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martes, 28 de abril de 2015

Baltimore se vistió de violencia y caos. Declaran ley marcial

Agencias Noticiosas
BALTIMORE, Maryland, EE.UU. -- La Guardia Nacional se desplegó el martes de madrugada en Baltimore, policía con escudos bloqueaba las calles y los bomberos apagaban los incendios aún activos mientras una creciente zona de la ciudad sufría los disturbios tras el funeral de un hombre negro que murió bajo custodia policial.

La violencia que comenzó el lunes por la tarde en el oeste de Baltimore -a una milla de donde Freddie Gray fue detenido y trasladado en un furgón policial este mes- se habían extendido a media noche al este de la ciudad y a barrios cerca del centro y el estadio de béisbol.

Se trata de uno de los estallidos de violencia más significativos provocados por una muerte relacionada con la policía desde los días de protestas que siguieron a la muerte de Michael Brown, un hombre negro desarmado que murió abatido a tiros en una confrontación con un agente de policía blanco en Ferguson, Missouri, el verano pasado.

Al menos 15 agentes resultaron heridos, incluyendo seis que seguían hospitalizados el lunes por la noche, según la policía. Dos docenas de personas fueron arrestadas.

Las autoridades estatales y locales prometieron restaurar el orden y la calma en Baltimore, pero pronto se encontraron respondiendo a preguntas sobre si su respuesta inicial había sido la adecuada.

A la alcaldesa, Stephanie Rawlings-Blake, se le preguntó por qué había tardado horas en pedir al gobernador que declarase el estado de emergencia, y el propio gobernador insinuó que debería haber acudido antes a él.

"Estábamos todos en el centro de mando en el segundo piso de la Casa del Estado en comunicación constante, y tratamos de contactar con la alcaldes durante bastante tiempo", dijo el gobernador, Larry Hogan, en una rueda de prensa. "Por fin hizo esa llamada, y tomamos medidas de inmediato".

Cuando se le preguntó si la alcaldesa debió haber pedido ayuda antes, sin embargo, Hogan replicó que no quería cuestionar lo que hacían las autoridades de Baltimore. "Están todos bajo un tremendo estrés. Estamos todos en un equipo".

Rawlings-Blake dijo que las autoridades creían tener bajo control los disturbios iniciados el fin de semana, "y creo que habría sido inapropiado traer a la Guardia Nacional cuando lo teníamos bajo control".

Pero más tarde, el comisario de la policía de Baltimore, Anthony Batts, dejó claro que la situación se había vuelto inmanejable.

"Simplemente nos superaban en número y nos flanquearon", explicó. "Necesitábamos tener más recursos ahí fuera".

Batts dijo que las autoridades habían tenido un "día muy difícil y decepcionante".

Desde luego, la policía se vio puesta a prueba. Los agitadores incendiaron autos de policía y edificios en varios barrios, saquearon un centro comercial y varias licorerías y lanzaron piedras a la policía antimotines, que respondió de forma ocasional con gas pimienta.

"Comprendo el enfado, pero lo que estamos viendo no es enfado", dijo la alcaldesa. "Es la alteración de una comunidad. La misma comunidad que dicen que les importa, la están destruyendo. No pueden ser las dos cosas".

La secretaria federal de Justicia, Loretta Lynch, en su primer día en el cargo, dijo que enviará a la ciudad a autoridades del Departamento de Justicia en los próximos días. Se impuso un toque de queda diario durante una semana, a partir del martes entre las 10 p.m. y las 5 a.m., informó la alcaldesa, y las escuelas públicas de la ciudad anunciaron que permanecerían cerradas el martes.

La general adjunta de la Guardia Nacional de Maryland, la mayor general Linda Singh, indicó que habría hasta 5.000 efectivos disponibles para las calles de Baltimore.

"Saldremos de forma masiva, y eso significa básicamente que patrullaremos las calles y saldremos a asegurar que protegemos la propiedad privada", dijo Singh en una rueda de prensa el lunes por la noche.

La Guardia Nacional seguirá instrucciones de la policía municipal, dijo Singh.

La policía estatal, por su parte, solicitó un refuerzo de 500 efectivos, indicó el coronel William Pallozzi, superintendente del cuerpo. El estado pediría otros 5.000 agentes de seguridad de toda la región del medio Atlántico.

