martes, 29 de noviembre de 2016

Mi versión de lo que ocurrió en la historia un día como hoy 29 de Noviembre

Compilado por Luis Montes Brito
Un día como hoy 29 de Noviembre de 1869 Buenaventura Báez firma un tratado de anexión de la República Dominicana a Estados Unidos. Ramón Buenaventura Báez Méndez, nació en Cabral, Capitanía General de Santo Domingo, el 14 de julio de 1812, falleció en Hormigueros, Puerto Rico, el 14 de marzo de 1884. Conocido con el sobrenombre de “El Jabao”, fue un político y militar dominicano. Fue presidente de la República Dominicana en cinco ocasiones de manera constitucional y en una ocasión más de manera extraoficial. Sus gobiernos se caracterizaron por ser muy corruptos y por gobernar en beneficio de su fortuna, siendo el acto más destacado el cometido en 1857 cuando compró con moneda inorgánica la cosecha récord de tabaco, que era el principal producto de exportación del país, y que luego vendió quedándose con las divisas; la moneda emitida por el gobierno se devaluó en 1000%, causando la ruina de los productores tabacaleros. Estudios genealógicos han identificado a Buenaventura Báez como el padre de la oligarquía dominicana, debido a que sus descendientes son los que hoy dominan la vida política y económica de la República Dominicana. A sólo dos años de la Restauración, en 1867, ya se producían en el país tratativas secretas para arrendar o vender la bahía de Samaná a los Estados Unidos. Esto le costó la presidencia al General José María Cabral, a quien sustituyera Buenaventura Báez. Dos años más tarde quién, Buenaventura Báez a cambio de poder amasar fortuna y poder personales, también dedicaría toda su astucia a intentar enajenar y anexionar el país a la nación norteamericana. Un día como hoy 29 de noviembre de 1869 se firmó un tratado de anexión que no llegó a ser ratificado por el Senado de los Estados Unidos, quedando por lo tanto sin efecto, gracias a la oposición de los dominicanos exiliados y, en particular, a la de varios senadores norteamericanos (entre ellos, Charles Sumner).
Un día como hoy 29 de Noviembre de 1924 nace en Argentina el cardiólogo Domingo Liotta, uno de los inventores del corazón artificial. Domingo Santo Liotta nació en Diamante, Argentina, un día como hoy 29 de Noviembre de 1924. Recibió su titulo de médico de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina en 1949 y su doctorado en medicina y cirugía de la misma institución en 1953. En la Universidad de Córdoba desarrolló un método para el diagnóstico radiológico precoz de los tumores del páncreas y de la ampolla de Vater (1954-55) llamado duodenografía hipotónica, que luego perfeccionó en la Universidad de Lyon, Francia, y extendió su aplicación clínica en Europa. La técnica se hizo popular porque en aquella época no existían la tomografía computada ni la resonancia magnética. En el período 1956-59, el Dr. Liotta prosiguió su Residencia en cirugía general y torácica en la Universidad de Lyon. Durante esa Residencia inició sus trabajos sobre el Corazón Artificial Total (1959). Prosiguió en esta investigación en la Universidad Nacional de Córdoba (1960). De vuelta en Córdoba, desarrolló con éxito tres prototipos de corazón artificial en animales de laboratorio, junto con Tomás Taliani y Luis Felman, entre otros. “El trabajo en Córdoba es histórico. Hicimos las primeras experiencias sobre reemplazo total del corazón pero en animalitos. Trabajos experimentales que publicamos. Son históricos. Gracias a eso me invitaron de EE.UU., donde estuve 11 años”, recuerda. El Dr. Liotta en 1961 descubrió la Asistencia Cardiocirculatoria (LVASs) con ventrículo artificial incorporado en el tratamiento de la Insuficiencia Cardiaca irreversible y junto al Dr. Crawford el 19 de Julio de 1963 realizaron el primer implante clínico en la historia de la medicina con una bomba intratorácica en el Hospital Metodista