domingo, 25 de mayo de 2014

Elecciones en Colombia: Zuluaga y Santos: ¿dos caras de la misma moneda?


Tomado de BBC Mundo


Las dos élites que se disputan el poder en Colombia

Por Luis Fajardo

En las elecciones presidenciales colombianas de este domingo, los dos candidatos favoritos pertenecen al "establecimiento" político nacional.

Ambos se han visto involucrados en escándalos en la recta final de la campaña, algo que ha generado desencanto entre parte del electorado.

Y sin embargo, no ha surgido una "tercería" o una opción alternativa a la que representan el presidente Juan Manuel Santos y su principal contendor, Oscar Iván Zuluaga.

Los colombianos eligen entre cinco candidatos a la presidencia, que a primera vista, reflejan variedad en el espectro ideológico.

Si la dinámica que se observó durante la campaña se mantiene hasta el final, la pugna central es la que hay entre la aspiración a la reelección del presidente Santos, y la candidatura de Zuluaga, protegido político del expresidente Álvaro Uribe Vélez.

Santos y Zuluaga reflejan dos visiones de élite del país, dos versiones distintas del "establecimiento" colombiano.

De una parte, una élite capitalina reflejada por el presidente, respaldada especialmente por los principales medios de comunicación bogotanos y por segmentos de opinión eminentemente urbanos.

De la otra, una élite más regional y respaldada, entre otros grupos, por el poder de la propiedad rural, que apoya al uribismo representado por Zuluaga.

Santos, integrante de la familia que por décadas fue dueña de El Tiempo, el medio de comunicaciones más influyente del país, nunca ha rehuido al calificativo de ser parte del estrato más aristocrático del país.

Pero le añade una connotación distinta. El presidente ha dicho una y otra vez que espera que la historia lo juzgue como un "traidor a su clase", un Franklin Delano Roosevelt colombiano, quien usó su privilegio y su posición para impulsar una serie de medidas progresistas en beneficio de los más necesitados.

Zuluaga, por su parte, acapara los afectos de muchos propietarios rurales, los mismos que aseguran que han sufrido más de cerca la guerra contra las FARC y que muestran el mayor recelo ante las negociaciones que adelanta esa guerrilla con el gobierno de Santos en La Habana.

Al candidato uribista le gusta recordar a la gente que al comienzo de su carrera pública fue alcalde de un pequeño pueblo, Pensilvania, en la zona de producción cafetera del departamento de Caldas. Los medios regionales le ofrecen muchas de las simpatías que no le concede la "gran prensa" capitalina.

Por supuesto, ambos candidatos aseguran, con razón, que un espectro amplio de la población los sigue, y no simplemente los estratos privilegiados con los que más los identifican.


El presidente Santos se presenta como un aristócrata que quiere ayudar a los más necesitados.

Más allá de su lugar natural


Se pueden encontrar muchos santistas fuera de los "country clubs" bogotanos y muchos simpatizantes de Zuluaga fuera de las casas de hacienda de la Colombia rural.

Santos, por ejemplo, ha recibido por cuenta de sus esfuerzos en adelantar el proceso de paz, importantes apoyos tácitos o explícitos de una parte de la izquierda, incluyendo sindicatos y otras organizaciones populares.

También de sectores de los Verdes, que agrupan a franjas significativas de universitarios y otros independientes.

Varios de sus voceros, incluyendo al excandidato presidencial por los Verdes en 2010, Antanas Mockus, han dicho que puestos a escoger entre Santos y Zuluaga, no dudaran en hacerlo por el primero, para mantener vivos los diálogos en La Habana.

Y los programas asistencialistas que Santos ha lanzado en sus cuatro años de gobierno sin duda buscan crear bases populares de apoyo para su causa.

Zuluaga, por su parte, aspira a recoger el caudal electoral que eligió por amplias mayorías a Uribe en 2002 y 2006, y que incluyó a vastos sectores de las clases medias y bajas en la ciudad y en el campo, que se sintieron atraídos por la mejoría en la seguridad y en la situación económica general percibidos en esos años.

Los opositores


En Colombia tradicionalmente no han tenido éxito en llegar a la presidencia los candidatos que se presentan más como voceros directos de grupos tradicionalmente excluidos.


La candidata Clara López representa al sector más opuesto al poder en Colombia.

Entre los cinco candidatos actuales a la presidencia, Clara López, del izquierdista Polo Democrático, representa al grupo más claramente opuesto al status quo.

