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sábado, 1 de julio de 2017

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: MILLENNIALS

Este es el nombre que se da a una generación, la de aquellos nacidos, aproximadamente, en las dos últimas décadas del pasado siglo. Cada generación tiene sus características y sus valores, que, frecuentemente van más allá de ser una simple curiosidad, y trascienden y afectan en diferentes formas a la estructura social de una nación. Los millennials no son una excepción, por lo que quiero dedicar un espacio a analizar un poco cómo son, en que se diferencian de otras generaciones, y como ello puede afectar a la estructura social.

Las causas de estas características y valores frecuentemente están relacionadas con la aparición y uso de bienes de consumo que han revolucionado la forma de vivir de las personas, como sucedió con los que ahora forman la tercera edad con el automóvil y la televisión. En el caso de los millennials, es la tecnología de consumo la que determina en gran medida su forma de ser y de pensar. Me refiero a las computadoras, internet, smart phones y redes sociales. Esta generación nació sin todo esto, y en algún momento a lo largo de su niñez, adolescencia o juventud estas tecnologías aparecieron y ellos se ha integrado fácilmente a ellas. Prácticamente no existe millennial que no se haya integrado a ellas de alguna forma, independientemente de su condición social, y las utilizan literalmente para todo. Si las nuevas tecnologías desaparecieran, esta generación no sabría cómo sobrevivir.

Los millennials suelen ser más independientes y menos necesitados de la relación directa con otras personas. No necesitan la relación con gente del comercio tradicional porque compran mayormente online. No necesitan pasar tiempo con sus amistades porque sus amistades son online. No necesitan pasar tiempo con su familia porque la familia no es una prioridad, al contrario, es un estorbo para su independencia, y a esa edad, normalmente aún no se ha experimentado, o no se han dado cuenta, de que la familia es la que sigue ahí apoyando cuando otras cosas fracasan.

Los millennials suelen ser poco románticos y bastante prácticos. Separan completamente el amor de la relación sexual, de modo que son menos proclives a enamorarse y su necesidad sexual se ve satisfecha sin que el amor medie de por medio. Frecuentemente ni se enamoran, ni siquiera lo pretenden. Muchas veces la relación de pareja no es profunda, sino más bien una relación de interés sexual. Creen muy poco en el matrimonio, ni siquiera en la relación estable de pareja. Aun cuando se enamoran no buscan la trascendencia. La relación consiste en pasar un tiempo agradable juntos, dura lo que dura, y cuando se acaba, ya habrá otra.

Suelen ser más individualistas, egoístas y narcisistas, también poco comprometidos con causas sociales mientras no les afecten directamente a ellos. Suelen ser desconfiados, tanto de otras personas, como de afiliaciones políticas o religiosas. El acceso a la información que han tenido desde muy pronto les ha hecho aprender de ella lo que generaciones anteriores aprendían en carne propia antes de volverse desconfiados. Suelen tener un nivel educativo elevado, sin embargo, no necesariamente buscan que ello se traduzca en mayores ingresos. Priorizan la satisfacción con las condiciones laboral en las que están, a la remuneración económica.

Suelen ser comodones. Se dedican mucho a aquello que les gusta y nada o casi nada a tareas que no son de su agrado, como tareas domésticas, aun cuando sean necesarias. Por tanto, frecuentemente no pierden tiempo en cocinar o hacer limpieza, y el desorden de su espacio personal suele ser bastante característico. Por otro lado, suelen ser bastante francos y honestos, carentes de prejuicios, abiertos a otras ideas y tolerantes con aquello que es diferente a ellos.
Esto es simplemente una radiografía general de esta generación, sin pretender juzgar si es bueno o es malo. Puede que en algunas cosas sea peor, y en otras mejor. Simplemente es como es, y como tal debe asumirse sin pretender cambiar lo que no se puede cambiar. Somos las generaciones anteriores las que juzgamos, y lo hacemos con bastante subjetividad. Ellos, por el contrario, no juzgan. Viven la vida que quieren vivir y no pretenden cambiar la de los demás. Eso sí, acostumbrémonos desde ya a un descenso de la natalidad y renuncia al modelo tradicional de familia estructurada.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Consultas on line
Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.
 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.
Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

