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miércoles, 6 de febrero de 2013

Polarización política afecta economía salvadoreña afirma Standard and Poors


 Tomado de Diario El Mundo
Polarización política afecta clima de inversión según S&P

Por Sury Velasco

El choque entre poderes políticos y las “difíciles relaciones con el sector privado”, lastiman el crecimiento económico y las inversiones en El Salvador, asegura la calificadora de riesgos Standard and Poor’s (S&P).
A juicio de la calificadora de riesgos Standard and Poor’s (S&P), la situación política de El Salvador, que considera “polarizada”, sigue pesando en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y frenando la inversión privada, lo que daría lugar a una rebaja en la calificación de riesgo del país a futuro.
El informe más reciente de la calificadora sobre la “Situación crediticia de los países de América Latina”, advierte que la crisis política salvadoreña podría conducir a un “debilitamiento fiscal y externo, que presagia el aumento de la carga de la deuda”.
S&P señala que el Congreso está “altamente polarizado” y que existe estrecha relación entre el poder ejecutivo y el legislativo que, aunado a las “difíciles relaciones con el sector privado”, hacen que se afecte desfavorablemente el clima de inversión y se reduzca el crecimiento económico.
“La perspectiva negativa refleja el riesgo de una rebaja si la polarización política sigue pesando sobre la inversión y el crecimiento del PIB, lo que resulta en una mayor carga de deuda fiscal y externa”, advierte el informe.
No obstante, como parte de sus perspectivas, asegura que si el país registra una mejora en el diálogo político y se encamina en un proceso de decisiones más coherentes, podrían “mejorarse las condiciones para la inversión privada y el crecimiento económico”.
En su última evaluación, realizada en enero de 2011, S&P redujo de “BB” a “BB-” la calificación de El Salvador, justamente por la incertidumbre política.
En esa oportunidad señaló que “las crecientes fricciones políticas minan la percepción de estabilidad política e incrementan los riesgos fiscales”.
Las calificaciones de riesgo miden la capacidad de pago del Estado, y cuando se ajustan a la baja pueden encarecer la emisión de deuda.
S&P no es la única calificadora que ha señalado como negativa la situación fiscal del país. En noviembre de 2012, la agencia Moody’s Investors Service redujo la calificación de riesgo de los bonos que emite el Gobierno salvadoreño, precisamente por el bajo crecimiento del país y la difícil situación fiscal que enfrenta.
En esa ocasión bajó de “Ba2” a “Ba3” la nota de los bonos salvadoreños, pero mantuvo su perspectiva estable.

Presión fiscal
Para 2013, el crecimiento económico del país podría rondar entre el 1 y 2%, según la calificadora S&P.
Esto, producto de las “continuas presiones de gasto, sobre todo en materia de subvenciones, pueden hacer que sea difícil para el gobierno cumplir su objetivo de un déficit del 2.7% del PIB este año”.
Asegura que la reciente emisión de $800 millones, suponen para el Gobierno una buena oportunidad para bajar la presión de duda de corto plazo. La carga general de deuda pública, estiman, podría alcanzar el 43% este año.
La baja inversión extranjera directa daría lugar a una mayor dependencia de la deuda externa para financiar persistente déficit de cuenta corriente del país, que probablemente ronde el  4 o 5% del PIB anual.
Si se lograra estabilizar el reciente aumento de la carga fiscal y de deuda externa, la calificadora aseguró que podrían revisar a estable la perspectivas del país.
La preocupación por la situación fiscal no es exclusiva de S&P y Moody’s. También Fitch Ratings externó sus dudas sobre el equilibrio de las finanzas públicas salvadoreñas.
En un informe reciente, Fitch advirtió que la consolidación fiscal está en peligro, pues no se ha logrado un acuerdo en el aumento de ingresos y el control de gastos.
 43%   Las perspectivas de S&P para 2013, son que la deuda pública del país alcance el 43% del PIB.
 2%  Según S&P el país registraría un crecimiento económico de hasta 2% en 2013.
 2.7%  La meta del gobierno es llevar este año al 2.7% el déficit fiscal.

