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domingo, 12 de enero de 2025

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL PADRE Y SU ROL EN EDADES TEMPRANAS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

El rol del padre en las edades tempranas de los hijos desempeña un papel fundamental en el desarrollo integral de los niños. Aunque tradicionalmente la crianza ha sido percibida como una responsabilidad principalmente materna, investigaciones y estudios contemporáneos han demostrado que la participación activa del padre es clave: debe proteger, alimentar y ayudar a cuidar al recién nacido y a la madre.
Es importante abordar este tema con sensibilidad y comprensión. La responsabilidad parental es fundamental para el bienestar de los niños y las familias. Aunque ha habido avances significativos en la corresponsabilidad y el compromiso paterno, aún persisten desafíos importantes.

En muchas sociedades, especialmente en aquellas con estructuras más tradicionales y machistas, existe un patrón histórico de deserción paterna. El hombre muchas veces solamente embaraza a la mujer y la abandona. Eso provoca abandono emocional y económico de la madre durante el embarazo, lo que genera una carga adicional de estrés y responsabilidad para ella.

Algo es indudable: la llegada de un hijo incrementa los conflictos no resueltos en la pareja en la mayoría de los casos. Existe menos tiempo para la pareja como tal y deberá generarse un rol de cuidadores, educadores y protectores de un nuevo ser que forma parte de esta nueva pareja de tres: es decir, la nueva familia.

En los primeros meses, el agotamiento físico y emocional puede hacer que ambos sean más propensos a discutir. La pareja duerme mal y eso se siente. Uno de los dos, generalmente la madre, puede sentir que está cargando con más responsabilidades relacionadas con el bebé que su cónyuge y eso genera tensiones.

La implicación de los padres también promueve una mayor equidad en los roles dentro del hogar. Cuando los padres participan activamente en el cuidado diario, como el baño, la alimentación y el juego, se reduce la carga sobre las madres y se genera un ambiente familiar más colaborativo y armonioso. Sin embargo, no es tan frecuente ver eso. Los roles generalmente se asignan por la anatomía y fisiología del hombre y la mujer, pero aparte de la lactancia, nada impediría que el hombre se involucre más en todo este proceso.

Un estudio innovador realizado por investigadores del King's College de Londres ha arrojado luz sobre la importancia de la participación paterna en los primeros años de vida infantil. La investigación, centrada en el desarrollo de niños durante sus primeros dos años, reveló hallazgos significativos sobre el impacto de la presencia activa del padre: los niños con padres altamente involucrados en su crianza mostraron un desarrollo cognitivo más robusto y prometedor.

Los expertos del estudio argumentan que esta mejora no es casual, sino resultado de múltiples factores. Los padres, más allá de su rol tradicional, se constituyen como una fuente fundamental de estimulación temprana. Además, los vínculos establecidos en la infancia se traducen en relaciones más sólidas y significativas durante la adolescencia y la adultez.

 

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

sábado, 7 de diciembre de 2024

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: CONEXION E INFLUENCIA AFECTIVA EN EL EMBARAZO

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

 

Es verdad que los estados de ánimos son, en cierto modo, contagiosos. Pero es curioso lo que puede suceder entre una madre embarazada y su hijo en el vientre. Según un estudio de la Universidad de Cambridge se ha demostrado como la interacción madre e hijo desde el embarazo es crucial para el desarrollo y el aprendizaje futuro de un niño.

Definitivamente hay una interacción muy fuerte entre madre e hijo desde el momento del embarazo y sus cerebros actúan sincronizados en esta etapa. De acuerdo con el deseo y dedicación plena que le dedique el embarazo será mejor que cuando se trate de embarazos no deseados o traumáticos. 

“Cuando estas expresan emociones más positivas, su cerebro se conecta mucho más intensamente con el cerebro de su bebé", asegura el doctor Vicky Leong, del Departamento de Psicología de la Universidad de Cambridge, responsable de la investigación. En otras palabras, según la actitud de la madre ante el embarazo será la conexión positiva o menos agradable que tendrá con el hijo que espera.

El estudio de Cambridge, en el que participaron 1.862 madres y padres, midieron y analizaron pensamientos y sentimientos de los futuros padres sobre su bebé en la gestación y fueron capaces de determinar una relación modesta pero sólida sobre el desarrollo postnatal del hijo. 

