Tomado de Entremujeres.com
Estrés y depresión: el
“lado B” de las Fiestas
Según un estudio español, el 44%
de las personas siente más estrés en Navidad y la compra de regalos está al
tope de las “obligaciones” que generan tensión. Te damos consejos para
disfrutar más y mejor.
Cada año,
en esta misma época, comienzan los preparativos para las Fiestas. Para muchos
es un tiempo de festejos y alegría, para reunirse con seres queridos y
disfrutar. Por el contrario, algunas personas se sienten más estresadas, con
ansiedad, tristeza o, incluso, depresión.
Según un
estudio realizado por el centro especializado en el control del estrés y la
ansiedad Nascia en Madrid, España, el 44% de la población afirma que la
Navidad es un momento del año que le produce un aumento generalizado del
estrés. Entre las actividades que en esta época generan ansiedad encontramos:
realizar las compras (76%), asistir a compromisos sociales (67%), tener excesos
en los gastos (65%) y el cansancio general y la saturación de fin de año (60%).
Por qué nos estresamos o deprimimos
* Los
recuerdos de Navidades pasadas con parejas, amigos o seres queridos, que
tienden a idealizarse.
* La
soledad y el aislamiento. No contar con un grupo de seres queridos o amistades
cercanas con quienes celebrar puede causar depresión.
* El
fallecimiento de algún ser querido es una de las principales causas que nos
lleva a transitar el fin de año con nostalgia o tristeza.
* La
distancia geográfica. Vivir lejos de los seres queridos provoca tristeza,
melancolía o depresión.
* Altas
expectativas de tener una Navidad “perfecta”, tal como la promocionan los
avisos de televisión o gráficos. Esto crea un ideal difícil de alcanzar para la
mayoría.
* La falta
de dinero, la pérdida del trabajo y los problemas de salud también figuran
entre las causas de depresión en estas fechas.
¿Cómo romper con el desánimo?
* Ser conscientes
de que no hay que generar grandes expectativas alrededor de las Fiestas, ya que
la vida no se termina el 31 de diciembre.
* No
guiarse por los propósitos de otros, porque es difícil que los podamos cumplir.
Una buena opción es hacer lo que nos gusta y lo mejor posible, con objetivos
reales.
* Tener un
ánimo conciliador y más relajado, aceptar las diferencias y los posibles
imponderables que puedan surgir, tomarlos con calma y buscar una solución
práctica.
* Poder
elegir con quiénes estar y privilegiar nuestros afectos más sinceros. Si no se
tiene a ningún familiar cerca, siempre hay algún vecino, algún lugar público o
comunidad donde se puede pasar las fiestas en compañía.
* Celebrar
con poco: no es necesario gastar todo el aguinaldo en diciembre. Si se tienen
pocos recursos, esta época nos invita a ser más creativos. Una idea es
reutilizar materiales a través de una actividad artística para crear regalos
únicos y originales.
* Ser
conscientes de que estamos en una época del año que nos genera exigencias de
muchas clases, y no debemos ceder ante ellas.
*
Compartir y celebrar con otros nos restituye a los propios espacios de disfrute
almacenados en nuestro cerebro. Hay que enfocar nuestra energía positiva en
cosas simples.
Por la licenciada Virginia Martínez, co-directora de La Casa,
Hostal de Medio Camino.
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