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jueves, 22 de julio de 2010

Panorama económico aún es incierto asegura Bernanke

Tomado del Wall Street Journal

Por Tom Barkley y Michael R. Crittenden

WASHINGTON (Dow Jones)--El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, sugirió el miércoles que no es inminente la adopción de medidas para impulsar la recuperación de Estados Unidos a pesar de un "panorama algo más débil" para la economía.

En su testimonio semestral sobre política monetaria ante el Comité de Banca del Senado, el titular del banco central aseguró que la entidad permanecerá flexible en vista del panorama económico "extraordinariamente incierto".

Incluso mientras el banco central continúa planeando un regreso, en algún momento, desde la política ultra acomodaticia, "permanecemos preparados para tomar nuevas medidas de política (monetaria) según sea necesario para fomentar un regreso a la utilización plena del potencial productivo de nuestra nación dentro de un contexto de estabilidad de precios", señaló Bernanke en comentarios preparados de antemano.

Los miembros de la Fed redujeron sus proyecciones económicas durante la reunión de política monetaria del mes pasado debido al debilitamiento de los gastos del consumidor y de las condiciones en el mercado laboral, así como también por las preocupaciones sobre un contagio de los problemas crediticios europeos. Ahora se espera que la economía se expanda entre un 3% y un 3,5% en el 2010, un descenso frente a la estimación emitida en abril de un crecimiento de entre el 3,2% y el 3,7%. Algunos funcionarios de la Fed observan una amenaza creciente de deflación, según las actas de la reunión del 22 y 23 de junio, pero Bernanke no hizo mención a ese riesgo.

La recuperación continúa a un "ritmo moderado", afirmó, con expectativas de que la demanda privada ayude a contrarrestar los efectos de un menor estímulo fiscal y de una desaceleración en la acumulación de inventarios.

Aunque la inflación general ha registrado volatilidad, los precios básicos han mostrado una tendencia descendente en los últimos dos años, señaló. Las preocupaciones sobre la deuda soberana en Europa han hecho que las condiciones financieras sean menos favorables para el crecimiento en los últimos meses, aunque las líneas de canje de dólares que la Fed reabrió con varios bancos centrales han aumentado la confianza del mercado pese a su uso limitado. La solidez del sistema bancario estadounidense también ha mejorado significativamente, añadió, y la tasa de pérdidas en la mayoría de los tipos de préstamos probablemente está alcanzando un tope.

Bernanke y otros miembros del Comité de Mercados Abiertos de la Fed, encargado de establecer la política monetaria, "esperan un crecimiento moderado continuo, un descenso gradual en la tasa de desempleo y una inflación moderada en los próximos años", sostuvo el funcionario.

Bernanke no realizó sugerencias de que puedan necesitarse medidas adicionales de estímulo y reiteró el mensaje que ha emitido desde hace más de un año de que la Fed planea mantener las tasas de interés de corto plazo en mínimos históricos durante "un período prolongado".

Los comentarios del funcionario volvieron a enfocarse en la forma en que el banco central necesitará "en algún punto" restringir las condiciones para evitar la inflación. En lugar de aumentar la tasa interbancaria federal, que los bancos usan para los préstamos que se otorgan entre sí, la Fed empezará a incrementar las tasas de corto plazo mediante pagos más altos a los bancos por sus reservas, dijo Bernanke. Para mejorar la efectividad de ese esfuerzo, la Fed también drenará una porción de más de US$1 billón en exceso de reservas que los bancos han acumulado como resultado de las compras por parte del banco central de valores respaldados por hipotecas y títulos del Tesoro, dijo.

En un plazo más largo, la Fed planea reducir su portafolio a niveles más normales, indicó Bernanke.

Hasta ahora, la Fed ha dejado que la deuda vinculada a hipotecas que adquirió venza o sea cancelada sin reinvertir los ingresos resultantes, a la vez que renovaba sus tenencias de valores del Tesoro que expiraban en nuevos valores con similar vencimiento.

Para reducir la cartera, el banco central podría reinvertir los ingresos procedentes de los bonos gubernamentales en valores del Tesoro con menor plazo, aunque agregó que aún no se ha tomado una decisión al respecto.

El mismo día en que el presidente Barack Obama convirtió en ley la mayor reforma regulatoria desde la Gran Depresión, Bernanke sostuvo que "queda mucho trabajo por hacer" para implementar las medidas y desarrollar herramientas macro prudenciales. Sin embargo, indicó que la ley, junto a unos requisitos más sólidos para el capital y la liquidez que están siendo desarrollados, minimizarán el riesgo de que se repita la crisis financiera.

