lunes, 19 de octubre de 2015

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 19 de octubre

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 19 de Octubre de 1868 en España se establece la peseta como unidad monetaria. Con Información de la Real casa de la Moneda. Un día como hoy 19 de octubre de 1868, por Decreto del Gobierno Provisional formado tras el derrocamiento de Isabel II, nace la peseta como unidad monetaria. Siguiendo los dictados de la Unión Monetaria Latina, a la que finalmente no se adhirió España, se imponía ya de forma definitiva el sistema métrico decimal como base para la actividad económica. Hasta 1868 en España había varias casas de moneda o cecas (las de Sevilla, Segovia, Barcelona, Madrid, etc.) que daban servicio a todo el territorio nacional. En 1869 el Gobierno Provisional decide cerrar las casas de moneda y centralizar toda la producción existente en la de Madrid, núcleo de la que después y en la actualidad es la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda. Así pues, la FNMT-RCM ha estado vinculada desde su inicio a la peseta como sistema monetario. Las primeras piezas se acuñaron en 1869. Desde ese momento hasta nuestros días las monedas han tenido diferentes valores, tamaños, metales o aleaciones de metales y distintos motivos en sus anversos y reversos. Los billetes en pesetas tardaron unos años más en imprimirse, tarea de la que se ocuparon inicialmente los talleres del Banco de España y distintas empresas extranjeras. El primer papel moneda con el valor facial expresado en pesetas se emitió el 1 de julio de 1874, coincidiendo con la concesión al Banco de España del derecho en exclusividad a emitir billetes, hasta entonces compartido con otros bancos provinciales. La primera emisión que imprimió la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre fue la de 21 de octubre de 1940, aunque la decisión oficial la tomó el Gobierno un año después, con el Decreto del 21 de junio de 1941. Con este Decreto se pretendía dotar a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de los medios necesarios para acometer esta tarea y evitar la dependencia de empresas extranjeras en una cuestión de tanta trascendencia. Tradicionalmente, los billetes han tenido una iconografía muy variada, y han recogido motivos referentes a personalidades destacadas, a actividades económicas o a ideales y valores. Del mismo modo que su hermana, la moneda, los billetes han cambiado a lo largo de estos años en tamaño y valor y se han ido incorporando diferentes medidas de seguridad. Veamos otra versión del origen de la peseta: Un día como hoy 19 de octubre de 1868 nace la peseta en el contexto de la Unión Monetaria Latina, con la intención, por parte del Gobierno Provisional recién constituido, de adecuar la moneda española a la de los países integrantes. El Decreto por el que se aprueba el establecimiento de la peseta como unidad del sistema monetario español dejaba atrás una estela de vacilaciones en la ordenación monetaria isabelina, que si bien tuvo importantes aciertos como la adaptación de la moneda al sistema métrico decimal que por entonces se trataba de imponer en España, el asentamiento de las bases de la que iba a ser la moneda nacional española y el intento de asimilación a la del resto de Europa, provocó la coexistencia de cuatro sistemas monetarios y la propia necesidad de la reforma. Otras medidas complementarias, como la renovación de la maquinaria para la acuñación, la sustitución del cobre por el bronce en los valores inferiores..., abrieron también el camino hacia la consolidación de la peseta de una forma considerablemente más estable que la situación política del momento. Y ello sin entrar en consideraciones de orden económico que harían interminable lo que sólo es un breve paseo por la historia monetaria española más reciente, la historia que terminará en el 2002 tras 134 años de existencia. El nombre ATRÁS quedaban viejas, aunque tradicionales, denominaciones, como el maravedí, el real o el escudo, en la búsqueda de un nombre que sustituyera a los ya conocidos, aunque el término peseta no era nuevo, pues con él se designaba desde el siglo XVII al real de a dos y, posteriormente, al real de a cuatro cuando la equivalencia en la moneda se empezó a expresar en reales de vellón. La elección se basó igualmente en la familiaridad de los españoles con un nombre que en los años de Isabel II quizá era común utilizar: no tenemos el testimonio oral, pero sí el documental, de que los españoles ya manejaban «pesetas» y «medias pesetas» o, lo que es lo mismo, reales de a cuatro y de a dos, o cuarenta céntimos y veinte céntimos de escudo. Todas las disposiciones monetarias de la Reina ya expresaban la equivalencia de los valores en pesetas; además, en Cataluña habían circulado ampliamente desde la guerra de la Independencia.
