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domingo, 13 de abril de 2014

Gigantesco incendio en Valparaíso, Chile

Tomado de La Tercera

Valparaíso: decretan estado de excepción tras incendio que ha consumido cerca de 100 casas

Debido al siniestro, Onemi declaró Alerta Roja para la comuna. Según estimaciones preliminares, una persona habría resultado con lesiones.

El fuego que comenzó pasadas las 16.30, se inició en el camino La Pólvora. Bomberos y Conaf se encuentran en el lugar.

Por Génesis Moreno/ Francisca Montecinos 

Un incendio de grandes proporciones afecta a varios cerros de la comuna de Valparaíso. El siniestro comenzó como un incendio forestal, pero luego de algunas horas alcanzó las viviendas cercanas. Según informaciones preliminares, más de 500 casas han sido consumidas por el fuego. Además, los evacuados, indicó Onemi, son cerca de 5.000.

Cerca de las 22.00, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, informó que la Presidenta Bachlelet firmó un decreto para establecer estado de excepción para Valparaíso, lo que permite que las Fuerzas Armadas colaboren en la evacuación de los afectados. 
El alcalde de Valparaíso, Jorge Castro indicó que los cerros más afectados serían el Mariposa, cerro La Cruz y el Vergel. 
ALERTA ROJA
Previo a que el fuego alcanzara las casas, la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), decretó Alerta Roja para la comuna.
En el lugar se encuentra personal de Bomberos, que ha debido ser reforzado por las compañías de Viña del Mar y Quilpué. Asimismo, hay siete brigadas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) trabajando en terreno para controlar las llamas.
En tanto, algunos sectores de la región han presentado cortes de suministro eléctrico.


domingo, 15 de diciembre de 2013

Chilenos dan a Bachelet un segundo mandato presidencial con un amplio margen de votos

Tomado de The Wall Street Journal
Michelle Bachelet, después de depositar su voto el 15 de diciembre.

Michelle Bachelet gana las elecciones presidenciales en Chile

Por SARA SCHAEFER MUÑOZ
SANTIAGO, Chile – Michelle Bachelet barrió en las elecciones presidenciales del domingo, obteniendo un segundo mandato que le permitirá seguir su agenda centrada en lo social.
Bachelet, que gobernó Chile entre 2006 y 2010, obtuvo el 62,5% de los votos en la segunda ronda electoral contra la candidata de derecha Evelyn Matthei.
Matthei recibió 37,5% de los sufragios, un porcentaje más alto que el que le otorgaban las encuestas, lo que le dará a Bachelet menos capital político para desarrollar algunas de sus reformas más progresistas en educación y su propuesta de una nueva constitución.
Una sonriente Matthei concedió la victoria en una breve entrevista en la televisión nacional asegurando "Ya está claro. Ella ganó y la felicito".
Bachelet, de 62 años, adelantó políticas moderadas durante su primer mandato pero esta vez indicó que presionaría por una mayor intervención estatal en esta ocasión. Ha prometido apoyar la educación universitaria gratuita, acabar con los tecnicismos tributarios que usan algunas empresas y cerrar la brecha de ingresos del país. Ella despierta simpatía entre los votantes que se sienten abandonados en medio del crecimiento de Chile, el cual ha dado lugar a la construcción de rascacielos y centros comerciales en la capital, pero ha dejado varios focos de profunda pobreza.
Matthei, de 60 años, quien fue ministra de trabajo durante el mandato de del actual presidente Sebastián Piñera, hizo campaña bajo la promesa de mantener el impulso económico del país. Prometió generar 600.000 nuevos empleos, muchos de ellos para mujeres.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Una ampliamente favorita Bachelete votó tranquila esta mañana

Tomado de El Clarín
Bachelet, amplia favorita y "muy tranquila"

La ex presidenta socialista llevaba 30 puntos de ventaja en los sondeos, y la duda es si habrá segunda vuelta. Son nueve los candidatos presidenciales.

