después de este suceso, Wells perdió todo su
prestigio en la comunidad médica. Más tarde, sin embargo, volvió a utilizar la
anestesia para remover uno de sus propios dientes, probando su eficacia.
Después de este lamentable hecho, Wells abandonó la odontología y se dedicó a
ser vendedor durante los dos años siguientes, viajando por Connecticut y
vendiendo diferentes artículos hogareños. En 1847, se mudó a París luego de que
su antiguo socio William Morton realizase una exitosa demostración de los
efectos de la anestesia. Un tiempo después de haber regresado a los Estados
Unidos, Wells se volvió adicto al cloroformo. En esa época, no se conocían los
efectos de aspirar cloroformo y éter. En enero de 1848, Wells experimentó con
sí mismo con cloroformo durante una semana. Su mente se fue deteriorando. Un
día, en estado de delirio, salió corriendo a la calle y les arrojó ácido
sulfúrico a dos prostitutas. Fue enviado a la famosa cárcel neoyorquina de
Tombs. A medida que los efectos de la droga fueron desvaneciéndose, su mente
fue aclarándose; ya lúcido, se dio cuenta de lo que había hecho. Luego se
suicidó, cortándose una arteria de la pierna con una navaja de afeitar después
de haber inhalado una dosis analgésica de cloroformo para eliminar el dolor.
Wells está enterrado en el cementerio Cedar Hill en Hartford, Connecticut. En
1864, de forma póstuma, la Asociación Dental Americana reconoció a Wells como
el descubridor de la anestesia moderna, y la Asocación Médica Americana hizo lo
propio en 1870. En Place des États-Unis, París, fue erigido un monumento a su
memoria.
Un día como hoy 10 de Diciembre de 1861 el estado de Kentucky, Estados
Unidos se integra a la Confederación. La Mancomunidad de Kentucky (en inglés y
oficialmente: Commonwealth of Kentucky) es uno de los 50 estados de los Estados
Unidos, situado en el centro sudeste del país. Aunque el centro de su actividad
económica son la manufactura de productos industrializados y el turismo, buena
parte del estado es predominantemente rural, con la agricultura como principal
fuente de ingresos. Anteriormente, se creía que el origen del nombre del estado
venía de una palabra amerindia, que significa "terreno de caza oscuro y
sangriento", porque las tribus nativas que vivían en la región cazaban
dentro de los densos bosques del estado, y porque a menudo estas tribus
luchaban entre sí en estos bosques. Sin embargo, actualmente se cree que la
palabra Kentucky pueda ser atribuida a numerosos idiomas indígenas, con varios
significados posibles. Algunos de estos significados son "tierra del
mañana", "tierra de caña y pavos" y"pradera". La
región donde está localizada actualmente Kentucky fue colonizada originalmente
por pobladores de la colonia británica de Pensilvania en 1774, pero pasó a ser
controlada por Virginia durante la Guerra de Independencia de 1776, y se
convirtió en el decimoquinto estado estadounidense en formar parte de la Unión,
el 1 de junio de 1792. Kentucky es una tierra con ambientes diversos y recursos
abundantes. Posee el sistema de cuevas más largo del mundo, la mayor longitud
de corrientes y canales navegables de los "Estados Unidos
continentales" (sin Alaska y Hawái), los dos lagos artificiales más
grandes al este del río Misisipi y el yacimiento de carbón más productivo del
país. Kentucky es mundialmente conocido por sus caballos purasangres, las
carreras de caballos (especialmente el Derby de Kentucky), las destilerías de
bourbon, la música bluegrass, el tabaco y sus equipos de baloncesto
universitario. La Guerra Civil Estadounidense se inició en 1861. Kentucky,
inicialmente, declaró su neutralidad en la guerra, no demostrando interés en
participar activamente al lado de la Unión (Estados Unidos en sí) o de los
Estados Confederados de América. Oficialmente, sin embargo, Kentucky aún
formaba parte de la Unión, por lo que tropas confederadas invadieron Kentucky
en enero de 1862, siendo expulsados por fuerzas de la Unión en octubre del
mismo año.
Un día como hoy 10 de Diciembre de 1898 en Francia se firma el Tratado de París, que finaliza la guerra hispano-estadounidense, por el que España pierde el dominio sobre Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas, los últimos restos de su imperio, recibiendo a cambio 20 millones de dólares estadounidenses.
El Tratado de París de 1898, firmado un día como hoy 10 de diciembre de 1898,
terminó la Guerra hispano-estadounidense. Se considera como el punto final del
imperio español de ultramar y el principio del período de poder colonial de los
Estados Unidos. Mediante dicho tratado España abandonó sus demandas sobre Cuba
y declaró su independencia. Filipinas, Guam y Puerto Rico fueron oficialmente
cedidas a los Estados Unidos por 20 millones de dólares. Aunque durante las
negociaciones España intento incluir numerosas enmiendas, al final no tuvo más
remedio que aceptar todas y cada una de las imposiciones estadounidenses, ya que
había perdido la guerra y era consciente de que el superior poderío
armamentístico estadounidense podría poner en peligro otras posesiones
españolas en Europa y África. El tratado se firmó sin la presencia de los
representantes de los territorios invadidos por Estados Unidos, lo que provocó
un gran descontento entre la población de esas ex-colonias, especialmente en el
caso de Filipinas, que acabaría enfrentándose contra los Estados Unidos en la
guerra Filipino-Americana.
