
Esta es la oportunidad que la izquierda ha estado aspirando para demostrar que son capaces de conducir al país hacia el desarrollo y una mayor justicia social respetando al mismo tiempo las libertades y los derechos individuales de todos los ciudadanos salvadoreños.
En el 2009 el FMLN ganó las elecciones, pero no ganó el manejo del gobierno a su antojo. Situación que ha provocado una sorda lucha interna que inició desde la conformación del gabinete y la cual va creciendo y profundizándose con el paso del tiempo.
Mi lectura personal a esta fecha, es que quien ganó realmente las elecciones fue Mauricio Funes a través de la bandera del FMLN y que una vez asumido el poder, Funes se distancia de ese partido cada día más, lo que ha le ha resultado ventajoso, distancia misma que ha demostrado ser directamente proporcional al crecimiento de su popularidad. A mayor distancia de Funes con el FMLN, mayor es su popularidad a nivel nacional. Negocio con un ganador único: Mauricio Funes y con un perdedor único: ARENA. El FMLN todavía está por definirse como ganador o perdedor de esta nueva realidad.
Como resultado de la repartición del gobierno, Funes tomó para sí la conducción económica del país, cediendo al FMLN el manejo territorial. Aunque la situación económica es bastante difícil, el equipo de Funes ha diseñado una excelente estrategia comunicacional aprovechando por un lado el enorme favor que le hace la actual dirigencia ARENERA con la profundización pública de su lucha interna y fijando a su vez en la percepción popular una ecuación donde ordena a su favor los factores involucrados en el escenario económico actual, a la vez que aprovecha y potencia lo mostrado públicamente por Funes (carácter y credibilidad). Esta estrategia comunicacional ha permitido a Funes justificar de manera sobresaliente su desempeño hasta hoy en el gobierno, la ecuación es la siguiente:
A. La mala situación económica se da a nivel global por lo tanto hay un factor externo a quien culpar de la misma.
B. ARENA gobernó los 20 años anteriores, para lo cual se sigue satanizando su gestión, con lo cual se le da un rostro visible al pueblo del responsable interno de la mala situación actual.
C. Funes goza de la credibilidad o capital político de sobra para hacerle creer a la población que la situación va a mejorar aunque todos los índices señalen lo contrario
Ahora está completa la identificación de los diferentes factores en la ecuación difundida mediáticamente por el gobierno sobre la principal preocupación de los salvadoreños “la mala situación económica”:
A (Hay un Responsable externo) + B (Hay un Responsable interno) = C (Hay un valiente luchador del pueblo que trata de salvarlo, este es Mauricio Funes).
Por su parte los funcionarios-dirigentes del FMLN insertados en el gobierno han demostrado incapacidad para administrar los destinos del pueblo, basta mencionar tres ejemplos claros para evidenciarlo:
1. En el área de seguridad pública el nivel de homicidios se ha incrementado un 40% en los primeros meses de gobierno, aumentando sensiblemente también la inseguridad a nivel general.
2. El pésimo e inoportuno manejo dado por las autoridades responsables de la tormenta que se convirtió en el más reciente desastre natural en El Salvador, hecho en el que las pérdidas de vidas humanas y los daños materiales se incrementaron por la falta de una alerta temprana y de una respuesta oportuna de parte de los responsables en el gobierno.
3. La incapacidad del gobierno en el mantenimiento de las calles y carreteras (hasta hace poco motivo de orgullo de los salvadoreños), evidenciado en la ineficiencia para atender el caso de las diferentes cárcavas, así como la paralización de la ejecución de importantes obras ocasionada por la incapacidad de toma de decisiones oportunas.
Con el escenario descrito anteriormente tendremos un año 2010 donde la confianza en Funes será determinante para que El Salvador obtenga ese potente motor que tanto necesita y el cual permita a Funes en su caracter de piloto de la nave, conducir al país a navegar de la mejor manera posible en las turbulentas aguas del próximo año.
Sin duda alguna, Funes consolidaría esa popularidad y credibilidad tan necesaria, si para cerrar el 2009 e iniciar el 2010, cumple su palabra de evaluar a su gabinete y destituir a aquellos funcionarios que han demostrado incompetencia en su gestión, como el caso de los 3 ejemplos citados anteriormente. Veremos qué pasa.