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sábado, 21 de diciembre de 2013

SALUD MENTAL, LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: REGALO DE NAVIDAD




        Cada vez más tendemos a confundir el espíritu de la navidad, y a desplazarlo de su vocación espiritual hacia una vocación puramente comercial, a lo cual los comerciantes nos ayudan bastante, claro. En estas fechas se vive una verdadera preocupación por el regalo con que “se cumplirá” con fulano. Y a su vez, fulano espera el regalo con que mengano “cumplirá” con él. Mengano(a), en realidad, tiene una larga lista de personas con quienes debe “cumplir”, y tiene que tener mucho tacto para elegir la categoría de regalo para cada quien, porque por un lado, se puede desbalancear su presupuesto, pero por el otro, corre el riesgo de que fulano quede insatisfecho, y haga comentarios como: “¡vaya con mengano, lo que me regala; se habrá quedado pobre!”.

        Es frecuente mandar el regalito con la tarjetita protocolaria de rigor, para así no tener ni que saludar a la otra parte, lo cual resulta paradójico, absurdo. Hasta las tarjetas de felicitación vienen ya todas impresas con un mensaje navideño, tan bonito como vacío e impersonal, muy apropiadas para quien no tiene nada que decir. Lo que llena de contenido la tarjeta es el verdadero sentimiento de las personas, y eso sólo uno mismo lo puede expresar. 

Claro, que si busca una bonita tarjeta en blanco, sin mensaje impreso para poder escribir usted y dar rienda suelta a sus sentimientos, aunque sea con mala letra y ortografía, le será muy difícil encontrarla; ya todas le anularon su iniciativa y creatividad.

        Por otra parte, hay personas que desearían regalar simplemente un sincero abrazo y un verdadero deseo de felicidad, pero tienen temor a quedar mal por no incluir algo material en el combo, pensando que eso es lo que espera la otra persona. En definitiva, todo el espíritu navideño se va traduciendo a una cuestión de quedar bien o quedar mal, en base a algo material, olvidándose de su verdadera esencia como marco para un acercamiento espiritual entre los seres humanos.

        Si de verdad aprecia a las personas, aproveche esta ocasión para expresarlo abierta y directamente, independientemente de regalitos; no los necesita. Si está distanciado de quien debería estar cerca, aproveche para el acercamiento. Si hay sinceridad, será el más bonito regalo que la otra persona recibirá, y no cuesta dinero.


Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.


Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 14 de diciembre de 2013

SALUD MENTAL, LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: REFLEXIONES NAVIDEÑAS




  

Hay una cada vez más extendida forma distorsionada de percibir la Navidad. Sigue siendo una noche de encuentro, de mesa de gala, de abundancia, de ilusiones y de alegría; una noche en la que siempre falta alguien querido, pero en la que acaba prevaleciendo la tradición. Así es como la seguimos viviendo la mayoría de nosotros, pero cada vez más, se introducen ciertos componentes que tienden a desvirtuarla, y sobre los que cada año, cuando se aproximan esas simbólicas fechas, conviene hacer más de una reflexión.

        No deja de ser grotesco el supuesto “espíritu navideño” promovido por la presión comercial, que seduce a las multitudes, reduciendo la Navidad a una conmemoración vacía que parece pretender únicamente abrir las puertas al consumismo, de modo que termina siendo no más que un excelente pretexto para hacer negocio. Pero el problema va más allá de la simple percepción personal del significado de la Navidad, y afecta negativamente a la relación entre las personas, precisamente al contrario de lo que la Navidad pretende.

        Tradicionalmente, lo que imperaba en Navidad era el saludo, los deseos de felicidad, la comunicación entre los seres queridos, y el compartir con ellos una noche especial. Hoy día, y sin que eso aún haya llegado a perderse, cada vez impera más el obligado regalo material. De algún modo, nos hemos dejado convencer de que dicho detalle es necesario, imprescindible; se ha instituido en un compromiso para quedar bien con los demás, al grado de llegar a crearnos verdadero stress el tema de ver cómo “cumplimos”, con el tiempo y el presupuesto escaso, con dicho compromiso, que probablemente incluye una larga lista de personas.

