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jueves, 5 de septiembre de 2013

Mayoría de G20 no quieren intervención militar en Siria

Tomado de El País 
Putin recibe a Van Rompuy (derecha) en San Petersburgo.
La mayoría del G20 intenta convencer a Obama para que no ataque Siria

Por Pilar Bonet

Van Rompuy pide que se publiquen cuanto antes los resultados de las inspecciones de la ONU

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el grueso de la comunidad internacional representada en el G20 intentaban evitar el jueves que Barack Obama les involucre o se lance en solitario a una operación militar contra Siria de nebulosas e impredecibles consecuencias. En el primer día de la cumbre que se celebra en el palacio de Constantino, en Strelna, a las afueras de San Petersburgo, los países de la Unión Europea (UE) trataban de no dejar desamparado al inexperto líder norteamericano, que se ha dado a sí mismo un escaso margen de maniobra.
Obama se ha colocado en una situación difícil al pedir el apoyo de sus legisladores para una operación militar, que es rechazada por Rusia, China, Alemania e incluso el Reino Unido, entre otros. Los cinco mayores países europeos, entre ellos España, trabajaban el jueves para lograr una posición común de “mínimos” con objeto de afrontar la situación en Siria, según manifestó una fuente de la Moncloa en el entorno de la cumbre.
Los aliados europeos de EEUU podrían perfilar una fórmula para “nadar y guardar la ropa”, que parece complicada, si de lo que se trata es compatibilizar la vía política y la vía militar que Obama ha transformado en una disyuntiva radical. También podrían buscar nuevos elementos que abran nuevas posibilidades para sacar al presidente estadounidense del callejón sin salida en el que parece haberse metido. Entre los aliados europeos presentes en la cumbre del G20, Obama cuenta solo con el apoyo de Francia para su intento de resolver el problema de Siria por la vía militar. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el presidente del Consejo, Herman van Rompuy, se expresaron rotundamente por la vía política.
Siria, que de entrada no figuraba en el orden del día del G20, pasó a ser objeto de debate de la cena de los líderes a propuesta del presidente Putin, quien dijo hacerse eco de las peticiones en este sentido de varios de sus colegas. La canciller alemana, Angela Merkel, expresó dudas sobre la posibilidad de llegar a una posición común, según ha informado la agencia Itar-Tass.
Manteniendo correctamente las formas, Putin y Obama se estrecharon la mano y sonrieron a la llegada del presidente norteamericano al palacio de Constantino. Ambos líderes están bajo el mismo techo y hablarán en los pasillos, pero no estaba previsto una cita formal entre ellos, según dijo el secretario de Prensa de Putin, Dmitri Peskov. Este funcionario explicó en detalle los supuestos efectos positivos de las reuniones que su jefe mantuvo el jueves con el líder chino y los primeros ministros de Japón e Italia, respectivamente. En los últimos tiempos existen “serios desacuerdos” en las relaciones ruso-norteamericanas, admitió. Obama tiene previsto reunirse hoy con miembros de la sociedad civil rusa, entre ellos representantes del colectivo de gays y lesbianas.
El Kremlin no pierde ocasión para aguijonear a Obama, con mayor o menor sutilidad, allí donde puede dolerle. Aludiendo a la informaciones divulgadas por Edward Snowden, Peskov manifestó que los países del grupo de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) reunidos en San Petersburgo habían manifestado una “dura y negativa” reacción contra el espionaje del que han sido objeto (por parte de los servicios secretos estadounidenses).
“Putin ve a Obama como un político débil, contradictorio e imprevisible, que desconoce cómo funcionan los mecanismos de la política internacional real”, opinaba Konstantin von Eggert. Según este analista, el líder ruso se sintió engañado por la administración norteamericana en Libia y no quiere que se repita en Siria el modelo aplicado a aquel país del norte de África, cuando una abstención de Moscú en el Consejo de Seguridad permitió la “intervención humanitaria” que acabó con el régimen de Gadafi. “Hasta el presidente George Bush parece hoy más claro y comprensible en Moscú que Obama, y desde luego goza de más respeto”, señalaba Von Eggert.
Por otra parte, tanto el ministerio de Defensa como el jefe de la Administración del Kremlin, Serguéi Ivanov, que también ocupó la cartera de Defensa, reaccionaron airadamente ante las acusaciones del Pentágono de haber suministrado armas químicas al régimen sirio de Bachar el Asad. Estas alegaciones “son falsas y aspiran a crear nuevos pretextos para agredir a un Estado soberano”, dijo el viceministro de Defensa, Anatoli Antónov. “Rusia siempre ha sido y será un socio responsable y previsible y un aliado para prevenir la difusión de armas de destrucción masiva. Siempre hemos cumplido claramente nuestras obligaciones en el campo de la no proliferación de armas nucleares. Somos depositarios del Tratado de no Proliferación y cumplimos nuestras obligaciones derivadas de la Convención de Armas Químicas y la Convención de Armas Biológicas”, manifestó el viceministro. Ivanov, por su parte, se declaró “sorprendido y conmocionado” por las acusaciones estadounidenses y recordó que él mismo había sido presidente de la comisión gubernamental de controles a la exportación destinados a evitar la proliferación de armas químicas, nucleares y bacteriológicas. 

