domingo, 20 de julio de 2014

Crisis humanitaria de niños migrantes: Causas y efectos

Tomado de El País

Niños inocentes y oligarcas voraces

Guatemala, El Salvador y Honduras están cayendo en un círculo que conecta remesas con violencia


Por Joaquín Villalobos

La prolongada crisis social y de seguridad de Guatemala, Honduras y El Salvador ya se convirtió en una emergencia humanitaria sin precedentes. Decenas de miles de niños están huyendo al norte por una ruta de 3.000 kilómetros plagada de peligros. La causa fundamental de esta crisis reside en las economías brutalmente extractivas que dominan a estos países. Seis millones de migrantes que constituyen el 12% de los guatemaltecos, el 14% de los hondureños y casi el 40% de los salvadoreños viven en Estados Unidos. En los últimos veinte años estos centroamericanos han enviado a sus países la fabulosa suma de ciento veinticuatro mil millones de dólares en remesas. Exportar pobres se ha convertido en el más lucrativo negocio de los oligarcas locales.
El debate sobre esta crisis se está colocando sobre las consecuencias y no sobre la causa. Se habla de las responsabilidades de México por las amenazas en la ruta o del retraso en la Reforma Migratoria en Estados Unidos e incluso del crimen organizado que genera la cocaína colombiana. El problema es que las remesas han fortalecido el modelo extractivo creando una economía de consumo artificialmente financiada cuyas ganancias van a parar a las familias dominantes de cada país. Al igual que la renta petrolera, que permite ser rico con poco esfuerzo, la renta de las remesas está deformando las economías, acabando con los incentivos para producir, multiplicando la riqueza de los oligarcas, creando una desigualdad de proporciones trágicas, destruyendo familias y comunidades y generando violencia social y criminal a gran escala.
El Salvador importa alrededor de 8.500 millones de dólares anuales y la mitad de estas importaciones las paga con remesas. Se multiplicaron los grandes centros comerciales, la agricultura fue abandonada, la economía lleva veinte años sin crecer, el desempleo se volvió crónico, la población emigra masivamente, los coyotes son el motor de la economía y las pandillas gobiernan los barrios pobres. Honduras y Guatemala se han sumado a este modelo. Los ricos captan las remesas supliendo el consumo, sacan el dinero de sus países y se transforman en empresarios regionales o globales.
Las familias pudientes de estos países tienen inversiones en la Florida, Panamá, República Dominicana, Colombia, Nicaragua y Costa Rica. Sólo uno de ellos invirtió 250 millones de dólares en un complejo turístico en República Dominicana. No hay razones objetivas para que los ricos de Guatemala, Honduras y El Salvador inviertan en sus países y se esfuercen en reducir la emigración. Los peligros de la ruta y las deportaciones masivas de emigrantes son para ellos riesgos de transportación y devolución de mercadería. Las remesas los volvieron mucho más ricos que cuando eran sólo terratenientes.
De acuerdo con los datos de la consultora Wealth-X, en Guatemala, Honduras y El Salvador existen 610 ultra-ricos que poseen 80.000 millones de dólares y éstos captan la mayor parte de los 12.000 millones de dólares que cada año llegan de Estados Unidos. Frente a tanta riqueza de los oligarcas, lucen absurdos los 3.700 millones de dólares que el presidente Obama piensa utilizar para atender la emergencia.
Guatemala, El Salvador y Honduras están cayendo en un círculo vicioso que conecta las remesas con la violencia. A más emigración, más remesas, a más remesas menos productividad, a menos productividad más desempleo, a más desempleo más violencia y a más violencia más emigración. Las pandillas resultan de la multiplicación exponencial de las familias disfuncionales y de la destrucción del tejido social familiar y comunitario que deja la emigración. Las pandillas dominan barrios y comunidades afectando prácticamente sólo a los pobres con extorsiones que pagan hasta los vendedores de periódicos. Conforme a datos de la gremial de pequeños empresarios de El Salvador, el 90% de las microempresas pagan extorsión. En la capital de Honduras 1.600 pequeños comercios cerraron por la violencia sólo en el 2012. La emigración es una violenta catástrofe social para los pobres y un gran negocio para los ricos.
A los ricos de los tres países no les importa la seguridad pública, ellos se protegen con seguridad privada, los policías son mal pagados y pocos. En Guatemala se ha creado una ciudad privada para ricos llamadaPaseo Cayalá. Es un espacio de catorce hectáreas, cerrado por muros, que cuenta con todos los servicios en su interior, creando un mundo alejado del crimen y la inseguridad. La seguridad privada en Guatemala cuenta con 125.000 efectivos mientras la policía sólo son 22,000. Es al mismo tiempo el país de Latinoamérica donde, en proporción a sus habitantes, se venden más vehículos blindados. Tiene registrados 406 aviones y 142 helicópteros de uso privado, una de las mayores flotas áreas en manos de particulares del continente.
Los ricos de Guatemala, Honduras y El Salvador se han vuelto totalmente insensibles a la realidad que les rodea. Se protegen con sus propios guardias, pagan salarios de hambre, no invierten en sus países y se resisten a pagar impuestos. Son fanáticos de la idea de Estados raquíticos a los cuales la inversión externa les resuelva los problemas. Honduras creó en el 2011 un programa llamado Honduras abierta a los negocios que supone regalar espacios del territorio a cambio de que otros se hagan cargo del país. A tres años de iniciado el programa no han llegado inversionistas porque Honduras es el país más violento del mundo. Los empresarios salvadoreños quieren ahora copiar este fracaso.
No se puede culpar a Estados Unidos, México o a la cocaína por esta crisis. ¿Por qué no hay niños costarricenses, nicaragüenses y panameños huyendo al norte? Muy a pesar de que presentan problemas de desigualdad la realidad es que la revolucionaria Nicaragua, la keynesiana Costa Rica y la Panamá que fundó Torrijos con la recuperación del Canal, mantienen sus economías creciendo, atraen turistas e inversión externa, no tienen crisis de seguridad a gran escala y, en los casos de Panamá y Costa Rica, no expulsan trabajadores, sino que los demandan. Panamá recibe remesas por valor de 214 millones de dólares y envía 374 millones. Si China construye el canal en Nicaragua, los tres países del Sur de Centroamérica se volverán un potente polo de desarrollo y los del tres del Norte se terminarán de hundir.
En el 2011 se llevó a cabo en Guatemala una cumbre de los presidentes de Centroamérica con Estados Unidos, México y la Unión Europea. En esa ocasión, la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton les dijo a los empresarios de la región: “Los ricos de cada país deben pagar impuestos justos, la seguridad no deben financiarla los pobres”. Efectivamente, la principal generadora de la emergencia es la voracidad de los oligarcas salvadoreños, guatemaltecos y hondureños. Esta emergencia humanitaria no es un terremoto que ha dejado damnificados, es el modelo económico extractivo el que está creando refugiados. Sin duda es indispensable ser solidarios con estos niños inocentes que huyen, pero los oligarcas deben presionados y sancionados. Los contribuyentes mexicanos y estadounidenses no tienen por qué asumir los costos de esta emergencia, eso equivaldría a que subsidien las mansiones, los yates y los aviones de los culpables de la crisis.