Un día como hoy 19 de octubre de 1875 nace en San Salvador, El Salvador el escritor Arturo Ambrogi.  El poeta y periodista salvadoreño  Arturo Ambrogi nació en San Salvador, la ciudad capital de El Salvador un día como hoy 19 de octubre de 1875 (hay autores que difieren en el año de su nacimiento aunque no en el día y el mes, algunas biografías señalan que nació en 1874 así como otras en 1878). Falleció en la misma ciudad el 8 de noviembre de 1936.  El aprecio por las costumbres de su país natal, El Salvador, y la atracción paralela que sintió por la cultura de tierras lejanas marcaron de manera singular la obra creativa de Arturo Ambrogi. La calidad de su obra y su estilo mordaz lo ubican entre los escritores más importantes de su país. Es considerado uno de los precursores del Modernismo en América Latina, y también destacó como cronista y autor de relatos costumbristas. Nacido en 1878 en San Salvador, en el seno de una familia acomodada de origen italiano, el padre de Arturo Ambrogi fue el general Constantino Ambrogi, de origen italiano, y su madre era la salvadoreña Lucrecia Acosta, tía del poeta Vicente Acosta. Arturo Ambrogi estudió en el Liceo Salvadoreño y recibió muy pronto la influencia del modernismo liderado por Rubén Darío. Siendo aún adolescente se desempeñó como agente del semanario cubano La Habana elegante, y como colaborador de la revista salvadoreña La pluma, que le mereció elogios por parte de Francisco Gavidia y Rubén Darío, de quien se dice era su ídolo en la adolescencia. Dichos textos aparecieron en la Revista Azul del mexicano Manuel Gutiérrez Nájera. Otros trabajos de su autoría se publicaron en La revista ilustrada de Nueva York, uno de cuyos editores era Román Mayorga Rivas. Fue Director de la Biblioteca Nacional y periodista; escribió sus primeros artículos en El Fígaro, y llegó a trabajar en periódicos importantes como La Ley de Santiago de Chile y La nación de Buenos Aires, colaboraciones que simultaneó con la carrera diplomática. Posteriormente fue nombrado cónsul, y como tal viajó por los Estados Unidos, Europa, China y Japón, además de otros lugares exóticos. Las experiencias vividas durante esos años fueron la fuente de varios libros de viajes, como Marginales de la vida (1912), Sensaciones del Japón y la China (1915) y Crónicas marchitas (1916), en los que el autor plasmó su agudo poder de observación y su singular capacidad descriptiva. Sería, no obstante, en el terreno narrativo donde Ambrogi hallaría mejor cauce de expresión para su talento. Influido por el modernismo, que dominó sus colecciones de relatos Bibelots (1893) y Cuentos y fantasías (1895), el autor evolucionó después hacia una mayor preocupación por la realidad cotidiana del país. Muestra de ello fueron las narraciones costumbristas El jetón y Atanasio Aquino Rex, que introdujeron este género en El Salvador. Fallecido en San Salvador en 1936, el influjo de Ambrogi fue determinante en la producción de los escritores salvadoreños posteriores. El estilo de Arturo Ambrogi resulta seductor debido a la precisión para el detalle y las sensaciones y a su gran fuerza descriptiva, propia de la pintura de la época, así como por el refinamiento y corrección de la prosa y su sutil ironía. Ambrogi es considerado el primer escritor cosmopolita de El Salvador. También fue el primero que combinó las facetas de periodista y escritor en el país, como lo harían Alberto Masferrer, Pedro Geoffroy Rivas y José María Peralta Lagos, entre otros. Como cronista, fue de los mejores en su tiempo, y su estilo es calificado como riguroso, preciso y elegante; aparte que recurría a la ironía en ocasiones, y se distinguía como un buen retratista de personalidades. Para Max Henríquez Ureña, el salvadoreño fue el “Benjamín del modernismo”, no solo de El Salvador, sino de toda América, mientras que el mismo Darío le llamó “Enfant terrible”. Sin embargo, igualmente destacan sus relatos costumbristas, que captan la vida campesina y pueblerina de antaño. Uno de ellos, El libro del trópico, cautivó a Salvador Salazar Arrué (Salarrué) hasta el punto de definir su futuro artístico. Su obra, en general, puede inscribirse dentro del impresionismo literario, y también puede ser estudiada como una tensión entre sus deseos de modernidad y sus preocupaciones regionalistas, o entre su cosmopolitismo y cierto costumbrismo positivo que le hizo producir un título como Libro del trópico (1907), donde profundiza en el campo y en los problemas y sentimientos de sus campesinos a través de relatos y descripciones. Luego aparecería El segundo libro del trópico (1916), y más adelante los reuniría en un solo volumen. Entre sus obras figuran, además de las mencionadas, Manchas, máscaras y sensaciones (1901), El Tiempo que pasa (1913) y la póstuma Muestrario (1955).