Sin embargo -y pese a las ampliamente documentadas dificultades del presidente Santos para despertar emoción en el electorado, a las serias acusaciones de irregularidades que enfrenta la campaña de Zuluaga y a las notorias manifestaciones de inconformidad ciudadana que se vivieron en Colombia en los últimos tiempos, por ejemplo en el paro agrario de 2013- la candidatura de López no ha despegado como una "tercería" con opciones claras para llegar a la presidencia.

"En un país normal esa sería la lógica, pero recuerde que este es un país que ha vivido un enfrentamiento civil que se ha llevado a tales extremos que partidos como el nuestro, civilista y democrático, que opera bajo la constitución y la ley, ha sido permanentemente estigmatizada", le dice a BBC Mundo Clara López, recordando los problemas que ha tenido la izquierda democrática en este país, frecuentemente acusada a través de su historia de tener vínculos con la guerrilla.

Sin embargo, los críticos de su movimiento alegarían que parte de sus dificultades electorales radican en las acusaciones de irregularidades que pesan sobre varios de los alcaldes de la izquierda que han ejercido el poder en Bogotá.
Otros movimientos independientes tampoco han tenido éxito en llegar a la presidencia, como sí ha ocurrido en otros países de la región.

Algunos piensan que las mismas instituciones y reglas políticas en Colombia lo hacen particularmente difícil.

Erika Moreno, profesora de ciencia política de la Universidad de Creighton, en Estados Unidos, indica a BBC Mundo: "Mientras podemos ver a nuevos actores políticos aparecer en otros países, las reglas electorales en Colombia siguen permitiendo la reelección y promoviendo las campañas personalistas", como la que ha llevado a cabo Zuluaga, basándose en el prestigio personal de Álvaro Uribe".


Zuluaga se identifica con el sector rural, más afectado por la acción de los guerrilleros.


Lo que los diferencia y lo que los une


La mayoría de observadores ha dicho a lo largo de la campaña que, a menos que se produzca una sorpresa grande, Santos y Zuluaga pasarán a la segunda vuelta a disputarse el 15 de junio.

Al escoger entre dos vertientes del "establecimiento", los colombianos también estarán probablemente escogiendo opciones distintas en muchas políticas.

La más notoria, claramente, es la de las negociaciones de paz de La Habana, donde Santos ha basado su propuesta reeleccionista en ofrecer continuidad a las mismas, mientras que Zuluaga advierte que la posición del estado frente a las FARC se endurecerá.

En el campo de la política social también habría diferencias entre Santos y Zuluaga.

Juan Carlos Guataquí, profesor de la facultad de Economía de la Universidad del Rosario en Colombia, señala a BBC Mundo que Santos se ha visto más dispuesto a aplicar medidas activas de intervención estatal en áreas como la legislación laboral y la política de empleo, mientras que Zuluaga y los uribistas se inclinarían a flexibilizar más aún el libre juego del mercado.

En cuanto a las relaciones internacionales del país, Santos, en aras del pragmatismo, ha mantenido buenas relaciones con el chavismo en su periodo de gobierno, mientras que Zuluaga no vacila en calificar al gobierno venezolano de "dictadura" y advertir que replanteará las relaciones de Colombia con sus vecinos.

Pero en otros puntos cruciales, los dos candidatos tienen posiciones parecidas.

Ambos mantendrían una alianza cercana con EE.UU. Uno y otro mantendrían los buenos vínculos que han tenido en toda su carrera con los sectores industriales del país. Y tanto Santos como Zuluaga están comprometidos con un modelo económico que privilegia la inversión extranjera, particularmente en la explotación de recursos naturales, así como el libre comercio.

Sería injusto decir que los colombianos no tienen opciones este domingo. Hay candidatos de izquierda, tecnócratas, centristas y derechistas. Incluso entre los dos aspirantes más cercanamente asociados con el poder tradicional, hay diferencias significativas.

Lo que queda por verse es si esa variedad de opciones romperá con la apatía electoral que muchos auguran en un país todavía afectado por profundas distancias entre la ciudadanía y su dirigencia política.


Brasil 2014: Colombianos felices. Falcao se integró este día a la selección

Tomado de El Espectador 

Radamel Falcao llegó a Argentina


El delantero colombiano se une a la Selección Colombia, que en las horas de la mañana del sábado aterrizó en Ezeiza.

El delantero colombiano Radamel Falcao García aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza a las 7:47 p.m. proveniente de Madrid en el vuelo Iberia 6845 y se unió a la Selección Colombia que llegó en la mañana de este sábado a Buenos Aires.

Hace pocas semanas, el colombiano empezó a tocar balón y se muestra fuerte en su recuperación de lesión de rodilla que tuvo el 22 de enero de 2014.