Joaquín Villalobos fue guerrillero salvadoreño y es consultor para la resolución de conflictos internacionales. 


 

Berlusconi gana apelación y queda libre del escándalo de Ruby

Tomado de RFI
Absuelven a Berlusconi por el ‘Rubygate’

La Corte de Apelación de Milán decidió absolver inesperadamente este viernes al ex primer ministro italiano de la condena a siete años de cárcel por prostitución de menores y abuso de poder. Es "una sentencia bella que va más allá de nuestras previsiones", estimó el abogado de Berlusconi.
De manera inesperada, la Corte de Apelación de Milán absolvió este viernes al ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi de la condena a siete años de cárcel por prostitución de menores y abuso de poder por el denominado 'caso Ruby'.

Luego de tres horas de deliberaciones, los tres miembros de la corte estimaron que Berlusconi debía ser blanqueado. Il Cavaliere no cometió abuso de poder "porque el hecho no ocurrió", según los jueces, y fue absuelto de la acusación de prostitución de menores porque "el hecho no constituye un delito", dijo el juez EnricoTranfa.
Ahora, se esperan los detalles técnicos que explican la sentencia, que serán publicados en 90 días.

"Una sentencia bella que va más allá de nuestras previsiones", festejó el abogado Franco Coppi tras conocer el fallo.

