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domingo, 25 de mayo de 2014

Brasil 2014: Colombianos felices. Falcao se integró este día a la selección

Tomado de El Espectador 

Radamel Falcao llegó a Argentina


El delantero colombiano se une a la Selección Colombia, que en las horas de la mañana del sábado aterrizó en Ezeiza.

El delantero colombiano Radamel Falcao García aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza a las 7:47 p.m. proveniente de Madrid en el vuelo Iberia 6845 y se unió a la Selección Colombia que llegó en la mañana de este sábado a Buenos Aires.

Hace pocas semanas, el colombiano empezó a tocar balón y se muestra fuerte en su recuperación de lesión de rodilla que tuvo el 22 de enero de 2014.

El delantero continúa en trabajos para alcanzar a llegar al Mundial en el que tiene todas las esperanzas puestas, aunque aseguró que no llegará en un 100% a Brasil, si es considerado en la lista de 23 jugadores de la Selección Colombia.

Tras la despedida de la Selección Colombia en Bogotá, el técnico José Pékerman había confirmado que Radamel Falcao llegaría el domingo a unirse al combinado, sin embargo el vuelo se adelantó.

Radamel Falcao García, que ya se unió a la concentración de la Selección, completará este domingo cuatro meses de su operación de ruptura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda.

La Selección Colombia trabaja en el sector de Los Cardales para prepararse con miras hacia la Copa Mundial que incluirá dos partidos amistosos en la capital argentina ante Senegal y Jordania en el estadio de San Lorenzo.

Brasil 2014: Se acabaron la copas por equipos. Todos los ojos están puestos en el mundial

Tomado del Clarín
Bilardo: “Messi llega mejor que Maradona en México”
Dijo que Diego era cuestionado antes del Mundial de 1986 y que a Leo todos lo apoyan.
A Carlos Bilardo lo avala la lógica del éxito: su palmarés cuenta que jugó dos finales de la Copa del Mundo y que su nombre aparece en el escueto listado de entrenadores campeones. Pero no es nuevo que sus palabras queden en off side . Volvió a ser inadecuado esta vez al parangonar a Lionel Messi y a Diego Maradona.
“Llega mejor Messi que lo que Maradona llegó a México”,expresó el doctor Bilardo, en declaraciones a C5N. Más allá de lo discutible de tal cuestión, no parece ajustarse a lo cierto. Cabe decirlo: Bilardo ocupa un cargo dentro de la estructura de la AFA, en su condición de director de Selecciones Nacionales. Y ese detalle, más allá de sus antecedentes notables, hace su opinión más pesada y compleja.
El mensaje se parece mucho a una obligación para el futbolista del Barcelona.
Agregó que Messi llega ahora “con el apoyo del público”.
Maradona también era un inobjetable en su condición de crack, entonces jugador del Napoli. Y ya era ídolo de Boca y perfecto embajador de Argentinos. “Ahora vamos 30 en una delegación y cuando bajamos en cualquier país, va todo el periodismo y la gente con Messi.
Diego en aquel momento era resistido”, recordó Bilardo. La única crítica asociada a la cuestión Maradona estaba asociada con su nombramiento como capitán en reemplazo de Daniel Passarella, quien había levantado la primera Copa del Mundo para la Argentina en 1978, y también integraba el plantel del 86 y había sido fundamental en el tramo decisivo de las Eliminatorias. Expresó Bilardo: “En el 83 decían que Diego en la Selección era un fracaso y me preguntaban por qué lo ponía de capitán”.
Bilardo aseguró que Messi “está bien, pero no ahora, ya lo dijimos hace dos meses.
Es el mejor del mundo”.
El cierre de la temporada de Messi desmiente, de algún modo, el enunciado de Bilardo.
Sin embargo, también es verdad: Messi tuvo -en lo individual- una temporada estupenda. Entre todas las competiciones, convirtió 41 goles en 47 encuentros y también ofreció 14 asistencias. De todos modos, comparativamente, su registro goleador (0,87) fue el peor que ofreció en las últimas cinco campañas. No sólo eso: no pudo acompañar a ganar ningún título de los grandes. En la Champions League , se quedó afuera en los cuartos de final, devorado por el bravo Atlético de Madrid delCholo Simeone. En la Copa del Rey, perdió el encuentro decisivo ante Real Madrid. En la Liga, en el Camp Nou, no pudo con el Atlético en la última fecha y, a consecuencia de ese empate, no pudo ser campeón. En cada una de esas citas relevantes, así como el Barcelona no fue el Barcelona, Messi no fue Messi.
Es decir, el último Messi que el campo de juego mostró fue terrenal y se equivocó como casi nunca se equivoca. Ese Leo no es -de ningún modo- mejor que aquel Diego. Más allá de lo que diga Bilardo. 