Los resultados, que fueron publicados en un artículo en Developmental Review, descubrieron que las madres lograron una mejor conexión con su bebé durante el embarazo que los padres y eso les permitió tener mejores relaciones con sus hijos después del nacimiento.

Esto contradice en cierto modo la creencia popular que sostenía que cualquier embarazo debía de ser un momento grato para las madres. Ya se vio que no necesariamente es así. El estado emocional de la madre es clave. A mayor aceptación y estado de ánimo, ésta tendrá mejor una preparación previa al parto, tanto mental como físicamente. También puede ocurrir que pese a ser un embarazo deseado, hay depresión física que puede ser agravada por la tensión y el compromiso que genera la maternidad. 

Algo de eso ya se vislumbraba tras una investigación de la Universidad de Navarra sobre la comunicación materno-filial en el embarazo “Células madre y vínculo de apego en el cerebro de la mujer”, dice el informe. “La unión entre ambos se produce desde que la mujer está embarazada y es tanto a nivel emocional como a nivel celular. Cuando el embrión está implantado en el útero se comunica con los tejidos de la madre y comienzan los cambios hormonales en el cerebro y el resto del cuerpo de la mujer”, explica el informe.

En el caso de una madre depresiva, el niño -aquí aplica tanto dentro como fuera del útero- su hijo definitivamente tendrá menos estimulación de parte de su progenitora. Eso implica menos alegría, menos miradas directas, menos cánticos alegres y por consiguiente peor desarrollo de los bebés, una tristeza que tal vez no podrán ni describir o explicar al crecer. 

"Las madres que experimentan un estado mental persistentemente bajo o negativo debido a una depresión clínica tiende a tener menos interacción con su bebé. Su habla es a menudo de tono más plano, ellas hacen mucho menos contacto visual y tienen menos probabilidades de responder cuando su bebé intenta llamar su atención, lo que, al final, les afecta”, concluye el doctor Leong. 

Si la comunicación emocional entre padres e hijos siempre ha sido crucial durante los primeros años de la vida, ahora descubrimos que incluso esta relación comienza mucho antes: precisamente desde el momento de la gestación.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

domingo, 20 de octubre de 2024

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: SINDROME DE LOS PADRES QUEMADOS

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos


Si últimamente escucha hablar del Síndrome del Progenitor Quemado no es casualidad. Cada vez más forma parte del léxico diario en temas de conversación. Para aquellos que les resulte novedoso, aquí una breve descripción: son aquellos padres que ya no soportan a los hijos, que se sienten irritables alrededor de ellos, y hasta sienten rencor y dudan de haber hecho bien al traerlos al mundo.
Es un fenómeno psicológico cada vez más reconocido, asociado al estrés crónico que experimentan algunos padres y madres debido a las exigencias constantes de la crianza.

El término, que en inglés es burnout parental, es un derivado del Síndrome del burnout, que hace referencia a la cronificación del estrés laboral. Este se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador. Es un proceso en el que progresivamente el trabajador sufre una pérdida del interés por sus tareas y va desarrollando una reacción psicológica negativa hacia su ocupación laboral.

En este caso es lo mismo, solo que en vez de afectar a trabajadores en sus entornos laborales, la fuente del agotamiento proviene de las demandas emocionales y físicas de cuidar a los hijos.

Las razones pueden ser muy variadas, desde problemas económicos hasta mal comportamiento, dificultades por enfermedades, vicios o simplemente porque sus hijos no cumplen las expectativas que tenían proyectadas en ellos. Normalmente, lo sufren más las mujeres que los hombres, lo cual es lógico: generalmente son ellas las que cargan con la mayor parte de cualquier situación y porque son las más capaces emocionalmente de darse cuenta y sentirse culpables.

El Síndrome del Progenitor Quemado es fácil de identificar, al menos desde afuera. Sin duda hay una indiferencia afectiva, también puede haber maltrato físico, psicológico y emocional. Si el padre es consciente de esto, puede buscar ayuda, pero la mayoría de las veces es complejo encarar algo tan difícil de asimilar y reconocer. En la literatura, cuentos como el de Hansel y Gretel hablan sobre esto.