El delantero continúa en trabajos para alcanzar a llegar al Mundial en el que tiene todas las esperanzas puestas, aunque aseguró que no llegará en un 100% a Brasil, si es considerado en la lista de 23 jugadores de la Selección Colombia.

Tras la despedida de la Selección Colombia en Bogotá, el técnico José Pékerman había confirmado que Radamel Falcao llegaría el domingo a unirse al combinado, sin embargo el vuelo se adelantó.

Radamel Falcao García, que ya se unió a la concentración de la Selección, completará este domingo cuatro meses de su operación de ruptura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda.

La Selección Colombia trabaja en el sector de Los Cardales para prepararse con miras hacia la Copa Mundial que incluirá dos partidos amistosos en la capital argentina ante Senegal y Jordania en el estadio de San Lorenzo.

Brasil 2014: Se acabaron la copas por equipos. Todos los ojos están puestos en el mundial

Tomado del Clarín
Bilardo: “Messi llega mejor que Maradona en México”
Dijo que Diego era cuestionado antes del Mundial de 1986 y que a Leo todos lo apoyan.
A Carlos Bilardo lo avala la lógica del éxito: su palmarés cuenta que jugó dos finales de la Copa del Mundo y que su nombre aparece en el escueto listado de entrenadores campeones. Pero no es nuevo que sus palabras queden en off side . Volvió a ser inadecuado esta vez al parangonar a Lionel Messi y a Diego Maradona.
“Llega mejor Messi que lo que Maradona llegó a México”,expresó el doctor Bilardo, en declaraciones a C5N. Más allá de lo discutible de tal cuestión, no parece ajustarse a lo cierto. Cabe decirlo: Bilardo ocupa un cargo dentro de la estructura de la AFA, en su condición de director de Selecciones Nacionales. Y ese detalle, más allá de sus antecedentes notables, hace su opinión más pesada y compleja.
El mensaje se parece mucho a una obligación para el futbolista del Barcelona.
Agregó que Messi llega ahora “con el apoyo del público”.
Maradona también era un inobjetable en su condición de crack, entonces jugador del Napoli. Y ya era ídolo de Boca y perfecto embajador de Argentinos. “Ahora vamos 30 en una delegación y cuando bajamos en cualquier país, va todo el periodismo y la gente con Messi.
Diego en aquel momento era resistido”, recordó Bilardo. La única crítica asociada a la cuestión Maradona estaba asociada con su nombramiento como capitán en reemplazo de Daniel Passarella, quien había levantado la primera Copa del Mundo para la Argentina en 1978, y también integraba el plantel del 86 y había sido fundamental en el tramo decisivo de las Eliminatorias. Expresó Bilardo: “En el 83 decían que Diego en la Selección era un fracaso y me preguntaban por qué lo ponía de capitán”.
Bilardo aseguró que Messi “está bien, pero no ahora, ya lo dijimos hace dos meses.
Es el mejor del mundo”.
El cierre de la temporada de Messi desmiente, de algún modo, el enunciado de Bilardo.
Sin embargo, también es verdad: Messi tuvo -en lo individual- una temporada estupenda. Entre todas las competiciones, convirtió 41 goles en 47 encuentros y también ofreció 14 asistencias. De todos modos, comparativamente, su registro goleador (0,87) fue el peor que ofreció en las últimas cinco campañas. No sólo eso: no pudo acompañar a ganar ningún título de los grandes. En la Champions League , se quedó afuera en los cuartos de final, devorado por el bravo Atlético de Madrid delCholo Simeone. En la Copa del Rey, perdió el encuentro decisivo ante Real Madrid. En la Liga, en el Camp Nou, no pudo con el Atlético en la última fecha y, a consecuencia de ese empate, no pudo ser campeón. En cada una de esas citas relevantes, así como el Barcelona no fue el Barcelona, Messi no fue Messi.
Es decir, el último Messi que el campo de juego mostró fue terrenal y se equivocó como casi nunca se equivoca. Ese Leo no es -de ningún modo- mejor que aquel Diego. Más allá de lo que diga Bilardo. 

sábado, 24 de mayo de 2014

El anti inmigrante Steve Levy vuelve al ataque con sus escuderos de siempre

Steve Levy reconocido anti inmigrante vuelve al ataque con sus escuderos del pasado.

