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sábado, 13 de diciembre de 2014

Cámara Baja alcanza acuerdo bipartidario de último minuto para aprobar presupuesto 2015

 Tomado de El País
Así votaron los Representantes en proyecto de presupuesto conocido en al argot político estadounidense como el "cromnibus"

EE UU vuelve a evitar ‘in extremis’ un nuevo cierre del Gobierno

La ley presupuestaria está pendiente todavía de su aprobación en el Senado

 

Por Cristina F. Pereda


El Congreso de Estados Unidos cerró  el pasado jueves por la noche una de las etapas de mayor división y frustración de las últimas décadas. Demócratas y republicanos sacaron adelante una ley presupuestaria que pone el broche final -no sin la tensión imprescindible del último momento- a una legislatura marcada por la imposible conciliación entre los miembros de uno y otro partido.
Cuando quedaban menos de tres horas para agotar los presupuestos federales, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, se embarcó en una votación para salvar su proyecto presupuestario, pendientes del apoyo de al menos 40 demócratas. Los presupuestos, aprobados con 219 votos a favor y 206 en contra, deberán ser ahora ratificados por el Senado y firmados por el presidente Obama, que ya ha confirmado su respaldo.
El episodio de este jueves recordó a anteriores enfrentamientos en los que, en los últimos tres años, las diferencias políticas han amenazado seriamente la viabilidad económica del Gobierno estadounidense. Pero si en anteriores ocasiones la pugna fue entre la Casa Blanca y los republicanos, condicionados por el sector más conservador de su partido, en esta ocasión la batalla la dio un sector del Partido Demócrata, que consideró que el presidente estaba cediendo a las condiciones republicanas.
Cuando quedaban apenas tres horas para que se agoten los fondos de las arcas federales esta medianoche, la Casa Blanca se vio obligada a desplegar su propia campaña, intentando recabar apoyos a una ley que no ha convencido a los demócratas más progresistas. Las dudas estallaron cuando, en la tarde del jueves, los republicanos lograron convocar el voto en la Cámara por una mayoría de apenas dos votos. Para proteger el correcto funcionamiento de la Administración, también negociaron de manera paralela una ley que garantizase los fondos durante los próximos días y evitar así un cierre completo como el de octubre de 2013.
Nancy Pelosi ha manifestado su "decepción" por el apoyo de la Casa Blanca a los presupuestos

En medio de la tensión de las últimas horas, los protagonistas de este último capítulo del 113 Congreso de EE UU, contaban votos en las salas del Capitolio para asegurarse que podían sacar adelante los presupuestos. Ni los republicanos, ni los demócratas, ni la Casa Blanca querían despertar el viernes sin haber aprobado la legislación, pero ninguno de los tres actores en este juego de malabares políticos sabía con seguridad que podría impedirlo.
Sobre el tablero estaba una ley presupuestaria de más de 1.600 folios para garantizar 1,1 billones de dólares al gobierno federal hasta septiembre del año próximo. Entre todas sus provisiones, demócratas y republicanos han encontrado razones para el desencuentro, como la revocación de algunos aspectos de la reforma financiera de Wall Street que impulsó Barack Obama tras el estallido de la crisis o la ampliación del límite a las donaciones a candidatos políticos.
“¿Para quién trabajamos?” preguntó este jueves la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, en protesta. La demócrata lidera al bloque de legisladores de su partido que se opone a los presupuestos por incluir lo que considera un servicio a los “millonarios, multimillonarios y compañías gigantes con armadas de lobbistas y abogados”.
La ley presupuestaria contempla revocar algunos aspectos de la reforma financiera impulsada por Obama tras el estallido de la crisis