Por más que muchos quieran minimizarlo, este síndrome es una realidad para muchas familias en el mundo actual. Con el aumento de las presiones sociales y económicas, así como con las expectativas de perfección en la crianza, muchos padres encuentran difícil mantener un equilibrio entre las necesidades de sus hijos y las suyas propias. Reconocer este síndrome, abordarlo de manera preventiva y buscar soluciones prácticas puede ayudar a mejorar tanto el bienestar de los padres como el de los hijos.

 

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

domingo, 13 de octubre de 2024

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: NO SOPORTO A MI MADRE

 Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Las relaciones familiares sn uno de los aspectos más fundamentales en la vida de cualquier persona, y dentro de estas, la relación entre madres e hijas representa un lugar especial por su profunda conexión emocional. Las malas relaciones entre madres e hijas son un fenómeno común que puede estar influido por una amplia gama de factores, desde expectativas no cumplidas hasta diferencias generacionales y heridas emocionales no resueltas. 
Parte del problema es que las madres son machistas. Ven a sus hijas como una posesión que debe de ser como ellas, criarse como lo fueron ellas e incluso llegar a ser mejores que ellas. Ese deseo de control suele ser asfixiante, y así se producen los roces y los choques. Con los hijos varones, en cambio, la conducta suele ser diferente. Por lo tanto, esa dualidad de criterios ante una misma situación dificulta el alcanzar una plenitud de la personalidad en las mujeres.

Hay un determinado momento en que las hijas mujeres tienen que abandonar el nido, y no necesariamente a raíz de haber contraído matrimonio. Debe ser incluso antes, y no es solamente como un proceso de transición, sino mentalmente.

Las madres, a menudo con la mejor de las intenciones, proyectan sus deseos y esperanzas en sus hijas, esperando que estas cumplan con ciertos ideales. Estas expectativas pueden estar relacionadas con el éxito académico, las decisiones de vida, o incluso con la manera en que las hijas deberían comportarse en sociedad. 

Hay una necesidad de crecer emocionalmente y tener ideas y metas diferentes al de la madre y a la mentalidad prevalente en el hogar. Pero no basta con solo dejar el nido. Muchas mujeres contraen matrimonio solamente para cambiar una cárcel por otra, y pasan de un control maternal por otro marital. Eso, obviamente, no ayuda. 

A la hora de independizarse y dejar el hogar, siempre hay más trabas para las hijas. Parte por considerar que las mujeres son las que deben quedarse en casa, al menos más tiempo para cuidar a los padres. También, como ya se ha dicho, por el mismo deseo de control y porque la sociedad es más dura con las mujeres que viven solas.

Las relaciones entre madres e hijas pueden llegar al punto de ni siquiera hablarse a pesar de vivir bajo el mismo techo. Muchas veces el vínculo suele mejorar al distanciarse, especialmente cuando las hijas logran la autonomía deseada.

Las madres pueden tener dificultades para aceptar que sus hijas se conviertan en adultas independientes que toman sus propias decisiones. Este proceso natural de separación puede ser doloroso y generar sentimientos de pérdida en la madre, y de frustración o resentimiento en la hija.

Estos conflictos no le hacen bien a nadie. Por un lado, puede surgir el sentimiento de creer que es una mala hija, sobre todo si esto es alimentado por los otros miembros de la familia, que son cómplices -consciente o inconscientemente- de esta manipulación y control ejercida sobre las hijas mujeres. Esto puede derivar en muchos problemas de autoestima, trastornos alimentarios y más.

Del lado de la madre también puede aparecer un sentimiento parecido de creerse una mala madre, aunque generalmente es a posteriori, no mientras se realiza el autocontrol que se disfraza amor, cuidados y protección de las más débiles por su sexo femenino. 

Si ambas son conscientes del problema y están dispuestas a resolverlo, pueden avocarse a algún tipo de terapia. De lo contrario, nada será mejor que las hijas logren independizarse para poder desarrollarse a pleno sin ningún tipo de frenos ni controles.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

domingo, 27 de agosto de 2023

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: POSTPARTO MASCULINO

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos


Mucho se ha escrito de la depresión postparto que sufren las mujeres luego de dar a luz. Sin embargo, poco se conoce de la versión masculina de esta patología. Lo cierto es que cada vez es más común que los hombres también puedan experimentar síntomas similares. Muchos, incluso, padecen gran parte de los antojos y penalidades del embarazo, ya sea desatado por "la empatía" con la embarazada o realmente fisiológico. 

