Como si las redes sociales en sí mismas no
fueran un dolor de cabeza para los padres, un nuevo reto en las redes sociales
eleva esa preocupación a niveles insospechados. Se trata del “Desafío 48
horas”, un juego que propone a los menores abandonar sus domicilios y
desaparecer dos días sin dejar rastro. Durante ese periodo no pueden contactar
con familia, tampoco conocidos ni amigos. El propósito del juego es que cuanto
más alarma generen, mejor. Y cada vez que se publique una reseña en las redes
sociales sobre la desaparición del menor, éste suma puntos en su cuenta
personal.
Increíblemente, “El Desafío 48 horas” ha
tenido una aceptación altísima y esto tiene que ver con el tipo de público que
eligen: pre púberes, adolescentes y algunos adultos inmaduros, todos muy
proclives a seguir tendencias o modas. Son altamente imitativos, les gusta
correr riesgos y ser contestatarios. En definitiva son egoístas, porque piensan
más en la diversión propia que en el daño que pueden causar a sus seres
queridos. Pero en el fondo es un riesgo para ellos mismos, porque bajo ese
contexto del juego puede haber gente inescrupulosa que se aproveche de la
confusión.
Cualquiera de nuestros hijos puede ser
vulnerable a ese tipo de cosas, sobre todo por la necesidad de ser aceptados en
un grupo. Si los demás lo hacen, yo debo hacerlo para no quedarme atrás o para
demostrarles que puedo hacerlo aún mejor. Lo que se busca es notoriedad, ser
parte del grupo, pertenecer a algo y no ser tildados de “raritos”. Algo
parecido ocurrió hace unos meses con otro juego similar en redes sociales, el
de La Ballena Azul, que acabó con varios adolescentes quitándose la vida.
Lo que no se dan cuenta es que a la larga
los recordarán como tontitos. Alguno puede incluso querer asustar a los padres
para lograr más atención y/o dinero de parte de ellos. Otros, los más sensatos
y con más personalidad, no se dejan llevar por la corriente. Algunos
simplemente se hacen los suecos, otros incluso terminan contándoselo a sus
padres.
Estoy convencida de que a los hijos se les
debe poner límites en las redes sociales, especialmente al tiempo de uso. Eso
sí, no podemos ser demasiado intrusivos. Se les puede regular el uso, pero no
de una manera fisgona, aunque en algunos casos, cuando el adolescente es muy
contestatario, entra en grupitos no muy convenientes, o tiene cambios de
conducta negativos, puede servir... En ese caso, vale la pena monitorearlos un
poco más, pero para ayudarles, no con el morbo de ser parte total de su vida y
sus secretos. Si detectamos algo negativo hay que hablarlo de inmediato y de
buena forma para tomar medidas adecuadas.
Los padres deben de vivir al día, estar
informados y hablar de todo. Alegar demencia o ignorancia a estas tendencias de
nuestros hijos no evita nada, solamente ponemos una venda a nuestros ojos y un
candado a la comunicación. Aunque la Internet está llena de riesgos también es
elemento indispensable en estos días. Sirve para estar al día con la
actualidad, aunque tenemos que aprender a discernir entre la información falsa
o poco fiable de la buena información. Nos permite estar en contacto con
personas y países distantes, enriquecen el conocimiento de culturas, países,
geografías y evacuar dudas rápidamente. Pero atención, la Internet también es
el método ideal para farsantes y desgraciadamente éstos suelen ser
encantadores. La gente debe aprender a filtrar y a analizar. Por ejemplo, en
Facebook abundan los guapos y sufridos "amigos" que prometen el cielo
y la tierra. Ojo: si algo parece muy bueno para ser verdad… suele ser engaño.
Por eso siempre es importante estar pendiente de nuestros hijos, comunicarnos y
darles amor con palabras y conductas, aunque a ellos parezca que les da igual.
Acerca
de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi actividad profesional, desde 1,993, en El
Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio
de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los
diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también
internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud
mental, y de apartarla de su tradicional estigma.
Fui la
primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer
dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente he colaborado también con otras
instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de
Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido
también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a
su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de
reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El
Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008
resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional
con otras actividades.
La tecnología actual me ha permitido establecer
métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a
pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad
para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera
permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de
terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de
absoluta privacidad.
Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la
prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y
dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de
experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el
desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy
fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió
en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó,
e incluso después.
Estoy absolutamente convencida del rol
fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el
futuro.