Tomado
de The Wall Street Journal
En
2010, 31% de los hispanos aptos para votar fueron a las urnas, frente a casi
49% de los blancos.
Decepciones políticas crean apatía entre los votantes latinos en EE.UU.
“…los grupos de defensa dicen que los hispanos han, en su mayoría,
descartado al Partido Republicano, debido a la retórica de muchos candidatos
que es percibida como antiinmigrante y el papel del partido en bloquear las
leyes de inmigración”.
La participación de los latinos usualmente es menor a
la de otros grupos, especialmente en las elecciones legislativas. En 2010, 31%
de los hispanos aptos para votar fueron a las urnas, frente a casi 49% de los
blancos, según un análisis del Pew Research Center.
Por
Arian Campo-Flores
MIAMI—Al parecer, los votantes hispanos
pasarán por alto los comicios legislativos en mayor cantidad que lo usual, lo
que podría privar a los demócratas de un bloque electoral que podría hacer la diferencia
en muchas contiendas reñidas.
Muchos
latinos están molestos porque esfuerzos de una reforma a la ley de inmigración
están estancados en la cámara baja del Congreso, la cual está controlada por
los republicanos, señalan votantes y defensores de los inmigrantes. A su vez,
están decepcionados de que el presidente Barack Obama pospuso una acción
ejecutiva sobre el tema, incluyendo una reducción de las deportaciones, hasta
después de las elecciones.
Ese
desencanto con ambos partidos podría salirles más caro a los demócratas, porque
los hispanos votan en amplia mayoría por ese grupo. Algunos activistas están
haciendo un llamado a los hispanos para que boicoteen la votación.
Además,
los partidos y muchos candidatos al Congreso y las gobernaciones no han logrado
el tipo de campañas sólidas para alcanzar a los latinos típicas en los años de
elecciones presidenciales. Un creciente número de leyes estatales respaldadas
por los republicanos que requieren que los posibles electores presenten
identificación a la hora de votar podría a la larga reducir aún más la
participación hispana, dicen los defensores.
“En
este momento, el voto latino enfrenta muchos vientos en contra”, dijo Cristóbal
Alex, presidente de Latino Victory Project, que promueve la formación de líderes
y donantes hispanos.
La
participación de los latinos usualmente es menor a la de otros grupos,
especialmente en las elecciones legislativas. En 2010, 31% de los hispanos
aptos para votar fueron a las urnas, frente a casi 49% de los blancos, según un
análisis del Pew Research Center.
Aun
así, debido prácticamente a aumentos en la población, el número total de
votantes hispanos ha crecido de manera constante. La Asociación Nacional de
Autoridades Latinas Electas y Nombradas proyectó hace unos meses que 7,8
millones de hispanos votarían este año, frente a 6,6 millones en 2010.
La
baja participación hispana afectará a los senadores demócratas en estados como
Colorado y Carolina del Norte con poblaciones latinas significativas, lo que
pone en peligro el control del partido en la cámara. También dañaría los
candidatos demócratas para gobernador en estados como Florida y Georgia. Según
resultados, Obama ganó 71% del voto hispano en 2012, y en 2010, 60% de los
latinos apoyó a los demócratas en contiendas en la Cámara de Representantes.
La
inacción sobre una reforma inmigratoria “es decepcionante para los hispanos y
con justa razón”, dijo Annette Taddeo, la compañera latina de bancada del
candidato demócrata para gobernador de Florida, Charlie Crist. Pero “la mejor
forma de conseguir que (legisladores) hagan su trabajo es mostrar nuestra
fortaleza y votar en grandes números”.
Grupos
de defensa como el Consejo Nacional de La Raza están proclamando eso:
“considerar el acto de votar como una manera de apoyar a la comunidad y pedir
responsabilidad”, dijo Clarissa Martínez de Castro, asistente de subdirectora
del grupo.