        Pero este no es el punto final de esta degeneración del sentido de los regalos navideños. Por el mismo hecho de constituirse en una obligación hacerlos, automáticamente se genera el “derecho a recibirlos”, de modo que el regalo frecuentemente ya no se recibe con la ilusión y la algarabía propia de la ocasión, sino con el simple agradecimiento tibio y protocolario que certifica un compromiso cumplido, con lo que el regalo ya no se hace porque se desea hacer, o ni tan siquiera para quedar bien, sino para no quedar mal. Y es lógico; sucede con todo aquello que se hace de forma abusiva; rápidamente se pierde la ilusión por ello, y si a pesar de eso se sostiene es porque hay una adicción creada, bien sea natural, o artificialmente, como en este caso. Sí, tal vez esa es la palabra adecuada: se nos está haciendo “adictos” al regalo material, particularmente en Navidad.

        Se hace necesario desligarse de toda esa trama ruidosa, difundida en nuestros ambientes, que mantiene las celebraciones navideñas cautivas en los terrenos de la superficialidad y del consumo. Se hace mucho ruido exterior con el pretexto de la Navidad para huir de lo espiritual, donde cada vez nos sentimos menos cómodos; y extraviarse en el materialismo. Esa abundancia de luces, de fiestas, de regalos, y de frenéticas compras, muchas veces es sólo un sustituto del sentido ausente que da a cada ser humano el nacimiento de Jesús. Y precisamente cuando más debemos acercarnos a lo espiritual, es cuando más nos acercamos a lo material.

        No es poseer lo que engrandece al hombre, sino compartirlo. Es urgente abrir el paso a estilos de vida donde la búsqueda de la verdad, del bien común, y de tantos otros valores, como el compartir con los demás para un crecimiento común, sean los elementos que determinen las opciones de consumo. En este sentido, no debe entenderse ilegítimo el deseo de poseer y de disfrutar de las cosas; al contrario. Más bien, lo que deprime al hombre es el poseer de una forma desmedida, insolidaria y excluyente, vaciándose de si mismo para llenarse de cosas materiales.

        ¿Qué sentido tiene celebrar la Navidad a través de la opulencia material, cuando el hecho de Jesús naciera pobre, marginado y perseguido, y muriera también pobre, marginado y perseguido, nos está enviando un perpetuo mensaje de lo que es el verdadero espíritu de la Navidad? ¿Cuánto nos acordamos en Navidad de los que viven en condiciones similares a Jesús? ¿Cuánto nos acordamos de los desheredados, de los fracasados, de los que no tienen ni dónde refugiarse, y de todos aquellos que han equivocado su camino y no tienen más compañía que su propia soledad? ¿Cuánto nos acordamos de tanta gente que vive en la miseria en nuestro propio País?

        ¿Cuánto nos acordamos en Navidad de aquellos con quienes a diario nos cruzamos como quien se cruza con un poste de la luz, evitando mirarle, como si no existiera, para esconder nuestro sentimiento de culpabilidad y vergüenza por nuestra opulencia, que siempre nos parece insuficiente? ¿No era Jesús uno de ellos? ¿Por qué no, en Navidad, agregamos en nuestra lista de compromisos a alguna de estas personas, para regalarles una mirada y un dólar?

El agente Lawrence Deprimo de la policía de Nueva York se convirtió en un héroe para muchos habitantes de la ciudad al comprar mientras patrullaba, por iniciativa propia y de su propio bolsillo, unas botas para un vagabundo descalzo que mendigaba en Times Square. La imagen del altruista agente de policía apareció en la cuenta de Facebook del Departamento de Policía de Nueva York donde siendo compartida por los usuarios miles y miles de veces. VIERNES 30 DE NOVIEMBRE 2012


Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 7 de diciembre de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EL ESPIRITU DE LA NAVIDAD



      Una nueva Navidad se acerca, la primera del nuevo milenio, y puede ser una buena ocasión para este tipo de reflexiones. Pero ello requiere que busquemos el verdadero espíritu de la Navidad. Estas palabras, que año tras año se pronuncian cada vez más, parecen convertirse en paradigma de lo que es actualmente nuestra existencia: Bonitas palabras, bonitas formas; pero cada vez más vacías, intrascendentes, y carentes de contenido y de verdad.