Un día como hoy 10 de Diciembre de 1901 en Estocolmo y Oslo se lleva a cabo la
primera entrega oficial de los premios Nobel. El Premio Nobel se otorga cada
año a personas que efectúen investigaciones, ejecuten descubrimientos
sobresalientes durante el año precedente, lleven a cabo el mayor beneficio a la
humanidad o una contribución notable a la sociedad en el año inmediatamente
anterior. Cada laureado recibe una medalla de oro, un diploma y una suma de
dinero. El premio no puede ser otorgado póstumamente, a menos que el ganador
haya sido nombrado antes de su defunción. Tampoco puede un mismo premio ser
compartido por más de tres personas. Los premios se instituyeron como última
voluntad de Alfred Nobel, inventor de la dinamita e industrial sueco. Nobel
firmó su testamento en el Club Sueco-Noruego de París el 27 de noviembre de
1895. Se sentía culpable por su responsabilidad como empresario enriquecido a
través de una industria productora de dinamita cuyo principal mercado era la
minería, pero también la guerra. Esta puede haber sido la motivación principal
de su afamado testamento, quizás unida a la costumbre de la época de realizar
acciones para hacer trascender su nombre al morir. La primera ceremonia de
entrega de los Premios Nobel en Literatura, Física, Química y Medicina se
celebró en la Antigua Real Academia de Música de Estocolmo, Suecia, en 1901.
Desde 1902, los premios los entrega el Rey de Suecia. Inicialmente, el rey
Óscar II no estaba de acuerdo en dar el premio a extranjeros, pero se dice que
cambió de idea al darse cuenta del enorme potencial publicitario para el país.
Los premios se conceden en una ceremonia celebrada anualmente en la Sala de
Conciertos de Estocolmo, siguiendo el banquete en el Ayuntamiento el 10 de
diciembre, fecha en que Alfred Nobel murió. La entrega del Premio Nobel de la
Paz se realiza en Oslo, Noruega. Los nombres de los laureados, sin embargo,
suelen anunciarlos en octubre los diversos comités e instituciones que actúan
como tribunales de selección de los premios. Los diversos campos en los que se
conceden premios son los siguientes: Física (decidido por la Real Academia
Sueca de Ciencias), Química (decidido por la Real Academia Sueca de Ciencias),
Fisiología o Medicina (decidido por el Instituto Karolinska), Literatura
(decidido por la Academia Sueca), Paz (decidido por el Comité Nobel del
Parlamento Noruego), Economía (decidido por el Banco de Suecia). A la muerte de
Alfred Nobel se produjo una situación curiosa con respecto a las instituciones
responsables de conceder los premios, ya que Alfred Nobel las nombró sin previa
consulta a las propias instituciones sobre su aceptación o sobre los criterios
para la adjudicación de los premios. Sin embargo, tras muchas dudas dentro de
estas mismas instituciones, todas ellas aceptaron. El Premio del Banco de
Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, creado en 1968 por el
Sveriges Riksbank (Banco Central de Suecia), no fue provisto de fondos con base
en el "Testamento de Nobel" y por tanto técnicamente no es un Premio
Nobel (y la actual familia Nobel no lo acepta como tal). Sin embargo, este
premio se concede junto con los otros Premios Nobel. En 1968 se decidió no
añadir ningún otro premio "en memoria de Nobel" en el futuro. En
febrero de 1995 se acordó que el premio de ciencias económicas se redefiniría
como un premio en ciencias sociales, abriendo así el Premio Nobel a grandes
contribuciones en campos como las ciencias políticas, la psicología y la
sociología. Además, el comité del premio de ciencias económicas sufrió cambios
para que dos miembros no economistas participaran cada año en el proceso de
selección (anteriormente el comité del premio estaba compuesto únicamente por
cinco economistas).
Un día como hoy 10 de Diciembre de 1945 la poetisa chilena Gabriela Mistral recibe
el Premio Nobel de Literatura. El Premio Nobel de Literatura es uno de los 5
premios específicamente señalados en el testamento del filántropo sueco Alfred
Nobel. Según sus palabras, el premio debe entregarse anualmente «a quien haya
producido en el campo de la literatura la obra más destacada, en la dirección
ideal». La institución encargada de seleccionar al ganador es la Academia Sueca
(en sueco, Svenska Akademien), y se concede el primer jueves de octubre de cada
año. Once de los autores galardonados con el premio fueron de habla hispana:
los españoles José Echegaray (1904), Jacinto Benavente (1922), Juan Ramón
Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1989); los
chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971); el guatemalteco Miguel
Ángel Asturias (1967); el colombiano Gabriel García Márquez (1982); el mexicano
Octavio Paz (1990) y el peruano-español Mario Vargas Llosa (2010). Es un premio
muy polémico debido a que se ha ignorado a autores que realizaron aportes
significativos a las letras y reconocidos a nivel mundial. Algunos expertos
señalan que grandes autores clásicos del siglo XX no recibieron el premio.
Según David Remnick, director de la revista The New Yorker, escritores como
Marcel Proust, James Joyce o Vladimir Nabokov debieron alzarse con el galardón.