Mercados emergentes atentas a cambios en política monetaria de los países del G20

Tomado de The Wall Street Journal  
El ministro de Finanzas de Japón Taro Aso y el gobernador del Banco de Japón Masaaki Shirakawa durante la reunión del G20.

Los mercados emergentes esperan cierto protagonismo en la cumbre del G-20

Por  PAUL HANNON  y PAULO TREVISANI
Los líderes del Grupo de los 20 han estado preocupados por Siria en los días previos a su cumbre del 5 al 6 de septiembre, pero algunos conservan la esperanza de encontrar una forma de aplacar las aguas repentinamente agitadas de los mercados emergentes.
En años recientes, la mayoría de las amenazas económicas que el G-20 abordó provenían de los grandes flujos de capital de los países desarrollados a los países en desarrollo, tras la crisis financiera de 2008. Pero ahora ese flujo comienza a revertirse, lo que implica nuevos retos para la recuperación global.
Este cambio de rumbo se ha intensificado en semanas recientes a medida que los inversionistas anticipan el final del período de estímulo monetario extraordinario de la Reserva Federal de Estados Unidos. este año. Esto ha generado fuertes caídas en las monedas de los países en desarrollo.
Los bancos centrales de tres miembros del G-20 —Brasil, Indonesia y Turquía—elevaron las tasas de interés, intervinieron en los mercados cambiarios o tomaron ambas medidas en las últimas semanas, para intentar detener la depreciación de sus divisas.
En India, donde la rupia ha sufrido el declive más pronunciado entre las grandes economías asiáticas, el banco central también ha tomado la medida adicional de vender dólares a las refinadoras de petróleo del Estado para alejar la demanda de dólares del mercado abierto.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico advirtió el martes que la recuperación moderada del crecimiento económico global se podría debilitar si se intensifica la salida de capitales de las economías en desarrollo.
Algunos líderes siguen con la esperanza de que el problema pueda abordarse, incluso si las reuniones del jueves y el viernes en San Petersburgo están dominadas por la crisis sobre el presunto uso de armas químicas en la guerra civil de Siria.
Por ejemplo, una persona al tanto del pensamiento de la presidenta brasileña Dilma Rousseff indicó que la mandataria espera que la cumbre genere acuerdo sobre formas de amortiguar el impacto del anticipado cambio en la política de la Fed.
"El tono de su discurso [en la cumbre] demostrará lo molesta que podría estar con las políticas de EE.UU.", afirmó un funcionario del gobierno de Brasil.
Los funcionarios brasileños señalaron que tienen el respaldo de otros países en desarrollo en sus intentos de abrir diálogo sobre la reciente volatilidad en las divisas, aunque no saben con seguridad qué miembros del G-20 ofrecerán su apoyo. En particular, quieren mejorar la forma en que la Fed comunica sus intenciones, para poder reducir las oscilaciones del mercado.
Estos países en desarrollo podrían terminar frustrados, ya que el gobierno de EE.UU. está centrando sus esfuerzos en obtener apoyo para su estrategia en Siria. Pero incluso sin Siria, era poco probable que EE.UU. hiciera grandes concesiones, señalan economistas.
"Además de un compromiso vago de tomar en cuenta los efectos de su política monetaria en otros países, la Fed en la práctica probablemente no hará concesiones a los avances en otros lugares", apuntaron desde Capital Economics, una firma de investigación con sede en Londres.
Para intentar ejercer mayor control sobre sus divisas, los gobiernos de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica han estado trabajando en una propuesta conjunta para establecer un Arreglo de Contingencia de Reserva de US$100.000 millones que será formado con reservas de los bancos centrales.
Los líderes podrían lograr algunos avances en San Petersburgo, ya que esto no requiere el aporte de EE.UU. u otros países desarrollados, aunque el nuevo fondo probablemente no sea lanzado hasta el próximo año.
En marzo, los ministros de Finanzas de los cinco países BRICS firmaron un acuerdo para poner en marcha el proyecto, durante su reunión anual en Sudáfrica. China aportará US$41.000 millones, seguida por Brasil, Rusia e India con US$18.000 millones cada uno, y Sudáfrica con US$5.000 millones.
El foco puesto en Siria probablemente también implique que los miembros de los países desarrollados del G-20 presten menos atención a la disputa de larga data sobre si fijar fechas límites obligatorias para estabilizar sus déficits presupuestarios y comenzar a reducir sus deudas.
En meses recientes, las autoridades alemanas han presionado a los países del G-20 para acordar objetivos concretos para reducir la deuda después de que el acuerdo actual de reducción del déficit venza en 2016. Pero estos intentos enfrentaron fuerte oposición de EE.UU. cuando los ministros de Finanzas se reunieron en Moscú en julio. En esa ocasión, funcionarios del Departamento del Tesoro de EE.UU. insistieron en que la prioridad debía ser fortalecer el mercado laboral y el crecimiento en lugar de reducir la deuda.
En lugar de un objetivo concreto, se prevé que los países del G-20 establezcan "estrategias fiscales a mediano plazo" para demostrar cómo lograrán un "crecimiento sostenible" después de 2016, dijo a reporteros un funcionario alemán el lunes.
"Es mejor que no tener ninguna estrategia, pero no son objetivos obligatorios", anotó el funcionario.
También se prevé que los líderes del G-20 generen un plan para apuntalar el crecimiento y crear empleos.
Un funcionario estadounidense señaló que una meta de suma importancia para EE.UU. en la cumbre es persuadir a otros países sobre la necesidad de apuntalar la demanda a nivel mundial. La demanda global está "mejorando", pero "sigue débil", indicó el funcionario.  