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viernes, 16 de julio de 2010

Estados Unidos: Aprobada la Reforma Financiera

Tomado del Wall Street Journal

Por Damian Paletta y Aaron Lucchetti

En lo que representa la mayor expansión del poder estatal sobre la banca y los mercados desde la Gran Depresión, el Congreso de Estados Unidos aprobó el jueves una amplia reforma regulatoria que alcanza todos los rincones del sector financiero, desde los cajeros automáticos a los corredores de Wall Street.

El proyecto de ley, que será promulgado pronto por el presidente Barack Obama, representa una posible ola de cambios para la industria de servicios financieros en EE.UU. Gigantes como J.P. Morgan Chase & Co., Goldman Sachs Group Inc. y Bank of America Corp. enfrentan modificaciones en casi todos sus segmentos, desde las tarjetas de débito al corretaje de derivados y la capacidad de invertir en fondos de cobertura.

El proyecto de ley fue aprobado el jueves en el Senado con 60 votos a favor y 39 en contra, luego de haber pasado por la Cámara de Representantes el mes pasado.

La legislación ahora otorga a 10 agencias reguladoras la discreción de redactar cientos de normas financieras. En lugar de la ley en sí, será este proceso, acompañado de una ofensiva de lobby de los bancos, el que determinará los contornos precisos del entorno financiero, qué tan estrictas serán las nuevas regulaciones y si tienen éxito en su propósito. Las decisiones serán tomadas por funcionarios de nuevas agencias, otras poco conocidas y, en algunos casos, entidades acusadas de haber fallado en los momentos previos a la crisis.

La Comisión de Corretaje de Futuros de Commodities ha designado a 30 "líderes de equipo" para empezar a implementar su amplia autoridad sobre los derivados y ha solicitado US$45 millones para contratar nuevo personal. La Reserva Federal, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos y la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. también están tomando medidas para comenzar la implementación.

J.P. Morgan, uno de los mayores bancos estadounidenses en términos de activos, ha asignado más de 100 equipos diferentes para examinar varias partes de la legislación.

Los demócratas aseguran que la ley mitigará la posibilidad de otra crisis financiera y ayudará a responder mejor cuando surja la próxima. También sostienen que restaurará la confianza en los mercados financieros estadounidenses, protegerá a los consumidores e impulsará el crecimiento económico. Funcionarios de la Casa Blanca dicen que la ley pondrá fin a los rescates de bancos financiados por los contribuyentes, en referencia a las secuelas de la crisis financiera de 2008.

Entre sus elementos centrales, la legislación crea un consejo de reguladores para monitorear los riesgos económicos, establece una nueva agencia para supervisar los productos financieros para los consumidores y fija nuevos estándares para el corretaje de derivados.

"Estas reformas beneficiarán a los prudentes y restringirán a los imprudentes", afirmó el secretario del Tesoro de EE.UU., Timothy Geithner. "Los bancos sólidos y los innovadores financieros bien administrados se adaptarán y prosperarán bajo las nuevas reglas".

Los republicanos indicaron que la legislación podría hacer peligrar la recuperación económica al restringir el crédito y obstaculizar a la industria bancaria, y criticaron la expansión del poder del gobierno.

La ley "es un monstruo legislativo de 2.300 páginas... que expande el alcance y los poderes de burocracias inefectivas", dijo el senador republicano Richard Shelby.

Esta es la más reciente de varias leyes de amplio alcance aprobadas por el actual Congreso estadounidense. De todos modos, la reforma financiera, la ley de estímulo de 2009 y la reestructuración del sistema de salud de este año —grandes logros legislativos se mire por donde se mire— no se han traducido en respaldo para la Casa Blanca. Los índices de aprobación de la gestión de Obama han caído a sus niveles más bajos en algunas encuestas en medio de un sombrío panorama económico y crecientes dudas sobre la efectividad de sus políticas económicas.

miércoles, 30 de junio de 2010

Grandes Bancos insatisfechos con reforma financiera, reconocen que les pudo haber ido peor

Tomado de Wall Street Journal

Podría haber sido peor


Por Randall Smith y Aaron Lucchetti

Después de semanas de forcejeos en el Congreso de Estados Unidos los mayores bancos de Wall Street parecen haber evitado algunas de las cláusulas más severas de la versión del Senado, la cual fue aprobada en mayo.