"Muy tranquila". Así se definió esta mañana Michelle Bachelet tras votar en las elecciones presidenciales en Chile. Con una enorme ventaja en la previa, la ex presidenta chilena asoma como gran favorita para los comicios, que se desarrollan con normalidad.

Bachelet votó en la comuna de La Reina, en Santiago, y luego anunció que esperará "muy tranquila" el resultado de la elección. Ya en el mismo colegio Teresiano Enrique de Ossó se notó su popularidad: con un vestido color fucsia opaco, Bachelet recibió el saludo de las autoridades de su mesa y también de varias de las restantes, que abandonaron sus puestos de fiscalización electoral para besarla y sacarse fotos con ella.

Tras dejar su voto, la ex mandataria saludó a todos los chilenos por la jornada cívica y evitó hacer comentarios acerca de si confía en que esta noche ya será la nueva presidenta o deberá aguardar a la segunda vuelta.

También ya votó la candidata de la derecha oficialista, Evelyn Matthei, quien afirmó que está segura que pasará a segunda vuelta.

"Estamos bien seguros de que vamos a pasar a segunda vuelta, pero en fin, al final, la única encuesta que vale es la de hoy día", dijo Matthei, tras votar muy temprano en el colegio Salvador Sanfuente en el centro de Santiago.

Matthei, de 60 años y ex ministra del Trabajo del gobierno del saliente Sebastián Piñera, figura segunda en las encuestas, con una intención de votos de 14%, a más de 30 puntos de diferencia de Bachelet a la que encuestadores le otorgaban cerca de un 47% de los votos. Para evitar la segunda vuelta, Bachelet debería sacar la mitad más uno de los votos de hoy.

Un total de 13,5 millones de ciudadanos están convocados a las urnas en las primeras elecciones presidenciales y parlamentarias de la historia del país en las que la inscripción en el censo es automática y el voto es voluntario.

En estos comicios se presentan nueve aspirantes presidenciales, 67 candidatos para ocupar la mitad del Senado, 470 aspirantes para renovar totalmente la Cámara de Diputados y 1.382 postulantes para 278 cargos de consejeros regionales. 

sábado, 16 de noviembre de 2013

Chile a elecciones este domingo: Bachelete inminente ganadora, su reto volver el progreso más equitativo

Tomado de esglobal

Michelle Bachelete junto a su entonces par salvadoreño Tony Saca y al Canciller Francisco Laínez

BACHELET, ¿LA SEÑORA DE LOS MILAGROS?

Las próximas elecciones en Chile encuentran a un país mayoritariamente desencantado con el progreso económico, pero hechizado por la ex presidenta y ahora de nuevo candidata Michelle Bachelet.

Hoy promete tres reformas para su próximo gobierno de cuatro años: una tributaria, una reforma educacional financiada por la anterior, y una a la Constitución, para democratizar un sistema electoral que da peso asimétrico a la tradicional minoría de derecha y bloquea la entrada de nuevos actores que no sean de las dos coaliciones tradicionales