       Es bonito el carácter comercial de la Navidad, pero la enorme presión comercial a la que somos sometidos, especialmente en esta época, hace que la obsesión por comprar desvíe nuestra atención del verdadero sentido de la Navidad. Es bonito dar y recibir regalos en Navidad, pero es algo que cada vez más se convierte en tema de compromiso, en cuestión de “tener que quedar bien” con otros, lo cual le quita su verdadero sentido. Es bonito decorar la casa y las calles con luces y adornos en Navidad, pero si no se hace como expresión del deseo de compartir con los demás la alegría de estas fechas, tampoco tiene sentido.

       Es bonito reunirse para pasarla bien en Navidad, pero si después de ello no ha crecido un verdadero acercamiento entre las personas, tampoco esa reunión tuvo el verdadero espíritu de la Navidad. Es bonito mandar tarjetas de felicitación en Navidad, pero si nos limitamos a enviar una de esas tarjetas que ya vienen con el mensaje impreso, sin siquiera añadir alguna palabra de nuestro corazón, tampoco tiene significado. Es bonito esperar a Jesús la noche del 24, pero si esa actitud simbólica no se traduce en una actitud real de tratar de encontrar a Jesús en cualquier momento y lugar, en cualquier detalle de la vida cotidiana, tampoco tiene sentido.
 
       El verdadero espíritu de la Navidad debe buscarse en la esencia de todas estas manifestaciones características de la Navidad. ¿Compras? Claro que sí, pero no aquellas que nos imponga la presión comercial, sino las que de verdad nos hagan ilusión o nos sirvan para dar un sentido más puro y más humano a la Navidad.

       ¿Regalos? Por supuesto, pero no por puro compromiso, sino a aquellos a quienes estamos agradecidos, y a quienes realmente deseamos hacerlo, aunque sea sólo porque sí, y tomando en cuenta que “regalo” no necesariamente significa algo material. Una felicitación, un abrazo, una simple llamada telefónica, un e-mail personalizado, etc., con la expresión sincera de lo que se aprecia y valora a alguien, o de un deseo de acercamiento, pueden convertirse en los más bonitos regalos que una persona puede recibir. Los regalos materiales no pasan de ser complementos, tan baratos que sólo cuestan dinero.

       Lo mismo puede decirse de las tarjetas de felicitación. Actualmente casi todas vienen con un mensaje ya impreso, tan bonito como impersonal; como diseñado para quienes no tienen nada que decir. Si usted quiere decir algo a alguien en Navidad, escríbalo usted mismo. No importa si no queda tan bonito en su forma; lo bonito es el sentimiento que lo inspira, que es suyo, y personalizado para la otra persona.

       Adorne su casa, y póngase de acuerdo con sus vecinos para adornar su calle con luces.  Ello será el reflejo de una voluntad colectiva y compartida de proyectar alegría. Los adornos luminosos de algunas casas y comunidades son un ejemplo de la capacidad que se tiene a través de la organización, el acercamiento y el acuerdo entre las personas, aunque sea en Navidad. Claro, que si se puede en Navidad, ¿Por qué no el resto de año?

       Reúnase con sus familiares y amistades, e incluso con aquellos con quienes debería haber mejor relación. Y pásela bien, pero procure que no sea una simple reunión intrascendente en la que simplemente “la pasó bien”; trate de que la relación con todas esas personas resulte fortalecida y sea más estrecha a partir de ahora. Por último, si quiere encontrarse con Jesús, no vaya a buscarlo simplemente en la noche del 24, porque no lo va a encontrar. A Jesús se le puede ver a cada momento en cada rincón y en cada detalle si nos quitamos los lentes del egoísmo, y no es necesario esperar a Navidad. La noche del 24 es para celebrar que supimos encontrarlo el resto del año.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

martes, 25 de diciembre de 2012

Tradiciones navideñas alrededor del mundo


Tomado de BBC Mundo

 Santo Pesebre, representación que simboliza en el mundo católico el humilde nacimiento de nuestro señor Jesucristo

Cinco tradiciones extrañas de Navidad

Ya llegó otra vez esa época del año en la que muchas familias cortan un árbol del monte para meterlo en sus casas y decorarlo, en la que llega a nuestros hogares un viejo vestido de rojo, con barba blanca y algunos kilos de más a traer regalos y en la que algunos padres recorren como locos las tiendas para encontrar los regalos preferidos de sus hijos.

