lunes, 14 de marzo de 2011

Visita de Obama a El Salvador: Muy pocas probabilidades de obtener estabilidad migratoria

Tomado de Diario El Mundo

El tema migratorio está incluido en la visita de Obama, pero las posibilidades de que se concrete algún beneficio permanente a los salvadoreños, son escasas.

Por Álvaro Cruz Rojas

Si hay una cosa clara en Washington es que las posibilidades de una reforma migratoria integral que legalice a millones de indocumentados, incluyendo miles de salvadoreños, son muy escasas.

Analistas como Manuel Orozco, del Diálogo Interamericano, advierten que “en el tema migratorio se reconoce que este se ubica en un punto muerto en lo referente a la legalización”.

“La posición actual del círculo político de Washington está de no comprometerse durante esta administración en reformas migratorias que incluyan la legalización de inmigrantes indocumentados, y más bien, mantener la política de contención migratoria indocumentada y de deportación a los que están adentro”, explica Orozco.

Cada analista, cada asistente congresional o cada funcionario de la administración Obama con el que uno habla en Washington en estos días coincide con la visión de Orozco, algunos incluso con mucho mayor pesimismo.

Ray Walser, analista político de la conservadora Fundación Heritage, cree que la reforma migratoria ni siquiera será discutida en los próximos dos años.

Quizás la expresión más grande de este sentimiento antiinmigrante en los Estados Unidos fue cuando se aprobó una legislación en el estado de Arizona, anulando todos los derechos de los indocumentados.

El presidente Mauricio Funes ha anunciado públicamente que planea pedirle a su homólogo estadounidense, Barack Obama, la legalización permanente de más de 200 mil salvadoreños amparados por el Estatuto de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés). Algo que en Washington ven con escasas posibilidades debido a que una regularización permamente implicaría pasar por el Congreso, donde seguramente sería bloqueado porque la oposición republicana domina ambas cámaras.

“El TPS cubre a una minoría de salvadoreños que actualmente viven en Estados Unidos y, desafortunadamente, las posibilidaddes de una reforma migratoria más amplia que abra el camino a la ciudadanía para los salvadoreños está cada vez más alejada”, explica Cinthya Arnson, directora del programa latinoamericano del Woodrow Wilson Center.

El problema es que si Obama presentara una iniciativa ante el Congreso para legalizar a los 200 mil salvadoreños del TPS, habría voces alegando que también habría que legalizar a hondureños, nicaragüenses y haitianos, lo que podría interpretarse como una amnistía más generalizada, algo inaceptable en la capital estadounidense.

“Es una preocupación lógica y entendible (el TPS). Hay quizás alguna posibilidad si fuera un asunto solo del Ejecutivo, pero en el contexto político actual, si llega al Congreso, es difícil”, asegura Michael Shifter, de Diálogo Interamericano.

Eric Farnsworth, del Consejo de las Américas coincide con Shifter: “si eso (la regularización de los beneficiarios del TPS) requiere aprobación congresional, no está claro a este punto si lo aceptará”.

“Extenderlo (el TPS) sería fácil, pero lo de la regularización es difícil porque tendrían que incluir al resto de países”, dijo Farnsworth.

En 2010, las deportaciones no se detuvieron, sino que crecieron en un 7% en relación con el 2009 a 400,000 deportados, cerca de un cuarto de estos que incluye a Centroamericanos.

“Ante esta realidad, las opciones políticas mas allá de la postura diplomática, se reducen a buscar puntos en común para trabajar en el campo de protección a los que intentan emigrar por tierra, monitoreo y persecución de las redes de tráfico de personas, entre otros”, explica Orozco.

Khadafi somete a los rebeldes. Rebelión a punto de ser extinguida

Tomado de RFI

Un soldado rebelde descansa en Brega, el 12 de marzo de 2011, antes que la ciudad fuese recuperada por el régimen libio.

Las fuerzas leales a Kadafi recuperan Brega y prosiguen su ofensiva desplazando el frente hacia el este. La Liga Árabe pidió al Consejo de Seguridad de la ONU la instauración de una zona de exclusión aérea. El lunes, la reunión de cancilleres del G8 permitirá conocer la postura de la mayoría las principales potencias.

