domingo, 20 de enero de 2013

El abandono colectivo-selectivo


Si hay una pregunta en la que toda la humanidad está de acuerdo es que todos deseamos ayudar al prójimo de una forma u otra.

En la inmensa mayoría del tiempo, los argumentos para justificar esta acción humanitaria y desprendida podrían ser válidos, sinceros y hasta de peso del por qué lo desean hacer. Algunos no solo lo hacen por su desprendimiento material, sino porque viven intensamente esa conexión divina.
Por otro lado, están los que hacen grandes donaciones sencillamente para que la sociedad los identifique como filántropos,  desprendidos, humanitarios, sin tan siquiera ver que lo hacen, solo para acogerse a los beneficios económicos que les brinda.
Deseamos aclarar que al expresar esta realidad de algunos, no es bajo ningún concepto una forma de criticar a los que, por codicia, utilizan las causas de los desvalidos para enriquecerse,  ya que los que lo hacen con ese propósito por lo menos indirectamente están ayudando a otros que lo necesitaban y están en todo su derecho escogen esa vida de voluntariado como una excusa para desconectarse de su realidad, de sus deberes, de verse fijamente en el espejo de su reflejo, ya que es más fácil desocuparse de sus vidas y preocuparse por otros.
Sus vidas están llenas de incongruencias, en algunos casos, estas personas se desviven por los demás, mientras los suyos están pasando necesidades y sufriendo.
Aunque su tiempo tiende a estar comprometido con el bienestar de los demás, su salud está por el piso, sus finanzas son un desastre y sus relaciones interpersonales son nulas. Estas personas tienden a ocuparse de todos a su alrededor  y a desocuparse de todo lo relacionado con ellos.
No hay una forma correcta de servir a otros. Mucho de eso dependerá en qué parte del mundo te encuentres, pero cada cual hace lo que entiende mejor, como puede y, en muchos de los casos, para tener algo en su resumé cuando vayan al tribunal celestial.
Pero ¿qué tal si antes de comenzar a atender a los demás, a servir, a ser desprendidos con el prójimo, empezamos a ocuparnos de nosotros mismos?
Entendamos primero el significado de la palabra ocuparse, la misma tiene varios significados, entre ellos: llenar un espacio o tiempo, dedicar la atención a algo, apoderarse, trabajar, dedicarse, desempeñar, entregarse, consagrarse, atender y cuidar.
Cada uno de esos significados tiene un denominador común y es que hay una acción concreta, una determinación de actuar, de hacer algo diferente.
¿Qué tal si nos dejamos de estar salvando al mundo y nos tomamos el tiempo para observarnos, vernos detenidamente, sentir quiénes somos, entender nuestras necesidades, saber de dónde nacen nuestros sentimientos, cuál es la raíz de nuestra existencia, comprender nuestras relaciones y, sobre todo, cómo podemos vivir en nuestro presente?
¿Qué tal si nos tomamos el tiempo de dejar de vernos en el espejo de los demás y realizamos un ejercicio de autoevaluación?
¿Qué tal si por unos minutos nos desocupamos del mundo y comenzamos a ocuparnos de nosotros mismos?
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Waldemar Serrano-Burgos, CEC
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El mito urbano: ¿Se parecen las mascotas a sus dueños?


Tomado de Entremujeres.com     


¿Las mascotas se parecen a sus dueños?

Que tienen la misma cara, que caminan igual, que comparten formas de ser… Muchas veces buscamos semejanzas entre las personas y sus mascotas. ¿Realmente hay un parecido?  Para no quedarnos con las leyendas urbanas, hablamos con dos especialistas.

Por Vanesa López 

Cuando elegimos una mascota, ¿buscamos una acorde a nuestra personalidad? “Así es, al menos es lo que yo creo basado en mi experiencia. Todos elegimos en virtud de nuestros gustos que a su vez son el reflejo de nuestra personalidad”, confirma a Entremujeres el doctor Ricardo Bruno, veterinario especialista en comportamiento animal.
Por su parte, Juan Enrique Romero, médico veterinario asesor de Pedigree, considera que “no siempre ni en su totalidad ocurre de ese modo, ya que el mundo moderno y una elección responsable obliga a tener en cuenta factores como el tamaño del animal y el espacio disponible”. Pero reconoce que “la mayoría de las veces, aunque sea sólo en deseos, elegimos mascotas acorde a nosotros”.
Los expertos nos dan algunos ejemplos:
* Es muy difícil que un rugbier elija, como mascota, a un gato.
* Las personas muy dogmáticas y amantes de lo cuasi perfecto optarían por un ovejero alemán
* Es poco frecuente que un bailarín clásico o un artista plástico elija a un pitbull.
* Las personas glamorosas se quedarían con un yorky o un caniche toy.
* Los más atléticos optarán muchas veces por un pitbull o un doberman.
Pero, atentos: si bien muchas veces elegimos lo parecido, otras tantas buscamos lo diferente a nuestra imagen y personalidad. “Esto sucede porque psicológicamente nos atrae lo igual (por narcisismo) o lo opuesto, por complemento y por curiosidad”, señala el doctor Romero.