El congresista de Maryland Elijah Cummings y otras 200 personas, incluyendo pastores, intentaron sin éxito sofocar la violencia en un momento dado el lunes por la noche, marchando con los brazos enlazados por un barrio salpicado de cristales rotos, latas aplastadas y otros restos. Cuando se acercaron a la línea policial, los manifestantes se pusieron de rodillas. Después se pusieron en pie y avanzaron hasta ponerse frente a los agentes formados con material antimotines.

Pero la violencia continuó. Los saqueadores prendieron fuego a una licorería y lanzaron bloques de concreto a los camiones de bomberos cuando acudieron a apagar el incendio.

Los disturbios del lunes son el último efecto de la muerte de Gray, y se producen en medio de un debate nacional sobre el uso de la fuerza, tras varios casos muy publicitados en los que hombres negros murieron tras encuentros con la policía, desde la muerte de Brown en Ferguson a las de Eric Garner en Nueva York y Walter Scott en North Charleston, Carolina del Sur.

Gray era negro. La policía ha declinado indicar la raza de los seis agentes implicados en su detención, que están suspendidos con sueldo mientras se investiga el incidente.

Aunque molesta con lo que ocurrió a Gray, la familia del fallecido dijo que la violencia no es la forma de recordarlo.

"Creo que la violencia está mal", dijo la hermana gemela del fallecido, Fredericka Gray, el lunes por la noche. "No me gusta nada".

El abogado de la familia, Billy Murphy, dijo que esperaban organizar una marcha pacífica más tarde esta semana.

Horas antes de que estallaran los disturbios el lunes, la iglesia baptista de New Shiloh, con capacidad para 2.500 personas, se llenó de personas que acudieron al funeral de Freddie Gray.

Gray fue arrestado el 12 de abril tras establecer contacto visual con agentes y salir corriendo, dijo la policía. Fue reducido, esposado y metido en una camioneta sin cinturón de seguridad. Luego de enfurecerse una vez que estaba dentro del vehículo se le pusieron esposas también en los pies.

Pidió asistencia médica varias veces incluso antes de entrar en el auto policial, pero los paramédicos no recibieron la llamada hasta después de un viaje de 30 minutos. La policía ha reconocido que el joven debió ser asistido en el lugar donde fue arrestado, pero no explicaron cómo se lesionó la médula espinal. Falleció el 19 de abril.
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Los periodistas de The Associated Press Juliet Linderman y Jeff Horwitz contribuyeron a este reporte.


jueves, 28 de agosto de 2014

Recordando el discurso "I have a dream" de Martin Luther King Jr.

Por Luis Montes Brito
Reverendo Martin Luther King Jr. pronunciando su histórico discurso "I have a dream" en el monumento a Lincoln en Washington, D.C. 

Un día como hoy 28 de Agosto de 1963, el Reverendo Martin Luther King Jr. pronunció en las gradas del monumento a Abraham Lincoln en Washington, D.C. el famoso discurso “I have a dream” (Yo tengo un sueño), el cual por su estructura retórica es considerado como uno de los mejores de la historia. El discurso fue realizado al final de una de las mayores concentraciones en la historia (en esos momentos sin precedentes) en reclamo de los Derechos Civiles de la comunidad negra en Estados Unidos. En aquel momento el discurso fue considerado por los conservadores como incendiario, subversivo y escandaloso. En realidad el discurso y el movimiento en Pro de los Derechos Civiles pedían básicamente que todos los seres humanos fuéramos considerados iguales ante la ley y que fuéramos tratados de la misma manera, en pocas palabras el fin de la segregación real. Muy pocos de los 200,000 asistentes a esa marcha ni delos más de 189 millones de personas que habitaban Estados Unidos en esa época podrían haber imaginado que menos de 50 años más tarde, exactamente 46 años 5 meses después, un afroamericano, una persona de raza negra sería presidente de Estados Unidos. Hay que recordar que en esa época las personas de color ni siquiera tenían el derecho a usar los mismos baños que las personas blancas, mucho menos asistir a los mismos centros de estudio y a ocupar las mejores posiciones que estaban reservadas para ellos. Esto pasaba hace tan solo 50 años, ahora a la luz del tiempo recorrido, vemos que lo que se pedía era lo justo y lógico. Hay que decir que los conservadores que se oponían eran los más religiosos, esos mismos que daban testimonio de humildad y hermandad en sus iglesias, claro, siempre y cuando ellos mantuvieran una posición privilegiada. El trato a todos los seres humanos por igual es un derecho establecido en la mayoría de constituciones de los países, los privilegios que algunas minorías se recetan en contra de los derechos de las mayoría al final termina en conflicto. Antes de ejercer cualquier filiación política recordemos que todos somos humanos, que muchos nos definimos como creyentes en alguna figura divina de justicia y bondad por lo que en teoría deberíamos estar en contra de la injusticia sin importar quien la ejerza. Hoy es un buen día para pasar de meditar, rezar, orar o nada más desear un mundo más justo, hoy es un buen día para hacer nuestra parte para que ello ocurra, para eso hoy vamos con todo!