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Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

domingo, 21 de mayo de 2017

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA BALLENA AZUL

Supongo que a estas alturas la mayoría de los lectores ya ha oído o leído sobre el juego de la ballena azul, porque en las últimas semanas casi todos los medios de comunicación a nivel mundial han dedicado bastantes espacios al mismo. Para los no familiarizados, se trata de un juego promovido a través de internet que pretende capturar la atención de los adolescentes planteándoles cincuenta retos a lo largo de cincuenta días, uno por día, que deben cumplir y mostrar prueba de ello. Algunos de los retos son simples e intrascendentes; otros son dañinos, incluso espeluznantes; el último de ellos consiste simplemente en quitarse la vida arrojándose al vacío desde un piso alto o un precipicio.
A mí siempre me ha gustado salirme un poquito de convencionalismos, y buscar otros enfoques sobre los problemas que asaltan al ser humano. Y este caso no va a ser diferente, porque la mayoría de lo que se ha dicho o escrito sobre este tema va encaminado a alertar sobre la existencia de dicho juego, y a prevenir que nuestros adolescentes caigan en él, lo cual está muy bien, por supuesto, pero me parece un enfoque bastante limitado de la problemática.

En efecto, porque el problema real no es que exista un juego llamado “ballena azul” que incite a los adolescentes al suicidio; el problema real es que cada año millones de adolescentes en el mundo se plantean seriamente el suicidio como una solución a su vida. Por supuesto, la gran mayoría no llega a intentarlo, y de los que lo intentan, la gran mayoría no llega a conseguirlo. Pero el simple hecho de planteárselo seriamente indica que el riesgo existe.

Ciertamente la adolescencia es una etapa de retos, pero al mismo tiempo es una etapa de ausencia de criterios, por lo que los retos frecuentemente siguen criterios irracionales y absurdos, a veces ni siquiera siguen criterio alguno; simplemente impulsos, poniendo incluso en riesgo la propia vida, aun cuando no sea eso lo que se busque. Es también una etapa de tendencia a la desconexión de los padres, y de búsqueda de nuevos guías, nuevos líderes. E igualmente, la búsqueda de los mismos se hace sin criterios, porque no se tienen. Es también una etapa de necesidad de pertenencia al grupo, por lo que el temor a sentirse excluido es enorme.

Todo ello hace que frecuentemente la relación del adolescente con su familia sea complicada y tienda a resquebrajarse. Si ya previamente la comunicación entre padres e hijos no había sido la adecuada, o, como frecuentemente sucede, ni si quiera apenas había existido, el riesgo de desconexión con los padres es altísimo, con lo que los adolescentes quedan a la deriva en un mar lleno de peligros.

Todo ello lo saben muy bien los creadores del juego de la ballena azul, así como los líderes juveniles en general que tienden a arrastrar a los adolescentes a conductas negativas, antisociales y peligrosas; a veces por satisfacer el propio instinto antisocial del líder; a veces por beneficio económico, como en el caso de inducción a las drogas. El riesgo de suicidio de millones de adolescentes es anterior a la ballena azul, y ha ido en aumento año tras año. Ahora, el juego de la ballena azul está de actualidad, pero no hay ni más ni menos suicidios por ello; la ballena azul es simplemente un medio de moda para intentarlo. Dentro de poco tiempo la ballena azul habrá desaparecido, y los adolescentes en riesgo seguirán siendo los mismos, o incluso más si no ponemos atención adecuada a las verdaderas causas.
Tratan ahora de implementar un juego llamado “ballena rosa” proponiendo acciones positivas y tratando de contrarrestar a la ballena azul. No puede ser criticable una iniciativa que proponga valores positivos; sin embargo, como forma de acabar con la ballena azul no tiene mucho sentido. Quien se siente atraído por la ballena azul no va a sentirse atraído de repente por la ballena rosa, porque no son las propuestas de una u otra ballena las que ponen al adolescente ante el dilema, sino las complicadas circunstancias de los adolescentes en situación de riesgo. Y porque la ballena rosa no se identifica con dichas circunstancias. La ballena rosa debería ser la propia guía de los padres, y debería hacer sus propuestas día a día desde que el hijo es pequeño, de modo que cuando llegue a adolescente, las ballenas azules simplemente no existan.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.
 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.
Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

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Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 25 de marzo de 2017

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA NUEVA MODA PARA SER FELIZ


Se llama Hygge, y parece haber nacido en Dinamarca. Supongo que la mayoría de ustedes aun no habrán oído hablar de ella, y han de estar más que interesados en conocerla, porque pareciera que se trata de una de esas recetas mágicas que siempre andamos buscando para ser felices. En realidad, ya hemos probado antes otras recetas mágicas que terminan decepcionándonos porque son fugaces, proporcionan una aparente felicidad momentánea, y después ya no; quizás incluso problemas. Sin embargo seguimos buscando una nueva receta mágica.