¿Tu mascota tiene “tu misma cara”?
Muchas veces pensamos que ciertos rasgos físicos de las mascotas se asemejan a los de sus dueños. “Es un mito urbano, al menos a mi juicio”, señala el doctor Bruno.
El experto nos cuenta de dónde proviene esta falsa creencia: “todo comenzó hace unos veinte años cuando un laboratorio veterinario sacó un almanaque donde ponían fotos de caras humanas al lado de caras de mascotas que tenían un gran parecido. Obviamente la publicidad decía que cada par de fotos eran de propietario y su mascota, algo que no era creíble. Rápidamente se popularizó y a la gente le gustó creer en esa mimetización casi mística entre humanos y animales”.

Hombre activo, perro activo (y así sucesivamente)

Más allá de lo físico, es común ver una “forma de ser” parecida entre mascotas y dueños. Con la convivencia, ¿los animales se vuelven más amigables, activos, sedentarios, inteligentes…? ¿Adoptan nuestras prácticas? “Eso es así, pero no hay nada misterioso, sino una simple habituación entre el propietario y su animal, en especial si este último es un perro”, enfatiza Bruno. 
Según el doctor Romero, las mascotas copian nuestros ritmos y comportamientos: “el 70 por ciento de la conducta final de un perro lo genera el ambiente. De esa forma, una raza movediza puede tener paso lento y perezoso si su dueña es una señora mayor”.
El principal medio de comunicación canina es el gestual y postural. El propietario está comunicándose con su animal en todo momento, aún sin darse cuenta de que lo está haciendo. Los animales aprenden por asociación de eventos contiguos en el tiempo, con lo cual la rutina de su dueño en poco tiempo también se transforma en su rutina y la forma de actuar de su propietario (tranquilo, inquieto, calmo, violento, parsimonioso, etc.) lleva a que el perro responda y se comporte también de ese modo.
Hasta los cuatro meses de vida, los perros se adaptan al entorno e "imprimen" conductas que quedarán grabadas para siempre. “Esta etapa se llama socialización temprana y es fundamental. En ella el cachorro debe ser apoyado, contenido y enfrentado amablemente a distintas personas y circunstancias”, sugiere Romero, a modo de conclusión.

Retirarán equipos de rayos x para pasajeros en aeropuertos de EUU


Agencias Noticiosas
Retiran de aeropuertos escáneres que muestran cuerpos desnudos
Por Joshua Freed

Los escáneres que revelan demasiado en las imágenes de cuerpo entero de pasajeros en los aeropuertos pronto serán eliminados.
La Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA, por sus siglas en inglés) indicó que los escáneres que utilizan rayos X de dosis baja serán retirados en junio debido a que la compañía que los fabrica no puede corregir los problemas de privacidad. Los otros escáneres de cuerpo entero que se usan en los aeropuertos, que producen una figura genérica en lugar de imágenes desnudas, seguirán funcionando.
El gobierno estadounidense rápidamente implementó el uso de escáneres de cuerpo entero luego que un hombre introdujo explosivos en un vuelo con destino a Detroit en la Navidad de 2009.
Al principio, ambos tipos de escáneres mostraban desnudos a los viajeros. La idea era que los empleados de seguridad pudieran ubicar objetos metálicos, como armas, al igual que objetos no metálicos, como explosivos plásticos. Los escáneres también muestran todos los detalles del cuerpo de cada pasajero.
La TSA defendió los escáneres al argumentar que las imágenes no podían ser almacenadas y sólo eran vistas por los trabajadores de seguridad que no interactuaban con los pasajeros. Sin embargo, los escáneres de igual manera generaron preocupaciones sobre privacidad. El Congreso estadounidense ordenó que los escáneres produjeran una imagen genérica, o bien, fueran removidos para junio.
El jueves, la empresa Rapiscan, que produce los escáneres de rayos X, o de retrodispersión, reconoció que no podría cumplir con la fecha límite de junio. La TSA informó el viernes que terminará su contrato con el software de Rapiscan.
El comunicado de la oficina gubernamental también señaló que los escáneres restantes podrán acelerar el proceso de los pasajeros, por lo que habrá líneas más veloces en el aeropuerto. Esos escáneres, fabricados por L-3 Communications, utilizan ondas milimétricas para generar una imagen. La compañía fue capaz de desarrollar un software que ya no producía una imagen desnuda del cuerpo del viajero.
La TSA retirará los 174 escáneres de retrodispersión de los 30 aeropuertos en que se utilizan actualmente. Otros 76 se encuentran almacenados. Además tienen 669 de los escáneres de ondas milimétricas que permanecerán, más una opción de otros 60, dijo el portavoz de la TSA, David Castelveter.