Un día como hoy 28 de Agosto de 1963 Durante la Manifestación por los Derechos Civiles en Washington D. C. Martin Luther King, Jr. (MLK) pronuncia su célebre discurso I Have A Dream (Yo tengo un sueño). Muy pocas de las alrededor de 200.000 personas que presenciaron este discurso podrían haber imaginado que en menos de 50 años después Estados Unidos tendría un presidente de color gobernando la Casa Blanca. MLK fue un pastor estadounidense de la iglesia bautista que desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del Movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos y que, además, participó como activista en numerosas protestas contra la Guerra de Vietnam y la pobreza en general. Por esa actividad encaminada a terminar con la segregación estadounidense y la discriminación racial a través de medios no violentos, fue condecorado con el Premio Nobel de la Paz en 1964. Cuatro años después, en una época en que su labor se había orientado especialmente hacia la oposición a la guerra y la lucha contra la pobreza, fue asesinado en Memphis, cuando se preparaba para liderar una manifestación. King es recordado como uno de los mayores líderes y héroes de la historia de Estados Unidos, y en la moderna historia de la no violencia. Se le concedió a título póstumo la Medalla Presidencial de la Libertad por Jimmy Carter en 1977 y la Medalla de oro del congreso de los Estados Unidos en 2004. Desde 1986, el Día de Martin Luther King Jr. es día festivo en los Estados Unidos. En enero de 2012, Barack Obama primer presidente de raza negra en Estados Unidos, inauguró un majestuoso monumento en memoria de MLK ubicado en la famosa zona de los museos en el centro de la capital estadounidense, el cual consiste en un recinto con una estatua de granito claro creada por el escultor chino Lei Yixin, a un costo 120 millones de dólares, siendo financiada con donaciones privadas.

domingo, 20 de julio de 2014

La minifalda llega al medio siglo en la moda

Tomado de BBC Mundo 


Corta pero dulce: la minifalda


Entre las tantas revoluciones de la década prodigiosa de 1960, desde Los Beatles hasta el primer hombre en la Luna, la minifalda sigue siendo uno de los íconos más perdurables de la época.

Por Katya Foreman

Aunque hay distintas opiniones sobre quién inventó la abreviada prenda -con Mary Quant, André Courrèges, John Bates y Jean Varon compitiendo por el título-, la plataforma de lanzamiento de la minifalda en Londres fue la diseñadora local Quant, quien en ese entonces era el motor de la moda en una ciudad que estaba marcando el ritmo.


"La minifalda fue un fenómeno extraordinario y tuvo un gran impacto ya que era parte de la cultura juvenil emergente de la década de 1960", le dice a la BBC Valerie Steele, directora y curadora en jefe del museo del Fashion Institute of Technology de Nueva York.

"Fue en gran medida una expresión de esa cultura de los jóvenes y del inicio del movimiento de liberación sexual que trajo la invención de la píldora anticonceptiva. Fue como un momento histórico", agrega.

"En los años 20 ya había habido algo parecido con una cultura juvenil y faldas cortas, pero a pesar de que las mujeres jóvenes de la década de 1920 eran consideradas más libres sexualmente que sus antecesoras -podían salir con sus parejas sin supervisión, elegir a su futuro cónyuge, besar a varios hombres antes de casarse e intercambiar caricias-, seguían amenazadas con lo que siempre había limitado la libertad sexual de las mujeres: el peligro de quedar embarazadas".

Una falda para el auto

Pocas mujeres, en su mayoría deportistas, habían usado minifaldas hasta que Quant empezó a venderlas en su mítica boutique Bazaar de la igualmente mítica calle King's Road.

Pero ella había experimentado con algo similar en su juventud, cuando se enganchaba la falda de su uniforme escolar hacia arriba para "tener un aspecto más interesante".

