Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy
12 de Octubre de 1492 en
la isla Guanahaní, Bahamas, desembarcan
los tres navíos de Cristóbal Colón. El hecho será conocido como el “Descubrimiento de América”. El
descubrimiento de América un día como hoy 12 de Octubre de 1492 por
Cristóbal Colón fue uno de los
hechos más importantes de la historia europea y condicionó la evolución
política, social y económica de los siglos siguientes. Es posible que durante
la Edad Media llegasen algunas expediciones nórdicas a la costa de Norteamérica, pero, ya
desde comienzos del siglo XV, portugueses y castellanos habían iniciado un
intento de llegar a Oriente (las Indias), proveedor de especias y de productos
de gran valor, mediante un camino alternativo a las rutas tradicionales del
Mediterráneo oriental. Las crecientes dificultades del Imperio Bizantino, que
finalmente caería con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453,
forzaron a los europeos occidentales a buscar rutas alternativas a Asia. Fruto de estas expediciones fue la
conquista castellana de las islas Canarias, que comenzó en 1402
por la isla de Lanzarote y concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife. A finales del siglo XV parecía claro que los portugueses se
habían adelantado a los castellanos en la conquista de la ruta de las especias
y de los metales preciosos, gracias al dominio que ya ejercían sobre la costa occidental africana. En este momento, Cristóbal Colón, que había estado a las órdenes del rey de
Portugal, ofreció a los Reyes Católicos el proyecto de llegar a las Indias
siguiendo una ruta hacia el oeste en lugar de bordeando todo el
continente africano. Para poner en práctica su proyecto, Colón partía de la
idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión
controvertida en la época. Finalmente, por las Capitulaciones de Santa Fe, los
Reyes Católicos acordaron con Colón el inicio de la expedición. El 3 de agosto
de 1492 Colón inició su viaje saliendo del puerto de Palos de la Frontera en
Huelva. La expedición de tres
naves llegó a una pequeña isla de las Antillas un día como hoy 12 de
octubre de 1492. Durante mucho tiempo Colón siguió creyendo que había llegado a
Asia por la ruta occidental, pero en realidad se había encontrado con la
existencia de un continente desconocido en Europa: América. La partición de las zonas de expansión
y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de Tordesillas
(1494). Un meridiano situado a 370 leguas de Cabo Verde separó las dos zonas de
influencia: la occidental para Castilla y la oriental para Portugal. De esta
manera la costa africana y el actual Brasil quedaron en manos portuguesas, y el
resto de América en manos castellanas. Cada 12 de Octubre, se conmemora el Descubrimiento de América,
realizado por Cristóbal Colón en
el año 1492. Con él se abre
uno de los más complejos capítulos de la historia universal. Involucra a la naciente sociedad moderna europea y
sus viajes de exploración,
a las civilizaciones originarias
deAmérica, y el inicio de
un imperio colonial que
duraría siglos. Y -en medio de todo esto- un navegante con un proyecto arriesgado
y un destino que nadie hubiera previsto: el Descubrimiento de un Nuevo Continente. Este descubrimiento cambió el curso de la
historia, y aunque resulta difícil pensar o saber qué hubiera pasado si Colón
hubiera seguido otra ruta, parece claro que el descubrir América supuso gran riqueza para Europa,
aunque pocos o ninguno fueron los
beneficios para los que por aquel entonces poblaban aquellas tierras. Al
margen de la conquista de los territorios de América, cabe añadir que la
llegada de europeos supuso además un colapso demográfico de la población indígena, debido
principalmente a los genocidios indiscriminados, o la llegada de enfermedades
epidémicas ante las que los indígenas carecían de defensas biológicas. Los
expedicionarios que viajaron con Cristóbal
Colón no fueron los primeros europeos en
llegar a América. Varios
siglos antes los marinos vikingos habían
navegado las costas de América del
Norte. Sin embargo, para el siglo
XV ya habían desaparecido sus asentamientos. El siglo XV fue una época de
difíciles pero paulatinos avances en la exploración del mundo, motivados por encontrar rutas comerciales alternativas
para llegar a las Indias.
De hecho podemos decir que provocado por las crecientes dificultades del
Imperio Bizantino, que finalmente caería con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453, los
europeos occidentales se vieron forzados a buscar rutas alternativas a Asia. Fruto de estas expediciones fue la
conquista castellana de las islas
Canarias, que comenzó en 1402 por la isla de Lanzarote y concluyó en
1496 con la conquista de Tenerife. En este contexto, Cristóbal Colón, presentó a la corona de Portugal un proyecto para llegar
a las Indias desde el Oeste.
Los portugueses le rechazaron, debido a que sus navegantes estaban logrando
importantes avances en sus viajes por la costa de África. Una ruta más confiable que una navegación atravesando el
desconocido e inhóspito océano. Su proyecto era
una verdadera aventura sin ningún tipo de garantías. Fue entonces, con el rechazo de los portugueses que Cristóbal Colón,
que había estado a las órdenes del rey de Portugal, ofrece a los Reyes Católicos el proyecto de
llegar a las Indias siguiendo una ruta
hacia el oeste en lugar de bordeando todo el continente africano.
Para poner en práctica su proyecto, Colón partía de la idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión
controvertida en la época. Finalmente, por las Capitulaciones de Santa Fe, los
Reyes Católicos acordaron con Colón el inicio de la expedición. Todo estuvo
listo y, el 3 de Agosto de 1492, Colón partió del Puerto de Palos con tres embarcaciones. Pasados más de dos
meses de navegación, exactamente un día como hoy 12 de octubre de 1492
avistaron tierra. Creyeron haber llegado a las Indias Orientales, pero en realidad se habían topado con un continente desconocido, América, aunque no serían conscientes
de ello por un buen tiempo. La Corona
Española no obtuvo las especias de las Indias. Pero en su lugar consiguió algo mucho más importante: la
oportunidad de construir un gran Imperio. En posteriores expediciones de conquista, los reyes Católicos vieron satisfechos sus objetivos. Los metales preciosos americanos y la explotación de la fuerza de trabajo de los aborígenes enriquecieron a España, y se incorporaron a la economía europea, contribuyendo a su transformación.