miércoles, 20 de junio de 2012

Cristina y Cameron sostienen altercado durante cumbre del G 20

Tomado de La Voz de América

El primer ministro británico se negó a recibir un sobre de las manos de la presidenta argentina durante un receso en la Cumbre del G20.

El primer ministro británico, David Cameron, dejó con el brazo estirado a la presidenta de Argentina Cristina Fernández, cuando ella, quiso darle un sobre que contenía las resoluciones de la ONU acerca de las Islas Malvinas. 

Esta vez, el altercado se produjo durante un receso en la Cumbre del G20, celebrada en México, cuando Cameron se dirigió a Fernández para agradecerle por el apoyo argentino para la creación de un nuevo banco que actúe como prestamista para solventar la crisis europea.

En medio de la conversación Cameron radicalmente le exigió a Cristina Fernández que “respetara el referendo de los habitantes de Las Malvinas”.

De inmediato la mandataria argentina le dijo que solo quiere dialogar tal y como lo ordenan las Naciones Unidas, y en el momento en que le iba entregar el sobre con las 40 resoluciones proferidas por la ONU, sobre las Malvinas, el líder inglés le dio la espalda y se retiró del lugar muy molesto.

Los detalles fueron confirmados por el canciller argentino, Héctor Timerman, quien afirmó que el gobierno británico se encuentra indispuesto porque Argentina ha recibido un gran apoyo mundial, que lo está obligando a responder públicamente.

Por su parte, un funcionario británico, asegura que Cameron no rechazó el sobre intencionalmente y que probablemente la mandataria argentina no fue clara al explicarle su contenido"No creo que fuera totalmente claro que ella estaba intentando darle documentos (...) Estamos buscando a funcionarios argentinos aquí (en Los Cabos) para ver si hay algún documento que quieran darnos", señaló el funcionario a diferente medios.

Timerman, en rueda de prensa atacó a Cameron, acusando su gobierno de promover el imperialismo:"Tantos años de ejercer como potencia colonial se han olvidado de que ellos son los responsables de que exista el colonialismo y los países como Argentina los responsables de haber derrotado a la mayor parte de las acciones colonialistas en el mundo" agregó.

Las Malvinas planean realizar un referéndum para que los propios habitantes decidan su estatus político. Ante este anunció, Fernández se dirigió al Comité de Descolonización de la ONU la semana pasada solicitando negociar con Londres respecto a la soberanía del archipiélago.