Vistas así, algunas de las tradiciones navideñas pueden resultar curiosas pero estamos acostumbrados a ellas y nos parecen de lo más normal. Sin embargo, hay algunas costumbres de otros países que todavía pueden sorprendernos:

Los Japoneses, rendidos a Kentucky Fried Chicken

 
Las colas en los Kentuky Fried Chicken de Japón en Navidad pueden durar dos horas

Ni pavo, ni lechón, ni pescado. Lo que a los japoneses les gusta comer en Navidad es pollo frito. Por eso, no es extraño ver largas colas en los restaurantes de la cadena de comida rápida estadounidense Kentucky Fried Chicken (KFC).

La tradición empezó en 1974 con una campaña publicitaria de la compañía cuyo lema era "Navidad = Kentucky" y que incitaba a comer pollo en esas fiestas.

Tal fue el éxito de la publicidad que sus productos se convirtieron en el menú tradicional de los japoneses los días 23, 24 y 25 de diciembre, pero en especial de Nochebuena.
La compañía recibe para esos días pedidos con hasta dos meses de antelación y, según sus responsables, las ventas de esos tres días equivalen a las habituales de medio mes.

"El Pato Donald les desea una feliz Navidad"

Desde 1959, los suecos ven cada año el mismo programa por navidad

Desde 1959, las familias suecas se reúnen en torno a la televisión cada 24 de diciembre para ver el mismo programa.

Se trata del especial de Disney "El Pato Donald y sus amigos le desean una feliz Navidad" que la televisión pública sueca emite el día de Nochebuena a las 3 de la tarde.

Kalle Anka, como se llama en sueco al Pato Donald, se ha convertido en un personaje tan familiar para los suecos que muchos se saben de memoria los diálogos de ese capítulo.

Tras la emisión del programa de una hora, los niños reciben los regalos que, dependiendo de la familia, pueden estar debajo del árbol de Navidad o en un saco que lleva Santa Claus.

Ayudantes de San Nicolás

En los países bajos, a San Nicolás le ayuda Zwarte Piet.

La misión de San Nicolás (Viejo Pascuero, Santa Claus o Papá Noel, según los países) de llegar a todos los niños del mundo en Navidad parece complicada. Pero en ese reto no le faltan ayudantes en muchos países.

Por ejemplo, en Francia a San Nicolás le acompaña Père Fouettard, un hombre con ropa oscura y barba nutrida cuya misión es decidir si los niños han sido buenos. A los que no se portan tan bien, les castiga con un azote.

En el País Vasco, en el norte de España, quien ayuda a Papá Noel a repartir los regalos es el Olentzero, un carbonero con el traje típico vasco, mientras que en los países bajos, a San Nicolás - que llega el 6 de diciembre- le acompaña Zwarte Piet, un paje negro que lanza galletas a los niños.

En algunos hogares de España y muchos países latinoamericanos, a los más pequeños también les llegan los regalos de los Reyes Magos el 6 de enero, mientras que en Italia quien cumple esa labor es la Befana.

Y en República Dominicana, la vieja Belén deja regalos a los niños el domingo después del Día de Reyes.

Los antagonistas de Papá Noel

Krampus puede llevarse a los niños que se hayan portado mal.

Pero no todos los personajes vinculados con estas fiestas son benévolos como Papá Noel.

La mitología alpina habla de Krampus, una figura demoniaca con cuernos, una lengua muy larga y una cesta para capturar a los niños que han sido traviesos a lo largo del año.

Por eso, en Austria en diciembre se multiplican las fiestas y los desfiles en los que personas disfrazadas de Krampus deambulan por las calles.

Santa Claus también tiene un antagonista en Islandia: el gato de la Navidad o Jolakotturin. En ese país del norte de Europa, los niños que se portan bien y hacen sus tareas reciben ropa nueva por Navidad.

Los padres les dicen a sus hijos que si no trabajan lo suficiente, llegará el gato de la Navidad y, al ver que no tienen ropa nueva, se los llevará.

El tronco que expulsa regalos


Al tronco se le pone rostro y una manta sobre la cabeza.

