sábado, 15 de diciembre de 2012

Tony Saca: “Ganaré en segunda vuelta”


Tomado de Diario El Mundo
 El ex mandatario se reunió ayer con diferentes sectores. Foto de Diario El Mundo
 Saca propone que haya debate entre candidatos
Por Antonio Soriano
Exmandatario se muestra confiado que de participar en las presidenciales forzará a la segunda vuelta. En febrero lanzaría su candidatura en un bloque de derecha.
El expresidente de la Repúblicas, Elías Antonio Saca, se reunió ayer con diversos sectores como parte de construir su plan “de unidad” de cara a las elecciones presidenciales del 2014.
En declaraciones a periodistas, Saca confirmó que en febrero estará listo a lanzar su candidatura presidencial.
“Si los partidos políticos y todos llegamos a un acuerdo por la gobernabilidad del país, vamos a estar oficializando esa candidatura en febrero”, dijo el exmandatario.
De paso, Saca lanzó la propuesta de efectuar un debate entre los candidatos presidenciales.
“A mí me encantaría el debate con los candidatos. Yo soy un hombre de debate, preparado para debatir porque ahí es donde tú ves la fibra de estadista que puede tener un candidato, la experiencia que puede tener un candidato para resolver los problemas “, declaró.
Saca pidió a los candidatos de ARENA, Norman Quijano, y del FMLN, Salvador Sánchez Cerén, no darse como ganadores hasta que la población lo decida en las urnas el próximo 2 de febrero de 2014.
“Quien decide es el pueblo salvadoreño por lo que ninguno de los candidatos debe darse como ganador en estos momentos”, expresó.
El exmandatario prepara su candidatura en bloque para febrero del 2013. Y se muestra confiado en que su participación va a forzar una segunda ronda electoral, tomando como base las últimas encuestas de opinión.
“Cuando Tony Saca está a ocho puntos del candidato en primer lugar, lo que te deja claro es que aquí habrá segunda vuelta”, afirmó el ex mandatario.
Es más, Saca se ve en la segunda ronda electoral.  “Si vamos a una segunda vuelta electoral, ganamos las elecciones presidenciales”, manifestó el ex gobernante.
El ex mandatario sostiene que la población quiere una candidato con experiencia en gobernar. “Los salvadoreños no pueden darse el lujo de tener un gobierno que esté como practicando la forma de gobernar los tres años y medio. Necesita gente con experiencia, que quite la polarización”, criticó en torno al actual gobierno.
Descartó que vaya a buscar convertir el movimiento unidad en un partido político para participar en las presidenciales.
Aseguró que lo hará con la bandera de GANA, Partido Concertación Nacional (PCN) o del Partido Demócrata Cristiano (PDC).

VENEZUELA A LAS PUERTAS DE LA REVOLUCION POST CHAVEZ


TOMADO DE Foreign Policy
Chávez y sus más visibles candidatos a sustituirlo: Nicolás Maduro y Diosdado Cabello

