Tomado de The Huffington Post
La Heritage Foundation y los inmigrantes salvadoreños
Por David Ramirez

La
comunidad inmigrante salvadoreña en Estados Unidos cifrada en más de dos
millones de los cuales el 20 por ciento no tiene documentos de residencia, se
mostró indignada al conocer sobre la visita de Norman Quijano, candidato
presidencial del partido político salvadoreño ARENA, a Jim DeMint, líder del
movimiento del Tea Party. DeMint es también presidente de Heritage Foundation,
la organización conservadora que publicó esta semana un estudio que critica la
propuesta de reforma migratoria presentada por 4 Senadores republicanos y 4
demócratas.
"Como
es posible que un candidato que dice que busca mejorar la calidad de vida de
los salvadoreños aquí venga a Washington a reunirse con las personas que están
postergando nuestro desarrollo y el de nuestros hijos," dijo Marta
Velásquez, una salvadoreña con más de 25 años residiendo en Estados Unidos y
originaria del departamento de Morazán.
La Heritage
Foundation, con sede en la capital estadounidense adujo en el estudio que la
legislación bipartidista presentada en el Senado federal costaría un promedio
de $6.3 trillones de dólares. Heritage llama a la propuesta una amnistía,
término despectivo usado por parte de grupos xenófobos en su afán para que la
medida no sea aprobada.
"Los políticos son capaces de venderle el
alma al diablo. No nos sorprende que Quijano se reúna con los representantes de
la extrema derecha. Los salvadoreños acá estamos claros sobre quienes realmente
apoyan la reforma migratoria," dijo Saúl Linares, un activista salvadoreño
del área de Long Island donde residen unos 250 mil de sus connacionales.
La
publicación de Heritage ha causado una escisión en el partido republicano en el
tema migratorio. Figuras de la talla del senador republicano por el estado de
Florida, Marco Rubio, señalaron las conclusiones de Heritage como miopes y poco
serias. Rubio puso como ejemplo a sus padres que emigraron de Cuba huyendo del
régimen castrista para desacreditar la posición extrema de DeMint y su
fundación.
Adicionalmente,
este miércoles causó revuelo el estudio "Coeficiente intelectual y la
política de inmigración" escrito por Jason Richwine, que trabaja para
Heritage Fundation. El documento afirma que el "coeficiente intelectual de
los inmigrantes en Estados Unidos es sustancialmente inferior al de la
población blanca nativa, y es probable que la diferencia persista durante
varias generaciones."
Aunque
la organización se desmarcó del estudio de Richwine, DeMint como tal, ha
preferido guardar silencio al respecto. El presidente de Heritage ha declarado
una y otra vez su vehemente oposición a cualquier oportunidad para que los más
de 11 millones de indocumentados regularicen su situación. Durante sus ocho
años en la cámara alta del Congreso, el ex legislador por el estado de Carolina
del Sur fue conocido por haber propuesto las medidas más extremas en contra de
los inmigrantes.
"¿Qué hace un candidato latinoamericano
reuniéndose con un ideólogo del Tea Party cuyo objetivo es deportar a la
comunidad hispana indocumentada?" se preguntó Sergio Echavarría, un líder
comunitario ecuatoriano que reside en Maryland. "Lo que estas figuras
políticas no entienden es que su foto y la promoción de los ideales de esa
fundación no ayuda a los que estamos promoviendo una reforma migratoria. Más
bien valida la posición anti-inmigrante de ese grupo."
Como
líder del Tea Party, DeMint fue uno de los proponentes de derogar la Enmienda
Constitucional 14 la cual otorga la ciudadanía a todas las personas nacidas en
suelo estadounidense sin importar el estatus migratorio de los padres. De igual
manera, DeMint junto a otros legisladores como Tom Tancredo han pedido la
deportación masiva de todos los inmigrantes cuyo estatus migratorio no está en
regla. En el área de cooperación internacional, DeMint luchó por cancelar la
ayuda internacional a los países de Latinoamérica. Programas como la Cuenta del
Milenio que ha llevado a países como El Salvador cientos de millones de dólares
hubiesen desaparecido del presupuesto federal de acuerdo a las aspiraciones del
ex senador de Carolina del Sur y sus colegas ultra-conservadores.
En
el caso de El Salvador, DeMint fue el más duro crítico de la nominación de la
actual embajadora de Estados Unidos en ese país, la abogada hispana Mari Carmen
Aponte. Cuando Aponte fue nominada por el presidente Barack Obama, DeMint quien
tenía un escaño en el comité de Relaciones Exteriores del Senado se opuso a la
nominación. Entre las acusaciones que lanzó en contra de la abogada de origen
puertorriqueño mencionó una posible conexión con un agente de inteligencia
cubana y más tarde la acusó de tener una agenda pro-homosexual.
"Es una vergüenza que un candidato
presidencial de mi país venga a Estados Unidos a sostener reuniones poco
transparentes con grupos en contra de la reforma migratoria," expresó de
su parte Luis Montes Brito, coordinador general del movimiento Unidad de
Salvadoreños en el Exterior.
La
pregunta forzada es cómo es posible que un candidato de un país latinoamericano
que depende tanto de Estados Unidos y sus inmigrantes en este país, pueda estar
avalando a organizaciones tan sectarias y anti-inmigrante como Heritage.
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