Críticos literarios como Emmanuel Carballo y Sergio Nudelstejer añaden a esta
lista a Franz Kafka o a Jorge Luis Borges, Adolfo Castañón incluye también a
Julio Cortázar El escritor y crítico Noe Jitrik mencionó en ensayos
periodísticos a Augusto Roa Bastos. Kjell Espmark, miembro de la Academia
sueca, en su libro El Premio Nobel de Literatura. Cien años con la misión
repasa algunas de las omisiones más graves en la concesión del Nobel como fueron
Liev Tolstói, Émile Zola, Henrik Ibsen, Carlos Fuentes o Paul Valéry, por
mencionar sólo algunos. Dos de los ganadores rechazaron recibir el premio:
Borís Leonídovich Pasternak en 1958 (bajo una intensa presión del gobierno
soviético) y Jean-Paul Sartre en 1964 (alegando que su aceptación implicaría
perder su identidad de filósofo). Hasta 2013, el galardón de Literatura había
sido entregado a 110 personas. Gabriela Mistral, fue el seudónimo utilizado por
Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, nacida en Vicuña, Chile,
el 7 de abril de 1889 y fallecida en el Hospital de Hempstead, Long Island,
Nueva York, el 10 de enero de 1957. Fue una destacada poeta, diplomática,
feminista y pedagoga chilena. Una de las principales figuras de la literatura chilena
y continental, fue la primera latinoamericana y, hasta el momento, única mujer
iberoamericana, premiada con el Nobel.
Eleanor Roosevelt ex Primera Dama de Estados Unidos Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU durante la Declaración.
Un día como hoy 10 de Diciembre de 1948 en París la ONU aprueba la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un
documento declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas
en su Resolución 217 A (III), de un día como hoy de 1948 en París; en ésta se recogen
en sus 30 artículos los Derechos Humanos considerados básicos, a partir de la
carta de San Francisco de 1945. La unión de esta declaración y los Pactos
Internacionales de Derechos Humanos y sus Protocolos comprende lo que se ha
denominado la Carta Internacional de Derechos Humanos. Mientras que la
Declaración constituye, generalmente, un documento orientativo, los Pactos son
tratados internacionales que obligan a los Estados firmantes a cumplirlos. La
ONU define como el Fundamento de las normas internacionales de derechos humanos
lo siguiente: En numerosas convenciones, declaraciones y resoluciones
internacionales de derechos humanos se han reiterado los principios básicos de
derechos humanos enunciados por primera vez en la Declaración Universal de Derechos
Humanos, como su universalidad, interdependencia e indivisibilidad, la igualdad
y la no discriminación, y el hecho de que los derechos humanos vienen
acompañados de derechos y obligaciones por parte de los responsables y los
titulares de éstos. En la actualidad, todos los Estados Miembros de las
Naciones Unidas han ratificado al menos uno de los nueve tratados
internacionales básicos de derechos humanos, y el 80% de ellos ha ratificado al
menos cuatro de ellos, lo que constituye una expresión concreta de la
universalidad de la DUDH y del conjunto de los derechos humanos
internacionales. La trascendental
participación de Eleanor Roosevelt, ex Primera Dama de Estados Unidos y Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU durante la
promulgación de la Declaración de Derechos Humanos. Rainer Huhle la describe
así: Una
imagen vale más que mil palabras. Esta fotografía, que muestra a Eleanor
Roosevelt con un cartel de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
sin duda ha pasado a la historia como una de las fotografías más divulgadas del
siglo XX. ¿Pero qué historia cuenta? Para la mayoría es la historia de la
“madre de la Declaración Universal“, que muestra orgullosa su recién nacido. ¿Y
qué tiene de verdadera esta historia? Tratemos primero la historia de la propia
foto. Se sabe realmente poco al respecto, más allá de que fuera tomada en
noviembre de 1949 “casi un año después de la aprobación de la Declaración
Universal” en Lake Success (Nueva York), donde por entonces estaba la sede de
Naciones Unidas. Eleanor Roosevelt muestra un cartel nuevo de la Declaración,
que había sido impreso en inglés, español y francés. En realidad existen dos
fotografías prácticamente idénticas, una con el texto en inglés y otra con el
texto en español. Esta foto, que vinculó
fuertemente la persona de Eleanor Roosevelt con la Declaración
Universal, ha tenido tanta repercusión que se puede encontrar en miles de
folletos y páginas web. ¿Qué papel desempeñó realmente Eleanor Roosevelt en la
creación de la Declaración? A principios de 1947, en la primera sesión de la
Comisión de Derechos Humanos de la ONU, fue elegida por unanimidad presidenta
de la misma. El resultado de la elección parecía obvio, puesto que Eleanor
gozaba de gran reputación en todo el mundo por ser la viuda del presidente
Franklin D. Roosevelt, además de ser una prestigiosa periodista. Desde 1941
Estados Unidos, y especialmente el presidente Roosevelt, había trasladado la
idea de los derechos humanos a los debates sobre la organización de un nuevo
orden mundial tras la Segunda Guerra Mundial. Eleanor no había desempeñado
ninguna función diplomática en el gobierno de su marido, pero su papel como
precursora periodística del movimiento por los derechos civiles americano, que
a veces iba contra la voluntad de su marido, le había dado una gran
credibilidad como defensora de la América progresista. Precisamente por eso, al
principio no tenía la confianza del nuevo gobierno de Truman. Pero pronto se
comprobó que Eleanor Roosevelt también tenía una gran habilidad diplomática.