lunes, 18 de junio de 2012

G20 presionará a lideres europeos mantener unidad monetaria


Tomado de The Wall Street Journal

Por Sudeep Reddy
LOS CABOS, México—Los líderes de las mayores economías, desarrolladas y emergentes del mundo que se encuentran reunidos aquí partirán del mismo punto en el que se quedaron en noviembre en Francia, enfrentando la amenaza de que Europa ponga de rodillas a la economía global.
Esta vez, el G-20 se juega más ya que tanto las economías ricas como en desarrollo se están desacelerando al unísono.
Los líderes, sin embargo, no pretenden resolver la más reciente crisis en ese foro, apenas un día después de las elecciones en Grecia y Francia, y con la representación de apenas un puñado de los 17 miembros de la zona euro. En su lugar, su objetivo es que las discusiones continúen en las reuniones clave de los líderes europeos que se llevarán a cabo en las próximas dos semanas.
Se prevé que los miembros del G-20, que representan dos tercios de la población mundial y 85% de la producción económica global, presionen a los líderes europeos para que tomen medidas inmediatas y fuertes para contener las turbulencias financieras y evitar la disolución de la unión monetaria. Varios países también están abogando para desviar la atención internacional de la austeridad presupuestaria hacia otras medidas que fomenten un crecimiento más fuerte.
"El enfoque general de este G-20 reflejará el debate en evolución sobre el crecimiento y la importancia crucial del crecimiento global y la recuperación global", dijo Mike Froman, el principal representante de economía internacional de la Casa Blanca. "El capítulo europeo es central ahora mismo en ese esfuerzo".
Los líderes del G-20 reunidos en este resort en la costa de México se centrarán probablemente en las implicaciones de los resultados electorales de Grecia.
El partido conservador Nueva Democracia obtuvo una apretada victoria el domingo, un resultado que abre la puerta a un gobierno que tratará de mantener al país en la zona euro al continuar con el programa de rescate.
Es probable que el resultado calme los temores, al menos temporalmente, de una salida de Grecia de la zona euro, pero la incertidumbre política probablemente continuará conforme los partidos empiezan a negociar la formación de una coalición, lo cual, incluso en el mejor de los escenarios, podría desembocar en un gobierno efímero.
El líder de Nueva Democracia, Antonis Samaras, prometió respetar los compromisos del país bajo un acuerdo de rescate de US$218.600 millones con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, e invitó a todos los partidos que apoyan la membresía al euro a participar en un gobierno de coalición de "salvación", un llamado que fue inmediatamente rechazado por el líder izquierdista Alexis Tsipras.
Si se logra formar un gobierno de coalición en Atenas, el G-20 probablemente instaría a los funcionarios de la euro zona a ajustar el paquete de rescate para concederle a Grecia un respiro, ampliar los plazos para ciertas metas presupuestarias. Debido a que la membresía del G-20 incluye a los principales miembros del Fondo Monetaria Internacional, que participa en la ayuda de Grecia, podrían usar el foro para fijar una manera de darle más tiempo a Grecia.
Pero si los legisladores griegos fracasan y no logran formar un gobierno, tal como sucedió en mayo, la renovada incertidumbre podría provocar nuevas turbulencias en los mercados de todo el mundo. Entonces, los líderes internacionales enfrentarían la posibilidad de tener que implementar planes de contingencia.
Los bancos centrales ya han indicado su disposición de tomar medidas si los mercados se deterioran. El Banco Central Europeo dijo que podría inyectar liquidez a los bancos y la Reserva Federal de Estados Unidos podría volver a recurrir a su caja de herramientas de la crisis financiera de 2008-2009 si surgen tensiones en los mercados de deuda. La semana pasada, el Reino Unido presentó algunas de sus medidas preventivas para proveer liquidez e impulsar el crédito en su alicaída economía.
Esta nueva crisis representa otra prueba de la capacidad del G-20 para coordinar la acción global. Durante la crisis de 2008-2009 llevó a muchas grandes economías a impulsar el crecimiento mediante enormes paquetes de estímulo y agresivos recortes de tasas por parte de los bancos centrales. Estas intervenciones globales rápidas y coordinadas ayudaron a revertir el declive global.
Con todo, los miembros del G-20 aún planean tratar otras preocupaciones, incluyendo los riesgos para los mercados petroleros de un embargo a Irán que tomaría efecto en las próximas semanas.

lunes, 9 de abril de 2012

Obama se reune con Dilma Rousseff en la Casa Blanca

Tomado de La Voz de América
Los presidentes Dilma Rousseff de Brasil y Barack Obama de Estados Unidos, en la Casa Blanca, este lunes 9 de abril.

Rousseff expresa a Obama su preocupación por las políticas monetarias expansivas

Los dos mandatarios acordaron la creación de un comité para colaboración en temas de defensa, que celebrará su primera reunión el 24 de abril en Brasil.

Los presidentes de EE.UU. Barack Obama y de Brasil, Dilma Roussef, se reunieron este mediodía del lunes 9 de abril en la Casa Blanca, para discutir temas de importancia bilateral,  comprometiéndose a agilizar la emisión de visas para turistas y viajeros de negocios de sus respectivos ciudadanos, al tiempo en que acordaron crear un comité bilateral para cooperación en defensa.

Rousseff, dijo que durante el encuentro con su par estadounidense, planteó además su preocupación por el impacto que las políticas monetarias expansivas de las economías desarrolladas están causando en el mundo en desarrollo.

Rousseff hizo los comentarios tras reunirse con Obama en el Salón Oval de la Casa Blanca, donde comunicó "la preocupación de Brasil por las políticas monetarias expansivas".

La mandataria criticó en ocasiones anteriores a Estados Unidos y a Europa por causar un "tsunami monetario" que ha inundado de liquidez a Brasil y provocado un alza del real, lo que hace menos competitivas las exportaciones del país sudamericano.

La reunión duró casi el doble de tiempo de los 45 minutos inicialmente programados. En la misma participaron otros ministros y secretarios de ambos países.

Posteriormente, el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney declinó comentar sobre la respuesta de Obama a las preocupaciones manifestadas por la presidenta Rousseff.

La reunión entre los dos presidentes tuvo lugar después de que esta mañana la secretaria de Estado, Hillary Clinton había calificado a Brasil como socio responsable de Estados Unidos en la arena internacional.

Obama recibió a Rousseff a poco más de un año de visitar Brasil, donde relanzó las relaciones con la sexta economía mundial, luego de desaveniencias con el predecesor de Rousseff, Luis Inacio Lula da Silva, sobre todo por el programa nuclear iraní.

Aunque Rousseff es vista como menos ideológica que Lula, su gobierno ha mantenido posturas internacionales como la resistencia a nuevas sanciones contra Irán y Siria y ahora las políticas monetarias.

