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domingo, 1 de febrero de 2015

Mundo Real: Las más importantes agencias de modelos abren cada vez más espacios para mujeres XL

Agencias Noticiosas
Tess Munster, la supermodelo de 120 kilos y talla 54

Los 120 kilos de esta estadounidense de 29 años no fueron un impedimento para que Milk Management se quede con sus servicios. 

Una de las responsables de la agencia dice que decidió a contratarla tras "ver el seguimiento que tenía en Internet y cómo transmite mensajes positivos a la gente". Y añade: "Es la voz de muchas personas que permanecen en silencio".

Precisamente usa su 'voz' y se convirtió en activista y gurú de las tallas grandes. En su cuenta de Instagram pusó en marcha la campaña #effyourbeautystandards ("fuera a los cánones de belleza"), con la que critica la presión que exige el mundo de la moda y habla de lo bonita que es la gordura.

Tess Munster es otro ejemplo de que las tallas grandes están cada vez más de moda. La misma agencia contrató en su día a Candice Huffine, que tiene talle 42, y fue la primera mujer de talla grande en aparecer en el calendario Pirelli. Munster tiene claro su papel y asegura que, aunque sabe que no todo el mundo entiende lo que es, tiene claro que se trata de un concepto muy simple: "Amar tu cuerpo más allá de su tamaño y perseguir tus sueños".

Tess Holliday, es su nombre artístico, tiene 29 años de dad, es una estadounidense XL con todo el orgullo puesto en sus curvas. Tiene más de 350 mil seguidores en Instagram, , plataforma que ha usado por años para mostrar su cuerpo y fundar el movimiento #effyourbeautystandards (que se jodan tus estándares de belleza). Por lo mismo, Anna Shillinglaw, directora y creadora de la agencia MiLk Model Management, en el Reino Unido, vio la cantidad de fans que tenía y los ideales que profesaba, y no dudó en contratarla como la nueva modelo XL de la división “Curvas” de su agencia.

Fue un sueño hecho realidad para Holliday, que por muchos años intentó entrar en el mundo de la moda, pero siempre la rechazaron por su sobrepeso y estatura. Pero eso cambió cuando la agencia inglesa la reclutó y anunció su incorporación a la marca a través de Instagram

Su verdadero nombre es Tess Munster, mide 1.65 metros y es talla 54. Tiene un hijo y está comprometida. No se considera sedentaria, se ejercita cuatro veces a la semana junto a un personal trainer y practica natación, entre otros ejercicios. 

Su inclusión en una de las agencias de modelos más importantes de la industria marca un hito pues siempre se critica que las modelos XL que se muestran en cualquier campaña, son tan sólo un par de tallas más grandes que el estándar de las modelos 34 o 36.

“Siento que esto es un quiebre, un punto de inicio”, dijo Holliday al New York Daily News, agregando: “Nunca me hubiera imaginado que estaría acá”.

Por su parte, la directora de MiLK afirmó: “Creo que somos la única agencia con una modelo de su talla. Ella es, por lejos, la modelo más grande que tengo en la división de Curvas”. Shillinglaw encontró a Holliday a través de Instagram. “Un día comencé a seguirla y vi cuántos admiradores tenía –muchos más de los que otras tienen. Ella es un modelo a seguir para muchas mujeres”.

En su Instagram Holliday sube fotos donde resalta sus curvas, tatuajes, peinados y maquillajes. Sus mensajes siempre buscan inspirar a las mujeres que no tienen el cuerpo que la sociedad considera como “perfecto”. Por ejemplo, en esta foto donde sale modelando lencería negra, escribió: “Espero que esto les haga dar cuenta que está bien ser uno mismo, incluso si uno existe dentro de un cuerpo gordo. Soy sexy, segura de mí misma y me importa un carajo el que piense lo contrario”.

sábado, 22 de marzo de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DESARROLLAR AUTOESTIMA NO ES COMPLACER EN TODO

  
Muchos padres y madres de familia consideran que para crearles una buena autoestima a los hijos hay que pasar constantemente diciéndoles que son lindos, no hacerles ver si se equivocan, comprarles todo lo que pidan, no contrariarlos, etcétera. Por eso es común que muchos niños, al llegar a la etapa de la escolarización y algunos hasta mucho más adelante incluso, se sientan “el ombligo del mundo”. Suele ocurrir que cuando los compañeros de estudio o de trabajo, o la profesora, o el jefe les dicen que algo no está adecuado empiezan a quejarse de que “estos no les quieren”.

Realmente no se les había construido una buena autoestima; al contrario, no se les había educado de forma adecuada, se había construido una autoestima falsa. Entonces surge la pregunta de cómo se desarrolla una autoestima positiva?

La forma general de hacerlo es viendo a nuestros hijos dentro de una concepción global, haciéndoles ver que tienen aspectos positivos y negativos, como todo el mundo, y ayudándoles a resaltar los buenos y corregir o minimizar los negativos.