Como presidenta de la nueva Comisión de Derechos Humanos, cuyas tareas todavía
no estaban claramente definidas, tuvo que reunir un grupo muy heterogéneo de
personalidades de todos los continentes para trabajar conjuntamente. Como
atestiguaban muchos miembros de la Comisión, lo hizo con una gran entrega y
destreza. Siempre que había enfrentamientos hablaba por separado con las
diferentes partes y conseguía que llegaran a un acuerdo. Muchos contemporáneos
consideran con razón que ahí está
precisamente su gran contribución, y no tanto en la formulación de los derechos
humanos. Por entonces estaba sujeta a las políticas del Departamento de Estado
americano, que lenta pero constantemente se alejaban de los ideales proclamados
por el presidente Roosevelt durante la guerra. Franklin D. Roosevelt había
considerado los derechos económicos y sociales, su conocido “Freedom from Want“
(vivir libre de miseria), parte fundamental de su política. Sin embargo, la
proclamación de esos derechos en la Declaración Universal “por primera vez en
una declaración” no se debe precisamente a Estados Unidos. Al contrario, la
delegación americana se negó a atribuir obligatoriedad alguna a esos derechos.
En su discurso ante la Asamblea General durante el debate final sobre la
Declaración, Eleanor Roosevelt insistió: “Durante la elaboración de la
Declaración mi gobierno ha dejado claro que, a su parecer, los derechos
económicos, sociales y culturales establecidos en esta declaración no conllevan
para los gobiernos ninguna obligación de asegurar su disfrute mediante medidas
directas”. Eleanor Roosevelt intentó
convencer a los miembros de la Comisión de que su trabajo se debía
limitar en un primer momento a elaborar una declaración sobre derechos humanos.
Pero la tarea de la Comisión era mucho más amplia: debía proporcionar a los
derechos humanos una base vinculante a nivel internacional y diseñar mecanismos
para su imposición. La delegación americana coincidía con los delegados del
bloque comunista, con quienes Eleanor Roosevelt se había enfrentado con
frecuencia en otros asuntos, en rechazar unas posibilidades tan amplias de
intervención en asuntos internos. El día en que fue aprobada la Declaración,
Roosevelt consideró oportuno remarcar con claridad el triunfo diplomático sobre
los deseos de los Estados más pequeños: “Hoy que aprobamos la Declaración es
muy importante tener claro el carácter de este documento: no es ni un tratado
ni un acuerdo internacional. No es ningún documento jurídico ni lo será, y no
conlleva ninguna obligación. Es una declaración sobre los principios de los
derechos y las libertades humanas, un ideal común al que han de llegar todos los
pueblos y naciones”. Desde los años treinta Eleanor Roosevelt estuvo muy
vinculada al movimiento por los derechos civiles de las personas de color. Su
marido favoreció el reconocimiento social de las personas de color, pero evitó
cuidadosamente enfrentarse a la corriente racista, principalmente en los
estados del Sur. Sin embargo, ella apoyó públicamente el movimiento por los
derechos civiles. En numerosos artículos afirmó que el racismo, cada vez más
extendido, era incompatible con los ideales americanos, cosa que le comportó
muchas dificultades. Durante la Segunda Guerra Mundial el movimiento por los
derechos civiles ganó fuerza, y el racismo minó la credibilidad de Estados
Unidos como líder de la lucha contra el racismo de los nazis. La posición de
Eleanor Roosevelt fue siempre más clara, y tras la muerte de su marido, al no
tener que preocuparse por su papel de primera dama, incluso presidió la NAACP
“”distinguida organización por los derechos civiles de las personas de color“”
y participó en diferentes actos políticos y jurídicos contra la segregación
racial. Por ese trasfondo, el movimiento por los derechos civiles americano y
la opinión mundial consideraban a Eleanor la persona ideal para conferir
credibilidad a la política americana sobre derechos humanos en la ONU. Pero las
grandes expectativas que había puestas en ella no siempre se hicieron realidad.
Con la fundación de la ONU y sobre todo con la creación de la Comisión de
Derechos Humanos, para muchos defensores de los derechos civiles había llegado
el momento de llevar la lucha contra la discriminación racial a la escena
internacional. El líder intelectual de la NAACP, W.E.B. Du Bois, presentó en
1947 un memorándum sobre la “negación de los derechos civiles a las minorías de
color en Estados Unidos” como “llamamiento de auxilio a las Naciones Unidas”
en el que exponía todos los aspectos de la discriminación. Eleanor Roosevelt
también pensaba “al menos durante un tiempo” que había que tratar el tema a
nivel internacional, sobre todo aprovechando el interés de la opinión mundial.
Pero al llegar la Guerra Fría se negó a introducirlo en la agenda de la ONU. El
Departamento de Estado quería evitar a toda costa que la Unión Soviética
pudiera debatir en la ONU sobre los “problemas internos” de Estados Unidos.
Eleanor Roosevelt compartía esa idea y consiguió evitar que se tratara el tema
oficialmente en las Naciones Unidas. Los que defendían un debate a nivel
internacional fueron tachados de cómplices de los comunistas, pero
paralelamente Eleanor Roosevelt y el gobierno de Truman entendían que a la
larga había que enfrentarse a la discriminación legal y política en Estados
Unidos para no perder todo el prestigio ganado en el Tercer Mundo durante la
Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, a nivel internacional Eleanor Roosevelt
antepuso inequívocamente la razón de Estado americana a la defensa de los
derechos humanos. Su relación con el movimiento feminista también fue ambigua.