de Houston. En abril de 1966 con el Dr. DeBakey en el Hospital Metodista inició la aplicación de LVAS con bombas paracorpóreas que culminó el 6 de Agosto de 1966 con el implante en una paciente en shock cardiogénico postcardiotomia irreversible; la recuperación de la función miocárdica fue total, siendo el primer paciente recuperado en la historia de la medicina; la paciente falleció 10 años mas tarde en un accidente vial en México. El 4 de abril de 1969, realizó la primera intervención con un corazón artificial. Fue en EE.UU., junto con el Dr. Denton Cooley. El paciente resistió 64 horas con él hasta que recibió un trasplante. Luego falleció. Liotta recuerda que durante la operación estaba muy concentrado. “El que estaba más lloroso era el doctor Cooley. Se le caían las lágrimas… Ver un enfermo despierto, que responde a las órdenes, después de ese largo camino, es muy especial. Porque en definitiva, el cerebro del paciente es más importante que el corazón artificial”, cuenta. En Julio de 1971 el Dr. Liotta regresó a la Argentina como Cirujano-Jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Italiano de Buenos Aires. En una visita a España, conoció al general Juan Perón. En su tercera presidencia, Perón lo nombró secretario de Estado de Salud Pública y médico personal. También le encargó crear un sistema nacional de salud y continuar el trabajo de Ramón Carrillo. En la década del 1990 fue presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y secretario de Ciencia de la Nación. Desde 1997 es decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Morón. Es autor de 166 artículos científicos y más de 30 libros. El Dr. Liotta inició las relaciones científicas y culturales de Argentina con la República Popular China y firmó con el Premier Chou-En-lai en Beijing en Noviembre de 1973 un convenio histórico al respecto. De igual manera con el Presidente Ephraim Katzir del Estado de Israel y el Ministro Abba Eban firmó en Jerusalén en 1974 un convenio similar. A partir de 2013 además de mantenerse como decano de la facultad de Medicina Universidad Nacional de Morón funge como nombrado Vicerrector de dicho centro de estudios.
Un día como hoy 29 de Noviembre de 1984 Argentina y Chile firman el Tratado de paz y amistad que pone término al Conflicto del Beagle. En 1978 Argentina y Chile se encontraban al borde de la guerra por la disputa limítrofe de tres islas australes del canal Beagle. Luego de un proceso de mediación, por parte del Vaticano, los gobiernos de ambos países, a través de sus ministros de Relaciones Exteriores, Dante Caputo, Argentina y Jaime del Valle, Chile, suscribieron un día como hoy 29 de noviembre de 1984 en Ciudad del Vaticano el Tratado de paz y amistad. Se había evitado de esta manera una irremediable guerra, pero tal vez, en esos momentos, nadie pensó que se habían sentado las bases para una amplia relación de cooperación; la que se ha traducido en un proceso de creciente integración física y de complementación económica. A esto podemos sumar la posterior cooperación militar en el ámbito de la seguridad y de defensa. En el caso de Chile y Argentina, esta cooperación en el ámbito militar, se profundizó a través de los años posteriores, demostrando con ello que es viable, positiva y sustentable. Lo que definimos como política de convergencia estratégica, obedece a una forma de seguridad basada en la cooperación, donde los mecanismos para generar confianza como las Medidas de Confianza Mutua (MCM), han sido muy importantes, pero donde tampoco se descarta la aparición de elementos que pueden si no hacer retroceder, al menos obstaculizar un proceso de construcción de confianza. A grandes rasgos el Tratado de Paz y Amistad contempló cuatro grandes áreas: La delimitación marítima, los derechos de navegación, el estrecho de Magallanes y un Acuerdo para la solución pacífica de controversias.
