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sábado, 13 de diciembre de 2014

Cámara Baja alcanza acuerdo bipartidario de último minuto para aprobar presupuesto 2015

 Tomado de El País
Así votaron los Representantes en proyecto de presupuesto conocido en al argot político estadounidense como el "cromnibus"

EE UU vuelve a evitar ‘in extremis’ un nuevo cierre del Gobierno

La ley presupuestaria está pendiente todavía de su aprobación en el Senado

 

Por Cristina F. Pereda


El Congreso de Estados Unidos cerró  el pasado jueves por la noche una de las etapas de mayor división y frustración de las últimas décadas. Demócratas y republicanos sacaron adelante una ley presupuestaria que pone el broche final -no sin la tensión imprescindible del último momento- a una legislatura marcada por la imposible conciliación entre los miembros de uno y otro partido.
Cuando quedaban menos de tres horas para agotar los presupuestos federales, la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, se embarcó en una votación para salvar su proyecto presupuestario, pendientes del apoyo de al menos 40 demócratas. Los presupuestos, aprobados con 219 votos a favor y 206 en contra, deberán ser ahora ratificados por el Senado y firmados por el presidente Obama, que ya ha confirmado su respaldo.
El episodio de este jueves recordó a anteriores enfrentamientos en los que, en los últimos tres años, las diferencias políticas han amenazado seriamente la viabilidad económica del Gobierno estadounidense. Pero si en anteriores ocasiones la pugna fue entre la Casa Blanca y los republicanos, condicionados por el sector más conservador de su partido, en esta ocasión la batalla la dio un sector del Partido Demócrata, que consideró que el presidente estaba cediendo a las condiciones republicanas.
Cuando quedaban apenas tres horas para que se agoten los fondos de las arcas federales esta medianoche, la Casa Blanca se vio obligada a desplegar su propia campaña, intentando recabar apoyos a una ley que no ha convencido a los demócratas más progresistas. Las dudas estallaron cuando, en la tarde del jueves, los republicanos lograron convocar el voto en la Cámara por una mayoría de apenas dos votos. Para proteger el correcto funcionamiento de la Administración, también negociaron de manera paralela una ley que garantizase los fondos durante los próximos días y evitar así un cierre completo como el de octubre de 2013.
Nancy Pelosi ha manifestado su "decepción" por el apoyo de la Casa Blanca a los presupuestos

En medio de la tensión de las últimas horas, los protagonistas de este último capítulo del 113 Congreso de EE UU, contaban votos en las salas del Capitolio para asegurarse que podían sacar adelante los presupuestos. Ni los republicanos, ni los demócratas, ni la Casa Blanca querían despertar el viernes sin haber aprobado la legislación, pero ninguno de los tres actores en este juego de malabares políticos sabía con seguridad que podría impedirlo.
Sobre el tablero estaba una ley presupuestaria de más de 1.600 folios para garantizar 1,1 billones de dólares al gobierno federal hasta septiembre del año próximo. Entre todas sus provisiones, demócratas y republicanos han encontrado razones para el desencuentro, como la revocación de algunos aspectos de la reforma financiera de Wall Street que impulsó Barack Obama tras el estallido de la crisis o la ampliación del límite a las donaciones a candidatos políticos.
“¿Para quién trabajamos?” preguntó este jueves la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, en protesta. La demócrata lidera al bloque de legisladores de su partido que se opone a los presupuestos por incluir lo que considera un servicio a los “millonarios, multimillonarios y compañías gigantes con armadas de lobbistas y abogados”.
La ley presupuestaria contempla revocar algunos aspectos de la reforma financiera impulsada por Obama tras el estallido de la crisis