Por un lado, era la mujer más importante y reputada de la vida pública
americana, y una reconocida periodista y activista. De ahí que considerara
natural que las mujeres deban tener los mismos derechos que los hombres. Tal
vez sea ese el motivo por el que no tenía mucha fe en las reivindicaciones
feministas. Para ella los derechos de las mujeres eran más bien una parte de la
lucha por la justicia universal y contra la discriminación. Apenas participó en
actos feministas y tampoco se interesó demasiado por la neutralidad del género
lingüístico en la Declaración Universal. No fue Eleanor Roosevelt, sino otras
mujeres de países pequeños las que lograron que hoy hablemos de “derechos
humanos“ y no de “derechos del hombre”. No obstante, su último cargo público
fue la presidencia de la Presidential Commission on the Status of Women, creada
por J.F. Kennedy. Eleanor Roosevelt estaba profundamente comprometida con los
derechos humanos y especialmente con la Declaración Universal, a pesar de las
muchas concesiones que tenía que hacer a la política. Con Truman de presidente
había visto suficiente voluntad política de mejorar la situación de los
derechos humanos y universalizarlos. Pero cuando los republicanos radicales con
Eisenhower de presidente y Dulles de Secretario de Estado desde 1953 definieron
finalmente su política exterior, Eleanor Roosevelt dimitió de su cargo. En los
años posteriores se dedicó a viajar por diferentes países del mundo, ya no bajo
las órdenes del Departamento de Estado, sino como “mejor embajadora de América”,
representante de otra América, que ella consideraba la verdadera. Incluso
después de abandonar sus funciones gubernamentales, seguía convencida de que no
se podía confiar en los comunistas ni trabajar con ellos. Sin embargo, siempre
fue leal a sus principios liberales, incluso durante la “caza de brujas” del
senador McCarthy. Mientras otros se distanciaban de sus amigos “sospechosos”,
ella solía respaldar a los suyos abierta y ostensivamente. Durante sus últimos
años de vida, con más de setenta años, Eleanor Roosevelt volvió a centrar todas
sus fuerzas en la lucha por los derechos civiles de las personas de color.
Visto el fracaso de la política oficial, no dudó en solidarizarse con los actos
de desobediencia civil que pusieron en marcha a los estados del Sur en 1960 y
que finalmente llevaron a la supresión de la segregación racial. Una y otra vez
reclamaba públicamente la protección de los activistas de los derechos civiles
y participaba en comisiones de investigación sobre fuerza policial y jueces
corruptos. Sus críticas a la pasividad de los políticos se endurecieron cada
vez. “Así es como trataban los nazis con los judíos”, lamentaba poco antes de
morir. Invitó a Martin Luther King al programa de televisión que todavía dirigía,
pero antes de que tuviera lugar, Eleanor sucumbió a la enfermedad que padecía desde
hacía tiempo. En su libro póstumo Tomorrow is Now escribió: “Quedarse al margen
no es ninguna solución, sino simple cobardía”.
Un día como hoy 10 de Diciembre (en diferentes años) asumen la presidencia de Argentina los siguientes mandatarios: 1983 Raúl Alfonsín, 1999: Fernando de la Rúa; 2007: Cristina Fernández de Kirchner; 2011: Cristina Fernández de Kirchner asume nuevamente la presidencia de Argentina. Un día como hoy 10 de Diciembre asumen la presidencia de Argentina los siguientes mandatarios: 1983 Raúl Alfonsín, recuperando las instituciones democráticas del país. Un día como hoy 10 de Diciembre de 1995 en Buenos Aires, Carlos Saúl Menem reasume la Presidencia de la Nación Argentina, siendo el primer presidente en ser reelegido por el pueblo, luego de la Reforma Constitucional conocida como el Pacto de Olivos. Un día como hoy 10 de Diciembre de 1999: Fernando de la Rúa asume la presidencia de la Nación Argentina. Sucediendo en el cargo a Carlos Saúl Menem. Un día como hoy 10 de Diciembre de 2007: Cristina Fernández asume la presidencia de Argentina. Se trata de la primera mujer presidente elegida, en esta nación, por voto popular. Un día como hoy 10 de Diciembre de 2011: Cristina Fernández de Kirchner asume nuevamente la presidencia de Argentina, tras haber ganado las elecciones con el 54,11 % de los votos. Se trata de la primera mujer presidente electa y reelecta.
