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sábado, 10 de septiembre de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LOS NIÑOS Y LA MUERTE

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

 

Si abordar el tema de la muerte es ya de por sí traumático para cualquiera, cuando se trata de explicarlo a niños o adolescentes se vuelve todavía más complicado. Sin duda es algo difícil de abordar, principalmente porque la incertidumbre es total. Nadie sabe por seguro qué pasa cuando morimos.

Podemos matizar usando eufemismos como "irnos”, “cambiar de cancha”, “mudarse”, “adelantarse en el camino” o apelar al "cielo", pero al final sabemos que la persona que muere hará falta por siempre. 

En el caso de los niños, se les debe explicar de forma sencilla. Debemos abordarlo con tranquilidad, pero también con valor. Se trata de no mentirle a los niños, que deben entender que no se volverá a ver vivo al que parte. Es más fácil hacerlo cuando ocurre con una mascota o con una persona no tan cercana, porque lo afrontará con más serenidad y le ayudará a comprender mejor. Si se trata de un hermano o un padre, la explosión de sentimientos pueden distorsionar todo. 

Aun así, los niños -y en algunos casos los adolescentes- perciben la muerte como algo transitorio y no tienen tan clara la idea de una partida total de este mundo. A veces, a esa edad, existe la magia de pensar que como en las películas o los cuentos la muerte es reversible y el abandono del cuerpo no es tan real. 

Sin embargo, más allá de cómo se aborde, siempre dolerá y generará desconcierto, por eso las religiones tratan de darle un sentido más esperanzador y alegre, ya que se plantean un retorno a la vida como ángeles o seres de luz, incluso hasta la resurrección en un futuro. En otras palabras, la religión nos da fe y esperanza en un mundo mejor después de la muerte. Pero todo se sustenta en la fe, ya que nada ha sido probado. 

A pesar de que la muerte se trata en los colegios tanto en las clases de ciencia como de religión, las primeras aproximaciones deben de ser dadas por los padres y el entorno familiar expresándonos con sencillez, sinceridad y aplomo para luego elaborar el duelo. 

En ese sentido, las muertes se pueden dividir en dos y las reacciones ante éstas difieren bastante. Por un lado están las muertes esperadas, aquellas que ocurren en una persona bastante mayor que ha completado su ciclo de vida, como podría ser un abuelito, o que atraviesa una enfermedad terminal y ha sido desahuciada. Es importante ir preparando al niño explicándole la gravedad de la situación, sin mencionar la muerte, pero avisando que la enfermedad es muy grave. 

Y por otro están las inesperadas o repentinas, que ocurren en la infancia, la adolescencia o en la edad adulta y llegan por sorpresa. Las últimas son las que más pueden marcar a un niño. Transmitir nuestra incredulidad y nuestro shock les ayuda a entender que todos, niños y adultos, necesitan un tiempo para asimilar lo ocurrido. 

Hay una estadística que es demoledora: se calcula que cuando un niño llega a los 18 años, ha presenciado cerca de 18.000 muertes en cuentos, películas, videojuegos o libros, por lo tanto tiene cierta familiaridad con el concepto. Pero es diferente cuando de la ficción se pasa a la realidad.

La primera experiencia directa de un niño con la muerte suele tener un impacto muy fuerte, más allá de que lo exprese o no con lágrimas. Puede que le genere miedo por su propia mortalidad, de perder a un padre o un hermano. Expresan este miedo enfermándose, con mal humor, con problemas para comer o dormir y con desinterés por los estudios. 

Por tratarse de un tema tan complejo, es probable que no tengamos todas las respuestas para sus inquietudes y no está mal admitirlo ante ellos. En todo caso debemos explicar que se trata de un hecho natural y que todos pasaremos por ello en algún momento, pero que mientras tanto hay una viva para disfrutar.
 

