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domingo, 1 de marzo de 2015

Los Periodistas también son humanos y algunos mienten como tal. Otro “prestigioso” es desmentido

Agencias Noticiosas
 Polémica por la cobertura de la guerra de Malvinas de un periodista de EE.UU.
Cruce de acusaciones. Es Bill O´Reilly, de la cadena conservadora Fox. Un medio liberal lo acusa de haber "adornado" su trabajo cuando cubría el conflicto bélico en el sur, en 1982.

Un famoso periodista estadounidense de la cadena conservadora Foxestá sumido en un escándalo porque dudan de que haya mentido -o exagerado- cuando trabajó en la Argentina en la cobertura de la guerra de Malvinas.
El periodista Bill O´Reilly fue denunciado por la revista Mother Jones por supuestamente haber "adornado" varios de sus reportes de la guerra de 1982 cuando era un joven corresponsal de la cadena CBS. Sucede que O´Reilly escribió en un libro sobre su carrera, titulado "Confrontaciones con los famosos y poderosos de Estados Unidos", quehabía cubierto el conflicto argentino-británico desde la "zona de guerra". Sin embargo, el periodista no viajó a las islas o al sur del país, sino que siguió el tema desde Buenos Aires.
O' Reilly salió ayer a defenderse y señaló que nunca había dicho que había estado en Malvinas, sino que había "cubierto la guerra de Malvinas". Y que en realidad se concentró en las marchas que sucedían en Buenos Aires, bien lejos de las islas.
En la edición de su programa de anoche, el periodista pasó escenas de su trabajo en Buenos Aires que mostraban algunas violentas protestas y citó a otros corresponsales que describían la situación. Por ejemplo Don Browne, de NBC news, contaba que había "tanques en las calles" de la capital argentina y que era "un verdadero país en guerra".
El autor de la nota de Mother Jones que disparó la controversia, David Corn, dijo que el tema no era si O´Reilly había estado en las protestas violentas sino si había reporteado desde "la zona de guerra", como había dicho. Otros periodistas que estaban alrededor de la Casa Rosada ese día, como Eric Engberg de CBS, señalaron que las protestas, para quienes están acostumbrados a las zonas de combates, fueron "las más tranquilas que cualquiera hubiera cubierto".
El autor del artículo de Mother Jones dice que los videos que difundió O Reilly de las protestas no muestran nada. "Las marchas tuvieron un componente violento sin duda", dijo Corn. "Pero la cuestión es si O´Reilly faltó a la verdad cuando dijo varias veces que los soldados argentinos usaron balas de verdad contra la multitud y mataron a varias personas".
La controversia surge dos semanas después que otro famoso presentador de televisión, Brian Williams, de NBC noticias, fue dado de licencia luego de que se descubriera que falseó una historia durante la guerra en Irak, en la que dijo que el helicóptero en el que viajaba había sido atacado, cuando en realidad el que había sufrido daños había sido la nave que iba delante de la suya. Al revés que en la NBC, que investigó el caso y licenció a Williams, Fox cerró filas con su periodista y le dio "pleno apoyo", según difundieron en un comunicado.
O´Reilly dice que la revista Mother Jones, de tendencia liberal, se ensaña con él, que trabaja en una cadena conservadora, por "cuestiones ideológicas". Pero The New York Times ayer reveló otro tema controvertido. O´Reilly se defendió de las acusaciones con un artículo del Times en la mano que decía que "Un policía sacó una pistola y disparó 5 veces sobre las cabezas de los manifestantes que escapaban". Pero el periodista leyó solo "un policía sacó una pistola y disparó 5 veces" por lo que dio la sensanción de que disparaban a quemarropa. Además, O´Reilly dijo que un cameraman había resultado herido y su compañero de CBS lo desmintió.
Otro periodista, Charles Gómez de CBS, dijo que "había tensiones entre las autoridades y la multitud" pero "no vi ningún baño de sangre". "Lo que pasaba en Malvinas era guerra, lo que pasaba en Buenos Aires eran disturbios". 

martes, 12 de noviembre de 2013

Historia de los pecados de una comunicadora: Te suena familiar?