La líder de la minoría demócrata en la Cámara, Nancy Pelosi, también demostró su “decepción” al conocer el respaldo del presidente Obama a los presupuestos, a pesar de que recortan uno de sus mayores éxitos legislativos, la ley Dodd-Frank en la que se apoya gran parte de la recuperación económica por las regulaciones a los grandes bancos. “Deben sentir que esta es la única manera de sacar adelante los presupuestos”, aseguró Pelosi. “Es la única razón por la que firmarían esta ley”.
Apenas unas horas antes, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, había adelantado que Obama está listo para firmar los presupuestos, a pesar de que fueron concebidos como un castigo por su orden ejecutiva para impedir la deportación de cinco millones de indocumentados. Y este es el aspecto que ha unido, en su rechazo a la ley, a los políticos más progresistas como Warren y a los más conservadores. Los miembros del Tea Party consideran que las diferentes adiciones que han hecho los líderes republicanos a los presupuestos no son suficientemente duras con los intereses del presidente.
Para lograr su apoyo, el presidente de la Cámara de Representantes y líder de la mayoría republicana, John Boehner, ya ha hecho varias concesiones antes del jueves. La más importante de ellas es que los presupuestos excluyen al Departamento de Seguridad Nacional, del que dependen las agencias de inmigración. Solo se le concederán fondos hasta dentro de tres meses, por lo que los republicanos podrán negociarlos al comienzo del próximo año, cuando ya dispongan de mayoría de votos tanto en la Cámara como en el Senado, gracias a su victoria en las pasadas elecciones legislativas.
El vicepresidente Biden y el jefe de gabinete de Obama han participado con reuniones y llamadas telefónicas, según informa el diario The Washington Post, para sacar adelante los presupuestos e impedir que se repita el final de año de 2012, cuando se rozó el cierre del gobierno en las últimas horas del 31 de diciembre. Pelosi, en sus duras declaraciones de la mañana, afirmó que los demócratas estaban siendo “chantajeados”.
Los presupuestos pendientes de aprobación este jueves incluyen partidas como 1.300 millones de dólares para el servicio ferroviario del país, la ampliación de las donaciones personales a políticos -el máximo queda multiplicado por diez, de 32.400 dólares a 324.000-; la asignación de casi 7.000 millones de dólares a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, junto con otros 5.400 millones para la lucha contra el virus del ébola, así como 1.300 millones en ayuda militar a Egipto.
Los republicanos han incluido en el texto también algunas condiciones defendidas por los representantes en las últimas campañas electorales. La ley prohibiría, por ejemplo, destinar fondos federales a financiar abortos y obligaría a las aseguradoras a especificar claramente si la póliza contratada por una persona cubre “servicios abortivos”. El texto es especialmente duro con la reforma sanitaria de Obama. Sin apoyos para revocar la ley, los republicanos han optado por negarle la financiación necesaria para implementarla, por lo que las agencias relacionadas podrían quedarse sin fondos para su funcionamiento.
Estos últimos apartados pueden marcar la ya difícil relación del presidente Obama con el Capitolio, donde a partir del 5 de enero su partido será minoritario en ambas Cámaras, reduciendo aún más su ya deteriorado margen de maniobra para sacar leyes adelante. 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

John Boehner ve mejores oportunidades para Reforma Migratoria

Tomado de La Voz de América
John Boehner considera positivo el cambio de opinión del presidente Obama.
Reforma inmigratoria vuelve a respirar
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner ve con buenos ojos que el presidente Obama acepte una discusión de la ley por partes.

Si del cielo te caen limones hay que hacer limonada. El dicho pareció cumplirse con la reforma de inmigración cuando el presidente Barack Obama manifestó estar dispuesto a aprobarla por segmentos, como demandan los republicanos.

El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner dijo estar complacido con las recientes declaraciones del mandatario, en las que  “reconoce que la única forma de hacer que funcione la reforma de inmigración es afrontar este complicado asunto paso a paso”.

Esto podría indicar que las partes involucradas, es decir demócratas y republicanos, estarían empezando a ceder para lograr que se apruebe una reforma inmigratoria este año, algo que parecía imposible este año.

“Si quieren romperla en cinco piezas, mientras las cinco se aprueben, no tengo ningún problema con eso”, dijo Obama durante un foro organizado por el diario The Wall Street Journal.

El presidente enfatizó que si al dividir el documento original aprobado el pasado 27 de junio por senadores bipartidistas se logra su aprobación, entonces él no se opondría.

Este cambio de postura también fue recibido con beneplácito por el congresista demócrata Luis Gutiérrez, quien explicó en un comunicado que lo que desea el presidente es que se acabe con el pensamiento de que los republicanos se oponen a todo lo que Obama propone y que “se haga como ellos quieren, pero que se haga”.


