sábado, 16 de febrero de 2019

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: EUTANASIA





Pocos temas en la actualidad generan tanta controversia como la eutanasia. Palabra que proviene del antiguo griego, eutanasia y significa “muerte dulce”.

Y es, en otras palabras,  la posibilidad que tiene una persona de solicitar liberarse de un sufrimiento -generalmente una enfermedad- que es irreversible y que ella considera intolerable.

Mientras que  en algunos países es legal, como en los pioneros Holanda y Bélgica, en la mayoría sigue estando fuera de la ley. Sin embargo, el debate y la polémica no tienen fronteras.

En mi opinión, no vale la pena vivir contra su propia voluntad. No, bajo ninguna circunstancia. Me viene a la mente el reciente caso del científico australiano David Goodall, de 104 años. Él no tenía una enfermedad terminal, pero argumentaba que su calidad de vida se había  deteriorado significativamente en los últimos años y quería morir. Como en su país era ilegal, pidió asistencia a la organización suiza Exit para suicidarse. Allí le suministraron un medicamento letal y murió plácidamente escuchando las melodías de la Novena Sinfonía de Beethoven y cantando un verso de la 'Oda a la alegría.

Por supuesto, esto no aplica para todos los casos, sólo en aquellos en que se han agotado todos los recursos físicos y emocionales, y cuando las personas lo solicitan. Se ha dado el caso de alguna niña con enfermedad terminal incurable y dolorosa que lo ha solicitado. En cambio, una madre de varios hijos deseó llegar hasta el final con todo y los dolores para estar más tiempo con sus hijos.

Aquí, como vemos, la clave es la voluntad del paciente. Y entonces nos preguntamos, ¿hasta qué punto debe ser respetada la voluntad del enfermo? Es cierto que hay que agotar recursos, pero la vida puede ser imposible de vivir para muchos, aun sin necesidad de estar enfermos de algo visible. Quizás por eso existen más suicidios de los deseados, y más aún teniendo en cuenta que se suele mentir bastante cuando la muerte es suicidio, a veces se la “disfraza” debido a los estigmas sociales, culturales y religiosos. No nos olvidemos de la frase  “la vida solo la da y la quita Dios”. Antes, por ejemplo, al suicida no se permitía ser enterrado en suelo sagrado ni eran dignos de ofrecerles una misas.

También es bueno diferenciar los conceptos de eutanasia y suicidio asistido. La eutanasia es “el procedimiento voluntario y consciente que realizan los médicos para poner fin a la vida de un enfermo terminal, a petición del mismo, con el fin de acabar con su sufrimiento”.  En el suicidio asistido, en cambio, el médico no acaba materialmente con la vida del paciente, simplemente se limita a poner los medios y asesorar al paciente, para que sea él mismo quien se quite la vida. Un caso particular de eutanasia es cuando interrumpen el tratamiento que le estaban dando, acelerando así su final. Esta eutanasia se conoce legalmente ortotanasia, aunque comúnmente se la llama muerte digna.

Por el momento, solo en cinco países la eutanasia es legal. Holanda fue el primer país del mundo que la legalizó, en el 2002. Luego le siguieron Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia, la única en América Latina.

Por su parte, el suicidio asistido está permitido en Suiza y cinco estados de Estados Unidos: Oregón, Washington, Montana, Vermont y California. Por lo tanto, cualquiera que lo intente en países que no esté permitido puede acabar condenado por la Justicia.

Incluso donde existe la ley, este recurso debe ser decidido por varios expertos o personas. El debate que genera depende de los países y sus culturas, ya que mientras para muchos es un derecho a una muerte digna, para otras un pecado.

Películas como la española “Mar adentro”, con Javier Bardem, o No conoces a Jack, con Al Pacino, ayudaron a visibilizar el tema y conocer todas sus aristas. Esta última trata sobre el médico Jack Kevorkian, más conocido como ‘Doctor Muerte’, famoso por intervenir en más de 130 casos de suicido asistido a enfermos terminales. 

En la medida que la sociedad esté más informada, probablemente reciba más apoyo la ley que permita la eutanasia en América Latina.