Tomado de El País
Iolanda Mármol
Las mentiras de una periodista en Canal 9

Una trabajadora de RTVV explica en Twitter cómo debía informar bajo las directrices del PP

Miquel Alberola

El Partido Popular puso Canal 9 a su servicio desde el verano de 1995, cuando desalojó al PSPV-PSOE del Palau de la Generalitat. Desde ese momento, la cadena televisiva se convirtió en un instrumento de propaganda de las políticas del Gobierno valenciano y, sobre todo, la mayor publicista de la figura de los sucesivos presidentes de la Generalitat: Eduardo Zaplana y, tras el breve período de José Luis Olivas, Francisco Camps.
En todos esos años los informativos solo han reflejado aquello que los comisarios políticos de turno iban priorizando al servicio de Presidencia de la Generalitat. Una de las trabajadoras de la actual Nou (antes Canal 9), Iolanda Màrmol, ubicada en la delegación de Madrid, colgó ayer en su cuenta de Twitter(@iolandamarmol) un escrito que tituló Mis mentiras en Canal 9, donde explica jugosos detalles:
“Recuerdo cuando nos exigían grabar a Eduardo Zaplana en su perfil bueno. Y la oda que me encargaron sobre él cuando dejó la presidencia de la Generalitat Valenciana para ser ministro. También recuerdo la bronca y los gritos que me dedicaron cuando en ese vídeo de retrospectiva Zaplana aparecía en una imagen con la tránsfuga que le había permitido hacerse con la alcaldía de Benidorm. Recuerdo poco después, cuando de ser el Elegido, paso a ser el innombrable. Cómo nos prohibieron que apareciera en los planos".
Y prosigue: "Cómo buscaba perífrasis absurdas cuando no podía nombrarle en mis directos en los leones, a pesar de ser el portavoz del PP en el Congreso. Cuando Camps impuso su ley en Canal 9. Cuando nos dieron la orden de dejar de llamarle Francesc para que fuese llamado Francisco, coincidiendo con la época en que se postulaba como posible sucesor de Rajoy. Cuando trataron de prohibirme que contase que Zaplana dejaba su escaño en el Congreso. Cuando me prohibieron decir que Zapatero había anunciado el cheque-bebé, como si de este modo los valencianos no fuesen a conocer la noticia. Cuando escribías 'fracaso estrepitoso' y te lo cambiaban por 'éxito discreto'. Cuando nos desplegaron para loar las maravillas de Terra Mítica en su inauguración y no podíamos decir que no había ni una sombra. Cuando me reñían porque me salía el acento catalán 'y eso molesta a los blaveros[anticatalanistas]".
"También recuerdo cómo corría el cava en las plantas de dirección de Canal 9 en Burjassot las noches electorales de mayorías del PP, mientras que los redactores comíamos bocatas de salami. Cuando se pagaban directos millonarios para que Camps saliese hablando en directo en pleno Amazonas. Y los millones de veces en las que no me dejaron poner declaraciones de la oposición. O de cualquier ciudadano que criticase al PP, o a la Generalitat. Y recuerdo también cuando nos prohibieron decir 'recortes'. Tampoco pude decir que miles de manifestantes gritaban contra el gobierno. Los manifestantes no 'colapsaban' el Paseo del Prado, la manifestación 'transcurría por'. Y no poníamos pancartas explícitas contra Rajoy, ni contra el PP. Y fueron tantas, tantas, que un día empiezas a sentir vergüenza de trabajar para ellos. Ahora se termina. Injustamente. Pero lo ganaron a pulso”, concluye. 

sábado, 9 de noviembre de 2013

DETIENEN EN VENEZUELA A PERIODISTA DEL MIAMI HERALD

ESPECIAL THE MIAMI HERALD

La SIP exige liberación de corresponsal del Miami Herald en Venezuela

por ANDREW ROSATI


 Jim Wyss, corresponsal en jefe del Miami Herald para la región andina, fue detenido el jueves por las autoridades venezolanas mientras reportaba sobre la escasez de productos en el país y las venideras elecciones municipales. Wyss seguía bajo custodia de las autoridades el viernes por la noche.