Un día como hoy 12 de Octubre de 1792 en Nueva York se celebra por primera vez el Día de Colón (Columbus Day). El Día de Colón se conmemoró por primera vez en Estados Unidos un día como hoy 12 de Octubre de 1792, al cumplirse los 300 años del primer viaje en que descubrió América en 1492. Se le dedicó una estatua en Baltimore y se hizo una ceremonia en Nueva York. Pero fue la comunidad italo-americana de Nueva York, orgullosa de la nacionalidad de Colón, la que organizó, un día como hoy 12 de octubre de 1866, una celebración para conmemorar la histórica llegada del primero de los exploradores europeos al Nuevo Mundo. Pronto la celebración se dio a conocer en otras ciudades y fue en San Francisco donde tomó el nombre de Columbus Day. En 1909, se celebra el primer desfile oficial en Denver, Colorado. Fue Angelo Noce, un emigrado italiano a esa ciudad quien convence a la legislatura de Colorado, a través de un representante hispano, Casimiro Varela, a que declaren ese día 12 de octubre el Día de Colón. Acto seguido, Noce lidera una campaña nacional y dos décadas más tarde ya se celebraba oficialmente en más de 30 estados. En 1937 el entonces presidente Franklin Delano Roosevelt proclamó el 12 de octubre como una celebración oficial. En 1971 el Congreso decretó que la fecha del feriado federal se debía cambiar el segundo lunes del mes de octubre. Los italoamericanos reviven ese día su orgullo por el genovés, que nacido en 1451 fue el primero en llegar a América, aunque fue otro italiano, el florentino Amerigo Vespucci quien dio nombre al nuevo mundo. No hay que olvidar que los italianos eran en su gran mayoría la fuerza laboral detrás de las construcciones como los grandes puentes y rascacielos, trabajaban en las minas de oro de California y Colorado, muchas veces en condiciones paupérrimas. Pero el día que se oficializó para dignificar a una comunidad, terminó siendo blanco de acusaciones de discriminación de los indios americanos. Críticas al Día de Colón. En el año 1992, cuando se cumplieron 500 años del primer viaje de Colón a América, arreciaron críticas contra la celebración. Muchos acusaron a la celebración de perpetuar y honrar las crueldades cometidas contra los indios por los españoles, y en el mejor de los casos sostuvieron que no había nada que celebrar. Cuando Colón llegó al Caribe encontró una comunidad de pobladores pacíficos, los taínos, a quienes llamó indios, pues se pensaba que había llegado a la India. Fue Vespucci quien se dio cuenta de que no era el continente asiático. Cuando Colón regresó en su segundo viaje llevó centenares de indígenas a Europa como esclavos, además los sometían a trabajos forzados, eran castigados con torturas y la muerte. En unas cuatro décadas la población indígena del Caribe quedó prácticamente exterminada por los maltratos y las enfermedades traídas por los europeos y desconocidas para ellos. Más allá de la influencia directa de Colón, la llegada del hombre blanco significó la reducción dramática de las comunidades indígenas en las Américas, tanto en lo que es hoy Estados Unidos y Canadá como los indios de Centro y Sur América y el Caribe. Significó el exterminio virtual de sus lenguas y culturas con episodios de inhumana crueldad. Es por eso que activistas pro derechos de los indígenas critican duramente que se haga un reconocimiento a los conquistadores que no hicieron sino acarrear la muerte y la destrucción para las culturas nativas de las Américas. En intentos más conciliadores se celebra como el Día de la Raza, o encuentro de dos culturas. No obstante, Colón nunca pisó el territorio de lo que es hoy Estados Unidos y sus crueldades son menos conocidas que las que provocaron el exterminio de más de la mitad de la población original de las tierras hoy estadounidenses.
Un
día como hoy 12 de Octubre de 1810 la realeza bávara invita a los ciudadanos de Múnjen al primer Oktoberfest para celebrar el matrimonio de Ludwig
I de Baviera con la princesa
Therese von Sachsen-Hildburghausen. Ludwig (equivalente en castellano a Luis), el Príncipe heredero y
posterior Rey Ludwig I (Luis I), celebró su boda con la Princesa Teresa de
Sajonia-Hildburghausen un día como hoy 12 de Octubre de 1810. La ceremonia, a
la cual también habían sido invitados los habitantes de Munich, fue realizada
en un prado que en aquel entonces aún se encontraba delante de las puertas de
la ciudad. En honor a la novia, el prado recibió el nombre de
"Theresienwiese" (Prado de Teresa). Dicha ceremonia fue clausurada
mediante una carrera de caballos, en presencia de la familia real, y celebrada
como una fiesta para toda Baviera. Se resolvió repetir la carrera al año
siguiente y de esta manera nace la tradición de las fiestas de Octubre
"Oktober"-Feste. En 1811 se decidió realizar la carrera de caballos
conjuntamente con la primera Fiesta Agrícola y Exposición Monográfica, a fin de
fomentar la economía agrícola de Baviera. Hoy ya no se celebra la carrera de
caballos, a pesar de haber sido el evento más antiguo y popular de aquel
entonces. Sin embargo, aún se sigue llevando a cabo cada tres años la Fiesta
Agrícola Central durante el "Oktoberfest", en el sector Sur del
prado. Las atracciones ofrecidas durante las primeras décadas fueron bastante
modestas. En 1818 se instaló la primer calesita y dos hamacas. Pero, los
visitantes tenían la oportunidad de adquirir cerveza en los pequeños stands,
que se fueron multiplicando rápidamente. A partir de 1896 los pequeños stands
de cerveza se fueron transformando en las primeras fortalezas de cerveza; un
emprendimiento conjunto de taberneros y cervecerías. El programa de
entretenimientos era determinado por los feriantes y la oferta de atracciones
se incrementó a la par del desarrollo del sector, a partir de los años 70 del
Siglo XIX. Atracciones. "Ozapft is" significa que el barril ha sido
picado. Este dicho forma parte de uno de los rituales: la inauguración oficial
del "Oktoberfest" por parte del Primer Alcalde de la ciudad de
Munich, quien introduce la canilla al primer barril de cerveza mediante tres
golpes fuertes. ¿Qué sucede durante la
"Oktoberfest"? Mucha bebida: cerveza, cerveza y más cerveza! Comida: pollo, pescado al pincho,
almendras tostadas. Todo tipo de juegos, atracciones y diversiones. El
gigantesco león mecánico, que lleva la jarra de un litro de cerveza a su boca
mediante un publicitario gruñido leonino, tal como lo hacen todos los visantes
del prado en el interior de la carpa, que se balancean y cantan al son de la
música. Se dice que el "Oktoberfest" es la mayor fiesta popular del
mundo. Duración: 2 semanas; desde fines de Setiembre hasta principios de
Octubre. Durante estas 2 semanas, el buen humor y los deseos de diversión no
conocen límites. Lugar: Munich, en el prado "Theresienwiese", debajo
de la estatua de "Bavaria", cerca del centro de Munich. "Die
Wiesn" (El Prado), así denominan los muniqueses la Oktoberfest del prado.
Ellos suelen decir, p.ej.: "Mañana nos vemos en el prado". Visitantes:
aprox. 7 millones. Entretenimientos tradicionales. Algunos prefieren entretenimientos
sosegados, reparadores y tradicionales. La Oktoberfest tiene mucho para
ofrecerles: ya sea una rueda gigante agradable o una exhibición de pulgas
amaestradas ... existen muchos tipos de diversión. Surge un poco de atmósfera
de feria antigua, que traslada a los visitantes a las "Oktoberfest"
de antaño; 150 años atrás. Para todos aquellos que prefieren contemplar algo. Entrada
de los taberneros del prado. Los taberneros ingresan al prado a caballo, con
sus largos carruajes y grandes barriles de cerveza. Un verdadero espectáculo,
que podrá ser apreciado el día de la apertura, el último sábado de Setiembre.