Por su parte,  Berlusconi, de 77 años, no estaba presente en la lectura del fallo, ya que cumple desde el 9 de mayo media jornada con los enfermos de Alzheimer del centro de asistencia de Cesano Boscone, a las afueras de Milán, tal y como estableció la justicia.

Berlusconi purga a través de ese trabajo social una condena a un año de cárcel por fraude fiscal por el 'caso Mediaset', uno de sus numerosos casos judiciales que enfrenta.

Según el abogado Coppi, los jueces estimaron que Berlusconi decía la verdad cuando aseguraba que estaba convencido que la joven Ruby, una exuberante marroquí llamada Karima El Mahroug y apodada 'Ruby robacorazones', era mayor de edad cuando asistía a las veladas nocturnas en la mansión milanesa de Berlusconi.

Aparte de la condena por prostitución de menor, Berlusconi había sido hallado culpable de abuso de poder al haber presionado como jefe de Gobierno al jefe de policía de Milán para que liberaran a Ruby, la cual había sido detenida por robo.
 

sábado, 19 de julio de 2014

Obama se reunirá con presidentes centroamericanos para reforzar medidas que detengan flujo migratorio

Tomado de La Voz de América


Obama y los presidentes centroamericanos

El presidente de EE.UU. se reunirá con los presidentes centroamericanos para discutir la cooperación en la crisis en la frontera.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunirá con los gobernantes de Honduras, Guatemala y El Salvador para debatir y analizar la crisis en la frontera.
Los presidentes de Guatemala, Honduras y El Salvador llegarán a Washington para discutir las vías de cooperación sobre el flujo de niños inmigrantes que viajan desde Centroamérica.
"Los cuatro líderes y el vicepresidente Biden discutirán cómo reforzar nuestra colaboración actual para detener el flujo de inmigrantes indocumentados desde América Central hacia México y Estados Unidos", señala un comunicado de la Casa Blanca.
Según la oficina presidencial “los líderes discutirán también cómo pueden trabajar juntos con otros miembros de la comunidad internacional para promover el desarrollo, el crecimiento económico y la seguridad en la región”.
Los presidentes “abordarán los hechos que están provocando que los ciudadanos de América Central emprendan el peligroso viaje hacia Estados Unidos", agrega el comunicado.
El numero de menores que atraviesan la frontera ha decaído y algunos expertos creen que se debe en parte a la campaña de información de Estados Unidos sobre los peligros de intentar llegar al país.
La reunión de Obama con el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina; el de Honduras, Juan Orlando Hernández; y el de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén se realizará en la Casa Blanca el 25 de julio.
Ya antes, el vicepresidente Joe Biden, se había reunido con ellos en un viaje a América Central el mes pasado.
La reunión de presidentes se da cuando el gobierno de Estados Unidos comenzó las repatriaciones y se debaten las acciones a seguir en la situación que se vive en la frontera.


Especialistas predicen futuro económico prometedor para Fútbol “soccer” EEUU

Tomado de The Wall Street Journal
Figuras mundiales del fútbol: Neymar, Muller, Robben, Messi

Los anunciantes ven un futuro promisorio para el fútbol en EE.UU.

