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sábado, 2 de julio de 2016

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA SUBVENCION A LOS NINIS


Polémica ha resultado la propuesta gubernamental de “subvencionar” a los llamados “ninis” mediante un programa de formación y estímulo, incluyendo transporte y alimentción. La principal polémica tiene dos caras; una es la de la financiación del programa, tema sobre el que no voy a entrar; y la otra, la fundamental, es la idoneidad de financiar, o compensar, o como quieran llamarlo, a quienes, para un amplio sector de la población, son simplemente vagos. Y sobre este tema sí quiero hablar.

Siempre he criticado la tendencia que tienen nuestros gobernantes, independientemente de su color político, a poner solo parchecitos a los problemas, en vez de arreglarlos en forma, para lo cual nunca hay fondos, o, mejor aún, prevenirlos, algo inalcanzable en una cultura que solo ve lo que tiene ante sus ojos, siempre que sea muy grande, y para la que lo que pueda pasar mañana, simplemente no existe.

Ya mencionaba en un blog de hace unos meses http://dramendozaburgos.com/blog/los-ninis/ que los ninis constituyen un grupo en riesgo social por la facilidad de caer en actividades y conductas inadecuadas. Parece obvio que cualquier programa que trate de evitar eso debe considerarse positivo; sin embrago, volvemos a lo mismo de siempre: Este parchecito, ¿va a solucionar el problema de los ninis, aunque sea parcialmente, o va a significar un gasto social para que luego todo siga igual?

El problema de los ninis es un problema de estímulo. Puede pensarse que el propuesto programa pretende devolver ese estímulo, pero es que la falta de estímulo que anida en esta población es una desmotivación de otro tipo, mucho más profunda, y tiene que ver con factores medioambientales que no hacen sino empeorar año tras año. ¿Cuáles son esos factores medioambientales? Varios, interrelacionados entre sí, y a cual más grave.

Primero, a nivel familiar, muchísimos de nuestros niños y adolescentes vienen al mundo por puro accidente, de forma no deseada, y carecen del más mínimo estímulo desde su primer año de vida, tanto por no existir en sus padres ni el deseo, ni la madurez, ni la preparación, ni el tiempo ni el apoyo para ejercer adecuadamente su papel, muy frecuentemente también por la absoluta ausencia de un padre; de modo, que los hijos simplemente “subsisten” por años y años. La situación se agrava cuando, como sucede en muchos casos, son víctimas de abusos físicos, sexuales, o de otro tipo. Ello tiende a hundir más aún la autoestima, y estímulo y autoestima suelen ir de la mano. Esta circunstancia es algo que siempre ha sido así, es cierto, pero el modelo de sociedad es dinámico, evoluciona, y las consecuencias de este ambiente familiar adverso permiten cada vez menos integración en el modelo actual de sociedad.

A nivel social, a parte de la tradicional precariedad del empleo, la extrema violencia en que vive la población no invita en absoluto a integrarse positivamente a ella. Estímulo y motivación tienen que ver con paz, tranquilidad, seguridad y libertad. En las condiciones actuales la población vive con un trasfondo depresivo permanente que no provoca motivación alguna para integrarse y aportar a ella. Colateralmente, el mismo clima de violencia frena y desestimula la inversión y creación de empleo, con lo que es más fácil plantearse… ¿buscar trabajo? ¿dónde? Y prepararse ¿para qué?
Por último, a nivel económico, la mayoría de los ninis adoptan una posición acomodada en la vida. No necesitan ninguna subvención; las remesas que reciben del Norte les dan para vivir sin esforzarse; sin holguras, pero con suficiencia para mantener su Smartphone, comprar sus tenis de marca o alguna otra “prioridad” que la moda de turno imponga. La preparación y la superación, o cualquier cosa que se parezca al esfuerzo, no parecen ser ninguna prioridad cuando tienen su vida resuelta de esa manera. Cabe preguntarse si las remesas que ayudaron al país a sobrevivir en el corto plazo no le están haciendo un grave daño a largo plazo. Y si a ello le sumamos los factores anteriores… En definitiva, creo que por cada nini que el programa consiga salvar habrá veinte nuevos ninis. Como siempre, achicamos el agua con huacales mientras nos despreocupamos de las grandes vías de agua que nos inundan y nos ahogan.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos


Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.


Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 30 de abril de 2016

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: SOLUCION AL PROBLEMA DE LAS MARAS



       Hay personas que me preguntan qué se puede hacer con el tema de las maras. Supongo que el título ha de atraer a algún que otro político que ande buscando pistas sobre cómo acabar con el angustioso calvario que sufre nuestro país, y que piense que tal vez un profesional de la salud mental tenga la solución en su “bola de cristal”. Siento decepcionarles, porque no tengo tal solución tal y como está la situación actual. La tuve hace quince o veinte años, cuando el problema se veía venir; y no por verlo en la bola de cristal, sino porque ya era más que incipiente, palpable; aunque no tan grave aún, y porque se daban múltiples circunstancias para que tendiera a agravarse si no se hacía nada. ¿Y qué se hizo? Pues eso, nada.

       Y no será porque no traté de advertir y hacer sonar la alarma. Lo hice en televisión; lo hice en la prensa escrita; y, sobre todo, me harté de tocar puertas y de hacer propuestas, siempre con el mismo resultado. No era algo importante, o no había dinero para eso, o, simplemente, lo más habitual, no se encontraba el encargado de turno; llame usted después; regrese usted mañana. Nunca encontré a nadie en la administración pública o en la asamblea legislativa con la más mínima sensibilidad hacia la situación. En todo caso, “era un problema de seguridad, y ya para eso estaba la policía”.

       Con el paso del tiempo la bola de nieve se ha ido haciendo más y más grande, ante lo cual nuestros gobernantes y representantes en la asamblea prefieren ocultar la impotencia callando, o negando, o tergiversando lo evidente; y cuando intervienen al respecto porque el dolor social se hace insoportable, lo hacen para proponer cosas como reeducar a los mareros, o acercarlos a Dios, o, como solución preventiva, leer la biblia en las escuelas. Y lo hacen tan tranquilamente, como quien trata de pegarle a una piñata borracho y con los ojos vendados.

       Para todo eso es para lo que dan nuestros políticos, y eso que cada uno cuenta con numerosos “asesores” pagados por el contribuyente. Habría que preguntarse para qué. Claro, que si los currículums de dichos asesores consisten en ser “chero”, sobrino, cuñada, o amiga de la infancia, la respuesta está clara. ¿Y entonces? Sinceramente, a estas alturas del partido, yo no veo ninguna solución sana viable. La bola de nieve de las maras es ya prácticamente imparable. Los que pueden tratan de irse del País; muchos de los que no pueden también tratan de hacer lo mismo. Políticos y “asesores” no tratan de irse del País; están muy bien en él, y no pueden entender de qué se queja la gente. 
       Pero las sociedades tienen cierto instinto de supervivencia, y llegados a situaciones extremas como ésta, en que las instituciones del estado se muestran absolutamente ineficaces, tanto en obra como en voluntad, no es de extrañar la aparición de grupos clandestinos que traten de hacer la guerra por su cuenta para defender a la sociedad. Cuando estos grupos actúan y la noticia se hace pública, la gran mayoría de los ciudadanos de bien tratan de disimular en público lo que celebran en su interior. El disimulo público responde a la duda sobre si es ético o no. La celebración interior es una reacción natural del ser humano cuando se ve atacado, acorralado, angustiado e indefenso, y siente que alguien hace algo en su favor.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

sábado, 5 de septiembre de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: FAMILIA, CRISIS INSTITUCIONAL



En mis primeros blogs, hace ya varios años, hablaba de la familia, de lo que entendemos por familia y de su importancia. Siempre podremos encontrar miles de palabras salidas de miles de bocas que insisten en el tema, y probablemente todos o casi todos reconocemos en el fondo dicha importancia. De hecho, normalmente admiramos y envidiamos a aquellas familias bien construidas y que funcionan bien, y no envidiamos en absoluto aquellas situaciones en las que la familia no existe o no funciona. La familia es, en definitiva, algo fundamental que casi todos queremos, aunque muchas veces ni sepamos muy bien por qué, pero la simple idea de familia nos ha transmitido algo siempre positivo y nunca negativo que nos atraía.

Y siendo esto así, algo que todos desearían, no es precisamente algo que todos busquen actualmente, ni, menos aún, algo que muchos consigan. Pareciera que tener una familia bien estructurada y funcional es una de las cosas más difíciles que existen. ¿Por qué? La respuesta es sencilla, aunque encierra innumerables aspectos a analizar. Simplemente, la inmensa mayoría de las personas no están preparadas para formar y hacer funcionar en forma duradera una familia estructurada. Y curiosamente, pese a que el nivel educativo y la formación de las nuevas generaciones se incrementa década tras década, la preparación para la familia no es cada vez mayor; más bien al contrario.