sábado, 24 de mayo de 2014

EL LADO POCO CONTADO DE LOS MUNDIALES Y OLIMPIADAS

tOMADO DE ESGLOBAL
  LA OTRA CARA DE LOS MEGAEVENTOS DEPORTIVOS

El lado menos difundido de los mayores acontecimientos del mundo del deporte en los que se unen competición, marketing y proyeccción mediática.

Por Hernán D´Alesiio

"Las grandes competiciones deportivas internacionales generan ingresos millonarios para los países organizadores"

TODO LO CONTRARIO.
Para persuadir de la conveniencia de acoger fiestas deportivas de escala como los Juegos Olímpicos y los Mundiales de Fútbol, los gobiernos anfitriones suelen acudir a la economía para justificar las suculentas inversiones; prometen a sus ciudadanos que los torneos generarán inéditos flujos de turistas ávidos de compras y miles de nuevos puestos de trabajo que permitirán recuperar lo gastado.
Los números de los eventos más recientes -recuérdese que bajo el contexto de la mayor crisis financiera internacional de los últimos 80 años- realmente impresionan. El gobierno ruso invirtió para las Olimpíadas invernales de Sochi 2014 más de 50.000 millones de dólares, una cifra que eclipsó los montos destinados por China y el Reino Unido para los Juegos de Verano de 2008 y 2012 -40.000 y 17.000 millones de dólares, respectivamente-. Aunque no hay como la inversión de más de 100.000 millones de dólares para celebrar el controvertido Mundial de Fútbol de 2022 anunciada por el diminuto pero poderoso Qatar, que desde hace años organiza torneos de tenis y golf, una jornada del Mundial de Motociclismo y un Rally, además de patrocinar al FC Barcelona a través de la Qatar Foundation y ser dueño del París Saint-Germain FC.
En el libro Soccerconomics, el periodista Simon Kuper y el economista Stefan Szymanski demostraron que, durante la celebración de los megaeventos, en los países anfitriones no aumentan la afluencia de turistas ni las fuentes de trabajo. En cuanto a las visitas, advierten que en realidad una buena parte del total proviene del mismo país y que, en caso de no haber existido los Juegos Olímpicos o el Mundial, hubieran gastado su dinero en ir al cine o a un restaurante. Además, su consumo de salchichas, cerveza y objetos de recuerdos -que tampoco suponen grandes aluviones de dinero- implica que invierten menos en otros campos de la economía, lo cual contrapesa los ingresos derivados del acontecimiento deportivo. A ello se suma que no todos los turistas extranjeros viajan al país en cuestión para ver las competiciones en concreto y que -como se dio durante el Mundial de Fútbol de Alemania 2006 y las Olimpíadas de Londres 2012- muchos residentes marchan al extranjero durante los certámenes para evitar la locura de los megaeventos.
En lo referente a la creación de nuevos puestos laborales, las cifras son modestas. La mayor parte se da en el terreno de la construcción donde las empresas del rubro habitualmente emplean a trabajadores migrantes que son sometidos a una amplia gama de abusos y explotación. La muerte de 8 obreros durante las reformas de estadios de fútbol para Brasil 2014 y las denuncias acerca de las condiciones de los trabajadores contratados por el Gobierno ruso para acondicionar Sochi y por Qatar para crear la infraestructura necesaria para el Mundial de Fútbol hablan de la calidad de los empleos creados.
"En concreto, si una ciudad debe tener un presupuesto equilibrado, gastar más en un estadio querrá decir menos en hospitales y escuelas", concluyeron Kuper y Szymanski. Algo que tuvieron claro los manifestantes brasileños que paralizaron su país durante la Copa FIFA Confederaciones 2013.
"Los megaeventos deportivos son buenos para los residentes porque mejoran la infraestructura de las ciudades"
VERDAD A MEDIAS.
