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sábado, 3 de mayo de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LOS NIÑOS FRENTE A LOS PLEITOS CONYUGALES



       Marta y Mauricio eran una pareja con una imagen conyugal modélica. En las reuniones sociales todos admiraban y envidiaban su relación. Nunca se les veía discutir; parecían estar siempre de acuerdo, y si podía existir razón para un conflicto, inmediatamente parecía abortarse por sí sola. En casa la situación era diferente. Muy frecuentemente sus tres hijos eran testigos de fuertes pleitos que no se quedaban sólo en discusiones acaloradas por diferentes cuestiones, sino que solían incluir insultos, descalificaciones y hasta humillaciones.

Claro, no lo hacían en público; únicamente frente a los hijos. Estos tal vez hacían algún tímido gesto de desaprobación, como diciendo “¡otra vez!”, y luego permanecían callados, tristes. A veces se iban a su cuarto; a veces lloraban; a veces ya no podían dormir. Esa tristeza en los hijos ya empezaba a hacerse crónica, y contrastaba con la aparente armonía conyugal en sociedad. Un día, en una reunión social en la que precisamente se estaba elogiando la armonía de la pareja, fue el pequeño de los tres quien aclaró las cosas, y con la inconsciencia propia de su edad gritó: “¿Y los pleitos que tienen en la casa a cada rato, que ni nos dejan dormir?”. Todos quedaros callados; no hubo comentarios; no eran necesarios.

       El conflicto es algo inherente a la relación entre seres humanos, especialmente cuando los intereses comunes son tan grandes como lo son en el matrimonio. Es irreal la imagen del “matrimonio perfecto” en el que no hay conflicto; lo que sí sucede a veces es que se reprime por una o las dos partes, para que no haya pleito, pero el conflicto, de todos modos, no desaparece por ello; ahí queda latente, oculto, minando desde dentro la relación conyugal y familiar; es como echar la basura debajo de la alfombra. Tampoco es positivo para los hijos, porque aprenden una falsa realidad de la relación humana.

       Pero que los conflictos degeneren en pleitos conyugales, que es lo más común, pone igualmente de manifiesto la incapacidad para resolverlos racionalmente, y, sobre todo si incluyen insultos, descalificaciones o humillaciones, deterioran gravemente la relación familiar. Pero el efecto más grave, probablemente, es sobre los hijos; esas personitas que suelen estar ahí como espectadores y testigos de lo que pasa, y que en el momento del pleito no son para nosotros más que simples muebles, de los que ni nos preocupamos por el impacto que el pleito pueda tener en ellos.

      
 Pensamos tal vez que nuestros pleitos son para ellos como los suyos para nosotros, es decir, simplemente molestos. Pero la realidad es otra. Ellos sufren los pleitos conyugales con enorme dolor, como un golpe que pone en peligro la estabilidad de su vida, que es su familia. Las consecuencias más comunes son la tristeza, la depresión, la baja autoestima, la disminución del rendimiento escolar, el desinterés por las cosas, etc, que en la adolescencia pueden traducirse en deseos de escapar, y en ideas de suicidio. Los conflictos no deben esconderse, y no hay problema en que los hijos sean testigos de ellos, siempre que se manejen adecuadamente; les será útil en su vida. Pero si el conflicto tiene que degenerar en pleito irracional, no debe ser en presencia de ellos.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 
  

