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lunes, 24 de enero de 2011

Presidente de Colombia advierte al G20 sobre daños a América Latina de la guerra de divisas

Tomado de El imparcial

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien se encuentra en París en la apertura del III Foro Económico Mundial América Latina y el Caribe, instó a las potencias del G20 a tomar en cuenta a Latinoamérica dentro de su agenda debido a que es una de las nuevas locomotoras para el desarrollo, ya que la región ha aprendido de sus crisis, muchas lecciones que las potencias podrían utilizar para su propio beneficio.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, destacó hoy que América Latina ha pasado a ser una de las locomotoras económicas del mundo e instó a los países del G20 a tenerlo en cuenta en su agenda y "no ahogarla ni menospreciarla".

"El tren del desarrollo está encontrando nuevas locomotoras, y una de ellas es América Latina. Antes era un vagón que esperaba ayuda de locomotoras como Europa, EEUU o Japón, pero el mundo de los países emergentes está poniéndose a la vanguardia del crecimiento", dijo el presidente.

En la apertura en París del III Foro Económico Mundial América Latina y el Caribe, Santos destacó que "no hay mejor negocio para los países desarrollados que una Latinoamérica en crecimiento, porque éste jalona la exportación hacia ese mercado".

"Si queremos salir de la recesión con exportaciones dinámicas la mejor receta es hacer crecer a quienes importan, no matar su capacidad de crecimiento, y temas como esos son los que debería abordar el G20", dijo Santos en su intervención.

El representante colombiano recordó que "la política de emitir dinero para salir de la recesión está causando graves problemas a países como Colombia, está destruyendo nuestra capacidad exportadora y en cierta forma está matando la gallina de los huevos de oro".

Santos, que inicia hoy una visita de trabajo de tres días a Francia, país que ostenta la presidencia de turno del G20 y del G8, reconoció "no tener una buena respuesta para la solución", pero advirtió que su continente "ya vuela solo" y que a Europa, Estados Unidos o Japón "le puede resultar muy costoso menospreciar su importancia".

"Debemos mirar cómo colaborar en pro de que la economía mundial salga de esta situación sui generis en que países que eran locomotoras aplican una terapia de boca a boca para seguir adelante, y los que antes iban por detrás están siendo víctimas de las políticas monetarias de los países del centro", sugirió el colombiano.

Para Santos, América Latina "ha aprendido muchas lecciones que Europa podría utilizar, como cómo hacer previsiones preventivas o aplicar instrumentos para evitar fluctuaciones de capitales, porque ha pasado por esa adversidad que forja el carácter".

A su juicio, las naciones latinoamericanas"tienen lo que el mundo busca actualmente: energía, una capacidad importante de multiplicar su producción de alimentos, biodiversidad, agua. Por ello y por las buenas prácticas puestas en marcha después de sufrir todo tipo de crisis, es el continente que se perfila con más fuerza".

En este foro promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Ministerio de Economía, Finanzas e Industria de Francia y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), apuntó que organismos "como la OCDE deben entender esos cambios".

Según Santos, la OCDE "no es el club de los países ricos, sino el de las buenas prácticas, y tiene ante sí el desafío de ver cómo modificar las reglas de juego", en un momento en que si "América Latina sigue fortaleciendo su democracia, sus instituciones y su democracia, va a ser uno de los jugadores fundamentales del futuro".

Por ello, sugirió "dar voz a todos los actores para que se sientan partícipes", y subrayó también que "si hay algo que pueda afectar el bienestar de los más pobres es una crisis de alimentos, por lo que se debe evitarla a toda costa".

"Estamos sufriendo lo que los economistas llaman cambios telúricos en la composición de nuestro mundo, y hay que discutir las decisiones acertadas para acoplarnos a esa transición" en la que, según consideró, "la OCDE es idónea para liderar el pensamiento".

Tomado de RFI

Durante su visita oficial a Francia dijo que plantearía este problema a Nicolas Sarkozy.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, criticó este lunes en París la decisión de los países desarrollados de devaluar sus monedas, al considerar que esta medida perjudica a los países latinoamericanos y también afecta la recuperación de la economía mundial.

Los mercados financieros "están causando graves problemas a países como, por ejemplo, el mío", afirmó Santos en un discurso en el tercer Foro Económico Mundial América Latina y el Caribe, al iniciar una visita de tres días a Francia, país que preside actualmente el G20.

"Esa política de emitir dinero para salir de la recesión (...) está reevaluando las monedas de Colombia, Brasil, Chile, de toda América Latina", lamentó el presidente, en alusión a la llamada "guerra de divisas", que consiste para varios países desarrollados a devaluar sus monedas para impulsar sus exportaciones.

Según Santos, que dijo que plantearía este problema a Nicolas Sarkozy, como presidente del G20, "esto está destruyendo nuestra capacidad exportadora y, en cierta medida, matando la gallina de los huevos de oro". "Digo esto porque no hay mejor negocio para los países desarrollados, para Europa y Estados Unidos, como los países de América Latina creciendo a tasas altas.

El crecimiento de América Latina es lo que más jalona las exportaciones hacia ese mercado", recordó, dejando entender que estas medidas de devaluación afectan la recuperación de la economía mundial.