La depresión postparto en los hombres puede ser desencadenada por una combinación de factores hormonales, cambios en el estilo de vida, falta de sueño, estrés y las demandas emocionales asociadas con la paternidad. Al igual que en las mujeres, los síntomas pueden variar, pero pueden incluir tristeza persistente, irritabilidad, pérdida de interés en actividades previamente disfrutadas, cambios en el apetito y el sueño, dificultades de concentración y problemas de relación.

Una madre con depresión post parto puede provocar lo mismo en su pareja. Si la esposa está deprimida, es más probable que el esposo la padezca. De hecho, se calcula que si la madre tiene depresión posparto el riesgo de que el padre la tenga también se sitúa entre el 25 y 50 %.

Pero también puede ocurrir que esa sensación solo sea del hombre, ya que la pareja tendrá su atención centrada en el nuevo integrante. Eso, por un lado, le hace perder protagonismo en la relación -un sentimiento de exclusión del vínculo madre-hijo- y por otro lo compromete a cooperar en el proceso y puede estar tenso y sin dormir bien, ya que los recién nacidos requieren de mucha atención.

Algunos estudios sugieren que alrededor del 10% de los hombres pueden experimentar síntomas de depresión después del nacimiento de un hijo, una cifra considerable si se tiene en cuenta que el porcentaje entre las mujeres se estima en un 20%.

Esto puede variar dependiendo de la población y los criterios utilizados para definir y diagnosticar la depresión postparto en los hombres. Además, debido a la falta de conciencia y estigmatización asociada con la depresión masculina en general, es posible que muchos hombres no busquen ayuda o no informen sobre sus síntomas, lo que dificulta obtener una imagen precisa de la prevalencia.

Es que si bien los individuos que han sido padres recientemente manifiestan síntomas de tristeza, llanto y aislamiento social, tienden a ocultarlo. Es decir, no exteriorizar el malestar y aparentar estar en óptimas condiciones.

La depresión postparto se da más en padres primerizos, pues es todo nuevo, pero también puede originarse si el embarazo no fue muy deseado o el parto fue complicado. Algo está claro: si los síntomas de tristeza, el rechazo a la situación se prolongan más allá de un mes es que debe buscarse ayuda profesional de forma inmediata o si existen deseos de hacerse daño o autolíticos.


Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

sábado, 24 de diciembre de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR. CANCER Y DIALOGO CON TU HIJO

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Probablemente no haya momento más difícil en la vida de los padres que comunicarle a su hijo que tiene una enfermedad terminal como el cáncer. Es imposible estar preparado para eso por más inteligencia emocional que se tenga. Sin embargo, de cómo abordar ese tema desde el arranque puede depender la forma de afrontar todo el proceso. Un dato para tener en cuenta: cada año se diagnostica cáncer a aproximadamente 280.000 niños de entre 0 y 19 años.

La comunicación debe ser objetiva y clara, pero sobre todo sincera. Dependerá, por supuesto, de la edad de ellos y se debe de contestar sus preguntas. No debemos adelantarnos mucho, pero sí en dejar puertas abiertas al diálogo. Algo muy importante es que no lloremos o adoptemos caras de tragedia, más bien la actitud debe ser de comprensión, consuelo y acompañamiento. Tampoco denotar lástima y menos hacerles sentir que le tenemos lástima. Es importante hablar de lucha y esperanza, pero no basada en falsedades.

El proceso comunicativo debe empezar con el médico, que informa del diagnóstico a los padres. Ellos deben asimilar la situación para después trasladarla al joven paciente. El médico es el encargado de dar un informe completo, con total sinceridad y sin rodeos, de manera que los padres conozcan toda la verdad y se vuelvan más proactivos en todo el desarrollo y en las diferentes etapas de la enfermedad.

Según la edad del niño será la forma de comunicarlo. A medida que es mayor puede participar más activamente en su proceso. A medida que lo vamos asimilando, tanto padres como hijos pequeños o adolescentes irán haciendo más preguntas. Lo mismo conforme a que las etapas vayan sucediendo, incluyendo los tratamientos y las expectativas o pronósticos según el tipo de cáncer.

Algo fundamental es aclararles que el cáncer no es por su culpa o por haberse portado mal. Además, explicarles que la enfermedad no se contagia con un beso o con un abrazo, y que no deben alterar sus rutinas en la medida de lo posible. Eso sí, es preciso contarles de algunos de los efectos que producirá el tratamiento, ya sea quimioterapia o radioterapia. El más común es la pérdida de cabello.

La palabra cáncer es tan fuerte, y más pronunciada por los padres a un hijo, que no es necesario mencionar que se trata de una enfermedad terminal que puede acabar en la muerte. 

De alguna idea la sola palabra ya está asociada a eso, por lo cual dentro del proceso de tratamiento irán surgiendo esas pláticas, pero no hay que apresurarse sino ir haciéndolo a medida que el cáncer avance y dependiendo de la efectividad del tratamiento. 

Es importante evitar sentimientos de compasión hacia el hijo enfermo. Si tenemos lástima y nuestra actitud hacia ese hijo es muy diferente a los otros niños o miembro de la familia, él lo percibirá. Hay que ir poco a poco, apoyado en lo que digan los médicos, pues hay tipos de cáncer que avanzan más rápido y entonces el proceso comunicativo debe acelerarse.
 
Dependiendo de los casos, puede ser de mucha ayuda la colaboración de un psicólogo o un sacerdote, y no solo para el que padece la enfermedad sino para los padres y el resto de la familia. La fe es importante porque da fortaleza mental, pero no debemos descansar sólo en ella porque algunos pueden pensar que solo con la fe se van a curar. El apoyo psicológico también es fundamental porque permite afrontar esta dura batalla con entereza y no derrumbarse mentalmente.


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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infanto-juvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

sábado, 4 de junio de 2022

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: BULLYING : ACOSADOS Y ACOSADORES

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Aunque parezca mentira, el término bullying, tan de moda en estos tiempos, es relativamente nuevo. Lo acuñó en 1993 el psicólogo noruego Dan Olweus, catedrático de la Universidad de Bergen, a partir de estudios sistemáticos realizados en los años 70' del pasado siglo XX sobre el suicidio de algunos adolescentes. 
Bullying viene del vocablo inglés "bull" (toro), porque implica actuar como un toro en el sentido de pasar por encima de otro u otros sin contemplaciones. En el idioma español la traducción que más se ajusta es acoso u hostigamiento.

Es importante saber que el bullying es un triángulo con tres vértices: uno puede ser víctima, espectador o acosador.

Es relativamente fácil detectar si nuestro hijo es víctima de bullying, ya que seguramente el niño no querrá ir a la escuela o tendrá temores de ir y venir solo. Puede que presente moretones y su ropa se vea sucia. Además, seguramente regresará a casa sin algunos objetos personales, o en todo caso dañados. También pueden tener problemas para dormir, pesadillas, tristeza y se les notará más aislados.

Sin embargo, no es tan sencillo identificar a un hijo acosador, aunque algunos detalles podrían delatarlo. Atención con aquellos que llegan a casa con cosas que no son de él, incluso dinero. Alguien con ese perfil tendrá mucho secretismo sobre sus actividades en el colegio, lo podemos ver con malas compañías y poco interés en los estudios, esto último algo que comparten con los niños maltratados. En caso de que lo acusen de hacer bullying, simplemente negara los hechos o los explicara de manera que parezca que él solo se defendió del otro.

Y, por último, están los espectadores, que en un grupo escolar acaban siendo mayoría. Podría ser que nuestros hijos disfruten de ese hostigamiento. Podría detectarse si vemos que comenta con entusiasmo ver agredirse a sus compañeros, si toma fotos o video y los comparte, incluso si promueve o incita al bullying indirectamente. 

Como padres, si nuestro hijo es el agredido hay que tratar de incrementar su autoestima, hablar con las autoridades escolares. También es bueno que reciba clases de defensa personal, como karate o algún arte marcial. Y desgraciadamente, en casos extremos, habrá que cambiarlo de centro de estudios, pero siempre con asesoría psicológica, para que ello no influya tanto en su vida futura. 

En los colegios deberían tener más control sobre los alumnos, tanto de maltratadores como maltratados, y recomendar terapias. Además, en casos extremos, echar del colegio a los alumnos con perfiles de acosadores. En la actualidad las instituciones educativas no cumplen del todo ese rol, y se complica más porque las escuelas suelen estar abarrotadas, lo que hace más difícil controlar a los estudiantes. 

Algo es seguro. Es más fácil revertir una situación de hijo acosado que de uno acosador. Los acosadores pueden tener patologías que se irán mostrando a medida que vayan creciendo, desde trastornos de conducta severos a uso de alcohol y drogas, sexo temprano e indiscriminado, incluso adicción al juego. En cambio, alguien que sufre acoso, con una buena terapia y el apoyo de la familia, podrá superarlo. 

Sin embargo es importante apuntar que una persona sometida al bullying, en sus peores días es capaz de cualquier cosa. Y como ejemplo más reciente, el caso de los asesinatos en la escuela de Uvalde. Salvador Ramos, el asesino de 18 años, era víctima del bullying cuando asistía a ese mismo instituto escolar.


 

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 8 de mayo de 2021

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: PADRES QUE ODIAN

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Es bastante común escuchar a hijos que odian a sus padres, y las razones pueden ser múltiples. Sin embargo, es difícil encontrar procesos inversos. 

Es decir, padres que odian a sus hijos. Difícil, pero no imposible… Por supuesto que se puede rechazar a un hijo y hay un abanico de posibles argumentos: nos recuerda a alguien no querido, pensamos que puede quitarnos el amor de pareja o porque verdaderamente ha incurrido en una falta grave, entre otros.

 

El sentimiento surge del amor entrelazado con la vergüenza por sentir esa emoción. “Este proceso tiene una base científica, ya que el amor y el odio comparten los mismos circuitos cerebrales”, explica en su libro el psicólogo británico Simon Baron-Cohen.

 

La intensidad y algunas razones probablemente dependerá de la edad de los hijos, pero la animadversión puede ser producto de una violación o de una relación romántica de la cual ya no deseamos ni acordarnos. Cuando ocurre que el odio puede ocasionar daño -incluso físico- en un hijo. “Amor y odio son dos emociones intensas que circulan en dirección contraria por la misma carretera”, agrega Baron-Cohen.

 

Un buen ejemplo de una relación tóxica entre madre e hija está muy bien representada en la reciente película Corre (Run), disponible en Netflix y entre las 10 más vistas en El Salvador en las últimas semanas.

 

En dicha historia, una madre somete a todo tipo de daños físicos a una hija que va un poco más allá de la típica relación inestable entre padres e hijos. Pero la posibilidad de un daño está latente, sobre todo cuando es provocado por factores ajenos al hijo o sobre los cuales éste no tiene posibilidad de hacer nada. 

 

En algunas ocasiones el odio puede ser generado por una decepción. Es decir, el hijo no cumple las expectativas que se planteaban sus padres. Definitivamente en estos casos estará mezclado con una dosis de culpa, además de la vergüenza.  El progenitor puede sentir que no logró darle a su hijo herramientas para lograr lo que él o ellos esperaban de este hijo. Además, es probable que haya cargado en las espaldas de su hijo todo lo que él quiso y no pudo ser.  

 

La psicóloga estadounidense Susan Forward escribió un libro llamado 'Padres que odian' que describe algunos de sus comportamientos. 

 

Se trata de emociones bastante comunes de desagrado, que no se identifican con cierto  odio por la connotación tan negativa de esta emoción hacia un hijo, pero esto llevará a pleitos sin explicación o incluso a sabotear inconscientemente a este hijo.  “Creo que los padres también odian a sus hijos.

 

Lo que pasa es que no es lícito decirlo”, afirma la colombiana Pilar Quintana, autora de la novela La Perra, en la que trata con crudeza las frustraciones de la maternidad.

 

En algunos casos, los más extremos, ese odio hacia los hijos puede llegar al asesinato, algo que técnicamente se llama filicidio. 

 

Según un estudio de la revista Forensic Science International, cada año hay al menos 500 casos en los Estados Unidos. Casi el 72% de los niños que fueron asesinados por sus propios padres tenían 6 años o menos. Otro dato: el 41,7%% de los asesinos fueron mujeres, mientras en el 58,3% de los casos fueron hombres. Pero quizás lo que llama la atención es que apenas el 10% de las víctimas fueron asesinadas por sus padrastros o madrastras, por lo que el 90% de las víctimas fueron hijos e hijas biológicos de los asesinos. 

 

Por eso lo recomendable es un buen terapeuta que no tome partido sino que sea bien objetivo y pueda hacer entender estas emociones negativas o sea identificarlas para ir pasando luego a su mitigación.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

 

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

 

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

 

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

 

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

 

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

 

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. 

 

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.