Un día como hoy 19 de Octubre de 1876 en España se autoriza y aprueba la Academia Salvadoreña de la Lengua (ASL). La Real Academia Española, fundada en 1713, siempre tuvo interés en promover el español de América y en suscitar la fundación de academias que fueran correspondientes de la asociación madre. La idea fue siempre de una academia por cada país hispanohablante. Este impulso cultural y este espíritu de hermandad del idioma se iba concretando cada vez más y el 21 de noviembre de 1870, un acuerdo de la Real Academia Española (RAE) faculta a las academias americanas para que nombren ellas sus propios corresponsales (quiere decir correspondientes), así como la RAE los nombraba en los diferentes países. Llama la atención esta facultad concedida a las academias americanas, cuando estas todavía no existían en 1870, puesto que la primera fundada en América fue la de Colombia, en 1871. En cuanto a la Academia Salvadoreña, el dato más antiguo que se tiene es que ya en 1872, el Sr. Torres Caicedo había iniciado las negociaciones para que se fundara. En esa ocasión, el Sr. Torres Caicedo había presentado incluso los candidatos para correspondientes. No sabemos a quiénes propuso Torres Caicedo como correspondientes de la RAE en San Salvador, pero el 9 de mayo de 1875, el mismo señor propuso a don Francisco E. Galindo, a don J. Larreynaga, a don J. Valle y al general Miguel Brioso. Como dice el libro del Centenario de la Academia Salvadoreña de la Lengua, no se aclara en ningún documento que esta segunda propuesta fuera aceptada ni si los propuestos son los mismos de la primera. En cambio en la sesión del 23 de noviembre de 1876, de la RAE sí aparece que fueron aceptados como correspondientes Francisco Galindo y Juan José Cañas. Al margen de esos nombramientos de Miembros Correspondientes, el hecho importante es que la verdadera fundación de la Academia Salvadoreña de la Lengua se verificó el 17 de noviembre de 1875, respondiendo precisamente a los deseos manifestados expresamente por la misma Real Academia Española y a las gestiones que en 1972, había iniciado en Madrid el Sr. Torres Caicedo. El acta de fundación no puede ser más explícita: "Con objeto de promover la creación de la Academia Salvadoreña Correspondiente de la Española, en virtud de la excitativa que para el efecto han recibido con anterioridad de aquella ilustrada corporación…" El espíritu de esta decidida fundación no deja de ser un poco contradictorio con las palabras de cierta timidez e inseguridad en las que se manifiesta la excesiva dependencia reverencial de la fundación salvadoreña con respecto a la Real Academia Española. Se organizan pero no están seguros de lo que hacen. Dicen "instalarse provisoriamente" y al día siguiente comunican a España la noticia de esa "primera reunión" y se quedan a la espera de la venia. El acta de fundación termina diciendo: "Esperar las contestaciones que se reciban, para proceder a la instalación y establecimiento definitivo de la Academia Salvadoreña". A la Directiva se le llama Junta de Gobierno; el Presidente es don Pablo Buitrago y el Vicepresidente don Darío González. Muy extraño es que nueve meses después (20 de agosto de 1876) y no obstante haberse recibido en el ínterin en la ASL varias comunicaciones de la RAE, el entonces Secretario Interino, don Jacinto Castellanos, escribe al Sr. Manuel Tamayo y Baus, Secretario de la Real Academia Española, y le reclama porque habiendo escrito "hace algunos meses" a un Sr. Apersechea, "participándole la instalación provisoria" de la Academia Salvadoreña, no ha recibido contestación. Luego advierte que, como de esa contestación depende proceder o no a la organización formal de la Academia, "suplico a la bondad de U. se sirva decirme si debemos esperar la remisión indicada o prescindir de la formación definitiva de la Academia Salvadoreña." A pesar del tono apremiante de la carta anterior, la respuesta tardó dos meses y no fue despachada sino hasta el 20 de octubre. En ella el Sr. Tamayo y Baus explica las razones de la tardanza e informa que en la sesión de la RAE del día anterior (Un día como hoy 19 de octubre de 1876) había quedado aprobada y autorizada la Academia Salvadoreña, aunque se le hacían dos observaciones importantes: primera, que "se echó de ver" que dos de los señores fundadores (Francisco Galindo y Juan J. Cañas) no son Académicos Correspondientes de la RAE; y segunda, que es excesivo el número de correspondientes nombrados y además residentes en la misma república, incluso algunos en la misma ciudad capital. Otra de las razones de la tardanza de la contestación es la muerte del Sr. Puente y Apezchea (en la carta de Castellanos dice Apersechea) y que muchos papeles concernientes estaban en la casa del fallecido y tardaron muchos meses en volver a la RAE. En todo caso y a pesar de los contratiempos casuales de la correspondencia, lo que queda claro es que en la sesión de la RAE de un día como hoy 19 de octubre de 1876 no se fundó la Academia Salvadoreña de la Lengua sino que se autorizó y se aprobó la que se había fundado un año antes, el 17 de noviembre de 1875, fundación que se había hecho bajo las instancias de la misma RAE, las cuales se venían haciendo desde tres años antes, en 1872. No es lo mismo fundar que aprobar, ratificar o autorizar. Además la autorización de la Real Academia Española para la Academia Salvadoreña de la Lengua no era necesaria, puesto que la fundación se había hecho por instancias previas de la institución a la cual después, con evidente tono de inseguridad, le pedían la venia. Lo que sí fue útil y conveniente fueron las aclaraciones y correcciones que se hicieron de parte de la RAE con respecto al concepto mismo que debe manejarse acerca de los Académicos Correspondientes. Aceptadas estas relectura e interpretación de los documentos de la historia de la Academia Salvadoreña de la Lengua, ganamos un año de antigüedad y coincidimos con el mismo año, 1875, en que fue fundada la Academia Mexicana de la Lengua. (Datos tomados de: Historia de la Academia Salvadoreña de la Lengua, por el Lic. Matías Romero, exsecretario de la institución). Los primeros miembros de la Academia Salvadoreña de la Lengua, en aquel entonces fueron:

· D. Santiago González

· D. Pablo Buitrago

· D. Jacinto Castellanos

· D. Manuel Cáceres

· D. Darío González

· D. Juan J. Cañas

· D. Francisco E. Galindo

· D. Salvador Valenzuela
La Academia Salvadoreña de la Lengua fue fundada en San Salvador el 17 de noviembre de 1875 y aprobada oficialmente por la Real Academia Española un día como hoy 19 de octubre de 1876. Nació con el nombre de ACADEMIA SALVADOREÑA, CORRESPONDIENTE DE LA ESPAÑOLA. Después, en 1919 adquirió el nombre completo de ACADEMIA SALVADOREÑA DE LA LENGUA, CORRESPONDIENTE DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Miembros actuales: René Fortín Magaña, Alfredo Martínez Moreno, Márgara Zablah de Simán, Ana María Nafría, Irma Lanzas, Jorge Adalberto Lagos, Carlos Alberto Zas, Luis Salazar Retana, David Escobar Galindo, Manlio Argueta, Luis Alonso Aparicio, Matías Romero Coto, Pedro Escalante Arce, Roberto Rubio Fabián, Jorge Lemus Sandoval, Lovey Argüello, Carmen González Huguet, Carlos Ernesto Mendoza, Roberto Salomón. 