De acuerdo con fuentes locales, Wyss fue detenido inicialmente por efectivos de la Guardia Nacional y transferido posteriormente a la Dirección General de Inteligencia Militar (DGIM) en San Cristóbal, estado Táchira.
“Estamos muy preocupados”, dijo Aminda Marques González, directora ejecutiva del Herald. “No parece haber base alguna para su detención y estamos intentando determinar qué es lo que está pasando. Estamos pidiendo que Jim Wyss sea liberado inmediatamente”.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) exigió la noche del viernes al gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, la inmediata liberación de Wyss.
Los editores del Herald pasaron gran parte del viernes hablando con varios funcionarios del gobierno venezolano para conseguir su liberación.
Algunos periodistas en San Cristóbal dijeron que vieron a Wyss bajo custodia el viernes.
“Pude verlo y se veía bien, pero no nos dejaron acercarnos”, dijo Lorena Arráiz, periodista del diario El Universal, que estaba investigando el incidente.
“Pero ha estado ahí por más de 12 horas y sigue bajo custodia”, señaló.

De acuerdo con Arráiz, Wyss está detenido en la oficina de la DGIM en San Cristóbal.
Funcionarios del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información de Venezuela no pudieron comentar sobre la razón por la que Wyss fue detenido.
Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, reclamó públicamente a las autoridades venezolanas la “inmediata liberación del periodista” y comentó que esta es una “nueva muestra de intolerancia de un régimen que día tras día demuestra su menosprecio por la labor periodística y la libertad de prensa”.
“Hacemos un llamado a la prudencia”, agregó Paolillo, director del semanario uruguayo Búsqueda, “y a que el gobierno del presidente Maduro no atropelle los principios de convenciones internacionales en cuanto al respeto debido al trabajo de los corresponsales extranjeros y a que no se restrinja su capacidad de movilización y de comunicación”.
Paolillo agregó que la detención del corresponsal “es una afrenta a la comunidad internacional y su derecho a saber”.

Las inminentes elecciones municipales del 8 de diciembre serán una dura prueba para el gobierno de Nicolás Maduro, el cual se encuentra bajo presión por la manera en que está manejando la economía, cuando la escasez de productos comunes prevalece a lo largo y ancho de esta nación amargamente dividida. El gobierno reportó esta semana que la inflación ha escalado hasta el 54.3 por ciento, la más alta en más de una década.
Las organizaciones internacionales de medios de comunicación también hicieron un llamado a la liberación de Wyss, quien es un reconocido periodista que ha realizado docenas de reportajes en el país.
“Nos unimos al Herald al hacer un llamado a las autoridades para que lo liberen inmediatamente y garanticen sus seguridad”, dijo Bob Gabordi, presidente de la Sociedad de Editores de Noticias de Florida y editor ejecutivo del Tallahassee Democrat.


domingo, 1 de septiembre de 2013

Muere periodista británico célebre por acorralar a Richard M. Nixon en serie de entrevistas

Agencias Noticiosas

 

Murió el célebre periodista británico David Frost


Tenía 75 años. Es recordado por la serie de entrevistas al ex presidente Richard Nixon, en 1977, que impidieron su renacimiento político tras el escándalo de Watergate.

El periodista de televisión británico David Frost falleció a los 75 años de un ataque al corazón. De larga trayectoria, tuvo su momento de máximo esplendor en 1977, cuando una recordada serie de entrevistas al ex presidente Richard Nixon impidió su renacimiento político tras el escándalo de Watergate.
Frost falleció ayer cuando se encontraba realizando un crucero a bordo del "Queen Elizabeth".
"Su familia está arrasada y pide privacidad en estos difíciles momentos", aseguró un comunicado emitido por su familia, en el que asegura que el funeral, del que se informará oportunamente, tendrá lugar "próximamente".
Las extensas entrevistas que realizó Frost a Nixon en 1977 acorralaron al expresidente por el escándalo del Watergate que le había costado la presidencia tres años antes. Planteadas como una partida de ajedrez, motivaron una obra de teatro escrita por el dramaturgo Peter Morgan y luego una adaptación cinematográfica que fue nominada a cinco Oscar, incluyendo mejor película.
El primer ministro británico, David Cameron, declaró hoy que su "corazón está con la familia de David Frost. Podía ser - y con seguridad lo fue conmigo-- tanto un amigo como un temible entrevistador".

lunes, 9 de abril de 2012

Nelson Bocaranda el periodista más creíble dentro de Venezuela


Tomado de The Wall Street Journal

Nelson Bocaranda en el estudio desde el que emite su programa de radio.