La musa de Quant fue una bailarina de zapateo a la cual espiaba en el estudio de danza donde tomaba clases de ballet.

"Una vez, escuché la música que venía de al lado y cuando me asomé vi una clase de zapateo y en el medio de la habitación, una chica un par de años mayor que yo, que reflejaba todo lo que yo quería ser", le contó Quant a la revista The Week.


"Tenía puesta una falda corta plisada de unos 25cms. de largo, con un ajustado suéter negro, medias negras y un corte de pelo bob. Lo que me sorprendió fue cómo toda su apariencia se enfocaba en lo que tenía en sus pies: un par de calcetines blancos y un par de zapatos de zapateo con correas en los tobillos... Desde ese día quedé fascinada con esa hermosa imagen de piernas y los tobillos".

Quant, quien cumplió 80 años en febrero, nombró a su famosa minifalda por su coche favorito, el Mini Cooper. "El miniauto combinaba perfecto con la minifalda; hacía todo lo que uno quería, se veía genial, era optimista, exuberante, joven, coqueto... todo en su justa medida", dijo Quant en el documental "Mary Quant, Mini Cooper, Minifalda".

Obscena
No a todos les gustó que las piernas estuvieran tan a la vista.

Con una embriagante mezcla de mensajes, las coquetas minifaldas de Quant comunicaban una inocencia traviesa y la actitud juguetona femenina, mientras que le daba un golpe rebelde a la generación reprimida de la posguerra de la década de 1950, que creció entre diseños utilitarios básicos.

Con su audaz dobladillo corto, la minifalda -que en ese entonces se usaba con zapatos bajos de correa o botas altas con cierre y medias gruesas con colores fuertes- desafió a la sociedad haciendo tambalear los valores conservadores.


"Los hombres de negocios de la edad media golpeaban la vitrina y gritaban: 'Es obsceno, es desagradable'. Extraordinario, ¿no?", exclamó maravillada Quant en una entrevista con Alexandra Shulman de la revista Vogue británica. Entre sus detractores se contaba nada menos que Coco Chanel, quien tildó a la minifalda de "sencillamente horrenda".

"Desde los 30 hasta los 50, se desarrolló una actitud cada vez más conservadora. La cultura juvenil de la década de 1960 rompió dramáticamente con eso, a pesar de que tenía sus raíces en la década de 1950", observa Valerie Steele.

Para Quant, fueron las chicas en la calle quienes se inventaron la minifalda. Sus clientas hasta le pedían que acortara más sus creaciones. "Todo comenzó en Chelsea (barrio londinense). El ánimo era el de romper las reglas", dijo la diseñadora al diario Sunday Mirror.

¡Hora de recreo!

Antes de la década de 1960 las mujeres debían vestirse como sus madres; después las jóvenes se empezaron a vestir como jóvenes.

De repente, la moda con su sacudida de colores de crayolas, que contrastaban con los opacos colores amarillos y marrones de la posguerra británica, todo parecía un patio de recreo, con Twiggy encabezando el movimiento.
Con su andrógino aspecto prepuberscente, piernas desgarbadas, cabello al estilo Peter Pan, ojos seductores de Bambi y pestañas maquilladas, la modelo británica se alejó de la elegancia de debutante de las modelos de la década de 1950.

Manteniéndose fiel al índice del dobladillo, según el cual el dobladillo de las faldas refleja los precios de las acciones, la minifalda capturó perfectamente el auge londinense de la década de 1960.

Y, con la locura mundial de Los Beatles y Los Rolling Stones, la demanda de las faldas cortas despegó rápidamente (afianzando la tendencia, Jackie Kennedy eligió un vestido blanco y corto de Valentino para su matrimonio con Aristóteles Onassis en 1968).

Si bien la popularidad de la minifalda se vio opacada por la nueva silueta hippie de los pantalones acampanados y las faldas sueltas, la prenda se ha convertido en un clásico, resurgiendo durante la década de 1980, con las faldas "rah-rah" y los trajes con faldas cortas.

¿Límite de edad?

Dós íconos de la mano: John Lennon y la minifalda.

Recopilando varias personalidades a lo largo de los años, con variaciones en el largo, materiales y accesorios que proyectan distintos ánimos, la minifalda, más que cualquier otra prenda, es un símbolo de la juventud.