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 12 de marzo de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EXISTE LA PAREJA IDEAL

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

El matrimonio, como institución, está en crisis. Los datos, tan fríos como reveladores, son alarmantes. La gente cada vez se casa menos y se divorcia más. De cada dos parejas que contraen nupcias, una acabará separándose legalmente. El porcentaje de divorcio ronda entre el 48% y el 52% en varios países de Europa, pero trepa hasta el 69% en lugares como Portugal. 
¿Qué ocurre? ¿Por qué cuesta tanto encontrar la pareja ideal?

Al principio todo parece color de rosa, abundan los detalles, domina la tolerancia y la “luna de miel” promete ser eterna. Cada uno hace el mejor esfuerzo por tratar de mantener aquella imagen con la que enamoró a su otra mitad. Pero no siempre será así..

Por eso es importante la compatibilidad en la pareja. No necesariamente tienen que coincidir en todo, pero sí en los aspectos más relevantes para la formación de una familia, aunque esta sea solo ellos dos en caso de que ambos decidan no tener hijos. No está mal que los integrantes de una pareja tengan pasatiempos y amistades diferentes, hasta es saludable. Pero también deben compartir otras actividades y amistades, proyectos y metas, además de respetarse, comunicarse mucho y atraerse física y mentalmente. 

Con el roce y la convivencia diaria es imposible que no haya problemas, no existe la pareja que no los tenga. Sin embargo, la clave es la manera de resolverlos. Eso marcará el destino de la pareja y descubrirá las verdaderas personalidades, para fortalecerla o para hundirla. Nada dañará más a un matrimonio que los problemas no se ataquen ni se resuelven sino que se escondan como la basura bajo la alfombra.

Como si se tratase de la lava de un volcán, eso se va acumulando hasta que estalla. Y esta erupción suele ser caótica, inesperada, devastadora y muchas veces deshace la pareja. Es cierto que en esos casos se puede recurrir a una ayuda terapéutica neutral y tal vez el amor y la razón ganen, pero es mejor no llegar a ese punto porque puede no tener retorno.

Hay algo llamado síndrome de estrés post romántico, un término acuñado en 1986 por el psicólogo Robert Sternberg. Muchas parejas confunden la disminución de esa “chispa característica del amor romántico con la pérdida del afecto, cuando la verdad es que se transforma en amor de compañía, basado en algo más maduro que la pasión”.

Para Sternberg, las relaciones evolucionan desde la pasión al compromiso. “Superada la fase del enamoramiento (12 a 18 meses) la fogosidad no es como antes y en lugar de vivir esa transformación como algo natural otros lo viven como un calvario, que lleva finalmente a la destrucción de la relación”, explica el psicólogo. 

Algunos síntomas del síndrome del estrés posromántico son el aburrimiento, no encontrar validación en nosotros con el otro o con nuestras ideas, deseos de pelear siempre y desacuerdos constantes. Sin embargo, pensar que el concepto de “la media naranja” es simplemente un invento del marketing es erróneo. En todo caso, lo que el marketing hace muchas veces es convertir en media naranja a cualquier limón que se nos cruza en el camino.

 

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 15 de enero de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL MONSTRUO VERDE DE LA ENVIDIA

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

De los siete pecados capitales, la envidia quizás sea probablemente el menos grave, pero también el más común.

¿Quién alguna vez no sintió envidia? Es propio de la condición humana. Ver al vecino con un carro nuevo, o ver al compañero de trabajo recibir un ascenso o ver la foto de un conocido veraneando en las playas nos produce una extraña sensación de angustia y deseo.

“Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos”, escribió el filósofo francés François de La Rochefoucauld en el Siglo XVII. Razón no le falta. Si bien no todas las personas tienen envidia, es una característica bastante frecuente en el ser humano. Ven que otro tiene más de algo -no importa el qué- y no se plantean si le ha costado alcanzarlo o no, simplemente piensan que lo tiene sin reparar en los esfuerzos. 