Un día como hoy 10 de Diciembre de 1990 Octavio
Paz recibe el Premio Nobel de Literatura. Octavio Paz Lozano fue un poeta,
escritor, ensayista y diplomático mexicano, nació en Ciudad de México, el 31 de
marzo de 1914. El 19 de abril de 1998 Octavio Paz murió en la Casa de Alvarado,
Calle de Francisco Sosa 383, barrio de Santa Catarina, Coyoacán, Ciudad de
México. El escritor había sido trasladado ahí por la presidencia de la
República en enero de 1997, ya enfermo, luego de que un incendio destruyó su
departamento y parte de su biblioteca. Durante un tiempo, la Casa Alvarado fue
sede de la Fundación Octavio Paz y ahora lo es de la Fonoteca Nacional. Se le considera
uno de los más influyentes escritores del siglo XX y uno de los grandes poetas
hispanos de todos los tiempos. Octavio Paz nació en tiempo de la Revolución
Mexicana. Fue criado en Mixcoac, una población cercana que ahora forma parte de
la ciudad de México. Lo cuidaron su madre, su tía y su abuelo paterno, Ireneo
Paz, un soldado retirado de las fuerzas de Porfirio Díaz, intelectual
liberal y novelista. Su padre, Octavio Paz Solórzano, el menor de siete
hermanos, trabajó como escribano y abogado para Emiliano Zapata; estuvo
involucrado en la reforma agraria que siguió a la Revolución, fue diputado y
colaboró activamente en el movimiento vasconcelista. Su educación se inició en
los Estados Unidos, en donde Paz Solórzano llegó en octubre de 1916 como representante
de Zapata. Regresaron a México casi cuatro años más tarde. Se trasladó a
España para combatir en el bando republicano en la guerra civil, y participó en
la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Al regresar a México estudió en el
Colegio Williams, la preparatoria en el Colegio Francés Morelos (hoy Centro
Universitario México) y la licenciatura en las facultades de Derecho, Filosofía
y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Finalizados sus
estudios universitarios viaja a Yucatán como miembro de las misiones educativas
del Gral. Lázaro Cárdenas. Ahí comenzó a escribir Entre la piedra y la
flor (1941, revisado en 1976), poema sobre la dramática explotación del campo y
el campesino yucateco. Estuvo casado con Elena Garro (1938 - 1959), con quien
tuvo una hija, Laura Helena. En 1959 se unió a Bona Tibertelli de Pisis, con
quien convivió hasta 1965, mientras era embajador de México en la India. Al año
siguiente contrajo matrimonio con Marie José Tramini, su compañera hasta el final.
En 1937, Paz fue invitado a España durante la guerra civil como miembro de la
delegación mexicana al Congreso Antifascista, donde mostró su solidaridad con
los republicanos, y donde conoció y trató a los poetas de la revista Hora de
España, cuya ideología política y literaria influyó en su obra juvenil. Sin
embargo, como confesó años después en la serie televisiva Conversaciones con
Octavio Paz, ese sentimiento de solidaridad con la causa republicana se vio
afectado por la represión contra los militantes del Partido Obrero de
Unificación Marxista de Cataluña, entre quienes tenía camaradas. Este
prolongado proceso de desilusión lo llevaría a denunciar los campos de
concentración soviéticos y los crímenes de Stalin en marzo de 1951. A su
regreso de España, participó en 1938 como cofundador en la revista literaria
Taller, en la que escribió hasta 1941. En 1943 recibió la Beca Guggenheim e
inició sus estudios en la Universidad de California, Berkeley en los Estados
Unidos. Dos años después comenzó a servir como diplomático mexicano, y fue
destinado a Francia donde permaneció hasta 1951 y donde conoció a los
surrealistas, que le influyeron, y colaboró en la revista Esprit. Durante esa
estancia, en 1950, publicó El laberinto de la soledad, un innovador ensayo antropológico
sobre los pensamientos y la identidad mexicanos. De enero a marzo de 1952
trabaja en la embajada mexicana en la India y después, hasta enero de 1953, en
Japón. Regresa a la Ciudad de México a dirigir la oficina de Organismos
Internacionales de la Secretaría de Relaciones Exteriores. En 1954, Paz tuvo
«una participación muy estrecha en la fundación de la Revista Mexicana de
Literatura", influenciada "políticamente con la idea de la llamada
'tercera vía', que significaba ni con la izquierda, ni con la derecha. Esta
idea venía de París, con León Blum». El primer número fue el de
septiembre-octubre de 1955, y contó con el apoyo de Paz hasta que 4 años más
tarde éste regresó a Europa. En 1959 regresó a París y tres años más tarde fue
designado embajador en la India. En 1964 conocería a la francesa Marie-José
Tramini, que se convertiría en su última esposa. Su extensa obra abarcó géneros
diversos, entre los que sobresalieron poemas, ensayos y traducciones.
Experimentación e inconformismo pueden ser dos de las palabras que mejor
definen su labor poética. Con todo, Paz es un poeta difícil de encasillar.
Ninguna de las etiquetas adjudicadas por los críticos encaja con su poesía:
poeta neomodernista en sus comienzos; más tarde, poeta existencial; y, en ocasiones,
poeta con tintes de surrealismo. Ninguna etiqueta le cuadra y ninguna le sobra,
aunque el mismo Paz reconoció que en su formación "fundamentales fueron
los surrealistas, con quienes hice amistad en el año 46 o 47, que en esa época
estaban más cerca de los libertarios". En realidad, se trata de un poeta
que no echó raíces en ningún movimiento porque siempre estuvo alerta ante los
cambios que se iban produciendo en el campo de la poesía y siempre estuvo
experimentando, de modo que su poesía, como toda poesía profunda, acabó por
convertirse en una manifestación muy personal y original. Además, se trata de
un poeta de gran lirismo cuyos versos contienen imágenes de gran belleza.
Después de la preocupación social, presente en sus primeros libros, comenzó a
tratar temas de raíz existencial, como la soledad y la incomunicación. Una de
las obsesiones más frecuentes en sus poemas es el deseo de huir del tiempo, lo
que lo llevó a la creación de una poesía espacial cuyos poemas fueron
bautizados por el propio autor con el nombre de topoemas (de topos + poema).
