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jueves, 5 de septiembre de 2013
Mayoría de G20 no quieren intervención militar en Siria
Mercados emergentes atentas a cambios en política monetaria de los países del G20
miércoles, 20 de junio de 2012
Cristina y Cameron sostienen altercado durante cumbre del G 20
lunes, 18 de junio de 2012
G20 presionará a lideres europeos mantener unidad monetaria
lunes, 9 de abril de 2012
Obama se reune con Dilma Rousseff en la Casa Blanca
Rousseff, dijo que durante el encuentro con su par estadounidense, planteó además su preocupación por el impacto que las políticas monetarias expansivas de las economías desarrolladas están causando en el mundo en desarrollo.
Rousseff hizo los comentarios tras reunirse con Obama en el Salón Oval de la Casa Blanca, donde comunicó "la preocupación de Brasil por las políticas monetarias expansivas".
La mandataria criticó en ocasiones anteriores a Estados Unidos y a Europa por causar un "tsunami monetario" que ha inundado de liquidez a Brasil y provocado un alza del real, lo que hace menos competitivas las exportaciones del país sudamericano.
La reunión duró casi el doble de tiempo de los 45 minutos inicialmente programados. En la misma participaron otros ministros y secretarios de ambos países.
Posteriormente, el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney declinó comentar sobre la respuesta de Obama a las preocupaciones manifestadas por la presidenta Rousseff.
La reunión entre los dos presidentes tuvo lugar después de que esta mañana la secretaria de Estado, Hillary Clinton había calificado a Brasil como socio responsable de Estados Unidos en la arena internacional.
Obama recibió a Rousseff a poco más de un año de visitar Brasil, donde relanzó las relaciones con la sexta economía mundial, luego de desaveniencias con el predecesor de Rousseff, Luis Inacio Lula da Silva, sobre todo por el programa nuclear iraní.
Aunque Rousseff es vista como menos ideológica que Lula, su gobierno ha mantenido posturas internacionales como la resistencia a nuevas sanciones contra Irán y Siria y ahora las políticas monetarias.
Los dos mandatarios acordaron también la creación de un comité para colaboración en temas de defensa, que celebrará su primera reunión el 24 de abril en Brasil y representa una cooperación en defensa "de un nivel que no hemos visto anteriormente", dijo Obama.
Otro tema irritante que los mandatarios habrían tratado en privado fue la abrupta cancelación hace un mes por parte de la fuerza aérea estadounidense de la compra de 20 aviones Super Tucano de Embraer, lo que molestó a Brasil, que aún estudia la compra de 36 aviones caza entre ofertas de Estados Unidos, Francia y Suecia.
Clinton había dicho esta mañana junto al canciller brasileño, Antonio Patriota, en la Cámara de Comercio estadounidense que "Brasil es un socio responsable".
"Crecientemente, lo que hace Brasil tiene impacto en la seguridad y estabilidad mundiales", añadió.
"Nuestra región y el mundo enfrentan complejos desafíos y necesitamos a Brasil para resolverlos", añadió Clinton.
"Todos estos hechos apuntan a la misma conclusión: nuestros países deben ser socios", insistió Clinton.
"No estaremos siempre de acuerdo, pero en la medida en que podamos enfrentar nuestras diferencias constructivamente, nuestra relación crecerá y nuestros pueblos se beneficiarán", añadió.
Estados Unidos y Brasil son las dos mayores democracias de la región, recordó la secretaria de Estado. Y "porque somos democracias, tenemos obligaciones especiales" de dar ejemplo, explicó.
2 consulados nuevos en Brasil
La secretaria de Estado también anunció que abrirá dos consulados con la meta de agilizar la tramitación de visas en la nación sudamericana.
En un discurso en la Cámara estadounidense de Comercio, la secretaria de Estado Hillary Clinton dijo que los consulados estarán ubicados en Belo Horizonte y Porto Alegre y forman parte del esfuerzo que ha realizado su despacho para "satisfacer la demanda en países donde han sobrepasado nuestra capacidad. Hemos progresado".
Empresarios estadounidenses y brasileños solicitaron la semana pasada a los mandatarios de ambos países que exploren cómo facilitar la emisión de visas para los viajeros de negocios, tales como incluir a Brasil en la lista de países cuyos ciudadanos no requieren visas para visitas a Estados Unidos de hasta 90 días de duración, y crear en Brasil un proceso de corta duración para emitir visas a profesionales.
