Agencias Noticiosas
El Schindler
salvadoreño, salta a la gran pantalla en EE.UU.
José
Arturo Castellanos, salvadoreño héroe del holocausto por salvar a más de 40 mil
judíos, es honrado con un documental que podría convertirse en película para el
2017.
La hazaña secreta de José Arturo Castellanos,
considerado el “Schindler salvadoreño” por salvar a miles de judíos durante la
Segunda Guerra Mundial aprovechando su puesto de cónsul, llega este año a la
gran pantalla en EE.UU.
“Para mí, José Arturo Castellanos es mi abuelo,
pero para el resto del mundo es un hombre que salvó a miles de personas
dándoles nacionalidad salvadoreña y visados durante la Segunda Guerra Mundial”,
destacó Álvaro Castellanos de visita en Washington.
Él y su hermano Boris
solo conocieron a su abuelo a través de fotos en blanco y negro, pero su
historia les llamó la atención y decidieron honrar su figura con un
cortometraje de 15 minutos que en agosto y septiembre de este año se proyectará
en cines de Nueva York, Connecticut, Boston y Washington.
En 2016, el corto se
presentará también en Los Ángeles (California) y los hermanos Álvaro y Boris
Castellanos esperan que se convierta en largometraje en 2017.
El objetivo, explicaron,
es dar a conocer la historia de José Arturo Castellanos, un abierto crítico del
régimen totalitario del general Maximiliano Hernández Martínez de El Salvador,
que tras escapar por poco de un atentado contra su vida fue enviado a Europa.
En el viejo continente,
Martínez se convirtió en cónsul general de El Salvador en Liverpool (Gran
Bretaña) y Hamburgo (Alemania) y, con el nazismo amenazando a Europa, asumió el
reto de emitir visas y documentos de nacionalidad para ayudar a los judíos
amenazados por el régimen de Adolf Hitler.
Con la operación
conocida como “Acción salvadoreña”, Castellanos consigue distribuir más de
13.000 documentos de nacionalidad salvadoreña a judíos de Hungría, Rumanía,
Francia, los Países Bajos y Alemania.
Los documentos, cada uno
de los cuales tenían el poder de salvar a una familia, los elaboró Castellanos
con Georgy Mandl, también judío, al que Castellanos ayudó a escapar de la
persecución nazi nombrándole “primer secretario” del Consulado y dando un giro
latino a su nombre, que a partir de entonces será George Mandel Mantello.
La figura de Castellanos,
que falleció en El Salvador en 1977, a los 86 años, permaneció durante años
entre las sombras, hasta que en 2005, en Suiza, sucedió algo extraordinario. En
un sótano polvoriento en Ginebra, como si se tratara de “un extraño episodio de
una novela de detectives”, apareció una maleta con más de mil certificados de
nacionalidad salvadoreños, poniendo sobre la mesa la hazaña del cónsul
salvadoreño.