Un día como hoy 29 de Noviembre de 2009 en Uruguay se realiza la segunda vuelta electoral de las elecciones presidenciales, donde José Mujica triunfa con más del 50 %. Tal cual lo manifestaban las encuestas el ex guerrillero tupamaro José Pepe Mujica candidato del izquierdista Frente Amplio (FA) un día como hoy 29 de Noviembre de 2009 ganó las elecciones de Uruguay convirtiéndose en el presidente electo tras ganar la segunda vuelta electoral. En la segunda vuelta Mujica obtuvo el 52,39% de los votos mientras que su rival, el ex presidente Luis Alberto Lacalle, del derechista Partido Nacional el 43.51%. El 25 de octubre, Mujica había obtenido el 47.96% de los votos en la primera vuelta. Lacalle compareció ante sus seguidores -con el mismo semblante de tristeza que ellos- para reconocer la derrota. “Será nuestro presidente”, dijo Lacalle refiriéndose a Mujica, entre los silbidos de sus militantes. Casi simultáneamente, Mujica subió al escenario instalado en la Rambla de Montevideo, junto al río de la Plata, bajo una fuerte lluvia. A esa hora, miles de frenteamplistas ya aguantaban el chaparrón a la espera del presidente electo. “Es el mundo al revés, en el estrado tendrías que estar vos, y nosotros, aplaudiéndote”, dijo Mujica a sus seguidores. "Ni vencidos ni vencedores, apenas elegimos un gobierno que no es dueño de la verdad, que nos precisa a todos" porque "mañana la patria continúa y el compromiso continúa", afirmó Mujica ante los miles de frenteamplistas que se congregaron a festejar en los alrededores del Hotel Columbia donde la fórmula esperó los resultados en un clima de alegría que se saboreaba desde temprano añadió con modestia, antes de pedir disculpas a Lacalle si en algún momento de la campaña le había ofendido. “Pido perdón si mi temperamento de combatiente me hizo llevar la lengua demasiado lejos”, indicó. Mojándose también, subió al escenario el presidente Tabaré Vázquez. “Gracias, Tabaré, porque hemos ganado por la obra de este gobierno”, dijo Mujica abrazando a Vázquez. Pese a la lluvia y al fuerte viento desatado en Montevideo tras el discurso, los frenteamplistas no dejaron de lanzar petardos y fuegos artificiales, y las calles más céntricas se llenaron de gente hasta altas horas de la noche. De esta manera, los uruguayos optan por revalidar el giro a la izquierda por el que ya votaron cinco años antes, cuando la coalición frenteamplista, encabezada por Vázquez, obtuvo la presidencia después de dos siglos de hegemonía conservadora en los cuales los partidos tradicionales, Colorado y Nacional, se repartieron el poder. Además, Mujica gobernará cómodamente gracias a la mayoría parlamentaria lograda en las dos cámaras en las elecciones legislativas de hace un mes. Casualmente será la esposa de Mujica, la senadora Lucía Topolansky, quien tomaría juramento al presidente electo el 1 de marzo del 2010. Topolansky merecería ese honor porque fue número uno de la lista del Movimiento de Participación Popular (MPP), que resultó la más votada. Mujica lideró el MPP, pero dimitió para postularse a la presidencia, y ahora la formación está encabezada por su esposa, que también será la primera dama de Uruguay. Más de cuarenta años después de apostar por la lucha armada para transformar la sociedad, el Pepe hará realidad su utopía, pero gracias a las urnas. José Mujica fue uno de los fundadores del Movimiento de Liberación Nacional- Tupamaros, grupo de guerrilla urbana nacido en los años sesenta del siglo pasado siguiendo la estela del movimiento revolucionario cubano. Paradójicamente, las acciones armadas de los Tupamaros tuvieron lugar estrictamente antes de la dictadura (1973-1985), porque en 1972 todos los dirigentes de la guerrilla fueron encarcelados y luego mantenidos como rehenes bajo amenaza de muerte si sus compañeros en el exterior cometían algún atentado. Junto a Mujica, también fue elegido el vicepresidente de Uruguay, que será Danilo Astori, ex ministro de Economía de Tabaré Vázquez. Astori, que además presidirá el Senado, ha resultado una pieza clave en la victoria del FA, ya que representa al sector más socialdemócrata de la coalición y ha inyectado moderación en el perfil más radical del ex guerrillero. Con toda seguridad, Astori influirá decisivamente para continuar con la exitosa política económica de los últimos años, que ha posibilitado una redistribución más equitativa de la renta. Tras un crecimiento medio del 7% hasta el año pasado, Uruguay es de los escasos países latinoamericanos que en 2009 mantendrían los números azules pese a la crisis global. Este segundo gobierno del FA tendría que cumplir una de sus principales promesas electorales: la creación de 200.000 puestos de trabajo, de los cuales 40.000 empleos deberán ser para jóvenes menores de 25 años. Entre los temas más espinosos a los que se enfrentaría Mujica era la aprobación de una ley del aborto, después de que la norma elaborada por el anterior Parlamento fuera vetada por el presidente Vázquez. El nuevo gobierno también tendría que hacer las paces con Argentina por el contencioso de la fábrica de celulosa instalada en el río Uruguay, que provocó que piqueteros argentinos mantuvieran cortado desde hacía tres años el puente más transitado entre ambos países. Mujica recibió un país ordenado, que sorteó la recesión en la crisis global recesiva y aunque bajó sustancialmente su tasa de crecimiento, ésta se mantuvo positiva esperando cerrar el 2009 con un crecimiento del 1,2% de su PIB. Fuertes lluvias azotaban Uruguay desde diez días antes de la segunda vuelta de las votaciones, provocando inundaciones, que obligaron a más de 6 mil evacuaciones sobre todo en el norte, lo cual dio un marco gris a los comicios que registraron demoras en la apertura de algunos circuitos complicados por las aguas, sin que esto influyera en el resultado electoral, mientras en Montevideo hubo lloviznas que no amedrentaron a los capitalinos.