Con mujeres que quieren estirar los límites de edad impuestos por la sociedad, en particular durante esta época de celebridades con cuerpos estupendos, la pregunta es cuál es la edad adecuada para el usar minifalda.

Según un estudio reciente realizado por la tienda de departamentos británica Debenhams, a las mujeres les gusta vestir minifaldas hasta los 40 años de edad, mientras que en el año 1980 las mujeres dejaban de ponerselas a partir de los 33 años.

Sin embargo, tal punto de vista democrático sigue siendo un tanto miope.

¿O límites a la libertad?

En Colombia recientemente hubo una protesta luego de que tras una violación se señalara lo que vestía la chica.

Con las prohibiciones que rigen en varios países, la minifalda no ha ingresado en ciertos territorios.

En Indonesia, un cartel dice: "No me digan cómo vestirnos, diganles que no nos violen".

Tan recientemente como en 2010, el alcalde de un balneario italiano, Castellammare di Stabia, le ordenó a la policía multar a quien usara una minifalda "demasiado corta", mientras que a finales del mes de febrero, 200 mujeres tomaron las calles de la capital de Uganda para protestar contra la nueva legislación antipornografía, apodada la "ley de la minifalda" por los medios locales, la cual le prohíbe a las mujeres mostrar sus muslos, pechos y nalgas y vestirse de manera indecente para provocar sexualmente.

Cincuenta años después de su invención, la prenda todavía tiene muchas barreras que romper.

"Con el aumento de los distintos tipos de fundamentalismos religiosos en todo el mundo, hay una reacción en contra de las mujeres y de la liberación sexual", dice Steele.


A pesar de que el factor de impacto inicial de la minifalda ya quedó atrás en la mayoría de las ciudades occidentales, así como en ciudades como Tokio o Shangai, "en muchas partes del mundo, definitivamente yo dudaría antes de ponerme una minifalda", agregó.

No obstante, "si miramos hacia adelante, tenemos la esperanza de un futuro más libre mientras que si miramos hacia atrás vemos un pasado más restrictivo, y la minifalda es un símbolo de ello".

domingo, 23 de febrero de 2014

Parlamento destituye a presidente de Ucrania

Tomado de RFI


Tras su liberción, la opositora Yulia Timoshenko se dirigió a miles de manifestantes reunidos en la Plaza de la Independencia de Kiev y los exhortó a seguir el combate.

 Yulia Timochenko saluda a los "héroes de Ucrania" en Kiev

El destino de Ucrania dio un vuelco este sábado. En una jornada maratónica el parlamento decidió la destitución de facto del presidente Viktor Yanukovich y la liberación de la líder opositora Yulia Timochenko quien en la noche apareció en Maidán, la plaza de la Independencia de Kiev y centro neurálgico de las protestas, donde miles de manifestantes la ovacionaron.

"¡Ustedes son héroes, son los mejores de Ucrania!", declaró con lágrimas en los ojos la líder opositora, peinada con su emblemática trenza en forma de corona y sentada en una silla de ruedas, ante unas 50.000 opositores antigubernamentales congregados en la emblemática plaza de la Independencia de la capital ucraniana.

La ex primera ministra, figura de la Revolución Naranja en 2004, en prisión desde 2011 acusada de abuso de poder, pidió a la multitud seguir el combate. "Si alguien les dice que todo ha terminado y que pueden irse a sus casas, no les crean ni una sola palabra, ustedes deben terminar el trabajo", exhortó.

Durante una jornada desaforada, el Parlamento decidió el sábado la "liberación inmediata" de la opositora. Poco después, los diputados votaron lo que presentaron como un vacío del poder que justifica de facto la destitución del jefe de Estado y la celebración de elecciones presidenciales anticipadas el 25 de mayo. El presidente Yanukovich "ya no ejerce sus funciones", indica la resolución adoptada por los diputados.

Sin embargo, Yanukovich, elegido en 2010 y cuyo mandato se extiende hasta marzo de 2015, aseguró que no tiene la intención de dimitir. "Hay un golpe de Estado en el país. No tengo la intención de presentar mi renuncia. Soy un presidente electo legítimamente", declaró desde Jarkov (este de Ucrania), en una alocución televisiva grabada en una fecha desconocida.

Si bien el acuerdo firmado el viernes por el mandatario prevé la adopción de las medidas aprobadas en el parlamento en vista de la formación de un gobierno de unidad nacional, Yanukovich dijo que "no firmará nada con los bandidos que aterrorizan al país".