La líder de la minoría demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, también demostró su “decepción” al conocer el respaldo del presidente Obama a los presupuestos, a pesar de que recortan uno de sus mayores éxitos legislativos, la ley Dodd-Frank en la que se apoya gran parte de la recuperación económica por las regulaciones a los grandes bancos. “Deben sentir que esta es la única manera de sacar adelante los presupuestos”, aseguró Pelosi. “Es la única razón por la que firmarían esta ley”.
Apenas unas horas antes, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, había adelantado que Obama está listo para firmar los presupuestos, a pesar de que fueron concebidos como un castigo por su orden ejecutiva para impedir la deportación de cinco millones de indocumentados. Y este es el aspecto que ha unido, en su rechazo a la ley, a los políticos más progresistas como Warren y a los más conservadores. Los miembros del Tea Party consideran que las diferentes adiciones que han hecho los líderes republicanos a los presupuestos no son suficientemente duras con los intereses del presidente.
Para lograr su apoyo, el presidente de la Cámara de Representantes y líder de la mayoría republicana, John Boehner, ya ha hecho varias concesiones antes del jueves. La más importante de ellas es que los presupuestos excluyen al Departamento de Seguridad Nacional, del que dependen las agencias de inmigración. Solo se le concederán fondos hasta dentro de tres meses, por lo que los republicanos podrán negociarlos al comienzo del próximo año, cuando ya dispongan de mayoría de votos tanto en la Cámara como en el Senado, gracias a su victoria en las pasadas elecciones legislativas.
El vicepresidente Biden y el jefe de gabinete de Obama han participado con reuniones y llamadas telefónicas, según informa el diario The Washington Post, para sacar adelante los presupuestos e impedir que se repita el final de año de 2012, cuando se rozó el cierre del gobierno en las últimas horas del 31 de diciembre. Pelosi, en sus duras declaraciones de la mañana, afirmó que los demócratas estaban siendo “chantajeados”.
Los presupuestos pendientes de aprobación este jueves incluyen partidas como 1.300 millones de dólares para el servicio ferroviario del país, la ampliación de las donaciones personales a políticos -el máximo queda multiplicado por diez, de 32.400 dólares a 324.000-; la asignación de casi 7.000 millones de dólares a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, junto con otros 5.400 millones para la lucha contra el virus del ébola, así como 1.300 millones en ayuda militar a Egipto.
Los republicanos han incluido en el texto también algunas condiciones defendidas por los representantes en las últimas campañas electorales. La ley prohibiría, por ejemplo, destinar fondos federales a financiar abortos y obligaría a las aseguradoras a especificar claramente si la póliza contratada por una persona cubre “servicios abortivos”. El texto es especialmente duro con la reforma sanitaria de Obama. Sin apoyos para revocar la ley, los republicanos han optado por negarle la financiación necesaria para implementarla, por lo que las agencias relacionadas podrían quedarse sin fondos para su funcionamiento.
Estos últimos apartados pueden marcar la ya difícil relación del presidente Obama con el Capitolio, donde a partir del 5 de enero su partido será minoritario en ambas Cámaras, reduciendo aún más su ya deteriorado margen de maniobra para sacar leyes adelante. 

House passes “cromnibus” to avoid Government shutdown

Taken from POLITICO MAGAZINE


House passes $1.1 trillion spending bill after week of drama


By JAKE SHERMAN, JHN BRESHAN AND EDARD-ISAAC DOVERE

In a big win for House Republicans and President Barack Obama, the House passed a $1 trillion-plus funding bill Thursday night that will keep the government open into next year.

The final vote, which came after a high drama day of behind the scenes arm twisting and vote counting, was 219 to 206.

The Senate passed a two-day funding bill following the House vote, avoiding a government shutdown starting at midnight Thursday. Senate Majority Leader Harry Reid (D-Nev.), however, warned that the “cromnibus,” as the massive spending package has come to be called on Capitol Hill, may not pass the Senate until Monday.

After a lobbying blitz by Obama, Vice President Joe Biden, and other White House officials, dozens of House Democrats broke with Minority Leader Nancy Pelosi (D-Calif.) and backed the legislation, despite controversial provisions on Wall Street and campaign finance.

Thursday’s results were a major blow to Pelosi, who had led Democrats in hours long closed-door meeting where they bashed the bill and counted on its defeat to help her recover politically f0llowing the Democratic debacle on Election Day. But 57 Democrats crossed the aisle to vote with 162 Republicans to help pass the measure, undermining Pelosi’s hardline stance.