En política no existen las casualidades…. ni los secretos

Lialdia.com/ *Editor- 5/24/2014 – Es bien sabido que en política no existen las casualidades y eso explica lo que ha sido un secreto a voces durante los últimos meses en los círculos políticos de Suffolk.  Para muestra un botón o  miremos varios.
Desde el mes de enero se ha comentado el repentino incremento en la visibilidad del infame ex ejecutivo del condado, Steve Levy. Según se ha reportado, el enemigo #1 de los inmigrantes en el noreste del país ha estado asistiendo a reuniones de cámaras de comercio y grupos cívicos, así como lanzó un nuevo show de radio donde en más de una ocasión como ha sido su desafortunada costumbre ha vuelto a denigrar a los hispanos.
Por otro lado en las recientes elecciones de junta escolar de Brentwood fuimos testigos del repudio generalizado del que fue objeto  el otrora miembro de la junta escolar y cercano aliado de Levy durante la década pérdida en el condado de Suffolk, el xenófobo George Talley, aquel que en pleno problema con las pandillas en una reunión comunitaria en la biblioteca pública de Brentwood, gesticuló rojo de la ira su racismo  contra los hispanos. De repente, después de estar en el anonimato, Talley “agarró” fuerzas para correr por un puesto en la Junta,  pero los residentes de Brentwood lo mandaron de nuevo a casa alcanzando menos de 350 votos, un tercio de la candidata ganadora. ¡Un paupérrimo resultado!
También estamos escuchando  que el ex presidente de la junta asesora hispana de Levy, Geovanni Mata, ha anunciado a sus allegados un nuevo reto al asambleísta Phil Ramos por la silla del 6º distrito, de la que parece ser un aspirante natural, ya que se ha presentado en varias ocasiones a competir si que haya tenido la menor posibilidad de ganar. Mata fue quien en los momentos más duros de la persecución contra los hispanos del condado trató de minimizar los vituperios que Levy cometía en contra nuestra comunidad hispana tal como es el caso de aquella infame conferencia de prensa en donde Levy dijo que la muerte de Marcelo Lucero sería “historia de un día en cualquier otro condado”.
Pero las “casualidades” no terminan ahí. El día jueves el medio en inglés regional confirmó que la ex empleada de Levy, Victoria Serpa, intentará también retar al asambleísta Phil Ramos como candidata republicana este próximo noviembre. El caso Serpa lo trataremos más a fondo en una próxima entrega pero basta decir que nos parece sumamente sospechosa su repentina candidatura a sabiendas que recientemente fue contratada por el pueblo de Islip, esa misma administración que bajo sus narices permitió el mayor crimen ambiental en la historia de Brentwood y Central Islip, hecho que está aún en investigación por parte de las autoridades competentes.
Esperaremos con ansiedad las propuestas de la republicana Serpa, que de seguro no se apartarán de la constante de ese partido, el que no ha permitido un voto en la cámara de representantes por una reforma migratoria, está en contra de las medidas contra la tenencia de armas, pregona un recorte de impuestos para favorecer a los más ricos y otras tantas medidas que atentan contra la estabilidad social y económica de los estadounidenses.
Los que hemos vivido ya un par de ciclos políticos en nuestro condado entendemos que la coincidencias en política son tan verdaderas como los unicornios  en la mitología. Nuestro compromiso desde estas  páginas editoriales será descubrir a esos oportunistas que a costas de nuestra comunidad quieren lograr beneficiarse. ¡No paramos, seguimos!
*Jesús Ríos es el editor en jefe de Long Island al Día

Colombia va a elecciones presidenciales después de una campaña marcada por la “guerra sucia”

Tomado de La Revista Semana


 

Una campaña presidencial atrapada en escándalos


Las acusaciones y polémicas desatadas, en vez de invertir la lógica, podrían consolidar la intención del voto.

Acusaciones de sobornos de narcos, espionaje y piratería de correos electrónicos han convertido las elecciones presidenciales en una toda una batalla campal que ha polarizado aún al país, justamente cuando hace grandes esfuerzos para superar su pasado y presente violentos.

El intercambio de insultos ha distraído la atención de las conversaciones entre el Gobierno y las FARC, para poner fin a medio siglo de conflicto interno y que, se esperaba, sería uno de los temas cruciales en debate de cara a las elecciones del domingo próximo.

Podría decirse que buena parte de la culpa recae sobre dos antiguos aliados cuyas peleas públicas han dividido a Colombia desde hace cuatro años: el presidente, Juan Manuel Santos, y su antecesor en el cargo, el todavía influyente Álvaro Uribe Vélez.

Aunque preside la economía posiblemente de mayor crecimiento en Sudamérica, Santos es el blanco de los ataques implacables de Uribe y de su heredero, el exministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga. Según las encuestas, Santos y Zuluaga están empatadosy les llevan una gran ventaja a los tres candidatos restantes.