El
Comité Nacional Demócrata hace poco lanzó una campaña en todo el país de
comerciales de radio en español, parte de un esfuerzo de siete dígitos para urgir
a los latinos a que a les demuestren a los escépticos que están equivocados.
“Es hora de ponernos de pie”, dice el narrador.
Los
republicanos, por su parte, están tratando de culpar a Obama por la falta de
acción en inmigración y están tratando de llegar a los latinos enfocándose en
la economía. El Comité Nacional Republicano ahora tiene persona en 10 estados
dedicado a que las campañas apunten y movilicen a los simpatizantes latinos,
dijo el subdirector político, Jennifer Sevilla Korn.
De
todos modos, los grupos de defensa dicen que los hispanos han, en su mayoría,
descartado al Partido Republicano, debido a la retórica de muchos candidatos
que es percibida como antiinmigrante y el papel del partido en bloquear las
leyes de inmigración. Igual, si los votantes se quedan en casa, los demócratas
tampoco se beneficiarán, dijo Matt Barreto, director de la encuestadora Latino
Decisions. Un sondeo en junio de su firma encontró que si el presidente no
tomaba ninguna acción ejecutiva en inmigración, 54% de los votantes latinos
tendrían menos ánimos de ir a votar y 57% se inclinaría menos a respaldar a los
candidatos demócratas.
La
tasa de aprobación de Obama entre latinos cayó a 52% en agosto de 75% en
diciembre de 2012, según Gallup. Un sondeo de The Wall Street Journal, NBC News
y Telemundo justo antes de que Obama pospusiera cualquier acción ejecutiva
sobre deportaciones encontró a principios de septiembre que solo 11% de los
votantes hispanos se sentían “muy positivos” sobre el Partido Republicano,
mientras 13% tenía la misma impresión del Partido Demócrata.
Después
de que los senadores demócratas de Arkansas, Louisiana, New Hampshire y
Carolina del Norte votaron para apoyar un intento republicano fallido para
limitar la autoridad de Obama para tomar decisiones ejecutivas sobre
inmigración, la organización latina Presente Action, que dice que tiene 300.000
miembros, exhortó a los hispanos a no votar en esas elecciones para el Senado.
“Es
fundamentalmente importante que empecemos a pedirle cuentas a esas autoridades
que no nos representan adecuadamente”, dijo Arturo Carmona, director ejecutivo
del grupo.
Los
empadronadores de grupos de registración de votantes dicen que la frustración
entre los latinos ha hecho que sea difícil inscribir a más personas. “Nos dicen
por todos lados que están decepcionados de que el presidente no haya actuado en
(el tema de) inmigración”, dijo Leo Murrieta, director de campo de Mi Familia
Vota. “Pero todavía más, que la cámara baja Republicana no hizo nada”.
Aunque
el alcance latino de las campañas en general es anémico, algunas están haciendo
un esfuerzo concertado, lo que podría impulsar la participación en ciertos
estados. En la carrera para la gobernación de Florida, los dos candidatos que
llevan la delantera escogieron un hispano como compañero de terna, contrataron
personal especializado en llegar a los latinos y asisten regularmente a eventos
ligados a la comunidad hispana. En la carrera para el Senado de Colorado, un
tercio de los electores a los que el demócrata Mark Udall quiere motivar a que
vote son latinos, y el político ha hecho campaña en la televisión en español,
dice su director de comunicaciones, Chris Harris.
Una
mañana reciente, Ana Iris Meléndez, empadronadora del Consejo Nacional de La
Raza, tocó puertas en un barrio predominantemente latino en Miami, ofreciendo
su ayuda a votantes para que se registraran para recibir boletas de votación
para ausentes. Al parecer muchos no estaban prestando atención a la contienda
legislativa y comunicaron sus quejas, desde una falta de empleos bien
remunerados hasta el hecho de que no se haya aprobado una reforma inmigratoria.
“Nos
han decepcionado tantas veces, no sé a quién apoyar”, dijo María Molina, una
votante republicana de 84 años. “No sé si voy a votar”.