In a major split with Pelosi - the second such public division in recent weeks - Minority Whip Steny Hoyer (D-Md.) backed the legislation. Hoyer quietly lobbied other Democratic moderates and Appropriations Committee members to line up behind the bill, and in the end, he proved to Republicans, Senate Democrats, and the White House that he could deliver the votes, at least in this case.

Other Democratic defections included Reps. Jim Clyburn (S.C.), the number three House Democrat, and Nita Lowey (N.Y.), ranking member on the Appropriations Committee, who helped negotiate the 1,600 page deal.

Rep. George Miller (D-Calif.), another Pelosi ally, voted for the spending package after a provision on multi-employer pensions that he strongly backed was included in the legislation.

The vote was also a big win for Boehner, Majority Leader Kevin McCarthy (R-Calif.) and Majority Whip Steve Scalise (R-La.). Scalise’s whip operation was under heavy pressure on this vote, and he was able to keep members in line despite a long delay in the final vote. Sixty seven Republicans ended up opposing the bill.

“The House did its work and tonight we set the stage for a battle with the president on this illegal actions on immigration when we have a Republican Senate in just a few weeks,” Scalise said after the House passed the long-term funding legislation.

The dramatic finale came after a day of scrambling by House Republicans and Obama, who was trying to convince undecided Democrats to vote for the nine-month spending bill with just a few hours to spare before a government shutdown.

With the spending bill in limbo Thursday evening, Obama and Biden were personally calling House Democrats urging them to support the bill — even as many liberals resisted, complaining about policy riders, especially one that rolled back a major Wall Street regulation that is part of the Dodd-Frank law.

White House chief of staff Denis McDonough traveled to Capitol Hill in an attempt to convince Democrats to support Obama and the omnibus. House Republican leaders - and Senate Democrats - were cautiously confident that the president could turn the votes for the nine-month funding bill, which Obama was able to do.

McDonough made an aggressive pitch to pass the omnibus to put more certainty into the economy, arguing that the federal government cannot afford to continually operate on short-term continuing resolutions, according to Democrats leaving the meeting.

But one Democrat said there was ample frustration from members over why such provisions over campaign finance and financial services were added in “the dead of night.” 

“We want answers,” the Democrat said.

McDonough said the president was also concerned with those provisions.

The calls from the White House came as the House went into recess Thursday afternoon, with Republicans and Democrats trying to cobble together 217 votes to put government spending on autopilot until September 2015. House Republicans believed they had picked up some votes as the day has worn on, giving them a cushion for a potential vote. And in the Democratic caucus meeting, McDonough made the argument that Democrats will have less leverage if they back a shorter term deal that expires when Republicans control the Senate.

The chamber recessed shortly after 2 p.m. Thursday to figure out whether members could garner support for the larger deal or would need to pass a pared-back measure to avoid the second shutdown of the 113th Congress.

Boeher, McCarthy and Scalise were also twisting Republican arms to garner more votes, and the White House had surrogates calling Capitol Hill to drum up Democratic support. Republicans said they were making gains Thursday afternoon, but Democratic support was still flagging.

Pelosi firmly against the bill due to the loosening of Wall Street regulations that was tucked inside the legislation. It has angered many on the left and even Obama, who supports the package but opposes that element.

Obama late Thursday announced his support for the bill at a critical time for the 1,600-page package, which just narrowly cleared a procedural hurdle in the House on Thursday.

“The Administration appreciates the bipartisan effort to include full-year appropriations legislation for most Government functions that allows for planning and provides certainty, while making progress toward appropriately investing in economic growth and opportunity, and adequately funding national security requirements,” a White House statement read.

Despite the White House’s stance, Pelosi remained firmly against the bill throughout the day, saying, “It is clear from this recess on the floor that the Republicans don’t have enough votes to pass the cromnibus,” Pelosi declared in a letter to Democrats, convinced she was winning the fight. This increases our leverage to get two offensive provisions of the bill removed: the bank bailout and big money for campaigns provision.”