“Hay muchos republicanos que sí quieren aprobar una reforma, pero deben trabajar con los demócratas…mientras permitamos a las personas estar en un lugar seguro, disminuyan las deportaciones y se reestablezca un sistema legal de inmigración, nosotros podremos trabajar con ellos. Eso me da esperanzas”, dijo Gutiérrez.

lunes, 7 de octubre de 2013

Gobierno EEUU inicia semana bajo cierre administrativo

 Tomado de 90 grados  

Inicia segunda semana de cierre de gobierno en EEUU sin visos de solución
Nueva York- Este lunes inició la segunda semana del cierre de gobierno en Estados Unidos sin que exista hasta el momento una pronta solución.
Esto, debido a que los republicanos en la Cámara de Representantes y en la Casa Blanca permanecen sin ceder en sus posturas para llegar a un acuerdo que termine con la actual crisis en el país.
Y es que, según los expertos en la materia, señalan que a pesar de que es muy temprano para conocer exactamente el costo de la crisis, la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca indicó que el monto de la primera semana rondaría los $2,100 millones de dólares, con base en el costo que tuvo el último cierre de gobierno registrado hace 17 años.
Bajo tal esquema, se prevé que los congresistas discutirán este lunes un nuevo proyecto de presupuesto con el objetivo de destrabar la situación que afecta la economía de Estados Unidos. 

viernes, 26 de julio de 2013

Support for immigration bill would help Peter King in '16

Tomado de Newsday 

Peter Thomas King is the U.S. Representative for New York's 2nd congressional district, serving since 1993. He is a member of the Republican Party and represents the central Long Island district that includes parts of Nassau and Suffolk counties

Just as the nation's population is shifting, so is Long Island's. About 20 percent of residents in King's congressional district are Latino, for a total of about 144,000, according to census figures. That's up dramatically from the roughly 45,000 Latinos in the previous configuration of his district, drawn after the 2000 census.

·       On Long Island, immigrants are 22 percent of small-business owners and hold thousands of essential agricultural jobs that, without reform, could go unfilled.


By HECTOR FIGUEROA

If Rep. Peter King (R-Seaford) is truly considering a presidential run in 2016, as he indicated last week, his first national test may be the immigration bill currently before the House of Representatives.

The Senate passed a comprehensive immigration reform bill last month that included an attainable, earned path to citizenship; family reunification measures; strong worker protections; and increased border security measures. The bill is a model of bipartisan compromise that stood the test of scrutiny, heated debate and challenging amendments. But passage is far from certain in the House. So far, the House leadership has not brought the bill to the floor, despite support for comprehensive reform from moderate Republicans and Democrats.

King has an admirable record of protecting the interests of New Yorkers and Long Island residents. His strong stance in helping us recover from superstorm Sandy, for example, had a huge impact by bringing millions of dollars of federal aid to the region.

Now, the lives of 11 million immigrants living in the country without proper documentation hang in the balance.

It's no secret that the Latino vote played a significant role in President Barack Obama's victory in 2012. Latinos supported Obama over Mitt Romney by about 72 percent to 27 percent, according to the Pew Hispanic Center. That was the biggest share of Hispanic voters for a Democrat since 1996, when President Bill Clinton won 72 percent of the Latino vote.

And the importance of passing commonsense immigration reform is not just political spin coming from Democrats and reform supporters. As Republican strategist Karl Rove put it in a Wall Street Journal opinion piece last month, "Immigration reform is now a gateway issue: Many Hispanics won't be open to Republicans until it is resolved."

Just as the nation's population is shifting, so is Long Island's. About 20 percent of residents in King's congressional district are Latino, for a total of about 144,000, according to census figures. That's up dramatically from the roughly 45,000 Latinos in the previous configuration of his district, drawn after the 2000 census.

Long Island residents as a whole are also looking for immigration reform that includes a path to citizenship. A June poll by Harstad Strategic Research showed 80 percent of Long Island voters somewhat or strongly support the Senate's version of the immigration bill.

Our union's support for this bill is not only a moral commitment, as we watch families torn apart every day by deportations, but a practical one as well. Contrary to misinformation that immigration restrictionists have spread, immigrants actually help the economy grow for everyone. On Long Island, immigrants are 22 percent of small-business owners and hold thousands of essential agricultural jobs that, without reform, could go unfilled. And nationally, a recent Congressional Budget Office report outlined the potential positive economic impact of the reform bill passed in the Senate, showing a reduction in the federal deficit by $197 billion over the next 10 years.

Many of us recently have been heartened by King's willingness to listen to the voices of long-time and new residents in his district. This included his statement at a recent forum organized by the NAACP and the Long Island Civic Engagement Table that, under certain conditions, he would support comprehensive reform with a path to citizenship. We hope that he continues to hear our voices and uses his senior position in the House to pass an immigration bill that includes an achievable path to citizenship.

King may find that continuing this openness will not only benefit the lives of immigrants and U.S. citizens, but may also open more doors nationally for him.

Hector Figueroa is president of 32BJ Service Employees International Union, the largest property services union in the country with 145,000 members.

jueves, 11 de julio de 2013

Republicanos en Casa de Representantes sin apuros para discutir Reforma Migratoria

Tomado de La Voz de América
Republicanos piden tiempo e inmigrantes reforma

Los demócratas liderados por el presidente Obama respaldan el proyecto de ley que aprobó el Senado, pero los republicanos piden tiempo para llegar a solución viable y a largo plazo.
Por Mitzi Macías

El debate por la reforma migratoria volvió a tomar fuerza en el Congreso, pero esta vez con todas las miradas están puestas en los republicanos de la Cámara de Representantes.

Mientras los republicanos se reunían a puertas cerradas, decenas de inmigrantes, activistas y políticos participaban en una marcha donde a dura voz y grandes pancartas recordaban la urgencia de aprobar una reforma migratoria. 

Asimismo el congresista republicano Mario Díaz Balart, destacó que se han logrado progresos en la reforma migratoria, pero que esta reunión será la primera de muchas más hasta lograr un consenso en cuanto a la seguridad en las fronteras y donde no se repitan los errores de la amnistía de 1986.

Activistas con congresistas

Ellos aseguran que una ley integral con camino a la ciudadanía no solo impactará  las vidas de millones de inmigrantes indocumentados, sino también el futuro político y la suerte del partido republicano.

La jornada empezó con visitas a las oficinas de los congresistas republicanos. Activistas de Casa en Acción organizados en grupos visitaron a un total de 234 legisladores para entregarles un reporte donde se refleja el respaldo a la reforma migratoria por parte de los votantes republicanos de diferentes estados del país.

La directora de inmigración del Consejo Nacional de La Raza dijo a la Voz de América que la reforma migratoria “no ha muerto” que sí hay un largo camino por recorrer, pero que se debe seguir luchando para lograr su aprobación.

Seguridad fronteriza

Por su parte los republicanos salieron al frente y dejaron muy claro que a ellos lo que más les preocupa es la seguridad fronteriza y mientras no se llegue a un consenso dentro de su bancada, el proyecto de ley no llegará a conferencia.

“Le pedimos al presidente (Obama) que envíe una resolución para reforzar la seguridad en la frontera con el dinero que ya se tiene dentro del presupuesto y después podremos retomar el tema de la reforma migratoria”, declaró el representante republicano Steve King.

Paso a paso

Por su parte en una declaración conjunta el presidente del comité judicial de la Cámara de Representantes, Bob Goodlatte señaló que abordarán la reforma migratoria “paso a paso y sin correr” en referencia a la manera en que se aprobó el proyecto de ley en el Senado.

De igual manera el miembro de la junta del condado de Arlington, el demócrata Walter Tejada habló con la Voz de América y advirtió que si los republicanos no apoyan una reforma migratoria deberán enfrentar las consecuencias políticas en las próximas elecciones de medio término.
 

domingo, 7 de julio de 2013

LOS 5 REPRESENTANTES ACERRIMOS OPONENTES DE LA REFORMA MIGRATORIA EN LA CAMARA BAJA

Agencias Noticiosas

 REFORMA: CÁMARA BAJA, LA HORA DE LA vERDAD

Representantes Lamar Smith (Texas), Steve King (Iowa), Louie Gohmert (Texas), Trey Gowdy (Carolina del sur) y Bob Goodlatte (Virginia) se oponen  la reforma migratoria y su influencia será clave en el destino de la ansiada ley.

Son conservadores de pura cepa, no necesitan el voto hispano y se oponen tajantemente a la naturalización de los inmigrantes sin papeles. De ellos podría depender la aprobación de una reforma a las leyes de inmigración.

La batalla en el Senado ganada por los partidarios de una reforma a las leyes de inmigración fue apenas una escaramuza preliminar. La suerte del proyecto se decidirá en la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos y donde cinco legisladores de ese partido asoman como figuras que desempeñarán un papel clave en el contenido final de una iniciativa que busca regularizar el status de unas 11 millones de personas que se encuentran en el país ilegalmente.

Se trata de cinco representantes de peso (ver fotos a continuación en orden de mención) -- Lamar Smith (Texas), Steve King (Iowa), Louie Gohmert (Texas), Trey Gowdy (Carolina del sur) y Bob Goodlatte (Virginia) - "que se han quedado anclados anteriormente", según Marielena Hincapié, directora del Centro Nacional de Derecho Migratorio.