Las fuerzas leales al coronel Muamar Kadafi prosiguen su contraofensiva: el sábado recuperaron la localidad de Al Uqaila y el pueblo de Al Bisher. Este domingo, el régimen anunció por televisión la “depuración” de rebeldes de Brega. Asediados por el fuego de la artillería, los opositores se replegaron hacia Ajdabiya, última localidad antes de Bengasi, feudo de la rebelión.

Con la recuperación además de Ras Lanuf y Ben Jawad, las fuerzas de Kadafi se acercan a cumplir su promesa de sofocar la revuelta.

Frente a los reveses militares, las esperanzas de los rebeldes dependen cada vez más de una intervención internacional. El sábado, obtuvieron de la Liga Árabe que pida al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que autorice la creación de una zona de exclusión aérea para proteger al pueblo libio de los bombardeos. La Liga Árabe, reunida en El Cairo, decidió además "cooperar" con el Consejo Nacional de Transición (CNT) fundado por la oposición en Bengasi, a 1.000 km al este de Trípoli.

Los cancilleres del G8 (Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, Alemania, Italia, Canadá y Japón) tendrán la oportunidad de pronunciarse el lunes en París sobre esta alternativa, defendida por Francia y Gran Bretaña, con la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores.

De los integrantes del Consejo de Seguridad, sólo China estará ausente. Será la ocasión de acercar las distintas posiciones. EE.UU. y la UE reclaman un mandato de la ONU para intervenir. Alemania se muestra reservada ante la opción militar. Italia, ex potencia colonial, se opone a una intervención, mientras que los rusos aún no han fijado claramente su postura, aunque se dicen dispuestos a examinar la posibilidad de una zona de exclusión.

Maldición atómica: Japón lucha contra la tercera tragedia radioactiva de su historia

Tomado de El País

El primer ministro afirma que el país vive su crisis más grave en casi siete décadas - El estado de emergencia atómica se extiende a la central nuclear de Tokai

POR GEORGINA HIGUERAS

La tragedia que vive Japón desde el pasado viernes se agrava con el transcurso de las horas, conforme la alarma nuclear se extiende por el país. El primer ministro, Naoto Kan, se dirigió ayer por televisión a la nación para hacer un dramático llamamiento a la unidad de sus 120 millones de ciudadanos. Kan reconoció que la suma del terremoto, el tsunami y el peligro nuclear ha desatado "la peor crisis desde el final de la II Guerra Mundial".

El Gobierno japonés luchaba ayer sin tregua por impedir una rotura del sarcófago de acero que contiene el reactor número 2 de una de las plantas de Fukushima, después de que el sábado saltara por los aires el edificio que guardaba el sarcófago del reactor número 1. El único país que ha sufrido dos explosiones atómicas -en Hiroshima y Nagasaki, en 1945- se aterrorizaba ante la amenaza de un accidente nuclear similar al ocurrido en Chernóbil en 1986.

La maldición atómica se extendía de una planta a otra y de una ciudad a otra de la devastada costa noreste. Durante la tarde se anunció que también había sido declarado el estado de emergencia en la central de Onagawa, aunque las autoridades japonesas comunicaron anoche al Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) que los niveles de radiación habían vuelto a la normalidad. Entrada la madrugada de hoy (ocho horas menos en la España peninsular), se paralizaba el sistema de refrigeración de la central de Tokai, situada solo a 120 kilómetros al norte de Tokio. Esa planta ya sufrió un grave accidente en 1999.

"La posibilidad de superar esta crisis está en cada uno de nosotros. Creo firmemente que lo conseguiremos si nos unimos", dijo el primer ministro al informar a la población de que a partir de hoy se tomarán medidas muy drásticas que afectarán a todos, como cortes rotativos de la electricidad de tres horas de duración. Kan aseguró que no hay otra alternativa porque el cierre de las dos centrales de Fukushima, el de Onagawa y el de Tokai ha frenado drásticamente la producción eléctrica.

El seísmo desconectó automáticamente esas cuatro centrales y, como sucedió ayer en Tokai, inutilizó el sistema de refrigeración de dos reactores de Fukushima. Sin refrigeración, la temperatura en el interior de esos reactores ha seguido aumentando pese a estar parados. El Gobierno japonés considera posible que se esté fundiendo el núcleo de los reactores, pero su gran preocupación no es esa, sino evitar la rotura del sarcófago que contiene el reactor, como pasó en Chernóbil (Ucrania). De ahí la decisión de refrigerar los reactores inyectándoles agua de mar, lo que facilita el enfriamiento, aunque "muy posiblemente" los inutilice para siempre.