Un día como hoy 29 de Noviembre de 2012 en Nueva York, Estados Unidos, la Asamblea General de las Naciones Unidas le concede a Palestina el estatus de estado observador no miembro de la entidad, lo que representa un reconocimiento de facto a la existencia de ese estado. Con información de El País por Antonio Caño. Por una abrumadora mayoría, la Asamblea General de Naciones Unidas admitió Un día como hoy, jueves, 29 de Noviembre de 2012 a Palestina como “Estado observador” tras una votación en la que 138 países se pronunciaron a favor, solo nueve en contra y 41 se abstuvieron. De esta manera, la organización más representativa de la voluntad internacional reconoció implícitamente la soberanía de los palestinos sobre el territorio ocupado por Israel desde 1967. Esta decisión abre un nuevo capítulo en un conflicto que se prolonga por más de seis décadas y deja a Israel y a Estados Unidos en el mayor aislamiento diplomático que han conocido jamás. La votación no supone la admisión de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU, un paso que corresponde al Consejo de Seguridad, ni tiene consecuencias inmediatas en cuanto a la creación efectiva de un Estado. Pero da a los palestinos renovada legitimidad en su lucha contra la ocupación y llama la atención mundial sobre la urgente necesidad de poner fin a un problema que explica en gran medida el clima permanente de inestabilidad y violencia en Oriente Próximo. Israel y Estados Unidos se encontraron solos en la Asamblea General de la ONU frente a un amplísimo bloque de países de todos los continentes, tanto con gobiernos democráticos como autoritarios, de derecha como de izquierda, que se pronunciaron a favor de la reclamación palestina. Únicamente la República Checa, Canadá, Panamá, Nauru, Palau, Micronesia y las Islas Marshall votaron junto a ellos. La mayor parte de los países de Europa, incluidos España, Francia, Italia o Portugal, votaron a favor de la resolución, patrocinada por trece naciones, que iguala el nivel de representación de Palestina al del Vaticano. Otros, como Alemania, el Reino Unido y algunos países del Báltico, optaron por la abstención. La suma total da un número de votos afirmativos algo menor que el que esperaban los palestinos, que cuentan ya con el reconocimiento bilateral de 132 naciones y confiaban llegar a los 150, y un número de votos negativos menor que el que esperaban Israel y Estados Unidos, que confiaban en el respaldo de algún miembro de mayor relevancia que ese grupo de islas del sur del Pacífico. En la presentación de la resolución, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, aseguró que esta iniciativa “no pretende deslegitimar a Israel sino legitimar a Palestina”. Aseguró que este paso ha sido dado no para obstaculizar las negociaciones de paz con Israel, sino “porque Palestina cree en la paz y porque su pueblo está desesperadamente necesitado de ella”. En su respuesta, el embajador de Israel ante Naciones Unidas, Ron Prosor, manifestó que los palestinos nunca habían reconocido “la existencia de Israel como el Estado del pueblo judío”, afirmó que su país quiere “acabar de una vez y para siempre con este conflicto”, pero advirtió al líder palestino que “no es con resoluciones en Nueva York sino con conversaciones en Jerusalén como se conseguirá”. Abbas recordó que, así como esta misma Asamblea General emitió hace exactamente 65 años “el certificado de nacimiento de Israel” —en la resolución sobre la partición de la colonia británica de Palestina—, ahora “debe emitir el certificado de nacimiento de la realidad de Palestina”. La embajadora de Estados Unidos, Susan Rice, fue la primera en tomar la palabra tras la votación para recordar que “esta resolución no crea un Estado que no existe ni cambia la situación sobre el terreno”, lo que únicamente ocurrirá mediante