Un día como hoy 19 de Octubre de 1943 el científico Albert Schatz (1922-2005) descubre la estreptomicina (antibiótico que permitirá combatir la tuberculosis). Su jefe, Selman Waksman (1888-1973), se atribuye el descubrimiento, y ganará por ello el premio Nobel de Medicina de 1952. Con información de Mirador Salud, por Irene Pérez Schael. La estreptomicina, un antibiótico que fue muy útil en el siglo pasado para tratar la tuberculosis, fue descubierta un día como hoy 19 de octubre de 1943 por el estudiante de postgrado Albert Schatz, cuando cursaba su doctorado en la Universidad de Rutgers (EE.UU.) en Agricultura, en el laboratorio del famoso Dr. Selman A. Waksman, a quién hasta la década de los años noventa, le fue atribuido este descubrimiento. Es una historia muy triste, llena de controversias, que le trajo al joven Schatz sufrimiento, impedimentos para continuar con su trabajo científico y hasta tuvo que migrar a Chile para conseguir trabajo, en donde se dedicó a la docencia. Aunque fue reivindicada la autoría del Dr. Albert Schatz a lo largo de su vida e incluso reconocida por la Universidad de Rutgers, no fue sino hasta hace unos días cuando se muestra al público la prueba que define esta controversial historia. El corresponsal veterano y periodista británico Peter Pringle, quién se dedicó varios años a recolectar información sobre el hecho, publicó su libro Experiment eleven: Dark secrets behind the discovery of a wonder drug, editado por Walter & Company, donde relata los hechos. El descubrimiento lo hizo Albert Schatz, en el sótano del Departamento de Microbiología de los Suelos de la universidad, bajo la tutoría y jefatura de Selman Abraham Waksman. El estudiante trabajaba con las actinobacterias o actinomicetas, bacterias que viven en los suelos en donde juegan un papel muy importante en la descomposición de la materia orgánica. A este grupo pertenecen los géneros Streptomyces y Micobacterium. Muchas actinobacterias producen sustancias bactericidas, una de ellas es la actinomicina, el primer antibiótico aislado por Selman Abraham Waksman en 1940. Tras interrumpir su postgrado porque fue reclutado a causa de la guerra, Schatz es enviado a un laboratorio de las Fuerzas Armadas de un hospital en Miami, donde palpa muy de cerca la muerte causada por infecciones, la más frecuente la tuberculosis. A los 5 meses le dan la baja y regresa a la universidad para terminar su doctorado, con la firme disposición de encontrar un antibiótico para curar la tuberculosis y otras infecciones que no cedían al tratamiento con la penicilina o sulfonamidas, así lo narra Verónica Mistiaen, en The Guardian (2002). El joven estudiante fue enviado a trabajar al sótano, donde nunca fue visitado por su tutor, para evitar el contagio ya que utilizaba en sus experimentos la cepa muy virulenta y muy contagiosa que causaba la tuberculosis (Mycobacterium tuberculosis). Crecía las bacterias en cápsulas de petri y les agregaba las sustancias bactericidas para ver si inhibían el crecimiento del M. tuberculosis. Para agosto de 1943, trabajaba con dos cepas bacterianas de Streptomyces griseus, una proveniente del suelo y otra de un pollo. Un día como hoy 19 de octubre de 1943, durante el desarrollo del experimento 11, de allí el nombre del libro de Pringle, se dio cuenta de que tenía un nuevo antibiótico derivado del Streptomyces griseus, al que llamó estreptomicina. El antibiótico había funcionado contra el M. tuberculosis. Luego procedieron con las pruebas de toxicidad y eficacia en animales y con los ensayos clínicos en humanos, en los cuales participaron investigadores de la Clínica Mayo en Rochester. Mientras el estudiante continuaba trabajando en el sótano para producir la estreptomicina, Selman Waksman se dedicó a visitar hospitales y dar conferencias en el mundo entero sobre su nuevo descubrimiento. Si bien Schatz aparece en las publicaciones, en su recorrido Waksman no mencionaba a su estudiante ni decía que Schatz era el descubridor de la estreptomicina. A veces creaba confusión intencionalmente para tomarse el crédito, de manera que se fue creando una atmósfera que le atribuyó a Waksman este hallazgo que benefició tanto a la humanidad. La tuberculosis era considerada una enfermedad terrible hasta que apareció la estreptomicina. Cuando Schatz cae en cuenta de este grave error, trata de cambiar la situación con su tutor pero no lo logra y deja la universidad. Cuando se da cuenta de que Waksman cobraba royalties por la patente, cuyos derechos pertenecían a ambos y supuestamente habían sido donados a la universidad, hecho cierto a medias, Schatz decide emprender una demanda contra