Crear una autoestima adecuada consiste en hacerles ver sus errores, pero no en forma general, sino más bien como algo puntual que puede ser modificado. Por ejemplo, si a un niño se le derrama algo o no se comporta adecuadamente, no debemos decirle “eres un inútil”, o “nunca te sabes comportar”, sino “bueno, se te derramó esto, a todos nos pasa, limpiemos juntos, y hay que tener más cuidado la próxima vez”, o “lo que haces no es correcto, debes hacerlo así la próxima vez”.

Hay que intentar enseñarles a valorar, no comprándoles todo lo que pidan y menos aun lo que no pidan, aunque tengamos la capacidad para hacerlo, sino decirles: “Tienes bastantes juguetes, o comida, etcétera, debes tratar de disfrutar de lo que tienes, que es bastante”.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 25 de enero de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL CIRCULO VICIOSO




       Los esquemas familiares en los que abundan condiciones tan desfavorables para la convivencia familiar, tales como alcoholismo, droga, prostitución, abusos, etc., en muchísimos casos tenderán a repetirse en la siguiente generación; como en una especie de círculo vicioso, del que no es tan fácil escapar. En un blog anterior, un lector comentaba que son las condiciones las que hacen al individuo y no al revés. Este comentario parece explicar por qué no es fácil romper ese círculo vicioso.

       Las condiciones de vida desfavorables enseñan a los hijos “cómo es la vida”. A veces, a penas tienen oportunidad de tomar conciencia de que hay otras formas de convivencia; otras veces sí son conscientes de que las cosas pueden ser de otra manera, pero no encuentran el suficiente estímulo para tratar de cambiar ese esquema; no saben cómo, y se refugian en ese dicho de “más vale lo malo conocido...”. A fin de cuentas, ya están acostumbrados a esa forma de vida, y así han sobrevivido.

       Sin embargo, hay personas que sí toman conciencia de que no se trata simplemente de sobrevivir de la manera que sea, y se proponen buscar otras formas diferentes, y en bastantes casos lo consiguen. ¿Cómo encontraron ese estímulo estas personas? No hay una respuesta general. Normalmente se trata de personas con un nivel de conciencia superior al normal, lo que les permite encontrar el estímulo naturalmente, o con ayuda de alguna otra persona, o incluso de alguien de la propia familia, que aun envuelta en las condiciones desfavorables, es autocrítica con ellas. Como sea, estos casos muestran que sí es posible escapar de ese círculo y no repetir los mismos esquemas en el futuro, al mismo tiempo que parecen quitar la razón a ese comentario de que son las condiciones las que hacen al individuo.

       La conclusión de todo ello es que si son las condiciones las que hacen al individuo, o es a la inversa, no son dogmas. A veces las condiciones son las que hacen al individuo; otras veces es al revés. Pero lo importante es que las cosas no son de una forma o de otra caprichosamente, sino que las personas pueden sobreponerse a la situaciones desfavorables y crear las condiciones; de lo contrario, normalmente son las condiciones las que hacen al individuo. Si se tiene un objetivo claro, con mayor o menor dificultad se puede alcanzar; si no, será el viento el que lo lleva a uno en la dirección que sople.

       Insisto,  un cierto nivel de conciencia y estímulo es necesario para establecer esos objetivos. Sin embargo, no es frecuente que surjan espontáneamente. Normalmente se inculcan en las personas, y la edad ideal para hacerlo es la niñez, la adolescencia, y la temprana juventud, cuanto antes mejor. Y lo ideal es que lo haga la propia familia. Y a ello me refería en otro blog cuando hablaba de la claridad de objetivos de la familia para con los hijos. Un lector comentaba que es solo la claridad de objetivos que el propio individuo tiene en la vida lo que determina el éxito o el fracaso. De acuerdo solo en parte, Don Edgar Benjamín. Si los padres no trabajan en estimular a sus hijos y en despertar su conciencia, es bastante más difícil (no imposible) que los hijos lleguen a tener esa claridad de objetivos.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.        

sábado, 2 de febrero de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: SEÑORITAS DE COMPAÑIA





En los últimos tiempos ha habido un sensible auge de negocios que tienen por objeto alguna forma de explotación sexual del cuerpo humano; aun cuando algunos de ellos pregonen que su actividad no se trata de prostitución, con objeto de tranquilizar la conciencia de su fuerza laboral, y de no provocar el ambivalente rechazo de la sociedad salvadoreña.

       Prostitución es cualquier forma de explotación sexual del cuerpo por dinero o bienes materiales, bien sea a través de una relación sexual física directa, o de la pornografía, o, simplemente, del exhibicionismo. 

           El concepto de prostitución no toma en cuenta el alcance de esa explotación sexual, porque no está ahí el problema; sino en la sensación de baja autoestima y degradación moral, tanto a nivel social como, sobre  todo, individual, que provoca el rebajar algo tan íntimo y sagrado como el propio cuerpo, a la categoría de “mercadería”, de cualquier forma que sea usada la misma.

 
       La prostitución que cobra auge hoy día no es esa común que ha existido siempre, y a la que, de alguna manera, empujan las condiciones socioeconómicas de amplios sectores sociales; sino que es una prostitución más electiva, en la que se involucran con absoluta frivolidad personas de condiciones más favorables, con el único objeto de una remuneración más alta que la que ofrece el mercado laboral tradicional.