Clinton y el canciller brasileño Patriota pronunciaron sus discursos horas antes de que el presidente Barack Obama reciba a Rousseff en la Casa Blanca para discutir temas que van de la turbulencia en Medio Oriente, la crisis financiera global y la coordinación entre Brasil y Estados Unidos en el Grupo de los 20 (G20), a temas bilaterales como comercio y cooperación en ciencia y tecnología.
Rousseff, quien reiterará la invitación para que Obama participe en junio en la conferencia Rio + 20 en Rio de Janeiro, donde el mundo discutirá una agenda de desarrollo sustentable para las próximas dos décadas, inició el lunes una visita de dos días a Estados Unidos un año después de que Obama visitara Brasil en 2011, en la primera escala de su gira latinoamericana que incluyó también Chile y El Salvador.
El martes Rousseff se trasladará a Boston donde visitará las universidades de Harvard y Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde se reunirá con investigadores brasileños.
viernes, 14 de octubre de 2011
Líderes del G20 expresan dudas sobre pago de deuda de Grecia

Los ministros de Finanzas del G-20 reunidos en París se enfrentan a una cruda realidad: hace casi un año y medio que Grecia recibió su primer "rescate" y la crisis sigue sin resolverse.
Los líderes europeos volverán a ser cuestionados sobre qué van a hacer con Grecia.
Lo que parece seguro es que el país va a recibir el próximo mes la siguiente entrega del segundo rescate, que en total asciende a US$11.000 millones. Pero no es más que un parche y todo el mundo lo sabe.
Desde mayo de 2010, la economía Grecia se ha hundido y su deuda no ha hecho más que crecer. El próximo año se espera que alcance un 172% de su Producto Interno Bruto.
La mayoría de los economistas y banqueros cree que Grecia es insolvente. Algo con lo que cada vez más coinciden funcionarios y políticos de Alemania.
Los economistas ya estudian qué pasaría si se le condonara a Grecia parte de su deuda, si no devolviera una porción de lo que ha tomado prestado de la banca.
Un parche
El segundo paquete de rescate griego, negociado el 21 de julio, ya incluye una reducción del valor nominal de la deuda. Los bancos deberán asumir un golpe del 21%.
No obstante, resulta evidente que no es suficiente. Se ha extendido la creencia de que es necesario que el monto de la deuda soberana del estado griego sea cortada al menos en la mitad para poder encarar un escenario realista y albergar alguna posibilidad de retomar la senda de la estabilidad.
Con eso, los bancos y otras instituciones financieras podrían tener que asumir una rebaja del 50% en el valor de sus inversiones en bonos griegos.
Es por esa razón que el foco de atención en la información sobre la crisis se ha trasladado ahora a la salud de los bancos europeos. Las dos pruebas de estrés que se han hecho no resultan convincentes.
Nadie está seguro de lo que el impacto de una suspensión de pagos de Grecia podría tener en el sistema bancario. Así que hay prisa en apuntalar las cuentas. Y ese es el objetivo: limitar el impacto de la quiebra griega.
Pero como con casi cada paso que se ha dado en la búsqueda de una solución a la crisis, conllevaría nuevos riesgos. Si la banca necesita rehacer su capital, eso implicaría reducir los préstamos, lo que supone el peligro de que se congele el sistema financiero.
Esa fue la advertencia que lanzó una de las principales figuras de la banca mundial, Josef Ackermann, presidente del enorme Deutsche Bank.
Todo tiene que ser sopesado y discutido en los próximos días. Como dijo un alto funcionario, "no se puede tener un plan convincente sin reducir la deuda griega".
Pero hay otro factor, un comodín: el pueblo griego.
¿Y si dicen que no?
Es posible que el pueblo griego quiera alzar su voz para decir que simplemente rechazarán continuar con planes de austeridad impuestos desde el exterior por sus acreedores.
¿Qué pasa entonces los griegos dicen que no? ¿Qué ocurrirá si sabotean los planes a través de muchas y pequeñas -o no tan pequeñas- acciones?
Una de las nuevas medidas del último plan de austeridad incluye usar la factura de la electricidad para establecer una tasa a la propiedad.
Los manifestantes ya han ocupado las oficinas de la compañía eléctrica. Si no hay facturas, no hay que pagar.