Es casi inevitable compararnos con el resto, y esa competencia siempre saldremos perdiendo y aflorará la envidia por un hecho muy sencillo: habitualmente nos medimos con aquello a lo que aspiramos y no con los que están peor que nosotros. Esa situación nos deja en total desventaja.

Además, a eso hay que sumarle la percepción. “El césped del vecino siempre es más verde que el nuestro”, dice la frase que resume nuestra permanente inconformidad. Con el apogeo de las redes sociales, en muchos casos hay una clara intención de provocar envidia en algunos de nuestros posteos: la foto luciendo espléndida o presumiendo de una buena compañía busca algo de eso. Sin embargo, pocos comprenden que detrás de esas fotografías que generan envidia hay mucha falsedad o realidad prefabricada. Nadie es tan perfecto como parece serlo en Instagram o Facebook. 

No siempre valoramos nuestros logros lo suficiente. En mi caso, soy de las personas que viven siempre tratando de hacer más cosas, pero hay otras que esperan que todo les caiga en la boca y piensan que el que se supera ha sido así, de forma fácil o que todo se dio por casualidad. 

Investigadores de la Universidad de Chicago han conseguido demostrar que “la gente está menos celosa de los demás según pasa el tiempo, y que cuanto más tiempo pasa desde el momento que siente envidia, menos la sentirá”. En el caso del conocido que viaja a la playa , por ejemplo, sentimos más envidia los momentos previos a que se vaya de viaje, anticipando y elucubrando acerca de las experiencias que vivirá, que lo que nos podamos sentir cuando vuelva y el viaje se termine.

En muchos casos, la envidia nos lleva a detestar al que triunfa, a tratar de minimizar sus logros e incluso a ponerle obstáculos. Incluso, lo que es más grave, es que esa envidia puede producirse en los seres que amamos más: padres, esposo, hijos, amigos… Es que el envidioso no hace distinción. Contrarrestar esa sensación de envidia es muy complicado, no hay terapia que lo cure si al menos el envidioso no reconoce que lo es, lo cual no es tan fácil de admitir. 

La única envidia para celebrar es la “sana envidia'', que sí existe. Son aquellos que aceptan que otros tienen cualidades o son aventajados, pero son capaces de sobrellevarlo e incluso alegrarse por ello.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

domingo, 10 de octubre de 2021

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: TEMOR A LA SALUD MENTAL

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Las enfermedades mentales suelen ser, con frecuencia, mal vistas. Por lo tanto, aquellos que las padecen tienden a evitar hablar de ella con sus familiares y amigos por temor a ser juzgados.

El comentar abiertamente sobre la salud mental ayuda a crear conciencia. Al obviarlo, por el contrario, contribuye a ese sistemático mecanismo de minimización.

Nunca se le da a la salud mental la importancia que merece. Siempre ha habido un estigma sobre ese tema y políticamente no tiene resultados inmediatos, con lo cual no se vende fácilmente.

Además, a todo lo diferente lo tratamos de encasillar y lo describimos con frases como “está loca", “esa es neurótica” o “aquel es bipolar”.

El miedo a esa etiqueta fácil es lo que hace que la gente intente ocultar o minimizar su problema. Es que todo aquello referente a lo mental nos parece que tendrá la tendencia a que nos cataloguen de "raros" o “locos”. En su mayoría, a causa de los tabúes de la sociedad, las personas con problemas mentales tienden a negar los síntomas que padecen y les cuesta pedir ayuda. 

Al final, se trata de un círculo vicioso, ya que todos -de una manera o de otra- profundizamos el estigma al tachar de loco a todo aquel que es diferente.

Lo mismo ocurre con aquellos que se quejan de algo mental: "Vos estás loco", “Son locuras”, etc. 

A veces solo es cuestión de ver las estadísticas. En los Estados Unidos, por ejemplo, las enfermedades o trastornos mentales representan el porcentaje más alto de problemas de salud. Alteran la forma de pensar de una persona, su comportamiento y su estado de ánimo. Las más conocidas son la depresión, la esquizofrenia y el trastorno bipolar; aunque hay otros síntomas mas comunes como la ansiedad, la tristeza, la pena por la muerte de un ser querido y la falta de un duelo consumado , que pasan aun mas desapercibidos. 

Esa evidente tendencia a ocultar el tema hace que no se eduque lo suficiente sobre los problemas de salud mental. Básicamente el motivo es porque no es rentable.

Sin embargo, en Latinoamérica hay algunos ejemplos, como la serie mexicana Rosa de Guadalupe, donde en cada episodio el protagonista de turno confiesa su crisis. 

Si por estos días se habla de salud mental, en gran parte se lo debemos a atletas como la gimnasta estadounidense Simone Biles -ganadora de cuatro oros en Río 2016- que abandonó momentáneamente la competencia en los Juegos Olímpicos aduciendo ser víctima de “una crisis de salud mental”. Sin embargo, no es suficiente. Es apenas una excepción.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental individual está determinada por múltiples aspectos sociales, psicológicos y biológicos. “También hay factores de la personalidad y psicológicos específicos que hacen que una persona sea más vulnerable a los trastornos mentales. Los trastornos mentales también tienen causas de carácter biológico, dependientes, por ejemplo, de factores genéticos o de desequilibrios bioquímicos cerebrales”, explican en su sitio web.

Lo que vemos es apenas la punta del iceberg. La OMS calcula que mil millones de personas sufren en todo el mundo enfermedades mentales, lo cual representa una sexta parte de la población total del planeta. 

Definitivamente la salud mental es un aspecto que está subvalorado y que requiere la intervención de los organismos sanitarios, pero los presupuestos son escasos y no se invierte lo suficiente. Además, mientras no se haga una campaña de concientización y se vuelva un tema cotidiano, seguirá pareciendo que es un problema de pocos. Un problema de “unos pocos locos”.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

 

sábado, 14 de agosto de 2021

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: AMOR, PASION; SIENTES AMBOS POR TU PAREJA?

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos


¿Enamorado o apasionado? 

 

Se parecen, pero no es lo mismo, aunque con frecuencia suele confundirse. El amor es algo más complejo que la pasión. Podemos sentir pasión sin sentir el más mínimo amor. 

Antes se daba, sobre todo en los hombres, que aunque amen a alguien siempre intentan buscar pasiones por doquier. Sin embargo, ahora con la liberación sexual femenina, las mujeres reclaman más esta parte. Pero pueden ceder y vivir únicamente con el amor. La pasión es más desbordante, pero también más efímera. El amor, en cambio, se construye con el tiempo y una vez consolidado es difícil de derribar. 

 

Cuando una relación se inicia, generalmente suele ser más apasionada, la sostiene más la pasión que el amor total y verdadero. Poco a poco esa pasión va adquiriendo una serie de matices a medida que comprometemos más información de nuestras vidas y la intimidad es más grande. Así, el amor va creciendo y le va ganando terreno a la pasión.

 

Según un estudio reciente, “la pasión, todo un tumulto de emociones, dura generalmente de 12 a 18 meses”. La antropóloga estadounidense Helen Fisher, autora del libro ¿Por qué amamos?, explica lo siguiente: “Cuando la pareja se acostumbra a lo cotidiano de la unión, ese fuego empieza a disminuir y es sustituido por sentimientos de cariño, unión y serenidad con el ser amado”. 

 

En el sexo femenino, pasión y amor son dos sentimientos que van casi de la mano. Los hombres, por el contrario, pueden separar más fácilmente el amor de la pasión. Una prueba de ello es que tienen relaciones fugaces e incluso amantes. Encuentran la pasión en un lado, materializado a través de las relaciones sexuales, y el amor en otro, con la pareja con la que les ha llevado a formar un primer hogar y a tener hijos a los cuales "dan su apellido

 

Aún así, generalmente las relaciones suelen iniciarse con una gran dosis de apasionamiento y este puede disminuir, pero va creando más intimidad y conocimiento. 