Pues bien, aparentemente el hygge sí es una buena receta, pero funciona al revés; primero nos decepciona, y después, con el tiempo, vamos descubriendo que funciona. Para que la gente se anime a probarla sin decepción, y para que su efecto sea más rápido, la han convertido en moda; una nueva moda, y como tal moda, merece tener un nombre. Ya se sabe cómo somos los humanos; cuando algo está de moda lo buscamos y lo probamos, simplemente porque está de moda, por seguir la corriente y no quedarse fuera, independientemente de cualquier otro criterio o de cualquier análisis.

¿Y por qué nos decepciona al principio? Pues porque se trata de algo muy sencillo y que tenemos y hemos tenido siempre al alcance de la mano; y encima, no cuesta dinero, y además, pensamos que ni siquiera sirve para darle envidia a los demás. Y es que cada vez nos complicamos más la vida. Cada vez buscamos más la satisfacción en cosas sofisticadas, en cosas caras, en cosas que están lejos, en cosas que están fuera de nuestro alcance, y, además, nuestra sensación de felicidad se estimula bastante si conseguimos provocar la envidia de los demás, para lo cual las redes sociales se han convertido en vehículo perfecto. Y como mencionaba que estas experiencias son fugaces siempre pensamos que necesitamos dar otra vuelta de tuerca a la sofisticación para conseguir esa felicidad duradera.

Pero bueno, entonces, ¿De qué se trata eso del hygge? Pues ni más ni menos que de disfrutar de las cosas sencillas que tenemos a nuestro alcance, a nuestro alrededor. ¿Nada más? Yo diría que nada menos. ¿Y eso es una receta mágica? Es una gran receta, eso es seguro, pero no debería ser mágica; lo que pasa es que estamos tan acostumbrados a buscar recetas mágicas, que han tenido que disfrazarla de mágica para ver si así la descubrimos y la probamos. ¿Y realmente eso proporciona bienestar? Eso depende de usted. La felicidad no está en las cosas, sino en la capacidad de uno mismo para sentirla.

Lo que pasa es que estamos varias vueltas pasados de rosca, y buscar la felicidad en la sofisticación nos genera una presión, un estrés y una ansiedad que nos limitan o nos eliminan esa capacidad para sentirla, con lo que conseguimos el efecto contrario al que buscamos. Lo que esta “moda” nos está diciendo es que desenrosquemos un poco nuestra vida, que quitémonos toda esa presión, y aprendamos a apreciar todas esas cosas que no nos imponen ninguna presión. Para los adictos a los libros de autoayuda, hay ya libros sobe el hygge. Y si es usted de los que necesita que se lo diga un alto especialista en la materia, uno de esos libros se titula así, “Hygge”, escrito por Meik Wiking, director del Instituto de Investigación de la Felicidad en Copenhague.
¿Y cuáles son esas cosas sencillas que se pueden disfrutar? ¿Lo ve? El simple hecho de hacerse esa pregunta significa que está demasiado pasado de rosca. El amor y el cariño de los familiares, incluso del perro, la luz del sol en la mañana, el aroma de las plantas, la caricia de la brisa, el canto de los pájaros… Hay infinidad de cosas sencillas de las que poder disfrutar si uno se predispone a ello. Pero eso ha existido siempre… Pues sí, es lo que le digo; y usted ni se había dado cuenta. Y entonces, ¿Qué hago mi gran casa, mi carro deportivo, mi preciosa amante rubia, mi ropa de marca y mis palos de golf? Ahí vea usted. Liberarse de deudas es otra de las cosas que proporcionan bienestar. ¿Y qué van a decir los demás? ¿Lo ve? Son los demás quienes deciden su vida por usted. Ya es tiempo que la decida usted mismo. Eso también proporciona bienestar.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

domingo, 12 de febrero de 2017

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: MITOMANIA

El término puede despistar un poco. No; no tiene mucho que ver con mitología, sino con mentiras, aunque, como veremos después, sí hay alguna relación. En anteriores blogs he hablado de las interpretaciones que debemos darle a las mentiras en los niños. He hablado también de las verdades ficticias, que no dejan de ser mentiras, en las redes sociales; y en esta ocasión, de la mentira como enfermedad; sí como trastorno mental. Por supuesto, no significa esto que mentir sea enfermizo; de hecho, no existe persona en el mundo que no haya mentido nunca, sea por la razón que sea. La mayoría de personas mienten numerosas veces, sin que ello sea enfermizo, aunque tampoco significa que sea éticamente correcto.