Ello lo prueba el ofrecimiento de los “servicios” de señoritas universitarias, que ha proliferado en los últimos tiempos, y que, me imagino, pretende elevar el estatus del oficio, a la vez que pone de manifiesto una triste realidad de la educación superior, y es que en muchos casos a penas sirve para adornar el currículum en el desempeño de otros oficios, incluido el más antiguo del mundo.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 15 de diciembre de 2012

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: CONDUCTAS DE RIESGO EN LOS ADOLESCENTES





       Conductas de riesgo son aquellas acciones activas o pasivas que implican peligro para el bienestar físico o mental de la persona, o que provocan directamente consecuencias negativas para la salud, o que comprometen aspectos de su desarrollo.

La adolescencia se constituye en una etapa de la vida en que la posibilidad de conductas de riesgo es muy superior a otras. Algunas de estas conductas, como las relaciones sexuales precoces, tienen una relación (no exclusiva) con el desarrollo psicobiológico que se experimenta a esta edad, pero la gran mayoría, y cada vez más, se relaciona con factores culturales que encuentran en esta etapa el objetivo ideal para impactar.

       Características de la vida moderna se suman a la curiosidad natural de esta edad, y al deseo de experimentar cosas nuevas en busca de la sensación de ser “adultos”, y de la identidad personal y social, aspecto que impulsa al adolescente a ser reconocido como “alguien” por sí mismo, y por su grupo social, y que, a falta de algún talento destacado, y sobre todo, de una sólida autoestima, tiende a construir una identidad negativa, de modo que el adolescente prefiere ser “alguien negativo” que no ser “nadie”. Ello explica la tendencia al uso y abuso de tabaco, alcohol, drogas, a los actos delictivos u otras conductas antisociales, o al manejo temerario de vehículos, por ejemplo.

       Qué duda cabe que en época de vacaciones se reúnen varias circunstancias que tienden a favorecer las conductas de riesgo más que en otras épocas. En primer lugar, porque es una época en que se conceden más libertades a los hijos, y se tiene menos control sobre ellos; ellos mismos utilizan estas épocas como válvulas de escape a dicho control; en segundo lugar porque esta situación se prolonga por varios días seguidos, y no únicamente se trata de una tarde o noche que se acaba rápido, como en el caso de los sábados. Y en tercer lugar, y sobre todo, porque la propia cultura, ampliamente difundida por los medios de comunicación, tiende a crear una atmósfera de desinhibición y desenfreno en época de vacaciones: las vacaciones son “para pasarla bien”. Si, incluso para los adultos, ese mensaje lleva asociada, casi automáticamente, la imagen de unas cervezas o de unas botellas de alcohol (reflexionen por qué), si ese mensaje lleva asociada la idea de romper algunas ataduras, de saltar algunos límites cotidianos... ¿acaso nos hemos planteado cómo interpretan nuestros hijos adolescentes ese mensaje de “pasarla bien”?. ¿Tienen ellos el suficiente juicio para discernir qué límites se pueden saltar, y hasta dónde?

       Ese juicio, esa capacidad de discernimiento está directamente asociada a la madurez psicoemocional de la persona, y no surge sólo porque sí, o por el simple hecho de cumplir años de edad. Al igual que la fruta, que madura cuando le corresponde, siempre que haya habido unas condiciones climáticas adecuadas, y se le haya protegido de plagas, el adolescente también necesita de un ambiente sociofamiliar adecuado y de una prevención educativa contra el tipo de plagas que le pueden afectar. Si nuestro adolescente cuenta con ello, y con una sólida autoestima, no hay tanta probabilidad de que se involucre en conductas de riesgo, sin que ello signifique que los padres podamos despreocuparnos del tema. Pero si no es ese el caso, la probabilidad es relativamente alta, o bastante alta, y los padres debemos estar alerta.

       ¿Cuáles son concretamente las conductas de riesgo que pueden esperarse en vacaciones? Pues aquellas a través de las cuales el adolescente pueda sentirse (engañosamente) como adulto, como el consumo de tabaco o alcohol, o las relaciones sexuales precoces o promiscuas; aquellas a través de las cuales pueda mostrar su característica autosuficiencia, rebeldía y oposicionismo, como ir a sitios que no debe; aquellas que le permitan experimentar nuevas sensaciones, como el consumo de drogas, o la misma conducta sexual precoz; aquellas con las que pueda sentirse protagonista en busca de su identidad, aunque sea negativa, como la delincuencia, el vandalismo, participar en provocaciones o peleas, la conducción temeraria de vehículos, o la búsqueda ese protagonismo a través de la desinhibición que provoca el consumo de alcohol o drogas; o aquellas con las que pueda poner a prueba el límite de alguna de sus capacidades o habilidades de dudosa sensatez, como su aguante para consumir alcohol, su intrepidez para adentrarse en el mar, o su destreza al timón del carro de papi.


Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.