 Por Ricardo Zisis

Las elecciones de este próximo domingo 17 en Chile no tienen ningún suspenso: ganará la centro-izquierdista Michelle Bachelet, y quizá incluso se corone presidenta ya en esta primera vuelta. El misterio está en qué sucederá en su próximo gobierno, el que enfrentará una ciudadanía muy distinta a la de su anterior gobierno (2006-2010).
Los comicios encuentran un Chile aún bajo la sombra de las gigantescas movilizaciones estudiantiles de 2011, y que se han prolongado a 2012 y 2013. Éstas desbordaron en una manifestación nacional de profundo descontento con el modelo económico y social que los gobiernos de centroizquierda (1990-2010) y derecha (2010-2014) heredaron de la dictadura de Pinochet, y que han administrado con cambios menores. Es rara la semana en estos últimos años en que no haya importantes movilizaciones que paralizan carreteras, obligan a suspender proyectos mineros, abortan la construcción de centrales eléctricas muy necesarias, reivindican mejoras salariales o tienen lugar en la zona indígena mapuche contra la ocupación de sus territorios hace 130 años. La propia realización de las elecciones de este domingo está amenazada por una larga huelga nacional de empleados municipales, que tienen una función clave en el proceso electoral.
Michelle Bachelet se enfrenta con una muy disminuida candidata de la derecha Evelyn Matthei, ex ministra del Gobierno actual de Sebastián Piñera, así como con otros siete candidatos, cuya diversidad y posturas de algún modo representan a un Chile insatisfecho con 24 años de gobierno de dos coaliciones que han estado de acuerdo en mantener las cosas básicamente igual.
Pero el país ha cambiado, y es visto globalmente como un modelo de progreso. En estos veintitrés años desde el retorno de la democracia, la tasa de crecimiento económico anual medio es de un 5,2%;  la pobreza se redujo de 38,6% de la población en 1990 a un 14,4% en 2011;  sus estudiantes universitarios pasaron de 245.000 en 1990 a 700.000 en la actualidad; mejoraron las condiciones de vivienda y en parte de atención sanitaria. Chile es calificado hoy por el Banco Mundial como un país de altos ingresos (21.300 dólares de ingreso per cápita de paridad de poder adquisitivo), goza de prácticamente pleno empleo y fue aceptado recientemente en el club de países ricos, la OCDE. Entonces, ¿qué pasa con estos chilenos que se quejan tanto?
La mala onda chilena tiene que ver en buena parte con la frustración de las expectativas que el propio ascenso social provoca, un ascenso aún frágil y que deja a las clases medias emergentes siempre a un paso de caer en la pobreza. A eso se agregan las consecuencias sociales de un modelo cuyo eje es un Estado subsidiario, que no se mete ahí donde los privados pueden hacer un buen negocio. La educación, pensiones, salud, carreteras, cárceles, energía, todo está total o parcialmente en manos privadas y con escasa regulación. En un país pequeño, la libre competencia ha engendrado oligopolios en casi todas la áreas: banca, retail, farmacias, electricidad, gasolineras, alimentos envasados, pollos y cerdos, bebidas y cervezas, y así sigue la larga lista. Existe un profundo rechazo a los abusos que esto engendra. La demanda más exigida por la población es la protección a los consumidores, con un 86% de menciones en un reciente estudio de opinión del Centro de Estudios Públicos, un think tank ligado a medios empresariales
En estos 24 años se han generado expectativas de país desarrollado, pero sólo los promedios como el ingreso per cápita se acercan a pellizcar tales alturas. Aún cuando los salarios han crecido fuertemente en los últimos años, un 50% de los trabajadores de Santiago gana menos de 600 dólares mensuales, el 80% menos de 1.600 dólares y el 90% menos de 2.000 dólares. El camino de progreso de las familias –hay amplio consenso– es la educación. Pero Chile tiene la educación más cara del mundo en relación a su ingreso per cápita, según la OCDE,  y ésta es financiada en un 85% por las familias y sólo un 15% por el Estado. Es archisabido que muchas de las universidades privadas tienen importantes ganancias, y aunque el lucro en las universidades está legalmente prohibido, por 20 años los gobiernos de centroizquierda miraron para otro lado. Las familias que se han endeudado para enviar por primera vez a uno o más de sus hijos a la universidad, constatan cuán difícil es que una educación cara pero mediocre les permita emplearse con sueldos suficientes para pagar las deudas adquiridas. La frustración de ese gran anhelo está detrás de las movilizaciones de 2011, que convocaron repetidamente a centenares de miles de personas,  y cuyas demandas han sido apoyadas por el 82% de la población. La movilización estudiantil ha sido, en realidad, una movilización nacional.