VENEZUELA: TRANSICIÓN A LO CUBANO

Por Andrés Cala

El país debe cambiar, especialmente su economía, para ser sostenible, pero tendrán que hacerlo poco a poco con el fin de evitar una crisis social.
El presidente Hugo Chávez de Venezuela viajó a La Habana esta semana para someterse a su cuarta cirugía contra el cáncer, pero esta vez el comandante no se despidió sin nombrar a su vicepresidente y canciller Nicolás Maduro como su sucesor y heredero de la revolución socialista, una confirmación que oficializa una transición pos-chavista.
Sin saber cuándo, unas nuevas elecciones se avecinan en caso de que Chávez renuncie o  muera antes de 2017. Eventualmente, la mayoría de escenarios involucran reformas inevitables que serán bienvenidas por todos (incluyendo los chavistas). Cuándo y cómo depende de la variable incierta de la salud de Chávez, y aunque poco probable, no se puede descartar una pugna por el poder.
La prioridad es la estabilidad. En cualquier caso, los venezolanos y quienes tienen intereses en el país caribeño están alineados para asegurar que la transición postchavista sea ordenada. Para empezar, es una cuestión de tiempo, como Chávez admitió, y precipitar un cambio de régimen sería contraproducente. Aún más importante, cualquier gobierno postchavista tendrá poca alternativa más que moverse lenta y ligeramente al centro para evitar conflictos.
Venezuela escogerá en plazo incierto –pero entre líneas no distante– entre un gobierno socialista y socialdemócrata, lo cual en la práctica involucra diferencias significativas en lo que concierne las libertades civiles y públicas, pero pocas en la política económica. Cualquier régimen que resulte tendrá que simultáneamente preservar muchos de los programas de gasto social de Chávez y revitalizar el vital sector petrolero del país.
La prioridad del chavismo y de Chávez es darle suficiente tiempo a Maduro para asegurar un mandato popular. El régimen tiene suficiente munición política y económica para destetarse de su caudillo mesiánico para apoyar a su delfín.
Pero la coalición chavista de militares de derecha y de políticos de izquierda todavía no está suficientemente cuajada en torno a Maduro. Por eso, y hasta las próximas elecciones, la revolución socialista de Chávez se concentrará en moderar su retórica geopolítica y en incrementar copiosamente el gasto público para consolidar su base de poder interna, mientras intenta atraer inversión y apoyo extranjero.
La transición hipotecará el futuro económico de Venezuela. Pero además tendrá el efecto de socavar las fuerzas más antiestadounidenses, anticapitalistas, populistas, y de extrema izquierda del continente, las que se alinearán con el modelo más moderado de Brasil, y en el proceso consolidarán la estabilidad latinoamericana.
El mundo pos-chavista sin duda será muy distinto, por ninguna otra razón que Chávez es irremplazable.
El modelo cubano, por supuesto
Maduro ya se perfilaba como heredero de Chávez. Es un socialista leal, compañero revolucionario de Chávez desde antes del golpe de Estado, y sindicalista, pero a su vez un chavista moderado. Tiene buena reputación diplomática, y es más bien tímido con la retórica. Parece estar bien parado tanto con la izquierda como con los militares, un prerrequisito para ejercer la legitimidad necesaria para que se produzca una transición pacífica en el país.
Y como solo podría ser, la transición será dirigida por Chávez, quien probablemente ha estado planificándola durante un tiempo. También sabemos que el régimen tiene el apoyo de la mayoría de venezolanos, como se confirmó en las elecciones de octubre, a pesar de su mala gestión económica y su debilitada influencia a raíz de la deteriorada salud de su líder carismático.
Excluyendo una muerte fulminante, y considerando las simpatías políticas e ideológicas, lo más probable es que Venezuela será un reflejo de la gradual y muy controlada transición cubana, diseño de los hermanos Castro. Además sería casi imposible lograr romper con el Estado paternalista que Hugo Chávez ha anidado durante 14 años.
Los militares no apoyarán ninguna transición inconstitucional (ni el resto de América Latina), y la oposición –ahora unificada bajo el liderazgo del derrotado candidato presidencial Henrique Capriles– sabe bien que su mejor estrategia es prepararse para unas elecciones anticipadas fulminantes. La constitución las exige en un plazo de 30 días desde que el presidente renuncie o muera durante los primeros cuatro años del mandato de seis que comienza en enero.
Maduro, como Raúl Castro en Cuba, es la cara bonita de la revolución, no por coincidencia. Es normal que los herederos sean los que suavizan y consolidan los extremos de los patriarcas, y por eso Chávez no escogió a ninguno de sus allegados más radicales, sino seguramente al mejor posicionado para proteger su legado.
Defenderá a ultranza los pilares de la revolución, porque nunca ha dejado de hacerlo, pero sabe, como buen diplomático, que su legitimidad requiere flexibilizar la inclusión política. Se moverá ligeramente a centro. Además, desde principios de la década, el chavismo ya entró en fase de autocorrección, como todas las revoluciones hacen eventualmente.
Lo incierto, claro, es si Chávez tendrá suficiente tiempo y energía para convencer a sus leales, y si Maduro da la talla. La alternativa de Capriles, quien se autodefine como progresista, en todo caso es buena, inclusive para los chavistas, puesto que durante la campaña el candidato admirador de Lula da Silva de Brasil solo prometió una reforma radical de los extremismos políticos de Chávez, no de sus políticas sociales. 
Si Maduro logra derrotar a una oposición unificada, tendrá que ceder mucho más que Raúl en Cuba porque elchavismo carece de un control represivo, aunque el ingreso petrolero le permitirá ser muy convincente. Por tanto la revolución lavará su imagen, pero no su esencia, y no propiciará grandes sobresaltos.
Dos caras de una moneda
Maduro u oposición, la gestión económica no tiene mucho espacio de maniobra. Venezuela se ha endeudado fuertemente en los últimos años. Y a pesar de que ha logrado firmar contratos multimillonarios con empresas extranjeras para desarrollar su riqueza petrolera, sobre todo en la Faja del Orinoco, el dinero no ha fluido porque la empresa estatal PDVSA no ha tenido dinero para aportar su parte del capital.
PDVSA tampoco ha invertido suficiente en el resto del sector, dado que Chávez la ha utilizado como caja chica para pagar los programas sociales, muchos de los cuales terminan en despilfarro. Total, la producción de crudo de Venezuela no aumenta, pero sí su gasto público y sus obligaciones en el extranjero. Hasta las nuevas elecciones PDVSA aumentará sus contribuciones y endeudamiento, hipotecando cada vez más la producción futura de oro negro.
No hay riesgo de impago, como en Argentina, pero es insostenible el modelo a largo plazo. Como consecuencia la economía revolucionaria tiene que cambiar, sea quien sea el sucesor de Chávez, pero muy lentamente para evitar una crisis social.
Geopolíticamente, Chávez intentará heredar su influencia diplomática a Maduro, aunque es más probable que la potencia regional, Brasil, sea la mejor posicionada -con su exitoso modelo de centro izquierda- para beneficiarse de la unidad en torno a Chávez de las fuerzas de izquierda latinoamericanas. Brasil también será protagonista como garante de la estabilidad durante la transición venezolana, sin importar quién reemplace a Chávez.
Ahora solo falta esperar los tiempos que marcará Chávez para la transición, vivo o muerto.