¿Dónde está entonces la diferencia entre la mentira racional y la mentira enfermiza? Pues precisamente en eso, en su racionalidad. Es decir, normalmente se miente por una razón, que puede ser para evitar un castigo, para evitar una vergüenza, para ofrecer una imagen favorable, para obtener una ventaja material o económica, para dañar a otra persona por odio o celos, u otro tipo de motivos, que, independientemente de su ética, tienen una explicación, una razón de ser. Sin embargo, hay personas que mienten continuamente sin razón aparente; simplemente porque sí. Esto es la mitomanía, la mentira compulsiva, patológica o enfermiza.

Aunque hay casos que se detectan fácilmente porque cuentan como si fuera verdad historias fantásticas difíciles de creer, en la mayoría de los casos no es tan fácil detectarlos a primera vista, porque las mentiras suelen ser sobre situaciones absolutamente cotidianas, nada comprometidas, donde no tiene ningún sentido mentir. Por ello, cualquier persona con sentido común creerá la mentira si no es muy fantástica. Sin embargo las personas que viven o trabajan con el mitómano empiezan a descubrir por casualidad que lo que dijo el otro día no era cierto, y que lo que dice ahora se contradice con algo que dijo ayer, y así un día tras otro.

Frecuentemente no solo tienen esa compulsión a mentir, sino a exagerar las situaciones cotidianas, y a exagerar mucho más aún situaciones que van más allá de lo cotidiano, convirtiéndolas en mucho más alarmantes y trágicas de lo que son en realidad, y creando en su entorno sensación de alarma y angustia innecesariamente. Y en este punto, o cuando cuentan historias fantásticas, es donde encuentra sentido el término “mitomanía”, ya que “mito”, en griego, significa cuento o relato. Lo cierto es que, mentiras o exageraciones, no es raro que el mitómano prácticamente llegue a creerse sus historias, y cree su mundo fantástico paralelo.

¿Por qué lo hacen? No hay una explicación científica concreta, pero normalmente se asocia a bajos niveles de autoestima. Tal vez si dijesen la verdad no serían mal vistos por los demás, pero debido a su baja autoestima, ellos piensan que sí; de modo que mintiendo buscan la aprobación y aceptación de los demás sobre algo en que los demás ni siquiera son quienes para aprobar o desaprobar. O bien, con las exageraciones o historias fantásticas buscan el protagonismo, el foco de atención innecesariamente, lo que igualmente indica baja autoestima. Pero es una búsqueda de protagonismo o aprobación solamente inmediata. En el medio y largo plazo el efecto es el contrario, puesto que la gente, al descubrir la mentira, le va retirando su confianza, con lo que es difícil que construyan relaciones sólidas y duraderas.
¿Existe cura? Sí, el trastorno es curable, pero requiere de una gran colaboración por parte del propio paciente, y esto es lo más difícil, porque no será nada fácil que admita sus mentiras; sería como ver derrumbarse los castillos que ha construido en el aire, aunque que él ve en la tierra. Aún confrontándole y poniendo en evidencia sus mentiras, el mitómano tratará de evitar la conversación con excusas, o desviar la atención hacia otros temas. Y aún convenciéndole de que se someta a terapia, es común también de que mienta en la terapia, o mienta a los familiares sobre la terapia, lo que complica trabajar con ellos y llevan la terapia al fracaso. Conviene por ello que reciban la terapia junto con una persona cercana como testigo. Superando todos estos inconvenientes, una terapia de refuerzo de su autoestima y auto aceptación, así como el apoyo de su entorno, debería proporcionar buenos resultados.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 19 de noviembre de 2016

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: SUPERTRUMP

No me refiero al grupo musical, a caballo entre la década de los 70´s y los 80´s, llamado Supertramp, muchos lo recordarán; sino al personaje que el pasado 8 de noviembre ganó las elecciones a la presidencia del país más poderoso del mundo, y por tanto, del país más poderoso de El Salvador. Sí, ya sé; dicen que El Salvador tiene su soberanía; incluso lo dice la constitución, pero la cosa es si lo dice el presidente del país más poderoso de El Salvador. No es la primera vez que hablo de este personaje, y, muy probablemente, no será la última. De momento, lo que el futuro presidente del país más poderoso de El Salvador ha prometido es expulsar a entre dos y tres millones de indocumentados con problemas con la justicia norteamericana.