Los dos mandatarios acordaron también la creación de un comité para colaboración en temas de defensa, que celebrará su primera reunión el 24 de abril en Brasil y representa una cooperación en defensa "de un nivel que no hemos visto anteriormente", dijo Obama.

Otro tema irritante que  los mandatarios habrían tratado en privado fue la abrupta cancelación hace un mes por parte de la fuerza aérea estadounidense de la compra de 20 aviones Super Tucano de Embraer, lo que molestó a Brasil, que aún estudia la compra de 36 aviones caza entre ofertas de Estados Unidos, Francia y Suecia.

Clinton había dicho esta mañana junto al canciller brasileño, Antonio Patriota, en la Cámara de Comercio estadounidense que "Brasil es un socio responsable".

"Crecientemente, lo que hace Brasil tiene impacto en la seguridad y estabilidad mundiales", añadió.

"Nuestra región y el mundo enfrentan complejos desafíos y necesitamos a Brasil para resolverlos", añadió Clinton.

"Todos estos hechos apuntan a la misma conclusión: nuestros países deben ser socios", insistió Clinton.

"No estaremos siempre de acuerdo, pero en la medida en que podamos enfrentar nuestras diferencias constructivamente, nuestra relación crecerá y nuestros pueblos se beneficiarán", añadió.

Estados Unidos y Brasil son las dos mayores democracias de la región, recordó la secretaria de Estado. Y "porque somos democracias, tenemos obligaciones especiales" de dar ejemplo, explicó.

2 consulados nuevos en Brasil

La secretaria de Estado también anunció que abrirá dos consulados con la meta de agilizar la tramitación de visas en la nación sudamericana.

En un discurso en la Cámara estadounidense de Comercio, la secretaria de Estado Hillary Clinton dijo que los consulados estarán ubicados en Belo Horizonte y Porto Alegre y forman parte del esfuerzo que ha realizado su despacho para "satisfacer la demanda en países donde han sobrepasado nuestra capacidad. Hemos progresado".

Empresarios estadounidenses y brasileños solicitaron la semana pasada a los mandatarios de ambos países que exploren cómo facilitar la emisión de visas para los viajeros de negocios, tales como incluir a Brasil en la lista de países cuyos ciudadanos no requieren visas para visitas a Estados Unidos de hasta 90 días de duración, y crear en Brasil un proceso de corta duración para emitir visas a profesionales.

Clinton y el canciller brasileño Patriota pronunciaron sus discursos horas antes de que el presidente Barack Obama reciba a Rousseff en la Casa Blanca para discutir temas que van de la turbulencia en Medio Oriente, la crisis financiera global y la coordinación entre Brasil y Estados Unidos en el Grupo de los 20 (G20), a temas bilaterales como comercio y cooperación en ciencia y tecnología.

Rousseff, quien reiterará la invitación para que Obama participe en junio en la conferencia Rio + 20 en Rio de Janeiro, donde el mundo discutirá una agenda de desarrollo sustentable para las próximas dos décadas, inició el lunes una visita de dos días a Estados Unidos un año después de que Obama visitara Brasil en 2011, en la primera escala de su gira latinoamericana que incluyó también Chile y El Salvador.

El martes Rousseff se trasladará a Boston donde visitará las universidades de Harvard y Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde se reunirá con investigadores brasileños.

viernes, 14 de octubre de 2011

Líderes del G20 expresan dudas sobre pago de deuda de Grecia

Tomado de BBC Mundo

Los ministros de Finanzas del G-20 reunidos en París se enfrentan a una cruda realidad: hace casi un año y medio que Grecia recibió su primer "rescate" y la crisis sigue sin resolverse.

Los líderes europeos volverán a ser cuestionados sobre qué van a hacer con Grecia.

Lo que parece seguro es que el país va a recibir el próximo mes la siguiente entrega del segundo rescate, que en total asciende a US$11.000 millones. Pero no es más que un parche y todo el mundo lo sabe.

Desde mayo de 2010, la economía Grecia se ha hundido y su deuda no ha hecho más que crecer. El próximo año se espera que alcance un 172% de su Producto Interno Bruto.

La mayoría de los economistas y banqueros cree que Grecia es insolvente. Algo con lo que cada vez más coinciden funcionarios y políticos de Alemania.

Los economistas ya estudian qué pasaría si se le condonara a Grecia parte de su deuda, si no devolviera una porción de lo que ha tomado prestado de la banca.

Un parche

El segundo paquete de rescate griego, negociado el 21 de julio, ya incluye una reducción del valor nominal de la deuda. Los bancos deberán asumir un golpe del 21%.

No obstante, resulta evidente que no es suficiente. Se ha extendido la creencia de que es necesario que el monto de la deuda soberana del estado griego sea cortada al menos en la mitad para poder encarar un escenario realista y albergar alguna posibilidad de retomar la senda de la estabilidad.

Con eso, los bancos y otras instituciones financieras podrían tener que asumir una rebaja del 50% en el valor de sus inversiones en bonos griegos.

Es por esa razón que el foco de atención en la información sobre la crisis se ha trasladado ahora a la salud de los bancos europeos. Las dos pruebas de estrés que se han hecho no resultan convincentes.