Le dan prioridad a la seguridad de la frontera con México y no quieren saber nada con el proyecto del Senado, que contempla la posibilidad de que los inmigrantes sin papeles obtengan la ciudadanía.

Todos integran la Comisión de Asuntos Jurídicos, que se encarga de los temas de inmigración en la Cámara y que ya ha aprobado varios proyectos de ley que dificultan la vida de inmigrantes sin autorización. Considerando que la mayoría de sus distritos no tiene actualmente una cantidad significativa de votantes hispanos, muchos se preguntan si estos congresistas se sienten inmunes a las consecuencias electorales que podría tener una oposición a la reforma, un elemento que ha hecho que muchos correligionarios reconsideren sus posturas.

"Representan sólo cinco votos de 435 voces en la cámara, pero la retórica y las señales que envían son muy importantes", expresó Matt Barreto, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Washington, en Seattle, y uno de los fundadores de la encuestadora Latino Decisions. "Representan a un sector muy conservador del tema migratorio que no está en la misma línea que la opinión general. La mayoría de la opinión pública estadounidense está a favor de conceder un camino a legalización, a la naturalización de inmigrantes".

"La verdad es que juegan un papel importante. Goodlatte es el presidente de la comisión (de Asuntos Jurídicos) y Gowdy del subcomité en inmigración; y el resto importa debido a las posiciones en inmigración que han tomado durante varios años", opinó la activista Hincapié en una reciente entrevista con The Associated Press.

"Ya estamos en una segunda fase de la reforma, pero los cuatro proyectos de ley aprobados en esta comisión nos preocupan muchísimo porque demuestran que estos cinco congresistas, y posiblemente otros, se han quedado estancados anteriormente", agregó.

Uno de los proyectos establece un sistema que obliga a todos los patrones a verificar el estatus migratorio de sus empleados, mientras que otro ofrece un nuevo programa temporal de trabajadores agrícolas. Un tercer proyecto tipifica como delito federal estar en el país sin permiso legal, cuando actualmente es una infracción del fuero civil, y otorga funciones migratorias a policías locales y estatales. El último aumenta las tarjetas de residencia permanente para inmigrantes con educación en ciencia y tecnología.

Ninguna de las cuatro medidas aprobadas por la comisión permite a los inmigrantes sin papeles legalizar su estatus, mucho menos obtener la ciudadanía, aspecto este que surge como uno de los grandes elementos de discordia en todo este proceso.

El presidente de la Cámara, John Boehner, ha anticipado que el proyecto del Senado no será debatido y que la cámara baja lo abordará a su manera, aunque todavía no ha expresado cómo será. Por ahora este cuerpo ha lidiado con la reforma a través de estas iniciativas individuales, aunque también podría debatir un proyecto amplio que elabora desde 2009 un grupo bipartidista de representantes, que aún no ha sido presentado.

Smith, representantes de Texas y uno de los principales referentes de los opositores a una reforma amplia, sostiene que la iniciativa aprobada por el Senado no refuerza lo suficiente la seguridad de la frontera con México y pone los intereses de inmigrantes sin papeles por encima de los que llegaron a Estados Unidos legalmente.

Insiste en que legalizar a extranjeros sin autorización antes de garantizar la seguridad de la frontera es un grave error.

"Eso sólo aumentará la inmigración ilegal", dijo el congresista a The Associated Press en declaraciones enviadas por correo electrónico. "La cámara ha tomado una mejor perspectiva al aprobar proyectos de ley individuales, por partes. La Comisión de Asuntos Jurídicos ha aprobado cuatro proyectos de ley que hacen que nuestro sistema de inmigración sea más fuerte e inteligente".

En el distrito 21 de Texas que representa Smith, la población hispana es el 27%, según el censo de 2010. A pesar de ello, Smith representa un distrito muy republicano y poco competitivo electoralmente, opinó el especialista Barreto, uno de los fundadores de la encuestadora Latino Decisions.

A diferencia de los senadores, que son elegidos por un período de seis años y representan a los estados, las elecciones para representantes se realizan cada dos años y estos legisladores representan a distritos específicos.

Expertos y activistas consultados por The Associated Press mencionaron estas elecciones bianuales como uno de los motivos que ayudan a explicar por qué algunos de los representantes republicanos se oponen a la reforma migratoria.

