miércoles, 23 de enero de 2013

Asamblea puede aprobar Voto en el Exterior pero GOES no tiene presupuesto para ejecutarlo


Tomado de La Página

Aunque voto en el exterior se apruebe, GANA y CN dudan de su ejecución

Por Otto Morán

La inminente aprobación del voto en el exterior trae dudas consigo; pues pese a que los diputados de GANA y CN acompañan la medida, afirman que su ejecución no está asegurada porque no hay dinero para ello.

Los diputados Francisco Merino  de CN y Mario Tenorio de GANA mantienen dudas respecto a la ejecución de la modalidad del voto en el exterior, esto ante su inminente aprobación este jueves en la Asamblea Legislativa.

La Asamblea Legislativa aprobará este jueves el voto en el exterior; sin embargo, la ejecución de esta mediad aún está en duda, pues el gobierno informó que no tiene dinero suficiente para el gasto que acarrea la implementación del evento electoral del 2014 que asciende a $40 millones, a los cuales habría que sumarles $21 millones más requeridos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para el voto en el exterior.

Esta situación le parece incierta para el diputado Tenorio, quien reconoce que para que la medida surta efecto debe contar con el financiamiento necesario.

“Estamos conscientes de la situación que está pasando el país, estamos claros de que hay que saldar compromisos con relación al pago del gas propano, que se requiere saldar compromisos con los transportistas de este país y al Tribunal Supremo Electoral en las próximas elecciones y por lo tanto estamos dispuestos a dar nuestros votos, mal haríamos al no ser consecuentes ni conscientes que estas circunstancias al final se van a trasladar al pueblo salvadoreño” expresó el diputado naranja.

Tenorio aclara que pese a que no hay dinero, su partido está consciente que también existe la posibilidad de obtener el dinero necesario para cumplir con los requerimientos del TSE.

Por su parte, el diputado Merino quien también reconoció que la medida no cuenta con el financiamiento requerido recordó que el voto en el exterior es un derecho de los salvadoreños que habitan fuera de las fronteras patrias.

“Por supuesto acompañamos la aspiración de los salvadoreños que viven fuera del territorio porque es un derecho que tenemos todos los salvadoreños; sin embargo, la implementación de este mecanismo requiere de una inversión bastante considerable y esos fondos no están asignados ahorita en ninguna partida presupuestaria” apuntó.

Ambos legisladores son miembros  de la Comisión de Reformas Electorales en la Asamblea, e intentarán –vía decreto- resignar los fondos que el gobierno tiene de la emisión de bonos 2012 para el pago de las responsabilidades electorales del año entrante, incluido el voto en el exterior.

EEUU emite alerta de viaje para El Salvador


Agencias Noticiosas
 Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton

El Departamento de Estado norteamericano emitió hoy una alerta de viaje para El Salvador.

El Departamento de Estado norteamericano emitió hoy una alerta de viaje para El Salvador al considerar que pese a que la tregua de las pandillas alcanzada el año pasado ha hecho disminuir los homicidios, el “crimen y la violencia” siguen siendo “problemas graves en todo el país”.
“Una tregua entre las dos principales bandas callejeras en 2012 contribuyó a un declive en la tasa de homicidios. Pero la sostenibilidad de este declive no está clara y la tregua ha tenido poco impacto en los robos, asaltos y otros crímenes violentos”, justifica su alerta el Departamento de Estado, que recuerda que ya en marzo del año pasado decidió por este motivo “reducir sustancialmente” el número de voluntarios del Cuerpo de Paz en ese país.
Según datos oficiales, desde enero de 2010 fueron asesinados en El Salvador 22 ciudadanos estadounidenses, de los que en sólo cinco casos se ha condenado a los responsables. En el mismo período de tiempo se reportó el robo de 230 pasaportes estadounidenses, agrega, además de apuntar que la extorsión es un crimen “particularmente grave y común” en el país, entre otros.
“El gobierno de El Salvador carece de los recursos suficientes para investigar de forma adecuada y juzgar los casos, así como para impedir los crímenes violentos”, concluye el Departamento de Estado.
Por ello, subraya, los ciudadanos estadounidenses deberían permanecer “vigilantes todo el tiempo”, especialmente “al salir de casas u hoteles, coches, garajes, escuelas y lugares de trabajo”.
El Departamento de Estado recomienda asimismo “siempre que sea posible” que se viaje en “grupos de dos o más personas”, que se evite mostrar joyas, dinero o tarjetas de crédito y que también se eluda caminar de noche en la “mayor parte de las áreas” de El Salvador, así como no caminar solo cerca de playas, ruinas históricas o caminos.

martes, 22 de enero de 2013

El Salvador: Aprobación del voto en el exterior está cerca. Todavía no se puede cantar victoria


Tomado de La Página
 Someterán la ley a aprobación del pleno este próximo jueves

Diputados aprueban voto en el exterior para Presidenciales de 2014

Los diputados de la Comisión de Reformas Electorales aprobaron este martes el dictamen para que los salvadoreños en el exterior puedan votar. Se estima que entre 150 mil y 200 mil salvadoreños residentes en el exterior podrían emitir el sufragio para las presidenciales del próximo año.