Otro de los argumentos en los que se apoyan líderes políticos, dirigentes deportivos y empresarios para que la población de un país acepte los presupuestos destinados a financiar la realización un megaevento deportivo es que se trata de una oportunidad única; motivos como mejoras del transporte y de las terminales para aviones y trenes, del acceso al mercado de la vivienda, de las redes de comunicaciones y de los espacios públicos en las ciudades sede.
Posiblemente el de Barcelona constituya el ejemplo más exitoso de todos los centros urbanos que alguna vez han albergado un megaevento; los Juegos Olímpicos de 1992 sirvieron para renovar su sistema de transportes y telecomunicaciones y lavar la imagen de la ciudad mediante la inauguración de parques públicos y la recuperación de playas y de su paseo marítimo.
Pero no toda la herencia de los megaeventos es igual de fructífera. En Atenas, si bien las Olimpíadas de 2004 dejaron un aeropuerto nuevo, una red de autopistas y una línea de subterráneos, las críticas han apuntado a la falta de un plan de desarrollo post-olímpico. Además, buena parte de las instalaciones deportivas construidas para el evento resultó muy costosa para mantener -más aún para un país actualmente en quiebra como Grecia- y que se encuentra en estado de desuso y abandono.
Sin embargo, más allá del legado en materia de infraestructura, suele ocurrir que, aprovechándose del estado emocional en el que ingresan los ciudadanos en tiempos de estos grandes acontecimientos deportivos, los gobiernos emprenden importantes procesos de reurbanización. Su herencia social y medioambiental es motivo de encendidas críticas y, por lo general, provocan una fuerte presión inmobiliaria y sostenidos aumentos en los valores de las propiedades.
Por ejemplo, luego de que en 2009 el Comité Olímpico Internacional (COI) consagrase a Río de Janeiro como sede de los Juegos de Verano de 2016, durante los dos años siguientes se registraron en la ciudad carioca aumentos de más del 100% en el valor de venta de las viviendas y superiores al 70% en la cotización de los alquileres. En adelante, grandes ingresos de capital fueron destinados al sector inmobiliario de Río; inversiones que, en especial, ejercieron presión sobre las millones de personas de bajos recursos que viven en los asentamientos habitacionales espontáneos o favelas. Las grandes constructoras han aprovechado la ocasión para hacer sus propios negocios, levantando edificios de oficinas, emprendimientos turísticos y condominios para las clases medias y altas: las residencias que albergarán la Villa de los Atletas en el acomodado Barra de Tijuca serán viviendas de lujo puestas a la venta una vez finalizadas las Olimpíadas.
Con estos indicios y el incremento en el valor de las propiedades en otras ciudades recientemente olímpicas como Beijing, Londres y Sochi, no son pocos los economistas que vinculan la realización de los grandes eventos deportivos con la generación de burbujas crediticias de carácter especulativo.
A ello se suma que, a contramano de las promesas iniciales, buena parte de las competiciones deportivas internacionales más recientes se han caracterizado por la construcción de los denominados 'elefantes blancos', expresión en referencia a los enormes y costosos estadios que se levantan para los megaeventos pero que rara vez son vueltos a utilizar. Como ejemplo, el célebre Nido de Pájaro utilizado por Beijing para la apertura y clausura del evento olímpico de 2008.
Otro de los aspectos controvertidos que se vinculan con la construcción de este tipo de infraestructuras está dado por las recurrentes sospechas de sobreprecios que involucran tanto a dirigentes políticos y deportivos como a empresas. La remodelación del estadio Maracaná -bajo el 'estándar FIFA' que tanto ha enojado a los ciudadanos brasileños- costó al erario público unos 600 millones de dólares… y, sin embargo, será un consorcio privado el que explotará el mítico templo deportivo en los próximos 35 años.