El sábado por la noche se desconocía su paradero. Según el presidente del Parlamento, Olexandre Turchinov, Yanukovich se encuentra actualmente escondido en alguna parte en la región de Donetsk, una región pro-rusa en el este de Ucrania, en donde nació. "Intentó tomar un avión hacia Rusia, pero guardias fronterizos se lo impidieron", aseguró el presidente del parlamento.

Al menos 80 personas murieron en Kiev esta semana, en choques entre manifestantes y fuerzas del orden. Un nivel de violencia inédito para este joven país que se independizó de la Unión Soviética hace 22 años. 

sábado, 22 de febrero de 2014

Gobierno venezolano está obligado a buscar diálogo político con oposición

Tomado de esglobal
EVITAR LA IMPLOSIÓN DE VENEZUELA

Por International Crisi Group

Si no se rompe el círculo de violencia, el país podría sufrir un derrumbe político y económico.
Las confrontaciones políticas en Venezuela se han tornado violentas en los últimos días con el homicidio de seis manifestantes, lesiones causadas a muchos más y continuas restricciones a las libertades civiles. Esto amenaza con erosionar aún más la estabilidad y los derechos humanos en una nación de por sí polarizada, que enfrenta además una aguda crisis económica  y en donde la tasa de homicidios es una de las más altas del planeta.
El Ejecutivo y la oposición deben encontrar una forma de impulsar rápidamente un mínimo diálogo político. En última instancia, este diálogo –sobre la dirección económica que se le dará al país, sobre cómo controlar el crimen de la mejor manera y sobre cómo apaciguar la recalentada política venezolana– necesitará producir un resultado que todos puedan aceptar pacíficamente. En el corto plazo, sin haber empezado siquiera estas conversaciones, existe un claro y actual riesgo de incremento en la espiral de la violencia política y una debacle económica. La comunidad internacional, particularmente los países latinoamericanos, deben utilizar su influencia para llamar a un diálogo inmediato, pero también dejar en claro a todas las partes – particularmente al Gobierno– que más violaciones a los derechos humanos y la erosión de los valores democráticos acarrearán un gran costo.
Después de un comienzo tambaleante en 2013 (incluyendo alegatos de fraude en la elección presidencial y la pugna de la oposición por convertir las elecciones locales de diciembre en un plebiscito sobre su mandato), Nicolás Maduro parecía haber alcanzado una mayor estabilidad política. Ahora el futuro de su Gobierno se ha puesto nuevamente en duda. El descontento generalizado por la situación económica del país, la ausencia de productos básicos de consumo, la alta inflación y el crimen violento han alimentado las protestas en pueblos y ciudades a lo largo y ancho del país, inicialmente lideradas por estudiantes y una parte de la coalición de oposición Mesa de Unidad Democrática (MUD), bajo el liderazgo de Leopoldo López (cabeza del partido Vanguardia Popular) y la parlamentaria independiente María Corina Machado. El líder de la MUD y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, ha formulado un llamado a la contención y la moderación y también ha exigido un diálogo político inmediato y el fin de las acciones de organizaciones paramilitares y de la violencia contra los manifestantes.
El Gobierno ha respondido con violencia excesiva, atacando a los manifestantes no sólo con equipos antimotines como gases lacrimógenos y cañones de agua, sino también con garrotes, balas de plástico y munición real. Aparentemente los miembros de la policía de seguridad (SEBIN) y grupos paramilitares en motocicletas han sido grabados en video disparándole a los manifestantes. Grupos de derechos humanos afirman que docenas de personas han sido arrestadas, golpeadas y torturadas.
Los medios de comunicación estatales aseguran que se avecina un “golpe de Estado fascista”, financiado y promovido por Estados Unidos. La mayoría de las estaciones de radio y televisión privadas han resuelto no cubrir en directo las manifestaciones bajo la amenaza de ser multadas o cerradas; el canal colombiano de televisión por cable (NTN24) fue suspendido y periodistas en las calles han sido golpeados y detenidos, con su equipo y material de trabajo confiscado. Las dificultades de acceso a Internet son atribuidas por algunos a sabotaje del Ejecutivo.