Por Víctor Hugo Dueñas

Por unanimidad, los partidos políticos en la Comisión de Reformas Electorales de la Asamblea Legislativa aprobaron este martes el dictamen de la Ley Especial de Voto en el Exterior, para hacer así posible que millares de salvadoreños residentes en el extranjero emitan sufragio para las presidenciales del próximo año.

Se espera que los diputados aprueben la ley en la sesión plenaria del jueves próximo. Con ello se permitiría que salvadoreños residentes en EE.UU. y Canadá puedan emitir el sufragio en las elecciones presidenciales de 2014 vía voto postal.

Con un total de 25 artículos, la nueva normativa establece compromisos del Tribunal Supremo Electoral sobre cómo hacer efectivo el mecanismo del "voto postal"; es decir, los salvadoreños recibirán hasta sus viviendas las papeletas de votación para marcar en ellas el candidato de su preferencia.
 
Los diputados por el FMLN, Jackeline Rivera; Mario Tenorio, de GANA, y Alberto Romero, de ARENA dijeron sentirse satisfechos con la definición de la normativa la cual será aprobada en la sesión plenaria del próximo jueves.
 
De acuerdo con la diputada efemelenista, Rivera, un aproximado de 200 mil compatriotas estarían facultados para ejercer su derecho al voto, por lo cual los invitó a obtener sus documentos de identidad (DUI) y a inscribirse en el padrón electoral para participar de los comicios del 2014.
 
"Todos los salvadoreños en el exterior puede votar", aclaró por su parte el diputado de GANA, Tenorio.
 
Agregó que deberá diseñarse un mecanismo de "código de barras" para los sobres y las papeletas que se envíen a los compatriotas, como una medida de seguridad para las mismas. Además de las obligadas firmas (manuscritas) que los votantes deben consignar en las boletas de votación, además de los sobres.
 
Al finalizar la discusión del articulado de nueva Ley Especial de Voto en el Exterior, los diputados explotaron en júbilo y aplaudieron por el acuerdo logrado.


Ex guerrillero salvadoreño asesora a gobierno colombiano en diálogo con las FARC


Agencias Noticiosas

Pdte. Colombia dice que Joaquín Villalobos asesora en proceso de paz

Juan Manuel Santos confirmó que el exguerrillero fundador del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), lo asesora en el diálogo con las  FARC. Gobierno y FARC han sostenido dos reuniones, en Oslo y La Habana, buscando llegar a la firma de la paz. 

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha revelado  que el ex guerrillero salvadoreño Joaquín Villalobos está asesorando al Gobierno en el diálogo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"Joaquín Villalobos está de asesor nuestro, me está ayudando en la constitución de la paz con las FARC", ha anunciado, durante un acto en el que alcaldes y gobernadores colombianos han firmado la Declaración Chapultepec, sobre la libertad de prensa.

Santos ha considerado que es una "paradoja", ya que Villalobos fue el fundador y máximo dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), uno de los cinco grupos armados que en 1980 crearon el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

El FMLN se enfrentó a las fuerzas militares salvadoreñas entre 1980 y 1992, dejando un saldo de 75.000 muertos y desaparecidos. El conflicto terminó con un acuerdo de paz que permitió la desmovilización de la guerrilla y su incorporación a vida política.

Debido a su destacado papel en la transición política, Villalobos ya ha asesorado a otros países en sus procesos de paz, entre ellos Reino Unido, Bosnia y Herzegovina, Sri Lanka y Filipinas.

Desde el pasado 8 de octubre en Oslo y el 19 de noviembre en La Habana, el Gobierno y las FARC abordan una agenda temática de cinco puntos -acordada por las partes- para poner fin a más de medio siglo de conflicto armado.
 

lunes, 21 de enero de 2013

Discurso de toma de posesión de Barack Obama en su segundo término.