 Por José de Córdoba

CARACAS—Cuando Nelson Bocaranda twitea, Venezuela y Wall Street escuchan.

En junio de 2011, el columnista fue el primero en informar que el presidente venezolano Hugo Chávez se había sometido a una operación para extraer un tumor maligno en Cuba. Tras días de silencio por parte del presidente, un debilitado Chávez apareció en televisión desde La Habana y admitió que tenía cáncer.

En febrero, el hiperactivo periodista con tendencia a la oposición, dio la noticia de que la enfermedad de Chávez había vuelto y que médicos en la capital cubana lo intervendrían para extraer otro tumor. Tras desmentir acaloradamente los rumores, el gobierno volvió a admitir que Bocaranda estaba en lo cierto.

Esa vez, el periodista difundió la noticia por Twitter, donde cuenta con 587.000 seguidores. Un número de ellos son inversionistas que compraron bonos venezolanos bajo la premisa de que la salida de Chávez daría paso a una economía más equilibrada y abierta a la inversión extranjera.

"Es lectura obligada para las personas que quieran invertir en Venezuela", dice Russell Dallen Jr., director del banco de inversión Caracas Capital Markets.

Chávez llegó a La Habana el domingo por la mañana para someterse a una nueva ronda de radioterapia. Antes de salir de Caracas, les dijo a los venezolanos en un discurso transmitido por televisión a todo el país que tenía fe en que Jesucristo repetiría el milagro y lo dejaría vivir.

El gobierno nunca ha revelado el tipo de cáncer que aflige al presidente, considerándola información crítica de cara a las elecciones presidenciales de octubre, en las que Chávez enfrentará una oposición unida.

Los funcionarios aseguran que sólo Chávez puede pronunciarse sobre su salud. El mandatario ha pasado de declararse libre de cáncer a encomendar su salud a Dios, la Virgen María y el espíritu de Simón Bolívar, quien dice que lo ayudará a liderar el país al menos hasta 2030.

Eso convierte a Bocaranda, que publica una columna dos veces a la semana llamada "Runrunes", en la mejor fuente de información sobre la enfermedad del presidente y un dolor de cabeza para el gobierno. También tiene un programa de radio y un sitio web.

"Bocaranda es el ministro no oficial de la información, dado que el ministro oficial no tiene ninguna información", dice Boris Segura, analista de Nomura Securities, en Nueva York. "Es como volver a la era soviética".

Chávez se ha negado a someterse a tratamiento en Venezuela y Brasil, pese a tener un hospital especializado en cáncer de primera categoría. En su lugar, eligió el sistema de salud de Cuba, tal vez no el más moderno del mundo, pero donde mantienen su secreto a salvo.

La semana pasada, Bocaranda dijo que Chávez había decidido ir a Brasil para continuar su tratamiento, tras recibir una invitación abierta de la presidenta Dilma Rousseff, quien es una sobreviviente de cáncer. Bocaranda asegura que Chávez cambió de parecer en el último minuto.

"Tendría mucha vergüenza con Fidel Castro" si se hubiera ido a Brasil, señala Bocaranda, porque eso habría dejado en ridículo al líder cubano después de que Chávez se deshiciera en elogios para los médicos cubanos, miles de los cuales se han integrado al sistema médico de Venezuela. "Tiró la toalla", dice. "La familia está segura que esto lo matará".

El vacío de información ha generado una legión de oncólogos amateur en Venezuela. Todo el mundo, desde conductores de taxi a camareros, discute el rumor más reciente sobre la prognosis de Chávez.

Nada más entrar a una restaurante en Caracas, Bocaranda se abre camino entre una ola de admiradores. Todos quieren saber cómo está Chávez. "Perdón, nada de oncología después de las 8 de la noche", bromea.

Bocaranda es menos popular entre los funcionarios del gobierno. Algunos se han visto obligados a confirmar sus informes después de desmentirlos. En febrero, después de que Bocaranda tuiteó que el tumor de Chávez había reaparecido, la élite del gobierno se apresuró en atacar.

"Bocaranda es un enfermo del alma", dijo en su cuenta de Twitter Diosdado Cabello, presidente del Congreso y uno de los candidatos a suceder a Chávez.