"Los Juegos Olímpicos y los Mundiales de Fútbol favorecen la imagen país"
CIERTO, PERO CUIDADO CON EL 'EFECTO CNN'.
Los grandes acontecimientos deportivos constituyen una extraordinaria plataforma desde la cual es posible mostrar al resto del mundo los aspectos positivos de un país. Periodistas, fotógrafos y camarógrafos de todo el mundo acuden a estas citas no sólo para informar acerca de lo que sucede en los campos de juego; también, y durante el evento, publican reportajes sobre otros aspectos de la vida de la sociedad anfitriona: el funcionamiento de la economía, los niveles de seguridad ciudadana o la limpieza en las calles entre otros temas. Los Juegos de Roma 1960 y Tokio 1964 sirvieron a italianos y japoneses, respectivamente, como una ocasión propicia para certificar su reingreso en el concierto internacional y mostrarse como pueblos pacíficos, democráticos y abiertos que habían dejado atrás el militarismo de décadas pasadas.
En la actualidad, la mayoría de los políticos que "venden" la idea de que acoger una Olimpíada o un Mundial es una oportunidad inmejorable para fortalecer ese producto intangible que es la 'marca país' presume que los megaeventos deportivos sirven para mostrar al planeta que su país cumple metas y plazos, que es un sitio seguro como plaza para los negocios y como plataforma para reuniones diplomáticas y que -como resumió Lula cuando Río de Janeiro se convirtió en sede olímpica- "juega en primera".
Aun así, durante el tiempo de duración del acontecimiento todo debe salir a la perfección. En 1972 la por entonces República Federal Alemana organizó los Juegos Olímpicos con el objeto de revertir el espantoso legado de su predecesor en tierras teutonas, Berlín '36, celebrado bajo pleno terror nazi. Pero el asesinato de 11 deportistas israelíes a manos de una organización terrorista pro-palestina reveló gruesas fallas en los operativos de seguridad y de rescate que mancharon de sangre a una fiesta previamente concebida por los alemanes occidentales para limpiar su imagen ante el mundo.
Además, los estos megaeventos pueden dejar en evidencia situaciones graves que el Gobierno organizador quiere evitar que se muestren en el exterior. Contrariamente a lo que pretendían los responsables de la última dictadura militar argentina, las revelaciones de la prensa extranjera sobre violaciones sistemáticas de los derechos humanos antes, durante y después del Mundial de 1978 incrementó la presión internacional sobre el régimen. Del mismo modo, periodistas y organizaciones defensoras de los derechos humanos han aprovechado las jornadas de Fórmula 1 celebradas durante los últimos años en Bahrein para dar a conocer en el exterior la represión ordenada por la monarquía contra una parte de su población.
En síntesis: durante un megaevento se multiplican en el resto del mundo las imágenes del país anfitrión. Pero puede que no sólo se publiquen los rasgos positivos sino también aquellos que los políticos locales quieren evitar que se exhiban. Cuando un atentado, un delito o el estallido de expresiones antigubernamentales ocurren en medio de un certamen internacional de tan alta exposición mediática, crece la posibilidad de que el país no sea percibido en el exterior tan seguro como se promete a turistas e inversores y que quede reflejado que las cosas no marchan tan bien como se pretende contar.
"El blindaje policial y militar de los países sede se debe al temora los ataques terroristas"
SÓLO EN PARTE.
Desde Múnich '72, el principal y serio riesgo esgrimido por los gobiernos anfitriones suele ser el terrorismo. Ante dicho temor, las fuerzas de seguridad comenzaron a tener una participación más importante para cuidar a atletas y espectadores. Los atentados del 11-S supusieron un punto de inflexión en la materia: para los Juegos de Invierno de Salt Lake City de 2002, la Administración de George W. Bush hizo de la villa olímpica una auténtica fortaleza militar custodiada por más de 15.000 hombres, helicópteros Black Hawk y aviones de combate.
Para los recientes Juegos de Invierno, y con el antecedente inmediato de un par de atentados terroristas en Volgogrado, el Gobierno ruso implementó el dispositivo de seguridad más grande de la historia olímpica. Se desplegaron unos 50.000 policías y soldados, más del doble de los utilizados durante Londres 2012, todo ello a pesar de que la población en la capital inglesa es 20 veces superior a la de Sochi.
Sin embargo, no se trata sólo de estrategias antiterroristas. Por lo general, los gobiernos anfitriones aprovechan estos megaeventos para intensificar el control social y la represión contra movimientos de oposición, sea que se trate de disidentes políticos, ambientalistas o indigenistas, incrementando las tareas de vigilancia a través de cámaras de seguridad, vehículos aéreos no tripulados y personal de empresas de seguridad privadas.
Además, desde que en la década de los ochenta los organismos deportivos internacionales elevasen los requisitos para la aprobación de las ciudades candidatas, los políticos vienen anteponiendo la estética de las urbes a las necesidades de la población. De acuerdo con el Centro sobre los Derechos de la Vivienda y los Desalojos (COHRE por sus siglas en inglés) los preparativos para los grandes acontecimientos deportivos -también megacumbres políticas y económicas, exposiciones universales y hasta concursos internacionales de belleza- suelen acentuar los desalojos forzosos, carentes de salvaguardas jurídicas y de compensaciones. Durante los últimos años el COHRE ha publicado distintas investigaciones que dan cuenta de los desplazamientos de miles de familias con ocasión de las Olimpíadas de Seúl 1988, Atlanta 1996, Sidney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008 y del Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010.
Ante la proximidad del Mundial de Fútbol y de los Juegos Olímpicos en suelo brasileño, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU ha advertido acerca de la tentación que podría suponer para las autoridades movilizar a las unidades policiales y militares -eufemísticamente denominadas 'pacificadoras'- con el fin de "higienizar" y "limpiar" las calles de pobres, vagabundos y toxicómanos, que podrían ser relocalizados sin su consentimiento fuera de las ciudades sede… y de la vista de los miles de turistas.
"Los derechos humanos están en la agenda de los organismos deportivos internacionales"
SÍ, AUNQUE QUEDA MUCHO POR HACER.
"Somos una organización basada e impulsada por valores", afirmó recientemente el flamante presidente del COI, el alemán Thomas Bach, quien ha subrayado que entre los principios de la Carta Olímpica se destacan el compromiso con el mantenimiento de la dignidad humana y el rechazo a cualquier forma de discriminación. Pero cuando se preguntó a Bach por la controvertida ley 'anti-gay' rusa que prohíbe "la propaganda de orientaciones sexuales no tradicionales" frente a menores, el mandamás olímpico dijo que su organización sólo se hacía responsable de los asuntos relacionados con los Juegos.
En materia de derechos humanos, las principales acusaciones contra las federaciones deportivas internacionales tienen que ver con que sus miembros no suelen poner tanto énfasis para presionar a los gobiernos anfitriones, que son quienes llevan adelante situaciones de desalojo como las arriba mencionadas, abusos a trabajadores inmigrantes que trabajan en la construcción de infraestructura e intimidaciones a periodistas y activistas opositores.
Sin embargo, durante los últimos años se han registrado algunos progresos. La Federación Internacional de Fútbol (FIFA), por ejemplo, lanzó en 2002 la campaña mundial contra el racismo, que tiene lugar en todos los torneos que organiza la entidad. También, haciéndose eco de las denuncias por las condiciones laborales de inmigrantes que trabajan en la construcción de estadios para Qatar 2022, recientemente esta organización mantuvo un encuentro con una delegación de la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera. En la misma dirección se habría dirigido la suspensión por 10 partidos oficiales -que le impedirán disputar la fase final de la Copa Mundial- al jugador croata Josip Simunic luego de que, tras el término de un partido de eliminatorias, exclamara un grito atribuido a los sectores nacionalistas acusados de asesinar a miles de serbios, judíos y gitanos entre 1941 y 1945.
"El COI y la FIFA han iniciado un proceso de reformas"
PERO NO ILUSIONARSE DEMASIADO.
Ante el temor de que los escándalos por corrupción (en especial aquellos vinculados con la compra de votos para la elección de las sedes, como ha sucedido con las designaciones de los Mundiales de Fútbol Rusia 2018 y Qatar 2022, inédita y controversialmente seleccionadas en simultáneo) pudieran empujar a entidades deportivas internacionales de la magnitud del COI y de la FIFA a un estado de desprestigio y de descalabro económico sin retorno, sus principales dirigentes vienen anunciando la introducción de cambios e innovaciones para hacer transparentes sus actividades. En 1999, por ejemplo, el COI prohibió a sus miembros que visiten las ciudades candidatas, luego de conocerse que integrantes de la entidad habían recibido dinero, empleos y becas de estudio para sus hijos a cambio de apoyo para la candidatura de los Juegos de Salt Lake City 2002.
El desembarco de las grandes multinacionales durante las últimas décadas en los grandes eventos ha hecho de la práctica deportiva un negocio millonario, y ello ha multiplicado las sospechas por casos de sobornos, tráfico de influencias y dopaje. En este sentido, la propia FIFA ha reconocido que miembros de la entidad como su ex presidente Joao Havelange, su yerno, Ricardo Teixeira -titular de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF)- y el ex mandamás de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), Nicolás Leoz, recibieron pagos de la empresa de marketing deportivo y medios de comunicación ISL, vinculada a su vez con Adidas, socia de la FIFA y destino laboral previo de Joseph Blatter y de Thomas Bach, los actuales presidentes de la FIFA y del COI, respectivamente.
La FIFA, el COI y más de 50 instituciones deportivas internacionales tienen su sede en Suiza, donde las federaciones gozan de generosas exenciones fiscales a pesar de sus millonarios patrimonios. Pero la Federación de fútbol ha respondido a las acusaciones de corrupción con una serie de renuncias de miembros del Comité Ejecutivo y la incorporación de modificaciones en su Código de Ética y de instancias de control contable y responsabilidad. La falta de auditorías independientes y la escasa predisposición a investigar a fondo asuntos oscuros del pasado habrían llevado a que organizaciones anticorrupción como Transparencia Internacional (TI) y periodistas críticos de la gestiones de Havelange y Blatter desistan de sumarse a las iniciativas reformistas.
En materia de gobernanza, las reformas en la FIFA también han sido muy tímidas. La institución viene descartando la posibilidad de limitar la edad y el período de los mandatos en los cargos, dar publicidad a los salarios y bonos de sus miembros directivos y permitir observadores independientes en el seno de su Comité Ejecutivo. Además, la entidad dueña del fútbol profesional mundial registra una muy baja presencia de mujeres en puestos de peso: fue recién en 2012 que la burundesa Lydia Nsekera se convirtió en la primera representante femenina en integrar el Comité Ejecutivo. Los 24 miembros restantes son varones.