Podría decirse que la institución clave en la gestión de la crisis es el Ministerio de Finanzas. Pues bien, sus funcionarios acaban de convocar una huelga de diez días a partir del 17 de octubre.
El país depende de los ingresos del turismo, pero los manifestantes protestan bloqueando el acceso a la Acrópolis. Los marinos que operan los ferrys que navegan entre islas planean ir a la huelga y las ciudades están llenas de montañas de basura por la protesta de los trabajadores municipales.
Algo llamativo, un despacho de la agencia Reuters: "Los abogados rechazan presentarse en los jugados y los médicos marchan frente al Ministerio de Salud, mientras un grupo de pacientes de cáncer de riñón lo hacían a las puertas del Ministerio de Economía, ya ocupado por funcionarios en huelga".
Suele ser muy fácil exagerar el impacto de las protestas callejeras. Siempre hay una mayoría silenciosa. Pero en Grecia no parece que eso siga siendo así.
El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, ha advertido de un círculos vicioso, de que las huelgas están llevando a los acreedores griegos a dudar de que el país pueda cumplir sus compromisos y nuevas medidas de austeridad resulten necesarias.
Venizelos se lo dice a la gente tal y como lo ve él: no hay alternativa al plan de la troika que forman la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo.
Están las cumbres y están las calles. En los próximos días habrá muchas negociaciones sobre cómo salvar la Eurozona, pero el pueblo griego, no sólo los sindicatos del sector público, puede simplemente alterar el plan.
lunes, 24 de enero de 2011
Presidente de Colombia advierte al G20 sobre daños a América Latina de la guerra de divisas

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, destacó hoy que América Latina ha pasado a ser una de las locomotoras económicas del mundo e instó a los países del G20 a tenerlo en cuenta en su agenda y "no ahogarla ni menospreciarla".
"El tren del desarrollo está encontrando nuevas locomotoras, y una de ellas es América Latina. Antes era un vagón que esperaba ayuda de locomotoras como Europa, EEUU o Japón, pero el mundo de los países emergentes está poniéndose a la vanguardia del crecimiento", dijo el presidente.
En la apertura en París del III Foro Económico Mundial América Latina y el Caribe, Santos destacó que "no hay mejor negocio para los países desarrollados que una Latinoamérica en crecimiento, porque éste jalona la exportación hacia ese mercado".
"Si queremos salir de la recesión con exportaciones dinámicas la mejor receta es hacer crecer a quienes importan, no matar su capacidad de crecimiento, y temas como esos son los que debería abordar el G20", dijo Santos en su intervención.
El representante colombiano recordó que "la política de emitir dinero para salir de la recesión está causando graves problemas a países como Colombia, está destruyendo nuestra capacidad exportadora y en cierta forma está matando la gallina de los huevos de oro".
Santos, que inicia hoy una visita de trabajo de tres días a Francia, país que ostenta la presidencia de turno del G20 y del G8, reconoció "no tener una buena respuesta para la solución", pero advirtió que su continente "ya vuela solo" y que a Europa, Estados Unidos o Japón "le puede resultar muy costoso menospreciar su importancia".
"Debemos mirar cómo colaborar en pro de que la economía mundial salga de esta situación sui generis en que países que eran locomotoras aplican una terapia de boca a boca para seguir adelante, y los que antes iban por detrás están siendo víctimas de las políticas monetarias de los países del centro", sugirió el colombiano.
Para Santos, América Latina "ha aprendido muchas lecciones que Europa podría utilizar, como cómo hacer previsiones preventivas o aplicar instrumentos para evitar fluctuaciones de capitales, porque ha pasado por esa adversidad que forja el carácter".
A su juicio, las naciones latinoamericanas"tienen lo que el mundo busca actualmente: energía, una capacidad importante de multiplicar su producción de alimentos, biodiversidad, agua. Por ello y por las buenas prácticas puestas en marcha después de sufrir todo tipo de crisis, es el continente que se perfila con más fuerza".
En este foro promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Ministerio de Economía, Finanzas e Industria de Francia y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), apuntó que organismos "como la OCDE deben entender esos cambios".
Según Santos, la OCDE "no es el club de los países ricos, sino el de las buenas prácticas, y tiene ante sí el desafío de ver cómo modificar las reglas de juego", en un momento en que si "América Latina sigue fortaleciendo su democracia, sus instituciones y su democracia, va a ser uno de los jugadores fundamentales del futuro".