Antes se formaban las familias más por inercia, porque, de algún modo, era lo que tocaba al llegar a ciertas edades, o porque era la consecuencia inevitable de enamorarse, particularmente en ciertos niveles socioculturales. Era el objetivo prioritario en la vida de casi todos. A veces funcionaba bien; otras no, aunque se trataba siempre de disimular, pero, en general, la gente no solía plantearse si estaba preparado o no para la familia. Ahora, el mayor nivel de conciencia que despierta el incremento en el nivel educativo de la juventud actual, provoca en los jóvenes esa conciencia de no estar suficientemente preparado, así como de la posibilidad de fracaso a la hora de plantearse formar una familia.
Sucede también que las nuevas generaciones tienen también otros objetivos en la vida, tan prioritarios o más que la familia, y a veces consideran que la formación de una familia podría suponer un lastre para dichos objetivos. Y sucede también que, siendo la familia un proyecto para el que se necesita un compañero/a, ese mayor nivel de conciencia les provoca dudas sobre cómo encontrar un compañero/a con suficiente preparación y disposición. En otras palabras, ahora los jóvenes se preparan más que antes para casi todo… excepto para la familia, y, por otro lado la conciencia de no estar suficientemente preparados para ella también es mucho mayor. La consecuencia de todo ello es que tienden a formarse cada vez menos familias, y a romperse cada vez más una vez ya formadas. Podría decirse que la familia, como institución, se encuentra en una crisis creciente, sin saberse realmente qué tan profunda podrá llegar a ser.


Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 



martes, 12 de mayo de 2015

Integrantes de la Orquesta Sinfónica Juvenil Don Bosco mostraron en WDC la cara positiva de la juventud salvadoreña

Tomado de La Voz de América
Jóvenes salvados por la música visitan Washington
La Orquesta Sinfónica y el Coro Juvenil Don Bosco está integrado por jóvenes salvadoreños en riesgo de las escuelas públicas en los sectores del país más afectados por la violencia.

Hace menos de cuatro años nació un proyecto que no encontró mejor forma para rescatar a los jóvenes en riesgo que a través de la música.
Fue así que gracias a la Fundación Salvadoreña Educación y Trabajo (Edytra) en cooperación con el Banco Mundial y el gobierno de Japón se dio vida a la Orquesta Sinfónica y el Coro Juvenil Don Bosco de El Salvador.
Este proyecto está orientado a prevenir la violencia juvenil en los barrios más afectados del país centroamericano.
La Orquesta Sinfónica Juvenil Don Bosco, es parte del sueño del padre José María Moratalla para compartir el arte en todas las esferas sociales del país.

“Este programa es muy beneficioso para estos muchachos porque lo primero que hace es quitarles tiempo libre. Luego con una capacitación integral se produce un mejoramiento en el rendimiento escolar y un cambio positivo de conducta”, explica uno de los fundadores y director de la orquesta y coro, Daniel Ernesto Ayala.
Como cuenta Ayala a la Voz de América, a través de esta iniciativa los niños y jóvenes descubren una pasión por el arte que los lleva a considerar la música como medio de vida.
Ayala también dijo que este proyecto ha permitido revalorar el arte entre la comunidad salvadoreña porque no solo está destinado a prevenir la violencia sino también a rescatar la identidad del pueblo.
Como parte del programa, La Orquesta Sinfónica y el Coro Juvenil Don Bosco cumplió uno de sus sueños al visitar la capital de Estados Unidos y ofrecer un recital en el Kennedy Center, escenario donde se presentan las mejores orquestas del mundo.
En esta oportunidad viajó a Washington solo una muestra representativa de 150 niños porque en total la orquesta está integrada por 200 miembros y el coro por 300 niños y jóvenes, entre los 8 y los 21 años.
“En total se benefician del programa en El Salvador más de 1.000 niños y jóvenes vulnerables porque no solo contamos con el proyecto musical sino también con otros de índole educativos, como nuestro instituto obrero empresarial donde estos jóvenes reciben entrenamiento y capacitación laboral”, finaliza Daniel Ernesto Ayala.
  

sábado, 2 de mayo de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA MAMA DEL AÑO



