jueves, 3 de septiembre de 2015

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 3 de septiembre


Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 3 de Septiembre de 1189 en la abadía de Westminster, Inglaterra, Ricardo Corazón de León es coronado rey. Ricardo I de Inglaterra, nació en el Palacio de Beaumont, Oxford, el 8 de septiembre de 1157, murió en Châlus, Limousin, Francia, 6 de abril de 1199. Conocido como Ricardo Corazón de León (en francés Richard Cœur de Lion, en inglés Richard the Lionheart), fue rey de Inglaterra desde un día como hoy 3 de Septiembre de 1189 hasta el día de su muerte ocurrida el 6 de Abril de 1199, siendo el tercer hijo del rey Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania. En su época, el trovador Bertran de Born lo apodó “Òc e non” (‘sí y no’). Durante su reinado, solo visitó Inglaterra en dos ocasiones: las correspondientes a sus dos coronaciones. En total, no llegaron a seis los meses que pisó su suelo como rey. Tomó parte en la Tercera Cruzada, con campañas en Sicilia y Chipre en el camino y, posteriormente, pasó un período arrestado por Leopoldo V, duque de Austria. Heredó de su madre el Ducado de Aquitania (1168) y el de Poitiers (1172), territorios en los que tuvo que guerrear continuamente para mantener sometida a la nobleza. En 1173-74 participó con su madre y sus hermanos en la gran rebelión contra su padre, el cual invadió sus dominios y le obligó a pedir perdón. Volvió a rebelarse contra Enrique II en 1188, cuando el rey planeó dividir la herencia entre Ricardo y su hermano Juan sin Tierra; en esta ocasión, Ricardo se alió con el rey de Francia, Felipe II Augusto, al cual prestó homenaje feudal por sus dominios en el continente, combatiendo luego unidos contra Enrique hasta hacerle reconocer a Ricardo como único heredero. Un día como hoy 3 de Septiembre de 1189 se convirtió en rey de Inglaterra, duque de Normandía y de Anjou, al morir su padre. Sin embargo, pasó fuera de Inglaterra la mayor parte de su reinado. Su obsesión era la Cruzada de la Cristiandad contra Saladino, que acababa de tomar Jerusalén; y, efectivamente, fue uno de los jefes de la Tercera Cruzada (1189-92), junto con el emperador alemán Federico I Barbarroja y el rey Felipe Augusto de Francia. A cambio, se desentendió de la Monarquía inglesa y de sus intereses en el continente europeo: malvendió el patrimonio real para financiar la Cruzada, y puso en grave riesgo sus territorios continentales al enemistarse con Francia (no estalló la guerra de momento, por estar los dos reyes igualmente comprometidos en la Cruzada). De camino hacia Palestina, Ricardo se detuvo en Sicilia para asegurar los derechos de su familia en aquella isla frente a las pretensiones del emperador (Tratado de Mesina, 1190). Luego conquistó Chipre y Acre (1191). En Palestina tuvo continuos enfrentamientos con los cruzados alemanes y franceses, y no consiguió el objetivo de tomar Jerusalén. Muerto Federico I y habiendo regresado a Francia Felipe Augusto, Ricardo concluyó una tregua con Saladino que garantizaba a los cristianos el libre acceso a los lugares sagrados de Jerusalén y la posesión de Acre (1192). Intentó volver a Inglaterra evitando a sus muchos enemigos, pero no le fue posible, al naufragar su barco cerca de Venecia y ser reconocido su disfraz en Viena. Cayó prisionero del emperador Enrique II, que le obligó a pagar un fabuloso rescate para dejarle libre (1194). Por fin regresó a Inglaterra, para encontrar que su hermano Juan le había usurpado el Trono (indignado al verse desheredado por Ricardo, que en Sicilia había declarado heredero a su sobrino Arturo de Bretaña). Fue coronado de nuevo, pero partió enseguida a Normandía, donde pasó sus últimos años luchando contra el rey de Francia. Murió durante el ataque a una fortaleza de su vasallo, el vizconde de Limoges, sucediéndole en el Trono su hermano Juan. Ricardo fue considerado ya en vida la personificación del caballero cristiano medieval y se convirtió en una leyenda romántica después de su muerte: su entrega a la mística guerrera de la Cruzada, su peripecia aventurera por Europa y su larga ausencia del reino permitieron que surgiera el mito de un rey deseado por el pueblo y traicionado por enemigos desleales. (Con información de biografiasyvidas.com)