Por ello, sugirió "dar voz a todos los actores para que se sientan partícipes", y subrayó también que "si hay algo que pueda afectar el bienestar de los más pobres es una crisis de alimentos, por lo que se debe evitarla a toda costa".
"Estamos sufriendo lo que los economistas llaman cambios telúricos en la composición de nuestro mundo, y hay que discutir las decisiones acertadas para acoplarnos a esa transición" en la que, según consideró, "la OCDE es idónea para liderar el pensamiento".
Tomado de RFI
Durante su visita oficial a Francia dijo que plantearía este problema a Nicolas Sarkozy.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, criticó este lunes en París la decisión de los países desarrollados de devaluar sus monedas, al considerar que esta medida perjudica a los países latinoamericanos y también afecta la recuperación de la economía mundial.
Los mercados financieros "están causando graves problemas a países como, por ejemplo, el mío", afirmó Santos en un discurso en el tercer Foro Económico Mundial América Latina y el Caribe, al iniciar una visita de tres días a Francia, país que preside actualmente el G20.
"Esa política de emitir dinero para salir de la recesión (...) está reevaluando las monedas de Colombia, Brasil, Chile, de toda América Latina", lamentó el presidente, en alusión a la llamada "guerra de divisas", que consiste para varios países desarrollados a devaluar sus monedas para impulsar sus exportaciones.
Según Santos, que dijo que plantearía este problema a Nicolas Sarkozy, como presidente del G20, "esto está destruyendo nuestra capacidad exportadora y, en cierta medida, matando la gallina de los huevos de oro". "Digo esto porque no hay mejor negocio para los países desarrollados, para Europa y Estados Unidos, como los países de América Latina creciendo a tasas altas.
El crecimiento de América Latina es lo que más jalona las exportaciones hacia ese mercado", recordó, dejando entender que estas medidas de devaluación afectan la recuperación de la economía mundial.
"El consumo crece cuando crecemos", subrayó. "Si queremos en Francia, en España, en Estados Unidos salir de la recesión con exportaciones dinámicas, la mejor receta es poner a crecer a los países que importan", explicó.
Santos tiene previsto reunirse el miércoles con Sarkozy antes de viajar a Davos para participar en el Foro Económico Mundial.
sábado, 13 de noviembre de 2010
Cumbre del G 20 no produce los acuerdos esperados
La cumbre del G20 terminó hoy en Seúl con la redacción de un extenso documento final que estipula, vagamente, los principios generales para mantener a la economía global en las vías de la recuperación. En lo que parece ser un reproche a las políticas monetarias estadounidense y china –cuyo enfrentamiento protagonizó los debates- el texto compromete a los firmantes a evitar las "devaluaciones competitivas" de sus monedas y "fortalecer la cooperación multilateral" para reducir los desequilibrios globales.
A la llamada “guerra de divisas” se suman las discrepancias sobre el desequilibrio en la balanza comercial de países emergentes y exportadores natos, como Alemania, y las economías más avanzadas. En este sentido, se crearán unas “guías indicativas” a partir del año que viene que medirán el nivel de ese “desajuste”, al que se responsabiliza de las distorsiones que existen en la economía global.
En su llamado “Plan de Acción de Seúl”, el G20 señaló que se moverá "hacia un sistema de tasas de cambio más determinado por el mercado", y sus países se "abstendrán de devaluaciones competitivas de monedas". "Las economías avanzadas, incluyendo aquellas con monedas de reserva, permanecerán vigilantes de la volatilidad excesiva y movimientos desordenados de las tasas de cambio. Estas acciones ayudarán a mitigar el riesgo de excesiva volatilidad en los flujos de capital que enfrentan algunos países emergentes", señala el texto.
Los dos días que duró la quinta cumbre del grupo que reúne a los jefes de Estado y Gobierno de las 20 principales economías desarrolladas y emergentes estuvieron dominados por los intercambios de acusaciones entre China y Estados Unidos, por sus políticas monetarias que aplastaron la cotización de sus monedas.
En una conferencia de prensa que brindó después de la cumbre, el presidente estadounidense Barack Obama arremetió contra el "obstáculo" que representa el que el yuan esté "por debajo de su valor de mercado". China, declaró, "gasta mucho dinero para mantener su moneda infravalorada" y debe "de modo gradual, hacer una transición al valor de mercado. Lo ha hecho en el pasado y reconoce que debe hacerlo" para reducir los desequilibrios en la economía, sostuvo. Pero el jefe de la casa Blanca se fue de Corea del Sur sin haber conseguido el apoyo decidido del resto de los países.