En muchos casos, dijeron, los contrincantes en los distritos son republicanos cuyas posiciones políticas están aún más a la derecha que la de los propios legisladores que buscan ser reelegidos y esto hace que su discurso deba también girar hacia el lado conservador. En la gran mayoría de esos distritos, además, no existe una población hispana importante y por ello no se sienten presionados a apoyar una reforma a las leyes de inmigración.

"Uno de los factores que está afectando a estos republicanos es que están más preocupados por un contrincante de la derecha que uno que sea demócrata" para mantener su puesto, explicó Frank Sharry, director ejecutivo de la organización America's Voice, que lucha a favor de una reforma.

Estos intereses a corto plazo de los representantes chocan con un interés a más largo plazo del Partido Republicano de alcanzar la Casa Blanca, dijo Sharry.

"A menos que puedan conseguir un porcentaje mayor de votantes latinos (en las elecciones presidenciales) será imposible para ellos ganar la Casa Blanca", advirtió el activista.

En los comicios presidenciales de noviembre de 2012, Obama consiguió su reelección con el 71% del voto latino. El candidato republicano Mitt Romney acaparó apenas el 27% del voto de esa comunidad.

A partir de ese momento, el Partido Republicano se replanteó su estrategia de acercamiento a los latinos con miras de conseguir un mayor respaldo en la votación de 2016 y muchos de sus miembros se han manifestado en favor de la reforma migratoria y han destacado los beneficios que pudiera llevar a la economía.

Sharry resaltó que si los congresistas republicanos no apoyan la reforma, el apoyo hispano a los demócratas podría ser del 90% en las próximas elecciones presidenciales. Si votaran en favor de la iniciativa de inmigración, en cambio, podrían recibir crédito y esto haría que el voto hispano para los demócratas bajara a un 60%, dijo.

Gohmert, otro representante de Texas, dijo que se debe demostrar a los hispanos que el Partido Republicano es el "partido honesto" y que no intenta comprar su voto de los latinos apoyando la naturalización de inmigrantes sin papeles.

"A pesar de que hay un mayor porcentaje de hispanos que votan por candidatos demócratas... realmente creo que tenemos más posibilidades de que voten por los republicanos si les demostramos que no se trata de complacerlos", dijo Gohmert a The Associated Press.

El congresista, cuyo distrito es 15,5% hispano, ha votado en contra de los cuatro proyectos de ley de la comisión porque considera que mientras no se refuerce la frontera con México, no se debería hablar de ningún otro tema. Destacó que hay islamistas radicales que adoptan apellidos latinos o una identidad mexicana antes de cruzar la frontera.

King - el legislador de Iowa - reforzaría la frontera colocando una valla en las zonas donde más inmigrantes cruzan y después la expandiría desde allí, explicó. Sin embargo, para King es "contraproducente" hablar de una reforma a las leyes de inmigración porque, según él, Obama y la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, no "se toman el tema en serio" y no cumplirán con las provisiones de seguridad de las que hablan.

"Creo que ahora no tenemos que hacer nada en la cámara baja, porque Harry Reid (líder de la mayoría demócrata del Senado) no aceptará nada que incluya seguridad fronteriza a menos que se le agregue lo de otorgar la ciudadanía estadounidense, de alguna forma. Eso significa que el presidente no va a ver en su mesa un proyecto de ley que hace lo que se debe hacer", dijo el congresista a The Associated Press.

Si bien expertos y activistas coinciden al momento de identificar a los más acérrimos opositores de la reforma, la mayoría considera que la atención y la presión debería estar más bien en los congresistas cuyas posiciones aún no están claras y que sí pueden apoyar la reforma.

"El asunto en la Cámara no tiene que ser sobre el congresista King o algunos otros que se oponen a la ley, sino sobre los legisladores que están trabajando juntos para que la reforma migratoria avance, porque al final del día esos legisladores que son los que más se oponen a la reforma migratoria, no van a prohibir la aprobación del proyecto. Lo que va a permitir que se apruebe es que demócratas y republicanos trabajen juntos, como sucedió en el Senado", aseguró Jason Maczak, director de la Iniciativa de Integración Hispana e Inmigración de la Sociedad de las Américas.

Goodlatte, presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, es tal vez el menos intransigente del grupo. "Habla como si estuviera abierto a la reforma, pero los únicos proyectos que han pasado por su comité no tienen nada que ver con una legalización con camino a la ciudadanía. Entonces no sabemos a qué lado de su boca creerle", dijo Sharry, de America's Voice.

El congresista dejó claro a The Associated Press que la cámara no aceptará el proyecto de ley del Senado, pero que su intención no es frenar la reforma migratoria.