El ministro de Comunicación e Información, Andrés Izarra, fue igual de tajante. Los "rumores" del cáncer de Chávez son parte de una "guerra sucia" librada por "la canalla", escribió en la red social.

Dos días después de los tweets de Bocaranda, Chávez apareció en televisión visitando una fábrica. El periodista, que se encontraba en Miami, tuvo un momento de pánico cuando vio la imagen de Chávez en la pantalla.

"Vi un Chávez perfectamente saludable", cuenta Bocaranda, quien se preguntó si sus fuentes le habían fallado o le habían tendido una trampa.

Pero luego Chávez confirmó que volvía a Cuba para que le extrajeran otro tumor.

Ni Cabello ni Izarra respondieron a llamados y correos electrónicos en busca de comentarios para este artículo.

Recientemente, Bocaranda escribió que Chávez, que estaba en tratamiento en La Habana, tuvo un breve encuentro con el Papa Benedicto XVI. El Vaticano y Chávez lo niegan, pero Bocaranda no se retracta.

"Lo del Papa fue en el Palacio de la Revolución", escribió. "El acuerdo fue no fotos y desmentido por todos. Chávez fue colocado en el saloncito al lado de la sala donde estaba Raúl con el Papa. Entró y le pidió la bendición arrodillado. (Fue) menos de cinco minutos".

Muchos venezolanos creen que Chávez está gravemente enfermo y que se retirará de las elecciones presidenciales. Pero un número sorprendentemente grande está convencido de que el cáncer del presidente es una artimaña política para ganar votos.

"Esto pudiera ser un juego diabólico", dijo un candidato de la oposición en una entrevista.

En cualquier caso, la mayoría cree que Bocaranda tiene información privilegiada que proviene del interior del gobierno. "Lo leo todos los días", dice un ex funcionario venezolano durante el gobierno de Chávez. "No sé cómo lo hace, pero la saca del parque cuatro de cada cinco", en alusión a los cuadrangulares de béisbol. 

Bocaranda dice que últimamente sus fuentes en el gobierno se han multiplicado. "El secreto es mantener el secreto de la fuente a todo costo", observa. 

El periodista, que conduce un sedán Honda blindado de 10 años, reconoce que a veces teme las represalias del gobierno.

El columnista lleva mucho tiempo haciendo lucir mal al gobierno de Chávez. Hace cuatro años, dio la dirección de una casa donde aseguraba que el gobierno estaba ocultando a un jefe de la guerrilla colombiana.

Izarra, el ministro de Información, lo apodó el "Chacal de la Información". Bocaranda se apropió con regocijo del insulto, utilizándolo como una dirección de correo donde puenden enviarle pistas a seguir. 

En la pequeña ciudad andina donde nació, el abuelo de Bocaranda solía colocar la radio de la familia sobre una mesa de cara a la calle para que quienes pasaran pudieran escuchar las transmisiones de la Voz de América, del gobierno de Estados Unidos. "Los chismes en mi columna no son chismes, son noticia", asegura el columnista.

Un día reciente en su casa a las afueras de Caracas, los celulares no dejaban de sonar. Continuos beeps daban la señal de que había llegado un nuevo e-mail. Una fuente lo llamó con información sobre un gran fraude que involucra un ferry operado por el gobierno.

"Buenísimo, buenísimo. Ya lo voy a escribir", dijo Bocaranda entusiasmado.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Muere en Siria prestigiosa periodista de Long Island, NY

Tomado de El País

La periodista Marie Colvin, originaria de Oyster Bay, condado de Nassau, Long Island, Nueva York en la plaza Tahrir, en el Cairo, Egipto

Por Walter Oppenheimer

Lo que de verdad impresionaba de ella eran sus crónicas desde primera línea en los que explicaba con crudeza las injusticias de la guerra.

"Cuando llegaban los demás, Marie Colvin ya estaba allí"

No eran ni su presencia física, ni su voz grave, ni siquiera el parche que cubría las heridas provocadas por la esquirla de mortero que le voló el ojo izquierdo hace más de un decenio en Sri Lanka lo que de verdad imponía de Marie Colvin. Lo que de verdad impresionaba de ella eran sus crónicas desde primera línea, esos relatos periodísticos en los que explicaba con crudeza las injusticias de la guerra.