Por Andrew Beaton y Reed Johnson

Según muchas estimaciones, el Mundial de fútbol 2014 fue un éxito en la cancha, con goles memorables combinados con algunos partidos muy emocionantes. Ahora los especialistas en marketing esperan que el éxito genere nuevas ganancias financieras y atraiga más simpatizantes de Estados Unidos al deporte más popular del mundo.
"Creo que este tren está en movimiento y no veo que se vaya a detener", dijo Sandy Brown, presidente ejecutivo de ONE World Sports, un canal estadounidense que se centra en deportes globales.
El optimismo de Brown es compartido por entusiastas del fútbol que predicen que este deporte conquistará el mercado estadounidense desde que Pelé fue contratado por el Cosmos de Nueva York a fines de los años 70. Pero otros creen que el fútbol quizás nunca logre alcanzar en EE.UU. la popularidad que disfrutan durante todo el año el fútbol americano o el béisbol.
Teniendo en cuenta sólo los ratings de televisión que obtuvo el Mundial de Brasil este año, el fútbol está en alza en EE.UU., al menos como un deporte de espectadores. Por ejemplo, el partido del 22 de junio entre EE.UU. y Portugal tuvo una audiencia combinada de 24,7 millones de espectadores entre ESPN y Univisión, lo que lo convirtió en el evento deportivo más visto del año hasta ese momento, sin tener en cuenta los partidos de la Liga Nacional de Fútbol Americano.
Incluso después de que la selección de EE.UU. quedara eliminada tras caer 2 a 1 ante Bélgica, la Copa siguió atrayendo espectadores estadounidenses. La final del domingo pasado, en la que Alemania derrotó a Argentina 1 a 0 en tiempo suplementario para conseguir su cuarto título mundial, promedió un rating de 9,7 en ABC y ESPN. En Univisión Deportes, cadena en español, el partido promedió los 9,2 millones de espectadores, según cifras de la empresa.
Según Nielsen, la final de este año representó el tercer mayor rating de mercado medido para un partido del Mundial en ESPN y ABC. Los únicos partidos que consiguieron un mayor rating fueron la final del mundial organizado por EE.UU. en 1994, entre Brasil e Italia (12,8) y un partido de octavos de final en ese mismo torneo entre EE.UU. y Brasil (10,4).
Durante los 64 partidos del Mundial 2014, ESPN, ESPN2 y ABC promediaron un rating de mercado medido de 3,1, según Brown, un aumento de 29% frente a los 64 encuentros del Mundial 2010 en Sudáfrica (2,4).
Cadenas como ESPN y Fox hacen "una apuesta al futuro" al programar más fútbol, sostuvo Brown. Fox emite los partidos de la Liga de Campeones europea y tiene los derechos para los Mundiales de 2018 y 2022.
ESPN es una unidad de Walt Disney Co., y Fox forma parte de 21st Century Fox, que hasta mediados de 2013 era parte de la misma empresa que News Corp., dueña de The Wall Street Journal.

Brown admitió que los especialistas en marketing corren con cierta desventaja en el terreno del fútbol, ya que el deporte solo cuenta con dos tiempos de 45 minutos sin pausas publicitarias. "Realmente tienes una cantidad limitada de espacio", dijo. Por otro lado, los especialistas en marketing tienen otras oportunidades para mostrar avisos impresos durante el partido al transponer imágenes virtuales en el campo de juego y en las tribunas, señaló.
Otros índices brindan un panorama más mezclado sobre los seguidores de fútbol en EE.UU., pero indican que el deporte gana terreno en general. En una encuesta de Gallup de 2012, 19% de los encuestados se identificaron como seguidores del fútbol profesional, un aumento desde 13% en 2006. En 2013, 4% señalaron que el fútbol era el deporte que más les gustaba mirar, un aumento desde 2% en 2007.
Además, más estadounidenses están jugando al fútbol. Un total de 49.500 hombres y mujeres jugaron en torneos de fútbol federado en la temporada 2012-2013, un aumento de 13% desde 2007-2008. El mayor incremento anual en ese lapso se registró en 2010-2011, tras el Mundial de 2010.
Sin embargo, hay señales de que el fútbol podría estar estancándose a nivel de escuela secundaria, luego de disfrutar varias décadas de avances. La federación de fútbol de escuelas secundarias de EE.UU. indicó que la participación en el fútbol aumentó 7,4% entre las temporadas 2008-2099 y 2012-2013. Pero la Federación de Fútbol de EE.UU., máxima autoridad de las ligas juveniles que no dependen de escuelas, sostuvo que sus tasas de participación se mantuvieron sin cambios entre 2008 y 2012.
En las últimas décadas, el crecimiento del fútbol fue impulsado por olas de inmigrantes de México, América Central y Sudamérica. Univisión Deportes indicó que el partido entre Alemania y Argentina fue la final más vista en la historia de la TV en español en EE.UU., y que su audiencia general durante el Mundial 2014 fue 34% mayor que la registrada por ese canal en la Copa de 2010.

—Steven Perlberg contribuyó a este artículo.