Y es que Chile es uno de los países más desiguales del mundo. Según una investigación de la Universidad de Chile, el 1% se lleva un tercio de los ingresos (32,8% del PIB versus un 21% en el muy desigual EE UU y un 10,4% en España);  el 0,1% se queda con un 19,9%; y el 0,01% –apenas 1.200 individuos– se apropia de un 11,5%  del PIB. Son las cifras más altas conocidas internacionalmente. El índice Gini (donde 0 es igualdad perfecta y 1 desigualdad total) de 0,52 es uno de los más altos en la desigual de América Latina;  pero esa misma investigación de la Universidad de Chile, más rigurosa, lo coloca ahora en un escalofriante 0,63, entre los más desiguales del mundo.
Cuando una encuesta de opinión conducida en 18 países latinoamericanos por Latinbarómetro pregunta si la distribución del ingreso es justa o muy justa en su país, los chilenos dan la respuesta positiva más baja, un 10%. Sin embargo, un 48% piensa que el país está progresando, sólo que de una forma que no es justa. De hecho, menos de la mitad de los chilenos apoya la economía de mercado, uno de los países que muestra menos entusiasmo en la región por este sistema.  
Ante esta molestia generalizada y desafección con la clase política, Michelle Bachelet aparece como un milagro. Su coalición tiene apenas un 20% de apoyo en las encuestas, pero ella obtiene un 61% de valoración positiva en plena campaña. Al finalizar su gobierno en 2010, su  popularidad era un asombroso 83%. Ella encarna para muchos la cara amable del Estado, preocupado por las personas. En su pasado gobierno, Bachelet fue pródiga en bonos asistencialistas e hizo una reforma provisional que puso un mínimo a las pensiones. Hoy promete tres reformas para su próximo gobierno de cuatro años: una tributaria, una reforma educacional financiada por la anterior, y una a la Constitución de Pinochet, para democratizar un sistema electoral que da peso asimétrico a la tradicional minoría de derecha y bloquea la entrada de nuevos actores que no sean de las dos coaliciones tradicionales. Estas reformas son graduales y moderadas, y si bien dan cuenta de las preocupaciones de la gente, lo hacen a un ritmo e intensidad que pueden probarse demasiado débiles frente a las expectativas creadas.
Los políticos de ambas coaliciones mayoritarias concuerdan en que Chile es más difícil de gobernar que antes. Por eso, Bachelet es también un milagro para la clase empresarial que, distanciándose de la candidatura de la derecha, ha recibido positivamente su programa y desdramatizado su supuesta radicalidad. El presidente de la organización que reúne a todos los gremios empresariales, Andrés Santa Cruz, afirmó: “Si me dijeran que aquí estamos frente a un programa que nos ha puesto nerviosos, que se nos va a caer el pelo, no, no hay nada más alejado de eso”. Mientras, el presidente de la Asociación de Bancos, Jorge Awad,  proclamaba: “Yo ya voté por [Bachelet] y ahora me voy a repetir el plato”. La candidata Matthei, de la derecha proempresarial, se ha quejado en estos días amargamente de que los recursos de los empresarios hayan ido a financiar desproporcionadamente la candidatura de la socialista.
En su programa y discursos, Bachelet repite insistentemente que ella y su coalición garantizan la gobernabilidad del país. Probablemente con este fin, ella ha incluido en su coalición al Partido Comunista, cuya dirección ya jugó un rol moderador en las movilizaciones estudiantiles de 2011 y 2012.
Es probable que con Bachelet el modelo chileno comience a dar lugar a un nuevo arreglo, donde el Estado juegue un rol mayor en disminuir las desigualdades, en garantizar nuevos derechos sociales y políticos, mientras el mercado sigue siendo el mecanismo económico fundamental y el que pone a su vez límites a la voracidad y torpeza del Estado.
La incógnita, entonces, no es quien será la próxima presidenta de Chile, sino si su segundo gobierno –con (casi) los mismos que gobernaron durante 20 años– podrá generar a tiempo esos cambios que cumplan las expectativas que tanto el progreso desigual del país, como las promesas y el ángel de Bachelet, han encendido en la gente.