Cuando se ha perdido el sentido de la vida, muchas veces se desea morir. Habría que analizar hasta qué punto podremos llegar y habrá muchos suicidios en lo que se regulará su legalidad. Un debate que como sociedad, tarde o temprano, tendremos que asumir.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Consultas on line

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

lunes, 4 de febrero de 2019

Hoy 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el cáncer

Por Compartiendo mi Opinión
El cáncer es una enfermedad considerada como una de las primeras causas de muerte en el mundo. Es un proceso de crecimiento y diseminación incontrolados de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. El tumor suele invadir el tejido circundante y puede provocar metástasis en puntos distantes del organismo. Muchos tipos de cáncer se podrían prevenir evitando la exposición a factores de riesgo comunes como el humo de tabaco. Además, un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana. 

El lunes 4 de febrero es el Día mundial contra el cáncer, en el que organizaciones y personas alrededor del mundo se unen para hacer conciencia sobre el cáncer y la labor que juntos hacemos para priorizar la salud del mundo. Se calcula que 9.5 millones de personas en todo el mundo fallezcan a raíz del cáncer en este año, es decir, alrededor de 26,000 muertes diarias, una cifra que incluso se espera que aumente. 

La detección de la enfermedad en etapas tempranas es vital para lograr un resultado positivo en el tratamiento. Existen unas pruebas de tamización (búsqueda de la enfermedad en personas que no tienen síntomas) que han demostrado una reducción en la mortalidad de la enfermedad. Para el cáncer de cuello uterino se utilizan las pruebas del Virus del Papiloma Humano (VPH), las cuales reemplazaron la citología; para el cáncer de mama la mamografía, y para el de colon la colonoscopia o un examen de laboratorio que busca sangre oculta en las heces. 

"El éxito del tratamiento está determinado por la detección temprana de la enfermedad. Si la detecto en etapas tardías, cuando la enfermedad ha invadido otros órganos distintos al de origen, ya la probabilidad de éxito es muy baja. Lo que puede hacerse es prolongar la vida del paciente un poco y tratar de reducir el impacto negativo en la calidad de vida", sostiene el Doctor Murillo. 

Una vez la persona es diagnosticada, se debe iniciar con el tratamiento más adecuado según la etapa de la enfermedad, ya sea la cirugía (método más apropiado para diagnósticos tempranos), quimioterapia o radioterapia, aunque cada vez es más frecuente que se combinen diferentes modalidades de tratamiento. 

Estudios demuestran que la opción más costo efectiva para reducir el impacto de la enfermedad es la prevención, dado que hasta un 30% de los casos de cáncer pueden prevenirse. 

Algunas medidas preventivas son: 

• No fumar. 
• Evitar el consumo de alcohol.
• Realizar actividad física. 
• Mantener un peso adecuado.
• Tener una dieta saludable que incluya frutas y verduras.

Más del 60% de los casos se concentran en África, Asia, América Central y del Sur. Esas regiones registran el 70% de las muertes a nivel global, principalmente por la falta de detección temprana de la enfermedad y el acceso a tratamientos.

sábado, 2 de febrero de 2019

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DESNUDEZ O PUDOR


Hay pocas imágenes más tiernas que la de un padre o una madre en la bañera jugando con su pequeña criatura. Pero inmediatamente a muchos les entra la duda: ¿Está bien que los niños vean a sus padres desnudos? Pues eso depende de lo que los padres hayan decidido hacer. Debe verse la desnudez como algo natural, pero si los padres se sienten incómodos no deben hacerlo. Si no, no hay problemas, y serán nuestros hijos, cuando crezcan, los que pondrán un límite en su momento.

En la primera infancia, hasta los seis años, la desnudez no supone ningún trauma, al contrario. Lo confirman estudios realizados por el psicólogo Paul Okami, de la Universidad de Los Ángeles, que indican que “cuando los padres de niños entre 0 y 6 años se muestran desnudos con naturalidad en casa, su autoestima es mejor en la juventud y se sienten más cómodos con su cuerpo”. Eso sí, generalmente los niños se vuelven más pudorosos al ir iniciando la pubertad y la decisión de dejar de ver a sus padres desnudos será tan natural como espontánea. 