“However you decide to vote in the end, I thank those who continue to give us leverage to improve the bill,” Pelosi added.

- Manu Raju, Lauren French and Seung Min Kim contributed to this report.




miércoles, 7 de agosto de 2013

Conociendo a los Republicanos claves para la Reforma Migratoria en la casa de Representantes

Tomado de The Huffington Post 

Los protagonistas del debate migratorio: republicanos del Congreso
Quién es Quién entre las figuras republicanas al centro del debate migratorio en la Cámara Baja

Por Maribel Hastings


WASHINGTON, DC - El Congreso estará en receso hasta el 9 de septiembre y durante las próximas semanas los activistas y los diversos sectores pro reforma presionarán a los congresistas, sobre todo republicanos, en sus distritos intentando persuadirlos para que la Cámara Baja permita un voto de un plan de reforma con una vía a la ciudadanía que ya tiene el apoyo de una mayoría de los congresistas. Sin embargo, no se presenta todavía porque el liderazgo republicano insiste en que sólo llevará al pleno un proyecto que tenga el apoyo de una mayoría de la mayoría republicana.

La presión estará sobre un centenar de congresistas republicanos persuasibles, pero a continuación una guía de alguna de las figuras republicanas centrales en el debate.
Quién es Quién entre las figuras republicanas al centro de la lucha por un voto de un plan de reforma con vía a la ciudadanía en la Cámara Baja:
1.   JOHN BOEHNER (OH-8)

Por qué importa: Como presidente de la Cámara Baja, Boehner es uno de los que tomará la decisión final sobre qué proyectos de ley son votados, de tal manera que en sus manos está el futuro de la reforma migratoria.

Más: Boehner ha dicho que se va a adherir a la "Regla Hastert", lo que significa que no llevará ningún proyecto de ley al pleno a menos que una mayoría de los republicanos de la Cámara Baja vote por ello, aun si el proyecto tiene amplio apoyo bipartidista. Pero él ha roto dicha regla en otros proyectos que han tenido una mayoría bipartidista. Muchos en su fracción política lo están presionando a no tomar acción porque su partido está dividido en el tema migratorio. ¿Puede el pueblo estadounidense presionarlo más para que verdaderamente lidere?

2.   PAUL RYAN (WI-1)

Por qué importa: Es una estrella en ascenso en su partido, ex nominado vicepresidencial (y probablemente futuro candidato presidencial), y partidario de una vía a la ciudadanía.

Más: Ryan ha dicho que una vía a la ciudadanía podría ser aprobada en la Cámara Baja si se le permitiera votar al respecto. Él debe continuar abogando por una vía a la ciudadanía a fin de persuadir a su partido de que dicha vía es parte esencial de la reforma migratoria. Esa reforma, a su vez, ha probado ser esencial si los republicanos quieren ser competitivos ante los demócratas en elecciones presidenciales, algo que Ryan conoce de primera mano. La mancuerna Romney-Ryan apenas logró 27% del voto latino en las elecciones presidenciales de 2012 en las cuales Romney optó por una línea dura en materia migratoria incluso proponiendo el concepto de autodeportación.

3. RAUL LABRADOR (ID-1)

Por qué importa: Es un latino conservador que trata de labrarse un nombre, mientras otros republicanos buscarán su guía. Pero ¿será como Marco Rubio o como Ted Cruz? Es respetado entre los republicanos de la Cámara Baja como uno de los líderes del Tea Party. También votó contra Boehner para presidente de dicha cámara.

Más: Labrador fue miembro del bipartidista "Grupo de los 8" que trabajó por un proyecto de ley integral a principios de este año, pero abandonó el grupo. En repetidas ocasiones ha señalado que los demócratas de la Cámara Baja matarán la reforma migratoria a menos que estén dispuestos a ser flexibles en lo referente a la vía a la ciudadanía para 11 millones de personas. Pero su distrito es 10% latino y como ex abogado de inmigración (algo que siempre está recordando a todo mundo) entiende la necesidad de actuar. ¿Dedicará menos tiempo a culpar de terquedad al otro partido o pasará más tiempo tratando de cambiar la suya?