negociaciones entre palestinos e israelíes. Rice prometió que su Gobierno hará todos los esfuerzos para reanudar el diálogo. Pese a todo su esfuerzo por reducir la trascendencia de esta votación, el resultado deja claramente en evidencia la posición insostenible en que Israel se encuentra para continuar la ocupación y la difícil situación de Estados Unidos como su único e incondicional valedor. Para EE UU el problema es doble, puesto que sus intereses en la región son múltiples y está obligado a jugar un papel decisivo en la promoción de las negociaciones de paz. Ahora solo les queda a ambos un intento de contención de daños. Poco antes de la votación, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, hacía “un llamamiento urgente a las dos partes para que eviten acciones que, de alguna manera, pudieran dificultar la reanudación de negociaciones”. Washington pretende evitar que los palestinos acudan, como pueden hacer con su nuevo estatus, al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya contra Israel, lo que, definitivamente, alejaría cualquier posibilidad de diálogo, e intenta evitar también que Israel tome represalias, en forma de sanciones económicas o nuevos asentamientos, contra los palestinos. Al mismo tiempo, la Administración procurará que el Congreso norteamericano no congele la ayuda económica a los palestinos, lo que será difícil porque el apoyo a Israel en el Capitolio es mucho más categórico que en la Casa Blanca. Ayer mismo, un grupo de congresistas, tanto demócratas como republicanos, anunció su propósito de cesar los fondos para la Autoridad Palestina. Si los escenarios más catastróficos no se producen, si nadie trata de aprovechar este momento en su particular beneficio, no es imposible que la votación en la Asamblea General abra el paso a nuevas negociaciones de paz. Pocas veces como en esta jornada en la ONU se habrá visto con tanta nitidez que Palestina está ahí, soberana o no, y que la solución de dos Estados vecinos y pacíficos es la única que beneficia a ambos. Pero esa evidencia, tan solemnemente corroborada en Nueva York, no ha hecho más fácil en el pasado el diálogo palestino-israelí ni tiene por qué, necesariamente, hacerlo ahora. Múltiples factores conspiran en estos momentos contra las negociaciones: la proximidad de las elecciones en Israel, el reciente ascenso de Hamás, la interinidad en la que vive la Administración de EE UU —especialmente su política exterior— la debilidad de Europa para convertirse en agente promotor de la paz. Todo eso se podría superar si los principales protagonistas, Israel y los palestinos, tuvieran voluntad de llegar a un acuerdo. Como se demostró en Oslo en 1993, ambos son capaces de entenderse, por encima de cualquier adversidad, cuando quieren hacerlo. Sin embargo, Israel considera que el reconocimiento obtenido por Palestina en la ONU supone una violación de los acuerdos alcanzados en Oslo, por cuanto equivale a la ruptura del compromiso de hacer las cosas de forma bilateral, sin tener en cuenta los numerosos asentamientos judíos construidos unilateralmente desde esa fecha y la reciente negativa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de aceptar las fronteras de 1967, aceptadas por Barack Obama, como la base para negociar el estado palestino. Para Obama esta votación de la Asamblea General es, en cierta medida, una frustración y un fracaso personal. Obama llegó, en la presión a Netanyahu, todo lo lejos que puede llegar un presidente de EE UU que quiera conservar su puesto. Es sabido que el primer ministro israelí no respondió a esa presión. Ahora, también los palestinos desatienden sus recomendaciones y acuden a un foro con larga tradición de proporcionar largas sesiones de aplausos pero muy pocos resultados tangibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario