Por Compartiendo mi Opinión
El Día Internacional de las Remesas Familiares, se celebra el 16 de junio de cada año. Esta conmemoración está orientada a reconocer la contribución financiera significativa de los trabajadores migrantes al bienestar de sus familias en sus lugares de origen y al desarrollo sostenible de sus países.
También tiene como propósito alentar a los sectores público y privado y a la sociedad civil a hacer más y a colaborar para que esos fondos tengan el mayor impacto en los países en desarrollo.
Este Día fue proclamado de forma unánime por los 176 Estados Miembros del Consejo de Gobierno del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), en su 38 periodo de sesiones en febrero de 2015, y se ha sometido a la atención de la Asamblea General para su respaldo formal y su reconocimiento universal.
La primera celebración se llevó a cabo en 2015 en el GLOBAL FORUM ON REMITTANCES AND DEVELOPMENT, del 16 al 19 de junio en Milán, Italia como parte de la World Expo sobre alimentación.
El establecimiento de un Día Internacional de las Remesas Familiares representa una oportunidad inestimable no solo de reconocer los esfuerzos de los trabajadores migrantes en todo el mundo, sino también de reforzar las asociaciones existentes y crear nuevas sinergias entre sectores a fin de promover la repercusión de las remesas en las actividades de desarrollo en todo el mundo.
Más concretamente: Asociaciones público-privadas que creen condiciones normativas y de mercado más favorables para los flujos de remesas, en especial, que permitan llegar hasta las comunidades rurales más remotas a través de su inclusión financiera y su acceso a los servicios financieros;
Iniciativas del sector privado que contribuyan a aumentar la competitividad, disminuir los costos de transacción y proporcionar productos financieros que satisfagan las necesidades de las familias de bajos ingresos; y
Colaboración de la sociedad civil para definir una gama más amplia de oportunidades económicas y compartir conocimientos que brinden más opciones para mejorar el nivel de vida de las familias receptoras de remesas.
El 16 de junio de 2015 más de 400 responsables de la formulación de políticas, representantes del sector privado y líderes de la sociedad civil celebraron el primer Día Internacional de las Remesas Familiares durante la inauguración del V Foro Mundial sobre Remesas y Desarrollo en Milán.
Una de las mecenas del primer Día Internacional de las Remesas Familiares Disponible en inglés fue Su Majestad la Reina Máxima de los Países Bajos, en su calidad de Defensora Especial designada por el Secretario General para promover la financiación inclusiva del desarrollo. Kanayo F. Nwanze, Presidente del FIDA, y Enrico Morando, Viceministro de Economía y Finanzas de Italia, también participaron en la primera celebración.
En 2016, más de ochenta operadores de transferencias de dinero han respaldado el Día Internacional de las Remesas Familiares y se han comprometido a adoptar medidas concretas para asegurar que cada dólar, euro, libra, rublo, yen, dinar o naira ganado con tanto esfuerzo y enviado a casa cuente aún más.
En 2017, el Día fue apoyado por 22 organizaciones de las Naciones Unidas del Grupo Mundial sobre Migración Disponible en inglés. Así como por la OIM, IAMTN, GSMA, Vodafone, WSBI y EPA.
Datos relevantes:
Datos relevantes:
El número de migrantes internacionales – las personas que viven en un país distinto de donde nacieron – alcanzaron a nivel global unos 244 millones en el 2015, un 41% de aumento con respecto al 2000, incluyendo casi 20 millones de refugiados. Eso es casi el 3,5% de la población mundial (frente al 2,8% en el 2000) de acuerdo con las Naciones Unidas.
En la actualidad, hay cerca de 250 millones de migrantes internacionales en todo el mundo que viven fuera del país que consideran su hogar. A lo largo de la civilización, la gente siempre ha estado en movimiento, en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias – que es parte de nuestra condición humana. Sin embargo, la magnitud de la migración desde las zonas rurales a las zonas urbanas, y a través de las fronteras nacionales en el siglo XXI no tiene precedentes. Es la llamada “faz humana de la globalización”.
En el 2016 el Banco Mundial estima que más de 600 Billones de dólares fueron enviados en remesas familiares a los países en vías de desarrollo. Estos son solamente los flujos reportados. El volumen podría superar fácilmente los 1000 Billones de dólares si contabilizamos el tiempo-aire, pagos de facturas internacionales, remesas en especie o llevadas personalmente, los flujos no reportados (sistemas de transferencia informal de dinero). El volumen de remesas no cuenta la verdadera historia. Es el número de transferencias, es la generosidad de los remitentes y su sacrificio, la tenacidad de los migrantes en buscar mejores oportunidades, su lucha contra viento y marea, contra el racismo y la discriminación, contra el cierre de las fronteras, los muros y las patrullas fronterizas que nos la cuentan.