Waksman y la universidad para reclamar sus derechos. Este hecho trajo una imagen muy mala para la universidad y terribles consecuencias para el futuro de la carrera de Albert Schatz. Llegaron a un acuerdo extrajudicial donde se reconocía la co-autoría de Schatz y le pagaron algo por los derechos de autor, pero el daño ya estaba hecho. Pocos investigadores se alinearon con él y el escándalo impidió que consiguiera trabajo como científico en EE.UU. En la década de los años sesenta se muda a Chile donde trabaja como profesor en la Universidad de Chile. En 1952, le otorgan el Premio Nobel a Waksman por su descubrimiento de la estreptomicina, un antibiótico que salvó muchas vidas en el mundo. Schatz reclama pero no es oído por el comité, quienes nunca reconocieron su error. En el discurso de aceptación, Selman Waksman no mencionó el nombre de su estudiante. Esto trae a la memoria, la ocasión cuando Enders, Weller y Robbins ganaron el Premio Nobel en 1954 por haber crecido el virus de polio en cultivo celular, lo que permitió el desarrollo de la vacuna de polio. Enders, el jefe del laboratorio en la Universidad de Harvard, cuando lo llaman de Estocolmo para comunicarle que había sido galardonado con el Nobel respondió que solo aceptaría si incluían a quienes habían realizado el trabajo… y fue complacido. La autoría de Schatz fue reconocida en 1991 con el trabajo de Milton Wainwright, quién decidió hurgar en esta historia y publicarla. Fue el primer reporte publicado sobre esta injusticia. En 1993, Schatz publica “La verdadera historia del descubrimiento de la estreptomicina” y, en 1994, en el cincuentenario del descubriendo de la estreptomicina, la Universidad de Rutgers le concede su máximo galardón, la medalla de Rutgers, a los 74 años; tras lo cual, Schatz comenzó a trabajar por cambiar la historia de la estreptomicina en instituciones, internet, exposiciones y publicaciones. Por ejemplo, en ocasiones en internet reseñan: “con el tiempo le acreditaron a Albert Schatz el descubrimiento de la estreptomicina”. Empero, Schatz tenía pensado, así lo relata Verónica Mistiaen, escribir su historia. Pero hasta que conoció a Inge Auerbacher, una judía nacida en Alemania que vivió el horror de “La noche de los vidrios rotos”, no lo hizo. De hecho, esta biografía fue publicada en 2006, un año después de la muerte de Schatz ocurrida en enero de 2005, bajo el título de Finding Dr. Schatz: The discovery of streptomycin and a life it saved. Inge Auerbacher es una sobreviviente del holocausto que vive en Nueva York. Es una investigadora con postgrado en bioquímica y tiene varios libros publicados. Ella se entera por una publicación en 1997, que Albert Schatz era co-descubridor de la estreptomicina, la droga milagrosa que la salvó de la tuberculosis cuando trataba de sobrevivir en un campo de concentración en Checoslovaquia. Ella relata en el prólogo de su libro que siempre había querido conocer a Selman Walkman por haberle salvado la vida pero había muerto en 1973. En ese momento decide conocer a Schatz y nace una bella amistad que dio a luz el libro que relata la vida de ambos y donde, además, investigadores y amigos le rinden un tributo a Schatz. Sin embargo, es ahora cuando se consigue la prueba que resuelve esta controversia. Peter Pringle fue hasta los archivos de la biblioteca de la Universidad de Rutgers y con la ayuda de la especialista Erika Gorder encontró las notas de Schatz, donde aparece el experimento 11 con la descripción detallada de su hallazgo. Los cuadernos de Schatz que contenían estas notas fueron encontrados en las cajas junto a los documentos de Waskman, casi 70 años después. El libro Experiment eleven narra el controversial incidente de la estreptomicina, su comercialización y la injusticia cometida por el comité del Premio Nobel. El profesor e investigador de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, Peter Lawrence, quién escribió sobre esta controversia en la revista Nature en 2002, comenta en una reseña del libro de Pringle publicada en la revista Current Biology, que “Waskman se merecía la co-autoría porque fue un líder, desarrolló la línea de investigación sobre el asilamiento de los antibióticos del suelo antes de que llegara Schatz, fue el que organizó la colaboración con los investigadores de la Clínica Mayo para las obtener las cepas y hacer pruebas clínicas y fue el que arregló la comercialización del antibiótico con Merck; Waksman hacía la política y el joven Schatz la investigación y purificación del antibiótico”. La verdad no se puede ocultar por siempre. El tiempo siempre se encarga de encontrarla, aunque sea después de la muerte.