sábado, 17 de mayo de 2014

Estadio Garrincha, serio aspirante a ganar la Copa Mundial de la corrupción

Tomado de The Wall Street Journal

Una vista aérea del monumental estadio Mané Garrincha en Brasilia. 

El gran estadio Mané Garrincha en Brasil levanta sospechas

A un costo final de US$900 millones, el Mané Garrincha, de Brasilia, es blanco de acusaciones de corrupción y malgasto a semanas del Mundial

Por PAULO TREVISANI

BRASILIA—El nuevo estadio en la capital brasileña se completó con bastante anticipación al Mundial y ha sido halagado por su arquitectura. Pero su precio y su tamaño desproporcionado han suscitado acusaciones de corrupción y desperdicio.
Con un costo de 2.000 millones de reales, unos US$900 millones, el Estadio Nacional Mané Garrincha es el recinto de fútbol más caro que se haya construido en la historia de Brasil. Su costo estimado se triplicó desde que empezó su construcción, en 2010, y un auditor federal ha concluido en una serie de informes que casi un cuarto de los costos del estadio son excesivos o inflados.
Los excesos del presupuesto son o "un error garrafal o mala voluntad", dice Renato Rainha, un auditor que ha dirigido dos investigaciones sobre el estadio.
Los funcionarios locales rechazan las acusaciones. Los fiscales federales no han levantado cargos ni presentado demandas. Las autoridades responsables de los contratos niegan cualquier conducta indebida y aseguran que están cooperando con los auditores.
De todos modos, el estadio ha generado resentimiento entre algunos brasileños que creen que su gobierno derrochó dinero en sus proyectos ligados al Mundial, enriqueciendo a unos cuantos con pocos beneficios tangibles para el país.
"Podríamos haber gastado menos en el estadio e invertido dinero en áreas fundamentales como la salud pública y las escuelas", afirma Rainha.
Desde que abrió en mayo de 2013, el Mané Garrincha se ha convertido en un monumento imponente en la capital brasileña, conocida por los edificios modernistas del arquitecto Oscar Niemeyer. Muchos habitantes están perplejos por el lujo y la escala del estadio.
El complejo de 71.000 asientos presume de columnas elevadas, paneles solares, césped peinado y un techo especial autolimpiante para proteger a los espectadores del feroz sol de Brasilia. En Brasil, sólo el famoso Maracaná en Rio de Janeiro es más grande.
En Brasilia, se disputarán siete partidos del Mundial en junio y julio, pero llenar el estadio después del torneo será todo un desafío. La ciudad no cuenta con un equipo importante de fútbol que llene el recinto una vez que concluya la Copa.
"Estamos sorprendidos con sus costos", dijo Eliana Pedrosa, una legisladora local. "Brasilia puede darse abasto con un estadio la mitad de ese".
Los funcionarios a cargo de la construcción dicen que los costos reflejan una obra de última generación que, prevén, en el futuro aportará sustanciales ingresos adicionales a la ciudad.
Dos grandes franquicias nacionales de fútbol de Brasil —Flamengo y Vasco da Gama de Rio de Janeiro— tienen grandes bases de hinchas en Brasilia y han alquilado el Mané Garrincha para algunos de sus partidos. El complejo también se está ofreciendo para conciertos. Beyoncé y Aerosmith se han presentado en el nuevo recinto.
El estadio fue construido por un consorcio encabezado por Andrade Gutierrez, uno de los mayores contratistas de Brasil, con Via Engenharia, una desarrolladora con sede en Brasilia, como socia.
Las firmas constructoras son importantes fuerzas en la política brasileña, lo que genera preocupaciones sobre cómo su dinero puede influir sobre las obras públicas. En 2012, los cuatro principales donantes a campañas políticas de Brasil fueron firmas de construcción: Andrade Gutierrez SA, Queiroz Galvão SA, OAS SA y Camargo Correa SA. Juntas donaron 211 millones de reales, que es casi la mitad de lo que aportaron los principales 20 contribuyentes, según datos oficiales.
"No hay altruismo en este asunto", dijo el juez Marco Aurélio Mello, presidente del tribunal electoral de Brasil, en una entrevista este año. Mello también es juez del Tribunal Supremo, que evalúa una prohibición a todas las contribuciones corporativas a la política.
Rainha, el auditor público, apunta que su investigación destapó varias irregularidades con el estadio de Brasilia, incluyendo costos ampliamente inflados para materiales como barandales y letreros.
El nuevo recinto lleva su nombre en honor a Manuel Francisco dos Santos, apodado Garrincha, una de las estrellas del fútbol brasileño de los años 50 y 60. Su impresionante estructura circular es sostenida por 288 pilares de 30 metros de altura. Se utilizaron casi 200.000 metros cúbicos de concreto y 24.000 toneladas de acero para su construcción.
"Es uno de mi estadios favoritos del mundo", expresó el secretario general de la FIFA Jérôme Valcke sobre el Mané Garrincha durante una visita al estadio este año. Valcke señaló que incluso los hinchas en los asientos más altos pueden disfrutar una vista buena de la acción en la cancha. También le gusta el pasto, que proviene del estado norteño de Sergipe. El césped viajó unos 1.600 kilómetros hacia el sur en camiones con temperatura controlada y fue instalado con sistemas de desagüe e irrigación.
Claudio Monteiro, un secretario del comité del Mundial de Brasilia, dijo que la gran inversión dará fruto.
"No podemos competir con la belleza natural de Rio, así que necesitamos un complejo grande para eventos para atraer un flujo de turistas a Brasilia", acotó Monteiro. "Fomentará un nuevo deseo de visitar la capital". 