Nadie está seguro de lo que el impacto de una suspensión de pagos de Grecia podría tener en el sistema bancario. Así que hay prisa en apuntalar las cuentas. Y ese es el objetivo: limitar el impacto de la quiebra griega.

Pero como con casi cada paso que se ha dado en la búsqueda de una solución a la crisis, conllevaría nuevos riesgos. Si la banca necesita rehacer su capital, eso implicaría reducir los préstamos, lo que supone el peligro de que se congele el sistema financiero.

Esa fue la advertencia que lanzó una de las principales figuras de la banca mundial, Josef Ackermann, presidente del enorme Deutsche Bank.

Todo tiene que ser sopesado y discutido en los próximos días. Como dijo un alto funcionario, "no se puede tener un plan convincente sin reducir la deuda griega".

Pero hay otro factor, un comodín: el pueblo griego.

¿Y si dicen que no?

Es posible que el pueblo griego quiera alzar su voz para decir que simplemente rechazarán continuar con planes de austeridad impuestos desde el exterior por sus acreedores.

¿Qué pasa entonces los griegos dicen que no? ¿Qué ocurrirá si sabotean los planes a través de muchas y pequeñas -o no tan pequeñas- acciones?

Una de las nuevas medidas del último plan de austeridad incluye usar la factura de la electricidad para establecer una tasa a la propiedad.

Los manifestantes ya han ocupado las oficinas de la compañía eléctrica. Si no hay facturas, no hay que pagar.

Podría decirse que la institución clave en la gestión de la crisis es el Ministerio de Finanzas. Pues bien, sus funcionarios acaban de convocar una huelga de diez días a partir del 17 de octubre.

El país depende de los ingresos del turismo, pero los manifestantes protestan bloqueando el acceso a la Acrópolis. Los marinos que operan los ferrys que navegan entre islas planean ir a la huelga y las ciudades están llenas de montañas de basura por la protesta de los trabajadores municipales.

Algo llamativo, un despacho de la agencia Reuters: "Los abogados rechazan presentarse en los jugados y los médicos marchan frente al Ministerio de Salud, mientras un grupo de pacientes de cáncer de riñón lo hacían a las puertas del Ministerio de Economía, ya ocupado por funcionarios en huelga".

Suele ser muy fácil exagerar el impacto de las protestas callejeras. Siempre hay una mayoría silenciosa. Pero en Grecia no parece que eso siga siendo así.

El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha advertido de un círculos vicioso, de que las huelgas están llevando a los acreedores griegos a dudar de que el país pueda cumplir sus compromisos y nuevas medidas de austeridad resulten necesarias.

Venizelos se lo dice a la gente tal y como lo ve él: no hay alternativa al plan de la troika que forman la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.

Están las cumbres y están las calles. En los próximos días habrá muchas negociaciones sobre cómo salvar la Eurozona, pero el pueblo griego, no sólo los sindicatos del sector público, puede simplemente alterar el plan.

lunes, 24 de enero de 2011

Presidente de Colombia advierte al G20 sobre daños a América Latina de la guerra de divisas

Tomado de El imparcial

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien se encuentra en París en la apertura del III Foro Económico Mundial América Latina y el Caribe, instó a las potencias del G20 a tomar en cuenta a Latinoamérica dentro de su agenda debido a que es una de las nuevas locomotoras para el desarrollo, ya que la región ha aprendido de sus crisis, muchas lecciones que las potencias podrían utilizar para su propio beneficio.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, destacó hoy que América Latina ha pasado a ser una de las locomotoras económicas del mundo e instó a los países del G20 a tenerlo en cuenta en su agenda y "no ahogarla ni menospreciarla".

"El tren del desarrollo está encontrando nuevas locomotoras, y una de ellas es América Latina. Antes era un vagón que esperaba ayuda de locomotoras como Europa, EEUU o Japón, pero el mundo de los países emergentes está poniéndose a la vanguardia del crecimiento", dijo el presidente.

En la apertura en París del III Foro Económico Mundial América Latina y el Caribe, Santos destacó que "no hay mejor negocio para los países desarrollados que una Latinoamérica en crecimiento, porque éste jalona la exportación hacia ese mercado".

"Si queremos salir de la recesión con exportaciones dinámicas la mejor receta es hacer crecer a quienes importan, no matar su capacidad de crecimiento, y temas como esos son los que debería abordar el G20", dijo Santos en su intervención.

El representante colombiano recordó que "la política de emitir dinero para salir de la recesión está causando graves problemas a países como Colombia, está destruyendo nuestra capacidad exportadora y en cierta forma está matando la gallina de los huevos de oro".

Santos, que inicia hoy una visita de trabajo de tres días a Francia, país que ostenta la presidencia de turno del G20 y del G8, reconoció "no tener una buena respuesta para la solución", pero advirtió que su continente "ya vuela solo" y que a Europa, Estados Unidos o Japón "le puede resultar muy costoso menospreciar su importancia".