 

Con el tiempo, tanto el amor y la pasión han ido evolucionando, más si se considera a la pasión como expresiones de exaltación y conducta. Antes era tomado más de forma común que el apasionamiento podría llegar a tener tintes apasionados como un grito, bofetada o un tirón de pelo... Y algunos llamaban la atención de sus objetivos pasionales hasta tirándoles piedritas o siendo groseros con el objeto de su seducción. 


También, imposible negarlo, todos estamos influenciados por lo que vemos en la ficción, y esto incluye películas, novelas, libros… y hasta ejemplos de la vida real con las celebridades. Tendemos a extrapolarlos, a tomarlos de ejemplos y eso no siempre es bueno.  

 

Aunque a veces se envidia más a las parejas con pasión que con amor, lo cierto es que es algo muy relativo. Depende de la madurez de las personas y sus propios objetivos en la vida. Un Don Juan empedernido -o lo mismo en su versión femenina- tardará más en encontrar el verdadero amor. Sobre todo si solamente se da tiempo para vivir de pasión en pasión, sin atreverse a concretar lazos más fuertes y afectivos. Lo peor, en todo caso, es cuando alguien piensa que encontró su amor y el desengaño es grande al descubrir que de la otra parte solo se busca la pasión. 

 

También hay casos que por quemar etapas no se logra desarrollar la pasión, y eso es contraproducente. Por ejemplo, cuando una pareja establece lazos más fuertes, incluyendo casamiento e hijos, antes de haber disfrutado de una buena pasión e ir, poco a poco, dando pie a mayor intimidad y conocimiento.

 

En el mundo ideal, pasión y amor se combinan en aquella pareja que después de hacer el amor dedica tiempo a conversar y no solamente se levantan, toman una ducha y se van. Otra mala señal es cuando poco a poco, sobre todo más común en varones, se quedan dormidos después del coito. Hay pasión, pero no hay amor, y eso nunca son buenas noticias.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

domingo, 1 de agosto de 2021

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR. VERGUENZA: PROS Y CONTRAS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

 

“No tenga pena”. La frase, muy escuchada y repetida hasta el hartazgo, se replica como si bastaran esas simples palabras mágicas para controlar la vergüenza. No, definitivamente es algo más complejo. La vergüenza es parte tanto de la naturaleza animal como  humana.

Está muy conectada con los principios y valores, con el agrado o desagrado que causamos para nosotros mismos y para el resto. Por eso tememos  enfrentarnos al miedo, al juicio negativo de los otros y el propio.

 

Gran parte de esa pena interior es aprendida a través de la crianza. Y así, cuanto más represiva sea la crianza, mayor serán los sentimientos de vergüenza. Esta es una consecuencia lógica: la represión mina nuestra autoestima.

 

Definitivamente hay una relación entre la autoestima y la vergüenza. 

 

Lo que normalmente nos provoca vergüenza son aquellas situaciones en las cuales nos sentimos humillados y cuanto más personas se dan cuenta, mayor será el grado de la misma. Hacer algo incorrecto es una de ellas, ya sea de forma involuntarias o porque fue a propósito y alguien nos haya descubierto.  

 

Es curioso porque los seres humanos nacemos sin vergüenza. Esa sensación de pena la adquirimos a medida que crecemos. Esto ocurre entre los dos y tres años de vida, cuando el niño ya es consciente de sí y sabe que las personas que se encuentran a su alrededor consideran que algunos de sus comportamientos son impropios.  De hecho, no es casualidad que la gente suela desinhibirse con el alcohol o las drogas, porque precisamente esas sustancias provocan la pérdida de contacto con la realidad.   

 

Algo es seguro: la vergüenza condiciona nuestro actuar, y en muchos casos puede ser una mochila pesada de llevar.