lunes, 16 de julio de 2012

Sobornos en FIFA: Blatter acusa a federación Alemana


Tomado de El País
Franz Beckenbauer de la federación alemana de fútbol y Joseph Blatter, actual presidente de la FIFA

Blatter sugiere que Alemania compró votos para celebrar el Mundial 2006
La constatación de que Havelange recibió sobornos desata una disputa entre el actual presidente de la FIFA y la federación germana

Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, organismo rector del fútbol mundial, dijo en el diario suizo SonntagsBlick que hubo “irregularidades” en la adjudicación del Mundial de 2006 a Alemania. Ante la referencia a una presunta compra de votos, Franz Beckenbauer, mítico exfutbolista y presidente del comité organizador de aquella cita, salió al paso en el diario alemán Bild: “Las declaraciones de Blatter me resultan del todo incomprensibles. Lo decisivo fue el voto de los europeos a nuestro favor”. El cruce de argumentos se produce justo después de que la FIFA admitiera esta semana que el brasileño João Havelange, su presidente durante 24 años, y el yerno de este, Ricardo Teixeira, recibieron sobornos por un mínimo de 11,8 millones de euros procedentes de ILS, una agencia de mercadotecnia y derechos televisivos.
¿Supone que hay un caso de corrupción? “No supongo nada. Lo constato”
Joseph Blatter, presidente de la FIFA

Ahora que también se pone en duda el proceso de elección de las sedes organizadoras de los Mundiales de 2018 (Rusia) y de 2022 (Catar), Blatter recordó el caso de 2006 (Alemania). “Mundiales comprados... Recuerdo que en el momento de la adjudicación alguien se fue. De esta manera, en lugar de 10 (votos) a 10 quedamos 10 a 9 a favor de Alemania. Me alegré, porque no fue preciso un voto de desempate. Pero, vamos a ver, alguien se levantó y se fue”, explicó. ¿Supone entonces que hay un caso de corrupción?, indagó el periodista sobre el caso de Alemania. “No supongo nada. Lo constato”, respondió Blatter, que es presidente de la FIFA desde 1998 y por lo tanto lo era cuando Alemania fue elegida.
El presidente de la asociación de un país me dijo: 'Sería bueno si el árbitro estuviera de nuestro lado'. Entonces me metió un sobre en la chaqueta”.
Joseph Blatter

Antes de repasar el episodio del Mundial de 2006, el suizo había realizado una confesión sorprendente. “Cuando yo era secretario de la FIFA (1981-1998), el presidente de la asociación de un país vino a verme. A la salida, se me acercó y me dijo: ‘Sería bueno que el árbitro estuviera de nuestro lado’. Entonces me metió un sobre en la chaqueta”.
Blatter completó el relato insistiendo en que no se dejó comprar. “Volví a la oficina y abrí el sobre. Había 50.000 dólares. Le llevé el dinero al contable, que propuso abrir una cuenta a nombre de este hombre y depositar el dinero. 14 días más tarde, había recogido el dinero. Desde entonces, nunca han intentado sobornarme”.