De momento, no hay ninguna grieta en los sarcófagos, ni siquiera en el del reactor número 1, pese a la explosión del sábado. La causa de esta fue el contacto del oxígeno con el hidrógeno acumulado en el techo del edificio que guardaba el sarcófago, y esa acumulación procedía de que al inyectarse agua marina se genera vapor y es necesario abrir las válvulas de hidrógeno. Después de las amargas horas del sábado, en las que llegó a temerse que se rompiera el sarcófago, el domingo volvieron a saltar las alarmas al comprobar que la temperatura del reactor número 2 seguía subiendo pese a los intentos de bajarla o estabilizarla con agua marina.

Naoto Kan, cuya popularidad apenas llega al 20%, señaló que el terremoto y sus graves consecuencias se cebarán en la economía japonesa, que vive desde hace dos décadas en crisis permanente. Según el primer ministro, tendrá un coste de ocho puntos del PIB. Todos los sectores de la economía se resentirán por los cortes del suministro eléctrico.

En Niigata, a 150 kilómetros al oeste de Fukushima, muchas personas se hacen eco de las críticas al Gobierno de los medios de comunicación, incluidos los grandes periódicos Ashahi y Yomiuri, por la escasez de información y la lentitud con que ha comenzado a explicar la gravedad de la crisis que amenaza el país.

El malestar era también evidente en la comunidad diplomática, lo que llevó al Ministerio de Exteriores a reunirse en la mañana de ayer con todos los embajadores acreditados en Tokio para explicarles la situación que atraviesa el país tras el terremoto del pasado viernes y, en especial, las medidas que se están adoptando para impedir la fuga masiva de radiactividad tras estropearse los sistemas de refrigeración de alguno de los reactores nucleares por el seísmo. "El Gobierno ha hecho hincapié en que su prioridad es la seguridad", indicó el embajador de España, Miguel Ángel Navarro, uno de los asistentes a la reunión.

El director de Asuntos Energéticos explicó que la obsesión actual del Gobierno es "neutralizar los reactores con la refrigeración de agua marina", lo que tal vez sea suficiente para impedir un accidente en estos días críticos en que la temperatura interior sigue aumentando y, aunque no ha alcanzado el nivel crítico, ya supera los 800 grados centígrados.

Hasta ahora, sin embargo, ningún responsable de las dos plantas atómicas, propiedad de la Compañía de Electricidad de Tokio, ha explicado cómo ha sido posible que los sistemas de refrigeración de los cinco reactores hayan fallado.

Más de cinco millones de japoneses siguen sin electricidad desde el viernes y muchos de ellos también sin agua. Naoto Kan reconoció que "fue muy difícil" adoptar una decisión que en el siglo XXI dejará a la población sin luz durante horas, pero indicó que la única forma posible para que a todos vuelva a llegar la electricidad es el reparto.

Las consecuencias del terremoto parecen cada día más horrendas. Hasta el momento no se han contabilizado las víctimas mortales, pero algunas fuentes policiales citadas por la prensa japonesa señalan que podría haber más de 10.000 muertos. Los daños económicos tampoco se han evaluado, pero hay grandes infraestructuras dañadas, cientos de miles de hogares anegados o desaparecidos y un sinfín de comercios e industrias destrozados.

El Gobierno destinó ayer 100.000 soldados a las labores de rescate y apoyo a los cientos de miles de desplazados. De ellos, unos 10.000, vestidos con trajes antirradiación, protegen la zona de exclusión de 20 kilómetros a la redonda declarada el sábado en torno a la central de Fukushima.



Se recupera economía en EEUU. Inmigrantes envían más remesas a sus países

Tomado de The Wall Street Journal

Por Miriam Jordan y Paulo Trevisani

Los emigrantes de la mayoría de los países latinoamericanos enviaron a sus países bastante más dinero a comienzos de 2011 que un año atrás, lo que indica que la recuperación económica en Estados Unidos y otras economías desarrolladas ha mejorado las perspectivas laborales de los trabajadores extranjeros.

Guatemala, Honduras, El Salvador y México recibieron entre 6% y 16% más dinero en enero que en el mismo mes del año pasado, de acuerdo con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD, por sus siglas en inglés). La única excepción fue Brasil, que experimentó una caída de 3%, según la agencia de la Organización de las Naciones Unidas.