"Debemos mirar cómo colaborar en pro de que la economía mundial salga de esta situación sui generis en que países que eran locomotoras aplican una terapia de boca a boca para seguir adelante, y los que antes iban por detrás están siendo víctimas de las políticas monetarias de los países del centro", sugirió el colombiano.

Para Santos, América Latina "ha aprendido muchas lecciones que Europa podría utilizar, como cómo hacer previsiones preventivas o aplicar instrumentos para evitar fluctuaciones de capitales, porque ha pasado por esa adversidad que forja el carácter".

A su juicio, las naciones latinoamericanas"tienen lo que el mundo busca actualmente: energía, una capacidad importante de multiplicar su producción de alimentos, biodiversidad, agua. Por ello y por las buenas prácticas puestas en marcha después de sufrir todo tipo de crisis, es el continente que se perfila con más fuerza".

En este foro promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Ministerio de Economía, Finanzas e Industria de Francia y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), apuntó que organismos "como la OCDE deben entender esos cambios".

Según Santos, la OCDE "no es el club de los países ricos, sino el de las buenas prácticas, y tiene ante sí el desafío de ver cómo modificar las reglas de juego", en un momento en que si "América Latina sigue fortaleciendo su democracia, sus instituciones y su democracia, va a ser uno de los jugadores fundamentales del futuro".

Por ello, sugirió "dar voz a todos los actores para que se sientan partícipes", y subrayó también que "si hay algo que pueda afectar el bienestar de los más pobres es una crisis de alimentos, por lo que se debe evitarla a toda costa".

"Estamos sufriendo lo que los economistas llaman cambios telúricos en la composición de nuestro mundo, y hay que discutir las decisiones acertadas para acoplarnos a esa transición" en la que, según consideró, "la OCDE es idónea para liderar el pensamiento".

Tomado de RFI

Durante su visita oficial a Francia dijo que plantearía este problema a Nicolas Sarkozy.

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, criticó este lunes en París la decisión de los países desarrollados de devaluar sus monedas, al considerar que esta medida perjudica a los países latinoamericanos y también afecta la recuperación de la economía mundial.

Los mercados financieros "están causando graves problemas a países como, por ejemplo, el mío", afirmó Santos en un discurso en el tercer Foro Económico Mundial América Latina y el Caribe, al iniciar una visita de tres días a Francia, país que preside actualmente el G20.

"Esa política de emitir dinero para salir de la recesión (...) está reevaluando las monedas de Colombia, Brasil, Chile, de toda América Latina", lamentó el presidente, en alusión a la llamada "guerra de divisas", que consiste para varios países desarrollados a devaluar sus monedas para impulsar sus exportaciones.

Según Santos, que dijo que plantearía este problema a Nicolas Sarkozy, como presidente del G20, "esto está destruyendo nuestra capacidad exportadora y, en cierta medida, matando la gallina de los huevos de oro". "Digo esto porque no hay mejor negocio para los países desarrollados, para Europa y Estados Unidos, como los países de América Latina creciendo a tasas altas.

El crecimiento de América Latina es lo que más jalona las exportaciones hacia ese mercado", recordó, dejando entender que estas medidas de devaluación afectan la recuperación de la economía mundial.

"El consumo crece cuando crecemos", subrayó. "Si queremos en Francia, en España, en Estados Unidos salir de la recesión con exportaciones dinámicas, la mejor receta es poner a crecer a los países que importan", explicó.

Santos tiene previsto reunirse el miércoles con Sarkozy antes de viajar a Davos para participar en el Foro Económico Mundial.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Cumbre del G 20 no produce los acuerdos esperados

Agencias Noticiosas


La cumbre del G20 terminó hoy en Seúl con la redacción de un extenso documento final que estipula, vagamente, los principios generales para mantener a la economía global en las vías de la recuperación. En lo que parece ser un reproche a las políticas monetarias estadounidense y china –cuyo enfrentamiento protagonizó los debates- el texto compromete a los firmantes a evitar las "devaluaciones competitivas" de sus monedas y "fortalecer la cooperación multilateral" para reducir los desequilibrios globales.

A la llamada “guerra de divisas” se suman las discrepancias sobre el desequilibrio en la balanza comercial de países emergentes y exportadores natos, como Alemania, y las economías más avanzadas. En este sentido, se crearán unas “guías indicativas” a partir del año que viene que medirán el nivel de ese “desajuste”, al que se responsabiliza de las distorsiones que existen en la economía global.

En su llamado “Plan de Acción de Seúl”, el G20 señaló que se moverá "hacia un sistema de tasas de cambio más determinado por el mercado", y sus países se "abstendrán de devaluaciones competitivas de monedas". "Las economías avanzadas, incluyendo aquellas con monedas de reserva, permanecerán vigilantes de la volatilidad excesiva y movimientos desordenados de las tasas de cambio. Estas acciones ayudarán a mitigar el riesgo de excesiva volatilidad en los flujos de capital que enfrentan algunos países emergentes", señala el texto.




Los dos días que duró la quinta cumbre del grupo que reúne a los jefes de Estado y Gobierno de las 20 principales economías desarrolladas y emergentes estuvieron dominados por los intercambios de acusaciones entre China y Estados Unidos, por sus políticas monetarias que aplastaron la cotización de sus monedas.