Por cumplirse 7 años de la mayor crisis económica global

Tomado de esglobal


Las cinco armas más efectivas contra la crisis

Por Mario Saavedra

Este septiembre se cumplen siete años del momento que pasará a la Historia como el detonante de la peor crisis global desde la Gran Depresión de 1929: la quiebra de Lehman Brothers. Desde entonces, ¿qué ha cambiado? ¿Cuáles han sido las armas más efectivas para amortiguar los efectos de la explosión financiera? ¿Qué medidas se han demostrado más ineficaces?

esglobal inicia esta serie de dos reportajes, analizando primero las cinco recetas más efectivas en la lucha contra la crisis:

Las frases de Draghi

Al final fueron sobre todo 22 palabras las que resolvieron la crisis del euro. Ni las incontables y siempre definitivas cumbres de los líderes europeos para salvar la moneda común, ni los recortes del déficit, ni los sermones alemanes. Lo que salvó al euro, y en eso parecen estar de acuerdo la mayor parte de los analistas, fueron estas palabras del banquero central europeo, Mario Draghi: “Dentro de nuestro mandato, desde el Banco Central Europeo estamos dispuestos a hacer todo lo que sea necesario para preservar el euro. Y, créanme, sera suficiente” (Within our mandate, the ECB is ready to do whatever it takes to preserve the euro. And believe me, it will be enough).
En el “mundillo económico” ya se habla de ese momento relevante como “el whataver-it-takes de Draghi”. Prueben a buscar en Google: salen centenares de miles de resultados analizando la frase lapidaria. O miren, por ejemplo, algunas de las viñetas que ilustran la acción del ex ejecutivo del banco Goldman Sachs: el Financial Times le muestra cual Atlas, solo que en vez de sostener el mundo el italiano aguanta a duras penas una moneda de euro sobre la que se pelean los líderes europeos. Pobre Draghi…

En realidad lo que hacía el director de la institución de Fráncfort era despertar y rugirle a los mercados. La moneda única llevaba sufriendo severos ataques especulativos. Decenas de miles de millones de dólares de inversores internacionales habían apostado a que Grecia colapsaría, después España, a continuación Francia y así una salida progresiva de países de la moneda común.
A esas apuestas, legítimas en su mayoría, los Gobiernos trataban de luchar con medidas de recortes presupuestarios (gastaremos menos para pedir menos dinero prestado y poder pagar las facturas), que a su vez producían mayores contracciones económicas. España, Italia, Grecia, Irlanda y Portugal eran economías demasiado pequeñas como para poder dar un puñetazo en la mesa: no tenían la liquidez para hacerlo. Mario Draghi, sí: no en vano, tiene el poder de crear dinero de la nada. Podía sacar “un bazuca”, como se le llama en Wall Street: empezar a comprar bonos a los Estados en el mercado secundario, financiándolos de manera indirecta, a pesar de que ello roza lo ilegítimo para el banco; o lanzar un programa de compra de bonos a empresas, inyectándoles un crédito que, por otro lado, no les llegaba. ¿Quién se iba a atrever a ir contra el “gorila de 150 kilos” que es un banquero central? En realidad, Draghi se llevó la fama porque era el más fuerte, pero por detrás del banquero había un paquete de rescate de 700.000 millones de euros puestos por los países europeos en el fondo conocido como el MEDE.
El MEDE
Formó el tándem perfecto con las palabras de Mario Draghi. El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) se creó en marzo de 2011 y entró en vigor un año después. En realidad, formalizaba fondos anteriores (el Fondo y el Mecanismo de Estabilidad Financiera). Se trata esencialmente de una hucha común de la que, junto con la del Fondo Monetario Internacional, ha salido el dinero para los rescates de los países en crisis total como Grecia, Portugal o Irlanda, o los préstamos para rescatar a la Banca como en España.
En la hucha se metieron 80.000 millones de euros y los países se comprometieron a meter 620.000 millones más en caso de necesidad. Al contrario de lo que se cree comúnmente, no es “dinero alemán”. Todos los países contribuyen en función de su tamaño. Alemania con el 27% del fondo, 21.000 millones, sí, pero España puso un 12%, casi 10.000.
El dinero que salía llevaba consigo condiciones, esencialmente la de permitir la llegada a los centros económicos nacionales de los famosos “hombres de negro”, los inspectores de la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). A cambio de medidas draconianas, Grecia ha recibido un total de 250.000 millones; Portugal, 80.000 e Irlanda, 68.000, para poder pagar las facturas del Estado. España obtuvo 41.000 millones para prestárselos a su vez a los bancos quebrados.
La duda sobre si el MEDE debería o no estar en una lista de herramientas exitosas de la crisis se basa sobre todo en las exigencias impuestas por la Troika. Sus críticos consideran que, al querer imponer ajustes del déficit fiscal demasiado rápido, se generó un efecto perverso: se asfixiaba la economía, lo que reducía los ingresos por impuestos y obligaba a endeudarse más y a aumentar el déficit. Pero que sin la ayuda mutua de los países en forma de miles de millones de euros en préstamos, Grecia habría quebrado totalmente como país, eso la habría hecho salir del euro y  provocado un efecto dominó, pocos lo niegan. Así, al menos según la visión de este autor, el MEDE fue útil y necesario, por más criticable que pudiera ser la actitud dogmática de los “hombres de negro”.
Los billetes de Bernanke