lunes, 4 de febrero de 2013

Elecciones en El Salvador: ARENA contra todos


Por Luis Montes Brito

Salvador Sánchez Cerén, candidato de la línea dura del FMLN;  Alfredo Cristiani, Presidente y hombre fuerte de ARENA, representante del gran capital; Norman Quijano, candidato de ARENA, actualmente con problemas de aceptación por parte de algunos grupos de poder dentro de ARENA que piden su sustitución.
Alfredo Cristiani, aun sabiendo que estas elecciones las ganará aquel que tenga mayor capacidad de sumar alianzas, ha conseguido materializar el sueño de Shafick Handal de unir a "todos contra ARENA", con la variante de que por elección propia ha decidido hacer contender a ARENA CONTRA TODOS
La anticipada campaña electoral salvadoreña confirma los temores ciudadanos. La polarización existente continúa apostando a viejos vicios, entre ellos:
Impunidad. No hay respeto al código electoral vigente ni al organismo encargado de aplicarlo. El Tribunal Supremo Electoral (TSE), de supremo solo tiene el nombre, ya que sus magistrados son más dependientes de las cúpulas partidarias que los mismos diputados.
Menosprecio del votante. No hay propuestas novedosas de campaña ni planes de gobierno, el pueblo tendrá que conformarse con más de lo mismo: insultos, campañas negras, "cancioncitas" y rumores. Esto significa que las cúpulas partidarias siguen subestimando la inteligencia de los votantes al considerarlos más emotivos que racionales.
Prepotencia. Las paranoicas argollas de ARENA y FMLN se radicalizan interna y externamente, aplicando la lógica de "estás conmigo o contra mí". La prepotencia e intolerancia, quedan desnudas al mostrar desinterés para considerar las ideas y pensamientos de terceros, reduciéndose la dinámica a: "esto es lo que se va a hacer, al que no le guste que se vaya".
Imposición: Las instituciones abanderadas de promover la democracia salvadoreña son las menos democráticas, ya que la cultura de la imposición y el caudillismo arraigada en El Salvador tiene a sus mejores exponentes dentro de los partidos políticos, quienes consideran a sus militantes o correligionarios como "masas" o "majada" que deben limitarse a seguir los designios de sus iluminados dirigentes. La discusión interna al interior de los partidos, no solo es prohibida sino perseguida y castigada. Las divinas dirigencias residentes del olimpo son los "únicos" conocedores e intérpretes de las necesidades del pueblo.
Hasta hoy, la polarización ha sido buen negocio para las cúpulas de ARENA y FMLN, cuyo poder real está concentrado en pocas manos de actores de un desfasado esquema de la guerra fría, estancando a sus partidos y con ellos al país, en una polarización estéril que impide el avance a la etapa siguiente.
Las dirigencias de ARENA y FMLN deben entender que ya no continuarán ganando elecciones con la simple oferta de ¿"Patria Si, Comunismo No"? o ¿"El Pueblo Unido, jamás será vencido"? Cada vez es más difícil mantener a sus partidarios amordazados y amarrados con dogmas que ya no resisten una seria discusión racional.
Coyunturalmente, el poder del gobierno permite al FMLN una mejor cohesión aparente, por eso las voces disonantes son menores que en ARENA, aunque la figura de partido-empresa en que se han convertido diste mucho del modelo revolucionario que prometieron en sus inicios a su militancia. Cada vez son más escasos los dirigentes proletarios que comparten la forma de vida con el pueblo, hoy la mayoría de ellos son la nueva burguesía revolucionaria que forman parte del selecto club de la Hoz y el Martini.
ARENA, a quien Cristiani se empeña en dirigirla como si fuera de su propiedad, ha convertido al COENA en una falsa mesa donde los puntos trascendentales ya llegan resueltos y con instrucciones a seguir. Alfredo Cristiani, aun sabiendo que estas elecciones las ganará aquel que tenga mayor capacidad de sumar alianzas, ha conseguido materializar el sueño de Shafick Handal de unir a "todos contra ARENA", con la variante de que por elección propia ha decidido hacer contender a ARENA CONTRA TODOS, basado en un interés personal y en una política de ofender a aliados potenciales, exigir obediencia ciega al candidato, dirigentes y correligionarios, donde el pensar y expresar libremente ideas propias puede terminar en destitución, expulsión o en una campaña negra a través de los chacales contratados.
El Salvador no necesita más polarización, está harto de ella. Mantener cúpulas que la fomenten es lo peor que puede ocurrirle, eso ya lo entienden muy bien un tercio de los electores que conforman el gran grupo de indecisos. En un país conservador no es fácil reconocer que algo en lo que se creía ha quedado desfasado, pero poco a poco este grupo sigue aumentando.
Las campañas deben enfocarse más en propuestas que en descalificaciones de candidatos. Sino, al verlas y escucharlas, pregúntese usted de entre que tipos de candidatos tiene que escoger el electorado.
Veremos si ARENA y FMLN rectifican a tiempo, la responsabilidad del éxito o el fracaso recae en sus dirigencias.