 

Hay personas que pueden sentir excesivo temor a quedar en ridículo o a ser rechazados y debido a ello se aplican una especie de autocensura. Es decir, dejan de intentar muchas situaciones o actos en los cuales sienten que no darán el ancho y quedarán expuestos a la humillación.

 

Es cierto que la vergüenza nos evita, muchas veces, hacer el ridículo. Pero también es la excusa perfecta para evitar esforzarnos por intentar algo para lo cual al final hasta podemos ser muy buenos. 

 

Entonces se convierte en un lastre para nuestro desarrollo. Por ejemplo, cuando evitamos determinadas situaciones que realmente nos harían bien solo porque tenemos miedo a cometer un error y quedar expuestos.

 

Para eso es importante identificar si la nuestra es una vergüenza funcional o disfuncional. La primera es la que nos ayuda a evitar errores y protegernos en determinados contextos amenazantes. La otra, en cambio, es la que tiende a invadirlo todo para bloquearnos y no dejarnos progresar. 

 

Un buen ejemplo de cómo superar una vergüenza disfuncional es el caso de Demóstenes, gran orador griego, quien era tartamudo. Sin embargo, esa incapacidad no le paralizó ni le frustró. Todo lo contrario, se metía piedritas en la boca para practicar hasta lograr vencer su impedimento y llegar a ser un renombrado orador. Recordemos que la tartamudez aumenta con el temor y/o ansiedad de quedar mal al hablar. Por eso es importante, antes que nada, identificar cuáles son las cosas que nos dan vergüenza y trabajar en ellas. 

 

Puede ser hablar en público, bailar, ser más sinceros con los demás, etc. Si la vergüenza es debido a baja autoestima o temores infundados se puede mejorar muchísimo. 

 

Será más difícil cuando sea provocada por algo que realmente hemos hecho mal y queda en evidencia. El tiempo y el tratar de resolver la situación de la mejor manera posible también pueden ayudar.

 

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

 

viernes, 25 de junio de 2021

Hoy jueves 25 de Junio se conmemora el Día Mundial del Vitiligo

 

Hoy jueves 25 de Junio se conmemora el Día Mundial del Vitiligo fecha que se fijó para crear conciencia sobre esta enfermedad cutánea, crónica y no contagiosa que ocasiona un trastorno en la pigmentación de la piel. 

Esta patología causa la aparición de manchas blancas, como consecuencia de la pérdida total de la melanina, o color de la piel. Las manchas progresan lentamente y pueden extenderse por todo el cuerpo y llegar a un grado de despigmentación que la persona semeja a un albino: ausencia de pigmento en toda la piel del cuerpo, las cejas, las pestañas, el pelo. 

La enfermedad se localiza solamente en la piel, por la falta de una célula: el melanocito. Las demás células que componen la piel no desaparecen, no se encuentran alteradas. Solo la célula que produce el pigmento, y como el pigmento es el que tiñe la piel, no hay color. 

La función vital de la melanina es proteger a las personas contra las radiaciones solares. El sol tiene radiaciones ultravioletas, que son dañinas para el organismo como es bien sabido. Cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que existe más de 100 millones de personas en el mundo que tienen la enfermedad, es decir alrededor del 2% de la población mundial, asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

¿A quién afecta? 

Hasta ahora, no se sabe cuál es la causa de la enfermedad, y podría ser autoinmunitaria. Este tipo de enfermedad ocurre cuando el sistema inmunitario se equivoca y ataca algunas partes del cuerpo. Con el vitíligo, el sistema inmunitario puede destruir los melanocitos de la piel. También es posible que uno o más genes aumenten la probabilidad de que una persona padezca la enfermedad. 

Algunos investigadores piensan que los melanocitos se destruyen a sí mismos. Otros piensan que un acontecimiento determinado, tal como una quemadura de sol o el estrés emocional, puede causar el vitíligo. Sin embargo, aún no se ha comprobado que estos acontecimientos causen la enfermedad. 