Las cifras de enero, junto con datos de 2010 que divulgará el lunes el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), confirman que la tendencia declinante en el envío de remesas está llegando a su fin. Los flujos descendieron 15% entre 2008 y 2009 debido a la recesión.

Los envíos de dinero a América Latina y el Caribe llegaron a US$58.900 millones el año pasado, un incremento de 0,2% con respecto a 2009, de acuerdo con datos del BID. "Esto es significativo porque vimos una caída tan brusca de 2008 a 2009" cuando Estados Unidos, España y Japón, que reciben a muchos trabajadores poco calificados, cayeron en la recesión, dijo Natasha Bajuk, coautora del estudio del BID.

Los fondos que mandan a sus países los emigrantes son muy importantes para sus familias y para muchos países en desarrollo, donde las remesas superan a la inversión extranjera directa, proveen divisas extranjeras para las compras del gobierno y ayudan a estimular el crecimiento económico.

El poder adquisitivo de las remesas, sin embargo, se ha debilitado para las familias de los países en los cuales la moneda local se ha fortalecido con respecto al dólar. Las monedas de América Latina, por ejemplo, avanzaron en promedio 4,4% frente al dólar en 2010, de acuerdo con el estudio del BID. En particular, "la apreciación del real brasileño y del peso colombiano tiene un gran impacto en la gente que recibe el dinero desde los Estados Unidos", dice Roberto Meins, un experto del IFAD.El real se ha apreciado casi 50% frente al dólar desde diciembre de 2008.

El poder de compra de quienes reciben los fondos del exterior se ve aún más erosionado por la inflación. Esto pone presión sobre quienes envían dinero como Silca Teixeira, una empleada doméstica de Newark, estado de Nueva Jersey.

Teixeira lamenta que tiene que "mandar más dólares para ayudar a mi madre a pagar los mismos gastos". A comienzos de 2010, Teixeira estaba enviando US$1.000 para pagar la hipoteca mensual de un apartamento de dos dormitorios en su ciudad natal en Brasil. En agosto, cuando hizo su pago final, el monto que tuvo que mandar saltó a US$1.300 debido a la apreciación del real.

La caída en las remesas a Brasil en enero, una excepción dentro de América Latina, sugiere que los emigrantes brasileños están regresando a su país para aprovechar el auge de la economía, dice Meins.

En México, la apreciación del peso y la inflación también han afectado en forma adversa a quienes reciben dinero, pero en menor medida que en Brasil o Colombia.

En enero, los envíos a México crecieron 5,8% en relación al mismo mes de 2010 y el valor promedio de cada uno de ellos subió casi 1% para llegar a casi US$300 en comparación al mismo lapso del año pasado. Una vez que las remesas fueron convertidas a pesos y se descontó la inflación, su valor real declinó 3,2% en enero frente al mismo mes de 2010.

En 2010, México vio un aumento de 0,1% en los ingresos por remesas frente a 2009. Los países centroamericanos cuyas monedas están atadas al dólar no sienten el efecto de las diferencias en el tipo de cambio. La región, que incluye a Guatemala, El Salvador y Honduras, también mostró una recuperación más pronunciada en los envíos de dinero en 2010, que aumentaron 3,1% frente al año anterior. Los trabajadores extranjeros en Estados Unidos están volviendo a tener empleo más rápidamente que el conjunto de la población, dicen los expertos. Por lo tanto, predicen que las remesas seguirán aumentando, aunque el crecimiento sea gradual.

—Saemin Yoon contribuyó con este artículo.

Anuncian consecuencias del terremoto en Japón sobre la economía global

Tomado de The Wall Street Journal

Un barco pesquero destruido por el tsunami en Hachinohe, prefectura de Aomori, en el norte de Japón.

Por David Wessel y Mark Whitehouse

La historia de los países desarrollados que se recuperan, dolorosamente, de grandes desastres naturales es alentadora. La capacidad de resistencia de Japón tras el terremoto de 1995 en Kobe es el ejemplo más obvio. La pregunta que ahora se cierne sobre el país asiático y el resto del mundo es si esta vez será distinto.