Cada uno de los taberneros de las 14 carpas tiene motivos de júbilo: las
próximas dos semanas le significarán una ganancia de aprox. 500.000 marcos! Desfile. Es el gran acontecimiento del
primer domingo, del cual participan 7500 personas en más de 200 grupos,
desfilando por la ciudad de Munich. Casi se suspendió el desfile del año 1999
por razones económicas, pero pudo realizarse gracias al apoyo de una cervecería
japonesa. Los grupos folclóricos vienen de las más diversas regiones de
Alemania y muchos otros países. Todos ellos muy orgullosos de su tradición. Paseo por el prado. El último sábado de
la Oktoberfest de 1999 pasearon más de 650.000 visitantes por el predio del
prado, que resultó estrecho. Pero el que pasea por el prado un día de semana,
por la tarde, no tiene inconvenientes y mucho espacio. Rueda gigante. La rueda gigante Willenborg mide 50 metros, donde,
cómodamente sentados en góndalas, se tiene un panorama espectacular del prado.
Un lugar ideal para descansar y sacar fotografías ! "Schichtl" "Auf
geht's zum Schichtl" (vayamos al Schichtl) integra la terminología sólido
de todo muniques. Aquí se ofrecen todo tipo de atracciones feriales, al estilo
de antaño: magia, ilusionismo, payasadas. Stand
de tiro al blanco. El tiro al blanco es un entretenimiento muy antiguo y
los premios que allí se pueden ganar ya prácticamente pasaron a segundo plano:
flores, peluches. Laberinto. Los
visitantes se van abriendo paso por el laberinto, luchando en los pasillos
contra los espejos mágicos, que estiran y deforman las figuras. Es divertido
verse totalmente deforme, sumamente obeso o extremadamente flaco. "Krinoline" Esta palabra en
realidad significa miriñaque: las antiguas y amplias enaguas que usaban las
damas de la alta sociedad en el Siglo XIX. Póngase uno de estos vehículos sin
mayor esfuerzo y gire algunas vueltas con su compañero muy suavemente. "Flohzirkus" Casi imposible
de creer, pero cierto. Se trata de una exhibición de pequeñísimas pulgas
amaestradas, que saltan de una tabaquera y arrastran carrozas tirando de finas
riendas o juegan al fútbol !!! Y si el director del circo ha quedado satisfecho
con su show, podrán saborear su sangre y recobrar fuerzas para los próximos
espectáculos. Tobogán. Déjese llevar
por un ayudante hasta una cinta transportadora. Más de uno cae y hace reír a
los espectadores. Una escalinata conduce hacia arriba, donde uno se sienta en
un felpudo y se desliza por el sinuoso tobogan. "Fantasmas del castillo" Los trenes fantasma siempre
estuvieron presentes en las Oktoberfest. Su fachada exterior con monstruos
animados es lujosa, pero su interior frecuentemente decepciona a los pasajeros.
Obsérvelos antes de entrar: se nota en sus caras, a la salida. "Revista de las ilusiones".
Una propuesta tentadora para curiosos. Allí podrán ver a Arabella, la dama sin
abdomen. "Hau den Lukas"
(Pégale a Lucas) Allí están haciendo cola los hombres fuertes y todos aquellos
que quieren exhibir su fuerza muscular ! La regla del juego: golpear un perno
con un martillo de madera enorme. Con este golpe se dispara una pieza de metal
muy pesada hacia arriba, impactando en una caja que emite un sonido. Solo lo
logra quien tenga la fuerza y puntería suficiente! Para el bienestar personal. Casi todos los visitantes del prado
comen con gran apetito, comiendo y bebiendo con gran humor festivo. Es sabido
que durante la Oktoberfest se come y bebe por demás, frecuentemente hasta la
embriaguez, manteniendo ocupados al servicio de seguridad que intervienen a
tiempo muy enérgicamente para evitar todo tipo de riñas. Si tenemos en cuenta
que en este predio se divierten 7 millones de personas en el correr de tan solo
16 días, entre las 12 del mediodía y las 12 de la noche, entonces no cabe duda
que la Oktoberfest es una fiesta popular muy pacífica. Cerveza, pollito y otras
delicias. Die "Maß" Así se
denomina la cerveza que se bebe en el prado. Es servida en una jarra grande que
debería contener un litro. Pero, la espuma ocupa mucho lugar. Esto beneficia al
tabernero y los clientes protestan. Las mozas que reparten las jarras de
cerveza en el prado tienen que poder llevar 10 "Maß" a la vez. Los
precios suben año a año. Un "Maß" costaba entre DM 10,70 y 11,80 en
1999 y durante los 16 días se sirvieron aprox. 5 millones de litros de cerveza.
Otro dato: aprox. 40.000 jarras fueron robadas del prado, como
"souvenir". 14 carpas. Cada
una de las carpas tienen una capacidad para 5000 personas y delante, en el
jardín, hay lugar para otras 3000 personas más. Quien se haya abierto paso a
través de una de esas carpas y acostumbrado su vista al terrible vaho - una
fatal combinación de cerveza, parrilla, transpiración y humo - divisará una
orquesta típicamente bávara sobre un escenario decorado por coronas de
guirnaldas. Se festeja, baila, brinda y canta intensamente en y sobre las mesas
y bancos de madera alrededor del entarimado. El hit permanente de la fiesta:
"Ein Proooosit der Gemütlichkeit ...!" También se puede subir al
escenario, pagando lo que corresponda, y poner a prueba su talento musical. En
la parte central de la carpa por lo general se festeja de una manera más
grosera que en los sectores externos. Allí las mesas están cubiertas con un
mantel y pueden ser reservadas para reuniones empresariales. Quien no tolera el
aire cargado y demasiados decibeles, podrá ubicarse en el jardín de la
cervecería, que también cuentan con calefacción. Algunos opinan que el prado es ideal
para coquetear y conocer gente. Todos están de excelente humor y levemente
achispados. Más de un flirt ha culminado en el registro civil y algunos
"singles" (personas sin pareja estable) hasta llegan a publicar un
aviso buscando compañía para disfrutar la Oktoberfest. "Hendl" (pollito). Los pollos asados giran en grills
enormes, cual cintas transportadoras. Durante la Oktoberfest del año 1997 se
consumieron aprox. 700.000 pollos asados. Bonos
del prado. Los empleados de las empresas muniquesas (y de otras también) reciben bonos.
Circulan bonos por un total de 980.000 cervezas (jarras de un litro) y 490.000
pollos asados (porción de medio pollo). "Standln".
En los pequeños locales y stands se venden todo tipo de golosinas: la
casita crujiente "Knusperhaus" con corazones, las gigantescas
"Brezn" (rosquillas), algodón de azúcar, almendras o maníes tostados,
fruta glaseada. Y cuando refresca: aguardiente. Toilets. Los toilets se encuentran justo a la vuelta de las carpas.
Las visitantes emancipadas se alteran con razón: los hombres pueden deshacerse
gratuitamente de lo que han bebido; pero las mujeres tienen que pagar DM 0,60
para acceder a los toilets. Las empresas alquiladoras han optado responder a
esta reclamación mediante un cartel: "Paga quien se sienta!". "Steckerlfisch" (pescado al
pincho). En el stand de Vroni se pueden adquirir exquisiteces tales como:
salmón, caballa y truchas espetadas y asadas sobre un enorme grill a carbón. "Käfer Wiesn-Schenke" (Käfer
en su tasca del prado). Algunos comensales prefieren que la comida fina les sea servida con un buen
vino y en un ambiente selecto, eligiendo la casa de comidas finas
"Käfer", cuyos precios sobresalen notoriamente: medio ganso sale DM
130. "Radi" Se suele comer "Rettich" (rábano) para ingerir
algo sólido antes del dorado y burbujeante alimento líquido, la cerveza. Y
quien se atiene a la tradición, lo corta con su propio cuchillo. "Ochsenbraterei" (buey al spiedo).