Un día como hoy 19 de Octubre de 1950 en el Tíbet, China el Ejército Popular de Liberación toma el control de la ciudad de Qamdo, lo que comúnmente se conoce como la Invasión del Tíbet. La Invasión china del Tíbet de 1950 se produjo cuando el Ejército Popular de Liberación de la República Popular China derrotó al ejército tibetano el 7 de octubre de 1950 en Chamdo, en el Kham (este del Tíbet). Este asalto señaló el principio de la campaña de Pekín para integrar el Tíbet en la República Popular de China, tomando China el control de Qamdo un día como hoy 19 de octubre de 1950. El Gobierno de la RPC llama a esta operación Liberación pacífica del Tíbet ya que un acuerdo de 17 puntos sobre la liberación del Tíbet fue firmado por representantes del XIV Dalai Lama y el Gobierno de la RPC que afirmaba la soberanía china sobre el Tíbet. Sin embargo, se llama Invasión del Tíbet por el Gobierno tibetano en el exilio, el Congreso estadounidense, los analistas militares, las fuentes de medios de comunicación, varias ONG como la Comisión Internacional de Juristas y el Center for World Indigenous Studies (Centro de Estudios Indegenosos del Mundo) suponen que el Tíbet, luego de sufrir el 15 de agosto el terremoto más fuerte del mundo registrado hasta esa fecha (Terremoto del Tíbet), no tenía otras opciones sino que firmar el acuerdo de 17 puntos que fue denunciado por el Dalái Lama en el exilio en 1959.
Un día como hoy 19 de Octubre de 1987 en Nueva York, Estados Unidos, sucede el Lunes Negro, el índice Dow Jones pierde más de 500 puntos, la peor caída desde el crack de 1929. Con información de crahbolsa.com. Un día como hoy (lunes) 19 de Octubre de 1987 se produjo la que, hasta recientemente (2015), fue la mayor caída intradía del índice Dow Jones, con una pérdida del 22,6% (508 puntos). El crash comenzó en la Bolsa de Hong Kong, y se extendió rápidamente a todos los mercados internacionales. A finales de Octubre, los precios de las acciones en Australia se redujeron en un 41,8%, en Canadá en un 22,5%, en Hong Kong en un 45,8%, en el Reino Unido un 26,4% y en España un 31%. Aún hoy, las posibles causas de este súbito crash son controvertidas, ya que los acontecimientos previos no hacían presagiar una debacle bursátil de tal magnitud. Existe, por tanto, un cierto grado de misterio sobre lo que pudo suceder, por lo que ha sido etiquetado como un evento "cisne negro"*. A raíz del crash, los mercados de todo el mundo restringieron los programas de trading, ya que las órdenes que habían llegado eran tantas que iban más allá de la tecnología informática de la época. Esto también le dio tiempo a la Reserva Federal y a otros bancos centrales para inyectar liquidez en el sistema y evitar un descenso mayor. Aunque reinaba el pesimismo, el Dow Jones tocó fondo el 20 de Octubre. CRONOLOGÍA. En 1986, la economía de los Estados Unidos comenzó a pasar de forma rápida de una creciente recuperación a un crecimiento expansivo más lento, que se tradujo en un "aterrizaje suave" cuando la economía se desaceleró y la inflación se redujo. El mercado de valores avanzó significativamente, con el Dow Jones marcando su pico en Agosto de 1987 a 2722 puntos, un 44% más con respecto al año anterior, que había cerrado con 1895 puntos. El 14 de Octubre, el Dow Jones descendió 95,46 puntos (un récord entonces) a 2412,70, y cayó 58 puntos al día siguiente, más de un 12% desde el récord del 25 de Agosto. El Viernes, 16 de octubre, el DJIA perdió 108,35 puntos, para cerrar en 2246,74 con récord de volumen. El Secretario del Tesoro, James Baker, declaró su preocupación acerca de la caída de los precios. Ese fin de semana muchos inversores empezaron a preocuparse sobre sus inversiones en Bolsa. El crash se inició en los mercados de Extremo Oriente en la mañana del 19 de octubre. Más tarde esa mañana, dos buques de guerra de Estados Unidos bombardearon una plataforma petrolera iraní en el Golfo Pérsico, en respuesta a un ataque de Irán con misiles Silkworm sobre el barco con bandera estadounidense MV Sea Isle City. CAUSAS DEL CRASH. Las posibles causas del crash pudieron