Un día como hoy 3 de Septiembre de 1539 el Papa Paulo III aprueba los estatutos que Ignacio de Loyola le presentó para la fundación de la Compañía de Jesús. Los miembros de esta orden religiosa perteneciente a la iglesia católica comúnmente son conocidos como jesuitas, asociación fundada por San Ignacio de Loyola, junto con San Francisco Javier, el Beato Pedro Fabro, Diego Laínez, Alfonso Salmerón, Nicolás de Bobadilla, Simão Rodrigues, Juan Coduri, Pascasio Broët y Claudio Jayo en la ciudad de Roma, siendo aprobada por el Papa Pablo III en 1540. Con 17.637 miembros en enero de 2012 (sacerdotes, estudiantes y hermanos), es la mayor orden religiosa masculina católica hoy en día. Su actividad se extiende a los campos educativo, social, intelectual, misionero y de medios de comunicación católicos. El actual pontífice Francisco, el argentino Jorge Mario Bergoglio, es el primer Papa perteneciente a la Compañía de Jesús
Un día como hoy 3 de Septiembre de 1783 la firma del Tratado de París pone fin a la Guerra de Independencia de Estados Unidos. El Tratado de París fue firmado un día como hoy 3 de septiembre de 1783 entre Reino de Gran Bretaña y Estados Unidos y puso fin a la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. El cansancio de los participantes y la evidencia de que la distribución de fuerzas, con el predominio inglés en el mar, hacía imposible un desenlace militar, que condujo al cese de las hostilidades. El tratado fue firmado por David Hartley, miembro del Parlamento del Reino Unido que representaba al rey Jorge III, John Adams, Benjamin Franklin y John Jay, representantes de los Estados Unidos. El tratado fue ratificado por el Congreso de la Confederación el 14 de enero de 1784, y por los británicos el 9 de abril de 1784. De forma resumida, mediante este tratado:
§  Se reconocía la independencia de las Trece Colonias como los Estados Unidos de América (artículo 1) y otorgó a la nueva nación todo el territorio al norte de Florida, al sur del Canadá y al este del río Misisipi. El paralelo 31º se fijaba como frontera sur entre el Misisipi y el río Apalachicola. Gran Bretaña renunció, asimismo al valle del río Ohio y dio a Estados Unidos plenos derechos sobre la explotación pesquera de Terranova (artículos 2 y 3).
§  El reconocimiento de las deudas contratadas legítimas debían pagarse a los acreedores de ambas partes (artículo 4).
§  Los Estados Unidos prevendrían futuras confiscaciones de las propiedades de los «Leales» —colonos británicos que permanecieron leales a la corona británica durante la revolución americana— (artículo 6).
§  Los prisioneros de guerra de ambos bandos debían ser liberados (artículo 7).
§  Gran Bretaña y los Estados Unidos tendrían libre acceso al río Misisipi (artículo 8).
Los británicos firmaron también el mismo día acuerdos por separado con España, Francia y los Países Bajos, que ya habían sido negociados con anterioridad:
§ España mantenía los territorios recuperados de Menorca y Florida Oriental y Occidental. Por otro lado recuperaba las costas de Nicaragua, Honduras (Costa de los Mosquitos) y Campeche. Se reconocía la soberanía española sobre la colonia de Providencia y la inglesa sobre Bahamas. Sin embargo, Gran Bretaña conservaba la estratégica posición de Gibraltar —Londres se mostró inflexible, ya que el control del Mediterráneo era impracticable sin la fortaleza del Peñón—.
§  Francia: Se le cedió San Pedro y Miquelón, Santa Lucía y Tobago. Se le otorgó el derecho de pesca en Terranova. También recupera algunos enclaves en las Antillas, además de las plazas del río Senegal en África.
§ Los Países Bajos recibían Sumatra, estando obligados a entregar Negapatnam (en la India) a Gran Bretaña y a reconocer a los ingleses el derecho de navegar libremente por el Océano Índico.
§ Gran Bretaña reconoció la independencia de los Estados Unidos y le cedió los territorios situados entre los Apalaches y el Mississipi. Las regiones de Canadá siguieron siendo un dominio de la Corona, a pesar de los intentos estadounidenses por exportar su revolución a esos territorios.
Un día como hoy 3 de Septiembre de 1821 en México, Chiapas se declara independiente de España. Chiapas es uno de los 31 estados que conforman las 32 entidades federativas de México. De 1810 a 1821, Centroamérica fue espectadora del movimiento independentista de Nueva España. Fray Matías de Córdoba, originario de Tapachula, fue el impulsor del movimiento independentista de Chiapas, movimiento que terminó con la proclamación de la Independencia, el 28 de agosto de 1821, de la ciudad de Comitán de la Corona Española, y al mismo tiempo adoptó el sistema de gobierno imperial de México. Inmediatamente después, las autoridades municipales de Comitán redactaron y firmaron el acta de independencia, no sin antes protagonizar una serie de discusiones, por el temor a posibles represalias por parte de la Corona, pues aún no hacía su entrada triunfal don Agustín de Iturbide a la capital de la Nueva España. Al día siguiente, el acta fue publicada en bando solemne, cuyas copias fueron remitidas al jefe del Ejército Imperial, al Intendente de la Provincia y a los principales Ayuntamientos de la provincia de Ciudad Real, capital de las Chiapas, quien proclamó su independencia un día como hoy 3 de septiembre de 1821 del mismo año; la villa de Tuxtla, el 4; el pueblo de Chiapa, el 7, la villa de Tapachula, el 23 de octubre; y así sucesivamente lo fueron haciendo los demás municipios. A invitación expresa de Fray Matías de Córdoba, Guatemala proclamó su independencia el 15 de septiembre de 1821. Un año después, el 16 de enero de 1822, la Regencia del Imperio Mexicano decretó la incorporación de Chiapas a México. Fue así como, después de casi tres siglos de marginación, explotación y sometimiento, Chiapas logró su libertad, su independencia y su soberanía. Localizado en el sureste de México, se convirtió en el 19° estado de México el 14 de septiembre de 1824 tras la realización de un plebiscito popular, pues durante la etapa colonial estaba integrado en la Capitanía General de Guatemala. En 1821, las Cortes españolas erigieron todas las Intendencias en Provincias, lo cual le dio derecho a la nueva Provincia de Ciudad Real de Chiapas a tener un Jefe Político Superior propio y una Diputación Provincial de siete miembros. Cuando la reciente provincia apenas se estaba organizando se produjo la independencia de México, que fue apoyada con entusiasmo por algunos ayuntamientos chiapanecos. La provincia se anexó al naciente Primer Imperio Mexicano de Agustín I, pero a la caída de éste las provincias del antiguo Reino de Guatemala decidieron separarse de México. Este movimiento provocó una fuerte división en Chiapas, por lo que se llevó a cabo un plebiscito que dio como resultado que 96.829 habitantes se pronunciaron por integrarse a México y 60.400 a la naciente República Federal de Centroamérica, en tanto que 15.724 se manifestaron neutrales. La incorporación a México se hizo efectiva con respecto a los partidos de Ciudad Real y Tuxtla el 14 de septiembre de 1824, mientras que Soconusco quedó en una situación indefinida hasta 1842, año en que México lo anexó a pesar de las protestas de Guatemala. La disputa limítrofe se prolongó hasta 1882, cuando se definió la actual frontera mediante el Tratado Herrera-Mariscal.
Un día como hoy 3 de Septiembre de 1971 en su exilio en Madrid, el presidente Juan Domingo Perón recibe el cadáver de su esposa, Evita, secuestrado durante 16 años y mutilado por los militares quienes destituyeron a Perón en el golpe de estado de 1955. María Eva Duarte de Perón, nació en Junín o Los Toldos, provincia de Buenos Aires, el 7 de mayo de 1919, murió en Buenos Aires, el 26 de julio de 1952, también conocida como Eva Perón o Evita, fue una actriz y política argentina. Se casó con Juan Domingo Perón en 1945 y tras la asunción de este como Presidente de la Nación Argentina el año siguiente, Duarte se convirtió en primera dama. En 1951 el movimiento obrero propuso a Evita como candidata a vicepresidenta, sin embargo ella renunció a la candidatura el 31 de agosto, conocido como el Día del Renunciamiento. Las luchas internas en el peronismo y la sociedad ante la eventualidad de que una mujer apoyada por el sindicalismo pudiera llegar a vicepresidenta y un ya avanzado cáncer de útero fueron algunos causantes de dicha acción. A pesar de su condición, Evita hizo varias apariciones públicas y el 5 de noviembre de ese mismo año, fue intervenida quirúrgicamente. El 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez y el 26 de julio murió, a la edad de 33 años.

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