En una conferencia de prensa que brindó después de la cumbre, el presidente estadounidense Barack Obama arremetió contra el "obstáculo" que representa el que el yuan esté "por debajo de su valor de mercado". China, declaró, "gasta mucho dinero para mantener su moneda infravalorada" y debe "de modo gradual, hacer una transición al valor de mercado. Lo ha hecho en el pasado y reconoce que debe hacerlo" para reducir los desequilibrios en la economía, sostuvo. Pero el jefe de la casa Blanca se fue de Corea del Sur sin haber conseguido el apoyo decidido del resto de los países.

De hecho, en ese sentido la mayoría de los participantes coincidieron en criticar la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de inyectar 600 mil millones de dólares en el circuito financiero, lo que tiende a devaluar al dólar.

Por su parte, los países latinoamericanos hicieron vehementes llamados para evitar medidas unilaterales en las economías centrales que provoquen flujos descontrolados de capitales hacia los países en desarrollo, pues estos sobrevalúan sus monedas y conllevan el riesgo de provocar burbujas especulativas. "No existen más decisiones unilaterales en la economía mundial si no consideramos las repercusiones en las otras economías", dijo el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, durante una reunión con sus colegas del G20. "Es importante que el G20 de aquí en adelante asuma la responsabilidad de coordinar mejor las acciones unilaterales de los países importantes", añadió, según informó FrancePress

viernes, 12 de noviembre de 2010

G 20 a punto de alcanzar acuerdo en Guerra de Divisas

Agencias Noticiosas


Los países del G20 están cerca de alcanzar un acuerdo sobre el espinoso asunto de las devaluaciones competitivas, al haber acercado posturas sobre la necesidad de frenar este tipo de intervenciones en los mercados monetarios.

Después de dos días de jornadas maratonianas, los negociadores han logrado redactar un borrador de la Declaración que adoptarán los mandatarios del G20 al concluir hoy la cumbre de Seúl, y en el que finalmente se recoge el tema de la "guerra de las divisas".

En el borrado del acuerdo, el G20 insta a "abstenerse de adoptar devaluaciones competitivas", en línea con lo que acordaron los ministros de Finanzas del grupo en la reunión que mantuvieron en Gyeongju (Corea del Sur) a finales de octubre.

Pero la declaración, según el borrador, va más allá y añade que los países deben abstenerse también de "mantener los tipos de cambio por debajo de su nivel de equilibrio por motivos competitivos".

Fuentes cercanas a la negociación explicaron que este enunciado, si bien no es definitivo, ha tenido una buena acogida entre los países y podría ser aceptado como una solución de consenso que atenue la llamada "Guerra de Divisas".

Hoy mismo, en la apertura de la sesiones de trabajo de los líderes, el presidente surcoreano Lee Myung-bak reconoció que en las negociaciones que había en marcha se estaban registrando "grandes progresos", aunque no dio detalles al respecto.

En las últimas semanas, EEUU ha intensificado sus acusaciones de que China está frenando la apreciación del yuan para favorecer sus exportaciones, lo que está obligando a otros países emergentes a tomar medidas similares para no perder competitividad frente al gigante asiático.

El resultado de esta práctica, según EEUU, es que aumenta los desequilibrios mundiales tanto en materia comercial, como en la balanza de pagos de los países.

En el otro lado del conflicto, las naciones exportadoras, como China y Alemania, han acusado a EEUU de estar infringiendo sus propias reglas al devaluar el dólar con la inyección masiva de 600.000 millones de dólares, medida aprobada por la Reserva Federal la semana pasada.

En el borrador, los países se comprometen a este respecto a desarrollar medidas que permitan "reducir los desequilibrios externos excesivos y mantengan los desequilibrios por cuenta corriente en niveles sostenibles".

En la declaración final de la cumbre, los países del G20 quieren dejar claras las medidas económicas que hay que poner en marcha en los próximos meses para "generar un crecimiento fuerte, equilibrado y sostenible".

El acuerdo, para 2011

Por otro lado, la cumbre del G20 expresará en su comunicado final un firme apoyo al crecimiento y al equilibrio de la economía mundial, aseguró hoy un alto funcionario estadounidense, que consideró que el resultado reducirá las tensiones.

Según indicó el alto funcionario, que habló bajo la condición del anonimato, EEUU es "muy optimista" sobre el contenido de la declaración, que aseguró que cuenta con "un lenguaje más fuerte" que el expresado en la reunión de ministros de Finanzas del grupo. "Tenemos gran confianza en que los líderes de las principales economías se pondrán de acuerdo en los elementos básicos de un marco para el crecimiento y la estabilidad", indicó el alto funcionario estadounidense.

El documento establecerá "guías indicativas" que medirán el nivel de desequilibrio en las balanzas por cuenta corriente. Si esas guías determinan que el desequilibrio llega a niveles peligrosos, los países tendrían que tomar medidas. Los detalles de este acuerdo marco se dejarán para 2011.