lunes, 4 de julio de 2011

Bugatti lanza su carro último modelo: “El L'Or Blanc” valorado en €1.65 Millones

Tomado de Autoblog

Por Alberto Ballestin

Ferdinand Piëch, como don Ettore en su día, no se conforma con cualquier cosa para Bugatti. La firma de la herradura siempre ha estado un paso por delante del resto del mercado premium, y si en el Veyron convencional sólo tienen cabida los materiales más refinados a pesar de su concepción como superdeportivo, tradicionalmente asociada a terminaciones algo espartanas y sensaciones ásperas, el nuevo Grand Sport L'Or Blanc (u Oro Blanco) supone la más imposible vuelta de tuerca a la superlativa atención al detalle de Bugatti. ¿Y cómo es esto? Te preguntarás. Bien, pues quédate con que la "pintura" que recubre la carrocería de este increíble one-off no es tal, sino porcelana.

El coche, creado en colaboración con el fabricante berlinés de vajillas y accesorios de gran lujo Königliche Porzellan-Manufaktur o KPM, empezó a engendrarse cuando esta firma contactó con Bugatti con la idea de reproducir el elefantito de plata con el que Rembrandt Bugatti, hermano de Ettore y afamado escultor, decoró el capó del mítico Bugatti Royale. En Molsheim debieron pensar que por qué conformarse con un nuevo accesorio para sus millonarios clientes, y esta en teoría pequeña colaboración puntual ha terminado dando forma al ¿primer? coche pintado con porcelana, fruto de un proceso artesanal que requirió de nada menos que tres semanas sólo para colorear las zonas azules de la carrocería y aplicarle cinco capas de laca. Preferimos no pensar en los efectos de un chinazo traicionero.

Este noble material también aparece en el habitáculo, decorando el interior de las puertas y el espacio entre los asientos, donde encuentra refugio el famoso elefante de Rembrandt.

El Bugatti L'Or Blanc no es sólo uno de los one-offs más espectaculares y exclusivos que jamás se han fabricado, sino también uno de los Veyron más caros fabricados por Bugatti, con un precio de 1,65 millones de euros. Lo que no será es el único con detalles en porcelana, dado que la compañía ya ha confirmado que su próximo modelo, una berlina de altísimos vuelos que incluso podría llamarse Royale, ofrecerá la porcelana entre su lista de terminaciones interiores. Muy alegórico.

EEUU celebra este día 235 años de Independencia

Tomado de La Voz de América

El 4 de julio de 1776, los ciudadanos en lo que ahora es Estados Unidos declararon su independencia de Gran Bretaña.

Desde esa fecha hasta el día de hoy han cambiado muchas cosas, pero cada 4 de julio el recuerdo de la libertad ganada a base de sacrificio hace 235 años es motivo de celebración.

El histórico documento original que garantizaba la independencia de la corona, firmado en 1776, será leído en voz alta y honrado durante una tradicional ceremonia que se suele realizar en la sede de los Archivos Nacionales, en Washington, y en otras partes el país.

“El 4 de julio significa para los que estamos en nuestro país, comida, familia, celebración, pero para quienes están trabajando y viviendo en el extranjero, esta fecha tiene un significado distinto. Es una fecha para celebrar el nacimiento de nuestra nación y los valores que nos han sostenido por 235 años”, dijo la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, por medio de un video publicado en la página web de Departamento de Estado.

El presidente estadounidense Barack Obama también habló en el mismo video y además de agradecer el servicio militar de los soldados del país, el mandatario hizo referencia a la importancia de compartir los valores con amigos de otras naciones “porque enfrentamos retos que ninguna nación puede pelear por sí misma. La única forma de lograr la seguridad y prosperidad que queremos es reconociendo el sentimiento humano que compartimos y trabajando juntos por un mismo propósito”, dijo Obama.

En todos los estados del país, los estadounidenses realizan desfiles y ceremonias patrióticas, además de comidas campestres y otras actividades recreativas.

En Washington las festividades del día concluirán con un gran despliegue de fuegos que se pueden disfrutar desde distintos puntos de la capital, y principalmente desde la Alameda Nacional (National Mall) en donde se encuentra el obelisco así como otros históricos monumentos.

Padece de fobia a volar? He aquí algunos consejos prácticos

Tomado de The Wall Street Journal

Por Scott McCartney

Se aferran a los descansabrazos y sostienen conversaciones tontas con sus vecinos de al lado. Se comen las uñas y rezan cuando escuchan los motores rugir antes del despegue. Toman pastillas para la ansiedad o alcohol, o las dos cosas. Todo esto y más para sobrevivir un vuelo.