En enormes grills giran bueyes enteros, aguardando consumidores voraces.
Un día como hoy 12 de Octubre
de 1892 en las
escuelas públicas de Estados Unidos se realiza por primera vez el juramento de
lealtad a la bandera estadounidense. I pledge allegiance to
the Flag of the United States of America, and to the republic for which it
stands, one Nation under God, indivisible, with liberty and justice for all /
Prometo lealtad a la Bandera de los Estados Unidos de América, y a la república
que representa, una Nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para
todos. El Juramento de Lealtad (Pledge of Allegiance) es un juramento patriótico de lealtad
a la nación a través de su bandera. Se recita al unísono, con la mano derecha
sobre el corazón y ante una bandera americana. Se puede hacer en cualquier
evento pero donde es más común es en las aulas de los colegios y donde, en
muchos de ellos, constituye incluso un ritual que se realiza cada mañana antes
de iniciar las clases. Su origen se remonta a hace 120 años. En 1892, la
revista juvenil The Youth’s Companion creó una
campaña para promover actividades patrióticas en los colegios en conmemoración
del IV Centenario del descubrimiento de América por Cristóbal Colón que se iba
a celebrar ese año. Francis Bellamy, escritor, pastor bautista, francmasón y
pensador político, fue uno de los encargados de diseñar la propuesta de
actividades para hacerla llegar a la sociedad y a los políticos que podían
decretar la realización de dichas actividades en los colegios públicos. Así fue
como Bellamy propuso, además de otras actividades, un izado de bandera dentro
de cada aula y que se recitase un juramento patriótico. Como no existía ninguno
él mismo escribió el primer Juramento de Fidelidad a la Bandera (Pledge of
Allegiance), que se publicó por primera vez el 8 de septiembre de 1892 en la
revista The Youth’s Companion, justo un mes antes del día del
Centenario. La aceptación de su propuesta fue tal que el entonces Presidente
Benjamin Harrison ordenó que el juramento fuese recitado en todos los colegios
de EEUU para la conmemoración del Centenario realizándose por primera vez un
día como hoy 12 de octubre de 1892. La versión original era un poco más corta y
sencilla que la actual, y decía así: I pledge allegiance to my Flag
and the Republic for which it stands, one nation indivisible, with liberty and
justice for all.(Juro lealtad a mi Bandera y la República que representa,
una nación indivisible, con libertad y justicia para todos). Esta versión
original sufrió en el tiempo dos modificaciones importantes. La primera cuando
en 1924 se sustituyó “my Flag” por “the Flag of the United States of America”,
para que el gran número de inmigrantes que vivían en EE.UU. tuviesen claro y
explicito que el juramento de lealtad se hacía a los Estados Unidos de América
y no hacia otra bandera que ellos pudiesen considerar “su bandera” (my flag). La segunda modificación, más controvertida,
es la de 1954 en la que se añadió “under God” (bajo
Dios) a la lista de adjetivos de la nación. Como todas las referencias
oficiales a Dios esto levantó ampollas ante quienes consideraron que atentaba
contra la libertad religiosa recogida en la Primera Enmienda, pues la libertad
religiosa ampara también a los ateos o a los que no creen en un Dios del tipo
judeocristiano. Al juramento verbal la ha acompañado siempre un saludo a la
bandera (flag salute) realizado con la mano. El conocido como
“saludo Bellamy” fue el saludo original que el propio autor del Pledge of Allegiance describió junto a la
publicación del primer texto del juramento. Este saludo comenzaba con el
clásico saludo militar (mano a la sien) en el instante que se comenzaba a
recitar el juramento, y en el momento en que se decía la pabara “flag”
(bandera) se extendía el brazo, con la palma hacia abajo, apuntando hacia
la bandera, quedando en la postura del saludo romano hasta el final del
juramento. El saludo Bellamy original se consideró enseguida improcedente para
los civiles al comenzar con un clásico saludo militar, por lo que se sustituyó
ese comienzo por otro que comenzaba con el brazo derecho formando escuadra
cruzando el pecho y con la palma de la mano mirando al suelo. La segunda parte,
la del saludo romano hacia la bandera en el momento de decir “flag” quedó
igual. En una foto de 1899 ya vemos a los alumnos realizando el principio
de este nuevo saludo. Décadas más tarde el fascismo y el nazismo convirtieron
una variante del saludo romano en su seña de identidad, lo que empezó a generar
confusión. Fotos de la época de americanos haciendo el saludo durante el Pledge of Allegiancefueron usadas para desacreditarles
como partidarios de los nazis. Por ello, en 1942, para evitar malentendidos y
desvincularse del saludo que empezaba ya a ser conocido mundialmente como
saludo fascista o saludo nazi, el Congreso de Estados Unidos instauró el saludo
con la mano sobre el corazón de principio a fin del juramento. Este saludo es
el que perdura hasta nuestros días para ser realizado por civiles tanto en el
juramento a la bandera como cuando suena el himno nacional.
Un día como
hoy 12 de Octubre de 1901 en Estados Unidos, el presidente Theodore Roosevelt bautiza oficialmente la Mansión
Ejecutiva como la «Casa Blanca». La
Casa Blanca (The White House, en inglés)
es la residencia oficial y principal lugar de trabajo del presidente de los
Estados Unidos. Es el inmueble más visitado del mundo y un dia fue utilizada como estafa por Arthur Furguson
que supuestamente se la vendió a un granjero multimillonario de Texas por
100.000 dólares anuales. La Casa Blanca se basó en el proyecto de la Villa
Rotonda de Palladio. Es de estilo renacentista neogriego o neoclásico en
América, que fue ideado por George Washington y construido en
1790. James Hoban es el arquitecto irlandés que diseñó la
mansión presidencial. El presidente Washington, junto con el diseñador de la
ciudad, Pierre Charles L´Enfant, escogió el sitio donde se
construiría. Mediante un concurso se eligió al arquitecto, nativo de Dublín,
que ganó la medalla de oro por la presentación del diseño que hoy conocemos. El
diseño de la Casa Blanca se vio inspirado también por la
Leinster House (Dublín), y Castletown House (Celbridge), ambas siguiendo el
estilo del Palladianismo. Como su nombre lo indica, es un edificio blanco
localizado en la Pennsylvania Avenue Nº 1600 (Avenida Pensilvania) al noroeste
de Washington DC. Proyectada durante el primer mandato de George Washington, el
edificio fue inaugurado por John Adams en 1800. Formalmente
éste edificio recibió los nombres de Palacio Presidencial, la Mansión
Ejecutiva, hasta que un día como hoy 12 de Octubre de 1901 el
presidente Theodore Roosevelt lo llamó «La Casa Blanca». Construcción.