Ben Bernanke tiene pinta de poca cosa: bajito, calvo, con barba a lo Santa Claus. Parece un tranquilo profesor. Es precisamente lo que era hasta que saltó a la primera línea de la batalla americana contra la Gran Recesión.
Cuando George W. Bush le nombró presidente de la Reserva Federal en 2005, en la cartera de la FED había tan sólo 700.000 millones de dólares en bonos del Tesoro. Cuando Bernanke dejó el puesto en enero de este año, había llegado a tocar los tres billones de dólares, cuatro veces más. El de la barba blanca, “Helicóptero Bernanke” le llamaban, se había dedicado a comprar como loco activos a los bancos para que estos pusieran el dinero en circulación y se reactivara así la economía: mucho dinero es dinero barato y dinero barato insta a consumir. ¿Funcionó? Sin lugar a dudas.
La tasa de desempleo del pasado mes de junio en Estados Unidos ha caído hasta el 6,1%, después de haber sido casi el doble en lo peor de la crisis. Y esa reducción solo puede haber ocurrido por dos factores: el boom energético que vive el país o las acciones radicales de la Reserva Federal. En realidad, el precio de la gasolina y el petróleo se han mantenido elevados, y aunque es cierto que el gas proveniente del fracking ha revitalizado algunas zonas como Texas, eso no puede explicar la recuperación del país.

¿El Gobierno? Un rotundo no. Sirvió para poner el freno al derrumbe, y evitó que la Gran Recesión se convirtiera en una Gran Depresión gracias a programas de rescate de bancos como el TARP. Pero desde 2010 Estados Unidos está esencialmente sin gobierno: el Congreso, cuya Cámara de Representantes ha estado dominada por los republicanos, ha abortado toda iniciativa económica de Barack Obama: no a la Ley para los Empleos Estadounidenses, no a los planes de reparación de infraestructuras… El Gobierno (ejecutivo más legislativo) en el mejor de los casos ha hecho peligrar la recuperación, con las batallas interminables por la elevación el techo de gasto, que a punto tumbaron la recuperación en 2011.
La salida de la Gran Recesión en Estados Unidos, lenta y dolorosa, ha requerido de tres planes de compras de activos por parte de la Reserva Federal (los llamados quantitative easing o QE) y la promesa de tipos cero de interés hasta dentro de mucho tiempo. Entre los mayores beneficiados, los inversores en los mercados de renta variable. Wall Street ha tenido abundante dinero para apostar. Por eso el Dow Jones ha conseguido batir récords en medio de algunos de los peores momentos económicos del país: lo que es bueno para Wall Street no tiene por qué serlo para Main Street. Pero el resultado es el mismo: Si 2009 fue el peor año para Estados Unidos en décadas, con una contracción del Producto Interior Bruto del orden del 10%, cinco años después puede decirse sin temor a equivocarse que el drama ha terminado. Cinco años para salir de la peor crisis tras la Gran Depresión no son nada en términos históricos. Y si no que se lo pregunten al profesor del MIT, experto en la crisis del 29, Ben Bernanke.

Las cumbres europeas
De las cumbres europeas extraordinarias durante lo peor del eurodrama nadie se ha reído más que los analistas de la CNBC estadounidense. La cadena de televisión favorita de los brókers de Wall Street se mofaba de cómo todas las reuniones de los líderes europeos parecían ser la definitiva para salvar al euro.