Esto es lo que significa poesía espacial: poesía opuesta a la típica poesía
temporal y discursiva. Se trata de una poesía intelectual y minoritaria, casi
metafísica, en la que además de signos lingüísticos se incluyen signos
visuales. En los topoemas, igual que ocurría en la poesía de los movimientos de
vanguardia, se le da importancia al poder sugerente y expresivo de las imágenes
plásticas. No cabe duda de que en la última poesía de Paz hay bastante esoterismo,
pero, al margen de ello, toda su poesía anterior destaca por su lirismo y por
el sentido de transubstanciación que el autor da a las palabras. En el ocaso de
su vida, la actitud de Paz con los regímenes de índole capitalista cuyas
políticas públicas nacían de un marco neoliberal, fue polémica como toda su
vida. Ampliamente criticadas, bien se conoce sus relaciones -al final de su
vida- con los últimos presidentes mexicanos en turno: mientras que la
polarización de su pensamiento dictó al Paz revolucionario de los 60´s la
renuncia a su puesto en la Embajada en la India, esa misma polarización nacida
de una postura anticomunista -que, con los años, Paz cosecharía- le llevó a
elogiar el salinato, así a Zedillo en su sexenio. Comenta Luis Javier Garrido: "(...)
él -Paz- se dedicó a justificar todas las exacciones y crímenes de Salinas de
Gortari y a defender las acciones ilegales del poder, como más tarde lo haría
también con Ernesto Zedillo, dando al grupo de artistas e intelectuales que
encabezaba un rol del todo diferente".
Un día como hoy 10 de
Diciembre de 2010 en Estocolmo,
Suecia el escritor y político peruano Mario Vargas Llosa recibe el Premio Nobel
de Literatura. Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació en Arequipa, en el sur del
Perú el 28 de marzo de 1936ª, en el seno de una familia de clase media de
ascendencia mestiza y criolla. Sus padres se separaron meses antes de su
nacimiento para divorciarse luego del mismo, de mutuo acuerdo. A fines de 1946
o principios de 1947, y cuando tenía diez años de edad, Mario se encontró con
su padre por primera vez en Piura. Sus padres restablecieron su relación y se
trasladaron a Lima. La relación con su padre, siempre tortuosa, marcaría el
resto de su vida. Por años, guardó hacia él sentimientos entremezclados, como
el temor y el resentimiento, debido a que durante su niñez debió soportar
violentos arrebatos de parte de su padre, además de un resentimiento hacia la
familia Llosa y grandes celos para con su madre; pero, sobre todo, a causa de
la repulsión de su padre hacia su vocación literaria, que nunca llegó a
comprender. A los 14 años, su padre lo envió al Colegio Militar Leoncio Prado,
en el Callao, un internado donde cursó el 3º y el 4º año de educación
secundaria, entre 1950 y 1951. Allí soportó una férrea disciplina militar, y,
según su testimonio, fue la época en la que leyó y escribió «como no lo había
hecho nunca antes», consolidando así su precoz vocación de escritor. Sus
lecturas predilectas fueron las novelas de los escritores franceses Alejandro
Dumas y Victor Hugo. Entre sus profesores figuró el poeta surrealista César
Moro, quien por un tiempo le dio clases de francés. Durante las vacaciones
veraniegas de 1952, Vargas Llosa empezó a trabajar como periodista en el diario
limeño La Crónica, su primera obra dramatúrgica fue La huida del Inca, en
el teatro «Variedades». En 1953, durante el gobierno de Manuel A. Odría, Vargas
Llosa ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde estudió
Derecho y Literatura. Participó en la política universitaria a través de
Cahuide, nombre con el que se mantenía vivo el Partido Comunista Peruano,
entonces perseguido por el gobierno, contra el que se opuso a través de los
órganos universitarios y en fugaces protestas en plazas. Poco tiempo después,
se distanció del grupo y se inscribió en el Partido Demócrata Cristiano. En
1955, a la edad de 19 años, contrajo matrimonio con Julia Urquidi, su tía
política por parte materna, quien era 10 años mayor. Debido al rechazo que este
acto causó en su familia, se vieron forzados a separarse durante un tiempo
estando recién casados. Ganó un concurso literario recibiendo como premio un
corto viaje a Francia. Se graduó de bachiller en Humanidades en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, a mérito de su tesis sobre las Bases para una
interpretación de Rubén Darío. Fue considerado como el alumno más distinguido
de Literatura, por lo que recibió la beca Javier Prado para seguir cursos de
posgrado en la Universidad Complutense de Madrid, en España. Antes de partir
hacia Europa, hizo un corto viaje por la amazonía peruana, experiencia que
después le serviría para ambientar tres de sus novelas —La casa verde,
Pantaleón y las visitadoras y El hablador— en dicho espacio geográfico. En
1960, luego de terminarse la beca en Madrid, Vargas Llosa emigró a Francia a
pesar del inesperado estado financiero de Mario y Julia, la pareja decidió
quedarse en París donde Vargas Llosa comenzó a escribir de forma prolífica. Su
matrimonio duró algunos años más, pero terminó en divorcio en 1964. Un año
después, Vargas Llosa se casó con su prima, Patricia Llosa, con quien tuvo tres
hijos: Álvaro Vargas Llosa (1966), escritor y editor; Gonzalo (1967),
empresario; y Morgana (1974), fotógrafa. En la capital francesa, terminó de
escribir su primera novela, La ciudad y los perros. En 1966, durante la lectura
que hizo de La casa verde, la entonces responsable de derechos de la editorial,
Carmen Balcells, decidió proponerse al escritor para convertirse en su agente
literario. Lo animó a centrarse exclusivamente en la literatura y le consiguió
sustento económico durante el tiempo que durase la redacción de Conversación en
La Catedral, a condición de que el contrato con la editorial lo hiciese ella. A
partir de ese momento, se convirtió en su agente y llegó a conseguirle
contratos extraordinarios. En 1971, obtiene un Doctorado en Filosofía y Letras
por la Universidad Complutense de Madrid con la calificación de sobresaliente
cum laude por su tesis García Márquez: lengua y estructura de su obra
narrativa, publicada luego bajo el título de García Márquez: historia de un
deicidio. Aficionado al fútbol, Vargas Llosa es un experto en estadísticas de
este deporte45 y durante el Mundial España 1982 ejerció como periodista
deportivo. En 1983 su exesposa Julia Urquidi publicó sus memorias tituladas Lo
que Varguitas no dijo en respuesta a la novela La tía Julia y el escribidor,
basadas en la relación entre ambos, que fueron reeditadas en 2010.