Miembro de una peculiar casta de mujeres reporteras de guerra, Colvin murió el martes con las botas puestas: le alcanzó uno de los obuses lanzados por las fuerzas de Bachar el Asad en el barrio de Bab Amro, en la ciudad de Homs, convertida en el centro del martirio de la oposición siria. Dicen las agencias que murió cuando ella y otros compañeros intentaban huir del improvisado centro de prensa montado por la oposición a El Asad para facilitar la tarea de quienes intentaban explicar al mundo los horrores de estos días.

Junto a ella murió el fotógrafo francés Remi Ochlik, de 28 años. Otros tres reporteros resultaron heridos: Paul Conroy, el fotógrafo británico que trabajaba en ese momento con Colvin para el Sunday Times, la reportera de Le Figaro francés Edith Bouvier, y una periodista estadounidense no identificada que estaría en estado muy grave.

Marie Colvin, que estuvo casada con Juan Carlos Gumucio, otro mítico corresponsal de guerra que durante muchos años trabajó para EL PAÍS y que falleció hace 10 años en su Bolivia natal, había denunciado apenas horas antes la masacre de Homs en unas declaraciones a la BBC y a CNN en las que definió como “absolutamente enfermiza” la carnicería de Homs. “Hoy he visto como moría un bebé. Absolutamente horroroso. No hay más que proyectiles, misiles y tanques disparando en las áreas civiles de esta ciudad y es algo simplemente implacable”, explicaba.

De edad imprecisa entre los 50 y los 60, Marie Colvin nació en Oyster Bay, en el Estado de Nueva York, pero se consagró como periodista de guerra en el Sunday Times, con el que empezó a trabajar en 1986 y con el que ha cubierto todo tipo de conflictos, desde Kosovo a Chechenia y por todo el mundo árabe.

En 2010, cuando pronunció unas palabras en el homenaje a 48 periodistas británicos fallecidos en las trincheras, explicó de alguna manera la razón de ser de esta casta tan especial y esencial del oficio periodístico. Un homenaje celebrado en la iglesia de Saint Bride, junto a Fleet Street, centro espiritual del periodismo londinense. “A pesar de los videos que vemos del Ministerio de Defensa o del Pentágono y de todo ese lenguaje aséptico describiendo las bombas inteligentes y la precisión de los ataques, la escena sobre el terreno es sorprendentemente semejante desde hace cientos de años. Cráteres. Casas quemadas. Cuerpos mutilados. Mujeres llorando por sus hijos y sus maridos. Hombres llorando por sus esposas, sus madres, sus hijos”, relató.

“Nuestra misión es informar sobre esos horrores de la guerra con precisión y sin prejuicios. Siempre tenemos que preguntarnos si el nivel de riesgo que corremos es parejo al interés de la historia que queremos contar. Distinguir entre lo que es valentía y lo que es bravuconería”, dijo entonces. “Nunca ha sido más peligroso ser correponsal de guerra porque ahora los periodistas en zona de combate se han convertido en un objetivo primordial”, denunció, intuyendo quizás su propia muerte.

Su muerte ha provocado una catarata de elogios hacia su persona. “Ha sido una de las corresponsales de más extraordinarias de su generación”, la ha definido Rupert Murdoch, propietario del Sunday Times. “Es un terrible recordatorio de los riesgos que corren los periodistas al intentar informar al mundo de lo que está ocurriendo en Siria”, ha sintetizado el primer ministro británico, David Cameron, en los Comunes. “Era una figura extraordinaria en la vida del Sunday Times, empujada por una pasión por cubrir las guerras con la creencia de que lo que ella hacía importaba a la gente. Creía profundamente en que la información puede mitigar los excesos de los regímenes brutales y alertar a la comunidad internacional. Pero, por encima de todo, como hemos visto en sus crónicas de la semana pasada, sus pensamientos estaban con las víctimas de la violencia”, ha proclamado su director en el Sunday Times, John Witherow.

Quizás el mayor elogio llegó por boca de quienes competían con ella sobre el terreno: “Cuando llegaban los demás, ella ya estaba allí o ya se estaba marchando de allí…”.