viernes, 27 de noviembre de 2009

La poesía del viernes, RIMAS, de Miguel de Unamuno

Por Luis Montes Brito
Miguel de Unamuno y Jugo
(1864 - 1936)

Poeta, dramaturgo, novelista, filósofo y ensayista español; de una sagacidad, agudeza e independencia poco frecuentes en la literatura hispánica. Unamuno es el mejor prototipo del pensamiento filosófico-moral que alienta y patrocina el trabajo crítico de los escritores de la Generación del 98.

Nació en Bilbao y murió en Salamanca. Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la universidad de Madrid, época durante la cual leyó a T. Carlyle, Herber Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx. Estudió el bachillerato en el Instituto Vizcaíno, prosiguió sus estudios en la Universidad de Madrid, donde se doctoró en Filosofía y Letras. Se doctoró con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, Se sometió a oposiciones y obtuvo, en 1891, la Cátedra de lengua y literatura griega en la universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua castellana, en cuyo cargo permaneció muchos años.

Inicialmente sus preocupaciones intelectuales se centraron en las cuestiones éticas y los móviles de su fe. Desde el principio trató de articular su pensamiento sobre la base de la dialéctica hegeliana y más tarde acabó buscando en las dispares intuiciones filosóficas de Spencer, Sören Kierkegaard, W. James y H. Bergson, entre otros, vías de salida a su crisis religiosa.
Además de escritor y profesor, colaboró en gran número de revistas y periódicos de su tiempo. Fue conferenciante en el Ateneo madrileño y en diversos centros de cultura.

Unamuno fue un poeta genial. Algunos lo consideran como uno de los mejores poetas líricos españoles de su siglo. Fue hondo y fecundo, pero siempre "unamuniano", es decir, muy suyo, inconfundible. En su poesía, Unamuno se deleita, se confiesa, se abre, nos muestra su amor familiar y religioso sincero, su profunda angustia ante el ser, ante Dios, ante la muerte y ante la inmortalidad de alma. Es un debatir y debatirse continuo consigo mismo. Y a los lectores, su poesía nos zarandea y nos azota, haciéndonos partícipes de sus propias dudas y angustias espirituales, como también es sus "ternuras" humanas.

Entre sus obras podemos destacar: en ensayo y prosa narrativa, en torno al casticismo, Paz en la guerra, Vida de Don Quijote y Sancho, Del Sentimiento Trágico de la Vida, Niebla, Abel Sánchez, La Agonía del Cristianismo, La tía Tula, San Manuel Bueno, Mártir. En poesía, además de muchas sueltas, sobresalen Los Salmos y El Cristo de Velázquez. En teatro: Raquel encadenada, Medea, El hermano Juan.

Acompañe la lectura de las Rimas de Miguel de Unamuno, disfrutando de la famosa aria Vesti la Giubba (Ponte la túnica o ponte el traje) , de Ruggiero Leoncavallo, parte de la ópera Pagliacci, interpretada estupendamente por otro gran artista Español-Mexicano Plácido Domingo. Vesti la Giubba es el final del primer acto, donde el payaso Canio (Pagliaccio) descubre la infidelidad de su esposa, pero se ha de preparar para un espectáculo que debe continuar.






RIMAS
Miguel de Unamuno


¿Por qué esos lirios que los hielos matan?
¿Por qué esas rosas a que agosta el sol?
¿Por qué esos pajarillos que sin vuelo
se mueren en plumón?

¿Por qué derrocha el cielo tantas vidas
que no son de otras nuevas eslabón?
¿Por qué fue dique de tu sangre pura
tu pobre corazón?

¿Por qué no se mezclaron nuestras sangres
del amor en la santa comunión?
¿Por qué tú y yo, Teresa de mi alma
no dimos granazón?

¿Por qué, Teresa, y para qué nacimos?
¿Por qué y para qué fuimos los dos?
¿Por qué y para qué es todo nada?
¿Por qué nos hizo Dios?

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