Chile se reubica




El país se ha beneficiado fuertemente del auge de los precios de las commodities  – específicamente el del cobre– impulsado por el crecimiento de China. Hoy Asia representa la mitad de sus exportaciones. El gigante asiático, con un 24% del total, pesa en 2012 el doble que Estados Unidos en las exportaciones chilenas.
Eso se refleja en la política exterior. Chile fue en 2005 uno de los cuatro fundadores –junto con tres países asiáticos– del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica, antecesor del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, en sus siglas en inglés). El programa de la probable presidenta Michelle Bachelet plantea dudas sobre el TPP, pues éste por un lado despierta las sospechas de China –a la que excluye por ahora mientras sí incluye a EE UU– y por el otro podría implicar revisar tratados ya existentes, como el de libre comercio de Chile con América del Norte (Nafta).
El programa de Bachelet sostiene que “El eje de la política internacional del siglo XXI está en el Pacífico”, pero no muestra entusiasmo con la Alianza del Pacífico que incluye a México, Colombia y Perú, y que ha actuado como contrapeso promercado a las alianzas regionales animadas por Venezuela. Este programa afirma que “UNASUR [con fuerte influencia de las populistas Venezuela y Argentina] debe constituirse en un punto de confluencia de las iniciativas de integración de América del Sur”. Pero probablemente eso no pasará de ser una declaración de buenas intenciones, mientras la diplomacia chilena se seguirá concentrando en resolver los temas territoriales pendientes con Perú y Bolivia, en perseguir nuevos espacios comerciales con Asia, y en sostener las relaciones comerciales y de inversión con Estados Unidos y Europa. -Ricardo Zisis 

sábado, 14 de septiembre de 2013

EXITOSO MODELO ECONÓMICO CHILENO SOMETIDO A EVALUACIÓN

Tomado de esglobal


 CHILE EN REVISIÓN

Los desafíos del modelo de desarrollo chileno.