Supongo que la mayoría de ellos no son salvadoreños, pero supongo también que, entre la minoría, un grupo destacado lo forman salvadoreños. Y sí, ya sé, la mayoría de salvadoreños son honrados y van solo a trabajar para mantener a sus familias en El Salvador, como la mayoría de mexicanos y la mayoría de otros países latinos. Pero la minoría que causa problemas es suficientemente significativa como para que muchos norteamericanos tiendan a generalizar el problema a los inmigrantes en general, lo cual parece inaudito, tomando en cuenta que Estados Unidos es un país construido con y por inmigrantes (no siempre voluntariamente) como material de construcción, y, a la vez, como maestros de obra.

Lo que el señor Trump ha hecho en su campaña electoral es detectar y explotar esa sensación de inseguridad que ha ido creciendo durante años en gran parte de la sociedad norteamericana, y que permanecía subconsciente porque cualquier manifestación racista o xenófoba no es permitida en Estados Unidos, aunque al señor Trump sí le fue permitida sin penalización alguna. Ello ha dado pie a que gran parte de la sociedad se haya manifestado en el mismo sentido; no públicamente, claro, porque no todos tienen los privilegios del señor Trump, pero sí en secreto; en el secreto del voto, que ese es privilegio de todos.

La inseguridad de la que hablo tiene dos fuentes bien identificadas y muy diferentes entre sí. Una es la inseguridad por la amenaza terrorista, y apuntan claramente a la comunidad musulmana. Y es claro que una inmensa mayoría de esta comunidad son inmigrantes que buscan simplemente su oportunidad en el país de las oportunidades, y que no supone amenaza alguna, pero existen también argumentos para sospechar que una pequeña minoría de esa comunidad sí pueda suponer una amenaza, y, aunque para las autoridades pueda resultar más fácil identificarlos, para la sociedad no. Y sería bueno para todos que la mayoría de esa comunidad se manifestara abiertamente en contra de su propia minoría sospechosa, generaría confianza, pero eso es algo que no sucede.

La otra fuente de inseguridad, la que nos atañe a nosotros, apunta a la comunidad latina. Seguro que nosotros, como latinos, somos capaces de entender muy bien la inseguridad que se refiere a la comunidad musulmana, pero me temo que no tan fácilmente somos capaces de entender la que nos atañe a nosotros. ¿Por qué la inmigración latina genera inseguridad? Hace algún tiempo el señor Trump decía que somos traficantes de droga, criminales, violadores… y no sé cuántas cosas más. Lo decía de los mexicanos, pero sabemos que para los norteamericanos, del río Grande hacia el sur todos somos mexicanos.

Por supuesto que semejante afirmación es tan errónea y ofensiva como decir que todos los árabes son terroristas. Sin embargo, es claro también que tienen argumentos para sospechar que una pequeña minoría de la comunidad latina sí pueda suponer una amenaza en ese sentido. Argumentos hay de sobra. Veamos, en cuanto al tráfico de droga, desde los años 80 no hay más que ver de dónde viene, por dónde entra, y quienes la distribuyen para entender dicha amenaza. En cuanto a la criminalidad y las violaciones, naturalmente que la mayoría de latinos no son criminales ni violadores, pero ¿No habrá una minoría suficientemente significativa en situación de riesgo de cometer crimen o violación?
Pensemos un poco. Esa es una situación bastante habitual en nuestros países latinos, no lo vamos a negar; en ciertos niveles sociales demasiado habitual; casi forma parte de su subcultura. Y precisamente es de esos niveles sociales de donde proceden la mayoría de los inmigrantes indocumentados. Y emigran sin más que lo puesto, pero incluyendo su cultura, sus hábitos, y su, generalmente, escasa instrucción. Una vez en Estados Unidos, la brecha educativa, la barrera lingüística, y, sobre todo, la situación de ilegalidad que les obliga a vivir, en alguna medida, ocultos, les dificulta enormemente la posibilidad de entender que en el nuevo país las cosas son de una forma muy distinta, y adaptarse a la misma. Es un tema que da para mucho y hablaré más de él.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.
Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.
Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.
Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.