"Lo que queremos es hacerlo bien", dijo Goodlatte, quien se mantuvo abierto a que se resuelvan las diferencias con el proyecto del Senado en un futuro.

El legislador, cuyo distrito en Virginia cuenta con un 4,3% de población hispana, habló a favor de otorgar un camino a la legalización de inmigrantes sin papeles, pero no un camino a la naturalización.

La presión sobre los congresistas republicanos no sólo provendrá de activistas y organizaciones pro inmigrantes. Desde el sector conservador, algunos grupos que alientan la reforma alegando beneficios económicos también planean proseguir con sus visitas a los legisladores y al personal de sus despachos.

Al Cárdenas, presidente de la Unión Conservadora Estadounidense (conocida como ACU por su nombre en inglés) vaticinó que "lo más difícil" será el aspecto relacionado con el camino a la ciudadanía para los inmigrantes sin papeles.

"Los conservadores hubieran aceptado y apoyado más fácil el proyecto si se hubiera aprobado (en el Senado) un permiso de trabajo (para los inmigrantes sin papeles), pero no se hubiera dado el paso de la ciudadanía", explicó el dirigente conservador, tras indicar que los reclamos que tenía su sector por una mayor seguridad fronteriza ya fueron incluidos en la iniciativa de la Cámara Alta.

Las estrategias de los activistas para conseguir la aprobación de la reforma varían. Algunas van a enfocarse en un puñado de legisladores que representan distritos llamados "violeta" (que no son demócratas ni republicanos), otras en los líderes republicanos como el presidente de la Cámara, Boehner.

"La estrategia es enfocarse en los legisladores que podemos mover", aseguró a The Associated Press Kica Matos, portavoz del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa. La activista dijo que la campaña se concentrará en aquellos congresistas que prestan atención a la reforma sólo porque la población de su distrito está cambiando y temen que si no respaldan la iniciativa pueden perder su escaño en la próxima contienda legislativa.

Entre los legisladores que recibirán la presión de los activistas figuran, además de Boehner, Eric Cantor, de Virginia; Gregory Walden, de Oregon; Darrel Issa, de California; Daniel Webster de Florida; Mike Coffman, de Colorado, y Peter Roskam de Illinois.

Gowdy, el representante de Carolina del Sur, dijo a The Associated Press que el debate sobre legalización y naturalización está presente en la Cámara y que él quiere hablar del tema. Sin embargo, empezar una reforma migratoria ofreciendo la ciudadanía estadounidense "no es inteligente", dijo.

La ciudadanía, además, no es un tema tan clave, agregó.

"Si alguien no quiere ser un ciudadano de Estados Unidos, pero quiere trabajar aquí legalmente, ¿por qué forzarle a convertirse en ciudadano?", preguntó el congresista.

lunes, 1 de julio de 2013

Gremiales empresariales presionan a Cámara Baja para que apruebe Reforma Migratoria

Tomado de The Wall Street Journal  

Trabajadores en Georgia en 2011, año en que los agricultores del estado calculan que perdieron US$140 millones en cultivos que se pudrieron por la falta de mano de obra.

El empresariado presiona a la Cámara de Representantes de EE.UU. para que apruebe la reforma inmigratoria