Caras del vitiligo

Chantelle Winnie es una modelo canadiense que entró al mundo de las pasarelas, y desde entonces ha inspirado a marcas con las formas que el vitiligo ha formado en su piel. Winnie, fue diagnosticada con vitiligo a los cuatro años, el mismo desorden de piel que padeció Michael Jackson, esta esbelta morena superó años de bromas y rechazo para lograr su sueño: convertirse en una modelo internacional. Ahora sin complejos por su aspecto, llegó a convertirse en vocera de los diagnosticados de vitiligo, una despigmentación de la piel que deja manchas blancas y que afecta a dos millones de estadounidenses. “Podría autodenominarme como la vocera de la felicidad”, asegura. 

También es notable el caso de Cheri Lindsay, una mujer estadounidense de raza negra que padece la enfermedad. A través de una campaña de cosméticos, la joven contó cómo ha conseguido vivir con esta la condición. Durante el video de la dama, muestra su verdadera piel, antes cubierta con maquillaje. “Mi nombre es Cheri, y esta es mi confesión”, dice ella antes de proceder a frotar su cara para revelar su decoloración. El vitiligo comenzó en Cheri en el segundo año de universidad. “Todo esto se produjo en tal vez tres años y fue impactante para mí¬ al principio, debido a la rápidez. No es tan fácil de manejar”, agregó la mujer. Lindsay dice que ella usa su maquillaje para animar a la gente a verla como lo que ella realmente es. “No quiero que la gente piense que me ofendo (…) No te escondas, ya sabes. Hay algo mal con todo el mundo. Nadie es 100 por ciento perfecto. ” 

Avances

Recientemente se conoció que el tratamiento de ésta enfermedad podría dar un salto cuantitativo gracias al uso de un medicamento para tratar la artritis reumatoide. En un artículo publicado en ‘JAMA Dermatolgy’, dermatólogos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale, Estados Unidos, han anunciado que usando un fármaco para artritis reumatoide ha restaurado color de la piel en un paciente que sufre de vitíligo. Los recientes avances en la investigación del vitíligo llevaron a los investigadores de Yale a considerar una clase existente de medicamentos aprobados por la agencia norteamericana del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) conocidos como inhibidores de la quinasa Janus (JAK), como un posible tratamiento. 

El año pasado, Brett King, profesor asistente de Dermatología e investigador principal de la investigación, abrió un nuevo camino cuando publicó un documento que demuestra la eficacia del inhibidor de JAK citrato de tofacitinib en el tratamiento de la pérdida de cabello causada por la alopecia areata. King y la coautora Brittany Craiglow creían que la misma medicina podría ser eficaz para el vitíligo. Para probar la hipótesis, King y Craiglow administraron tofacitinib a un paciente de 53 años de edad, con manchas blancas prominentes por la cara, las manos y el cuerpo. 

Durante más de un año antes de tomar tofacitinib, el número de estos puntos blancos había ido en aumento. Durante dos meses de tratamiento, el paciente experimentó repigmentación parcial en la cara, los brazos y las manos. Tras cinco meses, las manchas blancas en la cara y las manos casi habían desaparecido, con sólo unos pocos puntos restantes en otras partes de su cuerpo. Notablemente, tofacitinib no causó efectos secundarios adversos durante el curso del tratamiento. Los resultados podrían representar un gran avance en el tratamiento del vitíligo, dicen los investigadores. “Aunque es sólo un caso, previmos el éxito del tratamiento de este paciente en base a nuestro conocimiento actual de la enfermedad y cómo funciona el fármaco”, dijo King. King cree que es necesaria una mayor investigación para confirmar la seguridad del medicamento y la eficacia y citó el trabajo del dermatólogo y científico del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts John Harris como la inspiración para probar tofacitinib en este paciente. Este experto espera llevar a cabo un ensayo clínico utilizando tofacitinib o un medicamento similar, ruxolitinib, para el tratamiento del vitíligo.