El partido Centro Democrático, de Zuluaga, ha fustigado a Santos por ser blando -según dice- en las negociaciones con las FARC. Zuluaga ha amenazado con poner fin a las conversaciones en Cuba, salvo que los rebeldes demuestren que realmente quieren la paz y declaren un cese de fuego permanente.

Pero esas diferencias políticas han cedido el centro de la escena a las rencillas interminables y las denuncias tremebundas que casi a diario se envían entre las campañas y que han provocado, en buena parte de la opinión colombiana un profundo malestar.

Comenzaron con informes de prensa de que el jefe de campaña de Santos, J. J. Rendón, habría recibido 12 millones de dólares de los principales narcotraficantes del país para negociar su rendición. La información se basaba en el testimonio de hace tres años de un capo de cartel encarcelado en Estados Unidos y que fue filtrado a los fiscales colombianos.

El venezolano Rendón renunció inmediatamente después de reconocer que intercedió en el caso, aunque negó haber recibido el dinero.

Izquierda Oscar Iván Zulauga, derecha Juan Manuel Santos, ambos candidatos lideran las encuestas de preferencia popular y que serán contendientes en lo que apunta a ser una segura segunda vuelta electoral.

Dos días después, las autoridades arrestaron a un experto en informática de la campaña de Zuluaga y lo acusaron de haber infiltrado los correos electrónicos de los negociadores de las FARC y del mismo Santos. Zuluaga denunció el arresto como un plan para descarrilar su candidatura.

A continuación, Uribe, sin presentar pruebas, acusó a Rendón de canalizar dos millones de dólares de los presuntos pagos de los narcos a la campaña de Santos en el 2010, por lo cual el presidente-candidato anunció una posible denuncia contra el senador electo por los delitos de calumnia e injuria.

Asimismo, durante el Gran Debate el pasado 23 de mayo, ante la pregunta de que si había traicionado a Uribe, Santos respondió: "No. Yo traicioné la corrupción, el amiguismo con el paramilitarismo y las chuzadas". A la mañana siguiente, el mandatario expresó: "Uribe ha sido muy amigo de los paramilitares", aunque afirmó no saber a ciencia cierta qué vínculos tuvo con la ultraderecha armada que se desmovilizó parcialmente en el 2005.

"Lo que he leído en los libros que publicó hace unas semanas (el senador electo) Iván Cepeda me dejó bastante sorprendido. Hay unos señalamientos que demuestran unos vínculos más allá", dijo Santos, en referencia a los libros A las puertas de El Ubérrimo (2008) y Por las sendas del Ubérrimo (2014) escritos por Cepeda y que contienen fuertes denuncias que llevaron a la Fiscalía a abrir, en enero del 2013, una investigación por los supuestos nexos del expresidente con las autodefensas.

Para revolver más las aguas, el fin de semana pasado apareció un video filmado clandestinamente con un teléfono celular en el que Zuluaga escuchaba atentamente al presunto ciberpirata, que describía una estrategia para utilizar información que habría sido obtenida ilegalmente para socavar el apoyo a las conversaciones de paz.

Muchos colombianos, incluso entre los partidarios de Santos, se preguntan si el presidente quiso utilizar el proceso de paz en beneficio de su campaña electoral cuando anunció el 17 de mayo un histórico acuerdo con las FARC para combatir juntos las drogas ilícitas.

Muchos observadores creen que Santos debió haber suspendido las conversaciones con las FARC hasta después de los comicios.

Tanto Zuluaga como Santos están dispuestos "a ganar (la elección) por cualquier costo", dijo Marta Lucía Ramírez, exministra de Defensa de Uribe y ahora candidata presidencial por el Partido Conservador, que está en un lejano tercer puesto de acuerdo con la encuesta Invamer-Gallup más reciente. "Las dos campañas le están haciendo daño a Colombia, le están quitando confianza a los colombianos sobre sus líderes políticos y a las instituciones".
Vicente Torrijos, analista político de la Universidad del Rosario en Bogotá, sostuvo que la andanada de acusaciones difícilmente afectará el resultado.
"El uso exagerado del escándalo, en vez de invertir la lógica, lo que puede producir es la consolidación de la intención del voto", opinó.
"El odio desatado por la campaña no se va a disipar fácilmente", dijo por su parte Michael Shifter, presidente de Inter-American Dialogue, un centro de estudios sobre asuntos hemisféricos con sede en Washington.

Al ganador le aguarda la ardua tarea de aliviar el encono generado por las acusaciones. El Congreso está dividido y Uribe, recientemente elegido al Senado, ha prometido liderar la oposición a Santos, si el ahora candidato presidencial resultara reelegido.