Foto distribuída por Casa Presidencial en la que aparecen los nuevos funcionarios al momento de la Juramentación.Para iniciar el año dando señales de consolidación en el poder el presidente Funes destituyó a los funcionarios que presidían la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), la Superintendencia del Sistema General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) y el Instituto de Transformación Agraria (ISTA), a esta hora también debería concretarse la destitución del Presidente de la Lotería Nacional de Beneficencia (LNB).
Más interesante que los nombres de los destituidos lo importante son las motivaciones que generaron dicha acción. Total son personas que deben continuar en la lucha para ganarse la vida y suficiente sanción sufren al no haber aprovechado la oportunidad recibida. Veamos cada caso.
El destituido presidente de ANDA José Francisco Gómez, entre otros señalamientos que llevaron a su destitución fue célebre al manifestar que su concepto de igualdad en el servicio era universalizar los cortes de agua y no mejorar el servicio para todos, tal como fue señalado en este blog, además el funcionario destituido retó públicamente la autoridad del presidente de la República, oponiéndose a su principal proyecto del quinquenio, el cual es la presa El Chaparral, la que criticó públicamente manifestando sin aportar pruebas que el reservorio que se construirá contaminaría el agua del mismo, de igual manera envió una serie de cartas a Nicolás Salume hijo, Presidente de la compañía nacional encargada de la generación de energía eléctrica en El Salvador, la Comisión Ejecutiva Hidroelétrica del Río Lempa (CEL), amenazando que no pagaría la deuda que ANDA tiene con CEL.
El destituido presidente de la SIGET Tomás Campos, al igual que el de ANDA también apostó con su puesto para retar la autoridad del presidente Funes, criticando el mismo proyecto y dando declaraciones públicas donde manifestó que el proyecto ni siquiera contaba con los permisos para iniciar las obras.
Por su parte la ex presidenta del ISTA, Carla Mabel Albanés fue más allá en el reto de la autoridad del presidente Funes girando invitaciones a nombre del “Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén”.
Al analizar las 3 destituciones vemos un factor común en los funcionarios removidos, los 3 eran cuota del ala radical del FMLN, parte del nepotismo criticado en anteriores gobiernos o simplemente funcionarios que en cuyo nombramiento no funcionó la publicitada meritocracia, ya que el criterio de selección se basó en ser miembros de hueso colorado del FMLN o más aún, estar emparentados con dirigentes de ese partido, lo que equivocadamente interpretaron (los cesados) como símbolo de omnipotencia, prepotencia e impunidad.
Es importante señalar que los sustitutos de estos funcionarios son profesionales no ideologizados, con experiencia empresarial que hace prever un mayor sentido común y mucho menos resentimiento social en ellos, por lo que se prevé un mejor desempeño en su gestión.
Felicitamos al presidente Funes por los cambios, pero le tenemos que recordar que apenas es un buen comienzo, tardío por cierto, ya que se da después de expirado más del 10% de su administración. Veremos si su carácter es lo suficientemente templado para destituir aquellos ministros que han mostrado incapacidad o falta de idoneidad para el alto cargo que ostentan.
Casualmente todos los ministros señalados fueron comandantes o se desempeñaron como agentes de inteligencia de la desaparecida fuerza militar guerrillera, como dato adicional es oportuno mencionar que varios de ellos aún están señalados en los listados del Departamento de Estado como relacionados con grupos terroristas por lo que no son sujetos de visa para ingresar al país que es el principal socio comercial de El Salvador y lugar de residencia de más de 2.5 millones de salvadoreños, por lo que su capacidad de gestión de recursos y nuevas oportunidades en beneficio de nuestro país presenta una debilidad innegable.
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