La construcción comenzó con la colocación de la primera piedra el 13 de
octubre de 1792. Un diario conservado por el comisionado de construcción
del Distrito de Columbia registra que las bases de la residencia
principal fueron excavadas por esclavos. Los cimientos también fueron
construidos por trabajadores esclavos. La mayor parte de otros trabajos en la
casa fueron realizados por inmigrantes, muchos todavía sin la ciudadanía. La
mayor parte del ladrillo y trabajo de yeso fue realizado por inmigrantes irlandeses
e italianos. La construcción inicial se llevó a cabo en un período de ocho
años, con un coste informado de 232.371,83 dólares (2,4 millones de dólares de
2005). Aunque todavía sin terminar, la Casa Blanca estaba
lista para su ocupación en o sobre el 1 de noviembre de 1800. Cuando se terminó
la construcción las paredes de piedra arenisca porosas fueron cubiertas de una
mezcla de cal, cola de arroz, caseína y plomo, dando a la casa su color
familiar y su nombre. Los primeros años,
incendio de 1812, reconstrucción. John
Adams fue el primer presidente en establecer su residencia en
la Casa Blanca el 1 de noviembre de 1800. Durante el segundo
día de estancia le escribió una carta a su esposa Abigail, que contenía una
oración para la casa. Adams escribió: “Rezo al Cielo para que otorgue las
mejores bendiciones a esta Casa, y a todos los que en adelante la habiten.
Ojalá que solo hombres sabios y honestos gobiernen siempre bajo este techo. ”
El presidente Franklin Delano Roosevelt ordenó que la
bendición de Adams fuera esculpida en la repisa de la chimenea del salón de
Cenas de Estado. Adams vivió en la casa poco tiempo, y pronto fue ocupada por
el presidente Thomas Jefferson que consideró como agrandar la Casa Blanca. Con
la ayuda de Benjamin Henry Latrobe, ayudó a proyectar el diseño de
las Columnatas Este y Oeste, pequeñas alas que ayudaban a ocultar las
operaciones domésticas de lavandería, un establo y un almacén. Actualmente las
columnatas Jefferson unen la residencia con las Alas Este y Oeste. Durante la Guerra
de 1812, gran parte de Washington DC fue incendiado por las
tropas británicas en venganza por la quema de los Edificios del Parlamento del
Alto Canadá (actualmente Toronto) en la Batalla de York, dejando la Casa Blanca
en ruinas. El interior de la mansión quedo destruida, y solamente las paredes
exteriores permanecieron, y tuvieron que ser derribadas y posteriormente
reconstruidas debido al debilitamiento que causó el fuego y a la posterior
exposición a los elementos, a excepción de porciones de la pared sur. Una
leyenda surgió a raíz de la reconstrucción de la estructura, que decía que se
utilizó pintura blanca para ocultar los daños que había producido el incendio,
dando al edificio su nombre. Esto es infundado, dado que el edificio ya había
sido pintado de blanco desde su construcción en 1798. De todas los objetos que
fueron saqueados de la Casa Blanca durante la guerra, sólo se han recuperado
dos - una pintura de George Washington, rescatada por la entonces primera dama
Dolley Madison cuando escapaba de la Mansión, y una caja de joyería, fue
devuelta al presidente Franklin Delano Roosevelt en 1939 por un canadiense que
dijo su abuelo la había tomado. La mayor parte de los objetos se perdieron
cuando un convoy de naves británicas con el HMS Fantome al frente, se hundió
cuando se dirigía de Halifax a Prospect, Canadá, durante una tormenta en la
noche del 24 de noviembre de 1814. La necesidad de más espacio, el Ala
Oeste. En tiempos de la Guerra Civil Estadounidense, la Casa Blanca estaba
atestada. Algunos también se quejaron por la situación de la Casa Blanca, justo
al norte de un canal y unos pantanos, que constituían las condiciones idóneas
para contraer la malaria y otras condiciones insalubres[2] . Se le pidió al
general de brigada Nathaniel Michler proponer soluciones para tratar estas
preocupaciones[2] . Propuso abandonar la Casa Blanca como residencia, y
utilizarla solamente para negocios; propuso un nuevo Palacio para la Primera
Familia en Meridian Hill Park en Washington DC[2] , pero el plan fue rechazado
por el Congreso. En 1891, la Primera Dama Caroline Harrison propuso extensiones
a la Casa Blanca, que incluían un Ala Nacional en el este para una galería de
arte histórica, y un ala en el Oeste para funciones oficiales. Se diseñó un
proyecto por el Coronel Theodore A. Bingham, que reflejó el plan de Harrison.
En 1901, Theodore Roosevelt y su gran familia se trasladaron a la Casa Blanca,
y la encontró demasiado pequeña. Tres arquitectos, McKim, Mead, y White, fueron
contratados para realizar renovaciones y su ampliación, incluyendo el Ala
Oeste. La Primera Familia pasó cuatro meses de 1902 en una residencia temporal
en el número 22 de Jackson Place. Hacia 1909, presidente William Taft necesitó
más espacio. Emplearon al arquitecto Nathan C. Wyeth para añadir más espacio en
el Ala Oeste, que incluyó la instalación del Despacho Oval. La
reconstrucción Truman. Décadas escaso mantenimiento y la construcción de un
cuarto piso durante la administración del residente Calvin Coolidge afectaron a
la estructura de ladrillo y piedra arenisca construida sobre marcos de madera.
En 1948, la casa llego a ser tan inestable, que el presidente Harry Truman la
abandonó, trasladándose a la Casa Blair, entre 1949 y 1951. La reconstrucción,
llevada a cabo por la empresa contratista John McShain de Filadelfia, requirió
desmontar por completo los espacios interiores, la construcción de un nuevo
bastidor interno de acero y la reconstrucción de los cuartos originales dentro
de la nueva estructura. Se hicieron algunas modificaciones al diseño del piso,
hacer más grande y colocar de nuevo la escalera central para abrirse en el
Vestíbulo de Entrada, en lugar de al Vestíbulo Central. Se añadío aire
acondicionado central, y dos sótanos secundarios adicionales que proporcionaban
espacio para salas de trabajo, almacenes y un refugio contra bombas. La familia
Truman se trasladó nuevamente a la Casa Blanca el 27 de marzo de 1952. Si bien
la casa se salvó gracias a la reconstrucción de Truman, gran parte del
mobiliario interior era de serie, y de poco valor histórico. La mayor parte del
enlucido original, alguno correspondiente a la reconstrucción de 1814-1816
estaba demasiado dañado para instalar de nuevo, como el robusto revestimiento
de madera Beaux Arts de la Sala Este. El presidente Truman tenía las vigas
originales de madera. Las paredes del cuarto de Vermeil, de la biblioteca, del
cuarto de China, y del cuarto de los mapas en el piso de la residencia
principal fueron artesonadas con madera de las vigas. La restauración
Kennedy. La Primera Dama Jacqueline Kennedy, esposa del
presidente dirigió la redecoración más extensa y más histórica de la Mansión en
su historia. Henry Francis du Pont del museo de Winterthur presidió un comité
para restaurar los artes y muebles de la casa. La investigación fue conducida
sobre el uso y la decoración de los principales cuartos de la casa. Diversos
períodos de la república temprana fueron seleccionados como tema para cada
sitio: el estilo federal para el Cuarto Verde; Imperio francés para el Cuarto
Azul; Imperio Americano para el Cuarto Rojo; Luis XVI para el Cuarto Oval
Amarillo; y Victoriano para el estudio del presidente, renombrado como Cuarto
de Tratados. Se adquirieron muebles antiguos, y la tela decorativa y el ajuste
basados en documentos del período fueron producidos e instalados. Muchas de las
antigüedades, las pinturas finas, y de otras mejoras del período de Kennedy
fueron donadas a la Casa Blanca por donantes ricos, incluyendo la familia
Crowninshield, Jane Engelhard, Jayne Wrightsman, y la familia Oppenheimer. La
restauración de Kennedy dio lugar a una Casa Blanca lujosa y con un aspecto
cercano al de la nobleza real, y que recordó el gusto francés de los
presidentes Madison y de Monroe. Gran parte del estilo francés provenía del
decorador de interiores Stéphane Boudin de la empresa Maison Jansen, una
diseñadora de interiores de París, la firma que había diseñado los interiores
para los palacios de Elsie de Wolfe, señora Olive Baillie, las familias reales
de Bélgica y de Irán, el Reichsbank alemán durante el período del Nacional
Socialismo, y el Castillo Leeds en Kent. La primera guía turística de la
Mansión fue producida bajo la dirección de la conservadora Lorena Waxman
Pearce, con la supervisión directa de Jacqueline Kennedy. Las ventas de las guías ayudaron
a financiar la restauración.