"El consumo crece cuando crecemos", subrayó. "Si queremos en Francia, en España, en Estados Unidos salir de la recesión con exportaciones dinámicas, la mejor receta es poner a crecer a los países que importan", explicó.

Santos tiene previsto reunirse el miércoles con Sarkozy antes de viajar a Davos para participar en el Foro Económico Mundial.

jueves, 6 de enero de 2011

Pésimo inicio del año para socialismo del siglo XXI. En Bolivia Evo además de retroceder se debilita

Agencias Noticiosas

En un fugaz lapso de cinco días, entre la Navidad y la noche del 31 de diciembre, el mandatario boliviano aprobó y debió derogar un alza de 83% en los carburantes, tras enfrentar violentas manifestaciones en contra de la medida.

Morales aceptó que deberá negociar con la dirigencia social antes de revivir lo que definió como un inevitable aumento de los combustibles.

La Paz. El violento rechazo en Bolivia a un aumento de combustibles puso inesperadamente en jaque al liderazgo del presidente Evo Morales y dejó al desnudo las enormes restricciones que deberá enfrentar en el futuro a la hora de tomar medidas impopulares.

En un fugaz lapso de 5 días, entre la Navidad y la noche del 31 de diciembre, el mandatario izquierdista aprobó y debió derogar un alza de 83% en los carburantes luego de ser sitiado por las poderosas y complejas organizaciones sociales que ayudaron a encumbrarlo hace casi 5 años.

Quemadas la imagen de fortaleza presidencial y la creencia generalizada de que Morales era el dique que evitaba un desborde social, 2011 arrancó en Bolivia bajo una amenaza de inestabilidad, dijeron analistas.

"El gobierno se ha metido en una encrucijada, cualquier decisión que tome o no tome va a tener costos políticos para él", dijo Jorge Lazarte, catedrático universitario que estuvo ligado en años recientes a la oposición centrista.

Antes de dar marcha atrás, Morales intentó calmar las aguas con un aumento salarial de 20% para sectores clave de la economía, y defendió su medida porque permitía eliminar un costoso subsidio estatal a la vez que estimulaba la inversión petrolera y limita el contrabando.

Pero ante el recrudecimiento de las manifestaciones aceptó que deberá negociar con la dirigencia social antes de revivir lo que definió como un inevitable aumento de los combustibles.

"No tiene idea clara de lo que hay que hacer de ahora en adelante. Decir que es el pueblo el que va a señalarle (qué hacer) es dejar su condición de gobierno", dijo Lazarte.

Para el analista político Carlos Cordero el incidente "puso en evidencia que este gobierno todavía es débil" y que el líder indígena ya no luce como el político combativo que arrasó en las contiendas electorales de los pasados cinco años.

"Los movimientos sociales han demostrado que tienen capacidad de movilización y de influencia y cuando tienen una causa pueden limitar al Gobierno", señaló.

Sin contrapeso. Pero pese a la virulencia de las protestas de fin de año, que recordaron las más graves de 2003 y 2005 que derrumbaron dos gobiernos de sesgo liberal, no hay quien pueda sacar rédito de los costos políticos que está pagando Morales.

Ni en la oposición ni en los movimientos sociales despuntan líderes que puedan contrapesar el proceso de cambio socialista que Morales prometió profundizar tras su reelección hace un año con un récord de 64% de votos.

"No es suficiente salir a las calles y criticar al gobierno para convertirse en un líder político. Hoy hay muchas figuras que quieren capitalizar la movilización y el descontento para sí mismos, pero este éxito puede ser efímero", dijo Cordero.

Morales, seguidor del venezolano Hugo Chávez y del cubano Fidel Castro, pudo haberse puesto él mismo el cerco cuando dijo que cumplía su promesa de "gobernar obedeciendo al pueblo" como justificación para anular el reajuste y negó ser un rehén de los sindicatos y movimientos sociales.

"Yo salvo mi responsabilidad con Bolivia y ante la historia. Ahora toca a los movimientos sociales, a sus dirigentes y al pueblo boliviano" decidir un eventual nuevo "gasolinazo", dijo este martes a corresponsales internacionales.

Transformación.

En su mandato, Morales logró aprobar leyes que transformaron los poderes judicial y electoral y puso en vigencia el primer régimen de autonomías del país y dio acceso privilegiado a los indígenas en los puestos de poder.

En las tres primeras semanas de diciembre, la popularidad de Morales alcanzó su máximo con la promulgación de una generosa reforma de pensiones, seguida por un drástico cambio que declaró obligatoria la escuela secundaria.

A la fortaleza política se sumaba un crecimiento del PIB 2010 en torno a 4%, una inflación de poco más de 6% -frente a 0,26% del año previo-, exportaciones cerca de un récord de US$7.000 millones, y reservas internacionales de casi US$10.000 millones.

Pero seguían las importaciones de combustibles líquidos, con sus agujeros de subvención, contrabando y corrupción, que el mercado mandaba a cortar.

"Morales creyó entonces que tenía la fuerza suficiente para un 'gasolinazo' que el país había esquivado por casi una década y que él mismo rechazó antes por neoliberal", opinó Vicente León, experto de una fundación de estudios de comunicación.

"El Gobierno ha salvado su gobernabilidad porque la espiral de violencia que se venía podía terminar con un pedido generalizado de renuncia del presidente (...) ahora los movimientos sociales tienen la palabra", concluyó Cordero.