Sin embargo, los expertos dicen que estos rituales pueden en realidad perjudicar a los pasajeros nerviosos ya que refuerzan su miedo.

Scott McCartney tells us about new techniques to ease aerophobia, the fear of flying. The fear can afflict people who must fly frequently, taking the form not of a full-blown phobia but as severe anxiety.

"Están manteniendo su ansiedad al intentar evitarla", explica Martin Seif, un psicólogo clínico y director asociado del Centro para el Tratamiento de la Ansiedad y la Fobia en el Centro Hospitalario de White Plains, en el estado de Nueva York.

Se calcula que entre 10% y 25% de las personas tiene miedo a volar. Aun cuando los vuelos comerciales son mucho más seguros que conducir un auto, la ansiedad es comprensible: volar puede parecer antinatural. Después de todo, no nacimos pájaros. El avión, un tubo de metal pesado, cruza los aires en un aparente desafío a la gravedad.

Los psicólogos dicen que, frecuentemente, las fobias aparecen cuando uno se acerca a los 30 años y afectan a aquellos con inteligencia superior al promedio. Pueden conocer todas las estadísticas vinculadas con la seguridad y, sin embargo, el simple hecho de comprar un pasaje les puede generar imágenes de terribles accidentes aéreos.

"Es increíble cuán petrificadas se quedan algunas personas", dice Ron Nielsen, un capitán retirado de US Airways Group Inc. que ha impartido cursos sobre el temor a volar en el aeropuerto internacional Sky Harbor, de Phoenix, desde 1987.

Para algunas personas, el miedo a volar es una fobia seria que se vuelve tan debilitante que evita que acepten trabajos que suponen volar, acudan a bodas o funerales de familiares o tomen vacaciones en destinos inaccesibles en auto. Para otros, los aviones se vinculan con otras ansiedades, como el temor a los espacios cerrados o el miedo a las alturas.

Además de clases, sitios web, libros y DVD dedicados a superar la fobia, en los últimos 10 años han aparecido las terapias de realidad virtual, que exponen a los participantes a la experiencia de volar sin sacar los pies de la tierra. Muchos aeropuertos y aerolíneas patrocinan clases dirigidas por terapeutas o pilotos.

Los psicólogos dicen que el temor a volar se supera mejor con una combinación de psicología y exposición a la experiencia de viajar. Sin importar la severidad de su fobia, la persona necesita entender lo que la genera y sus síntomas y tener maneras de enfrentarla, tales como técnicas de respiración y de relajación muscular. Tensar los músculos incrementa la ansiedad, por lo que la relajación puede hacer que la mente se olvide del pánico y que las personas modifiquen su respuesta emocional.

Además, los pasajeros temerosos necesitan entender la física y la mecánica de volar y gradualmente incrementar su exposición. Viajar por aire es una experiencia que tiene sustento científico, así que es importante entender cómo funciona. Familiarizarse con cómo las alas producen la fuerza de elevación, así como con los sonidos y sensaciones de un avión y la tarea de los pilotos, mecánicos, controladores aéreos y auxiliares de vuelo puede ayudar a calmar a los viajeros y enseñarles que su ansiedad es emocional, no racional.

Robert Reiner, que enseña en el Centro Médico Universitario de Nueva York y es director ejecutivo de un consultorio psicológico privado en Manhattan llamado Behavioral Associates, dice que ve cuatro veces más personas con miedo a volar que con temor a hablar en público. Él utiliza tratamientos de realidad virtual en sus pacientes. Gafas manejadas por computadora simulan la experiencia de volar, exponiendo a los pacientes al panorama, los sonidos y los movimientos típicos de un vuelo.

Una simulación de la experiencia de volar a través de la realidad virtual.

Jill Greenberg creció volando con frecuencia, pero como le ocurre a muchos, su fobia se despertó cuando se acercaba a los 30 años. Su ansiedad creció luego que un avión en el que viajaba fue impactado por un rayo, algo que los aviones están preparados para resistir sin problemas. En su siguiente vuelo, se aferró a una foto de su familia y se convenció de que nunca más vería a sus parientes.

La terapia de realidad virtual y las técnicas para controlar la respiración han hecho que vuelva a volar. "No me gusta cuando hay turbulencias, pero no la paso peor que la persona de mi costado", cuenta.

domingo, 3 de julio de 2011

Servicio al Cliente…¿en peligro de extinción?

