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sábado, 14 de febrero de 2015

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: PUBERTAD PRECOZ

 Nos referimos con “pubertad adelantada” a la aparición de las características sexuales secundarias propias de la pubertad a una edad temprana en relación a lo que suele ser habitual. Esto es, en las niñas, la aparición de senos y vello púbico a la edad de nueve o diez años de edad, y en los niños el desarrollo testicular y el vello púbico a los diez u once. Hay casos en los que estas características aparecen a una edad incluso más temprana, y entonces hablamos de pubertad precoz. No se considera anormal la pubertad adelantada, pero sí la pubertad precoz, y debe consultarse por ello. En cualquier caso, existen procedimientos para detener temporalmente la pubertad.

       Es un hecho, por otra parte, que en los últimos tiempos la edad de la pubertad se ha ido adelantando cada vez más; mucho más en las niñas que en los niños. Aunque se investigan las causas de ello y hay múltiples hipótesis, no parece haber todavía conclusiones definitivas. En todo caso, lo que se está adelantando significativamente en las niñas es la aparición de las características puberales; no tanto la edad de la menarquía o primera menstruación.

      No me corresponde a mí, por no ser especialista en endocrinología, profundizar más en las causas y/o consecuencias biológicas de esta situación, pero sí me compete comentar las consecuencias psicológicas y sociales de estas anomalías. Debe aclararse, antes que nada, que no está comprobado que existan serios riesgos psicológicos posteriores, aunque sí existe una situación temporal de incomodidad psicológica, de inadaptación, que debe conocerse y saber manejarse. Al hablar de ello vamos a referirnos particularmente a las niñas, por ser en ellas la situación más marcada, más visible, y mucho más común que en los niños.

      Efectivamente, suele haber una situación incómoda de la niña consigo misma, porque detecta perfectamente que su cuerpo empieza a no corresponderse con su mente infantil. Y, sobre todo, pueden existir problemas de relación con su grupo de amigas o de compañeras de clase, pues es común que algunas de ellas tiendan a burlarse o a segregarla. Esto puede originar problemas de afirmación personal, especialmente si es una niña insegura. Debe aclararse también que el grado de seguridad de los hijos en sí mismos no es algo azaroso, sino que los padres lo vamos modelando día a día, año a año, a veces conscientemente para bien, fortaleciendo esa seguridad; otras muchas veces inconscientemente para mal, fomentando la inseguridad. Si hemos fallado en este sentido, tal vez no sepamos manejar adecuadamente esta nueva situación que se presenta.

       Otro error que a veces cometemos los adultos es guiarnos por la realidad física y no por la realidad cronológica y mental para tratar a la niña. Algunos padres empiezan a tratarla y a exigirla como jovencita; a vestirla como jovencita, incluyendo el uso de brasieres que no van a hacer sino incrementar el problema. Mientras la niña siga sintiéndose niña debe seguir vistiéndose como niña, procurando el uso de prendas de lycra o similares para disimular el busto. Será la niña por sí misma la que en un momento determinado empezará a mostrar síntomas de que su mente también está haciendo la transición a la adolescencia, y ahí es cuando empezaremos a considerarla adolescente. Es su mente y no su cuerpo la que marca la pauta.

       El precoz desarrollo hormonal no necesariamente implica un incremento en la libido que despierte un precoz interés sexual. Hay casos en que sí es así, pero no es lo más común. Depende de muchas circunstancias, como su madurez  psicológica, su carácter, el modelo educativo que haya tenido, y también de factores ambientales. En este sentido, la creciente invasión de contenido sexual en todos los medios de comunicación, y la tendencia cada vez mayor del marketing a “acortar la niñez” y a estimular la adolescencia donde aún no la hay, sí puede inducir a la niña, a pisar el acelerador y querer quemar etapas antes de tiempo; más por seguir la corriente y no quedarse atrás que por otra cosa. No olvidemos que este es un riesgo muy común en los adolescentes actuales. En todo caso no veamos señales de alarma innecesariamente. Solo estemos cerca de la niña; observemos atentamente sus conductas, y actuemos en consecuencia.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 3 de agosto de 2013

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LOS AMIGOS DE MI HIJA ME DISGUSTAN


  

      Es un comentario que se escucha muy frecuentemente entre los padres de jovencitas adolescentes. Dos son los aspectos fundamentales que suelen preocuparles: uno es que la hija se vea arrastrada a costumbres y formas de vida insanas, o diferentes a las que los padres hemos deseado siempre para ella y hemos tratado de inculcar en el modelo educativo; el otro es la posibilidad de que pueda quedar embarazada.