4.  ERIC CANTOR (VA-7)

Por qué importa: A nivel oficial y no oficial, como líder de la mayoría de la Cámara Baja, Cantor es la voz del ala conservadora del Partido Republicano.

Más: A diferencia de Boehner, que rechaza apoyar la vía a la ciudadanía, Cantor se ha manifestado abiertamente sobre el tema este año: ciudadanía para los DREAMers, pero no para el resto de los indocumentados. Si Cantor decide utilizar su poder para oponerse a la vía a la ciudadanía, será más difícil para otros en el Partido Republicano apoyarla. A Cantor le interesa el futuro de su partido, ¿puede ser persuadido de que una vía a la ciudadanía es una parte importante de la solución? Es un representante de Virginia que en las últimas dos elecciones presidenciales ha votado demócrata pero que tiene una legislatura republicana. Su manejo de este tema será crucial para las próximas elecciones a la gubernatura y para el futuro del Partido Republicano en Virginia.

5.  BOB GOODLATTE (VA-6)

Por qué importa: Como presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja, Goodlatte tiene mucho poder sobre toda legislación migratoria y parece aprobar cualquier cosa menos una vía a la ciudadanía.

Más: Goodlatte afirma que quiere tomar un enfoque gradual en la reforma migratoria. Las piezas que su comité ha aprobado hasta el momento han ido de mal (un proyecto obligatorio de E-Verify sin legalización o protecciones de debido proceso para inmigrantes con documentos) en peor (el SAFE Act, que hace nacional la ley Arizona y sigue el proyecto de ley Sensenbrenner que criminaliza a 11 millones de personas). Según informes, está trabajando en el KIDS Act para los DREAMers, pero no se ha presentado proyecto alguno. Lo que piensa que se debería hacer con el resto de los 11 millones no está claro, menos aún si estará dispuesto a permitir un proyecto del ley con vía a la ciudadanía que vaya del comité al pleno. Él será clave en decidir qué proyectos migratorios pasan al pleno y si nuevos proyectos --incluyendo el del Grupo de los 7-- son presentados y aprobados en el Comité Judicial.

6.  TREY GOWDY (SC-4) 
Por qué importa: Como presidente del Subcomité de Inmigración de la Cámara Baja, Gowdy trabaja muy de cerca con Goodlatte en la legislación migratoria del Partido Republicano.

Más: Gowdy ha presidido diversas audiencias de inmigración que abordan muchos de los temas que han confluido en nuestro roto sistema migratorio y ha mostrado algún interés en tratarlos, pero se ha quedado corto en el apoyo a una vía a la ciudadanía para 11 millones de personas. Como presidente del Subcomité de Inmigración ha desarrollado una relación con el representante demócrata Luis Gutiérrez. Es adverso a la crítica: se molesta cuando se le dice que quiere deportar a los indocumentados (a pesar de que votó por el SAFE Act) e insiste en que el comité se ocupará de un proyecto de ley para ocuparse de ellos. Es muy discutible dónde estará en el futuro mientras la Cámara Baja continúa el debate de la reforma migratoria.

7.  MARIO DÍAZ-BALART (FL-25) 
Por qué importa: Es el republicano que por más tiempo ha defendido la reforma migratoria en la Cámara Baja y tiene un papel crucial en el bipartidista "Grupo de los 7", cuyas acciones darán forma al debate en esa Cámara en los próximos meses.

Más: El proyecto en el que Díaz-Balart está trabajando, junto con otros dos republicanos (John Carter y Sam Johnson, de Texas) y cuatro demócratas, es el único proyecto de ley viable tanto con apoyo republicano como con una vía a la ciudadanía. Pero aún se desconoce cuándo o si el proyecto será presentado. Lo que el Grupo de los 7 decida hacer con su proyecto será crucial para determinar cómo la Cámara Baja considera la reforma migratoria, así como los componentes que la integran. Y aunque Díaz-Balart difícilmente necesita ser persuadido de que la reforma migratoria es buena para su distrito, debemos señalar que no sólo es 70% latino, sino cada vez más púrpura (Romney lo ganó sólo con 2 puntos porcentuales).