Por Santiago Pérez

Dentro de Latinoamérica, Chile siempre se diferenció por una estrategia diferenciada en lo que respecta a su política de integración comercial internacional. En Santiago prevaleció la visión global, dejando de lado compromisos excluyentes con bloques regionales. No es casualidad que los tres principales socios comerciales del país se encuentren fuera de la región. Chile mantiene acuerdos con naciones de lejanas geografías, algunas de ellas importantes potencias mundiales. El país cuenta con más de 25 tratados de libre comercio entre los que destacan los firmados con Estados Unidos, China, Japón y la Unión Europea. En los últimos años ha configurado junto a México, Colombia y Perú la “Alianza del Pacífico”, una asociación de países líderes en el comercio exterior latinoamericano. Sus miembros comparten no solo la similitud geográfica de descansar sobre las aguas del pacifico, sino que también promueven un modelo de desarrollo y una cosmovisión similar. Todo ellos observan la economía global no como una amenaza, sino como una oportunidad.
Chile es sistemáticamente citado como un caso de éxito dentro de los denominados países emergentes, situación que tiene su lógica. La chilena es la economía con mayor ingreso per cápita de América Latina, calculado tanto en términos nominales (15.410 dólares) como de paridad de poder de compra (18.419 dólares). Es también una de las más libres y competitivas a escala global, siendo integrante de la OCDE. La deuda pública chilena es la mejor calificada de la región y, al mismo tiempo, es el principal receptor y emisor de inversiones de América Latina. Desde el punto de vista político, se trata de una democracia estable, con un sistema alejado a de los centralizados personalismos que experimentan algunos de sus vecinos latinoamericanos. Desde la reinstauración de la democracia en 1990 han sido cinco los presidentes que han pasado por el Palacio de la Moneda dando continuidad a un ciclo institucional ordenado.
Si bien todos estos indicadores son resultado de una coherencia en la continuidad de políticas de estado, existen también cuentas pendientes. En los pasados tres años se registró en el país una intensificación en las movilizaciones ciudadanas, las cuales, dan cuenta de la existencia de una innegable problemática social.
Uno de los sectores más cuestionados y protagonista por excelencia de las demandas sociales es la educación, particularmente en lo que respecta a la enseñanza superior. El actual sistema educativo chileno fue heredado del gobierno de facto de Augusto Pinochet y, desde entonces, no ha experimentado modificaciones estructurales. Los reclamos se orientan, en líneas generales, hacia la ampliación de la puerta de entrada al sistema, solicitando más posibilidades a los jóvenes que desean ingresar. Se demanda una mayor participación del sector público y un incremento de la asistencia financiera estatal para garantizar la igualdad de oportunidades educativas. Si bien la Constitución contempla estos derechos, estos no siempre se cumplen en la realidad.
A pesar de las deficiencias que afronta el sector, si se ubica a Chile dentro del mapa regional se observará que el país goza de estándares cuanto menos aceptables. Según el Índice de Desarrollo Humano Educación de Naciones Unidas Chile se encuentra en el tercer puesto latinoamericano, solo superado por Argentina y Uruguay.
La economía también afronta dificultades. Si bien los grandes números macro son sobresalientes, si se realiza un análisis algo más detallado se observarán situaciones no tan satisfactorias. La distribución del ingreso no es precisamente equitativo. Según el coeficiente de GINI, el país se encuentra en el puesto número 141 del ránking global, ubicación que lo posiciona como uno de los 15 más desiguales del mundo. Un estudio de la Universidad de Chile basado en números del Servicio de Impuestos Internos revela que en lo que respecta a ingresos personales, la concentración es marcadamente elevada. El 1% más rico recibe el 30% del ingreso nacional, el PIB per cápita de ese 1% es 40 veces superior al del 81% de la población total y el 5% más rico percibe un ingreso 830 veces superior al del 5% más pobre. En la óptica de distintos analistas, la desigualdad económica de hoy es fruto de desigualdades de oportunidades del pasado. Realidad que terminó por restringir las posibilidades de movilidad social ascendente. En este contexto queda claro que las reformas del sistema educativo son una necesidad ineludible si se desea mejorar la distribución del ingreso a largo plazo. Desde el punto de vista económico, hay autores que adjudican esta concentración al protagonismo de las actividades extractivas dentro de la economía. El país es el primer productor mundial de cobre y conserva dentro de su territorio el 38% de las reservas globales de dicho mineral. Los minerales y sus derivados explican el 62% de las exportaciones.
De todas formas, y a pesar de las mencionadas desigualdades, los índices de pobreza e indigencia son reducidos. Chile es junto a Costa Rica una de las dos naciones latinoamericanas con una porción de la población por debajo de la línea de pobreza inferior al 20%. Este porcentaje se ha reducido sistemáticamente en el país desde mediados de los 80. En 1987 era del 45%, en 2009 de 15% y en 2013 del 11%. En la actualidad, la indigencia es de solo 2,8%.
El denominado conflicto mapuche requiere de un abordaje particular. El mencionado pueblo aborigen se encuentra en el sur de Chile y reclama para sí autonomía jurisdiccional, reconocimiento de identidad cultural y la recuperación de tierras ancestrales de las que fueron despojados. Se trata de una cuestión histórica que se remonta a los tiempos de la independencia y que se ha visto reanimada con el retorno de la democracia. Hasta ahora los gobiernos no han sabido o bien no se ha propuesto dar una resolución al conflicto. La acción estatal ha sido sistemáticamente denunciado desde distintos sectores. Se acusa al ejecutivo de criminalizar las protestas y no reconocer el asunto como un conflicto entre dos entidades (El Estado chileno y los mapuches), negando la existencia de la segunda parte. Una cuestión delicada y de complejo abordaje por la importancia económica de los territorios reclamados por los mapuches y por los antagónicos intereses en disputa. En los últimos dos años sectores estudiantiles se han solidarizado con esta comunidad tomando algunos de sus reclamos y llevándolos a nuevos ámbitos de la vida nacional.
Dentro de la multiplicidad de realidades existentes en la complejidad que hace a cualquier nación se observan en Chile grandes éxitos, y, al mismo tiempo, importantes desafíos. En noviembre de 2013 el país andino atravesará un proceso electoral en donde se elegirá un nuevo presidente. Michelle Bachelet, quien presidió el país hasta 2010, ya ha sido designada candidata y se perfila como favorita. Su plataforma electoral incluye medidas que buscan atacar directamente los problemas aquí expuestos. La ex primera mandataria se comprometió a impulsar una reforma educativa y, simultáneamente, cambios profundos en la estructura tributaria. Se buscará un incremento en los ingresos estatales para financiar justamente estas nuevas transferencias al sistema educativo. Un segundo objetivo del renovado diseño fiscal será mejorar la distribución del ingreso, solicitando un esfuerzo adicional a los sectores de mayor capacidad contributiva.
Según el Fondo Monetario Internacional, la economía chilena crecerá en 2013 un 4,9% y en 2014 un 4,6%. Rendimientos superiores en un punto y medio a los promedios regional y mundial. El nuevo gobierno recibirá un país en crecimiento que le permitirá, en caso de conseguir los consensos políticos necesarios, afrontar las reformas prometidas en campaña y demandadas por un representativo sector la ciudadanía. La historia reciente de Chile muestra una solida estabilidad institucional, por lo que difícilmente se verán cambios drásticos o radicales. No sería de extrañar que, de forma paulatina, se inicie un nuevo ciclo en el país andino. 