Por JONATHAN HOUSE
WASHINGTON—Las empresas lograron una victoria con el proyecto de ley de inmigración del Senado de Estados Unidos mediante medidas que aumentan el acceso a los trabajadores extranjeros. Ahora, buscan proteger esas estipulaciones conforme enfrentan una pelea más ardua en la Cámara de Representantes.
La presión política comenzó incluso antes de que el Senado aprobara el jueves el amplio proyecto de reforma inmigratoria. Empresas en los sectores agrario, fabril, tecnológico y otros aseguran que necesitan leyes que alivien la escasez de trabajadores que está frenando su crecimiento y las economías locales.
Trabajadores en Georgia en 2011, año en que los agricultores del estado calculan que perdieron US$140 millones en cultivos que se pudrieron por la falta de mano de obra.
"Lo que nos está costando trabajo es convencer a los legisladores de que no existe una fila de personas esperando fuera de nuestras oficinas", apunta Jay Reed, director de la sucursal de Alabama de Constructores y Contratistas Asociados. "Los trabajadores tienen que venir de algún lugar".
Grupos religiosos y activistas que apoyan a indocumentados y la inmigración en general, así como líderes del Partido Republicano que consideran que su partido debe crear lazos con los votantes latinos, también están presionando a los legisladores de la cámara baja a actuar.
De todos modos, se trata de una batalla cuesta arriba, pese al amplio margen de 68 a 32 votos conseguido en el Senado. Los senadores a menudo sienten presión de un electorado diverso y a nivel estatal. En contraste, la mayoría de los republicanos de la cámara baja representan distritos que son conservadores casi de manera uniforme y que se oponen firmemente a la propuesta del Senado, que ofrece una vía a la ciudadanía para muchas personas que están en el país sin documentos.
"La gente que influye sobre mi decisión en este tema son las personas que votan por mí", manifestó el viernes el representante republicano Tom Cole, de Oklahoma. "No están convencidos de que el proyecto de ley del Senado sea la respuesta correcta. Si no cambias la opinión en el país, no puedes cambiar la opinión en el Capitolio".
El representante republicano Matt Salmon, de Arizona, anticipó que los miembros de su partido en la cámara baja no aceptarían la solicitud de grupos empresariales de ampliar los programas de trabajadores temporales si incluye un camino a la legalización para inmigrantes indocumentados.
"Ese es un puente demasiado lejano… Es un gran imposible", expresó Salmon.
Sin embargo, los demócratas seguramente rechazarán cualquier paquete final que excluya un plan para legalizar a muchos inmigrantes sin documentos.
El senador republicano John McCain, de Arizona, uno de los principales proponentes del proyecto de ley del Senado, afirmó que la mejor forma de superar la resistencia de la Cámara de Representantes es que las empresas y otros grupos de la coalición que apoya la propuesta se movilicen y presionen a los republicanos de la cámara baja.
"Las empresas, la Iglesia Católica, los evangélicos, se van a tener que movilizar", apuntó.
EE.UU. tiene casi tres millones de plazas vacantes, según datos del Departamento de Trabajo, lo que refleja la dificultad que tienen muchos empleadores para encontrar trabajadores para ciertos puestos a pesar del nivel de desempleo relativamente alto de 7,6% a nivel nacional el mes pasado.
En cuanto a las empresas, la presión política comenzó con campañas por la Cámara de Comercio de EE.UU., la asociación de presidentes ejecutivos Business Roundtable y otros importantes grupos para asegurar el apoyo en el Senado. La siguiente etapa probablemente reunirá a empresas más pequeñas, con el objetivo de comunicar inquietudes locales cuando hablen con legisladores.
La Asociación de Agricultores de Frutas y Verduras de Georgia calcula que US$140 millones de cebollas, sandías, pepinos y otros cultivos fueron abandonados a pudrirse en 2011 tras aprobarse restrictivas leyes de inmigración en el estado. Georgia es uno de varios estados que en los últimos años han tomado medidas duras contra los trabajadores indocumentados, lo que según algunas empresas intensifican las necesidades laborales.
El grupo está haciendo lobby por una ampliación de programas de trabajadores invitados, que crearían una mayor fuente de empleados con documentos que los agricultores podrían contratar.
Billy Lawless, dueño de restaurantes de Chicago y miembro fundador de la Coalición de Inmigración Empresarial de Illinois, calcula que casi un tercio de los trabajadores en restaurantes en la zona de Chicago son indocumentados. Los propietarios buscan un sistema que les permita contratar a estos trabajadores legalmente.
"La mayoría de los trabajadores documentados no están dispuestos a lavar platos, o limpiar mesas", explica. "Por mucho tiempo, se ignoró este tema".
Reed, del grupo de construcción de Alabama, hace poco lideró una delegación de unos 20 constructores para presionar a los senadores y los cinco representantes de la cámara baja sobre la inmigración. Entre sus objetivos: aumentar las visas de trabajadores invitados para el sector de construcción más allá de las 15.000 anuales estipuladas en el proyecto de ley del Senado.
"Esa cifra no serviría a Alabama y Georgia juntas en este momento", sostiene Allen Harris, presidente de Bailey-Harris Construction Co. y miembro del grupo que está visitando a los congresistas.
Algunos representantes republicanos como Jack Kingston, de Georgia, están abiertos a reformar el programa de trabajadores invitados, pero se oponen a ofrecer residencia legal a personas que ingresaron sin documentos. Kingston dijo que a él y sus electores les preocupaba que los inmigrantes se convirtieran en una carga para los programas de prestaciones sociales del estado.
"Se puede convertir a trabajadores buenos en gente que no quiere trabajar más", afirmó Kingston.
—Janet Hook contribuyó a este artículo.