8.  KEVIN MCCARTHY (CA-23)

Por qué importa: Es otro miembro del liderazgo de la Cámara Baja cuya opinión tiene peso con los conservadores y es el único con una considerable población latina en su propio distrito.

Más: como coordinador de la bancada mayoritaria, McCarthy es el tercer republicano en importancia en la Cámara Baja (después de Boehner y Cantor) y es el encargado de buscar votos en su bancada. Pero como republicano de California, entiende los riesgos para su partido si no abraza la reforma, y mientras está en un lugar bastante seguro, su distrito es 35% latino y muy agrícola. ¿Hará la conexión entre lo que es mejor para su propio distrito y lo que es mejor para su país?

9.  MICHAEL MCCAUL (TX-10)

Por qué importa: Como líder del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara Baja, McCaul es la voz más importante en seguridad fronteriza.

Más: McCaul redactó un proyecto de ley de seguridad para la frontera que muy calladamente fue aprobado en el Comité de Seguridad Nacional con apoyo unánime a principios de este año, pero fue respaldado también por el senador John Cornyn. Su credibilidad entre el partido en temas fronterizos significa que su apoyo será crucial en cualquier paquete migratorio. (Su distrito es también 26% latino.) ¿Pero McCaul considera necesaria una vía a la ciudadanía para mejorar la seguridad nacional, como los reformadores, o al igual que John Cornyn cree que la seguridad fronteriza puede solamente lograrse a costa de los indocumentados?

10.               GREG WALDEN (OR-2)

Por qué importa: Como líder del Comité Nacional Republicano del Congreso, le importa el futuro político de su partido, lo que podría ser la razón de su apoyo a una vía a la ciudadanía.

Más: Walden no es oficialmente miembro del liderazgo republicano, pero ciertamente es una figura importante para cualquier republicano preocupado por su escaño. (Su propio escaño, aunque seguro, es 12% latino y tiene intereses agrícolas.) En junio, le dijo a USA Today que cree que los inmigrantes indocumentados deberían en algún momento ser elegibles para la ciudadanía. Entiende la necesidad de que su partido abrace la reforma, pero la pregunta es si está dispuesto a tomar un papel de liderazgo para persuadir a su fracción política de no cometer un suicidio demográfico.

11.               JAMES LANKFORD (OK-5)


Por qué importa: Es una voz líder en políticas conservadoras como presidente del Comité Republicano de Política Pública, que podría ser una gran influencia para la vía a la ciudadanía desde una perspectiva evangélica.

Más: Como presidente del Comité de Política Pública Republicana (el brazo de investigación y políticas públicas de la Cámara Baja republicana), Lankford llevó a cabo una serie de "sesiones explicativas" a principios de este año para miembros, a fin de educarlos en el tema migratorio. Parece estar ampliamente convencido de que la ciudadanía es importante, como le dijo a un reportero en junio: "Yo no prohibiría (la ciudadanía) para siempre... Soy cristiano, y la restitución y la reconciliación son algo grandioso". (Su propio distrito es 14% latino.) Ese apoyo a la ciudadanía basado en la fe, muy común entre líderes evangélicos, hace falta notablemente entre el resto de la Cámara Baja republicana. ¿Será capaz Lankford de persuadir a sus colegas de que la reforma es una actitud cristiana? 

viernes, 28 de junio de 2013

Mayoría Republicana en Cámara de Representantes se muestra desafiante a aprobar Reforma Migratoria

Tomado de The Wall Street Journal  
El senador republicano de Arizona John McCain (izq.) y el senador demócrata de Nueva York Charles Schumer