Un día como hoy 12 de Octubre de 1931 en Río de Janeiro, Brasil se inaugura el Cristo Redentor. En la cima del Cerro Corcovado, a 709 metros sobre el nivel
del mar, se eleva uno de los símbolos más importantes de la ciudad y de todo
Brasil, la estatua del Cristo Redentor de Rio
de Janeiro. El Cristo Redentor, que fue inaugurado un día como
hoy 12 de octubre de 1931 y es visitado por 2 millones de turistas al año, es
todo un ícono de la ciudad y del país y fue recientemente declarado una de las
nuevas siete maravillas del mundo. El día 7 de julio de 2007 el Cristo Redentor de Rio de Janeiro fue nombrado como una de las ganadoras
en la lista de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, por la organización New
Open World Corporation a través de una votación abierta en Internet en la que
participaron, según la organización, 100 millones de personas. En Brasil se
organizó una campaña para votar por el Cristo llamada “Vote no Cristo” (Vote
por el Cristo en portugués) y se estima que unos 10 millones de brasileños
participaron de la votación. Historia del Cristo Redentor. La idea de construir un monumento religioso en la ciudad
fue sugerida por primera vez en 1859 por el padre Pedro Maria Boss y la
Princesa Isabel. En 1921 la idea fue retomada y el 4 de abril de 1922 se colocó
la piedra fundamental. Cuatro años más tarde se comenzaron las obras. Los
primeros croquis realizados por el pintor Carlos Oswald imaginaban a Cristo
cargando la cruz, con un globo terrestre en las manos, sobre un pedestal que
simbolizaba el mundo. Finalmente se optó por el diseño actual, también de
Carlos Oswald. El proyecto fue desarrollado por el arquitecto brasileño Heitor
da Silva Costa y llevó casi cinco años para ser concluido. El ejecutor de la
escultura fue el escultor francés Paul Landowski. Para el revestimiento de la
obra varios materiales fueron estudiados para finalmente elegir la “piedra-
jabón”. Si bien es un material débil, que incluso puede ser rayado con las uñas
es extremadamente resistente al paso del tiempo, no se deforma, ni se raja con
las variaciones de temperatura. La construcción de más de 1.000 toneladas,
combina ingeniería, arquitectura y escultura y nadie murió durante la titánica
construcción, algo realmente atípico para la época.Características del
Cristo Redentor. • Altura total
del monumento: 38m. • Altura de la Cabeza: 3,75m • Distancia entre las extremidades de los dedos: 30 m. • Altura de la estatua:
30m • Altura del pedestal: 8m. El sistema de iluminación fue sustituido dos
veces: en 1932 y en 2000. En 1980, con motivo de la visita del papa Juan Pablo
II fue restaurado al igual que en 1990. En 2003 un sistema de escaleras mecánicas
fue inaugurado, facilitando así el acceso a la plataforma de la estatua. Fueron
además instalados tres elevadores panorámicos, cada uno con una capacidad de 13
personas, o de una tonelada de peso.
Un día como hoy 12 de Octubre de 1937 en las fincas agrícolas situadas a lo largo de
la frontera entre República Dominicana y Haití, la policía dominicana perpetra
la Masacre del Perejil, donde según algunas estimaciones murieron entre
20 000 y 37 000 hombres, mujeres, niños y ancianos haitianos. Con
información de El País por Pablo Gentilli. En octubre de 1937, el dictador dominicano Rafael Trujillo condujo uno
de los hechos más brutales y desconocidos de la historia del Caribe: la Masacre
del Perejil. Dispuesto a solucionar lo que consideraba ser el “problema
haitiano”, Trujillo mandó asesinar a más de 30.000 hombres, mujeres, niños y
niñas haitianos que vivían en República Dominicana ejerciendo, casi todos
ellos, trabajos rurales en condiciones de esclavitud. Se suponía que la
“invasión” haitiana constituía una grave amenaza política, económica y cultural
a la sociedad dominicana. Y Trujillo estaba dispuesto a ponerle fin. En pocos
días, miles de haitianos y haitianas fueron masacrados por las fuerzas
militares y policiales dominicanas con hachas, pistolas, cuchillos y palos.
Tuvieron el auxilio de los alcaldes locales, en las zonas de frontera, y de no
pocos civiles. Sus cuerpos fueron arrojados a un pequeño río maldecido por
tragedias y desencuentros. Se trata del Río Dajabón, cuyos 55 kilómetros
separan la frontera haitiana y dominicana desde 1776. Un río miserable y
nauseabundo, por la historia y la sangre que ha teñido su cada vez más
insignificante caudal. Lo llaman, el Río Masacre. Si “compartir” es usado como eufemismo de “dividir”,
“quebrar”, “desmembrar”, “despedazar”, “romper” o “fragmentar”, podría
afirmarse que Haití y la República Dominicana “comparten” una isla de las
Antillas Mayores, en el Mar del Caribe, a 80 kilómetros de Cuba. Están
divididas por 360 kilómetros de fronteras, sembradas de muerte y dolor. No hay
cómo diferenciar un haitiano de un dominicano si ambos están en silencio.
Trujillo lo sabía. Por eso, para reconocer a los enemigos de la Patria, pidió a
su ejército que exigiera a cada hombre, cada mujer, cada joven, cada niño, cada
niña, que pronunciara la palabra “perejil”. La raíz francesa del kreyól ayisyen permitiría identificar el repugnante
origen que el ejercito, las élites y algunos ciudadanos dominicanos atribuyen a
los haitianos. Pronunciar la palabra “perejil” fue la trampa que inventó
Trujillo para promover una limpieza étnica basada en sus más despreciables
aspiraciones eugénicas. Los único haitianos que no fueron exterminados
trabajaban en las grandes haciendas de empresas o millonarios norteamericanos.