       La adolescencia es etapa de aprendizaje a ser autónomo. Ello significa adquirir la capacidad de decidir uno mismo sobre su propia vida; y para decidir lo que se quiere hay que conocer qué es todo lo que hay. Los padres, olvidándonos a veces de que una vez pasamos por esa etapa, no entendemos que se interesen por conocer cosas y amistades diferentes, cuando desde niñas hemos tratado de enseñarles un modelo adecuado. Solemos interpretarlo como rebeldía, pero en todo caso debemos entender que es parte de un proceso natural.

       Pero por otro lado, el aceptarlo como proceso natural, no significa olvidarse de los riesgos que existen y que ellas aún no alcanzan a ver. Precisamente por la consciencia de dichos riesgos, y a la vez, de la necesidad de permitir el proceso natural, es que se hace necesario un control del mismo por parte de los padres. Pero ¡Cuidado! Un control inadecuado provocará una rebeldía oposicionista antinatural. No se trata de no permitir que tengan contacto con personas que no nos gustan, sino de que no sean éstas las que influyan en sus decisiones.
 
       El asomarse a conocer otras cosas y otras gentes debería servirles para poder comparar y aprender a decidir. Es importante que decidan por sí mismas, y que la ayuda que necesiten sea la nuestra, y se la daremos con tanta sutileza o más que con la que ellas nos la van a pedir; pero el que aprendan criterios para comparar y decidir lo adecuado es algo que los padres tenemos que haber trabajado desde años atrás. La educación para cada etapa empieza en la etapa anterior. El no hacerlo así provocará una mayor dificultad para manejar las situaciones, que frecuentemente tratamos de resolver con imposiciones, prohibiciones y castigos, lo cual no suele funcionar; o bien, vencidos por la impotencia, permitimos que la vida de nuestra hija pierda el rumbo.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.  

sábado, 8 de octubre de 2011

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DESARROLLO NORMAL DE LA ADOLESCENCIA. SEGUNDA ETAPA

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

La adolescencia es una profunda transformación de la persona, que pasa de ser niño, a ser adulto. La transformación no sólo es física, sino que en el aspecto psicoemocional se produce un proceso de cambio tan fuerte o más que en el aspecto físico, aunque bastante más largo.

Comentaba en el artículo anterior que la primera etapa se caracterizaba por una serie de aspectos que podrían resumirse como una confusión general.

Confusión en la identidad: no sabe quién es, y no sabe quién quiere ser; confusión de objetivos: hoy quiere una cosa y mañana otra, no sabe lo que quiere; confusión de gustos: hoy le gusta una cosa y mañana otra; confusión de referencias: busca constantemente modelos, pero no atina al escogerlos, y no los elige en forma estable, los modelos de hoy no son los de ayer.

En la segunda etapa, aproximadamente entre los 16 y 19 años, aún cuando no han desaparecido completamente las características de la etapa anterior, sí van disminuyendo, y van surgiendo características que nos indican que esa persona ya se aproxima a ser adulta. Estas características son normales, o deben ser las esperadas en la segunda etapa de la adolescencia:

MOVIMIENTO HACIA LA INDEPENDENCIA:

1. Funcionan con mayor independencia.

2. Tienen un sentido de identidad propia más firme y cohesivo.

3. Examinan sus experiencias internas.

4. Logran la habilidad para posponer la gratificación o la satisfacción personal.

5. Disminuyen los conflictos con los padres.

6. Tienen mayor estabilidad emocional.

7. Hay un aumento en su preocupación por otros y un aumento en su autosuficiencia.

8. Permiten que las amistades sigan siendo importantes y ocupen el lugar apropiado entre todos sus intereses.

MOVIMIENTO HACIA LA INDEPENDENCIA:

1. Funcionan con mayor independencia.

2. Tienen un sentido de identidad propia más firme y cohesivo.

3. Examinan sus experiencias internas.

4. Logran la habilidad para posponer la gratificación o la satisfacción personal.

5. Disminuyen los conflictos con los padres.

6. Tienen mayor estabilidad emocional.

7. Hay un aumento en su preocupación por otros y un aumento en su autosuficiencia.

8. Permiten que las amistades sigan siendo importantes y ocupen el lugar apropiado entre todos sus intereses.

INTERESES FUTUROS, CAMBIOS COGNOSCITIVOS:

9. Los hábitos de trabajo se hacen más definidos.

10. hay un aumento en el interés acerca del futuro.