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: CONDUCTAS DE RIESGO EN LOS ADOLESCENTES





       Conductas de riesgo son aquellas acciones activas o pasivas que implican peligro para el bienestar físico o mental de la persona, o que provocan directamente consecuencias negativas para la salud, o que comprometen aspectos de su desarrollo.

La adolescencia se constituye en una etapa de la vida en que la posibilidad de conductas de riesgo es muy superior a otras. Algunas de estas conductas, como las relaciones sexuales precoces, tienen una relación (no exclusiva) con el desarrollo psicobiológico que se experimenta a esta edad, pero la gran mayoría, y cada vez más, se relaciona con factores culturales que encuentran en esta etapa el objetivo ideal para impactar.

       Características de la vida moderna se suman a la curiosidad natural de esta edad, y al deseo de experimentar cosas nuevas en busca de la sensación de ser “adultos”, y de la identidad personal y social, aspecto que impulsa al adolescente a ser reconocido como “alguien” por sí mismo, y por su grupo social, y que, a falta de algún talento destacado, y sobre todo, de una sólida autoestima, tiende a construir una identidad negativa, de modo que el adolescente prefiere ser “alguien negativo” que no ser “nadie”. Ello explica la tendencia al uso y abuso de tabaco, alcohol, drogas, a los actos delictivos u otras conductas antisociales, o al manejo temerario de vehículos, por ejemplo.