El espectáculo lo presentaban como dantesco y, en parte, lo era. Todo parecía ir muy lento, por detrás de la curva de los acontecimientos. Y, sin embargo, visto a posteriori, los 18 estados de la eurozona, cada uno con su idiosincrasia y sus problemas domésticos, una mezcla de una Alemania que ya había hecho los ajustes y se encontraba lozana y unos PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España) que vivían unos auténticos dramas socioeconómicos, esa mezcla casi inmanejable ha conseguido grandes avances en medio de ataques especulativos como nunca antes había visto.
Se ha evitado la bancarrota total de cuatro países de la unión. Se han lanzado mecanismos de rescate. Se ha creado una Unión Bancaria, o al menos una hoja de ruta para conseguirla. Pronto se hará que el Banco Central Europeo regule el sistema bancario común, que además tendrá un fondo común de rescate, unos test de estrés comunes para detectar fallas en el sistema…
Por el camino han ocurrido cosas terribles: el auge de los partidos xenófobos en las últimas elecciones europeas, plasmado en la imagen de eurodiputados euroescépticos dando la espalda al himno de la Unión ha sido un durísimo efecto político que podría haber dinamitado la comunidad de países desde dentro de sus instituciones de no ser por el “cordón sanitario” impuesto por los dos grandes partidos en el Europarlamento.
La Unión y sus líderes en las cumbres, sobre todo, han mostrado una indiferencia suprema al sufrimiento de las clases más débiles de la eurozona. No ha habido ni un solo plan digno de rescate a los más necesitados, ningún plan de emergencia para tratar de amortiguar el impacto de la crisis en la llamada “generación perdida”. Solo ahora empiezan a lanzarse planes de empleo juvenil, pero las dotaciones son una parte infinitesimal de las decenas de miles de millones destinados a rescatar a algunos bancos. Pero si esto es cierto, también lo es que los paquetes de rescate a los Gobiernos quebrados han servido para pagar las facturas de bomberos, profesores, médicos, escuelas y hospitales.
Las flechas de Abe

Si Japón o China estornudan, el mundo se resfría. En los últimos siete años, la primera preocupación global fue el eventual colapso del sistema financiero estadounidense, la segunda el posible colapso del euro, la tercera fue el posible aterrizaje forzoso o frenazo en seco del crecimiento económico chino, que parece haberse evitado por el momento. ¿Y la cuarta? La cuarta era un miedo que venía de lejos: la anemia de la tercera economía global, la japonesa. La mezcla de baja inflación y escaso crecimiento, junto al mayor endeudamiento público del mundo (más del doble de todo lo producido por el país en un año) estaban esencialmente gripando uno de los motores globales.
Y entonces llegó Shinzo Abe.
Con mucha fanfarria mediática, como deben hacerse estas cosas porque parte de los efectos son psicológicos, el primer ministro japonés anunció que iba a acabar con el monstruo que amenazaba a la economía nipona gracias a tres flechas: reformas estructurales de la economía, políticas monetarias expansivas del banco central, y estímulos fiscales. Lo llamaron Abenomics, la nueva economía de Shinzo Abe. Corría el año 2013.
De nuevo, la parte del león cayó del lado del Banco de Japón. En poco tiempo duplicó la masa monetaria en circulación en el país. Dinero abundante para incentivar el consumo. Los tipos de interés se redujeron, se impuso un objetivo de inflación del 2%. Desde el gobierno se expandió la inversión pública, se compraron bonos de proyectos de construcción. En diciembre del año pasado se aprobó un paquete gubernamental de gasto de unos 130.000 millones de euros. Eran las dos primeras flechas.
La tercera ha llegado hace unas semanas, y consiste en un paquete de reformas que debería afectar a casi todos los sectores de la economía. Quiere por ejemplo liberar el sector de la sanidad. Y eso significa, si, también, la entrada de extranjeros. Se van a crear “Zonas Especiales Estratégicas Nacionales” en las que se va a permitir, por ejemplo, que el cuidado de los mayores lo lleven a cabo extranjeros, poniendo fin a una de las mil restricciones a los extranjeros en Japón. Va a reformar el mercado de la energía, abriendo la puerta a los sectores renovables extranjeros. Abe promete abrir decenas de sectores a la inversión extranjera. E impulsar el papel de la mujer en el mercado laboral, hasta ahora bastante marginal. Para ello van a ampliar las plazas de guardería.
¿Está funcionando? Aún es pronto para saberlo. De momento, el desempleo está en mínimos históricos. La tan deseada inflación alta en Japón está en el 3,7%, frente al 0,2% de verano del año pasado. La economía crece a un ritmo de alrededor del 1,5%, mientras que en 2012 estaba en contracción. Los riesgos siguen presentes, como la creación de una burbuja, pero, por el momento, parece que el Abenomics funciona.