Así es como muchos medios de comunicación han llamado a la mujer que fue a sacar a su hijo de 16 años de una manifestación violenta en la que estaba participando en la ciudad estadounidense de Baltimore. Esta madre reconoció a su hijo al ver por televisión las imágenes de los disturbios, y no dudó en salir a buscarlo y sacarlo de allí, utilizando empujones y cachetadas, y lo que hiciera falta. No es nada nuevo que una madre haga algo así, pero la presencia de una cámara de televisión a escasos metros, captando la escena, ha hecho que la historia dé la vuelta al mundo, y me ha motivado a mí a hacer un análisis de la misma.
       Son varios los aspectos que se me ocurre analizar. El primero es sobre las reacciones públicas que ha generado. Mientras que la gran mayoría apoya y aplaude la acción decidida de la madre de poner disciplina y retirar a su hijo del peligro, sin importar cómo, no faltan sectores muy críticos hacia esta actitud, tanto por parte de activistas contra la discriminación de la raza negra, que critican a la madre falta de apoyo en su causa por evitar la participación de su hijo, y hasta la ven como traidora; como, por parte, de activistas en pro de los derechos humanos que critican la forma agresiva en que la madre actuó con su hijo públicamente; activistas que incluso piensan demandarla.
       Como suele pasar, nunca llueve a gusto de todos. Los activistas, cualquiera que sea su causa, suelen tener cierta tendencia al radicalismo, a interpretar las causas demasiado al pie de la letra, y a no tener empatía ni ojos para otra cosa que no sea su causa. Los que son padres, y sobre todo madres, han sentido una empatía especial hacia la situación de una mujer que ve a su hijo en una situación de riesgo, porque casi todos los que son padres y madres se han visto o se han imaginado en una situación parecida alguna vez y han sentido o se han imaginado su reacción, que no sería muy diferente de las de esta madre de Baltimore. De hecho este nombre de “la madre del año” ha sido dado inmediatamente por los medios, lo que implica también la inmediata empatía y simpatía de parte de los medios de comunicación. Por algo será.
       Lo que reclaman los críticos activistas podrá ser muy respetable, pero lo que reclama una madre sobre su hijo lo es mucho más todavía. Resulta contradictorio que en las calles se esté produciendo violencia de la de verdad, sin que nadie ponga el grito en el cielo, y se quiera demandar a esta madre por maltrato a su hijo por usar jalones, empujones y alguna cachetada precisamente para sacarlo de la violencia de verdad.
¿Es realmente maltrato esa acción? Bueno, todo depende del contexto. Entiendo que este contexto justifica plenamente la acción porque es una situación puntual, extraordinaria, no habitual, no desproporcionada, que es realmente efectiva, que no causa daño o lesión física ni tampoco psicológica, sino por el contrario, pretende servir como golpe de efecto contra un mal mucho peor. Las palabras y los sermones vendrán después ya en casa; pero ahí, en la calle, en ese momento, las palabras suaves no podían funcionar; era necesaria una acción más allá de lo correcto para ser efectiva. Muchas veces la acción débil no es efectiva, y la falta de acción es el peor de los maltratos.
Otro aspecto interesante de analizar es la reacción del muchacho ante la acción decidida de la madre. Reacción de sumisión. Curioso, es un muchacho muy joven, alto, que está participando en actos violentos en la calle, enfrentándose a la “autoridad”, llámese policía. Llega la madre, lo saca de ahí a empujones y jalones, lo cachetea por su acción, y el muchacho acata sumiso la acción de la madre, prácticamente sin replicar. Con ello estaba aceptando la razón de su madre, o por lo menos, su autoridad para no permitirle estar ahí.
La autoridad de los padres puede y debe ser muy grande; mucho más que la de la policía, pero hay que saber ejercerla sutil y continuamente mediante el ejercicio de la razón. Eventualmente, cuando esto no funciona, es aceptable alguna acción como golpe de efecto que desbloquee la sinrazón del hijo, siempre que sea proporcionada y muy esporádica. Peor es la pasividad al ver que el hijo pierde su camino. ¿Por qué asumí antes que la acción de esta madre fue esporádica y no habitual? Pues porque si fuera habitual el muchacho no habría resultado impactado por la misma, no habría acatado la autoridad de la madre, hubiera peleado con ella, y, probablemente hubiera vuelto a la calle.
Por último, pero si esta madre tiene la autoridad que tiene sobre su hijo, ¿Por qué el hijo “se le sale del huacal” y se va a la calle a enfrentarse a la policía? Pues porque, todos los sabemos, no siempre es fácil el adecuado control sobre los hijos. Es tanto más difícil cuanto menos tiempo dispongamos para ello, cuanto menos apoyo tengamos, y, claro, cuantos más hijos tengamos. Esta señora es madre de seis hijos, y ella sola está sacando adelante a todos. Ignoro más circunstancias, pero imagino que aunque reciba alguna pensión alimenticia, ha de tener que trabajar para procurarles un futuro mejor, por tanto, ha de disponer de poco tiempo para ellos. ¿Les suenan familiares estas circunstancias? Pese a ello, esta señora tiene el carácter que se necesita para, pese a las dificultades, recuperar a una oveja que se va por otro lado.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.


Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.