Por Waldemar Serrano

En estos días fui a una institución bancaria a realizar una transacción y desde que llegué, hasta el momento en que me fui me sorprendió de la forma que me trataron y como el servicio al cliente está en peligro de extinción.

Al entrar a la institución bancaria que por primera vez entraba para abrir una cuenta bancaria para mi negocio, entendía que por ser nuevo se iban a alegrar que estuviera allí, ya que eso significaba –por lo menos a mí- un nuevo cliente para ellos.

Pero esa percepción –fundada en la experiencia de otros- de que iba a recibir un servicio de excelencia y que iba a encontrar los servicios que necesitaba, fue tiraba por la borda en los primero 5 minutos estar allí.

Comenzó primero con la cara de pocos amigos –ni tan siquiera una sonrisa tenia- con la que me recibió la persona que estaba en el recibidor. Luego siguió con la actitud –que no quiero pasar trabajo- de la segunda persona, la cual su función era supuestamente orientarme de los servicios que su institución tiene que me pudieran beneficiar y al día de hoy no se cuales son.

A su vez, esta misma persona pretendía que yo tuviera el mimo conocimiento que ella tiene de la banca y atendiéndome se le veía la frustración como emanaba de sus poros, cuando la interrumpía para que me explicara lo que me estaba diciendo.

En fin, al terminar mi visita fui un momento a la gerente de la sucursal en donde le expresé mi experiencia y que lamentaba que me retiraba sin solucionar mi situación, a su vez llevándome una mala impresión de lo que entendía que era su institución.

Esto desgraciadamente se está convirtiendo en el pan nuestro de cada día, ya sea que lo experimentas con la cajera en el supermercado, con la persona que te atiende en una agencia de gobiernos o cuando entras a una mega tienda y te encuentras a un empleado y cuando le preguntas en donde esta algo que estas buscando, sin pensarlo te envían de un lado a otro.

Comparto con ustedes esta historia ya que esta situación me dio pie a pensar en que podría hacer yo para que eso no me volviera a suceder. Inmediatamente me vino a la mente varias ideas.

Primero, que tal si pudiéramos modificar y/o inspirar a esas personas con tan solo poner una sonrisa en nuestros labios; qué tal si pudiéramos modificar la frecuencia de su estado mental con tan solo mirarlos a los ojos y decirles buenos días; qué tal si nos damos la oportunidad de ser mas pacientes; que tal si pudiéramos detenernos del corre y corre diario y nos damos la oportunidad de conocer a la persona que nos atiende semanalmente.

No estoy diciendo que vamos al cambiar el mundo en una semana –aunque si queremos, podríamos- pero que tal si pusiéramos en práctica estas simples acciones y pudiéramos impactar a otras personas y por ende empezamos a recibir un mejor servicio al cliente.

Lo interesante de esas sugerencias es que son consejos de expertos de la conducta humana, que se han demostrado muy efectivos, ya que no tenemos el poder de cambiar a nadie, solo a nosotros mismos.

Hoy les dejo con estas preguntas, si deseas servicio al cliente de excelencia ¿Cómo pudieras contribuir a que eso suceda? y por último ¿Qué de las sugerencias antes expuesta, pudieras empezar hacer hoy para empezar a recibir el servicio que te mereces?

Waldemar Serrano-Burgos, CEC, ACC es Life Coach Internacional Certificado, que trabaja en los mercados de Estados Unidos, Puerto Rico y Republica Dominicana. Puede contactarlo por medio de email wsbcoaching@gmail.com o seguirlo en Twitter: @wserranob

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El Poder: Porqué lo tienen algunos y otros no?

Tomado de The Wall Street Journal


Por Gary Hamel

Durante mucho tiempo, el poder ha sido considerado como moralmente corrosivo, y con frecuencia sospechamos de aquellos que lo persiguen. De hecho, el ansia de dominio resulta tan indecorosa que pocos de nosotros admitiría abiertamente sus ansias de influencia.

Por lo tanto, puede que le sorprenda saber que uno de los más destacados pensadores sobre gestión acaba de publicar un detallado manual dirigido al sediento de poder.

A menudo parece que el mentiroso y el egoísta tiene un talento especial para la acumulación (y el abuso) de poder –y en algún momento, es probable que la mayoría de nosotros haya sido superado por un rival político más hábil. Sin embargo, en "Power: Why Some People Have it and Others Don't" (algo así como "Poder: Por qué algunos lo tienen y otros no"), el autor Jeffrey Pfeffer, profesor en la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford, da a los buenos muchachos y muchachas las herramientas que necesitan para igualar las probabilidades a través de un resumen de más de treinta años de investigación y docencia sobre cómo salir adelante.