La propiedad del imperio no se toca ni dentro ni fuera de sus fronteras,
incluidos sus esclavos. P-E-R-E-J-I-L. Su pronunciación equivocada costaba la
vida. Y se la costó a 30.000 inocentes, con cuya desaparición, Trujillo dio por
terminado el “problema haitiano”. La situación de Haití no era diferente a la
de siempre, desde que sus habitantes decidieron tener la osadía de ser la
primer nación negra a independizarse de un imperio. Una crisis económica
profunda, la ocupación militar norteamericana (que “dejó” formalmente el país
en 1934), una gran miseria y la pertinaz inestabilidad institucional generada
por su casi siempre corrupta e ineficiente dirigencia política. Una situación
que, aún con matices, tampoco ha sido muy distinta del otro lado de la
frontera. Allí, más allá de la petulante superioridad étnica y cultural que se
atribuyen los sectores dominantes dominicanos sobre los haitianos, crisis
económicas, corrupción, dictaduras y ocupaciones militares norteamericanas,
también han marcado su historia. Como en la metáfora borgiana, a los haitianos
y a los dominicanos, no los une el amor, sino el espanto. Habitada por la misma
gente y separada por la violencia, mucho más que por la lengua, la historia de
la isla que comparten ambos países está marcada por el deseo de los haitianos
más pobres (si es que se puede ser “más pobre” en Haití) de buscar un futuro
digno en la República Dominicana. También, por la siempre cínica actitud
de los gobiernos dominicanos de aprovechar las ventajas de la mano de obra
esclava o semi-esclava haitiana en la cosecha de la caña de azúcar o en los
trabajos más pesados de la construcción, mientras se llevan a cabo oscilantes
acciones de expulsión migratoria y una permanente política de estigmatización,
desprecio y humillación pública hacia los vecinos invasores. Actualmente, hay
en República Dominicana cerca de un millón de haitianos y haitianas que viven
“clandestinamente” en el país. Trabajan y sobreviven en condiciones de penuria.
Los que pueden tener una ocupación regular en la construcción civil, no ganan
más de 150 dólares por mes. Aún así, los exiguos recursos que obtienen los
haitianos y haitianas que trabajan ilegalmente, mantiene miles de familias del
otro lado de la frontera. Viven con menos de 100 dólares. Envían 50 o más a sus
familias. La frontera entre República Dominicana y Haití es una de las más
brutales marcas de la prepotencia sub-imperial que aún persiste en el mundo.
Poco se ve, poco se la denuncia, poco nos indigna. Quizás, porque Haití no exista,
nunca existió. Quizás, porque las élites dominantes de República Dominicana
siempre han cifrado sus esperanzas en un futuro de prosperidad, exterminando,
borrando, pulverizando a sus vecinos. El terremoto que asoló Haití en enero del
2010, creó la ilusión de que el abismo que separa ambas naciones tendería a
cerrarse progresivamente. Poco, o casi nada ocurrió. O sí… ocurrió lo de
siempre. El presidente dominicano, Leonel Fernández encontró en el histrionismo
patriotero la forma de unirse en un gesto de hermandad con su par haitiano,
Michell Martelly. En política, nada vale más que una obra y la foto con la que
se la inaugura. Así fue que el mandatario de lengua española donó al mandatario
de lengua, en este caso, francesa, una Universidad. Y la inauguraron
juntos, quedando fijados para la posteridad en un acto que apenas arrancó un
leve murmullo de aguas en el Río Masacre. La donación de República Dominicana a
Haití consistió en la Universidad Henri Christophe del Norte, situada en
Limonade, a 130 kilómetros de Port au Prince. Si Haití la necesitaba o no, poco
pareció importarle a un presidente amigo de la educación en países ajenos, pero
enemigo en el propio. República Dominicana posee una de las inversiones en
educación más baja de América Latina y el Caribe y, desde hace años, enfrenta
la valerosa lucha de diversos movimientos y organizaciones de defensa de la
educación pública. Esos mismos movimientos y organizaciones, que junto con
otros, siempre han trabajado por el fortalecimiento de los lazos de solidaridad
y amistad entre ambos países. Tampoco pareció importarle demasiado a Leonel
Fernández que la histórica Universidad del Estado de Haití estuviera hecha
pedazos, que en ella hubieran muerto decenas de profesores y centenas de
alumnos. Sacarse fotos en ese tipo de sitios carece de toda gracia. ¿Quién
podría reconocer sobre los escombros el tamaño de su sonrisa generosa? El
flamante edificio de Limonade fue inaugurado dos años después del terremoto. Y
allí permanece, aún sin concluir, sin alumnos, sin profesores y sin que se haya
dictado una única clase contando la silenciosa y dramática historia de los
desencuentros entre dominicanos y haitianos. A 76 años de la Masacre del
Perejil, el abismo entre ambos países sigue aumentando. Hace pocos días, el
Tribunal Constitucional de República Dominicana ha negado el derecho a la
ciudadanía a los niños y niñas de padres haitianos que viven en el país.
Mientras miles de dominicanos emigran clandestinamente a Estados Unidos en
busca de un futuro mejor, la justicia de su país niega a los hijos e hijas de
emigrantes haitianos lo que todos los tratados internacionales sobre derechos
humanos y derechos del niño proclaman. La nacionalidad dominicana para los
hijos de inmigrantes haitianos es “inconstitucional”. Un nuevo gesto de
barbarie y de agresión hacia el país vecino, que UNICEF ha condenado
vehementemente. La Masacre del Perejil persiste. Hoy se ha vuelto, quizás, más
higiénica, literalmente, más eugénica. “Se trata de una limpieza étnica legal”,
sostiene la destacada escritora dominicana Rita Indiana, en El País: “Queremos
que construyan nuestras casas, iglesias y puentes, queremos que corten nuestra
caña y que limpien nuestra mierda, pero sin formar parte de la sociedad civil,
víctimas de una ilegalidad irreparable, para cuya superación nos abren cada vez
más caminos los países del Primer Mundo, adonde los dominicanos acudimos de la
misma forma, en cientos de miles”. Un millón de haitianos y haitianas que viven
en República Dominicana son, simplemente, “extranjeros en tránsito”. Sus hijos,
sus hijas, no existen. No tienen nacionalidad. Tampoco tendrán en Dominicana,
como sus padres no tuvieron en Haití, derecho a la escuela, a la salud, a nada.
No tienen patria ni la tendrán, aunque sean iguales a cualquier niño o niña
dominicanos, aunque pronuncien como ellos la palabra “perejil”. Han pasado más
de 76 años desde que Trujillo soñó un sueño de exterminio, desprecio y
humillación. El río que corta, que divide, que hace sangrar esa isla del Caribe
llena de gente heroica a ambos lados de la frontera, se sigue llamando Masacre.
Para mayor información se recomeinda leer: A
75 años de la masacre del perejil, el hecho que marcó las relaciones entre
Haití y RD
Un
día como hoy 12 de Octubre de 1960 en la sede de la ONU en
Nueva York, Estados Unidos, en el marco de la Guerra Fría, Nikita Jrushchov pone un pie sobre su escritorio para
protestar por una declaración del representante de Filipinas por la política
imperialista de la URSS en Europa Oriental. Con información de ABC. Por Israel
Viana. Un día como hoy 12 de Octubre
de 1960, un personaje histórico de la talla de jefe
de Gobierno de la URSS, Nikita Jrushchov , hizo lo propio ni más ni menos que en la asamblea de la ONU,
cuando se quitó su zapato y comenzó a golpearlo furioso contra su pupitre en
señal de protesta. Se trata posiblemente del momento de mayor tensión que ha
vivido este organismo a lo largo de su historia. «Cuando Kruschev, como tiene
anunciado, se vaya esta noche de Nueva York
, Washington dormirá hoy mejor que en ningua otra noche desde el 22 de
septiembre, podía leerse en ABC, en 1960, como resumen de las tres intensas
semanas que se vivieron en la XV Asamblea de la ONU a la que asistieron todos
los líderes mundiales. Aquella anécdota marcó para siempre al líder comunista y
que fue calificada por el enviado especial de ABC, José María Massip, como «insultante», «brutal», «provocativa», «desafiante»,
«violenta» y propia de un «político extraordinario como Kruschev» que trataba
de «crear un clima de terror en la Asamblea». Zapatos, en la Guerra Fría.