De hecho, en ese sentido la mayoría de los participantes coincidieron en criticar la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de inyectar 600 mil millones de dólares en el circuito financiero, lo que tiende a devaluar al dólar.
Por su parte, los países latinoamericanos hicieron vehementes llamados para evitar medidas unilaterales en las economías centrales que provoquen flujos descontrolados de capitales hacia los países en desarrollo, pues estos sobrevalúan sus monedas y conllevan el riesgo de provocar burbujas especulativas. "No existen más decisiones unilaterales en la economía mundial si no consideramos las repercusiones en las otras economías", dijo el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, durante una reunión con sus colegas del G20. "Es importante que el G20 de aquí en adelante asuma la responsabilidad de coordinar mejor las acciones unilaterales de los países importantes", añadió, según informó FrancePress
viernes, 12 de noviembre de 2010
G 20 a punto de alcanzar acuerdo en Guerra de Divisas

Después de dos días de jornadas maratonianas, los negociadores han logrado redactar un borrador de la Declaración que adoptarán los mandatarios del G20 al concluir hoy la cumbre de Seúl, y en el que finalmente se recoge el tema de la "guerra de las divisas".
En el borrado del acuerdo, el G20 insta a "abstenerse de adoptar devaluaciones competitivas", en línea con lo que acordaron los ministros de Finanzas del grupo en la reunión que mantuvieron en Gyeongju (Corea del Sur) a finales de octubre.
Pero la declaración, según el borrador, va más allá y añade que los países deben abstenerse también de "mantener los tipos de cambio por debajo de su nivel de equilibrio por motivos competitivos".
Fuentes cercanas a la negociación explicaron que este enunciado, si bien no es definitivo, ha tenido una buena acogida entre los países y podría ser aceptado como una solución de consenso que atenue la llamada "Guerra de Divisas".
Hoy mismo, en la apertura de la sesiones de trabajo de los líderes, el presidente surcoreano Lee Myung-bak reconoció que en las negociaciones que había en marcha se estaban registrando "grandes progresos", aunque no dio detalles al respecto.
En las últimas semanas, EEUU ha intensificado sus acusaciones de que China está frenando la apreciación del yuan para favorecer sus exportaciones, lo que está obligando a otros países emergentes a tomar medidas similares para no perder competitividad frente al gigante asiático.
El resultado de esta práctica, según EEUU, es que aumenta los desequilibrios mundiales tanto en materia comercial, como en la balanza de pagos de los países.
En el otro lado del conflicto, las naciones exportadoras, como China y Alemania, han acusado a EEUU de estar infringiendo sus propias reglas al devaluar el dólar con la inyección masiva de 600.000 millones de dólares, medida aprobada por la Reserva Federal la semana pasada.
En el borrador, los países se comprometen a este respecto a desarrollar medidas que permitan "reducir los desequilibrios externos excesivos y mantengan los desequilibrios por cuenta corriente en niveles sostenibles".
En la declaración final de la cumbre, los países del G20 quieren dejar claras las medidas económicas que hay que poner en marcha en los próximos meses para "generar un crecimiento fuerte, equilibrado y sostenible".
El acuerdo, para 2011
Por otro lado, la cumbre del G20 expresará en su comunicado final un firme apoyo al crecimiento y al equilibrio de la economía mundial, aseguró hoy un alto funcionario estadounidense, que consideró que el resultado reducirá las tensiones.
Según indicó el alto funcionario, que habló bajo la condición del anonimato, EEUU es "muy optimista" sobre el contenido de la declaración, que aseguró que cuenta con "un lenguaje más fuerte" que el expresado en la reunión de ministros de Finanzas del grupo. "Tenemos gran confianza en que los líderes de las principales economías se pondrán de acuerdo en los elementos básicos de un marco para el crecimiento y la estabilidad", indicó el alto funcionario estadounidense.
El documento establecerá "guías indicativas" que medirán el nivel de desequilibrio en las balanzas por cuenta corriente. Si esas guías determinan que el desequilibrio llega a niveles peligrosos, los países tendrían que tomar medidas. Los detalles de este acuerdo marco se dejarán para 2011.