Hace muy poco hablé con Pfeffer acerca de por qué ha escrito un libro sobre el poder en un momento en que la mayoría de los gurús de la gestión hablan acerca de la colaboración, la comunidad y el "liderazgo abierto". El argumento de Pfeffer se de una simplicidad que desarma: se toma el poder para hacer las cosas. Sin poder se es impotente –con independencia de sus talentos o de la justicia de su causa.

Pfeffer comenzó nuestra conversación recordándome un hecho desagradable: el poder es en gran medida independiente de la inteligencia (emocional o de cualquier otro tipo) y el desempeño laboral. Todos conocemos personas que son brillantes pero cuyos golpes no se corresponden con su peso cuando se trata de la política en la oficina. Por el contrario, todos sabemos de mentes poco lúcidas que han encontrado la forma de llegar a la cima. Incluso astutos actores de poder pueden librarse del fracaso. Pensemos, por ejemplo, en todos aquellos vicepresidentes ejecutivos y miembros de la junta directiva que titubearon mientras se incendiaba y sin embargo consiguieron mantener sus posiciones, o incluso conseguir otras mejores en el medio del colapso. No es que el coeficiente intelectual o el valor añadido no sean importantes, sino que no tienen reemplazo en relación con el poder.

Entonces, ¿cuáles son los consejos de Pfeffer para aquellos dispuestos a hacerse cargo?

En primer lugar, hay que reconocer que el poder está mayoritariamente tomado, que no es dado. Jeff cita a Peter Ueberroth (que organizó los Juegos Olímpicos de 1984 y se convirtió en comisionado de las Grandes Ligas de Béisbol y presidente del Comité Olímpico de Estados Unidos), quien dice que el poder es en un 80 por ciento tomado y apenas en un 20 por ciento dado. En otras palabras, si quieres poder tienes que tomarlo. En ese sentido, hay que aprovechar cuando se vea la oportunidad de ampliar el alcance de influencia, y ocupar el lugar allí donde haya un vacío de poder.

En segundo término, es necesario entender la importancia de su red personal y trabajar sin descanso para mejorarla. Pfeffer relata una conversación que tuvo con Chip Conley, presidente de los hoteles Joie de Vivre, quien señaló que la mayoría de la gente piensa en la creación de redes como una tarea, como sacar la basura. Sin embargo, nadie intenta sacar mejor la basura. Puede, no obstante, mejorar su red de contactos, y es importante hacerlo para la gente que trata de obtener más poder. Con esto en mente, Pfeffer recomienda pensar en la creación de redes como una destreza, "como hablar en francés o tocar el piano".

En tercer lugar, si se quiere el poder, hay que trabajar para sobresalir. Al crecer, a menudo se nos enseña a ser tímidos: pide permiso; espera tu turno; cumple con las reglas; no llames la atención. Pero para conseguir el poder, uno debe tomar el riesgo que viene acompañado del aumento del nivel de exposición. "El riesgo", dice Pfeffer, "es tan importante en los mercados de capital humano como en los mercados de capitales financieros. Sin riesgo, no hay recompensa". Al principio de una carrera, ofrecerse como voluntario para una tarea que otros han rechazado puede ser de ayuda, al igual que hacerse cargo de una posición recién creada. ¿La lógica? Es más fácil destacarse cuando se cuenta con un propio nicho y salir adelante cuando no hay que gastar mucha energía en disputas con rivales por una posición codiciada.

En cuarto lugar, la búsqueda del poder requiere persistencia. Con demasiada frecuencia, sostiene Pfeffer, nos fijamos en líderes poderosos y asumimos que llegaron hasta allí sin tropiezos. Pero cada gran líder, de Abraham Lincoln a Steve Jobs, ha conocido el fracaso. La diferencia entre los que van a convertirse en poderosos líderes y aquellos que no, se explica a partir de cómo reaccionan a los reveses. Si aceptan el fracaso como un veredicto del destino, se hundirán en el anonimato. Si, en cambio, aprenden del golpe, si se fortalece su resolución y les incita a buscar las lecciones, entonces llegarán más alto. Pfeffer cita el ejemplo de Bernie Marcus y Arthur Blank, cofundadores de The Home Depot: "Esa historia comienza con dos palabras: 'estás despedido'". En 1978, Marcus y Blank fueron despedidos de la cadena Handy Dan Home Improvement en una disputa con el mayor accionista –a pesar del hecho de que, como presidente y director financiero, el dúo había llevado al negocio a tener ganancias récord. Sin embargo, el revés resultó ser el impulso que Marcus y Blank necesitaban para perseguir su propio sueño de construir un novedoso modelo de cadena a gran escala de bricolaje para mejoras en el hogar.