       Qué duda cabe que en época de vacaciones se reúnen varias circunstancias que tienden a favorecer las conductas de riesgo más que en otras épocas. En primer lugar, porque es una época en que se conceden más libertades a los hijos, y se tiene menos control sobre ellos; ellos mismos utilizan estas épocas como válvulas de escape a dicho control; en segundo lugar porque esta situación se prolonga por varios días seguidos, y no únicamente se trata de una tarde o noche que se acaba rápido, como en el caso de los sábados. Y en tercer lugar, y sobre todo, porque la propia cultura, ampliamente difundida por los medios de comunicación, tiende a crear una atmósfera de desinhibición y desenfreno en época de vacaciones: las vacaciones son “para pasarla bien”. Si, incluso para los adultos, ese mensaje lleva asociada, casi automáticamente, la imagen de unas cervezas o de unas botellas de alcohol (reflexionen por qué), si ese mensaje lleva asociada la idea de romper algunas ataduras, de saltar algunos límites cotidianos... ¿acaso nos hemos planteado cómo interpretan nuestros hijos adolescentes ese mensaje de “pasarla bien”?. ¿Tienen ellos el suficiente juicio para discernir qué límites se pueden saltar, y hasta dónde?

       Ese juicio, esa capacidad de discernimiento está directamente asociada a la madurez psicoemocional de la persona, y no surge sólo porque sí, o por el simple hecho de cumplir años de edad. Al igual que la fruta, que madura cuando le corresponde, siempre que haya habido unas condiciones climáticas adecuadas, y se le haya protegido de plagas, el adolescente también necesita de un ambiente sociofamiliar adecuado y de una prevención educativa contra el tipo de plagas que le pueden afectar. Si nuestro adolescente cuenta con ello, y con una sólida autoestima, no hay tanta probabilidad de que se involucre en conductas de riesgo, sin que ello signifique que los padres podamos despreocuparnos del tema. Pero si no es ese el caso, la probabilidad es relativamente alta, o bastante alta, y los padres debemos estar alerta.

       ¿Cuáles son concretamente las conductas de riesgo que pueden esperarse en vacaciones? Pues aquellas a través de las cuales el adolescente pueda sentirse (engañosamente) como adulto, como el consumo de tabaco o alcohol, o las relaciones sexuales precoces o promiscuas; aquellas a través de las cuales pueda mostrar su característica autosuficiencia, rebeldía y oposicionismo, como ir a sitios que no debe; aquellas que le permitan experimentar nuevas sensaciones, como el consumo de drogas, o la misma conducta sexual precoz; aquellas con las que pueda sentirse protagonista en busca de su identidad, aunque sea negativa, como la delincuencia, el vandalismo, participar en provocaciones o peleas, la conducción temeraria de vehículos, o la búsqueda ese protagonismo a través de la desinhibición que provoca el consumo de alcohol o drogas; o aquellas con las que pueda poner a prueba el límite de alguna de sus capacidades o habilidades de dudosa sensatez, como su aguante para consumir alcohol, su intrepidez para adentrarse en el mar, o su destreza al timón del carro de papi.


Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

jueves, 13 de diciembre de 2012

A un año de regresar Noriega a Panamá, el otrora hombre fuerte es solamente un reo más

Tomado de El País
Noriega, enfermo y olvidado, cumple un año preso en Panamá
La familia del ex general ha solicitado que se le conceda el arresto domiciliario