El 12 de febrero, estudiantes que exigían la liberación de compañeros detenidos marcharon frente a la sede principal de la Fiscalía General. Aquellos que permanecieron después de la manifestación realizaron actos vandálicos contra el edificio y se enfrentaron con partidarios armados del Gobierno en una lucha que produjo tres muertes. El Ejecutivo venezolano luego expidió una orden de captura contra López por cargos que incluyen homicidio, conspiración y terrorismo. Luego de permanecer en la clandestinidad por varios días, Leopoldo López reapareció el 18 de febrero en medio de miles de seguidores en Caracas, profirió un discurso exhortando a una confrontación pacífica y se entregó a la Guardia Nacional. Manifestaciones en su apoyo se sucedieron en todo el país.
Aunque el caos en las calles haya sustraído la atención de la crisis económica, ambos fenómenos se exacerban mutuamente. El presidente Maduro ha sido incapaz, o no ha tenido la voluntad, de poner fin a los grupos armados, y no parece haber una investigación en curso para identificar o procesar a los responsables de excesos. El Gobierno, o las facciones dentro de éste, puede que hayan resuelto promover un escenario violento, presuntamente bajo la creencia de que esto favorecería su causa, ya fuese porque dividiría a la oposición, amedrentaría a los manifestantes en las calles, desviaría la atención de la mala gestión económica, proporcionaría una excusa para implementar medidas autoritarias o todas estas razones. También es posible que extremistas en la oposición estén buscando la violencia bajo la creencia de que ésta podría acelerar la caída del Gobierno; estas acciones serían inaceptables.
No existe una solución fácil. Venezuela carece de instituciones confiables y mecanismos esenciales para canalizar la disidencia y facilitar un acuerdo político. Las nuevas elecciones (parlamentarias) se llevarán a cabo a finales de 2015. Pero para comenzar a desenredar la confrontación, López, y otros que la oposición considera presos políticos, deben ser prontamente liberados a menos de que los cargos en su contra sean creíblemente sustanciados; las personas armadas que integran a los colectivos a favor del Gobierno deben ser desarmadas y desmovilizadas y el derecho a manifestarse pacíficamente debe ser garantizado. La oposición debe dejar en claro que rechaza cualquier recurso a acciones inconstitucionales dentro de su llamado para que Nicolás Maduro renuncie y que está dispuesta a dialogar para así reducir las probabilidades de más violencia y para asegurar reformas políticas. Las restricciones a la prensa deben ser levantadas y los ataques contra los periodistas deben cesar.
Un diálogo genuino es entonces necesario para construir consensos sobre las medidas necesarias para paliar la crisis económica y, en el largo plazo, el crimen violento. Hasta ahora, la oferta del Gobierno para conversar ha sido limitada principalmente a asuntos administrativos, pero si éste da señales claras de que está comprometido con negociaciones genuinas, la oposición deberá participar.
Crisis Group advirtió en marzo de 2013 que Venezuela no podría soportar confrontaciones políticas extralegales sin correr un serio riesgo de violencia. Se cruza esta línea cuando el Gobierno muestra pocas señales de autorregulación y la oposición se encuentra en peligro de radicalizarse. Si la violencia se desata, y las partes rechazan utilizar medios pacíficos, Venezuela se derrumbará política y económicamente, situación de la cual se recuperará lenta y dolorosamente, sin importar quien esté al mando. Es en el interés de todos, pero particularmente del Gobierno, contener la violencia, buscar el diálogo y ofrecer alguna distribución del poder.
La comunidad internacional se ha limitado a realizar débiles llamadas al diálogo y a una solución no violenta. El presidente Maduro rechazó suaves reproches de Colombia y Chile, tildándolos de interferencia en asuntos internos. Es hora, sin embargo, de que América Latina exija no solamente que las dos partes actúen responsablemente pero que el Ejecutivo respete los derechos humanos, pues éste se encuentra obligado a hacerlo por sus compromisos legales internacionales. Las potencias como Brasil deben ser más activas en insistir en una solución política. Las organizaciones regionales, UNASUR, MERCOSUR y CELAC – las cuales profesan apoyo a los principios democráticos– necesitan hacer más audible su oposición a las violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado y a cualquier acto de violencia por parte de los manifestantes.
El futuro de Venezuela está sobre la mesa, pero su implosión política y económica podría también afectar a una región que ha disfrutado un largo periodo de crecimiento económico, estabilidad y democracia arduamente conseguido. Aceptar reclamaciones de soberanía no puede convertirse en una excusa para la falta de acción, cuando estos logros tan importantes están en juego.