Para mantenerse en el poder, Pfeffer sostiene que es mejor ser agresivo y sin complejos que tímido y arrepentido, incluso cuando se equivoca. En su curso de MBA de larga duración, "The Path to Power" (El camino al poder), Pfeffer muestra a sus alumnos dos videos. En cada uno, el presidente de una empresa en problemas es interrogado sin tregua en el Congreso. En el primero aparece Lloyd Blankfein, presidente de Goldman Sachs, quien al ser cuestionado sobre su papel en el banco durante la crisis financiera, se muestra belicoso, impenitente y sin humor como para ceder puntos. En el segundo video, Tony Hayward, de British Petroleum, que tuvo la mala suerte de ser el presidente en el momento del derrame de petróleo de Deepwater Horzon, aparece humilde y arrepentido. Al concluir los videos, Pfeffer señala secamente que mientras Blankfield aún mantiene su trabajo, Hayward se vio obligado a dimitir menos de seis semanas después de su testimonio ante el Congreso. Puede que los dóciles hereden algún día la tierra, pero Pfeffer no cree que eso vaya a suceder en el corto plazo.

Pfeffer reconoce que la búsqueda del poder exige un cierto grado de egoísmo. Cuando se le preguntó si un futuro líder debería poner a la empresa por delante de su carrera, respondió inequívoco: "No estoy seguro de si debería preocuparse mucho acerca del efecto de su comportamiento sobre la organización en general, porque hay muchos datos que sugieren que la organización no se preocupa mucho por él".

Pero, ¿qué pasa con el riesgo (muy real) de que el poder se convierta en un fin en sí mismo, que los principios y la prudencia sean abandonados como si fuera exceso de equipaje en la carrera por la cima? Pfeffer aconseja reunir un directorio personal de asesores, compuesto por mentores capaces y honorables. Tales miembros no deberían ser amigos cercanos o competidores, ya que lo que se busca es un consejero honesto y objetivo. Sin embargo, deberían ser personas a las que les importe su posición y, además, cuyos consejos sean tomados en serio.

Al igual que todos nosotros, Pfeffer quiere líderes que no sólo aspiren al poder, sino también a la bondad. El virtuoso siempre gana, pero Pfeffer cree que una causa merecedora puede resultar una significativa fuerza multiplicadora. Como ejemplo cita el caso de la Laura Esserman, una cirujana del Centro Médico San Francisco en la Universidad de California. Durante años, Esserman condujo sin descanso una campaña para hacer que el diagnóstico y el tratamiento de cáncer de mama fuera más humano y centrado en los pacientes. Su mayor éxito, argumenta Pfeffer, se debió en parte a la nobleza de su causa. Al tiempo que los dóciles no pueden heredar la tierra, es alentador saber que el altruista puede tener una pequeña ventaja en la acumulación de poder.

Luego de haber actualizado Maquiavelo para el siglo XXI, ¿cree Pfeffer que todos se convertirán pronto en hábiles perros de caza por el poder? No. Porque resulta simplemente que la mayoría de la gente no está dispuesta en poner demasiado para alcanzar el poder que piensan que quieren. "El poder tiene un precio", dice Pfeffer. "Conozco muy poca gente muy exitosa que no dedican mucho tiempo, energía y un gran esfuerzo a sus carreras. Los entrenadores de fútbol americano exitosos, por ejemplo, pasan mucho tiempo viendo juegos en video. Cuando uno mira videos, no está con su esposa o sus hijos o sus amigos o lo que sea. Así que definitivamente hay que pagar un precio, y no todos están dispuestos a pagarlo. Al final, la gente tiene que saber qué tanto trabajo está dispuesto a dedicar".

Como la mayoría de nosotros, Pfeffer desea que las organizaciones de gran escala sean modelos de meritocracia donde la competencia y la influencia tengan siempre perfecta correlación, pero sabe que ese no es el caso, al menos por ahora. Por lo tanto, su consejo a cualquiera con ganas de convertir a su empresa en un paraíso post-burocrático es que será mejor primero equiparse de la mejor manera para vencer a los partidarios de la política del poder en su propio juego.

Así que queridos lectores, una pregunta: ¿creen ustedes que pueden tener éxito en una organización sin hacer explícito su trabajo por conseguir poder? Y si la respuesta es que sí, por favor explique lo que piensa o de un ejemplo.