POR JOSÉ MELÉNDEZ

Un año después de retornar a Panamá tras cumplir casi 22 años de prisión en Estados Unidos y Francia por narcotráfico y blanqueo de dinero, Manuel Antonio Noriega, de 78 años, es un remedo del hombre fuerte que, con mano dura, dirigió el régimen militar panameño y emergió en la década de los ochenta como uno de los excéntricos —y últimos— dictadores tropicales caribeños.
 Casi olvidado, reducido físicamente y con movilidad limitada, el ex general arrastra el impacto de tres infartos cerebrales y expone un cuadro agravado de hipertensión arterial, úlcera de estómago y otras enfermedades y su vida es un ir y venir del hospital a la prisión, cercana al Canal de Panamá, en la que cumple 60 años de prisión por homicidios políticos, mientras sigue vigente la petición popular de que pida perdón y la solicitud familiar para que se le conceda el arresto domiciliario.
“Después de un año de estar cumpliendo con la justicia panameña, no ha habido asomo ni un gesto de arrepentimiento ni de pedirle perdón a todas aquellas personas y familiares que tuvieron pérdida de seres queridos”, dijo el panameño Aurelio Barría, quien a mediados de la década de los ochenta fundó la opositora Cruzada Civilista para combatir al Gobierno militar instalado en 1968, vía golpe de Estado, por el ya fallecido general Omar Torrijos, mentor de Noriega.
Al recordar una larga lista de víctimas de Noriega, Barría declaró en una entrevista telefónica con EL PAÍS que la actitud del “dictador” refleja “sencillamente sus sentimientos, muy lejos de poder tener la humildad y pedir perdón a los panameños por tanto daño que hizo durante el periodo de su dictadura”.
“Es fundamental que una persona tenga un gesto de arrepentimiento y de reconocer errores que son graves que han costado vidas y tanto sacrificio, luto y dolor a tantas personas. Es necesario dar ese paso. Pero si no lo ha hecho en un año, y no lo hizo estando [en prisión] tantos años desde su captura en 1990, no lo va a hacer. Ojalá se arrepienta, pero me da la impresión que él considera que lo que hizo era lo tenía que hacer”, agregó. La Cruzada fue esencial en el acoso civil a los militares.
Hombre fuerte de Panamá entre 1983 y 1989, Noriega ganó fama por haber trabajado para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) desde que a inicios de la década de los setenta se convirtió en jefe de la inteligencia militar panameña. Pero a mediados de los ochenta se transformó en enemigo de Washington, tras aliarse con el cartel de Medellín y con otras narcomafias, al Gobierno de Cuba y a movimientos de la izquierda americana que le calificaron en 1989 como “comandante de la dignidad latinoamericana” por su choque con Estados Unidos. El 20 de diciembre de 1989, y por orden del entonces presidente estadounidense George Bush, bajo el alegato de capturar a Noriega por narcotráfico y en medio de una declaración de guerra del régimen panameño a Estados Unidos, tropas norteamericanas estacionadas en el área del Canal de Panamá invadieron ese país e instalaron en el poder a los triunfadores en los comicios de mayo de ese año, anulados por el régimen norieguista.
Tras huir durante varios días, Noriega se refugió el 24 de diciembre en la Nunciatura Apostólica en la capital panameña y al anochecer del 3 de enero de 1990, con su traje y galones de general y a la entrada de esa sede diplomática, se entregó a las tropas de Estados Unidos. Al día siguiente, a bordo de una aeronave miliar de Estados Unidos y vestido con un mono verde oliva marcado en la espalda con las letras DEA (agencia antidroga estadounidense), Noriega fue trasladado a Miami, donde se le condenó a 40 años de prisión.
En abril de 2010, tras cumplir más de 20 años de condena en una cárcel de Estados Unidos, fue extraditado a Francia, que en 2011 le sentenció a siete años de cárcel por blanqueo de capitales. Poco después, París le otorgó la libertad condicional y en noviembre de 2011 aceptó la solicitud panameña de extradición, ejecutada el 11 de diciembre.
Poco después de ser repatriado, fue enviado al penal El Renacer, donde cumple 60 años de cárcel como culpable de los asesinatos de 11 panameños: la decapitación del médico y rival político Hugo Spadafora, en 1985, y los fusilamientos del mayor Moisés Giroldi y otros nueve militares golpistas, en 1989. Pero hay una abundante lista de casos pendientes.
Por sus problemas de salud, la rutina del exmilitar ha sido la de visitar frecuentemente el Hospital Santo Tomás. Su familia presiona para que se le conceda el arresto domiciliario. En una reciente entrevista en CNN en Español, Sandra y Thays, hijas del exgeneral, defendieron la inocencia de su padre en casos como el de Spadafora e insistieron en que su progenitor sea favorecido con el arresto domiciliario.
En declaraciones a la emisora panameña RPC Radio, el panameño Mario Rognoni, quien trabajó con Noriega en puestos públicos y admite públicamente ser su amigo, alegó que lo que le ocurra o deje de ocurrir al exgeneral ya importa a muy pocos entre las nuevas generaciones. “Es un reo más”, declaró.