En Cataluña y algunas zonas de Aragón, en el noreste de España, la tradición es que los regalos para los niños salgan de un tronco.

Se le llama Tió de Nadal o Cagatiu en Cataluña y Tronca de Nadal en Aragón.

Las familias suelen colocar el tronco en casa a principios de diciembre, le colocan una manta y un rostro y le van alimentando con dulces hasta el día de Navidad.

Entonces, los niños le cantan canciones y le pegan con palos para que expulse los regalos.
También en España, en Cataluña y en algunas zonas de la Comunidad Valenciana hay otra tradición que puede resultar curiosa es la de poner un caganer, una figura de pesebre que suele representar a personajes famosos con los pantalones bajados haciendo sus necesidades.

Tradicionalmente, el caganer era un campesino ataviado con la indumentaria tradicional catalana (faja y barretina). Pero en los últimos años se han popularizado los que representan a personajes famosos: desde políticos como Barack Obama o Hugo Chávez hasta artistas como Shakira o deportistas como Leonel Messi.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Navidad: tiempos de alegría y depresión


Tomado de Entremujeres.com 


Estrés y depresión: el “lado B” de las Fiestas

Según un estudio español, el 44% de las personas siente más estrés en Navidad y la compra de regalos está al tope de las “obligaciones” que generan tensión.  Te damos consejos para disfrutar más y mejor.

Cada año, en esta misma época, comienzan los preparativos para las Fiestas. Para muchos es un tiempo de festejos y alegría, para reunirse con seres queridos y disfrutar. Por el contrario, algunas personas se sienten más estresadas, con ansiedad, tristeza o, incluso, depresión.

Según un estudio realizado por el centro especializado en el control del estrés y la ansiedad Nascia en Madrid, España, el 44% de la población afirma que la Navidad es un momento del año que le produce un aumento generalizado del estrés. Entre las actividades que en esta época generan ansiedad encontramos: realizar las compras (76%), asistir a compromisos sociales (67%), tener excesos en los gastos (65%) y el cansancio general y la saturación de fin de año (60%).

Por qué nos estresamos o deprimimos

* Los recuerdos de Navidades pasadas con parejas, amigos o seres queridos, que tienden a idealizarse.
* La soledad y el aislamiento. No contar con un grupo de seres queridos o amistades cercanas con quienes celebrar puede causar depresión.
* El fallecimiento de algún ser querido es una de las principales causas que nos lleva a transitar el fin de año con nostalgia o tristeza.
* La distancia geográfica. Vivir lejos de los seres queridos provoca tristeza, melancolía o depresión.
* Altas expectativas de tener una Navidad “perfecta”, tal como la promocionan los avisos de televisión o gráficos. Esto crea un ideal difícil de alcanzar para la mayoría. 
* La falta de dinero, la pérdida del trabajo y los problemas de salud también figuran entre las causas de depresión en estas fechas.

¿Cómo romper con el desánimo?

* Ser conscientes de que no hay que generar grandes expectativas alrededor de las Fiestas, ya que la vida no se termina el 31 de diciembre.
* No guiarse por los propósitos de otros, porque es difícil que los podamos cumplir. Una buena opción es hacer lo que nos gusta y lo mejor posible, con objetivos reales.
* Tener un ánimo conciliador y más relajado, aceptar las diferencias y los posibles imponderables que puedan surgir, tomarlos con calma y buscar una solución práctica.
* Poder elegir con quiénes estar y privilegiar nuestros afectos más sinceros. Si no se tiene a ningún familiar cerca, siempre hay algún vecino, algún lugar público o comunidad donde se puede pasar las fiestas en compañía.
* Celebrar con poco: no es necesario gastar todo el aguinaldo en diciembre. Si se tienen pocos recursos, esta época nos invita a ser más creativos. Una idea es reutilizar materiales a través de una actividad artística para crear regalos únicos y originales.
* Ser conscientes de que estamos en una época del año que nos genera exigencias de muchas clases, y no debemos ceder ante ellas.
* Compartir y celebrar con otros nos restituye a los propios espacios de disfrute almacenados en nuestro cerebro. Hay que enfocar nuestra energía positiva en cosas simples.

Por la licenciada Virginia Martínez, co-directora de La Casa, Hostal de Medio Camino.