Desde 2011 recibe el tratamiento protocolar de Ilustrísimo Señor por ser
marqués contando desde 1993 también con la nacionalidad española. Es Uno
de los más importantes novelistas y ensayistas contemporáneos, su obra ha
cosechado numerosos premios, entre los que destacan el Príncipe de Asturias de
las Letras 1986 y el Nobel de Literatura 2010 —este último otorgado «por su
cartografía de las estructuras del poder y sus imágenes mordaces de la
resistencia del individuo, su rebelión y su derrota»—el Cervantes (1994), el
Planeta (1993), el Biblioteca Breve (1963), el Rómulo Gallegos (1967), entre
otros. Desde 2011 recibe el tratamiento protocolar de Ilustrísimo Señor por ser
marqués. Al igual que otros autores latinoamericanos, ha participado en
política, siendo defensor de las ideas liberales. Fue candidato a la
presidencia del Perú en las elecciones de 1990 por la coalición política de
centroderecha Frente Democrático (Fredemo). Vargas Llosa alcanzó la fama en la
década de 1960 con novelas, tales como La ciudad y los perros (1962), La casa
verde (1965) y Conversación en La Catedral (1969). Continúa escribiendo
prolíficamente en una serie de géneros literarios, incluyendo la crítica
literaria y elperiodismo. Entre sus novelas se cuentan comedias, novelas
policiacas, históricas y políticas. Varias de ellas, como Pantaleón y las
visitadoras (1973) y La Fiesta del Chivo (2000), han sido adaptadas y llevadas
al cine. Muchas de las obras de Vargas Llosa están influidas por la percepción
del escritor sobre la sociedad peruana y por sus propias experiencias como
peruano; sin embargo, de forma creciente ha tratado temas de otras partes del
mundo. Ha residido en Europa (entre España,Gran Bretaña, Suiza y Francia) la
mayor parte del tiempo desde 1958, cuando inició su carrera literaria, de modo
que en su obra se percibe también una cierta influencia europea. Mario Vargas
Llosa ha sido definido como uno de los más completos narradores de su
generación y una figura destacada de la literatura hispanoamericana.
Representante ideal del espíritu del Boom latinoamericano, pues nació
literariamente con él y ayudó a definirlo y a identificarlo con una nueva
generación de escritores, su obra narrativa se caracteriza por la importancia
de la experimentación técnica, aspecto por el que es valorado como un maestro
de la composición novelística y en el que se ha desempeñado como un notable
innovador de posibilidades narrativas y estilísticas. Desde el punto de vista
temático, sus novelas tratan de la antinomia entre lo histórico y lo
estructural, como así lo expresa el título de varias de sus novelas (La ciudad
y los perros, La casa verde, Conversación en La Catedral), en las que la
presencia de estructuras demuestra el interés casi obsesivo que el autor tiene
por éstas. Asimismo, en cuanto a los tonos, su obra presenta las
características más variadas, desde el humor y la comicidad hasta la caída
trágica. Por otra parte, el hecho de que el grueso de su producción literaria
la haya realizado desde el extranjero, explica el sesgo retrospectivo que
domina buena parte de la misma, así como la reconstrucción constante que hace
de vivencias íntimas o colectivas del Perú como base de su ficción, salvo
algunas excepciones como La guerra del fin mundo y algunas de sus últimas
novelas. En cuanto a sus modelos literarios, o “precursores” (a los que ha
dedicado en varios casos estudios críticos), hay que citar, por un lado, a la
novela de caballerías Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell, y a Cien años de
soledad, de García Márquez, ambas como ideales del concepto de novela total (la
que funde lo real con lo irracional y el mito); por otro, son imprescindibles
para Vargas Llosa dos escritores en especial: Flaubert, como modelo de la
literatura como vocación, de la utilización de la realidad como pozo sin fondo
para encontrar contenidos y temas (la mediocridad del ser humano, la violencia
y el sexo), como modelo, también, de la importancia de una estructura narrativa
rigurosa y de un narrador impasible ante los hechos narrados, etc.; y Faulkner,
tanto en lo que respecta a temas y ambientes, como a rasgos formales,
especialmente, el multiperspectivismo, los saltos en el tiempo, el uso de
varios narradores en vez del omnisciente, la retención de información, el uso
de historias paralelas, etc.
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