El senado de EE.UU. aprueba proyecto de reforma inmigratoria

Por SARA MURRAY y JANET HOOK

Con un amplio apoyo bipartidista, el Senado de Estados Unidos aprobó el jueves un plan de largo alcance para reformar las leyes de inmigración del país y envió el proyecto a la Cámara de Representantes, donde enfrentaría un camino más arduo debido a la oposición de legisladores conservadores.
La votación, 68-32, marca un importante paso hacia adelante para los cambios más grandes al sistema de inmigración en casi 30 años, y el Senado no dejó que ello pasara desapercibido. Los legisladores se levantaron de sus asientos para emitir su voto, un gesto de formalidad raramente utilizado. El vicepresidente, Joe Biden, presidió el proceso.
Catorce de los 46 republicanos del Senado votaron a favor de la reforma, sumándose a los demócratas y dos independientes. Hace apenas seis años, una medida similar fue derrotada en la misma cámara.
El proyecto de ley, por tanto tiempo esperado por muchos en la creciente población hispana de EE.UU., le otorgaría estatus legal a unos 11 millones de inmigrantes que viven en el país sin documentos. También reescribiría las reglas sobre cómo futuras generaciones de extranjeros recibirían permiso para entrar a EE.UU.
"Estamos a puertas de un cambio histórico", dijo el senador de Nueva Jersey Robert Menéndez, un demócrata que ayudó a redactar la legislación. "Ahora les digo a mis amigos de enfrente: hagan lo correcto".
Los opositores denunciaron el proyecto de ley como un acuerdo que carece de medidas significativas para garantizar el cumplimiento de la ley e ideado por grupos con intereses especiales.
"El proyecto que tenemos en frente aspira a un gran ideal pero no se acerca en lo más mínimo a lo que promete", dijo el senador Jeff Sessions, un republicano del estado de Alabama y uno de los principales opositores de la reforma. "Es totalmente viciado".
La legislación ahora pasa a la Cámara de Representantes, donde los líderes republicanos han prometido presentar su propia propuesta, que seguramente se diferenciará significativamente del planteamiento bipartidista del Senado.
"La Cámara Baja no va a aceptar y votar sobre cualquier cosa que pase el Senado", dijo el representante de la mayoría, John Boehner, horas antes del voto final en la Cámara Alta. En una señal de la división de su partido sobre el tema, el republicano del estado de Ohio evadió preguntas sobre lo que le gustaría ver en la propuesta.
Los republicanos de la Cámara de Representantes se reunirán para discutir el tema el 10 de julio, después de un receso de una semana por el Día de la Independencia (el 4 de julio), tiempo durante el cual muchos congresistas escucharán la opinión de los votantes. "Vamos a esperar y ver qué dicen nuestros constituyentes la próxima semana", dijo Boehner.
El líder republicano ha dicho que no presentará ninguna propuesta de ley para votación en la Cámara de Representantes sin contar primero con el apoyo de más de la mitad de los miembros de su partido.
Quienes apoyan una extensa reforma migratoria esperaban que el Senado, al aprobar su propuesta por un amplio margen, ejerza presión política para que la Cámara Baja actúe. Pero los republicanos de esa cámara parecen preparados para desdeñar el voto del Senado.
La mayoría de los republicanos de la Cámara Baja representan distritos profundamente conservadores, por lo que el tema de la inmigración significa para ellos una propuesta política diferente a la que tienen aspirantes a senadores o presidente, que deben apelar a un público más general.
Muchos líderes republicanos argumentan, en vista del débil apoyo del voto latino a su partido en 2012, que su bancada enfrenta grandes riesgos si no apoya una reforma migratoria. El año pasado, 71% de los latinos votaron por el presidente Barack Obama. Muchos republicanos temen que la oposición de su partido a cambiar las leyes de inmigración ha espantado a los hispanos.
Pero miembros individuales de la Cámara de Representantes ven un riesgo personal mayor (un reto de la derecha) si votan a favor del proyecto de ley que no es respaldado por la mayoría de los votantes conservadores.
Simpatizantes de la reforma se mantuvieron optimistas el jueves, a pesar del camino empinado que se espera en la Cámara de Representantes.