Traducción libre

Washington, D.C., 21 de enero de 2013

Vicepresidente Biden, Presidente del Tribunal Supremo, miembros del Congreso de los Estados Unidos, distinguidos invitados y compatriotas:

Cada vez que nos reunimos para tomar posesión de la presidencia, somos testigos de la fuerza perseverante de nuestra Constitución. Afirmamos la promesa de nuestra democracia. Recordamos que lo que une a esta nación no son los colores de nuestra piel o los principios de nuestra fe o el origen de nuestros nombres. Lo que nos hace excepcionales –lo que nos hace estadounidenses—es nuestro compromiso con una idea, articulada en la declaración hecha hace dos siglos:

“Sostenemos estas verdades para que sean evidentes por sí solas, que todos los hombres son creados iguales, que son bendecidos por el Creador con ciertos derechos inalienables, que entre esos están la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad”.

Hoy continuamos un viaje sin fin, para alcanzar el significado de aquellas palabras con las realidades de nuestro tiempo. Porque la historia nos dice que si bien estas verdades son evidentes por sí solas, no se cumplen solas; que si bien nuestra libertad es un regalo de Dios, debe ser cuidado por su Pueblo aquí en la Tierra. Los patriotas de 1776 no lucharon para reemplazar la tiranía de un rey con los privilegios de unos pocos o por el poder de la turba. Nos dieron una República, un gobierno de, y por, y para el pueblo, confiándole a cada generación la obligación de mantener a salvo nuestro credo.

Por más de doscientos años, lo hemos hecho.

Por la sangre sacada con el látigo y la sangre sacada por la espada, hemos aprendido que ninguna unión basada en los principios de la libertad y la igualdad podría sobrevivir medio esclava y medio libre. Nos reconstruimos solos y prometimos avanzar juntos.

Juntos, determinamos que una economía moderna requiere líneas de ferrocarril y autopistas para acelerar el transporte y el comercio; las escuelas y las universidades para entrenar a nuestros trabajadores.

Juntos, hemos descubierto que un mercado libre solo prospera cuando hay reglas que aseguren la competencia y el juego limpio.

Juntos, decidimos que una gran nación debe cuidar a sus vulnerables, y que protege a su gente de los peores peligros e infortunios de la vida.

En todo este camino, nunca hemos cedido en nuestro escepticismo por la autoridad central, ni hemos sucumbido a la ficción que todos los males de la sociedad pueden ser curados solo por el gobierno. Que celebremos las iniciativas y las empresas; que insistamos en el trabajo duro y en la responsabilidad personal, son constantes en nuestro carácter.

Pero siempre hemos comprendido que cuando los tiempos cambian, también debemos cambiar nosotros; que la fidelidad a nuestros principios fundacionales requiere nuevas respuestas a nuevos retos; que preservar nuestras libertades individuales al final requiere de acciones colectivas. Porque el pueblo estadounidense no puede cumplir con las demandas del mundo de hoy actuando solo, como los soldados estadounidenses no podrían haber encardo las fuerzas del fascismo o del comunismo con mosquetes y milicias. Ninguna persona por sí sola puede entrenar a todos los maestros de matemáticas y ciencias para preparar a nuestros hijos para el futuro, o construir las carreteras y las redes y los laboratorios de investigación que traerán nuevos trabajos y negocios a nuestras costas. Ahora, más que nunca, debemos hacer estas cosas juntos, como una nación, y como un solo pueblo.

Esta generación de estadounidenses ha sido puesta a prueba por crisis que fortalecieron nuestra decisión y probaron nuestra capacidad. Una década de guerra está terminando. Nuestra recuperación económica ha comenzado. Las posibilidades de Estados Unidos son infinitas, porque poseemos todas las cualidades que este mundo sin fronteras demanda: juventud e ímpetu; diversidad y apertura; una capacidad sin fin para los riesgos y un don para la reinvención. Mis queridos compatriotas, estamos hechos para este momento, y lo aprovecharemos –siempre y cuando lo hagamos juntos.

Porque nosotros el pueblo, entendemos que nuestro país no puede tener éxito cuando unos pocos que cada vez son menos viven bien y que las mayorías en aumento apenas si salen a flote.  Creemos que la prosperidad de Estados Unidos debe descansar sobre los hombros de una pujante clase media. Sabemos que Estados Unidos florece cuando cada persona puede encontrar independencia y orgullo en su trabajo; cuando los sueldos del trabajo honesto liberan familias del borde de la pobreza. Cumplimos con nuestro credo cuando una niña nacida en la mayor pobreza sabe que tiene la misma oportunidad de tener éxito que cualquier otro, porque es estadounidense, es libre y es igual, no solo a los ojos de Dios sino también a los nuestros.

Comprendemos que nuestros gastados programas son inadecuados para las necesidades de nuestro tiempo. Debemos forjar nuevas ideas y tecnología para rehacer nuestro gobierno, relanzar nuestro código de impuestos, reformar nuestras escuelas y empoderar a nuestros ciudadanos con las habilidades que necesitan para trabajar más duro, aprender más y subir más. Pero mientras los medios cambiarán, nuestros propósitos persisten: a una nación que premia el esfuerzo y la determinación de cada estadounidense. Esto es lo que requiere el momento. Eso es lo que dará verdadero significado a nuestro credo.

Nosotros, el pueblo, aún creemos que cada ciudadano merece una medida básica de seguridad y dignidad. Debemos tomar las decisiones difíciles para reducir los costos del cuidado de la salud y de tomar control de nuestro déficit. Pero rechazamos la creencia que Estados Unidos debe escoger entre cuidar a la generación que construyó este país e invertir en la generación que construirá su futuro. Porque recordamos las lecciones de nuestro pasado, cuando años oscuros fueron caracterizados por la pobreza, y los padres de un niño con impedimentos no tenía a quién acudir. No creemos que en este país, la libertad está reservada para los que tienen suerte, o la felicidad para los pocos. Reconocemos que sin importar qué tan responsablemente vivimos, cualquiera de nosotros, en cualquier momento, puede sufrir un despido, o una enfermedad repentina, o que nuestra casa se la lleve una tormenta terrible. Los compromisos que tenemos unos con otros –a través de Medicare y Medicaid y la Seguridad Social—estas cosas no socavan nuestras iniciativas;  nos fortalecen. No nos hace una nación de aprovechados; nos libera para tomar los riesgos que hace a este país grande.

Nosotros, el pueblo, todavía creemos que nuestras obligaciones como estadounidenses no son solo para nosotros, sino para toda la posteridad. Responderemos a la amenaza del cambio climático, sabiendo que dejar de hacerlo traicionaría a nuestros hijos y a las futuras generaciones. Algunos todavía pueden negar la abrumadora evidencia de la ciencia, pero nadie puede evitar el impacto devastador de los incendios forestales, y de la paralizante sequía y de más potentes tormentas. El camino hacia las fuentes de energía sostenible será largo y algunas veces difícil. Pero Estados Unidos no puede resistirse a esta transición, debe liderarla. No podemos ceder a otras naciones la tecnología que impulsará nuevos trabajos y nuevas industrias –debemos reclamar este derecho. Así es como mantendremos la vitalidad de nuestra economía y nuestros tesoros nacionales –nuestros bosques y nuestros ríos; nuestras tierras fértiles y nuestros picos nevados. Así es cómo preservaremos nuestro planeta, que Dios nos ha ordenado cuidar. Eso es lo que le dará significado al credo que una vez declararon nuestros padres.

Nosotros el pueblo, todavía creemos que la seguridad permanente y la paz duradera no requieren de una guerra perpetua. Nuestros valientes hombres y mujeres uniformados, templados por las llamas de la batalla, son inigualables en habilidades y coraje. Nuestros ciudadanos, forjados por la memoria de los que hemos perdido, conocen demasiado bien el precio que se paga por la libertad. El conocimiento del sacrificio nos mantendrá vigilante contra aquellos que querrían hacernos daño. Pero también somos herederos de aquellos que ganaron la paz y no solo la guerra, que convirtieron a nuestros peores enemigos en los amigos más confiables, y debemos traer esas lecciones a este tiempo también.

Defenderemos a nuestro pueblo y sostendremos nuestros valores a través de la fuerza de las armas y del cumplimiento de la ley. Mostraremos nuestro coraje para tratar y resolver nuestras diferencias con otras naciones de manera pacífica –no por ser ingenuos sobre los peligros que encaramos, sino porque el involucramiento puede funcionar mejor para borrar las sospechas y el miedo. Estados Unidos seguirá siendo el ancla de las fuertes alianzas en todos los rincones del mundo; y renovaremos estas instituciones que extienden nuestra capacidad para manejar crisis en el extranjero, porque nadie tiene más en juego en un mundo pacífico que su nación más poderosa. Apoyaremos la democracia desde Asia hasta África; desde las Américas hasta el Medio Oriente, porque nuestros intereses y nuestras conciencias nos obligan a actuar en nombre de aquellos que buscan la libertad. Y debemos ser la fuente de esperanza para los pobres, los enfermos y los marginados, las víctimas de prejuicio –no por mera caridad, sino porque la paz en nuestros tiempos requiere el constante avance de estos principios que nuestro credo en común describe: tolerancia y oportunidad; dignidad humana y justicia.

Nosotros, el pueblo, declaramos hoy la más evidente de las verdades –que todos nosotros somos creados iguales—es la estrella que todavía nos guía; tal como guió a nuestros antepasados a través de las cataratas del Seneca, y en Selma, y en Stonewall; tal como guió a todos aquellos hombres y mujeres, celebrados y no celebrados, que dejaron huellas a los largo de esta gran alameda, para escuchar a un tal King proclamar que nuestra libertad individual está indivisiblemente atada a la libertad de cada alma en esta Tierra.

Es tarea de nuestra generación seguir el camino que comenzaron estos pioneros. Porque nuestro viaje no está completo hasta que nuestras esposas, nuestras madres, y nuestras hijas puedan ganarse la vida de acuerdo a sus esfuerzos. Nuestro viaje no está completo hasta que nuestros hermanos y hermanas homosexuales sean tratados como cualquier otro bajo la ley –porque si somos realmente creados iguales, entonces seguramente el amor con que nos comprometernos unos con otros debe ser igual también. Nuestro viaje no está completo hasta que ningún ciudadano sea obligado a esperar durante horas para ejercer el derecho al voto. Nuestro viaje no está completo hasta que encontremos una mejor manera de dar la bienvenida a los esperanzados y luchadores inmigrantes que todavía ven en Estados Unidos la tierra de oportunidad, hasta que los brillantes estudiantes y los ingenieros sean enlistados en nuestras fuerzas de trabajo en lugar de ser expulsados de nuestro país. Nuestro viaje no está completo hasta que todos nuestros hijos, desde las calles de Detroit hasta las colinas de Appalachia hasta las calles de Newtown, sepan que les cuidamos y que les queremos, y que siempre les cuidaremos de los peligros.

Esa es la tarea de nuestra generación –hacer que estas palabras, estos derechos, estos valores—de Vida, de Libertad y de Búsqueda de la felicidad –sean reales para cada estadounidense. Cumplir con los documentos fundacionales no requiere que estemos de acuerdo en cada vuelta de la vida; no significa que todos tendremos el mismo concepto de libertad, o que todos seguiremos el mismo preciso camino hacia la felicidad. El progreso no nos obliga a que resolvamos los debates sobre el papel del gobierno que llevan siglos para toda época –pero requiere que actuemos en nuestra época.

Porque ahora es tiempo de decisiones, y no podemos quedarnos parados. No podemos confundir absolutismo con principios, o sustituir espectáculo por política, o tratar los insultos como un debate razonable. Debemos actuar, sabiendo que nuestro trabajo será imperfecto. Demos actuar, sabiendo que las victorias de hoy serán solo victorias parciales, y que dependerá de los que estén aquí dentro de cuatro años, y dentro de 400 años para avanzar en el espíritu una vez conferido a nosotros en un salón de Filadelfia.

Mis queridos compatriotas, el juramento que he hecho hoy ante ustedes, como el recitado por otros que sirvieron en este Capitolio, fue un juramento a Dios y al país, no a un partido o facción –y debemos cumplirlo fielmente durante lo que dure nuestra función. Pero las palabras que pronuncié hoy no son tan diferentes de los juramentos que toman los soldados al enlistarse, o al de un inmigrante que cumple su sueño. Mi juramento no es tan diferente de la promesa que hacemos a la bandera que ondea sobre nosotros y que llena nuestros corazones de orgullo.

Son las palabras de los ciudadanos, y representan nuestra máxima esperanza.Ustedes y yo, como ciudadanos, para establecer el camino de este país.

Ustedes y yo, como ciudadanos, tenemos la obligación de darle forma a los debates de nuestro tiempo –no solo con los votos que emitimos, sino con las voces que levantamos en defensa de nuestros valores más antiguos y nuestros ideales más perdurables.

Permitamos que cada uno de nosotros abrace, con solemnidad y alegría, lo que constituye nuestro derecho de nacimiento. Con esfuerzo común y propósito común, con pasión y dedicación, respondamos al llamado de la historia y llevemos al futuro incierto nuestra preciosa luz de la libertad.

Gracias, que Dios los bendiga y que bendiga por siempre a los Estados Unidos de América.