ser los programas informáticos de trading, la sobrevaloración, la iliquidez y la psicología del mercado. La explicación más popular para el desplome de 1987 fue la venta por parte de los programas de trading. Un congresista de los EE.UU., Edward J. Markey, había advertido acerca de la posibilidad de un crash, declarando que "los programas de trading eran la causa principal." En estos programas, las computadoras realizan las ejecuciones bursátiles en base a las entradas externas, tales como el precio de securities relacionados. Las estrategias comunes aplicadas por los programas de trading suponen un intento de participar en el arbitraje y asegurar las carteras. El trader Paul Tudor Jones pronosticó el crash y se benefició de ello, atribuyendo a los derivados aseguradores de carteras que provocarían un crash y que era algo inminente y predecible. Una vez que el mercado empezó a ir hacia abajo, los suscriptores de derivados fueron forzados a vender en cada bajada, de manera que la venta se produjo en cascada en lugar de secarse. Como la tecnología informática estaba más disponible, el uso de programas de trading creció de manera espectacular en las empresas de Wall Street. Tras el crash, muchos culparon a las estrategias de estos programas por vender las acciones a ciegas cuando los mercados cayeron, exacerbando así las pérdidas. Algunos economistas teorizaron que la burbuja especulativa que se produjo hasta Octubre estaba causada por los programas de trading, mientras que otros alegaron que el crash fue un retorno a la normalidad. De cualquier manera, los programas de trading acabaron teniendo la mayoría de la culpa a los ojos del público. Richard Sylla, de la Universidad de Nueva York, divide las causas en razones macroeconómicas y de orden interno. Las causas macroeconómicas incluyen las controversias internacionales sobre el cambio de divisas y los tipos de interés, así como los temores sobre la inflación. Las razones internas estaban en las innovaciones con el índice de futuros y los seguros de cartera. El economista Richard Roll considera que el carácter internacional del crash bursátil contradice el argumento de que la culpa fue de los programas de trading. Estos programas se utilizaban principalmente en los Estados Unidos. Por tanto, es difícil explicar que mercados donde los programas de trading no prevalecían, como Australia y Hong Kong, cayeran también. Estos mercados podrían haber estado reaccionando a un uso excesivo de los programas de trading en los Estados Unidos, pero Richard Roll indica lo contrario. El crash se inició un día como hoy 19 de Octubre en Hong Kong, extendiéndose a Europa, y azotó los Estados Unidos sólo después de que Hong Kong y otros mercados ya hubieran disminuido por un margen significativo. Otra teoría afirma que el crash fue resultado de una controversia en la política monetaria entre las naciones industrializadas del G-7, en la que Estados Unidos, queriendo apuntalar el dólar y limitar la inflación, puso restricciones con más rapidez que los europeos. Bajo este punto de vista, el crash se produjo cuando la Bolsa de Hong Kong, respaldada por el dólar, se derrumbó, lo que causó una crisis de confianza.
*Nassim Nicholas Taleb define un Cisne Negro así: es un evento con los tres atributos siguientes. En primer lugar, es un caso atípico, ya que se encuentra fuera del ámbito de las expectativas regulares, porque no hay nada en el pasado que puede apuntar de manera convincente a su posibilidad. En segundo lugar, conlleva a un impacto extremo. En tercer lugar, a pesar de su condición de rareza, la naturaleza humana nos hace inventar explicaciones de su presencia después de los hechos, por lo que es explicable y predecible. Me detengo y resumo el triplete: rareza, impacto extremo y retrospectiva (aunque no prospectiva). Una pequeña cantidad de Cisnes Negros explica casi todo en nuestro mundo, desde el éxito de las ideas y las religiones, a la dinámica de los acontecimientos históricos, hasta los elementos de nuestra vida personal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario