Tomado de El Diario de Hoy
A pesar de su destacado, permanente y sacrificado aporte económico los salvadoreños en el exterior son engañados, ignorados, maltratados y sus derechos más elementales como el voto en el exterior les es negado por el estado Salvadoreño. Basta Ya de tanto maltrato y marginación.
El Salvador es el cuarto país de A.L.
que recibe más remesas de EE.UU.
A pesar de eso, es uno de los países
con menores tasas de crecimiento económico, respecto al PIB anual
Por KAREN MOLINA
El Salvador es el cuarto país de Latinoamérica que más recibe
remesas, pero irónicamente, es uno de los que menos crecimiento económico
registra en los últimos años.
Según un estudio realizado por el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) El Salvador es precedido solo por México, que en 2011 recibió
$22,731 millones y Guatemala ($4,377 millones) y Colombia ($4,168 millones).
Según los datos del Banco Central de Reserva, de enero a
noviembre de 2012, el país recibió $3,522.4 millones desde el exterior, lo que
supuso un crecimiento del 7.1 % respecto al año pasado. A juzgar por el
crecimiento el país cerraría 2012 por arriba de $3,800 millones en remesas.
Este dinero es 31 veces mayor que la inversión extranjera
directa que recibió el país hasta junio del año pasado ($116 millones).
Este flujo de dinero representa hoy día el 16 % del Producto
Interno Bruto , según los datos del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD).
En la región, es el primer país con más remesas respecto al PIB,
pues lo que recibe Guatemala solo representa el 11 %.
Sin embargo, más remesas no significan mayor crecimiento
económico pues, según las proyecciones del gobierno, 2012 cerró con una
variación al alza de apenas 1.5 % de su producción.
Lilian Vega, jefa del departamento de Economía de la Universidad
Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) explicó que aunque las remesas aumentan
el consumo local, el dinero no se queda en el país porque la mayor parte de lo
que se consume en El Salvador es importado.
El dinero extra que las familias obtienen de sus familiares en
el exterior regresa a través de la compra de productos que no son producidos en
el país y solo un poco de esos ingresos queda en el país.
Sin embargo, es indudable que las remesas han elevado la calidad
de vida de los salvadoreños. Según el informe de Desarrollo Humano, las remesas
han tenido una gran incidencia en la reducción de la desigualdad en la
distribución del ingreso.
Y contrario a lo que muchos especulan sobre el consumo excesivo
que genera ese dinero, Vega aseguró que las remesas son usadas en su mayoría,
para educación, salud y vivienda. "Esa es inversión y no solo
consumismo", aseguró la académica.
Álvaro Trigueros, jefe del departamento de economía de la
Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) dijo que
de no ser por las remesas, el país no tendría el nivel de vida que tienen hoy
las familias.
"Las remesas han ayudado a elevar el poder adquisitivo de
los salvadoreños", dijo. "Las remesas están haciendo que el país se
sostenga", agregó el economista.
Vega aclaró que nada de ese aumento de calidad de vida tiene que
ver con las políticas económicas del país.
Según la encuesta de Propósitos múltiples de 2011, que elabora
la Dirección de Estadísticas y Censos (Digestyc), el ingreso promedio mensual
de los hogares a nivel nacional es de $486.67.
Pero "el Gobierno no ha hecho nada para que eso suceda. Es
pura inversión privada, de la gente que vive en Estados Unidos", agregó.
Freno
Las remesas podrían estar en peligro, debido a una nueva
propuesta que planteó el Gobierno en 2012.
El Gabinete económico ha planteado aplicar un impuesto a las
transacciones financieras, una propuesta que aún debe ser discutida en la
Asamblea Legislativa, pero que ya genera preocupación sobre su impacto.
Para el ex ministro de Economía, Miguel Lacayo, una ley como
esta encarecería el envío de remesas, que son enviadas en 70 % a través de
transferencias bancarias.
Pone como ejemplo que si un salvadoreño recibe una remesa de
$200, el banco automáticamente le cobraría $0.50 en impuestos.
Vega cree que las transacciones podrían verse afectadas, pero
que en definitiva, la cantidad de remesas no disminuiría. Lo que ocurriría
sería un encarecimiento del envío de remesas. "Pero no creo que se
reduzcan porque si su mamá le dice que necesita el dinero para las medicinas,
usted, aunque sea más caro enviar el dinero, siempre se lo va a mandar",
aseguró.
Según la
economista, el país aún no ha alcanzado el máximo nivel de remesas.
"Podrían ir al alza", agregó.