sábado, 19 de enero de 2013

El Salvador actual requiere alejarse de los extremismos


Tomado de La Prensa Gráfica

 La derecha moderna

Por Eduardo Cálix

Muchos salvadoreños estamos comprometidos con el pleno goce de las libertades en El Salvador, el respeto al Estado de Derecho, la democracia como sistema político de ejercer el poder; interesados en ver instituciones modernas, fuertes, sanas, proactivas y en constante transformación para servir a una sociedad ávida de una mayor y mejor atención, con servicios oportunos de calidad. 

Hacer, innovar o crear políticamente no nos hace necesariamente antagónicos en el acontecer político. De eso se trata cuando se gana una contienda... se hace mejor, se piensa mejor, se crea mejor, se propone mejor, para convencer y finalmente inspirar confianza, esperanza y vencer.

Cuando se tiene visión de país, aun trabajando en diversas trincheras se debe tener una sola causa, un solo entendimiento que nos haga coincidentes, que nos dé un norte claro para actuar de manera conjunta, procurando alcanzar objetivos que beneficien al colectivo. Sin embargo, también es inútil y equívoco intentar ocultar diferencias programáticas, conceptuales y de línea política. Esas diferencias han hecho que la derecha política en El Salvador aparezca en diversas oportunidades ante la ciudadanía con comportamientos y posicionamientos enfrentados, incluso irreconciliables.

Es de reconocer que la derecha tiene frente a algunos sectores de la sociedad una aparente dispersión, y se muestra en ocasiones ambigua, lo que causa confusión y enfado entre los ciudadanos. Este comportamiento político disociado que refleja “distintas personalidades”, y que algunos catalogan como “escisión”, alimenta el “condicionamiento clásico” de aquellos que siempre han querido atestiguar la derrota y aniquilación de la derecha como opción política real y verdadera.

El encuentro urgente de la derecha salvadoreña, con identidad política y programática definitoria, no contradice en nada a la indispensable y necesaria libertad de pensamiento de sus militantes, ni atenta con la rica pluralidad de ideas que florece en su interior; al contrario, una parte de la clara y notoria identidad que se busca se encuentra en la libertad, en la democracia que acepta la decisión de la mayoría pero que respeta los derechos de la minoría, en la tolerancia, en la paz y en el respeto a la ley, en la igualdad y la justicia para todos, valores que son intrínsecos a una derecha moderna y progresista.

En la justa valoración a esos principios, es donde esa derecha moderna debe afianzar una sólida identidad, un nuevo programa y una línea política que aplicada con eficacia y de manera homogénea le permita sumar adeptos, crecer en todo el territorio nacional, ganar en el debate y la confrontación de las ideas, vencer en la competencia electoral para, finalmente, convertirse en opción real de gobierno.

El Salvador necesita de hombres y mujeres que tengan siempre incólume como principio: rechazar la idea de la violencia como partera de la historia; rechazar la concepción de que la ley es un obstáculo al que debemos brincar para lograr nuestros objetivos; rechazar toda visión de estatismo absolutista, de poder concentrado, de presidencialismo omnipotente; funcionarios que trabajen incansablemente, pero que como humanos pueden, como se dice popularmente, “meter las patas” pero jamás las manos.

El Salvador del siglo XXI requiere alejarse definitivamente tanto del anacrónico extremismo revolucionario ortodoxo, como de aquel liberalismo invidente carente de rostro o sentimiento; y además, despojarse de los populismos caudillistas tan frecuentes en América Latina, así como del dogma dictatorial y ciertamente ineficaz en la lucha contra la injusticia y la desigualdad.

Si quienes nos gobiernen en el futuro persisten en no desprenderse de esas pesadas cargas, de esas visiones fundamentalistas, ningún instituto político salvadoreño podrá entenderse ante la sociedad –y ni siquiera a sí mismos– como alternativa de gobierno y de nuevo poder democrático.