¿Será más difícil reparar el daño físico, particularmente el de las plantas nucleares cuya suerte aún está en el limbo? ¿Podrán las impactantes imágenes y los titulares del fin de semana, combinados con la incertidumbre sobre Medio Oriente y Europa, desatar un tsunami en los mercados?

Los impactos inmediatos son difíciles de cuantificar, pero relativamente fáciles de esbozar. La producción se verá afectada (ver recuadro). Prácticamente todas las automotrices japonesas suspendieron sus actividades. Sony Corp. cerró seis plantas de componentes eléctricos. Kirin, Asahi y Sapporo, que representan cerca de 40% de la producción de cerveza en Japón, están fuera de servicio. El suministro eléctrico está interrumpido. Los economistas de Nomura habían pronosticado que Japón, cuya economía se contrajo en los últimos tres meses de 2010, "saldría de su actual letargo" en el segundo trimestre. Ahora dicen que eso no ocurrirá hasta el tercer o cuarto trimestre. Estos son algunos de los factores que podrían marcar la diferencia entre una recuperación rápida como la de Kobe, donde la actividad manufacturera demoró unos 15 meses en retomar su nivel previo al terremoto, o un fenómeno diferente.

¿Tendrá problemas Japón para financiar las obras de reconstrucción del país?

La deuda fiscal bruta ya asciende a más de 200% del Producto Interno Bruto de 2010, estima el Fondo Monetario Internacional. Eso es más del doble de lo que Japón debía en 1995 cuando ocurrió el terremoto de Kobe.

En principio, Japón no debería tener mayores problemas para pagar la cuenta. Después de todo, es un país rico. Incluso si los costos son 10 veces más grandes que los de Kobe, añadirían apenas siete puntos porcentuales a la relación deuda-PIB de Japón. El país, a diferencia de Estados Unidos, depende principalmente de los ahorristas locales para financiarse y, últimamente, lo ha estado haciendo a tasas de interés sumamente bajas.

Mucho depende de la reacción de los mercados globales. Si los inversionistas, nerviosos por la alta deuda fiscal de Europa y EE.UU., elevan los costos de financiamiento de Japón, podrían crear fricciones financieras. "No podemos dar por descontado que los mercados de bonos tomarán las cosas con calma en el actual entorno fiscal", dice Maurice Obstfeld, economista de la Universidad de California en Berkeley. "El tema de un incumplimiento de la deuda soberana en los países ricos no estaba en el radar en 1995, ahora las economías pudientes lo han puesto" sobre la mesa.

¿Repatriará Japón sus ahorros, causando estragos en los mercados y problemas para EE.UU. y otros deudores?

Los ahorristas japoneses invirtieron US$166.000 millones en otros países en 2010, según el FMI. Japón es uno de los principales compradores de bonos del Tesoro de EE.UU. Si el gobierno y las empresas de Japón repatrían los recursos necesarios para reconstruir, esos ingresos podrían menguar, lo que debilitaría al dólar e incrementaría los costos de deuda de EE.UU. en momentos en que el nivel de deuda fiscal de ese país es un tema de preocupación global. A principios de 1995, el capital regresó a Japón durante un par de meses y luego volvió a los destinos y tamaños imperantes antes del terremoto. Un resultado negativo de la repatriación de fondos podría ser una apreciación del yen, lo que tendría efectos indeseados para los exportadores japoneses cuya producción no se ha visto afectada. Los analistas esperan que el gobierno intervenga si la moneda local sube demasiado rápido.

¿Cuál será el efecto del terremoto en los mercados globales de energía?

Aludiendo al terremoto y los disturbios en Medio Oriente y el Norte de África, los economistas de J.P. Morgan Chase predijeron el viernes "una cantidad inusual de volatilidad en los precios globales del petróleo en las siguientes semanas". El principal factor es lo que ocurra en Medio Oriente. Japón es el tercer importador mundial de petróleo después de EE.UU. y China. Los problemas en las plantas nucleares podrían hacer que, a la larga, Japón importe más petróleo, gas natural y carbón. Los analistas estiman que el reemplazo de la capacidad total nuclear de Japón por crudo se traduciría en la importación de 375.000 barriles adicionales al día, los que hay que sumar a la actual demanda de 4,25 millones de barriles.

El peor escenario se centra en las plantas nucleares y los efectos de largo plazo sobre las personas y el terreno alrededor de las plantas nucleares afectadas.