El incidente del zapato se produjo en uno de
los momentos de mayor amenaza durante laGuerra Fría. Cinco meses después de que
un avión espía estadounidenses hubiera sido derribado en territorio soviético,
produciéndose la cancelación de la cumbre que debía celebrarse en París entre
ambas superpotencias. Y en una época de enorme deterioro de las relaciones del
presidente americano, Dwight Eisenhower, con el entonces nuevo gobierno de
Fidel Castro en Cuba, muy próximo a la URSS. La secuencia se produjo cuando
el líder de la delegación filipina se refirió en su intervención a la
«colonización» de los países de Europa del Este, que habían sido «privados del
libre ejercicio de sus derechos civiles y políticos, y tragados, por así
decirlo, por la Unión Soviética», contaba ABC. Tras la protesta de Rumanía
–país controlado políticamente por la URSS–, Kruschev criticó «la desigual
actitud hacia los delegados de los países» representados en la Asamblea. Pero
el delegado filipino no detuvo su intervención contra la política exterior del
bloque comunista. «No nos asusta la guerra». Entonces,
el líder soviético, ante el asombro de los asistentes, se quitó el zapato fuera
de sí y lo esgrimió contra la Asamblea, comenzando después a golpear con él
fuertemente contra su pupitre, tratando de ahogar las palabras del presidente
de la Asamblea, el irlandés Frederick Boland, y del delegado filipino. Ante el
estruendo de la sala, Boland trató de poner orden golpeando en la mesa con su
propio martillo, hasta que éste se partió. Incapaz, apagó el botón de las
traducciones simultáneas y suspendió la sesión. «Algo grave, quizá irreparable,
sucede en la sucede en la ONU», comentó ABC. La tensión había ido alcanzando ya dimensiones desconocidas en
la ONU aquel día con la intervención amenazadora de Kruschev a raíz de su
petición de desarme a todos los miembros de la Asamblea, que fue derrotada por
54 votos en contra, 14 a favor y 31 abstenciones. «Los últimos jirones de
nuestra paciencia –aseguró– se están acabando. No nos asusta la guerra. Si se
nos impone, combatiremos y venceremos. Las bajas serán innumerables y
aterradoras. Somos comunistas y tenemos fuertes los nervios. Queréis aterrorizarnos con
palabras, pero no lo conseguiréis. No tenéis agallas para ello. Si queréis una
carrera de armamentos, la ganaremos. Rusia produce hoy más proyectiles que las
salchichas que podéis producir vosotros con vuestras máquinas». No hay que
olvidar que un par de años después, se produciría la Crisis de los Misiles de
Cuba. «No
aplaudimos porque no nos da la gana». En
este mismo debate sobre el desarme se produjo otro de los momentos de mayor
tensión de aquella reunión, con el enfrentamiento entre Kruschev y la
delegación española. Muchos medios de comunicación del mundo dieron buena
cuenta de ello. El jefe de Gobierno soviético regresaba a su escaño tras
pronunciar su discurso sobre el desarme y al pasar junto a la delegación
española, observando que esta, a diferencia de otras, no le aplaudía –los
españoles permanecieron «indiferentes e impasibles»–, se burló. Después, «descompuesto
y con ademanes violentos», según contaba ABC, Kruschev preguntó a los españoles
por qué no aplaudían. Y estos replicaron: «No aplaudimos porque no nos da la
gana». Acababan tres semanas de enfrentamientos que,
según el enviado de ABC, tendría consecuencias irreparables: «Mañana, cuando
Kruschev se marche de Estados Unidos, quedará abierto un nuevo y sombrío
capítulo en las relaciones internacionales».
Un
día como hoy 12 de Octubre de 1984 Margaret Thatcher sobrevive a una bomba del grupo IRA que destruyó su baño dos minutos
después de que ella lo utilizó. Con Información de El País. Un día como hoy 12 de Octubre de 1984 la
primera ministra británica, Margaret Thatcher, resultó ilesa de un atentado con
bomba perpetrado en la madrugada de ayer en el Gran Hotel de Brighton, en el
que se alojaba junto a numerosos miembros de su Gobierno y de su partido,
asistentes todos ellos al congreso conservador. Cuatro personas resultaron
muertas y 30 heridas, entre estas últimas, el ministro de Industria y Comercio,
Norman Tebbit, considerado probable sucesor en el liderazgo tory de la jefa del
Gobierno. El Ejército Republicano Irlandés (IRA), al responsabilizarse de la
acción, afirmó: "Esta vez no hemos tenido suerte, pero recordad que
nosotros sólo la necesitaremos en una ocasión y vosotros siempre".
Margaret Thatcher respondió al desafío del IRA, que pretende la reunificación
de Irlanda y la retirada británica del Ulster, con estas palabras: "Estáis
equivocados si creéis que podéis destruir la democracia con terrorismo. Siempre
fracasaréis". Tres de las plantas y parte de la
fachada del hotel se vinieron abajo a causa de la explosión de una bomba de
unos 20 kilos en el cuarto piso del edificio, a las 2.50 horas de ayer. Los
cristales de la suite que ocupaba Margaret Thatcher (que aún
no se había acostado) junto a su marido saltaron hechos pedazos, en tanto que
el cuarto de baño sufrió importantes desperfectos, pero la primera ministra
resultó ilesa. "Hemos tenido suerte. Se sabe que estas cosas ocurren, pero
nunca pensé que me fuera a suceder a mí", dijo a las cinco de la madrugada
una cansada pero firme Margaret Thatcher.Norman Tebbit no pudo ser rescatado de
entre los escombros hasta pasadas cuatro horas del atentado, con las cámaras de
televisión siguiendo la operación en directo. El ministro tiene una pierna rota
y varias heridas en el pecho. Su vida no corre peligro. El portavoz del
Gobierno, John Wakeham, permaneció enterrado durante seis horas. Su estado es
grave y fue sometido a una operación quirúrgica. Hasta el momento de cerrar esta
edición no se había facilitado la identidad de las cuatro víctimas mortales. Entre
las numerosas muestras de condena del atentado figura la del primer ministro de
la República de Irlanda, Garrett Fitzgerald, quien afirmó que el objetivo de la
acción era "destruir la democracia en las dos islas e impedir que nuestros
dos Gobiernos trabajen conjuntamente para lograr la paz en Irlanda del
Norte". La acción terrorista puede contribuir a eliminar los riesgos de
división que amenazaban a los conservadores así como a fortalecer el liderazgo
de la actual primera ministra.
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