Sin embargo, puede ocurrir que esto se prolongue por un periodo largo de tiempo, y en ese caso puede ser negativo o sea que los padres no perciban las cambiantes necesidades de sus hijos, pero si hay buena comunicación, los niños mismos dirán a los progenitores que se cubran para evitar un momento de incomodidad 

Esencialmente se van dando las situaciones ligadas a las emociones y con poca asertividad que se tenga será fácil detectarlo. 

Es importante que pese a demostrar desnudez o pudor se les hable de su cuerpo como un templo al que tienen que cuidar, y esto aplica igual a ambos sexos. Es necesario hablarles de sexualidad y respeto. Si bien el pudor normalmente empieza a manifestarse alrededor de la pubertad, la verdad es que cada niño es diferente. Debe tratarse con naturalidad y a la vez hay que hablar de los otros temas ya mencionados. Si les hemos hablado de respeto... habrá que respetarlos y hacer que ellos respeten. 

Esto lo explica bien la española Rosa Collado, psicóloga especializada en sexología: “Al final los padres educan con su actitud. 

Si el niño después de descubrir naturalmente su cuerpo, ve que sus padres se cambian de ropa en la intimidad o piden permiso para entrar en el baño si hay otra persona… al final los niños aprenden a respetar la intimidad de los demás y de sí mismos y lo incluirán como un aprendizaje más para ellos”. 

La pubertad, además, coincide con que empiezan a madurar tanto física, mental como emocionalmente, entonces comienzan a distanciarse de los padres. Se vuelven más secretivos y probablemente más pudorosos. En general funciona igual con niños y niñas, pero está muy aparejado con la cultura, la religión y los estilos de vida. Generalmente en nuestras culturas latina y religiosas, las niñas mostrarán más pudor. Por otro lado, la maduración mental y emocional de ellas va por delante de los varones y eso también influirá. 

También es importante aprender a convivir con la desnudez, especialmente cuando tienen que compartir el vestuario en un club o algún gimnasio con otras personas, incluso muchas veces desconocidas. Ellos buscarán más o menor intimidad y se supone que los demás deben respetar. Por eso es tan importante hablarles de su cuerpo, su sexualidad, sus derechos, para que así aprendan a decir NO cuando no desean ser molestados. 

Ese diálogo permitirá, además, elevar la autoestima y fomentar la comunicación con los padres para externar cualquier tipo de problemas que pudiesen aparecer. 

En ese sentido, se debe tratar por igual a un adolescente más allá de su género, algo que no siempre vemos en hermanos de diferente sexo. Es importante enfatizar que gran parte de los problemas se dan porque hacemos mucha diferenciación en la forma de educar, hablar, actuar dependiendo del sexo, cuando lo ideal es que vayan compartiendo la misma educación y los mismos valores.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

jueves, 24 de enero de 2019

Hoy 24 de Enero se celebra el Día Internacional de la Educación

Por Compartiendo mi Opinión 

El 3 de diciembre de 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución A/RES/73/25 declarando cada 24 de enero, el Día Internacional de la Educación, con el objetivo de concienciar sobre el papel que la educación desempeña en la creación de sociedades sostenibles y autosuficientes. 

La Educación aumenta la productividad de las personas y el potencial de crecimiento económico, desarrolla las competencias necesarias para el trabajo y las aptitudes profesionales necesarias para el desarrollo sostenible, ayuda a erradicar la pobreza y el hambre, contribuye a mejorar la salud, promueve la igualdad entre los géneros y puede reducir la desigualdad, y promueve la paz, el estado de derecho y el respeto de los derechos humanos. 