sábado, 27 de abril de 2013

Fallo de la demanda de Bolivia contra Chile podría abrir viejos litigios a nivel mundial


Agencias Noticias


PUERTO PRINCIPE, Haití (AP) Un eventual fallo de la Corte Internacional de Justicia que obligue a Chile a negociar con Bolivia una salida soberana al mar abrirá una caja de Pandora que permitiría por ejemplo a México revisar sus límites con Estados Unidos o a Francia replantear los propios con Alemania, opinó el presidente chileno Sebastián Piñera.

Durante una gira de poco más de 12 horas a Haití Piñera concedió una entrevista a The Associated Press en su avión presidencial, habló sobre la demanda con la que Bolivia espera que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) obligue a Chile a negociar "de buena fe" la centenaria demanda de obtener una salida al mar.

"En mi opinión la pretensión boliviana no tiene ningún fundamento de hecho ni de derecho y espero en consecuencia que la corte así lo determine porque, de lo contrario, efectivamente, estaríamos abriendo una caja de Pandora que no sabríamos los efectos que podría tener ni dónde podría terminar", expresó el gobernante.

"¿Se imagina usted qué pasaría en el mundo si los países en forma unilateral empezaran a revisar los límites que establecen los tratados? ¿Se imagina qué pasaría en el mapa de Europa, que Francia empezara a revisar los límites con Alemania, o Alemania con Polonia, o Polonia con Rusia? ¿Qué pasaría en Estados Unidos si México empezara a reivindicar sus tratados?", expresó.

En América Latina, países como Bolivia, Paraguay y México han perdido territorios en guerras, lo mismo que Perú, país que peleó contra Chile aliado con Bolivia.

La demanda ante la Corte, con sede en La Haya, fue presentada por Bolivia el miércoles. El viernes, el tribunal citó a ambos países para fijar a una reunión en la que se definirán los plazos y procedimientos a seguir.

El canciller de Bolivia, David Choquehuanca, en un comunicado leído en La Haya, explicó que "la demanda boliviana solicita a la Corte Internacional de Justicia falle y declare que Chile tiene la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y efectivo que le otorgue una salida plenamente soberana al océano Pacífico. Esta solicitud no se hace en virtud del Tratado de 1904".