11. Se le da mayor importancia al papel que se juega en la vida.

SEXUALIDAD:

12. Sentimientos de amor y de pasión.

13. Desarrollo de relaciones más serias.

14. Firme sentido de su identidad sexual.

15. Un aumento en la capacidad para sentir amor tierno y sensual.

MORALIDAD, VALORES Y DIRECCIÓN PROPIA:

16. Mayor capacidad para establecer sus propias metas.

17. Interés en el razonamiento moral.

18. Capacidad para hacer uso de la intuición.

19. Mayor énfasis en su dignidad y amor propio.

20. Las tradiciones sociales y culturales vuelven a ganar parte de su importancia previa.

La adolescencia es un proceso natural, y supone una etapa crítica, que llamamos “crisis de la adolescencia”, que necesariamente hay que pasar, por lo que es fundamental que los padres ayudemos a nuestros hijos a pasarla adecuadamente.

Cualquier obstrucción o distorsión de dicho proceso tiende a provocar un retraso o un estancamiento del mismo o de parte del mismo, o un agravamiento de los riesgos de algunas de sus características. Ello nos explica, por ejemplo, la inmadurez de muchos adultos.

Es importante por ello que los padres se asesoren para afrontar este proceso adecuadamente.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

sábado, 1 de octubre de 2011

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DESARROLLO NORMAL DE LA ADOLESCENCIA. PRIMERA ETAPA

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

La adolescencia es una etapa crítica en el desarrollo de la persona. Los padres, normalmente lo saben, y tienen temor a su llegada.

Frecuentemente el temor es debido al comportamiento problemático que muchos adolescentes presentan, o, al menos, a los simples cambios en el comportamiento que se escapan de nuestro control. Después de todo, las personas somos costumbristas, y los cambios normalmente no son bienvenidos. Pero la etapa no es solamente crítica por dichos cambios, sino porque un manejo inadecuado de los mismos por parte de los padres puede llevar a consecuencias indeseables por mucho tiempo o incluso permanentemente.

Muchas veces el manejo inadecuado empieza simplemente por saber ni comprender qué es normal y qué no es normal en esta etapa, con lo que muchas veces no solo se lucha de forma equivocada, sino que se lucha contra “enemigos que no existen”, y se consigue convertir en anormal lo que es normal.

Al ser la adolescencia un proceso muy dinámico, no se pueden tratar de igual manera los cambios que se producen al principio que los que se producen al final de la misma. Por ello creo conveniente separar este tema en dos partes.

En esta ocasión nos referiremos a lo que es normal y DEBE ESPERARSE en la primera etapa de la adolescencia, normalmente entre los trece y los quince años, aunque puede variar.

La información siguiente puede ayudar a los padres a entender esta fase del desarrollo. Cada adolescente es un individuo, con una personalidad única y con intereses y gustos propios. Sin embargo, hay numerosos factores comunes en el desarrollo que todos confrontan durante los años de la adolescencia.

Emociones y comportamientos normales incluyen, tanto para ellos como para ellas:

EN GENERAL:

1. Luchar con su sentido de identidad.

2. Sentirse extraño o abochornado consigo mismo o con su cuerpo.

3. Enfocarse en sí mismo, alternando entre altas expectativas y un pobre concepto propio.

4. Alta volubilidad. Es influenciado por los amigos y el entorno social en su modo de vestir e intereses.

5. Mejorar su habilidad del uso del lenguaje y su forma de expresarse.

6. Tener menos demostraciones de afecto hacía los padres; ocasionalmente puede ponerse grosero.

7. Quejarse de que los padres interfieren con su independencia.

8. Tener la tendencia a regresar al comportamiento infantil, particularmente cuando está bajo fuerte estrés.

SOBRE INTERESES FUTUROS Y CAMBIOS COGNOSCITIVOS:

9. Tiene un interés mayormente sobre el presente, y pensamientos bastante limitados sobre del futuro.

10. Se expanden y aumentan en importancia los intereses intelectuales.

11. Adquiere una mayor capacidad para el trabajo (físico y emocional).

SOBRE SEXUALIDAD:

12. Muestra timidez, sonrojo y modestia.

13. Desarrollo físico de las niñas antes que los niños.

14. Especial interés en conocer el sexo opuesto.

15. Movimiento hacia la heterosexualidad con miedos de la homosexualidad.

16. Preocupación sobre su atractivo físico y sexual con relación a otros.

17. Frecuentes cambios de amistades y relaciones.

18. Preocupación de si es normal o no.

SOBRE MORALIDAD, VALORES Y DIRECCIÓN PROPIA:

19. Pone a prueba las reglas y los límites.

20. Aumenta la capacidad para pensar en manera abstracta.

21. Se desarrollan los ideales y se seleccionan modelos de comportamiento.

22. Mayor evidencia consistente de tener consciencia.

23. RIESGO de empezar a experimentar con el sexo y las drogas (alcohol, cigarros, marihuana, u otras). Entiéndase que lo que es normal es la situación de riesgo; no la acción de experimentar.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.