La ONU quiere que los países, las sociedades, los colectivos y el público en general adopten medidas para garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad a todos los niveles, desde la enseñanza preescolar, primaria, secundaria, terciaria y a distancia, incluida la formación técnica y profesional, para que todas las personas puedan acceder a oportunidades de aprendizaje permanente que las ayuden a adquirir los conocimientos y aptitudes necesarios para aprovechar las oportunidades que se les presenten de participar plenamente en la sociedad y contribuir al desarrollo sostenible

sábado, 19 de enero de 2019

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: NECESIDAD DE EMOCIONES FUERTES


Por Dra. Margarita Mendoza Burgos
 


Durante los últimos años hemos visto cómo proliferan las películas de terror en las carteleras de cine: actividades paranormales, muñecas diabólicas, monjas asesinas, niños poseídos, zombies insistentes y otros personajes desfilan por las pantallas en franquicias que se reproducen como conejos. 

Es cierto que son filmes que se hacen sin un gran presupuesto y que no necesitan una megaestrella como vehículo de promoción, pero la explicación principal de por qué se producen tanta cantidad es muy sencilla: cuentan con un público cautivo muy grande. 

No es una novedad que las cintas de terror tienen una enorme aceptación, especialmente entre los jóvenes. ¿Alguna vez se han preguntado por qué? ¿Es que nos gusta sufrir? 

No, no es eso. Sin embargo, hay que reconocer que las emociones fuertes son muy importantes para nuestro organismo y bienestar ; especialmente en nuestra mente, ya que activan una serie de sensaciones necesarias para ambos. En un inicio, en tiempos del hombre primitivo, vivir era una emoción constante. Se vivía cargando y descargando adrenalina, donde entraban en juego la hormona activadora y la hormona del placer. Ahora hay tanto bienestar que se ha perdido el deseo de leer y transportarnos a otros mundos a través de la literatura, la rebeldía de la poesía o el delirio de un buen concierto. 

En ese sentido, y volviendo al comienzo, una película de terror es un buen estimulante. Genera sensaciones tan diversas como arrobamiento, distracción, sensación de euforia, y, al final, confort. Para explicarlo científicamente, cuando sentimos temor, el cerebro libera adrenalina, pero al verificar que la situación es segura activa la dopamina, el neurotransmisor asociado al placer y la recompensa. Lo curioso es que cuando ha terminado la película la emoción se prolonga durante un buen rato y esto contagia la actividad siguiente. Es lo que se conoce como la transferencia de excitación, por lo tanto las actividades posteriores serán sin duda será más intensas. 

Según la psicóloga española Isabel Serrano-Rosa, “la psicología clínica utiliza esta capacidad de recreación mental del temor con fines terapéuticos. El miedo patológico lleva a tres conductas disfuncionales: evitar las situaciones temidas, la ilusión de control y pedir ayuda en exceso. Sólo hay una solución para los miedos: afrontarlos" 

El problema surge, en todo caso, cuando queremos llevar al extremo estas sensaciones y ya no basta una película de miedo o un concierto o no encontramos formas de estimularnos de forma adecuada como las mencionadas anteriormente. Y no lo digo por practicar deportes extremos, que puede ser una excelente opción. Me refiero a cuando se recurre a las drogas, el alcohol, los retos virales o los juegos de azar para generarnos ese subidón. Y eso se potencia si se hace en grupo, pues si bien hay personas que tienden a ser más solitarias lo más común es que se desinhiban actuando en grupo, lo cual genera una transmisión sensorial más profunda. 

Un subidón exprés, como es el que provoca el consumo de drogas, nos retrata como ciudadanos del mundo moderno: pretendemos lograr algo al instante y sin esfuerzo, una muestra más que nos hemos convertido en una sociedad pasiva, haragana y que todo lo quiere ya. Recordemos que lo que menos cuesta se disfruta menos. Las emociones las queremos en el momento, sin dedicar tiempo a elaborarlas. Esto contrasta con el hombre antiguo, que disfrutaba del placer de la caza para alimentarse y la alegría de sobrevivir cada día era suficiente reto. Además, si el efecto es inmediato también lo será menos duradero, y se irá desvaneciendo con mayor rapidez. Por eso se busca una y una otra vez, repitiendo dosis y procesos en un círculo vicioso que puede ser letal.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
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Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.