"He estudiado y no conozco ningún caso que un país, en forma voluntaria, ceda su territorio, su mar, su soberanía y en este caso en particular, corresponde aún menos porque en el caso de Chile y Bolivia existe el Tratado de 1904, que fijó en forma meridianamente clara los límites, que fue válidamente celebrado y está plenamente vigente", declaró Piñera.

En el tratado aludido, firmado 20 años después del cese de las hostilidades entre los dos países, pasaron a ser territorio chileno unos 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa que pertenecieron a Bolivia, mientras Chile se obligó a perpetuidad entregar varias compensaciones al vecino país, entre ellas el libre tránsito por cualquier puerto chileno de las mercaderías de Bolivia, que actualmente alcanzan al 70% de las exportaciones de ese país.

Bolivia alega que ese tratado fue impuesto por la fuerza del vencedor, mientras Piñera afirma que el acuerdo fue propuesto por el vecino país en 1902, que presentó incluso un borrador a Chile.

"Fue un acuerdo y no fue impuesto como sostienen ellos, no está incumplido ni tampoco es injusto", dijo Piñera.

El abogado de derecho internacional público y catedrático de la Universidad de Londres, Robert Volterra, opina que la CIJ entreabrió la caja de Pandora con el fallo del 12 de noviembre del 2012 en que, pese a existir un tratado limítrofe entre Nicaragua y Colombia, el que consideró vigente, alteró drásticamente las fronteras marítimas. "Fue una decisión muy, muy débil", en este caso, declaró a la AP.

El fallo en cuestión alteró la frontera marítima entre ambos, y dio a Nicaragua "un espacio marítimo enorme", que antes estaba bajo soberanía colombiana, aunque el archipiélago de San Andrés siguió bajo jurisdicción de Colombia. El área entregada a Nicaragua es rica en recursos pesqueros y petroleros. El presidente José Manuel Santos desconoció el veredicto.

"Esto realmente fue una apertura de la caja de Pandora inicial de la Corte... y seis meses después, ¿qué pasó?: Un nuevo caso de un Estado que quiere negar o formalmente o sustantivamente un acuerdo fronterizo bilateral", agregó el experto internacional.

Volterra, que no está vinculado a los defensores de Chile en la CIJ, dijo que muchos expertos en derecho internacional público siguen criticando la decisión del tribunal en el caso Nicaragua-Colombia. Opina que Bolivia quiere aprovecharse de este dictamen.

Indicó que la acción de Bolivia "es un ejemplo de ambición territorial enorme (que) es muy riesgoso para la paz internacional. Como abogado internacional, estoy muy preocupado porque la corte tiene jueces muy inteligentes, y muchos otros que no son expertos en derecho internacional público, y hay políticos".

"Me preocupa que los jueces abran más esta caja de Pandora sin determinar las implicancias... (que pueden ser) que todas las fronteras que estaban negociadas, sean reabiertas, lo que es una desestabilización enorme" para el mundo", advirtió el catedrático.

El profesor Joseph Tulchin, de la Universidad de Harvard y conocedor de los asuntos latinoamericanos, dijo a la AP que Bolivia no basó su denuncia en el tratado de 1904 porque lo considera "inválido. No lo reconoce en lo absoluto", y opinó que sería bueno que ambos países dialogaran, ya sea en el marco del tribunal o en forma bilateral.

La CIJ puede acoger la demanda de Bolivia, declararse incompetente o Chile puede pedir su incompetencia. Esto último, dijo Piñera, "es algo que veremos hacia el futuro".

La demanda boliviana se presentó un par de meses antes de que la CIJ entregue su fallo sobre la demanda de Perú contra el Estado chileno. Lima desconoció en 2008 los límites marítimos en el norte chileno y sur peruano y pidió a la Corte que realice una nueva demarcación en el mar, pese a existir un tratado limítrofe de 1929.