Firmas entre las que se encuentran J.P Morgan Chase & Co., Goldman Sachs Group Inc. y Morgan Stanley tenían mucho que perder bajo los nuevos límites a los riesgosos derivados y el corretaje con sus propios fondos. Pero sus acciones subieron más de 3% el viernes a medida que los inversionistas se mostraron reconfortados por las excepciones a esos límites.

"No hay forma de ver a esta ley como positiva para el sector financiero. Pero podría haber sido mucho peor", dijo el analista Jaret Seiberg de el grupo de investigación de Concept Capital en una nota a sus clientes.

Las reglas propuestas respecto al corretaje con recursos propios y el uso de derivados, los cuales son contratos atados al valor de otros activos fueron limitadas, con la adición de excepciones sustanciales. La ley busca evitar que los bancos recorten las inversiones riesgosas con su capital.

Para los grandes bancos como J.P. Morgan y Goldman, la ley impone un tope de 3% en el capital que puede ser invertido los riesgosos fondos de cobertura, firmas de capital privado y fondos de bienes raíces, lo que se conoce como la regla Volcker. Pero los bancos podrán continuar gestionando los fondos, los cuales generan buenas utilidades.

En Goldman, el tope de 3% podría requerir que la firma recortara sus inversiones totales en esos fondos de US$15.400 millones a US$2.100 millones, según un fuente. Pero la ley permite hasta siete años para desmantelar estas inversiones y más tiempo aún para las inversiones ilíquidas.

Por su parte, J.P. Morgan es dueña del fondo de cobertura Highbridge Capital Management, el cual cuenta con cerca de US$21.000 millones bajo gestión. Ejecutivos del banco dicen que J.P. Morgan podrá mantener a Highbridge bajo las nuevas reglas, debido a que contiene dinero de los clientes, no fondos del banco.

Morgan Stanley también enfrenta la posible venta de algunas de algunas de sus inversiones en fondos de cobertura, firmas de capital privado y bienes raíces, las cuales sumaban cerca de US$4.600 millones para finales del primer trimestre, o 9% de sus US$50.100 millones de capital Tier-1, una medida del amortiguamiento de los bancos contra las pérdidas. Para ubicarse en el rango requerido por la nueva ley, Morgan tendrá que vender cerca de US$3.000 millones de sus inversiones.

Tanto Goldman como Morgan también podrían desmontar su estatus como holdings bancarios, aunque ninguna de las dos firmas ha dicho que está considerando tal medida.

Algunas cláusulas de la regla Volker que prohibieron el corretaje con recursos propios también incluyeron excepciones para permitir que las firmas tengan deuda respaldada por el gobierno como los bonos del Tesoro, así como para que tengan cobertura sobre sus propias exposiciones y se involucren en más corretaje relacionado con los clientes.

Morgan probablemente necesitará escindir o vender su negocio de corretaje con recursos propios, conocido como PDT, el cual representa cerca de 2% de sus ingresos totales, dijeron fuentes al tanto. Tendrá varios años de plazo para hacerlo y los reguladores tendrán cierta influencia sobre qué necesita ser movido y cuándo. Goldman probablemente reducirá también su negocio de corretaje con recursos propios, el cual se cree que aporta 10% de sus ingresos.

La versión adoptada el viernes no requerirá que las firmas separen a los derivados menos riesgosos, incluyendo tasas de interés y cambio de divisas en unidades independientes que requerirían más capital. Sólo los contratos ligados a ciertos commodities riesgosos, acciones y seguros contra la cesación de pagos en deuda que no tengan grado de inversión tendrán que residir por fuera de sus unidades de banca.

El acuerdo final fue "mejor a lo esperado" por los grandes bancos, dijo la analista Betsy Grasek de Morgan Stanley, quien dijo que algunos inversionistas temían que "la mayoría" de los derivados se vieran afectados por la ley.

Timothy Ryan, presidente de la Asociación de la Industria de Valores y Mercados Financieros, un grupo de la industria, indicó que hay más de 200 puntos en la ley cuyos detalles quedarán en manos de los reguladores. "Lo cierto aquí es que esta saga va a continuar", dijo Ryan.

Ernie Patrikis, un socio de la práctica de asesoría a bancos del bufete White & Case LLP y ex consejero general del Banco de la Reserva Federal de Nueva York dijo que "para mi la ley comenzó como algo horrendo. Ahora es apenas horrible".