sábado, 12 de abril de 2014

Iglesia católica admite “Mamitis” como causal de divorcio

Agencias Noticiosas
 Mamitis podrá ser usada como causa de divorcio
Conducta de suegras metiches está en contra del sacramento del matrimonio afirma Iglesia Católica
 La Iglesia católica, en un diario italiano, señaló que las personas que tiene una dependencia obsesiva hacia la madre no son capaces de cumplir con los deberes conyugales.
 La obsesiva dependencia de la madre por parte de uno de los dos cónyuges puede considerarse una causa válida para que la Iglesia católica anule un matrimonio.
La noticia ocupa hoy gran espacio en la prensa italiana, después de que así lo explicase el vicario judicial de la diócesis de Liguria (noroeste), Paolo Rigon, durante la apertura ayer del año judicial eclesiástico de esta región.
Los afectados por esta dependencia no "son capaces de cumplir con los deberes conyugales. Hay casos en los que se está tan apegado a la madre que no se puede hacer vida común con la pareja", confirmó en declaraciones al diario "La Stampa" el cardenal jurista Velasio de Parolis, miembros del Tribunal Supremo de la Signatura apostólica.
En su alocución, el vicario judicial Rigon explicó que puede ser considerada causa de nulidad ya que "para cada decisión, para cada movimiento que se quiera hacer en el seno de la pareja, se busca siempre la aprobación del padre o de la madre, que de hecho se convierte psicológicamente en el verdadero cónyuge y la persona casada pasa a ser sólo un sustituto".
"Es como haberse casado con la suegra", resumen así la prensa italiana la explicación de la Iglesia católica.
Rigon cita que en su experiencia se ha encontrado con "situaciones concretas" en las que "jóvenes y adultos, debido a una inmadurez psicológica, falta de preparación a la vida, se casan si saber lo que les espera" y "continúan su vida como la hacían cuando eran niños o adolescentes".
Los diccionarios italianos recogen la palabra "mammismo" que significa excesivo sentimiento protector de la madre y la consecuente subordinación afectiva del hijo, por ello Rigon la diferencia de la clásica figura en Italia del "mammone", es decir de las personas que "necesitan a sus madres o no se quieren despegar de ellas".
Esta dependencia es como una especie de "droga" que "incide gravemente en la vida conyugal", añade Rigon.
El "Corriere della Sera" publica también la opinión del decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, arzobispo de Génova, que asegura que "el matrimonio debe ser un acto realizado en total libertad", por ello el "mammismo" puede ser causa de nulidad ya que "uno no es libre cuando busca constante a una tercera persona". 

sábado, 1 de marzo de 2014

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: DIFERENCIA DE EDAD EN LA PAREJA




       Actualmente, es cada vez más común en las parejas que ella sea mayor que él, y ello no deja de ser visto con cierta extrañeza, especialmente por generaciones ya “mayorcitas”. Sin embargo, no hay nada de raro; una cosa es que la mujer sea mayor que el hombre, y otra que lo sea por una gran diferencia de edad.  Respecto a lo primero, no hay absolutamente ningún inconveniente; es tan normal como que el hombre sea mayor; de hecho, uno de los dos tiene que ser mayor que el otro.

Lo que sucede es que tradicionalmente era el hombre el que solía ser mayor, a menudo con gran diferencia. Eso no era más que una consecuencia de una serie de patrones culturales que parecían juntarse para inducir tal circunstancia: En primer lugar, la cultura exigía a la mujer ser virgen, y al hombre experimentado, y hasta aburrido de experimentar y con deseos de sentar cabeza.

En segundo lugar, la cultura asignaba al hombre la responsabilidad de buscar una posición para sostener la familia, mientras que limitaba a la mujer a un papel secundario y pasivo, alejado del mundo laboral, y en espera únicamente de que alguien se fijase en ella.

En tercer lugar, existe un factor psicobiológico, y es que desde la adolescencia y primera juventud la mujer madura antes que el hombre. Con todas estas circunstancias, era lógico que si el hombre tenía menos de 30 años se considerase una “víctima atrapada”, y a la mujer con más de 20 y sin pareja, una “quedada”.

    
   Hoy día, con la incorporación de la mujer al mundo laboral y profesional es lógico que las cosas estén cambiando, y la igualdad en las edades no es más que una lógica consecuencia de la igualdad que se va alcanzando entre hombre y mujer a todo nivel.

       Otra cosa diferente es que la mujer tenga una edad muy superior a la del hombre (más de 10 años, por ejemplo). No es que tenga ventajas ni inconvenientes necesariamente. Lo que sucede normalmente es que la persona va evolucionando a lo largo de su vida, atravesando por diferentes etapas, en las cuales va cambiando su forma de pensar, de sentir, sus expectativas, sus ilusiones, su madurez, su energía, su cansancio, sus gustos, incluso su atractivo físico, etc. Ello da más posibilidades de adaptación mutua a dos personas de parecida edad, mientras que si su diferencia de edad es grande, probablemente habrá menos cosas que compartir.

       Pero eso es lo mismo tanto si la mujer es mayor, como si lo es el hombre. En la cultura tradicional, el que lo fuera el hombre no era inconveniente, y estaba bien visto, porque, por lo expuesto anteriormente, era consecuencia de esa misma cultura, y porque la posible incompatibilidad no era problema: cada quien tenía bien establecido cual era su rol en el matrimonio, y la compatibilidad no era algo importante; era la mujer la que debía adaptarse y resignarse. Actualmente las circunstancias van cambiando, y por eso sucede cada vez más que la mujer sea mayor, sin embargo, la cultura mantiene cierta inercia y por ello aún no termina de verse bien. Pero eso irá cambiando poco a poco. La cultura siempre va por detrás, y tiende a conservarse por inercia; y sólo cambia  lentamente, y obligada por las circunstancias de la vida real.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.